Por Javier Benitez

El actor Volodímir Zelenski, quien cumple el rol de presidente de Ucrania, parece haber inaugurado un nuevo género en su profesión: el de comediante siniestro, algo muy distinto a lo que es el humor negro. Mientras arrastra a su país al desastre, lanza declaraciones que parecen demostrar que vive en una realidad paralela, por decirlo suavemente.

Lo que bebe, o lo que fuma

Ya lo dijo el canciller de Rusia, Serguéi Lavrov: Zelenski dice muchas cosas, depende de lo que bebe o lo que fuma. Y cada aparición pública, cada declaración que realiza este actor devenido en jefe de Estado, parece dar la razón al jefe de la diplomacia rusa.

Así lo constata una de sus más recientes declaraciones. En la rueda de prensa posterior a la reunión que mantuvo con el secretario general de la ONU, Antontio Guterres, Zelenski, como abstraído de la realidad, abducido mentalmente por no se sabe muy bien qué, dijo que Kiev está dispuesto a llevar a cabo «negociaciones urgentes para la evacuación de Mariupol y espera contar con el apoyo de la ONU».

Ante estas afirmaciones del todo reñidas con la realidad, y ante la insistencia del periodismo ucraniano de exigir plazos –tal como los que Zelenski exigió a la Unión Europea para acabar con la dependencia energética con Rusia–, Guterres tuvo un lapsus de lucidez mental, y le saltó la térmica:

«¿Qué quiere? ¿Quiere que se rescate a la gente o quiere que diga algo que sea un obstáculo para esa tarea? En este momento, sólo puedo decirle que estamos haciendo todo lo posible para que así sea. No voy a entrar en ningún comentario que socave esa posibilidad, porque mi primera y única prioridad es la gente que sufre y la gente que debe ser rescatada», respondió a los periodistas incautos.

Post-it moscovita

También llegó la respuesta de Moscú a estas declaraciones de Zelenski. Bueno, más que respuesta, un ayuda-memoria –como esos ‘post-it’ que suelen colocarse en las puertas de las neveras–, por si Zelenski ya hubiera olvidado lo que el presidente de Rusia, Vladímir Putin, había pronunciado muy poco rato antes.

Así, al comentar la propuesta de entablar negociaciones sobre la evacuación de Azovstal, el portavoz presidencial ruso, Dmitri Peskov, enfatizó que Putin ya ha dicho claramente que «los civiles pueden salir de Azovstal y los militares pueden deponer las armas, esto no es un tema de negociación». Difícilmente se pueda ser más claro.

El director de Dossier Geopolítico, Carlos Pereyra Mele, se muestra contundente al tratar de explicar las actitudes y declaraciones del mandatario ucraniano. “Hacer una saga de las declaraciones de este señor Zelenski, realmente es increíble. Ver las variaciones, las confusiones, las idas y venidas, las supuestas propuestas que hace, que luego se retrotrae, que luego las cambia sobre la marcha, realmente es de un caso psiquiátrico ya prácticamente».

El analista sentencia que las declaraciones de Zelenski “no ameritan nada, más allá de un análisis que deberían realizar algunos profesionales de la salud mental, debido a que estamos ‘jugando’ en un conflicto internacional, que es la primera guerra híbrida global. No estamos hablando de un conflicto Ucrania-Rusia: estamos inmersos en un gigantesco conflicto híbrido global en el que se lucha en el campo militar, en el económico, en el financiero, en el de la ciberseguridad, y en el de la propaganda política».

“Son numerosos ámbitos donde se está desarrollando este gigantesco conflicto, y Zelenski es una pieza ínfima dentro de este gran juego. Su actuación, como buen actor de donde proviene, actor cómico, es justamente eso, una actuación. Él no habla por voz propia, él es un personaje artístico impuesto por grandes grupos financistas internacionales y por oligarcas, que además son de una corruptela gigantesca», concluye Carlos Pereyra Mele.

Publicado por Sputnik: https://mundo.sputniknews.com/20220430/zelenski-practicamente-es-un-caso-psiquiatrico-1124992744.html 

 

El director de Dossier Geopolítico, Carlos Pereyra Mele, en su columna semanal de geopolítica, del Club de La Pluma nos recuerda aquella frase de “HAZ LO QUE YO DIGO PERO NO LO QUE YO HAGO” para desnudar la hipocresía de Europa cuando paga en rublos, y por bajo cuerda, sus imprescindibles productos energéticos de Rusia, mientras presume de incrementar el suministro de armamento a Ucrania. De igual manera que EEUU ha aumentado la compra de barriles de petróleo a Rusia en un 43%, pero que exige a sus socios que incrementen las sanciones. Y en ese contexto nos recuerda lo que ya anticipó hace tiempo: que Europa nunca sangraría por los ucranianos pero que los hará pelear hasta el último de ellos y sin exponer un solo soldado suyo.

