Por Timofei Bordachev 04.01.2021

El regreso de la política internacional en una forma bastante tradicional ha ido inevitablemente acompañado de una disminución de la importancia y la eficacia de las instituciones internacionales. Los eventos de 2020 y las tendencias detrás de ellos incluso nos han obligado a abordar la cuestión de si tales instituciones deberían existir como son, escribe el director del programa del Valdai Club, Timofei Bordachev.

Hace treinta años en París, los países de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa firmaron un documento llamado Carta de París para una Nueva Europa. Esta declaración a gran escala no solo puso fin formal a la Guerra Fría, sino que también se convirtió en uno de los documentos centrales del nuevo orden mundial. Este orden se basaba en los principios y valores que se habían formado después de 1945 dentro de la comunidad de democracias liberales liderada por Estados Unidos y sus aliados más cercanos, y basada en la absoluta superioridad militar y política de América entre los países de Occidente. El fin de la Guerra Fría hizo global esta superioridad y durante casi tres décadas determinó la imagen de la política exterior y la interacción entre los estados del mundo.

La presencia de un líder mundial permitió hablar del surgimiento del fenómeno de la política mundial, un sistema especial de relaciones en el que no solo se incluían los Estados, sino también los actores no estatales. Y lo más importante, un sistema que tiene, debido a la capacidad de un poder para actuar como juez y distribuidor de los beneficios de la globalización, los signos de las relaciones sociales inherentes a la estructura interna de la sociedad. En el marco de este orden, hubo instituciones que fueron controladas por los vencedores de la Guerra Fría y por las reglas que fueron redactadas por ellos. La política internacional, como un sistema en el que los Estados siguen siendo los únicos participantes centrales, y en el que el equilibrio de poder y moralidad está regulado solo por su buena voluntad, cayó temporalmente en las sombras, solo para regresar en 2020.

Ahora el sistema internacional está en un estado de gran tensión causada por las consecuencias de la extensa redistribución de la mayor parte de poder entre las principales potencias desde la primera mitad de la 20 ª siglo. El colapso de los imperios europeos durante la Primera Guerra Mundial (1914-1918) llevó al hecho de que Rusia y Estados Unidos pasaron a primer plano, aunque no de inmediato, y China se unió a ellos un poco más tarde. Ahora los dos primeros poderes todavía son capaces de ejercer una influencia decisiva en el estado de cosas en el mundo, pero se están debilitando y ahorrando fuerzas gradualmente.

El poder chino, a su vez, ha entrado en una etapa de expansión. El colosal crecimiento de sus oportunidades económicas no solo ha llevado a un conflicto con Estados Unidos, que ha visto disminuir tales oportunidades, sino que también ha llevado al colapso de todas las instituciones, reglas y normas que surgieron después de la Segunda Guerra Mundial. Estos pilares institucionales de paz relativa entre poderes se basaron en el equilibrio de poder que surgió durante la Guerra Fría e inmediatamente después de su final, y no pueden adaptarse a la nueva distribución de capacidades de poder sin su propia reestructuración a gran escala.

En Europa, los cambios en el equilibrio de fuerzas han llevado a un aumento significativo de las capacidades de Alemania, que ha aprovechado al máximo los beneficios que su economía había recibido de la zona euro y que su política exterior ha recibido del cambio de Casi todos los factores cruciales que afectan a la jerarquía estatal en el contexto de las instituciones y los mecanismos legales de la Unión Europea. La salida de Gran Bretaña de la UE fue una reacción al crecimiento del poder alemán, pero, a juzgar por sus resultados, finalmente destruyó el equilibrio interno de poder en la integración europea.

A principios de 2020, solo se necesitó un detonante para que estos cambios se volvieran irreversibles. La pandemia del coronavirus COVID-19, que también comenzó en China, reinició todo el orden internacional. No es sorprendente que la mayoría de los estados hayan respondido a esta pandemia cerrando fronteras y confiando en sus propias fuerzas. En casi todos los casos, la reacción de los gobiernos nacionales ha resultado ser la más arcaica posible: la concentración de recursos en el cumplimiento de las obligaciones con sus ciudadanos y el fortalecimiento del control estatal. Se detuvo el tráfico internacional y la movilidad internacional se ha vuelto, con algunas excepciones, bastante difícil. El primer ejemplo de cuarentena total y cierre absoluto al mundo exterior lo dio China,que tradicionalmente es reprochado por su falta de democracia por los gobiernos y los medios de comunicación de los países occidentales.

“A finales de otoño, la prohibición de la circulación de ciudadanos o la cuarentena estricta en los casos en que se permitía la circulación seguía siendo quizás la única consecuencia significativa de la pandemia para la vida internacional.”

Prácticamente no observamos otros efectos: el fortalecimiento de la cooperación transfronteriza o la estrecha coordinación de acciones, con la excepción de la Unión Europea y, curiosamente, la Unión Económica Euroasiática, donde se lleva a cabo una coordinación intergubernamental bastante eficaz. A largo plazo, la política de cierre de fronteras conducirá a la reducción de muchos mecanismos informales de globalización y al crecimiento del nacionalismo y la xenofobia en la mayoría de los países del mundo.

El regreso de la política internacional en una forma bastante tradicional va inevitablemente acompañado de una disminución de la importancia y la eficacia de las instituciones internacionales. Los acontecimientos de 2020 y las tendencias detrás de ellos incluso nos han obligado a abordar la cuestión de si tales instituciones deberían existir como son. Estas instituciones fueron creadas no solo como reflejo del equilibrio de poder de mediados del siglo pasado, sino también como una forma de resolver los problemas inherentes a este período histórico. En 2020, el principal destructor de las instituciones internacionales fue el conflicto sistémico entre China y Estados Unidos. Beijing busca alinear su influencia en las instituciones con las nuevas oportunidades,y Estados Unidos, para conservar la capacidad de determinar sus políticas o destruirlas en los casos en que no puedan servir a los intereses nacionalistas de Washington. Incluso si la nueva administración demócrata en los Estados Unidos recupera el apoyo formal para ciertas instituciones internacionales, su destino se vuelve cada vez más incierto.

Es obvio que el sistema de la ONU se encuentra en una grave crisis. En 2020, nos despedimos de las esperanzas de que el Consejo de Seguridad pueda desempeñar el papel de generador eficaz de los intereses comunes de las principales potencias militares. Por tanto, la discusión sobre la composición de los miembros permanentes del Consejo de Seguridad y el derecho de veto es cada vez más urgente. Ocurre en un momento en el que el más importante y único limitador de la actividad arbitraria por parte de las grandes potencias adquiere un significado simbólico, al igual que la capacidad de bloquear cualquier decisión de la ONU si no responde a intereses nacionales.

Otra institución básica de un orden mundial pasado, la Organización Mundial del Comercio, está paralizada por la crisis de su sistema de arbitraje. Como resultado, todo el sistema para resolver disputas comerciales en la OMC ha perdido su significado, e incluso si los países violan las reglas del comercio internacional, ninguna de las disputas entre ellos se puede resolver. Observamos que una amplia variedad de Estados recurren cada vez más a otros mecanismos para la solución bilateral de disputas comerciales y el fin de las guerras comerciales, que se han convertido en una práctica internacional común en 2020.

Ya hemos mencionado anteriormente que la integración europea, a pesar de su éxito como institución de cooperación regional, se enfrenta ahora a una crisis. La razón de esta crisis es también el fuerte fortalecimiento de su mayor participante (Alemania), mientras que el segundo más importante (Francia) se ha debilitado. La política quisquillosa e inconsistente de París con respecto a la mayoría de los asuntos nacionales e internacionales comenzó a dar sus frutos. En la mayoría de los casos, Francia debe ahora seguir la línea de la política alemana, y es muy alarmante que cuando Berlín obtenga un nuevo canciller, esta política corra el riesgo de volverse menos sabia y sofisticada. Las decisiones que se tomaron para superar la crisis asociada al impacto de la pandemia en las economías nacionales han aumentado significativamente la influencia de los estados en las instituciones paneuropeas. En las últimas semanas de 2020,Una nueva crisis dentro de la UE fue desencadenada por el comportamiento de Hungría y Polonia – se negaron a aprobar una nueva perspectiva presupuestaria de la UE, que incluye fondos para la recuperación de la pandemia – en respuesta a las reclamaciones de Bruselas y Berlín sobre los procesos políticos internos en ambos países. Lo más probable es que el presupuesto “cuelgue” indefinidamente, e incluso después de que el problema se resuelva de una forma u otra, la Unión Europea ya ha entrado en una nueva crisis, ahora en el nivel de las relaciones interestatales. La próxima prueba será la salida de Angela Merkel del cargo de Canciller Federal de Alemania. Durante los años del gobierno de Merkel, este país ha adquirido una cantidad desproporcionada de influencia en el desarrollo de toda Europa, y cuando un político con menos experiencia, propenso al compromiso, se convierte en el líder,deberíamos esperar una crisis de integración en toda regla y el fortalecimiento de las tendencias centrífugas. Es por eso que ahora es importante que Berlín adopte el presupuesto, entonces retendrá las palancas económicas de la gobernanza de la Unión Europea a través de sus «representantes» en Austria y los Países Bajos.

Hacia finales de 2020, el 22 de noviembre, finalizó la existencia de uno de los instrumentos más importantes para construir la confianza mutua tras el fin de la Guerra Fría en Europa, el Tratado de Cielos Abiertos. Estados Unidos completó los procedimientos necesarios para un retiro unilateral de este acuerdo. El evento se volvió profundamente simbólico a pesar de que la reacción oficial rusa fue, en última instancia, muy tranquila. El sistema del Tratado de Cielos Abiertos se creó no solo como una forma de aumentar la transparencia mutua de los preparativos militares, sino como una confirmación de que los países de la OSCE ni siquiera van a hacer tales preparativos entre sí en el futuro. La retirada de Estados Unidos del sistema del Tratado de Cielos Abiertos significa un retorno completo de la Guerra Fría en Europa.

