16 años promoviendo semanalmente la Geopolitica; Análisis Radial Semanal de Geopolitica de Carlos Pereyra Mele para el Programa: el Club de la Pluma, que conduce el periodista Norberto Ganci por la Radio Web al Mundo. 

Eje Central:

Sigue profundizandose el conflicto entre Atlantistas (EEUU y socios) y Continentalistas (China y sus socios) conflicto que conduce a un mundo Bipolar nuevamente

AUDIO:

Carlos Pereyra Mele, director de Dossier Geopolítico presenta la columna semanal del Club de la Pluma, con un extenso y profundo análisis sobre la situación convulsa en el Caribe. Y comienza poniendo el foco en que la gran prensa intenta dar por sentado que el conflicto se reduce exclusivamente a Cuba y Haití.

Por eso nos alerta que para entender la dimensión estratégica del llamado Gran Caribe, no se puede desconocer la importancia de la zona, ni la geopolítica que ella genera. Por ello nos describe la extensión y magnitud de ese legendario mar, también sus datos geográficos, demográficos, económicos y –por supuesto- su historia secular cargada de tensiones, intereses y guerras inacabadas.

Así, Carlos nos brinda una información tan detallada como imprescindible para entender por qué EL MAR CARIBE ES PARA EEUU, LO QUE EL MAR MEDITERRÁNEO HA SIDO SIEMPRE PARA EUROPA. Un centro neurálgico de comercio mundial, con el Canal de Panamá como uno de los mayores nudos comerciales y económicos del planeta, por donde transitan al año 13 mil barcos, y en el que confluyen 144 rutas marítimas, que conectan a 160 países, y unen a 1700 puertos de todo el mundo.

Y luego desgrana todo lo que se juega en El Gran Caribe, en un análisis que no puede ni debe reducirse a cuestiones internas de apenas dos países. Porque esas tierras y aguas han sido siempre un teatro de conflictos y rivalidades entre potencias desde la llegada de España al continente. Lo que define su importancia geoestratégica, geoeconómica y geopolítica para todas las potencias del mundo.

Y pone el foco en su historia, en las primeras expediciones de la conquista de América, con las disputas entre potencias de la Europa Colonial, sus guerras puntuales, las batallas de corsarios, la guerra de Cuba y lo que realmente significó su independencia. Y las repetidas intervenciones norteamericanas en el siglo XX, con sus flotas y sus marines instalando gobiernos flexibles a sus intereses. Además de que El Caribe fue territorio de la segunda guerra mundial, lo que llevó a EEUU a construir su Cuarta Flota que sigue hoy operativa allí y por toda Sudamérica.

Y ya en la Guerra Fría y con la Revolución Cubana recostada en la URSS, nuestro director  nos recuerda la Guerra de Los Misiles de 1962, con los Misiles soviéticos apuntando a Norteamérica desde apenas 180 kilómetros, y que tras un angustioso acuerdo entre las potencias, se instaló el trágico bloqueo de Occidente a la Isla.

Y nos cuenta que luego Cuba adiestró y fue foco de las numerosas guerrillas que asolaron a los países sudamericanos en los años 60 y 70 complicando sus incipientes democracias, hasta llegar a los 90, con la caída del imperio soviético y la pérdida de su único apoyo económico. De cómo la ayuda de Chávez le dio oxígeno otra vez, hasta que Venezuela colapsó y entonces Cuba, agobiada y cercada por el cruel bloqueo, más sus crónicos errores propios, se enfrenta hoy a una nueva crisis política, social y humanitaria.

Entonces, nuestro director reflexiona que no es casualidad que los principales conflictos del Gran Caribe sean el de Cuba, Haití, Colombia y Venezuela, que a la vez están dentro de la primera Línea de Seguridad de la Frontera Sur de EEUU, lo que impulsa al Sistema de Defensa Norteamericano a que se emplee a fondo para que toda la zona quede bajo el absoluto control y subordinación de Washington. Extremando la estrategia de desestabilizar a los gobiernos que no le son afines, y también para impedir el acceso al Caribe de cualquier otra potencia mundial extra hemisférica, con especial mención de China, que pueda poner en tela de juicio esa garantía de seguridad que pretende mantener a perpetuidad.

Finalmente nos explica que, además de los errores y desmanejos del gobierno de Nicaragua, la tensión en ese país no es ajena al proyecto de la construcción con China de otro canal bioceánico y  recuerda cómo en Cuba se han exacerbado todas las sanciones del bloqueo, especialmente con el gobierno de Trump, mientras que el ejecutivo de Biden no las ha reducido, a pesar de sus promesas.

Por lo tanto, concluye Pereyra Mele, los conflictos que estamos viviendo en el Gran Caribe tienen mucho que ver con las políticas de seguridad y defensa de EEUU, con su geoestrategia, su geopolítica y su geoeconomía. Siempre para mantener el poder absoluto, aunque luego utilice todas las argumentaciones mediáticas posibles para incentivar la desestabilización en la zona.

Eduardo Bonugli (Madrid, 18/07/21)

La política del Gran Garrote aplicada por Gulliver (Estados Unidos) en el mar Caribe, viñeta de Thomas Nast (1904).

Por Javier Llorens Striptease del Poder

En GEOPOLITICA 1: los chinos vienen marchando, EEUU retrocede, el RU cae, Rusia se recupera ( https://dossiergeopolitico.com/2021/07/01/geopolitica-1-los-chinos-vienen-marchando-eeuu-retrocede-el-ru-cae-rusia-se-recupera/ )se consignaron los resultados relacionados con dichos países del denominado “Índice de Capacidad de Influencia Bilateral Formal (FBIC)” calculado por el “Centro Frederick S. Pardee para Futuros Internacionales”, perteneciente a la “Escuela de Estudios Internacionales Josef Korbel” de la Universidad de Denver.

https://korbel.du.edu/fbic

En la antedicha nota se expusieron los fundamentos para el cálculo de dicho índice, elaborado con la finalidad de ponderar el ejercicio del poder relacional en el sistema internacional, desde 1960-2020 para todos los estados, lo cual tiene una enorme importancia en términos de geopolítica.

En esta segunda nota se expone primeramente la evolución de dichos índices respecto la influencia ejercida sobre Argentina por parte de China, Rusia, el Reino Unido (RU), y EEUU. Y también por parte de los principales países europeos integrantes del Club de París, ante quienes somos deudores.

El análisis revela el notable doble rasero de estos últimos países y del RU y EEUU, que proclaman la defensa de la democracia y los derechos humanos, no obstante haber adquirido grados notables de influencia en Argentina durante las dictaduras militares del Gral Juan Carlos Onganía y su zaga; y del ex Gral Jorge Videla y su zaga.

Proviniendo la agobiante deuda externa en general y con dicho “club”, que hoy nuevamente están sobre el tapete, del gobierno de este último dictador, condenado y degradado por delitos de lesa humanidad, y sus sucesores castrenses, que dirigieron el país entre 1976 y 1983. Poniendo sobre este una tutela financiera externa, similar a la que le apareció en 1824, en tiempos fundacionales con Bernardino Rivadavia, que condicionó los destinos del país por más de un siglo, hasta después de la 1ra Guerra Mundial.

Ver La maldición argentina (2): los latifundios y sus artífices, la deuda y las 3R

Y ahora transcurrido ya más de 40 años, parecería que vamos por el mismo camino, sin que la degrada dirigencia argentina atine a vislumbrar la trascendencia de esas ataduras, y mucho menos aún su solución. Con el agravante que esos mismos países son los que lideran el FMI, cuyas recetas aplicadas desde la ominosa dictadura militar de Videla, han conducido a nuestro país de desastre en desastre, en 1980, 1989, y 2001, y en el que estamos actualmente. Por lo que cabe preguntarse si la deuda es de Argentina con el Club de Paris, o del Club de París con Argentina.

Ver Las malas praxis del FMI (1) 1976 – 2006 Resumen

Ver Las malas praxis del FMI (2) Introducción y Dictadura Militar

Ver Las malas praxis del FMI (3) – Alfonsín la deuda y la década perdida

Ver Las malas praxis del FMI (4) – Menem y la ejecución de Argentina por la deuda externa impagable

Finalmente se muestra la evolución de la influencia ejercida por Argentina en Latinoamérica y el Caribe, comparada respecto sus principales países, Brasil, Venezuela, Colombia y Chile. Y la que ejerce por su parte sobre sus países vecinos y colindantes, Uruguay, Brasil, Paraguay, Bolivia, y Chile. Lo cual es otra muestra de la profunda debacle en que se encuentra Argentina, cuya dirigencia parece estar incapacitada de contener.