Lo que demuestra que ese pueblo está siendo sacrificado en el altar de las industrias armamentísticas y del poder anglosajón. Y también arrastrado por los cantos de sirena de Occidente de forma fanática y sin lógica ni razón. Por lo que no es extraño que comiencen a rendirse en masa, como ocurrió hace unos días en el puerto de Mariupol, a pesar de la ingente cantidad de armas entregadas por EEUU y Europa. 

Y en el tema de las sanciones, Carlos confirma que no existe ya aquella unidad monolítica entre las dirigencias europeas, luego de aplicar tan ágil y dócilmente las decisiones de Washington, al comprobar que serán sus pueblos los que paguen el duro precio de las mismas, acarreando consecuencias trágicas de hondo calado económico y sociopolítico. Tal cual lo señala el propio FMI en su demoledoras previsiones sobre el aumento de la inflación y de una parálisis en la producción. Una dura realidad que ya está presente y que le lleva a anticipar que habrá “rebelión en la granja”. 

También aborda las recientes elecciones en Francia, que hacen pensar en un posible cambio de actitud de esta potencia nuclear y miembro del Consejo de Seguridad de la ONU, tras la segunda vuelta electoral. Ya sea por un hipotético triunfo de Le Pen, que anunció la salida de la OTAN y unas nuevas relaciones con Rusia, como la respuesta que debería dar Macrón si triunfa, al contundente desafío que significan esos 60% de votos contrarios a la UE. 

Luego nuestro director compara aquel mandato de la férrea Merkel, con la frágil Alemania de hoy del canciller Scholz y su gobierno de alianzas imposibles, sometido a la estrategia de EEUU, y que acaba de ser humillado por Zelensky al rechazar la visita del presidente alemán a su país. Además de haber sido obligada a cancelar el gasoducto Nord Stream 2, lo que ha hundido sus escasas reservas de gas y que incrementa el descontento y la preocupación de los capitanes de la poderosa industria germana.

También deja en el aire una esperanza para que el viejo continente renuncie a seguir a la saga de los dictados de Washington y Londres, mientras señala la rusofobia instalada por las inteligencias anglosajonas, que acentúa la incapacidad europea para recuperar un posicionamiento internacional con algo de razón y lógica, para volver a su vieja geopolítica y para componer unos nuevos lazos de unidad con ese enorme país europeo que es Rusia. 

Por otra parte nos confirma que la leyenda de que hay un mundo totalmente encolumnado para atacar a Rusia en todos los ámbitos, es realmente una entelequia. Porque según las últimas votaciones sobre qué países sancionan y cuáles no, demuestran que es a la inversa. Que es la OTAN la que está rodeada, no Rusia.

Tal cual quedó demostrado en el último fracaso europeo en estos días en Buenos Aires, en la asamblea de la Eurolat (que reúne parlamentarios europeos y latinoamericanos), dónde América Latina rechazó la postura contra Rusia que querían imponer los europeos, en una nueva demostración de que el mundo está cambiando. 

Lo que deja claro que el devenir de la historia está en frenar la agresividad violenta y salvaje del mundo anglosajón, que busca impedir el desarrollo de las naciones del mundo y la aparición de un nuevo orden mundial multipolar, más justo para los países del sur.

Eduardo Bonugli (Madrid, 17/04/22)

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El director de Dossier Geopolítico, Carlos Pereyra Mele, nos recomienda desde su columna semanal de geopolítica, del Club de La Pluma, leer en Dossier geopolitico  el artículo “Razones y Detalles de la Guerra de Ucrania”https://dossiergeopolitico.com/2022/03/17/las-razones-y-detalles-de-la-guerra-de-ucrania/                    del jefe de inteligencia suiza, Coronel Jacques Baud, sobre la verdadera efectividad de la operación militar rusa. También  nos recuerda que entre el 70 y el 80% de los jóvenes ucranianos no han acudido a la convocatoria a filas del gobierno de Kiev, por lo que el 40% de su ejército está conformado por mercenarios, muchos de ellos extranjeros, lo que confirma que con la súper censura y con la súper imposición en las redes sociales, Occidente continúa tergiversando la realidad de un mundo que está rápidamente cambiando, También nos informa que los datos de los “Panamá Paper” revelan que Ucrania tiene proporcionalmente la mayor cantidad de políticos y oligarcas corruptos del mundo con dinero negro en paraísos fiscales, incluido su presidente Zelenski.

Y entrando en geopolítica analiza las reflexiones del canciller ruso, Serguéi Lavrov sobre que el conflicto de Ucrania demuestra una inflexión histórica. También reafirma Carlos los análisis en su tanque de ideas -sostenidos durante años-, sobre que la lucha entre los Continentalistas (euroasiáticos) contra los Atlantistas (Estados Unidos, Gran Bretaña y Europa) se desarrolla a una velocidad mayor de la esperada y con el retroceso evidente de estos últimos, siendo Ucrania el reflejo de la impotencia de un “Oxidente Oxidado” y con sus medios tratando de disimularlo.