En las condiciones de completa crisis de las instituciones internacionales, las asociaciones más importantes para Rusia – la Organización de Cooperación de Shanghai y el grupo BRICS (Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica) – entraron en una etapa difícil. La adhesión de India y Pakistán a la OCS limitó significativamente la eficacia de esta organización en el sentido institucional tradicional. Al mismo tiempo, todavía existe la posibilidad de que la OCS desempeñe el papel de una plataforma de negociación macrorregional para un gran grupo de países euroasiáticos, donde no se encuentra la solución de problemas, sino la oportunidad de discutirlos constantemente en una mesa redonda. será considerado un logro.

Las perspectivas para los BRICS parecen ser mucho más interesantes. A lo largo de los años, este grupo ha cooperado en más y más áreas y con respecto a una variedad de temas. La diplomacia nacional se esforzó al mismo tiempo por dar a los BRICS el carácter de una institución internacional tradicional – para aumentar el número de esferas de interacción práctica – y para implementar sus agendas puramente nacionales. Los BRICS, a diferencia de otras instituciones del Orden Mundial Liberal, no están en crisis. Además, la imposibilidad de que surjan reclamos de un país por el liderazgo exclusivo en esta organización ha brindado la oportunidad de que los BRICS se conviertan en el prototipo de la institución de gobernanza internacional de una nueva era, en la que el poder y la hegemonía de valores de un poder o un grupo reducido de estados dominados por un poder será imposible.

En este contexto en ruinas del orden internacional posterior a la Guerra Fría, las prioridades más importantes de la política exterior de Rusia estaban relacionadas con la estabilización de las relaciones amistosas con China, la restauración del orden en su periferia inmediata, el control de las manifestaciones negativas de la lucha de Estados Unidos por mantener la influencia global y finalmente, acostumbrarse a un nuevo formato de relaciones con su socio económico más importante, la vecina Europa. Y si las relaciones con Estados Unidos y China son de fundamental importancia para la supervivencia de Rusia desde una perspectiva estratégica, entonces Europa y sus vecinos en el espacio de la ex URSS son su máxima prioridad táctica.

Traducción automática

Publicado en el Sitio Oficial del Club Valdai

https://valdaiclub.com/a/highlights/new-international-order/

Por Javier Benítez

La Presidencia de Industrias de Defensa de Turquía y su director, Ismail Demir, son los nuevos blancos sobre los que han impactado las nuevas sanciones de EEUU, sin mencionar que en esta nueva ráfaga, Rusia ha vuelto a ser alcanzada. A Turquía, por la compra de los S-400 rusos, y a Rusia, por el Nord Stream II, que en parte es ruso.

AUDIO:

https://mundo.sputniknews.com/popup/radio/?audio_id=18144505

Rusia, la tabla de ‘salvación’ de EEUU

Sanciones, sanciones y más sanciones. Sanciones hasta en la sopa. Y hasta como regalito de Papá Noel para Navidad. Son las que ha aplicado EEUU recientemente contra Turquía y Rusia, en este juego que ya se ha convertido desde hace mucho en un disparar a discreción a todo lo que se mueve. Porque EEUU ya no da más. No puede más. Y la pataleta se le sube a las sanciones, es decir, a la cabeza.

La frecuencia de estas medidas estadounidenses es cada vez más acelerada, en lo que se ha convertido en toda una espiral de desesperación, porque sabe que está perdiendo pie en cada cuestión en la que quiere competir técnica y comercialmente con otros países. Y como Rusia es la mayor destinataria, está claro a quién le teme más EEUU.

El portavoz del Departamento de Estado que dirige Mike Pompeo, dictó que Turquía había sido advertida «en los niveles más altos y en numerosas ocasiones que su compra de los sistemas S-400 pondría en peligro la seguridad de la tecnología militar y del personal de EEUU y proporcionaría fondos sustanciales al sector de defensa de Rusia, así como el acceso ruso a las fuerzas armadas y la industria de defensa turcas». Pero ‘el malo de Turquía’ «decidió seguir adelante con la adquisición y la prueba de los S-400, a pesar de la disponibilidad de una alternativa, sistemas interoperables de la OTAN para cumplir con sus requisitos de defensa».

Hay que remarcar la última frase: «A pesar de la disponibilidad de una alternativa, sistemas interoperables de la OTAN». En este sentido, la decisión de Turquía de seguir adelante con la compra de sistemas rusos, pese a la oferta de esas alternativas, sólo pueden significar dos cosas, y muy malas para EEUU: que sus tecnologías no son competitivas, y sus precios tampoco.

El país norteamericano anuncia estas sanciones apenas días después de que su Senado aprobara una ley de defensa nacional que incluye sanciones a Rusia y Turquía, y que trae bajo el brazo un financiamiento de 740.000 millones de dólares para el Departamento de Defensa.

El repudio

El presidente del país, Recep Tayyip Erdogan, fue el primero en repudiar las sanciones. «Da pena que últimamente se escuchen cada vez más declaraciones de EEUU y la UE referentes a las sanciones contra nuestro país. Ankara no espera sanciones sino el cumplimiento de las promesas de la UE y el apoyo de EEUU en nuestra lucha contra las organizaciones terroristas».

También se expresó el canciller ruso, Serguéi Lavrov. Al referirse a las sanciones declaró que son «otra manifestación de una relación arrogante al derecho internacional, una manifestación de las medidas unilaterales forzosas ilegítimas» y que «no añade […] la autoridad a EEUU en la escena internacional en calidad de un participante responsable de la división del trabajo, en particular en el ámbito de la cooperación militar-técnica».

Asimismo, tuvo algo que decir Mohamad Yavad Zarif, el Exteriores de Irán, «La adicción de EE.UU. a las sanciones y el desprecio por el derecho internacional se han manifestado nuevamente en todo su esplendor. Condenamos enérgicamente las recientes sanciones de EE.UU. contra Turquía y apoyamos a su pueblo y Gobierno».

Para el director del think tank Dossier Geopolítico, Carlos Pereyra Mele, estas nuevas sanciones de EEUU se enmarcan en un cambio de época.

«Esto es una clara demostración de que hay países que están en ascenso, y hay países que están en descenso».

«Las naciones históricamente poderosas, que han tenido una historia y una cultura de conformación de imperio histórico, intentan tener su lugar en el nuevo orden mundial del siglo XXI. Y uno de los países que quiere volver a una relación distinta a la que se le había encapsulado al ser derrotado en la Primera Guerra Mundial, es el caso específico de Turquía», explica el analista, al indicar que es algo que no le cae nada bien, ni a EEUU, ni a la OTAN.

De acuerdo a Pereyra Mele, esta nueva postura de Turquía no podía tener lugar, «ni en la Guerra Fría, ni durante el período en que EEUU fue el hegemón que decidía qué tenía que hacer cada país, y qué no podía hacer. EEUU cree que todavía está en esas condiciones, por lo cual se lleva por delante el derecho internacional y la soberanía de cualquier país que intenta tener una autonomía y una independencia mayor».

15 años promoviendo semanalmente la Geopolitica, en este Programa

Análisis Radial Semanal de Geopolitica de Carlos Pereyra Mele para el Programa: el Club de la Pluma, que conduce el Periodista Norberto Ganci por la Radio Web al Mundo. 

TEMAS:

Sigue profundizandose el conflicto entre Atlantistas (EEUU y socios) y Continentalistas (China y sus socios) conflicto que conduce a un mundo Bipolar nuevamente

Política Internacional de la semana y proyección geopolitica

2020 año que cambió Todo.

Año complicado en temas de Salud y Económicos; 13/12 el sainete electoral sin saber quien es el Presidente electo, Joe Biden toma nuevas decisiones nombrando como Secretario de defensa a un General “negro” el primero en la Historia de EEUU. Hombre del Complejo Tecnológico Militar Industrial. Volver al pasado. Trump NO suspende las ejecuciones de reos rompiendo la tradición de 130 años. Elecciones en Venezuela y sus marcos políticos nacionales e internacionales, con consecuencias en la región; No sirvieron las salvajes sanciones unilaterales, a pesar del atraso del “pago” reconocido por Elliot Abrams a la “oposicion” (Injerencia extranjera?). La OEA siguió siendo la Escribanía de Washington. En nivel Internacional EEUU pagó al reino de Marruecos su “Paz” con el estado de Israel esa acción con la entrega del Sahara Occidental a su soberanía. El Dato Tecnologico: China creo un Computadora Cuantica.

Análisis Geopolitico de la semana: la visita del Papa Francisco visitará Bagdad entre los días 5 y 8 de marzo del 2021, analizamos la geopolitica de las religiones que lleva adelante el Vaticano de la Religion catolica Apostolica Romana y las otras religiones monoteístas

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2020 año que cambió Todo.

Han pasado 30 días después no se sabe a ciencia cierta quién es el Presidente electo, El trumpismo no ha sido derrotado, La Crisis del Hegemón es mas que claro, tampoco hubo la “Ola Azul” del candidato Democrato, saco 74 millones de votos y Biden saco 80 millones, Hay una profunda Crisis interna social y el supuesto partido vencedor  Demócrata es una especie de cooperativa lo que hará complicado tener a las propia tropas ordenadas. En Política Internacional va a seguir en el mismo sentido de enfrentar a china que llevó adelante Trump…

Un crimen internacional usando armamento con tecnología robótica manejada satelitalmente nos referimos al asesinato del cientifico: físico nuclear iraní Mohsen Fakhrizadeh el pasado 27 de noviembre, este crimen procupa a la comunidad internacion que puede causar un conflicto global segun sea las repesalias, las evidencias se direccionan hacia Israel y su socio protector USA…

Nuevas tendencias y alianzas mundiales se acrecientan…

La buena Noticia para la región es la importancia de la primera reunión después de un año entre el Presidente de argentina Alberto Fernández y el del Brasil jair Bolsonaro

Otra reunión internacional de Alberto Fernandez con Joe Biden, que también es de importancia no solo para Argentina sino para la región.