La influencia de China, Rusia, EEUU, y RU en Argentina

En el siguiente gráfico, se visualiza la notable influencia que ejerce EEUU en Argentina, acorde con la que ejerce en la región, conforme se expuso en la nota anterior. El mismo también revela una creciente influencia por parte de China, una cierta recuperación por parte de Rusia, y una notable caída de la influencia que supo ejercer el Reino Unido. Siendo también notable que tanto la influencia del RU como la de Rusia, crecieron raudamente durante los gobiernos de las dictaduras militares, resaltadas en el gráfico con el área gris.

Geopolitica, Latinoamerica, Argentina

Concretamente, se observa en el caso de EEUU (trazo violeta) que a partir de 1960 su influencia, desde un índice de 0,42, tuvo un curso descendente, con una tendencia a la recuperación durante los gobiernos de las dictaduras militares de Onganía y su zaga, y de Videla y su zaga. Que se profundizó a partir de la guerra de Malvinas en 1982, hasta lllegar a un mínimo con un índice de 0,17 en 1990.

Pero a partir de este año, con el ascenso a la presidencia de Carlos Menem, su influencia tuvo una fuerte recuperación, hasta llegar a un índice de 0,33 en el 2001. Para registrar una nueva declinación posterior, que tuvo una leve recuperación después del 2015, con la llegada de Mauricio Macri a la presidencia, ubicándose finalmente en el 2020 en un nivel de 0,26.

Por parte del RU (trazo verde) se observa también un notable crecimiento de su influencia a partir del golpe militar de Onganía en 1966. El cual partiendo de un nivel de 0,5, llegó a un nivel de 0,13 en 1972, con la asunción a la presidencia del dictador Gral. Agustín Lanusse. Seguidamente ese nivel cae levemente durante el corto interregno peronista, para respingar posteriormente y mantenerse en un nivel mayor a 0,1 hasta le guerra de Malvinas, en que se desplomó a niveles por debajo del mínimo histórico previo, situándose en el 2020 en nivel de 0,2, o sea en el cuarto lugar.

Por su parte Rusia (trazo rojo) partiendo de un nivel mínimo, en 1972 comenzó un ascenso de su influencia, que paradojicamente se acentuó durante la dictadura militar de Videl, hasta llegar a un índice de 0,5 en 1982, coincidente con la guerra de Malvinas. Para a continuación declinar y llegar a un nvel cercano a cero en 1992, con la caída de la Unión Soviética (URSS). Luego desde el 2010 comenzó nuevamente a recuperarse, para llegar entre el 2013 y 2015 a su máximo histórico de 0,5. Declinando a continuación durante el gobierno de Macri, hasta ubicarse en el 2020 con un índice de 0,2, similar al del RU, ubicandose así en el tercer lugar.

Lo contrario sucedió con China (trazo azul) que a partir de 1994 comenzó a aumentar paulatinamente su influencia, hasta llegar entre los años 2012 y 2015 hata un máximo de 0,8. Con una leve declinación posterior que la ubicó en el 2020 con un índice de 0,7, siendo así la segunda potencia que influye en Argentina, aunque por ahora alejada de EEUU.

La influencia del Club de Paris en Argentina

El siguiente grafico un poco más enrevesado, muestra la evolución de la influencia sobre Argentina de los principales países europeos integrantes del Club de París. Resultando notable que todos ellos, Alemania, Francia, Italia, Suiza, Holanda, y España, hayan aumentado y su influencia durante las dictaduras militares, marcadas en el gráfico con el área gris.

Lo cual revela el doble rasero con que operan, invocando por un lado la democracia y los derechos humanos, y por otro lado aprovechando la coerción y debilidad institucional de las dictaduras en los países periféricos, para consolidar sus intereses. Y de hecho, el grueso de la deuda con el Club de Paris provino de la última y sangrienta dictadura militar de Videla y su zaga, buena parte de ella por la compra de armamentos.

Geopolitica, Latinoamerica, Argentina

Un ejemplo notable de esto lo da Alemania Occidental (trazo negro) cuya influencia crecio casi verticalmente desde un nivel de 0,03, a partir del golpe militar de Onganía en 1966, y llegó a un pico en el año 1976 de 0,24. Para caer a continuación solo a un nivel de 0,21 en 1982, pegando a continuación otro salto durante el primer gobierno democrático de Alfonsin.

Esa información se interrumpe en 1990, por la reunificación de Alemania, apareciendo seguidamente la Alemania unificada (trazo bordó) con un nivel muy inferior cercano a 0,05. Del que rápidamente se recuperó, para llegar en el año 1996 a un índice de casi 0,20, manteniendose entre este nivel y 0,15 hasta el 2013. En el que comenzó el desplome de su influencia, ubicándose actualmente en el segundo lugar después de Francia, con un índice de 0,07.

Francia por su parte (trazo azul) cuya influencia oscilaba entre 1960 y 1976 entre 0,10 y 0,14 y vuelta a 0,10, con el golpe de estado de Videla en ese año, pegó un notable respingo, hasta llegar a un pico de 0,17 en 1984. Seguidamente cayó paulatinamente hasta un piso histórico de 0,8 en 1995, para recuperarse en el 2001 con un nivel de 0,13, y caer nuevamente a un nuevo piso histórico de 0,4 en el 2011. Del que comenzó a subir desde el año 2014, especialmente durante la gestión de Macri, hasta ubicarse en el 2020 on un índice de 0,11, siendo así actualmente el país miembro del Club de París mas influyente en Argentina.

Por su parte Italia (trazo verde) tambien registro una notable subida durante los golpes de estado de Ongania y Videla, pasando de 0,6 en 1966, a 0,12 en 1983. Pero a continuacion durante el gobierno de Alfonsín, escándalo de Tangentópolis de por medio, siguió subiendo hasta llegar a un índice de 0,18 en 1992.

Para desplomarse seguidamente durante el gobierno del presidente Carlos Menem, a un nivel mínimo histórico entre 1999 y 2002 cercano a 0,05, seguido de una moderada recuperación posterior hasta un nivel de 0,10, para caer seguidamente a un piso de 0,025 en el 2014. Luego con el advenimiento a la presidencia de Macri, acorde la ascendencia de este, se recuperó hasta un índice de 0,06 en el 2020, ubicándose así en el tercer país que ejerce una  menguada influencia sobre Argentina.

Con la democrática Suiza (trazo rojo) tenemos otro ejemplo del aumento de influencia durante dictaduras militares. Al subir hasta 1971 con la dictadura de Onganía y su zaga a un nivel de 0,4, para decaer seguidamente en el interregno democrático peronista, y volver a ascender hasta un índice de 0,8 durante la dictadura de Videla y su zaga.

Seguidamente se registra una paulatina caída hasta un nivel mínimo histórico cercano a cero entre 1993 y 2005, con una leve recuperación posterior. Que se acentua notablemente durante el gobierno de Macri, hasta llegar a un índice en el 2020 de 0,06 casi al nivel de Italia, pasando a ser así el cuarto pais miembro del Club de Paris que ejerce una menguada influencia en Argentina.

Por su parte España (trazo celeste) su influencia luce estancada en un nivel de 0,02 entre 1966 y 1977, con un aumento posterior hasta 0,05 en 1983, durante la dictadura de Videla y su zaga. Y a partir de allí comenzó un notable crecimiento, hasta llegar a un pico de 0,12 en 1992, ubicándose así en ese año en el segundo país en nivel de influencia, por debajo de Italia, con una notable caida posterior hasta el nivel de 0,03 en el 2000.

Año en que comenzó un nuevo ciclo de crecimiento de su influencia, con un altibajo en el año 2006, que en el 2010 la devolvió al máximo histórico de 012, ubicándose nuevamente en el segundo pais de mas influencia, por debajo de Alemania. Seguido de una nueva notable caida posterior, que estaría relacionada con la estatización de YPF y el desplazamiento de Repsol, ubicándose así en el 2020 con un indice de 0,2, en el quinto lugar de los paises con menguada influencia sobre Argentina.

Por último Holanda (trazo violeta) nos da otro ejemplo de los paises democráticos respetuosos de los derechos humanos, que no le hacen asco a influenciar y lucrar con las dictaduras militares a cual mas sangrienta, que tanto abundaron en los países periféricos. Al emprender una raudo crecimiento desde el indice de 0,03 en 1967 con el golpe de Ongania, hasta llegar 0,13 en 1971, manteniendose en ese nivel con altibajos hasta 1983, cuando finalizó la dictadura de Videla y su zaga.

Año en el que comenzo un ininterrumpido descenso, hasta llegar en 1999 a un índice de 0,04, acorde con sus niveles hitóricos previos al golpe de Onganía. Seguidamente registró una leve recuperación, hasta un indice de 0,06 entre el 2006 y 2010, que estaría relacionado con el casamiento de la argentina Máxima Zorriagueta con el principe heredero Guillermo. Habiendo impedido la Casa Real de este, no obstante esos antecedentes de complicidad con las dictaduras militares, que el padre de la novia, Jorge Zorraigueta, ex secretario de Agricultura durante la dictadura de Videla, participara de esas nupcias.

Las influencias en Latinoamérica por parte de sus principales países

En el siguiente gráfico se muestra la evolución de la influencia en Latinoamérica por parte de sus principales países. Observándose en él  que a fines de la dictadura de Onganía y su zaga, en 1973, Argentina (trazo celeste) perdió la primacía que tenía hasta entonces en la región. Dejándola  primero en manos de Venezuela (trazo bordó), y luego en Brasil (trazo verde).

Geopolitica, Latinoamerica, Argentina

Pais que a partir de allí logró un notable aumento de su influencia en la región, llegando a un índice pico de 2,15 en 1995, que seguidamente registró un bache durante la presidencia de Henrique Cardozo. Seguido de un nuevo pico posterior, con un índice de 2,93 en el 2012, durante la presidencias de Lula y Dilma, y una nueva caida posterior, habiendose estabilizado su influencia con un índice de 2,41 con el gobierno de Bolsonaro.

Por su parte Argentina continúo estancada en un nivel de 0,87, y relegada a un tercer puesto, debajo de Venezuela, que entre 1979 y 1981 llegó a un índice de influencia de 1,22. Pais al que Argentina solo superó brevemente, entre 1994 y 1998, colocándose así en el segundo puesto, periodo en que llegó a un indice de 1,06.

Venezuela por su parte, ocupando nuevamente el segundo puesto, llegó en el 2009 – 2010 con Hugo Chávez, a un índice pico de 1,59. Para precipitarse seguidamente tras la muerte de este a un quinto lugar, llegando a un índice de solo 0,35 en el 2020. Pero simultáneamente Argentina, que llegó a un índice pico de 1,21 en el 2013, pasó a ocupar brevemente el cuarto puesto, al ser superada por Colombia, que en el mismo año llegó a un índice pico de 1,23, reduciendose luego en el 2020 a 1,15.

Mientras que por su parte Argentina, ubicandose en el tercer puesto ante el derrumbe de Venezuela, cayó en el 2020 a un indice de 0,89. Casi al nivel de Chile, que tras un pico de 1 en el 2008 y 2014, redujo su influencia casi al mismo nivel de la alicaida Argentina. Siendo esta la que entre todos esos paises, registra el menor aumento absoluto de su influencia, desde que perdió su primacia durante la dictadura de Ongania y su zaga, cincuenta años atras, aportando esto otra evidencia de su debacle actual.

La influencia de Argentina en sus países vecinos

El siguiente grafico pone en evidencia la alicaida influencia que tiene actualmente Argentina en sus países vecinos, colindantes con ella. Revelando su evolución, la geopolítica que fue adoptando en función de los conflictos que mantuvo con algunos de esos países durante las dictaduras militares, y las alianzas que plasmó para enfrentarlos.

En primer lugar se observa que en el interregno peronista de 1973 – 1976, la influencia de Argentina en Paraguay (trazo violeta) y en Chile (trazo verde), acorde con la visión geopolítica que tenía su líder Juan Perón, llegó a su maximo nivel, con un índice de 0,27 y 0,11 para uno y otro, respectivamente.

Geopolitica, Latinoamerica, Argentina

Seguidamente durante la dictadura de Videla y en años posteriores, la influencia de Argentina en Paraguay se redujo sustancialmente, hasta llegar a un mínimo de 0,09. Como consecuencia del conflicto con este pais aliado con Brasil, por la cuestión de las represas en la alta Cuenca del Plata. Y por esa razón la influencia de Argentina en Brasil, cayó de 0,08 en 1966, al comienzo de la dictadura militar de Onganía, a solo 0,04 en 1983, al finalizar la dictadura militar de Videla y su zaga.

Una caida aun más abrupta se registro durante la dictadura de Videla, respecto la influencia de Argentina en Chile. Que pasó de un índice de 0,11 en 1976, a la mitad, poco mas de 0,05 en 1983, con motivo del conflicto por el Beagle, que estuvo a un tris de llevarnos a una demencial guerra.

A la par la influencia en Uruguay (trazo ocre) creció sustancialmente, pasando de un nivel de 0,05 al comienzo de la dictadura de Onganía en 1966, a un indice de 0,19 en 1981, durante la dictadura de Videla. Y lo mismo sucedió con Bolivia (trazo celeste) cuyo índice ínterin pasó de 0,4 a 0,15 en 1983.

Por contrario, tras la caída de la última dictadura militar, los índices de estos dos países aliados cayeron, y mejoraron los correspondientes a Chile y Brasil, tras el acuerdo por el Beagle en 1985. Y luego la mejora se acentuó, incluyendo tambien a Paraguay y Uruguay, que revirtieron así su baja, con la concresión del Mercosur.

Como balance se puede decir, comenzando por Paraguay, país que encabeza en el 2020 el ranking de influencia por parte de Argentina, que esta llegó a un maximo de 0,27, 45 años atrás, y ahora es de 0,25. Respecto Uruguay, que aparece en el segundo lugar en el ranking 2020, la influencia argentina llegó a un maximo de 0,24 en el 2006, y luego se precipitó hacia abajo por el conflicto con las pasteras, cayendo a un índice de 0,14 en el 2020.

En el caso de Bolivia, que se ubica en el tercer lugar en el rating, el índice de influencia llegó a un maximo de 0,17 en el 2014, y actualmente en el 2020 ha caido a 0,12. Mientras que con Brasil, que se ubica en el cuarto puesto del ranking, el índice de influencia llegó a un maximo de 0,15 en 1997, y ahora se encuentra en 0,11.

Respecto Chile, ubicado quinto en el ranking de influencia 2020, como se dijo ella llegó a un máximo 45 años atrás, en 1974  – 1975, con un indice de 0,11. Luego se recuperó sustancialmente hasta llegar a un pico cercano a 0,10 entre el 2002 y el 2005, con los gobieno de la Concertación chilena. Para desplomarse seguidamente a un índice de 0,5 en el 2020 con los gobiernos de Piñera.

Mostrando todo esto en definitiva, la caida de la influencia de Argentina en la región, como otra manifestación de su debacle. Que su dirigencia parece estar imposibilitada no solo de contener, sino que por contrario parece obrar en en el sentido de acentuarla.-

El 1 de julio del 2021, el  Centro de Estudios Estratégicos, Geopolítica e Integración Regional (NEEGI)  de  la Universidad Federal de la Integración Latinoamericana (UNILA) realizó el debate “Tendencias estratégicas: América del Sur en el nuevo Tablero Geopolítico”.  El evento fue transmitido en el canal de YouTube de NEEGI , en vivo. En la iniciativa participaron el politólogo, profesor, investigador y Director del Think Thank suramericano “Dossier Geopolítico” Carlos Pereyra Mele y miembro del Centro de Estudios Estratégicos Suramericano (CEES Argentina) y el profesor de Relaciones Internacionales e Integración del Programa de Postgrado en Integración Contemporánea en América Latina en UNILA  Lucas Kerr Oliveira .

“ Actualmente, América Latina, y el continente sudamericano en particular, sufren las consecuencias de las múltiples crisis – políticas, sanitarias, económicas, sociales – que devastan la región. Estos desafíos presentan elementos típicos de las estructuras de poder y jerarquía del sistema internacional, que configuraron el patrón histórico de inserción internacional en la región, pero también en la situación actual, marcada por la profundización de la polarización política y geopolítica.

Específicamente, desde una perspectiva sudamericana, este debate pretende discutir las tensiones geopolíticas y disputas estratégicas que involucran a las naciones sudamericanas, considerando las perspectivas de la Estrategia de Integración y Desarrollo Regional , y los desafíos pertinentes para la profundización de la competencia geopolítica internacional entre poderes por áreas de influencia y hegemonía ” , dice Kerr.

Apoyaron y adhirieron a este Evento Académico:

Observatório dos BRICS:

Observatório Latino-Americano da Covid-19

Observatório da Energia

Observatório da Integração Regional

Observatório da Integração Ecônomica: https://www.facebook.com/obiesul

Grupo de Estudos Sino-Asiáticos: https

Revista Intertelas

OfChiLA (Oficina de Estudos sobre a China e o Leste Asiático)

ISAPE (Instituto Sul-Americano de Política e Estratégia)

15 años promoviendo semanalmente la Geopolitica; Análisis Radial Semanal de Geopolitica de Carlos Pereyra Mele para el Programa: el Club de la Pluma, que conduce el periodista Norberto Ganci por la Radio Web al Mundo. 