La otra Noticia son las elecciones de Legisladores en la República de Venezuela -Con un dato la oposicion reconoce que recibe subsidios del Gobierno Norteamericano-

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DATOS DEL ACUERDO EN LA ZONA DE ASIA ENTRE ANTIGUOS ENEMIGOS

Análisis de la RCEP: Asia en el centro de la escena 3 diciembre, 2020

Desde Guangzhou, el consultor y ex diplomático Mario Quinteros escribe para DangDai sobre la Asociación Económica Integral Regional (RCEP, por su sigla en inglés), que acaba de lanzarse la semana pasada y cubre, con centro en Asia, casi un tercio de la economía global. Por Martio Quinteros (*)

Qué es el RCEP

El domingo 15 de noviembre de 2020, después de ocho largos años de negociaciones, 15 naciones de Asia lograron firmar el que –hasta el momento- es el más grande acuerdo de libre comercio en el mundo: el RCEP (Regional Comprehensive Economic Parnership) – Asociación Regional Económica y Comprehensiva.

El acuerdo aglutina a los diez miembros del grupo ASEAN (Asociación de Naciones del Sudeste Asiático – Brunei, Cambodia, Indonesia, Laos, Malasia, Myanmar, Filipinas, Singapur, Tailandia y Vietnam), junto con Australia, China, Nueva Zelandia, Japón y Corea del Sur; en este acuerdo participan naciones que representan en su conjunto alrededor de un tercio de la población (2.200 millones de personas) y del PBI (26.2 billones de dólares) del mundo, conduciéndolas hacia menores tarifas, simplificación de las regulaciones de comercio y una promesa de mayor crecimiento económico.

Es así que el RCEP se une al CPTPP (Comprehensive and Progressive Agreement for Trans-Pacific Partnership – Acuerdo Comprehensivo y Progresivo para la Asociación Transpacífica – un bloque de once países ubicados en ambas costas del Océano Pacifico, establecido en 2018, cuyos participantes son Australia, Brunei, Canadá, Chile, Japón, Malasia, México, Nueva Zelandia, Perú, Singapur y Vietnam) representando los dos grupos más importantes de la región del mundo con mayor crecimiento. El RCEP tendría que efectivizarse dentro de los próximos dos años, una vez que los países participantes (un mínimo de seis ASEAN y de tres no-ASEAN firmantes) ratifiquen el documento.

No deja de llamar la atención que Estados Unidos esté ausente de estos dos grupos: nunca participo en las negociaciones del RCEP y, a principios de 2017, se retiró del Trans Pacific Parnership (TPP – acuerdo que precedió al CPTPP), poco después de la asunción al poder de Donald Trump en Washington.

Principales características del RCEP

– El acuerdo pone en evidencia y refleja el hecho de que el centro de gravedad de la economía mundial se ha desplazado en los últimos cincuenta años del Atlántico Norte el Este de Asia;

– El acuerdo disminuirá hasta el 92 % de las tarifas afectando el comercio intrarregional en un marco de 20 años, también establece reglas comunes para el comercio electrónico, el comercio internacional y la propiedad intelectual. Alrededor del 65 % de los sectores de servicios estarán abiertos para los participantes;

– El comercio intra-asiático es ya más importante que los intercambios de Asia con América del Norte y Europa sumados. El RCEP simplemente acentuara esta tendencia, al reforzar y consolidar los vínculos comerciales y de inversiones entre sus miembros;

– El RCEP es un ejemplo de una integración económica pragmática en la que se construyeron consensos entre los signatarios solo hasta el punto en que estos fueron factibles y fundando el acuerdo en la red pre-existente de tratados de libre comercio entre los miembros de ASEAN y el resto de los participantes;

– Las realidades geográficas y económicas del mundo, más la disputa comercial y las amenazas económicas de Washington han impulsado a China a reducir su dependencia del mercado de Estados Unidos y a diversificar sus opciones comerciales, impulsando así la concreción del tratado;

– El pacto reúne, por primera vez en un acuerdo de libre comercio, a Japón, China y Corea del Sur;

– El RCEP representa un claro avance en el mundo de las ideas de multilateralismo y libre comercio;

– Se han incluido clausulas especiales para arreglos transitorios y transferencias de tecnologías que beneficien a los participantes menos desarrollados (Cambodia, Laos, Myanmar);

– Se ha agradecido especialmente la valiosa contribución de India en la conformación del acuerdo y se espera que pueda incorporarse como miembro en los próximos años a pesar de haberse retirado de las negociaciones en 2019;

– No se han incorporado al RCEP normas sobre trabajo y medio ambiente (a diferencia del CPTPP) y las provisiones con respecto a los servicios e inversiones son menos detalladas que en el CPTPP;

– Por último, pero no menos importante, cabe destacar que el RCEP es un signo muy claro de que Asia ha logrado un lugar pre-eminente en la economía mundial. Una posición que está basada en estabilidad económica, importantes inversiones en educación y salud, instituciones robustas y un sector privado dinámico y con ideas claras que promueve la innovación y el comercio internacional.

China y el RCEP

Ya, alrededor de 70% del comercio total de China es con Asia y Europa, situación que hace natural que Beijing apoyara y promoviera el concepto del RECP desde el inicio mismo de las negociaciones y que –dada su pre-eminencia económica en la región- China haya asumido un rol importante en la conformación de los detalles del acuerdo.

Sin embargo, es muy importante señalar que el RCEP es principalmente el resultado de una iniciativa del grupo ASEAN, así expresado desde el mismo inicio de las negociaciones, y de los esfuerzos de ASEAN para apuntalar la dinámica de la economía y el comercio de la región. Es más, la arquitectura del acuerdo ha sido principalmente estructurada sobre los acuerdos de libre comercio pre-existentes entre ASEAN y el resto de los participantes, habiendo esta sido principalmente definida por ASEAN con las contribuciones de los demás socios.

El retiro de India de las negociaciones del RCEP en 2019, después de haber sido uno de los participantes desde los comienzos, se debe principalmente a las políticas tradicionalmente proteccionistas heredadas desde los primeros años de la independencia (1947) y expresadas en la actualidad en las preocupaciones sobre el impacto domestico de importaciones de productos agrícolas y lácteos a precios competitivos de Australia y Nueva Zelandia así como de artículos manufacturados de China; en cualquier caso, los 15 signatarios acordaron expresar taxativamente que las puertas permanecen abiertas para que India se incorpore al tratado en el momento en que así lo decida.

China ya ha establecido una red de acuerdos de libre comercio con 17 países y bloques regionales y está negociando con otros 15, así como manteniendo conversaciones con Japón y Corea del Sur desde 2012 sobre un tratado de libre comercio trilateral (con escasos avances, hasta el presente) y un acuerdo de inversiones con la Unión Europea. De todos modos, el RCEP será el primer acuerdo de libre comercio multilateral en el que China ha formado parte.

Todos estos esfuerzos por parte de Beijing para alcanzar acuerdos que liberalicen el comercio exterior tienen por objetivo consolidar el desarrollo económico y la influencia internacional de China. Ciertamente, la llegada de Trump a la presidencia de los Estados Unidos y su despliegue de políticas proteccionistas y medidas anti-china, dio un gran impulso adicional a las actividades de Beijing para diversificar sus socios comerciales y promover el libre comercio. 

Que es lo que el RCEP ofrece a América Latina

– Algunas lecciones.

Quizás, la más importante contribución que pueda aportar el RCEP a América Latina sean las lecciones que se puedan obtener de este acuerdo en términos de una iniciativa de liberalización de comercio. En este sentido, sería interesante remontarse un poco en la historia y preguntarse: porque es que los países asiáticos fueron capaces de desarrollarse y profundizar su integración económica mientras que América Latina ha mostrado un grado de crecimiento decepcionante en las últimas décadas?

Un factor importante a considerar en esta cuestión es el modelo de desarrollo que cada región decidió elegir hace ya varias décadas: en los años 1950, América Latina implemento -con variado éxito- el modelo de sustitución de importaciones como política de industrialización, mientras que Asia –comenzando en la década de 1970- opto por esquemas de crecimiento liderado por las exportaciones.

Adicionalmente, en la década de 1980, Asia del Este desarrollo una estrategia de aprovechamiento de las sinergias basadas en las inversiones transfronterizas en el cual –principalmente Japón, pero también países de la EU y otras economías avanzadas- transferían tecnologías y capital a sus vecinos menos desarrollados, muy frecuentemente a través de joint ventures en las cuales el inversor extranjero mantenía participaciones minoritarias.

Fue así que los ‘Tigres Asiáticos’ –Corea del Sur, Taiwan, Malasia, Indonesia y, hasta un cierto punto, Vietnam y Filipinas- se desarrollaron en el marco de una división internacional del trabajo en el sector industrial en la cual los países más ricos transferían aquellas actividades que requerían menores costos de mano de obra a socios y sucursales establecidos en economías menos avanzadas en el sur y sud-este de Asia. Un ciclo de industrialización, orientado hacia el mercado internacional, en el cual las industrias mano de obra intensivas eran progresivamente reubicadas en países de menor desarrollo, aportando así crecimiento económico y mejoras en los niveles de vida de la población.

La idea directriz atrás de este modelo era alcanzar un grado sistémico de competitividad global, creando así ventajas claras para los países en desarrollo en mercados internacionales. Este proceso se inició con las industrias textiles y de confecciones, seguido por el sector automotriz y algunas industrias químicas y, más tarde, por las actividades de la electrónica y del área digital. El factor clave aquí fue lograr niveles de competitividad global y no meramente local – como fue el caso del desarrollo basado en la sustitución de importaciones aplicado en América Latina.

Al mismo tiempo, América Latina aplicó –con varios grados de persistencia y calidad de gobernanza- mecanismos de desarrollo e integración regional orientados hacia los mercados domésticos y con una participación poco activa del sector privado.

Los resultados finales de estas dos diferentes estrategias de desarrollo están hoy dolorosamente a la vista de todos (se puede ver al respecto el trabajo de Michael Mortimer Flying geese vs. sitting ducks, CEPAL, Santiago de Chile,1993).

Oportunidades de negocios

Mercados integrados de tamaño continental –piénsese en la EU- crean innumerables oportunidades de negocios, tanto para los actores externos como internos a la región, en términos de tamaño del mercado, simplificación de regulaciones de comercio, normas comunes, mejoras en la conectividad física, homogenización en los sistemas jurídicos, economías de escala y accesibilidad financiera, entre otros. En este sentido, el RCEP será con el tiempo no muy diferente a otros grandes mercados integrados, ofreciendo nuevas e interesantes oportunidades de negocios para las empresas de América Latina.

Es bueno recordar que América Latina ya está suministrando a los países miembros del RCEP, principalmente, productos agropecuarios y otras materias primas (minerales, fibras textiles, madera, productos de pesca, etc.), aunque solo incipientemente productos más elaborados y listos para el consumidor o industrias intermediarias.

Para comenzar, habría que señalar que las normas comunes de calidad que introducirá el RCEP crearan un mercado más amplio para alimentos procesados (incluyendo bebidas), que llegaran a todos los estados miembros con las mismas reglas sanitarias y de empaque.

Adicionalmente, la demanda de los países signatarios de RCEP –especialmente en cuanto a alimentos- crecerá considerablemente a medida que sus economías crezcan y los ingresos de sus habitantes gradualmente se incrementen.

De todos modos, las mayores oportunidades (y los más grandes desafíos) para las empresas de América Latina ciertamente se producirán introduciendo más productos procesados y –fundamentalmente- desarrollando sus propias marcas antes que confiar en importadores y distribuidores locales para conducir la comercialización como se hace usualmente hoy en día.

Ciertamente, desarrollar marcas y posicionar productos dentro de cadenas de valor en sitios más cercanos al consumidor es un exigente –y bastante costoso- emprendimiento y por tanto no fácilmente alcanzable para muchas empresas de América Latina. De todos modos, es una tarea que asegura mejores retornos y más estabilidad a las operaciones que la venta de productos a granel o de una forma indiferenciada.

Esta aproximación a la comercialización puede ser facilitada por medio de un trabajo conjunto con socios locales –bajo un esquema de joint venture o asociación- a fin aliviar los requerimientos de financiación así como las dificultades de idioma y de desconexión con el medio local.

En cualquier caso, a fin de aprovechar plenamente las oportunidades que el RCEP ofrece a las empresas de América Latina, será necesario que estas tomen una actitud decididamente pro-activa en cuanto a la comercialización de sus productos, incrementen la presencia permanente en los países miembros del acuerdo y se conviertan en actores activos en dichos mercados.

(*) El autor dirige Yi Consulting en Guangzhou, donde también fue, como en otros destinos, varios de Asia, diplomático de carrera de la Cancillería argentina. www.yiconsultingchina.comhttps://dangdai.com.ar/2020/12/03/analisis-de-la-rcep-asia-en-el-centro-de-la-escena/

En el marco de la recesión geopolítica[1] actual del orden mundial (Bremmer) tanto las administraciones de Obama como la de Trump buscaron abordar los mismos imperativos y dilemas estratégicos de la relación hacia China, sin embargo destacándose distintos enfoques tácticos, en base a la diversidad ideológica entre las dos gestiones presidenciales.

(Gran) Estrategia y Cultura Estratégica

La Gran estrategia estadounidense busca combinar el interés estadounidense por un orden global geoeconómico “abierto” de la hegemonía liberal junto con una estrategia de mantenimiento de la supremacía geopolítica.

La cultura estratégica y el declive de la hegemonía estadounidense se han tratado en los trabajos de los académicos neorrealistas como Posen[2], Stephen Walt[3]y John Mearsheimer[3], Robert Kaplan[4]. Estos autores coinciden en que la Gran Estrategia de Estados Unidos desde el final de la Guerra Fría, con su “ala” de estrategia de Hegemonía Liberal, ha fracasado, porque ha sido esencialmente demasiado ambiciosa ya que buscaba difundir y, a veces, hacer cumplir los valores liberales en todo el mundo a expensas de su poder nacional. Pero la visión compartida de estos académicos omite un aspecto muy relevante como sostiene Christopher Layne [5]:

Se debe menos por su política excesivamente ambiciosa y más por la apertura del orden mundial y a la competencia del libre mercado propia de hiper-globalización lo que a largo plazo harán que “la gran estrategia hegemónica (liberal) haga que Estados Unidos este menos seguro” provocando complejos dilemas geopolíticos.

El dilema chino: Capitalismo de Estado y Empresas de Participación Estatal

Esto es lo que ha sucedido, por ejemplo, con el ascenso de China, cuya apertura fue defendida en su momento por los decisores estadounidenses como parte de la construcción de un orden global liberal.

El ascenso de China ha hecho que la síntesis entre intereses en pugna (nacionales vs globalistas) sea un trabajo cada vez más desafiante, porque China representa tanto un socio como un rival para Washington.

En particular, los decisores políticos en Washington, DC sienten que el poder estadounidense se ve socavado por el capitalismo de Estado chino y, más concretamente, las empresas de propiedad estatal (SOE-EPE) de Beijing, ya que se convierten en instrumentos de supremacía económica y geopolítica en sectores estratégicos como la alta tecnología.

De hecho, el ascenso de China como actor internacional de primer nivel ha puesto de relieve la tensión entre las dos almas de la gran estrategia estadounidense: el globalismo y la supremacía geopolitíca nacional.

En el pasado, el éxito económico de estados competidores como Alemania y Japón no podía traducirse en aspiraciones geopolíticas dado que estos aceptaron un desarme posterior a la Segunda Guerra Mundial que finalizo sus aspiraciones geopolíticas.

Sin embargo, la estrategia geopolítica revisionista de su mejor amigo y ahora peor enemigo, China es un desafío supremo en comparación con otros rivales. China ahora cuenta con una renovada capacidad militar en el pacifico, absorbe grandes cantidades de deuda externa estadounidense, y con una clase media en crecimiento y un enorme mercado interno, hacen que sea difícil:

“mantener al mundo lo suficientemente abierto para los negocios globales y norteamericanos, sin prevenir que surgimiento de ningún otro desafiante”  Harvey [6]

Si bien la política exterior estadounidense muestra que existe una continuidad con respecto a sus objetivos estratégicos, cada administración perseguirá esos objetivos de modo táctico. Limitaciones estructurales sintetizadas en la conceptualización de Ian Bremmer de recesión geopolitíca, que plantea la difusión del poder global y declive del orden trans-atlántico liberal norteamericano a largo plazo.

El respaldo empírico de estos argumentos puede observarse al comparar los enfoques de política económica exterior de Obama y Trump hacia China.

Por un lado, Obama buscó encontrar un equilibrio favorable entre los intereses geopolíticos y geoeconómicos apoyándose en un enfoque multilateral y globalista. Esto se puede ver en sus esfuerzos por promover la Asociación Transpacífica (TPP) con el fin de contrastar las empresas estatales chinas en las áreas de alta tecnología e Internet y, más en general, socavar el capitalismo de estado de China intentando imponer mayor apertura económica.

Por otro lado, Trump, coherentemente con sus puntos de vista más nacionalistas, se ha dirigido hacia China llevando una política bilateral y confrontativa en búsqueda de la supremacía geopolitíca. Esto ha llevado a su administración a aumentar los aranceles sobre decenas de miles de millones de exportaciones chinas para y tomar represalias contra la competencia de las empresas estatales chinas en áreas sensibles.

Conclusiones

La estrategia estadounidense de Hegemonía Liberal ha contribuido al surgimiento de rivales económicos y geopolíticos sistémicos, como China recientemente. Se argumentó que el ascenso de China como actor internacional relevante ha hecho de este ejercicio de síntesis entre nacionalismo (primacía del interés nacional) y globalismo (un orden geoeconómico abierto) una tarea extremadamente desafiante para Estados Unidos porque China se ha convertido tanto en socio como en enemigo. En particular, la hegemonía de los Estados Unidos se ve desafiada por el entrelazamiento estratégico de China entre el poder político y las industrias clave (empresas de propiedad estatal).

Por lo tanto, los tomadores de decisiones políticas estadounidenses, desde Obama hasta Trump, entendieron que el capitalismo de estado chino es su principal fuente de poder, y por tanto una amenaza. Bajo este esquema analítico, se demostraron las diferencias entre las administraciones de Obama y Trump en su enfoque de la política económica exterior hacia China. Aunque adoptaron tácticas radicalmente diferentes, tanto Obama como Trump persiguieron objetivos estratégicos similares. Obama, sin embargo, puso más énfasis en el multilateralismo, mientras que Trump prefirió un enfoque bilateral y más confrontativo.

Referencias y bibliografía

[1] Bremmer, Ian. (2018) “geopolitical recession has arrived and the US-led world order is ending”.

https://www.cnbc.com/2018/10/10/china-emerging-markets-are-rising-us-led-order-ending-ian-bremmer.html

[2] Posen, B. R. and Ross, L. A. (1996) Competing Visions for U.S. Grand Strategy, International Security, Vol. 21, No. 3, pp. 5-53.

[3] Walt, S. M. (2018) The Hell of Good Intentions: America’s Foreign Policy Elite and the Decline of U.S. Primacy, New York: Farrar, Straus and Giroux. Pág 54.

[4] Kaplan, R.D. (2019) America Must Prepare for the Coming Chinese Empire: https://nationalinterest.org/feature/america-must-prepare-coming-chinese-empire-63102

[5]Layne, C. (2007)The Peace of Illusions: American Grand Strategy from 1940 to the Present, Ithaca and London: Cornell University Press. Pág 7.

[6]Harvey, D. (2003) The New Imperialism, US: Oxford University Press. Pág 84.