Eje Central:

Sigue profundizandose el conflicto entre Atlantistas (EEUU y socios) y Continentalistas (China y sus socios) conflicto que conduce a un mundo Bipolar nuevamente

AUDIO

El director de Dossier Geopolítico Carlos Pereyra Mele inicia la columna semanal del Club de la Pluma, celebrando el 17º aniversario de este medio, que hoy es una trinchera de la comunicación, de la verdad y de la transparencia, a pesar de todas las dificultades y trastornos a lo que ha sido sometido para silenciar nuestras voces en esta patria grande de Sudamérica. 

Y entrando en materia, aborda las elecciones en Perú, con las trampas del “fujimorismo” para retrasar la proclamación de Pedro Castillo, con las maniobras del siniestro Valdimiro Montesinos, y con el reconocimiento de EEUU, la OEA y la UE, que demuestran el sainete montado por la oligarquía y los medios neoliberales. Luego, continúa su relato por Colombia, donde la cúpula Uribe / Duque sigue con su criminal mandato en uno de los Narco Estados más violentos del mundo. Y mientras nos relata el dolor y el sufrimiento de su pueblo, nos detalla el fracaso del Plan Colombia de EEUU, tras 30 años de implantación y con 9 bases aeronavales norteamericanas, pero con el negocio de la droga creciendo y controlando gran parte de la política y del estado. Un fracaso silenciando por la prensa occidental. 

Continuando con su columna, Carlos nos describe los entresijos, los detalles y las controversias de la fracasada maniobra británica, con Ucrania de cómplice, para boicotear los resultados de la cumbre Putin / Biden, mediante la invasión de las aguas territoriales rusas de un destructor inglés, lo que provocó la contundente respuesta de Moscú. Todo esto con Boris Johnson al mando, buscando arrastrar a Washington a un conflicto mundial, en su afán de recuperar para Inglaterra un rol de potencia de primer nivel que ya perdió hace tiempo. Y nos cuenta cómo la inteligencia británica intenta boicotear la Cumbre en preparación entre Putin y la UE, aprovechando los intereses dispares de sus miembros, que demuestran las carencias geoestratégicas de la vieja Europa. 

Y luego entra en el terreno geopolítico para confirmar los grandes cambios políticos, los cambios de paradigma, y los cambios generacionales de hoy, que bien pueden configurar un histórico movimiento teutónico mundial, tal cual lo viene adelantando este espacio desde hace más de tres lustros.

Y en ese sentido, analiza geopolíticamente el artículo de Pascal Boniface, un pensador central de Occidente, que viene a confirmar lo anticipado por Dossier Geopolítico: «EL PODER INTERNACIONAL DE OCCIDENTE DE LOS ÚLTIMOS 5 SIGLOS HA LLEGADO A SU FIN» y parece que nadie se ha dado cuenta de ello. Lo que evidencia que las bazas han cambiado, siendo  hoy demostrable la superioridad cada vez mayor del tándem China – Rusia, muy por encima de la UE, el G7, la OTAN o todo el bloque liderado por EEUU.

También nos detalla cómo el pensador francés se refiere al error histórico de creer que la pandemia no les afectaría, cuando los mayores daños humanos, económicos y sociales han sido para Occidente; y cómo Boniface concuerda con la previsión de este Sitio Web de que la llegada de Biden no traería un cambio drástico en la postura contra China al considerarla el «Enemigo Sistémico».

Y luego se refiere a la reflexión, que parece más un deseo del intelectual, sobre lo que debería hacer o no Europa, para chocar contra la realidad de las muchas y diferentes “Europas”, sin política internacional común y sin ningún país que la lidere, lo que lleva a nuestro director a argumentar porqué la UE es un ENANO GEOPOLÍTICO. 

Y con la célebre frase de que “LA ÚNICA VERDAD ES LA REALIDAD”, cierra el programa recordando que en el 2001 China representaba el 10% de la economía de EEUU, mientras que en el 2021 alcanza ya el 65% del ese PIB, además de ser la primera potencia comercial del mundo, agrupando en sus acuerdos estratégicos a la mayoría de Eurasia y al 70% de la población mundial. Tal cual lo viene anticipando desde hace 17 años este medio, que tiene hoy muchos motivos para celebrar muy felizmente su nuevo aniversario.

 Eduardo Bonugli (Madrid, 27/06/21)

por Ekaterina Blinova

El 15 de junio, la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) de Perú anunció que Pedro Castillo, del partido de izquierda Perú Libre (Perú Libre), ganó las elecciones presidenciales después de que todos los registros electorales se hubieran contado en la segunda vuelta. ¿Cómo se las arregló el maestro de escuela para llegar a la prominencia y cómo podría cambiar el rostro del Perú?

A principios de este mes, el candidato presidencial peruano Pedro Castillo superó a su competidora de derecha Keiko Fujimori de Fuerza Popular (Fuerza Popular) en la segunda vuelta por un estrecho margen de 0,28 por ciento . Sin embargo, Fujimori se niega a ceder. A raíz de la segunda vuelta solicitó al Tribunal Nacional Electoral (JNE) la nulidad de los resultados en 802 colegios electorales, lo que equivale a 200.000 votos . 

¿Qué hay detrás del fenómeno de Castillo?

Durante la primera vuelta de las elecciones presidenciales, José Pedro Castillo Terrones, maestro de escuela, líder sindical y político, pasó completamente desapercibido para la mayoría de los medios de comunicación, analistas y científicos sociales, dice Carlos Mamani Aliaga, sociólogo y analista peruano de Proyecto Patria, un Organización política de Cajamarca.»Prácticamente nadie consideraba a Castillo como un posible candidato para la segunda vuelta», dice Mamani. «Ya en la segunda vuelta, estuvo en el escenario en dos debates con Keiko Fujimori demostrando que obviamente no tiene formación como estadista, sin embargo, a pesar de todo, logró dar una buena pelea en los debates».

Al comentar sobre el fenómeno de Castillo, el sociólogo peruano llama la atención sobre la profunda división entre la capital del país y la provincia. Las tierras altas del centro-sur y el este del Amazonas difieren mucho de que la ciudad capital de Lima es una especie de «mundo paralelo», según él. Si bien Lima, que representa un enorme 30 por ciento de la población del país, es claramente «adversa» a Castillo, es muy popular en la provincia.»Su imagen de provinciano y humilde ha logrado resonar en millones de peruanos del interior que se identifican plenamente con su discurso provincial, nacional y popular», señala Mamani, describiendo a Castillo como un «conservador revolucionario» al estilo peruano. con «un impulso por la justicia social».

Según el analista, Castillo «ha logrado captar el inconsciente colectivo peruano» que en términos generales siempre ha sido «culturalmente conservador», pro-familia y pro-vida y no tiene nada que ver ni con el progresismo de izquierda globalista ni con el progresismo de derecha. ala conservadurismo elitista.

© REUTERS / SEBASTIAN CASTANEDALa candidata de derecha de Perú Keiko Fujimori y el candidato socialista Pedro Castillo saludan al final de su debate antes de la segunda vuelta de las elecciones del 6 de junio, en Arequipa, Perú, el 30 de mayo de 2021.

No se debe subestimar el hecho de que Castillo también es un cristiano evangélico, señala el analista político y autor argentino Gonzalo Fiore Viani: el presidente electo se opone vehementemente a legalizar el aborto y permitir el matrimonio entre personas del mismo sexo, al contrario de los típicos progresistas de izquierda.

Castillo también es un ferviente defensor de los derechos de los pueblos indígenas y pide que se reescriba la constitución del Perú «con el color, el aroma y el sabor del pueblo». Además de eso, Castillo no descarta nacionalizar la industria minera, así como la extracción de petróleo y gas y reformar el sistema de pensiones del país para favorecer a los trabajadores. Aparentemente, por lo tanto, sus oponentes lo consideran un «extremo izquierdista», según Viani.

“El tiempo dirá si podrá implementar efectivamente su programa, verdaderamente revolucionario no solo para el Perú sino para el actual contexto político latinoamericano”, dice el analista político argentino, agregando que Castillo ya recibió el apoyo del ex presidente de Uruguay José “Pepe Mujica y exdirector de Bolivia Evo Morales.

Según Viani, el modelo económico peruano se ha mostrado ineficaz sobre todo en la reducción de la desigualdad y la pobreza en el país: «Por eso un político como Castillo ha tenido un desempeño tan bueno saliendo prácticamente de la nada», dice. «Representa el descontento y la incredulidad de la población del país en los políticos establecidos».

© REUTERS / SEBASTIÁN CASTAÑEDALos partidarios del candidato presidencial de Perú, Pedro Castillo, se reúnen en la calle el día después de una segunda vuelta, en Lima, Perú, el 7 de junio de 2021.

Quiebra del modelo neoliberal en Perú

Una vez que asuma el cargo el 28 de julio, Castillo tendrá que gobernar un país extremadamente dividido, enfatiza Mamani, y agregó, sin embargo, que cualquier otro presidente, incluida Keiko Fujimori, habría enfrentado un desafío similar.

El mayor obstáculo del presidente electo será poner fin a un largo período de inestabilidad política e institucional en el país. El año pasado, Perú vio a tres presidentes en solo un mes, mientras que algunos de sus predecesores enfrentaron cargos de corrupción.“Vivimos en un estado permanente de crisis política fundamentalmente asociado a la plaga de la corrupción que, año tras año, desangra al Pueblo, restando un porcentaje significativo del PIB (3%)”, dice Mamani.

Si bien el Perú va a celebrar su bicentenario de la independencia el 28 de julio, el país ha sufrido inestabilidad política, división y luchas sociales y económicas, con profundos desequilibrios demográfico-territoriales durante casi dos siglos, según el sociólogo.

La implementación del modelo económico neoliberal en las últimas tres décadas ha demostrado ser ineficaz y agravó aún más las cosas, dice Mamani. Según él, el Perú se ha convertido en un mero proveedor de materias primas, mientras que se han impedido iniciativas encaminadas a lanzar proyectos industriales soberanos que empleen los recursos estratégicos del país como cobre, litio, etc.»No puede haber soberanía política sin soberanía económica, y esto nunca será posible ni cierto sin un proyecto industrial claro, que nos saque de la periferia del mundo y nos permita ser lo que realmente deberíamos ser: un país poderoso, «insiste el analista.

Sin embargo, es poco probable que Castillo lleve a cabo una transformación económica de esa magnitud, según Mamani. Por un lado, cree que los globalistas progresistas y de extrema izquierda en el entorno del presidente electo podrían obstaculizar tales intentos.

Por otro lado, una fuerte oposición del Congreso de la República del Perú, así como de las Fuerzas Armadas (y especialmente de la Armada), podría socavar la agenda reformista de Castillo, dice el sociólogo, refiriéndose a las especulaciones sobre un posible golpe de Estado.

© REUTERS / GERARDO MARINLa candidata presidencial de Perú, Keiko Fujimori (C), con el primer candidato a vicepresidente Luis Galarreta (L) y la segunda candidata a vicepresidente Patricia Juárez, reacciona en una conferencia de prensa el día después de una segunda vuelta de las elecciones, en Lima, Perú, el 7 de junio de 2021.

Las posibilidades de Fujimori de revertir la victoria de Castillo

Mientras tanto, la rival política de Castillo, Keiko Fujimori, está luchando con uñas y dientes para revisar los resultados de las elecciones presidenciales.

La candidata presidencial de derecha es hija del expresidente Alberto Fujimori quien cumple una condena de 25 años por corrupción y abusos a los derechos humanos, señala Gonzalo Fiore Viani: “Durante la campaña aseguró que perdonaría a su padre si era presidente electo «, añade.

A pesar de este controvertido historial, es popular entre una parte considerable de la población.»Mientras que Castillo tomó la zona centro-sur del país con porcentajes de hasta el 80 por ciento, Keiko ganó por amplio margen en el centro-oeste: Lima y Callao, las dos ciudades con más votantes en Perú», señala Viani.

Además, una novedad de la última campaña de Keiko es que cuenta con el apoyo de todas las élites peruanas, incluido el escritor, profesor universitario y premio Nobel Mario Vargas Llosa, quien anteriormente se opuso al «fujimorismo», dice el autor argentino. 

Llosa apoyó a Keiko al mismo tiempo que denunciaba a Pedro Castillo como un «peligro para la democracia» por las propuestas políticas y económicas de esta última, según Viani.»Sorprendentemente, poco antes de las elecciones, prácticamente todos los medios liberales-progresistas fueron abiertamente críticos con el fujimorismo, pero una vez en medio de la contienda electoral, paradójicamente cambiaron su apoyo a Keiko Fujimori al iniciar una campaña de demolición de medios contra el profesor Castillo». dice Carlos Mamani Aliaga.

Mientras tanto, perder obviamente no es una opción para Fujimori dado que una serie de demandas por supuestos casos de corrupción la persiguen, señala el analista peruano. Si pierde, podría enfrentar más de 30 años de cárcel por tomar dinero de la empresa brasileña Odebrecht para financiar sus fallidas candidaturas presidenciales en 2011 y 2016.

Por lo tanto, está jugando sus últimas cartas al presentar demandas por supuestas irregularidades electorales . Además de esto, Keiko Fujimori todavía cuenta con el apoyo de los medios de comunicación, las Fuerzas Armadas y los sectores comerciales tradicionales de exportación primaria.

No está claro cómo se desarrollará la situación, pero es muy probable que, por mucho que Keiko Fujimori intente desafiar los votos, Castillo sea presidente, sugiere Mamani.

Sin embargo, podría haber una baza en la manga de Fujimori, según el sociólogo: Fujimori puede intentar retrasar el triunfo de Castillo hasta el 28 de julio. Si no hay un ganador claro ese día, uno de los congresistas puede convocar a nuevas elecciones.»De ser así, Keiko Fujimori cumpliría plenamente con la siguiente expresión: ‘Si la presidencia no es mía, no será de Castillo'», concluye Mamani.

Gonzalo Fiore Viani Magister en Relaciones Internacionales es miembro del Equipo de Dossier Geopolitico

Publicado en: Sputnik en ingles con el titulo: How Failure of Peru’s Neoliberal Model & Need for Industrial Growth Created Castillo’s Phenomenon

https://sputniknews.com/latam/202106181083184584-how-failure-of-perus-neoliberal-model–need-for-industrial-growth-created-castillos-phenomenon/?fbclid=IwAR1wMvCcIlekPBwEcbrv1i5HhvoWqreRZM-Guz0i7Sn9qGXcyiKFNKDTX6w

El dia Jueves 17 de Junio del 2021 disertó el Prof. Dr. Miguel A. Barrios Director Academico de Dossier Geopolitico en la Escuela Superior de Guerra de Brasil en Rio de Janeiro, invitado por el Director del Instituto de Doctrina Operacional de Guerra, General de Brigada Joao Cesar Zambao da Silva y por el Coordinador de los Grupos de Investigación de la Escuela Superior de Guerra Profesor Ronaldo Gomes Carmona; el Dr. Barrios disertó sobre la temática: Geopolitica, Soberanía y “Nuevo Orden Internacional” en la “Nueva Normalidad”

Importante evento promovido por el Grupo de Investigación de Estudios de Guerra, del cual participaron Personal Superior de la ESG de Rio de Janeiro e investigadores de la misma institución participó como invitados de la ESG, el Director Ejecutivo de Dossier Geopolitico.

Ponemos a disposición de nuestros seguidores e interesados en estos temas el video de la Conferencia Completa:

15 años promoviendo semanalmente la Geopolitica; Análisis Radial Semanal de Geopolitica de Carlos Pereyra Mele para el Programa: el Club de la Pluma, que conduce el Periodista Norberto Ganci por la Radio Web al Mundo

Eje Central:

Sigue profundizandose el conflicto entre Atlantistas (EEUU y socios) y Continentalistas (China y sus socios) conflicto que conduce a un mundo Bipolar nuevamente

AUDIO:

Carlos Pereyra Mele director de Dossier Geopolítico, inicia la columna del Club de La Pluma de esta semana preguntándose si la ola movilizadora que avanza por Suramérica llegará a Perú con el triunfo de Castillo y el de las mayorías populares, derrotando este domingo a la neoliberal Fujimori, mientras nos recuerda que esta rebelión social y política condena a los partidos tradicionales de los últimos 30 años, como en Colombia, Ecuador y en Chile, donde tanto la izquierda como la derecha han sido castigadas por ser continuistas del régimen de Pinochet.

Sobre Brasil, nos habla de su economía en crisis severa, que ha pasado de ser industrialista a ser primaria, de los conflictos internos en el ejército, de la caída de la popularidad de Bolsonaro y del derrumbe de sus pilares internacionales: Trump y Netanyahu. Sobre Colombia reafirma que el pueblo no ha sido doblegado, que ese gobierno no tiene más respuesta que la represión salvaje y criminal y que tal violencia no engendrará ni acuerdos ni soluciones. Solo traerá más desgracia y dolor. Y enfatiza que la crisis del sistema es muy profunda en la región, sin visos de remitir, a pesar del blindaje informativo de los grandes medios y a pesar del apoyo de la U.E. a Uribe a Piñera y a sus políticas, tratando simplemente de “vándalos” a las mayorías populares que protestan en la calle. Mientras Biden, por el contrario, intenta una tibia reacción con el acercamiento al gobierno de Argentina y dando un guiño a la candidatura de Lula en Brasil, planteando un nuevo horizonte, que arrastraría al fundamentalismo neoliberal, que sigue haciéndose oír con su exacerbado odio.