Juan Martin Gonzalez Cabañas es cientista político, Analista de Dossier Geopolítico,  de  analista de Vision & Global Trends integra el staff de la Universidad Nacional del Nordeste, Argentina. investigador asociado de Lab GRIMA 

LabGRIMA-UFPEL 154 Alberto Rosa Street,  Room 325 – ZIP Code 96010-770 Post Box 91 – Pelotas – RS ZIP Code 96010-761 – Brazil

El pasado 20 de Noviembre del 2020, en el marco del: 1° CONGRESO LATINOAMERICANO CRISIS MUNDIAL Y GEOPOLÍTICA: Pensar Y Construir El Multipolarismo Y El Pluriversalismo Para Un Nuevo Orden Mundial. Organizado por el Centro de Investigación en Política y Economía -CIEPE- y el Observatorio Internacional de la Crisis. desarrollamos una conferencia magistral titulada: 2020 el año que cambió todo. para lo cual convoque a dos distinguidos y afamados internacionalistas y expertos en Geopolitica: el mexicano Adolfo Laborde, el ruso Alexander Duguin y Carlos Pereyra Mele con las siguientes temáticas: Adolfo Laborde (México) «México y el Caribe y su relación con EEUU y el mundo asiático; Carlos Alberto Pereyra Mele (Argentina) «Sudamérica y su rol en el Nuevo Orden Mundial”; Alexandr Dugin (Rusia) «Eurasia como nuevo jugador global»: a continuación puede ver el video completo de la Conferencia que contó con un número importante de público de toda latinoamérica Europa y Rusia.

Carlos Pereyra Mele Director de Dossier Geopolitico

Dr. Adolfo LABORDE MEXICO: Facultad de Economía y Negocios, Universidad Anáhuac, México. Académico, intelectual y comentador. Investigador y analista de política internacional y asuntos globales. Doctor en Ciencias Políticas y Sociales con orientación en Relaciones Internacionales.

Sus líneas de investigación son: Relaciones y Negocios Internacionales, Japón, Asia – Pacífico y migración internacional. Cuenta con 13 libros sobre temas internacionales

Es columnista del periódico El Heraldo de México y participa regularmente en calidad de analista en asuntos internacionales en una gran variedad de programas televisivos y radio en medios nacionales y extranjeros.

Síntesis: En política exterior de México con USA y el mundo. Está presente la doctrina de La No intervención en asuntos internos de otras naciones. Existe en México Plan Nacional de desarrollo que dicta los Elementos fundamentales de lineamientos en Política Exterior -2019-

La prioridad política de México, es con lo migratorio con USA y el nuevo tratado de librecomercio del Norte. Muy poco se menciona la relación con Asia y América latina; el punto es que el 75% del PBI mexicano proviene del comercio Internacional y de esos el 85% es relativo al comercio entre USA y México; en el documento África no se menciona. Todo se desmoronó con el Covid19

Las elecciones de EEUU están muy presentes por cercanía y sus consecuencias; México decide no felicitar a Biden, porque? (No intervención) O se trata de una negociación con Trump previas a las elecciones, AMLO mas se ha dedicado a la agenda interna de México y dejó la política Exterior en su canciller  Marcelo Ebrard, Es muy compleja la relación USA/México es la de un gran aliado y de una gran amenaza a su vez, dictado por la cercanía. México juega a la diversificación integrada con USA para obtener un balance de poder, como lo describe Leopoldo González Aguayo, geopolítico mexicano, Otra pregunta es: ¿cómo juega la relación con el tema de la detención del gral Cienfuegos?

México, el año que viene será miembro del Consejo de Seguridad de la ONU

Los 36 millones de mexicanos son una carta de negociación por su rol en los EEUU, Que tiene México para el balance comercial (todo el modelo económico se realizó dentro del modelo neoliberal) México firmó 13 tratados de libre comercio con distintos países del mundo (Modelo Neoliberal). recientemente hubo un acercamiento con China con el tema de la Ruta de la seda Tiene un comercio de 85.000 millones de dólares con China es casi nula la inversión china en México

El Tratado del T-MEC en su cláusula 32.2 traba tener relaciones con otros países fuera del acuerdo sin el consentimiento de los demás integrantes, lo cual dificulta ampliar relaciones.

Japón y Corea del Sur hay mayor relaciones, México va a intentar un equilibrio de poder, la relación política es muy compleja, pues es agenda nacional cuando hay elecciones en USA, siempre es atacado desde EEUU. Esta vez el tema del Muro no estuvo tan presente,es muy complicada la situación con el no reconocimiento de Biden, Pero AMLO es un animal político muy pragmático. En este contexto la relación será mas institucional con Biden, y deberá establecerse un diálogo con la diáspora mexicana en USA. México recibirá 40.000 millones de dólares de sus trabajadores en USA una masa importantísima de remesas de dinero para la economía mexicana. El punto es negociar el reconocimiento de 11 millones de inmigrantes, está el conflicto de la lucha contra el narcotráfico – que está con muchos integrantes de seguridad de USA en México- México sabe de los retroceso de USA con relación a China, pero está muy lejos aún de participar de esos diálogos, y además con el resto de América latina tiene dificultades para comointroducise en este nuevo Orden Mundial, dado su tremenda dependencia de EEUU. Asia es aún muy lejana a su proyección global, para Mexico. No es un tema de capricho sino de la geografía

Lic. Carlos Pereyra Mele ARGENTINA: Lic. en Ciencia Política. Analista Político: Especialista en Geopolítica Suramericana. Fundador y Director Ejecutivo del Sitio Web Dossier Geopolítico  Premio Cultura 2015 “Arturo Jauretche”- Labor Docente. Secretario de Interior del Centro de Estudios Estratégicos Suramericano de la CGT Nac. (CEES). Miembro del Consejo Académico de Centro de Estudos em Geopolítica e Relações Internacionais (CENEGRI)® Brasil. Profesor Invitado a la Academia de Ciencias de Rusia en el Instituto de Latinoamérica 2019 y de las Escuela Superior de Guerra de Brasil y Perú y de numerosas Universidades de Argentina y el exterior. Autor y coautor de varios libros de Historia y Geopolítica.-

SÍNTESIS: La Geopolitica como ciencia vuelve por sus fueros, luego del Tsunami neoliberal, que arrasó nuestros países, pero además nos obliga a repensar el nuevo mundo en conformación.

2020 Hace 17 días que hubo elecciones en USA no se sabe quién es el nuevo presidente electo (!). en el País cuna de la “democracia”, hoy vemos la crisis política en el corazon de USA cuasi un estado fallido.

América del Sur en el Nuevo Orden Mundial

LAS AMÉRICAS SIEMPRE FUIMOS IMPORTANTES, Se nos dice que no estamos en la Agenda de los grandes Países en especial EEUU. 3 IMPERIOS ACTUARON SOBRE LOS SUBCONTINENTES AMERICANOS: España – Reino Unido – EEUU

De qué hablamos cuando analizamos Suramérica, espacio bioceánico con salidas a ambos océanos, pacífico y Atlántico. Sudamérica posee 50.000 km de vías navegables con sus tres grandes cuentas: el Orinoco, el Amazonas y el Plata

442,5 millones de habitantes, 6% de la población mundial. Superficie 17,84 millones de Km2 12% de las tierras emergidas. 12 Países con prácticamente: 2 lenguas en un 90% de su población Espanol Portugues

Seguimos siendo El “Dorado”

Posee un gran valor en materias primas: minerales, hidrocarburos, gas, granos y carnes, flora y fauna. Destaca el 90% de las reservas conocidas de niobio del mundo; el 96% de las reservas de titanio y tungsteno,85% del Litio y también de Tierras Raras Elementos indispensable para la construcción de naves espaciales, misiles y tecnologías de punta Por no olvidar la gran cantidad de recursos humanos y mercado interno. el 30% del total de agua dulce del mundo, poseyendo además el segundo acuífero del orbe (el acuífero guaraní) y recursos hidroeléctricos incalculables. Encierra la tercera parte de las reservas mundiales de bosques latifoliados.

EEUU: Además de la Doctrina Monroe, ella considera está su Zona de influencia después de Yalta-Postdam Por lo tanto siempre aplico una política de Impedir Unidad continental (SPYKMAN) Guerra Fría ideológica (Kennan) Y la teoría de los Países “llaves” (Kissinger) Con el fin de la URSS una Globalización asimétrica Norte Sur (Neoliberalismo económico/político) Consenso de Washington 

LOS CAMBIOS REVOLUCIONARIOS EN LAS AMÉRICAS-CRISIS MUNDIALES 

Crisis Imperio Español – I y II Guerra Mundial

NUEVA CRISIS GLOBAL; 2001 11/S USA, 2008 Crisis Financiera central

Crisis del Hegemon, Crecimiento de EURASIA: Org de Coop de Shangai – Nva. Ruta de la Seda – Acuerdo de Coop Regional (Japón/China/Corea S./Australia/Nva. Zelandia)

SURAMERICA EN UN NUEVO MOMENTO HISTÓRICO DE LA CRISIS INTERNACIONAL

5 SIGLOS DE DOMINIO “OCCIDENTAL” EN CRISIS

La aparición de China-Rusia e India Estados Emergentes, que empiezan a tomar presencia en el subcontinente, en primer nivel Comercial, pero no nos equivoquemos se profundizará en lo Cultural y de transferencia tecnológico según los acuerdos estratégicos que firmen los países del Continente 

Esto nos recrea el escenario y obliga a cambiar 

Ya no puede haber un sueño individual para ser feliz sino un sueño de poder en en la Comunidad Organizada. No se puede frenar la evolución de los pueblos de la Tribu hacia un Continentalismo, por mas que la región suramericana este administrada por administraciones Pro USA, la “realidad” es la única “Verdad”   

Este nuevo escenario geopolitico debe obligar a las dirigencias a repensar un desarrollo expansivo hacia mercados internacionales como el de la Unión Europea, pero también hacia las naciones del África atlántica – Camerún, Guinea Ecuatorial, Angola y su proyección a Mozambique, con las que compartimos similares cosmovisiones. Ello permitiría hacer del Atlántico Sur una especie de Mare Nostrum  Y también debe proyectarse hacia la Antártida para poder discutir con poder en el siglo XXI sobre ese continente internacionalizado por el Tratado Antártico. La Iberoamérica siempre fue vista como lo exotico y el Dorado para riquezas rápidas de europeos y norteamericanos.