A continuación, nuestro director se adentra en Israel donde se han cumplido sus previsiones: Derrota militar y derrota política de Netanyahu tras sus 12 años en el poder, y nos dibuja el profundo cambio de estructura de un país que ha hecho de la represión y la persecución su política de estado, con  una coalición muy débil de ocho partidos minúsculos, extremismos de izquierda y derecha incluidos, y cuyos integrantes van desde colonos fanáticos a los árabes con nacionalidad israelí.

Por otra parte, nos informa del reciente anuncio del presidente Putin sobre la finalización de la obra de una de las dos tuberías del gasoducto Nord Stream 2, lo que confirma que todas las sanciones, las amenazas y la campaña en contra de EEUU no han servido para nada. También nos relata las respuestas del presidente ruso a las intenciones y amenazas del norteamericano.

En territorio argentino, Carlos nos habla de la nueva vuelta de tuerca de la dirigente Elisa Carrió sobre su esperpéntica teoría sobre la geopolítica del gobierno argentino. Y la desgrana en un relato que va de lo ridículo a lo bochornoso, mientras desnuda la incapacidad de esta clase de dirigentes y su coro de fanáticos, instalados aún en los tiempos del tratado de Yalta.

Finalmente aborda el escándalo del espionaje de EEUU contra Alemania, Francia y otros países. Y se pregunta ¿Qué estructura de espionaje tiene EEUU? ¿Qué son LOS 5 OJOS? 

Y nos brinda una clase de Geopolítica de primer nivel donde analiza esta alianza “anglo sajona pura” de inteligencia creada en los años 40, entre EEUU, Inglaterra, Canadá, Australia y Nueva Zelanda para espiar primero a los enemigos y luego, a partir de la desaparición de la URSS, para hacerlo también a sus aliados, a sus socios y también a sus ciudadanos. Y nos cuenta las falsas ampliaciones de esa sociedad secreta, hasta llegar a “LOS 14 OJOS”, con otros tantos países aliados, que fueron engañados para hacerles creer que participaban en el espionaje, pero que en realidad se demuestra que han sido utilizados y a la vez espiados.

Y termina con la conclusión de que esta estructura geopolítica de las comunicaciones de LOS 5 OJOS sigue perteneciendo al grupo original, exclusivo, puro y  anglosajón, ahora más obsesionado en escuchar, vigilar e investigar al nuevo gran Satán de Occidente: China. Y a todo aquel país de Eurasia que teja alianzas con ella o con Rusia.

Eduardo Bonugli (Madrid, 6/6/21)

Cae Netanyahu
Alberto Fernandez Argentina y Vladimir Putin Rusia Foro de San Petersburgo

 Por Andrés F. Berazategui* un colaborador y amigo de Dossier Geopolitico que autoriza la publicacion de este trabajo

La geopolítica parece estar en boca de todos, aun cuando hasta hace no mucho tiempo era repudiada por identificársela con el nacionalsocialismo. Se la presentaba como una seudociencia que buscaba encubrir objetivos de dominio, o bien de ser una mera ideología que pretendía legitimar conquistas territoriales. Hoy las cosas han cambiado y la geopolítica encuentra predicadores, voceros y analistas por todas partes, a tal punto que podemos afirmar que estamos ante una situación abusiva, ya que muchas veces se etiqueta como “geopolítico” a eventos que no se vinculan en absoluto con el objeto de estudio que tiene la disciplina. Las variables y teorías de esta ciencia muchas veces son ignoradas y parece que cualquier acontecimiento internacional, por el mero hecho de serlo, ya es geopolítica; y generalizar de este modo es incorrecto. Pero entonces, ¿qué es? Estas líneas van dirigidas a ajustar conceptos.

De la geografía humana a la geopolítica

Sostenemos que la geopolítica tiene un antecedente fundamental en el siglo XIX, cuando algunos geógrafos estudiaron los condicionamientos que el entorno espacial1 ejercía sobre la vida humana. Eruditos como Humboldt, Ritter y Ratzel, en Alemania; o Vidal de la Blache, Camille Vallaux y Élisée Reclus, en Francia, investigaron factores como el clima, el suelo, el tiempo, incluso el paisaje2, y cómo estos influían en el hombre; así nació la geografía humana como una rama particular de la geografía general. Sin embargo, esto no alcanza para identificar el objeto de estudio de la geopolítica. Para esta ciencia hay que contar con un actor específico de la vida social, el Estado, entendido este como la organización territorializada que tiene una colectividad para ordenar sus relaciones sociales. Si bien el Estado no es el único actor que puede tener intereses territoriales, para la geopolítica es el fundamental, ya que como ciencia nace con el objeto de lograr fines políticos que se vinculan con la geografía.

Llegados a este punto, podemos dar una ajustada definición: geopolítica es la ciencia que estudia la influencia de los condicionantes espaciales en la vida y los objetivos de los Estados. Es una ciencia ya que tiene su propio objeto de estudio y se vale de métodos, variables y conocimientos verificables para abordarlo. En su evolución, como en toda ciencia, han nacido teorías, escuelas, paradigmas y autores clásicos.

Ahora bien, si lo que estudia es cómo el entorno espacial influye en los objetivos nacionales, debemos explicar la utilidad que tiene el territorio para un Estado. Principalmente, se han señalado cuatro funciones: a) protección; b) fuente de recursos; c) movilidad de personas y d) intercambio de bienes e ideas. Con relación al primer punto, es lógico que el ser humano busque un ámbito para protegerse de otros hombres, de las inclemencias del tiempo o de los animales salvajes. Más compleja resulta la búsqueda de seguridad en el caso de colectividades organizadas; así, las ciudades se han fundado en zonas elevadas o protegidas por algún accidente geográfico, y para asentar poblaciones se han evitado los pantanos y suelos difíciles. En el caso de las capitales, fue algo natural que se ubicaran lejos de las costas para evitar eventuales ataques –las capitales suelen ser los centros de gravedad políticos de un Estado–, pero también para sustraerlas de las lógicas económicas que suelen imperar en los puertos.

La provisión de recursos deviene de la necesidad de contar con alimentos y para el acceso a elementos que son útiles en términos económicos o técnicos, tales como los metales, la madera, los hidrocarburos, etc. Conforme se fue complejizando la vida colectiva, la cuestión de los recursos se hizo clave en la competencia posicional de diversos actores internacionales, ya que no solo los Estados usufructúan los beneficios que generan los recursos, sino también las empresas en su búsqueda de ganancias. La empresa puede ser otro actor con intereses geopolíticos, como pueden serlo las organizaciones terroristas, las entidades estatales subnacionales, los movimientos separatistas, etc. Donde haya objetivos relacionados con el espacio y la búsqueda de poder (político, económico o el que sea), hay necesariamente geopolítica.

La movilidad en el espacio sirve para el transporte y las comunicaciones. Las personas necesitan de vías eficaces que vinculen puntos en el menor tiempo posible, así como que esas vías sean seguras, lo que relaciona esta función con el primer punto. El comercio ha prosperado gracias a recursos que pudieron explotarse de modo estable, se transportaron de manera segura y, ya manufacturados, se distribuyeron a lo largo de todo el planeta. Un sistema como el capitalismo no habría podido florecer sin estos presupuestos, más allá de las reticencias que los hombres de negocios muestran hacia la geopolítica. ¿O acaso hay que recordar que el Imperio británico logró su hegemonía creando un orden internacional basado en el mar libre? La movilidad también se relaciona con el último punto, el intercambio de bienes e ideas. Las novedades, los bienes de consumo y las ideas políticas se valen de vías territoriales para movilizarse, y así los puertos, al ser punto de llegada del exterior, han sido históricamente más permeables a culturas extrañas, como las ciudades mediterráneas más conservadoras. Como podemos ver, el espacio es un medio para la influencia de factores materiales, como también de aspectos simbólicos y culturales.

Ya estamos en condiciones de hacer una importante aclaración: geopolítica no es lo mismo que geografía política. La primera sirve para alcanzar objetivos políticos, por lo que tiene entonces una tarea prescriptiva y dinámica. Esto ocurre porque en la tarea de alcanzar los objetivos hay que prescribir soluciones en el marco de la acción política, donde los escenarios son cambiantes y las alianzas, las amenazas y los mismos objetivos políticos pueden variar. Por su parte, la geografía política tiene una tarea descriptiva y estática, ya que se ocupa de los datos mensurables del territorio de un Estado, como de describir sus aspectos climáticos: mide el tamaño de un país y la extensión de sus límites, describe los tipos de suelo y los vientos que actúan en su territorio, etc. La geopolítica entra en la órbita de la ciencia política y, más precisamente, de las relaciones internacionales; por su parte, la geografía política se adscribe a la geografía3. La confusión se extendió por los autores que demonizaron a la geopolítica como “ideología nazi” y prefirieron hablar de geografía política, cometiendo un abuso semántico que forzaba el significado de otra disciplina.