Toca el tiempo de una nueva generación de latinoamericanos cumplir los destinos histórico de la raza cósmica americana -A decir de Vasconcellos-

Ya no es un problema de Izquierdas o Derechas tradicionales sino de cómo ingresar al NOM

Los pueblos han resistido el resurgimiento del neoliberalismo de los 90 ‘s en este S XXI Argentina, Chile, Bolivia, Perú, Ecuador, la misma Colombia y Venezuela a resistido el embate de guerra híbrida aplicado a su pueblo. Brasil ha demostrado que tampoco el bolsonarismo trumpista tiene futuro en las recientes elecciones en ese país.

El Idiologismo liberal o Marxista NO tiene Futuro

Solo Doctrinas que superen ese modelo y que nos incluya a todos tendran futuro

Todos ya sabemos que hay Potencias Emergentes sólidas y fuertes y de las crisis del mundo anglosajón gobernante de los últimos 150 años

Es tiempo de repensar la unidad Continental de nuestros padres fundadores y de los grandes líderes estadistas del S XX: Perón, Vargas e Ibáñez del Campo con la idea de volver del ABC al Continentalismo 

Dr. Alexander DUGUIN: RUSIA, es un analista geopolítico, filósofo político e historiador de las religiones ruso, principal ideólogo en la actualidad del neo-eurasianismo, con una cierta influencia sobre la opinión pública en Rusia. Entre 2008 y 2014 fue director del Departamento de Sociología y el «Centro de Estudios Conservadores» en la Universidad Estatal de Moscú. Creador de la 4ta Teoría Política superadora las ideologías Liberales, Comunista y el Fascismo.

El momento, porque es crucial?

El mundo Unipolar se acaba, pero la elección de Biden representa el un intento de salvar el  hegemonismo globalizador Liberal. Pero con Trump hubo un golpe muy profundo al Unipolarismo

Lo que se viene es un orden alternativo al mundo,

Que pasa en el mundo con los cambios de los equilibrio geopoliticos y económicos y su consecuencia para  américa latina

No hay retorno al bipolarismo, Rusia o China aisladas son menos poderosas pero si se suman las fuerzas que resisten a EEUU la visión cambia radicalmente: China y Rusia mas el mundo islámica resisten y América Latina que es un hecumene debe plantearse estos cambios a lo que hay que sumar a África y Europa podemos ver muchos polos 

Para ser un Polo debe haber un nivel de unión continental, Rusia está en ese camino afirmándose como un polo de la multipolaridad y una América  Latina tiene que seguir esa idea de unidad (gran espacio). En esto el Gral Perón era extraordinario el ABC era clave

Eurasianismo es la versión continentalismo, para ser sujeto y no objeto

Hoy se decide quienes serán los sujetos y los objetos del poder mundial

América Latina tiene una ley de hierro unidos para ser sujeto y sino será objeto de la lucha de otros poderes

Los pueblos se deben unir con los valores de Justicia, Democracia y respeto a las culturas que deben ser respetadas para formar esos polos alternativos. La diferencia NO significa la Guerra

El resurgir los polos del sistema multipolar es la lucha contra el unipolarismo: Turquía, China, Turquia, irán y America Latina también resisten para crear los polos para luchar contra el unipolarismo

El Conflicto norteamericano se profundiza en dos bandos casi es un Estado en Guerra Civil

EEUU la lucha es por destruir la confrontación ontológica entre la civilización de la Tierra (republicanos) y la civilización del Mar (democráticos), es algo nuevo lo que destruye la sociedad norteamericana. es el momento de América Latina. (derechas o izq) para cumplir una misión histórica. Es momento crucial para pensar el Futuro 

El futuro, No está predefinido, es un momento de la lógica mecánica, hoy es el momento particular por la crisis de EEUU

Esto permite reorganizar el mundo 

La Geopolitica clásica  la Eurasia y la anglosajón (Mackinder)  Esta visión es anticuada es la la versión de la  guerra Fría

Hoy no podemos aplicar esta teoría: No es: Putin & Trump hoy hay muchos nuevos factores geopolitico que superan esa Teoría

Con un Trump en el centro del poder anglosajón hay una rebelión contra la civilización del Mar

Conceptos de hoy son verticales no horizontal

La Civilización del Mar y la tierra está dentro de Cada Nación; EEUU es el ejemplo que se confrontan en ese País

Las elites Latinoamérica son globalistas y los Pueblos son Continentalistas. igual es en Rusia, Putin-Pueblo contra las elites, igual en Turquía, China e Irán también ocurre lo mismo que en USA

Repensar concepto geopoliticos Hartland distribuido (los corazones distribuidos) con la Geopolitica realista. En Cada civilización hay Corazones  y también hay una lucha contra atlantistas. Son los tiempos de definir el Futuro y el Presente

Análisis Radial Semanal de Geopolitica de Carlos Pereyra Mele para el Programa: el Club de la Pluma, que conduce el Periodista Norberto Ganci por la Radio Web al Mundo. 

TEMAS:

Sigue profundizandose el conflicto entre Atlantistas (EEUU y socios) y Continentalistas (China y sus socios) conflicto que conduce a un mundo Bipolar nuevamente

Política Internacional de la semana y proyección geopolitica

Cambio generales en la economía, y en los poderes mundiales, con este 2020 bisagra de cambio de Orden Mundial, la peste Covid-19 afecta al mundo occidental del hemisferio norte con un Invierno horroroso, europa concentra los mayores daños junto por la epidemia junto a EEUU, a lo que se suma luchas de tipo religiosa entre una Europa “cristiana” y una Europa “islámica”.

Crisis en la República Imperial, EEUU, su sueño hegemónico en declinación desde hace 15 años, y que se puede apreciar en la crisis política actual, cuando al domingo el presidente perdedor NO reconoce el triunfo del vencedor -Si eso no es una crisis, la crisis dónde está-, analizamos no solo las elecciones sino los cambios geopoliticos en especial con la emergencia del mundo euroasiático, que avanza en todas las áreas sobre el declinante poder norteamericano. Hacemos un breve análisis geopolitico sobre este 2020 y sus tendencias.  Pero todo no será nada parecido a lo conocido en políticas internacionales, Alianzas y Nuevos Poderes.  

América del Sur: asume Luis Arce en Bolivia luego de un golpe terrorista; Chile se pide el juicio Político al Ministro del Interior Victor Perez, por los crímenes cometidos durante la represión a sus propios ciudadanos 

En un mundo multipolar, que acentúa su recomposición geopolítica en medio de la pandemia, ocurrieron en estos días dos hechos trascendentes: las elecciones en Estados Unidos, aún de resultado incierto, y la reunión del Comité Central del Partido Comunista Chino que tomó decisiones importantes para el futuro de esa nación. El interrogante principal para los argentinos es cómo pueden influir estos hechos en nuestro país y en la región. Para hablar de este tema nos comunicamos con Eduardo Vior, doctor en Ciencias Sociales y periodista especializado en América Latina y política internacional.

En cuanto al resultado electoral en los Estados Unidos, Vior vislumbra la posibilidad de una disputa larga, en los tribunales. “Los republicanos están impugnando los conteos en varios estados y esto puede llegar a la Corte Suprema o a un proceso parlamentario. Es un tema complejo de la legislación electoral norteamericana. En Estados Unidos no es el pueblo quién elige al presidente y al vicepresidente, sino un colegio electoral. En la mayoría de los estados, si vos tenés el 50,1 % de los votos te llevás todos los electores, aunque el otro tenga el 49.9%. Hay muy pocos estados con representación proporcional. En Wisconsin, hay una diferencia de 30.000 votos a favor de Biden. Hay margen de error, aunque no haya fraude. No me parece ilógico que los republicanos pidan el recuento de votos allí.”

En cuanto a cómo puede influir en nuestra región el resultado de la elección, Vior estima que no hay grandes diferencias entre uno y otro candidato. “El aparato del Estado Profundo, —el Pentágono, el complejo militar industrial, los servicios de inteligencia, las corporaciones militares privadas — tienen intereses repartidos en ambos bandos. Más del lado de los demócratas que el de los republicanos. Quiero recordar que Donald Trump es el primer presidente desde 1898 que no empieza ninguna guerra. Siguió con algunas que ya estaban instaladas: Afganistán, la presencia en Irak, en Siria para robarse el petróleo, la intervención de tropas norteamericanas en distintos frentes de África. Esas cosas se mantuvieron, pero no inició ninguna intervención de gran calibre. Hay dos razones. Una ideológica: es consciente de la debilidad de los EEUU y sabe que no pueden seguir metiéndose en todas partes. Hay también un problema que probablemente sea de negocios. Les dijo a los generales ‘ustedes quieren hacer guerras para favorecer a sus amigos del complejo militar industrial y, después de destrozar a los países, a sus amigos de las empresas constructoras’. Tal vez porque no pudo meter a sus propias empresas de construcción”.

En cuanto a la influencia de la elección sobre el Comando Sur, la unidad militar estadounidense que actúa sobre nuestra región, el periodista observa: “Desde la reforma de las Fuerzas Armadas norteamericanas, en 2002, los comandos regionales han adquirido absoluta autonomía. Son como virreyes a la usanza colonial. Los comandantes de esos cuerpos, que incluyen a las cuatro fuerzas armadas, tienen una autonomía muy grande para hacer política en sus respectivas regiones. Viendo a la gente que Biden puso en su equipo de relaciones exteriores, funcionarios muy importantes de los gobiernos de Obama y de Bush, puede estimarse que los demócratas les quitarían autonomía a las unidades regionales. Se supone que los demócratas van a fortalecer las alianzas como la OTAN, el pacto en el Pacífico con Australia y Nueva Zelanda, y van a intentar volver a mecanismos más multilaterales, en América Latina, como la OEA.”