De la geopolítica a las relaciones internacionales

Como hemos visto, hay una relación entre geopolítica y relaciones internacionales, aunque podemos afirmar que la geopolítica como disciplina es anterior. Los primeros investigadores de lo que con el tiempo se llamó relaciones internacionales, tomaron conocimientos de la geopolítica y los integraron a elementos de la historia, el derecho internacional o la sociología para explicar la política internacional. Con particular énfasis luego de la segunda guerra mundial, y producto del enfrentamiento entre los Estados Unidos y la Unión Soviética, los académicos volvieron a retomar conceptos de la geopolítica clásica tales como área de influencia, zona de fricción, área pivot, contención, frontera natural y un largo etcétera. En las relaciones internacionales, los autores del denominado “realismo” fueron quienes primero se preocuparon por integrar las variables territoriales.

Ahora bien, si hablamos de política internacional4, la importancia de la geopolítica estará condicionada por aquello que se entienda como lo político. Una cosa es estar en el mundo creyendo que el principal actor de la realidad social es el hombre como ser-átomo que compite con otros por beneficios individuales, y otra muy distinta entender que ciertas unidades políticas son las que tienen posibilidad de condicionar la historia y que tales unidades actúan motivadas por el poder, entendido este como el medio que otorga libertad de acción en la búsqueda de objetivos. La primera visión, propia del liberalismo, tendrá a la geopolítica como algo secundario o incluso nocivo, ya que esta ciencia sirve para incrementar el poder del Estado, cosa que al liberal le parece pernicioso, en vista de que prefiere maximizar libertades individuales. En cambio, para un gobierno la geopolítica es (o debería ser) una ciencia útil para alcanzar los objetivos nacionales, y así lo entendieron los autores de la escuela realista, quienes incluyeron al territorio dentro de los denominados “atributos del poder nacional”. Veamos algo sobre esto.

Un Estado tiene atributos –cualidades materiales e inmateriales propias de una unidad política– que permiten evaluar de manera aproximada su potencial. Algunos de estos atributos son más o menos mensurables, como por ejemplo el volumen de las fuerzas armadas, la cantidad de población, la extensión del territorio o el tamaño de la economía; otros, como la calidad de la dirigencia política, el nivel de los profesionales, la voluntad nacional o el desarrollo de la ciencia, son más difíciles de medir. Se podrían nombrar más atributos, pero estos son básicamente los clásicos. Todos en conjunto nos dan un panorama sobre cuál es el “quantum” de poder que posee un Estado y, si este tiene mucho poder, mejor debería ser su desempeño en la política internacional. Cada uno de estos atributos es abordado por diversas disciplinas y, entre ellas, la geopolítica tiene su propia tarea, que es la de ocuparse de potenciar el espacio nacional con objeto de maximizar las funciones que el atributo territorio tiene para un Estado. En otras palabras, y retomando lo dicho más arriba sobre las funciones del espacio: la geopolítica se ocupa principalmente de cómo se debe aprovechar la geografía para aumentar la seguridad, asegurar la provisión de recursos y agilizar la movilidad que opera a través de las vías de comunicación.

Una nación con un territorio potenciado y seguro puede convertirse en un actor significante y con capacidad para participar de modo activo en el sistema internacional. Sin poder nacional no hay libertad de acción, y en este caso la defensa de la soberanía se vuelve meramente declamativa. Por las funciones que tiene el espacio para un Estado, se concluye que los problemas geopolíticos están relacionados directamente con los objetivos estratégicos nacionales e íntimamente ligados tanto con el perfil productivo de un país, como de sus políticas de defensa nacional. Es por eso que la geopolítica debe integrar conocimientos multidisciplinarios, valiéndose de la geografía, por supuesto, pero también de la economía y la sociología, entre otras ciencias auxiliares.

Algunas reflexiones sobre nuestro país

Argentina tiene muchos desafíos en materia territorial, ya que posee el octavo territorio en tamaño del mundo, pero con un espacio nacional des-integrado; tiene su región patagónica vacía, posesiones en el Atlántico sur arrebatadas y el objetivo de proyectarse a la Antártida. En este punto es lícito preguntarnos dos cosas: ¿la dirigencia política de nuestro país posee formación en geopolítica? Por otra parte, ¿los partidos han elaborado algún acuerdo sobre cuáles son los objetivos geopolíticos de la nación? Creemos que hay un serio déficit en ambas cuestiones, en particular con relación a la segunda pregunta.

Según nuestra opinión, no es que no se identifiquen objetivos o que falten estrategias. Creemos que el problema radica en que Argentina sí tiene objetivos y estrategias, pero que son consecuencia de transferencias ideológicas que le asignan a la Argentina un rol periférico en cuanto a su perfil productivo y débil en relación a los atributos del poder nacional. Nuestros políticos han adoptado libretos elaborados por otros y actúan como si lo mejor fuera tener poco poder y pocas exigencias, ya que esto nos trasformaría en un país “serio y previsible”, sin reclamos incómodos para los actores más significativos del sistema internacional. Para los decisores políticos nativos todo se reduce a “insertarnos inteligentemente en el proceso de la globalización”, discurso que promueve una política exterior “de consensos” que busca sistemáticamente evitar todo conflicto con otros actores, muchas veces a costa de la defensa de nuestros propios intereses; pero esta actitud no erradica la naturaleza agonal de la praxis política. Este rol de “buen alumno” que hemos adoptado se ha venido consolidando con particular énfasis luego de la guerra de Malvinas, y por eso creemos que la cuestión del Atlántico sur excede a la geopolítica: la causa Malvinas debe constituirse en símbolo de nuestra revigorización nacional.

Por otra parte, hay que superar esa colonización mental que legitima nuestra dependencia a través de una “pedagogía de la debilidad” que nos hace creer que tener poco poder y no contrariar a los poderosos es virtuoso, como que también es virtuoso practicar siempre y en toda circunstancia el pacifismo, la solidaridad “global” y el humanitarismo. Veamos algunas consecuencias prácticas de esta mentalidad: no tenemos una política activa en materia de defensa, porque Gran Bretaña tiene peso en los mercados financieros a los que nuestros dirigentes suelen acudir para mendigar dinero; no consolidamos la unidad geopolítica de América del sur, porque esta sería el “patio trasero” de los Estados Unidos; no producimos alimentos para una sana alimentación, porque les corta el negocio a las transnacionales que nos envenenan con sus transgénicos y fertilizantes… y así podríamos seguir.

Para revertir esta situación habrá que cambiar de lógica: hay que entender que no vivimos en un mundo de corderos, sino en uno donde los actores con más poder se comportan como lobos, ya que pretenden mantener su posición hegemónica. Esto siempre fue así, pero por nuestra particular ubicación geográfica alejada de los tradicionales focos de conflicto, el mito de la Argentina “isla de paz” caló hondo en el imaginario colectivo de nuestros compatriotas. Ahora bien, ese mito ya no puede sostenerse y es un grave error fingir que existe, más aún en escenarios progresivamente integrados y complejos. Hay que construir poder nacional, potenciar el territorio y modernizar la economía dando prioridad al conocimiento y a las tecnologías de vanguardia; hay que proteger nuestros recursos naturales modelando un proyecto de país que fomente el cuidado del ambiente, y donde los espacios de convivencia permitan una sana vitalidad psicofísica. Pero sobre todo, habrá que hacerse cargo de los potenciales conflictos que necesariamente se derivarán de este cambio de rumbo, para lo cual la sabiduría política deberá planificar estrategias que permitan abordarlos. Si realmente queremos consolidar una nación independiente, tales son los desafíos y riesgos que debemos asumir.

*Andrés Berazategui, miembro de Nomos, es Licenciado en Relaciones Internacionales por la Universidad Argentina John F. Kennedy, y maestrando en Estrategia y Geopolítica en la Escuela Superior de Guerra del Ejército (ESGE).

15 años promoviendo semanalmente la Geopolitica; Análisis Radial Semanal de Geopolitica de Carlos Pereyra Mele para el Programa: el Club de la Pluma, que conduce el Periodista Norberto Ganci por la Radio Web al Mundo

Eje Central:

Sigue profundizandose el conflicto entre Atlantistas (EEUU y socios) y Continentalistas (China y sus socios) conflicto que conduce a un mundo Bipolar nuevamente

AUDIO:

La columna del Club de La Pluma de esta semana a cargo del director de Dossier Geopolítico, Carlos Pereyra Mele, comienza analizando los últimos movimientos en el escenario de las relaciones diplomáticas, con el nuevo posicionamiento internacional del Gobierno Argentino.

Y nos explica la decisión de Alberto Fernández de retirar la causa judicial del gobierno de Macri en la Corte Penal Internacional contra Venezuela, y que forma parte de ese redireccionamiento estratégico de la Casa Rosada que comenzó con el no reconocimiento a Guaidó como “presidente encargado”, con la eliminación de su embajadora de facto en Buenos Aires, con la devolución de la embajada al gobierno legítimo de Caracas y sobre todo, con el golpe mortal al Grupo de Lima, un organismo creado para agredir a Venezuela, sin olvidar el desafío que lanzó junto a México por la candidatura al BID. También nos cuenta de las reacciones mediáticas a estas medidas en forma de “un coro de protestones” de sectores locales que continúan siendo vasos comunicantes de la extinta administración de Trump.

Avisa que los vientos están cambiando, que las situaciones son distintas y que ya no se escucha tanto la verborragia diaria del gobierno norteamericano contra Venezuela, mientras Biden trata de hacer un cambio cosmético en sus relaciones con el sur.

Por lo tanto, Pereyra Mele estima que con este nuevo posicionamiento y ante una Latinoamérica en conflicto, Argentina queda en un lugar privilegiado para ser interlocutor fundamental en la región. Como lo demuestra el ingreso a la Comisión de Derechos Humanos de la OEA para estudiar los atropellos y la violencia trágica y catastrófica contra el pueblo colombiano.

Además nos informa que Alberto Fernández participará como único presidente latinoamericano en el centenario de la fundación del Partido Comunista China, lo que simboliza el cambio profundo en las relaciones internacionales de Argentina luego de la andadura errática de Macri, subordinada a los dictados de Washington. Además, el gobierno Argentino, junto a otros cinco países de la región votó en la asamblea de la ONU a favor de investigar las acciones de violencia en el reciente conflicto de Palestina, hecho que despertó la crítica en nuestro país de sectores afines a los métodos violentos del gobierno hebreo y por supuesto de EEUU y desmenuza las repercusiones que puede tener este nuevo posicionamiento en las negociaciones sobre la deuda externa del país

En el segundo bloque nos habla de Geopolítica y aborda las elecciones en Siria con el triunfo arrasador y apabullante del presidente Bashar Al-Asad con un 95% de los votos. Nos dice que la noticia es un “Blanco sobre Negro” para el mundo. Que es la victoria del pueblo Sirio contra el terrorismo internacional. Que fue una guerra impuesta y promovida por las potencias a través de ONG al servicio de Occidente. Que Siria sufrió una invasión de terroristas adiestrados, entrenados, financiados, capacitados y dirigidos por los servicios de inteligencia de Occidente para destruir el último estado laico de la región. También nos recuerda su opinión cuando la batalla de Alepo a la que calificó el “Stalingrado de Occidente”.

Para nuestro director, esta derrota de Occidente es el fracaso de la “Reconfiguración de Oriente Medio” programado por las potencias y nos explica los alcances de aquella idea o proyecto nacido del gobierno de Bush hijo, que fue finalmente derrotada por el pueblo sirio y sus aliados rusos, iraníes, y otras milicias.

Y nos explica que nada queda ya de aquella fastuosa y trágica idea norteamericana, mientras que otras realidades ya están surgiendo en la zona y ante nuevos jugadores que entran en lisa. Irán y Arabia Saudita negocian en secreto. Turquía y Qatar hacen notar su presencia. Israel, muy afectada por lo de Gaza, teje alianzas con Chipre y Grecia, enemigas a su vez de Turquía. Mientras impera un gigantesco interrogante sobre los palestinos que siguen sufriendo la persecución y el exterminio occidental.

Un magnifico e ilustrativo relato sobre ese nuevo tablero de ajedrez geopolítico que es Oriente Medio, luego del tremendo fracaso de EEUU y sus aliados por la derrota al terrorismo impuesto en Siria, y por el derrumbe de su gigantesco proyecto de “Gran Oriente Medio”. Nace ahora una nueva etapa con una pregunta en el aire:

¿Podrán las naciones árabes encontrar un salida a los conflictos, estabilizar la región y encontrar un camino hacia la reconstrucción?

Eduardo Bonugli (Madrid, 30/05/21)

Presidente de la Republica Argentina Alberto Fernandez y Presidente de la Republica Popular de China Xi Jinping

15 años promoviendo semanalmente la Geopolitica; Análisis Radial Semanal de Geopolitica de Carlos Pereyra Mele para el Programa: el Club de la Pluma, que conduce el Periodista Norberto Ganci por la Radio Web al Mundo

TEMAS:

Sigue profundizandose el conflicto entre Atlantistas (EEUU y socios) y Continentalistas (China y sus socios) conflicto que conduce a un mundo Bipolar nuevamente

AUDIO:

El director de Dossier Geopolítico, Carlos Pereyra Mele, comienza la Columna del Club de La Pluma de esta semana analizando al detalle las tendencias de los cambios geopolíticos en América Latina, donde el conservadurismo pierde y el sistema se derrumba, mientras compara el escenario de hace dos años, cuando el neoliberalismo era “lo exitoso”, con la realidad de hoy, «ante el resurgir de los pueblos.” 

Y desmenuza el proceso, desde Trump y Bannon, con Bolsonaro, Macri, Piñera más el golpe en Bolivia y con Perú y Colombia aún bajo control, hasta la realidad actual, donde se desmorona aquel renacer de las derechas, que no era neofascismo sino neoliberalismo en lo económico, conservadurismo en lo político y tradicionalismo en lo social, tanto aquí como en Europa.

¡¡Todo ha cambiado!! -nos asegura Carlos- Los pueblos han dado alternativas. Las elecciones en Chile lo confirman con la derrota pinochetista y la de los partidos tradicionales. Mientras que en Brasil se profundiza la crisis política y económica con la única respuesta de la represión. Y en Perú, el maestro Pedro Castillo va a la segunda vuelta contra Keiko Fujimori, una neoliberal con diplomas de Harvard y causas por corrupción.

Y entretanto, recuerda que se cumple un mes de la sublevación popular en Colombia, a pesar de la salvaje represión del gobierno de Iván Duque. Y que, con la protesta en lo alto y resistiendo, comienza a claudicar el poder de Álvaro Uribe, el amo y señor de ese “narcoestado”.

Nuestro director reflexiona entonces de que los pueblos juzgarán en las urnas a esta ola que recorre América Latina y que señala un cambio geopolítico en la región. Todo inmerso en el gran conflicto mundial con nuevas potencias emergentes en danza, y nos anticipa “quién será el gran perdedor”, mientras adelanta los duros vaticinios de los propios analistas de EEUU, sobre su situación económica. 

A continuación analiza el giro de la estrategia norteamericana en contra de sus tradicionales socios europeos, y en especial contra España, por el apoyo de EEUU a Marruecos, quién ha provocado una tumultuosa invasión de emigrantes en su enclave colonial de Ceuta, al norte de África.

Ante tan gigantesco cambio geopolítico del atlantismo contra sus socios de toda la vida, nuestro director se pregunta: ¿Porqué hace esto EEUU? ¿Qué importancia ve ahora en África? ¿Por qué le reconoce la soberanía del Sáhara a Marruecos y se la quita a España? ¿Qué pasa con el petróleo, gas y las “tierras raras” de la zona? En su relato, Pereyra Mele responde a esto, y avisa que es un nuevo llamado de atención para otros socios menores, que también pueden quedar tirados en la banquina. 

También nos habla del triunfo de Rusia y Alemania sobre EEUU  por el gasoducto Nord Stream 2, ante el anuncio de Washington de retirar las sanciones contra esa obra, lo que significa una derrota estratégica de EEUU y que asegura la importancia e influencia de Rusia en el viejo continente. Y nos dice que Alemania ha sacado “patente de adulto” con esta apuesta y que también es otro triunfo de Putin como estadista y líder mundial. 

Por último analiza «el triunfo histórico del pueblo palestino» que ha resistido durante 11 días a los ataques del ejército hebreo, que pretendía aplastar a  la población de Gaza, que ya vivía en una cárcel a cielo abierto. Y da respuestas a preguntas cómo: ¿Por qué es una victoria de Palestina? ¿Qué hay de los conflictos internos de Israel? ¿Cómo queda parado Netanyahu? ¿Se refuerza Hamás a partir de ahora? ¿EEUU y las Petromonarquías quedan en evidencia? ¿Y Arabia Saudita y su guerra con Yemen? ¿Qué pasa con Siria y El Líbano? ¡¡Toda una clase de geopolítica!!

En resumen, el pedido unilateral del alto del fuego por parte de Tel Aviv demuestra el fracaso de la sangrienta operación y resulta un serio llamado de atención a Israel, EEUU y sus socios en la región. Querían torcer el brazo a este pueblo, primero con un Apartheid y luego forzarlo a una Diáspora. Sin embargo, como dice Carlos: “LOS VENCEDORES EN EL ORIENTE…. SON LOS PUEBLOS AGREDIDOS”

Eduardo Bonugli (Madrid, 23/05/21)