“En cuanto a la política hacia América Latina no creo que cambie mucho, creo que van a mantenerse la llamada guerra contra la droga y la agresión a Venezuela”, continúa. “También la oposición objetiva con la Argentina por razones que son independientes de la voluntad de los actores: nuestro país es competidor de los Estados Unidos en el mercado mundial. Exportamos productos que ellos también pueden exportar y venimos consolidando una relación muy estrecha con China y con Rusia que, a Estados Unidos y al alto mando brasileño, pueden no gustarles. Este fin de semana asume la presidencia de Bolivia Luis Arce. Alberto Fernández viaja allá, se va a encontrar con Nicolás Maduro, y probablemente estén Vladimir Putin y Xi Jinping. Pero no da para entusiasmarse con ideologías. Ni ‘vamos a aumentar el club de los amigos’ ni enfurecerse ‘los comunistas, los comunistas’. Si Argentina quiere tener un desarrollo mínimamente independiente, tiene que encontrar la forma de arreglar y regular sus conflictos con los EEUU, porque son absolutamente inevitables. Están planteados en la geopolítica norteamericana desde hace más de 80 años. Ellos tienen muy claro que tienen que evitar la integración del sur de América, fundamentalmente Argentina, Brasil y Chile. Tenemos que tratar de resolver esos conflictos de un modo no perjudicial para nosotros.”

El especialista se refirió también a la reciente reunión del Comité Central del Partido Comunista Chino donde se tomaron decisiones de gran importancia para su país, pero también para el nuestro. “Esas reuniones del Partido Comunista, órgano directivo y orientador del Estado y de las Fuerzas Armadas, hacen una evaluación de la marcha del gobierno y proponen medidas que se presentarán en la reunión de primavera boreal del Congreso Nacional del Pueblo Chino, el órgano legislativo máximo de ese país. Esta vez, se reunieron para proponer el nuevo plan quinquenal 2021 – 2025 y, lo más interesante, para formular una línea de desarrollo a 2035. ¿Por qué? Porque desde que asumió Xi Jinping, en 2012, se propuso convertir a China en una democracia socialista con bienestar al estilo chino para 2049, cuando se cumplan los 100 años de la República Popular. Convertirla en primera potencia mundial, eliminar completamente la pobreza y darle un estado de bienestar a toda su población. Lo que celebraron es que, en este año. se adelantaron en una década a los objetivos de desarrollo sostenible de las Naciones Unidas que preveían la erradicación de la pobreza absoluta en el 2030. Incorporaron a 55 millones de pobladores rurales a un estado de pobreza digna.”

Vior señala que, en lo que a nosotros nos atañe, el Comité Central dio cuenta del conflicto inevitable con los EEUU. Prevén que para desarrollarse tienen que cerrar determinadas áreas de suministro estratégicas, como los semiconductores, afectados por las sanciones norteamericanas, y la biotecnología. Basarse en los propios esfuerzos, lo que no quiere decir cerrar fronteras, sino potenciar al máximo el propio espacio económico, que hoy abarca toda Asia, se extiende a Europa y a los países que se han asociado al proyecto de la nueva ruta de la seda. Argentina se incorporó la semana pasada al Banco Asiático de Inversión e Infraestructura, o sea que estamos entrando en el espacio económico de la República Popular China. Eso nos da la posibilidad de desarrollar nuestro comercio, exportar variedad de productos a China, y que vengan inversiones. Por ejemplo con el litio, ahora se nos presenta la oportunidad de negociar los yacimientos de la Puna junto con Bolivia. Todo eso hay que negociarlo muy bien, porque son grandes corporaciones chinas con gran poder económico y político. No se puede ser inocente. Es un espacio muy importante, pero hay que sacar las conclusiones políticas adecuadas. Si nosotros hacemos eso vamos a conflictos con el actual régimen brasileño, con los Estados Unidos y con Gran Bretaña en el Atlántico Sur. Hay que tenerlo en cuenta y sacar las conclusiones adecuadas”, subraya.

SITIO: http://radio.unaj.edu.ar/eduardo-vior-analiza-la-influencia-en-argentina-de-las-elecciones-norteamericanas-y-las-relaciones-con-china/

Por Alberto Cruz

CEPRID

La última quincena de octubre ha sido crucial para el devenir del mundo. Dicho así parece gradilocuente, sobre todo si se tiene en cuenta que, en apariencia, en esa quincena no ocurrió nada anormal. En apariencia. Porque lo que ocurrió, sin ser anormal, fue significativo y tuvo lugar en China con la aprobación de una ley muy significativa sobre el control de las exportaciones y la celebración del pleno del Comité Central del Partido Comunista. Lo que ahí se decidió tiene tal relieve que va a reconfigurar el mundo según lo conocemos.

China está inmersa en una guerra comercial-tecnológica impuesta por EEUU desde 2018. Una forma astuta, y demoledora, de responder a todos y cada uno de los movimientos agresivos de EEUU ha sido adoptar un planteamiento que ha dejado patidifuso al mundo occidental: “la doble circulación”. En contra de lo que se ha dicho por algunos en Occidente, no es una medida a corto-medio plazo para hacer frente a “las dificultades” (bonita neolengua) que le supone la agresión de EEUU sino que es una nueva estrategia económica que marca un giro casi total de lo que ha sido China hasta ahora y que afecta de lleno a la economía mundial.

Sin cerrarse a las inversiones occidentales o renunciar a las exportaciones, China mira decididamente hacia el interior del país (producción, distribución y consumo) con la determinación de reducir su dependencia de la tecnología y de los mercados financieros. En una palabra: China ya no será más la “fábrica del mundo”.

Con esto no hace más que adoptar formalmente una política que ya venía produciéndose desde hace algún tiempo y que se ha agudizado a raíz de la pandemia del COVID-19, con la práctica totalidad de los países occidentales culpando a China de sus propios errores y carencias e iniciando un incipiente proceso de deslocalización de sus industrias en China hacia otros países asiáticos como Vietnam, Tailandia, Malasia o Camboya aunque, y es justo decirlo, algunas a regañadientes y para eludir las sanciones (ilegales según el derecho internacional) de EEUU y seguir comerciando con China y no perder su cuota de mercado en el único país que saca la cabeza tras pandemia. No obstante, China viene a decir “lo queréis así, pues adelante”. Estamos a finales de año y va a ser muy significativo conocer cuál es el porcentaje de comercio exterior chino en 2019. Como dato, en 2018 supuso el 32% de su Producto Interior Bruto. Cuánto haya descendido nos dará una idea de lo que supone esta medida para el mundo.

Al mismo tiempo, hay quien no solo se está disparando en el pie sino en la cabeza. Es el caso de la Unión Europea, que en su suicida vasallaje a EEUU (no solo con China, sino con Rusia) está perdiendo mercados a una gran velocidad. Con motivo de la pandemia, y de la paranoia occidental anti-china, la UE ha perdido el puesto de primer socio comercial de China, que ahora pasa a ser de los países de la Asociación de Estados del Sudeste Asiático (ASEAN) y que en estos diez meses del 2020 se ha quedado muy cerca de los 500.000 millones de dólares en comercio.

El gran golpe

Esa quincena crucial comenzó el 13 de octubre, día en que se aprobó una ley de control de exportaciones que, al mismo tiempo, autoriza al gobierno a “tomar contramedidas” contra cualquier país que “abuse de las medidas de control de las exportaciones” y represente una amenaza para la seguridad nacional y los intereses de China. Dicho así, parece una ley cualquiera pero lo que hay detrás es la prohibición de exportar sustancias estratégicas (especialmente las tierras raras) y tecnología a empresas extranjeras que podrían representar una amenaza para su seguridad nacional.

Hasta este momento estábamos acostumbrados a oír esa cantinela en EEUU, pero el que ahora China la asuma también indica cómo están las cosas y cómo China ha decidido que le da igual quién gane las elecciones estadounidenses. Los dos son anti-chinos y lo único en lo que difieren es que uno prefiere ir solo (Trump) y el otro busca arroparse con vasallos (Biden). En cualquier caso, los chinos saben que el tiempo juega a su favor y si gana Biden le darán unos meses para que revierta la política contra China impulsada abiertamente por Trump (aunque Obama también dio pasos en esa línea de enfrentamiento que Trump ha acelerado), y por eso la introducción de sea palabra, “abuso” en la ley aprobada. En caso de que gane Trump el tiempo será muy limitado puesto que en la primera sesión de la Asamblea Popular Nacional del año que viene (hay que tener en cuenta cuándo comienza el año chino, que no es el nuestro) se dará la luz verde definitiva al cumplimiento completo de esta ley que rompe de forma definitiva la costumbre de EEUU de imponer fuera de su territorio su jurisdicción nacional.

Si además se tiene en cuenta que China exporta el 70% de todas las tierras raras que se comercializan en el mundo (y se supone que el 95% del total está en su territorio, aunque permanentemente se descubren nuevos yacimientos como en Corea del Norte, por ejemplo, o en Vietnam) se entenderá lo que esta medida supone: unos materiales imprescindibles para todo, desde móviles a misiles. Es algo así como «sin tierras raras no hay chips».

La importancia de esta ley es que es la primera de toda la historia de China desde que ingresó en la Organización Mundial de Comercio (2001). Mientras que EEUU ha estado elaborando leyes y leyes a su antojo en este aspecto, y en contra del mantra liberal de «libre comercio», China se ha mantenido siempre dentro de lo estricto y abogando por «el libre comercio». Hasta ahora. Con esta ley China aplica el «ojo por ojo», es decir devuelve a EEUU sus golpes más duros; solo que con este golpe EEUU queda fuera de la circulación directamente. China le dice a EEUU que ya no va a establecer reglas de comercio internacional de forma unilateral y cuando le plazca y que ya no puede sustentar eso en la capacidad militar, ni en sus bases, ni en sus alianzas.

Desde que EEUU inició la guerra económica contra China con los aranceles, en 2018, hemos venido asistiendo a un intercambio de represalias de unos y otros hasta dejar la cosa en algo parecido a un empate en el que los dos pueden presumir de victoria. De hecho, alguien tan poco sospechoso como Bloomberg ha tenido que reconocer (30 de octubre de 2020) que el cumplimiento por China del acuerdo llamado “Fase 1” está permitiendo a EEUU combatir la pandemia en cuanto a recursos y ventas, sobre todo agrícolas. Pero esta ley, si se aplica del todo -y va a depender de lo que haga EEUU de aquí a febrero o marzo de 2021-, trastocará toda la geopolítica tal como la conocemos de forma irreversible.

China ha esperado muy pacientemente su momento y este lo ha proporcionado el COVID-19: antes de la pandemia Occidente estaba muy tocado, perdiendo hegemonía cada segundo que pasa; ahora está hundido y las perspectivas son de un hundimiento aún mayor. Solo hay que echar un vistazo al último informe del FMI (16 de octubre de 2020) cuando habla de que la crisis producida por la pandemia va a durar mucho más de lo esperado y que sólo un país se salva, China.

El XIV Plan Quinquenal

Es en este marco en el que hay que situar el otro gran movimiento: la aprobación en el XIX Pleno del Comité Central del PCCh (26-29 de octubre de 2020) del XIV Plan Quinquenal (2021-2025), que será formalmente adoptado por la Asamblea Popular Nacional en marzo de 2021.

Si hay algo obvio en el mundo en que vivimos es que el estado de la economía mundial depende, especialmente, de qué camino va a tomar China y a qué ritmo va a ir su economía. De ahí la importancia del XIV Plan Quinquenal.

Aquí hay que hacer una breve reflexión porque los planes quinquenales chinos parten, pero no siguen milimétricamente, de los planes quinquenales soviéticos. Porque los chinos han aprendido mucho tras la desaparición de la URSS, han estudiado mucho las causas de esta desaparición y han emprendido muchas variables que han permitido al país llegar a donde está llegando. Es decir, son menos rígidos que los soviéticos. Por ejemplo, en este XIV Plan Quinquenal hay una «combinación flexible» de capital público y privado, aunque destacando que «es el Estado el sujeto principal de la economía y quien establece las condiciones económicas». O sea, el interés de las empresas privadas está subordinado al Estado, como ha quedado palmariamente comprobado con la pandemia y cómo la enfrentó China.

Estando las cosas como están, con una guerra económica abierta por EEUU, con una tendencia cada vez mayor hacia la desglobalización y con una recesión económica occidental sin parangón China ha puesto encima de la mesa sus cartas (aunque aún no se conozcan todas). Queda claro tras este plan que China opta de forma abierta por convertirse en la economía más grande del mundo (que ya lo es) y, sobre todo, en «una sociedad de altos ingresos» en los próximos cinco años. Es decir, llegar, o superar, la cifra de 10.700 euros de renta per cápita que el Banco Mundial o el FMI sostienen que supone que un país es de altos ingresos. En la actualidad, China está un poco por encima de los 8.500 euros.

Pero no toda la población, como es lógico (al igual que ocurre en Occidente, esta media es bastante engañosa porque iguala a los muy ricos y los muy pobres). Según los datos oficiales, hay unos 600 millones de chinos (la población es de 1.400 millones), más o menos el mismo porcentaje de población rural que hay en el país, cuyo sueldo mensual es de 120 euros y es en ellos en quienes se vuelca este XIV Plan Quinquenal que garantiza una política expansiva con aumento del gasto público para garantizar la salud, la educación y las pensiones entre otras cosas. Esta es la razón por la que se va a relajar hasta casi desaparecer el permiso de residencia que restringe el movimiento de los trabajadores que emigran a las ciudades. Es el aumento de la calidad de vida de este sector en el que se vuelca todo el planteamiento porque implica, también, un incremento sustancial de los salarios.

Sin ello no se puede potenciar el consumo en los niveles que pretende China con su estrategia de “doble circulación”. Pero China tiene en sus manos todas las bazas para lograrlo porque gracias al PCCh, al control absoluto del Estado sobre todos los sectores estratégicos (energía, telecomunicaciones, crédito, trasporte, etc.) y, de forma especial, a su soberanía monetaria el triunfo está asegurado.

Y aquí está la otra cuestión relevante porque al optar por la estrategia de «doble circulación» apuesta de forma clara por el consumo interno frente a las exportaciones. Esto va a permitir a China impulsar el desarrollo socioeconómico de su población tanto a corto como a medio plazo y -lo más importante- libre de presiones externas.

Este Plan Quinquenal establece que la prioridad absoluta para China es la economía nacional y el logro de objetivos tecnológicos que mejoren su desarrollo. Dicho en otras palabras, la inteligencia artificial se convierte en clave para lo anterior con aplicación a gran escala, también, en las áreas rurales. Porque lo que implica es, ni más ni menos, que «reemplazar las tecnologías estadounidenses en áreas centrales» de la economía y para ello se aumenta la inversión en Investigación y Desarrollo desde el 2’2% actual al 3% del presupuesto estatal. Un porcentaje que EEUU es incapaz de asumir.

EEUU tal vez había previsto este movimiento y lo ha estado intentando impedir con todas sus fuerzas, pero ha llegado tarde, muy tarde. Pocos discuten hoy que todas las acciones agresivas contra Huawei, TikTok, WeChat y similares no han logrado los resultados que se pretendían y que hay “consecuencias colaterales” (The Asia Times, 30 de octubre de 2020) que no se esperaban como el hecho de que han afectado a muchas empresas estadounidenses.

Este XIV Plan Quinquenal establece que lo anterior es la antesala del gran objetivo: 2035 con China como líder tecnológico mundial, aparte de principal potencia económica sin discusión alguna, poniendo de manifiesto que el poder hegemónico de EEUU se está debilitando muy rápidamente y tiene fecha de caducidad.

Recordando a Lenin

Es evidente que el llamado «orden mundial» cambia en momentos de crisis, solo hay que hacer un repaso a la historia. Si hasta ahora estaba despedazándose el hegemonizado por Occidente, encabezado por EEUU, la pandemia lo ha destrozado del todo. Vivimos un momento histórico, viendo cómo el dominio de EEUU decae exactamente igual que el imperio británico y el francés se deshicieron tras la Segunda Guerra Mundial o el español al final del siglo XIX.

Lenin hablaba en su «Imperialismo, fase superior del capitalismo» de cómo la feroz competencia por el control de los recursos y del comercio entre los estados capitalistas europeos desembocó en la I Guerra Mundial. Y de cómo el imperialismo, directa o indirectamente, siempre impone las reglas del comercio internacional para asegurar que el excedente económico fluya hacia el poder imperialista. Supongo que no hace falta decir qué ha hecho EEUU desde la decadencia británica tras la II Guerra Mundial y en qué se ha basado su control del mundo, de forma especial tras la desaparición de la URSS.

Y EEUU lo ha hecho incluso avasallando y humillando a sus «aliados», como por ejemplo en la llamada «crisis asiática» de la década de 1990 aunque ya antes había hundido a Japón, que había superado a EEUU en exportaciones manufactureras. Japón tuvo que tragar, los países asiáticos vieron lo que había ocurrido y también agacharon la cabeza, pero China no. China acepta la guerra y la lleva al mismo terreno de EEUU. La aprobación de la ley de control de las exportaciones y la potestad de realizar contramedidas, junto a la aprobación del XIV Plan Quinquenal que marca un futuro cercano son las manifestaciones de que EEUU no puede intimidar a China como hizo y hace con Japón y otros países, que no puede establecer las reglas comerciales y prohibir las empresas tecnológicas que le superan, y, por el contrario, China sí puede mandar a EEUU al baúl de la historia y no será más que otro imperio que ha caído.

Un apunte más para cerrar: el año 2035 no solo será cuando China sea el líder tecnológico mundial, sino cuando alcance el grado de “nación socialista completamente modernizada».

Aquí volvemos al eterno debate sobre si China es socialista o capitalista. Pero si nos atenemos a lo que se conoce del XIV Plan Quinquenal, vemos que hay algo que no es ni una cosa ni otra porque estamos ante la fusión de la economía monetaria, del keynesianisno en sentido estricto y de la planificación inicialmente soviética aunque remozada.

Tal vez algo parecido a la Nueva Política Económica de Lenin. Tal vez. La diferencia está en que Lenin concebía le NPE como un sistema transitorio, un «obligado paso atrás» dentro del sistema socialista, y China lo considera un gran paso hacia adelante y nada transitorio. La semejanza es que, en los dos casos, la economía permanece bajo la dirección y planificación del Estado aunque secundada por el capital privado.

Porque lo cierto es que en los últimos años -sobre todo tras la primera gran crisis capitalista de 2008 y, especialmente, tras la llegada de Xi Jinping al poder en 2013 – se ha duplicado la dependencia de la economía del sector estatal, las empresas estatales se han beneficiado de políticas gubernamentales cada vez más favorables para hacerlas “más fuertes, mejores y más grandes”, como dijo el propio Xi. ¿Es esto el «socialismo de mercado» o «el socialismo con características chinas»? Quizá.

Alberto Cruz es periodista, politólogo y escritor. Su nuevo libro es “Las brujas de la noche. El 46 Regimiento “Taman” de aviadoras soviéticas en la II Guerra Mundial”, editado por La Caída con la colaboración del CEPRID y que ya va por la tercera edición. Los pedidos se pueden hacer a libros.lacaida@gmail.com o bien a ceprid@nodo50.org También se puede encontrar en librerías. albercruz@eresmas.com

PUBLICADO EN: https://www.nodo50.org/ceprid/spip.php?article2516

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