Y reseña y desgrana ese retroceso del bloque anglosajón, desde la crisis económica del 2008, luego con el fracaso de las Revoluciones Árabes de Hillary Clinton y Macron, con sus ”rebeldes moderados” que se transformaron en terroristas, con la derrota en Siria, también con el fracaso en Irak y con la huida precipitada de Afganistán, todo muy bien disimulado por la prensa, sin olvidar la vergüenza  occidental por el Covid 19, otra derrota global si se compara con los países asiáticos que tuvieron muchos menos muertos, que supieron controlar la enfermedad con mayor rapidez y que recuperaron rápidamente su aparato económico y  productivo.

Y nos dice Pereyra Mele que todos estos fracasos deberían haber llamado a la reflexión a Occidente, pero no aprendió y que continuó con su metodología de mantener su poder a base de conflictos y de tensiones bélicas contra el bloque euroasiático, acompañando su estrategia en el desproporcionado manejo de los medios de comunicación, hasta caer en la máxima hipocresía de librar un supuesto “combate contra la desinformación” a través de la censura de las agencias rusas y de otras incómodas a su relato, y hasta aplicando coacciones a los propios ciudadanos europeos, como el caso de las amenazas de muerte a uno de los mejores analistas geopolíticos españoles, Pedro Baños, por opinar de forma diferente sobre lo que está ocurriendo en Ucrania.

También nuestro director desmitifica el concepto de COMUNIDAD INTERNACIONAL con datos tan reales que aplastan esa fantasía occidental y desmonta la teoría de las sanciones a Rusia que solo han sido acatadas por un mínimo porcentaje de países, algunos a regañadientes y otros de forma parcial y conveniente a sus intereses. Mientras que la mayoría de las naciones consolidan sus relaciones comerciales y de intercambio con China y con el resto de potencias del sudeste asiático. Empezado a utilizar monedas propias en demérito del sistema financiero basado en el dólar

Y concluye nuestro director con que LOS CAMBIOS HAN LLEGADO y que se reflejan en el reducido mapa del atlantismo. Lo que significa un cambio histórico apenas escondido tras la cortina de humo de los medios occidentales, que son como un bonsái pretendiendo tapar la evolución inevitable del gigantesco bosque global.

Eduardo Bonugli (Madrid, 20/03/22)

La Comunidad Internacional segun EEUU y los demas Continenetes o Paises que NO participan de las «sanciones» a Rusia (?)
«Las Guerras OLVIDADAS por OXIDENTE»

Por Luo Siyi (*)

Algunos chinos creen que el conflicto en Ucrania se trata solo de EEUU/OTAN y Rusia. Esta idea es bastante errónea. La participación militar de Rusia en Ucrania es efectivamente el equivalente a que Rusia ayude a China a defenderse de la agresión estadounidense en el frente occidental, porque Ucrania es equivalente a la línea de defensa occidental de China, como se confirmará en el siguiente análisis empírico de la situación geopolítica.

El principal adversario que EEUU quiere debilitar es China, no Rusia

La posición oficial de Estados Unidos, numerosos análisis no gubernamentales y el consenso político alcanzado por los partidos demócrata y republicano han indicado claramente que el principal oponente que Estados Unidos quiere debilitar y atacar es China. Las diversas tácticas de Estados Unidos contra China se formulan bajo este posicionamiento estratégico general. Pero antes de atacar a China, Rusia primero debe ser reprimida por completo.

Comparar las situaciones militar y económica de Estados Unidos y la Unión Soviética durante la Guerra Fría puede ayudar a comprender la dirección de la relación entre Estados Unidos, China y Rusia. La fuerza militar de la Unión Soviética era fuerte, pero su fuerza económica era más débil que la de los Estados Unidos; las fuerzas nucleares de la Unión Soviética estaban básicamente a la par con las de los Estados Unidos, y sus fuerzas convencionales eran extremadamente fuertes. Sin embargo, en comparación con su fuerza militar, las políticas económicas implementadas por la Unión Soviética después de la Segunda Guerra Mundial fueron un gran fracaso. En ese momento, la tasa de crecimiento económico de la Unión Soviética no era significativamente más alta que el promedio mundial. Desde la década de 1970, la tasa de crecimiento del PIB de la Unión Soviética fue en realidad más lenta que la de los Estados Unidos.

Por lo tanto, en esta situación estratégica, Estados Unidos está tratando de cambiar el foco de la lucha a la esfera económica. Incluso en la década de 1980, cuando Reagan estaba construyendo su armamento, Estados Unidos no tenía intención de ir a la guerra con la Unión Soviética. Su intención era ejercer presión económica sobre la Unión Soviética obligándola a una carrera armamentista, es decir, Estados Unidos tenía la intención de utilizar las políticas económicas fallidas de la Unión Soviética después de la Segunda Guerra Mundial contra la Unión Soviética.

Estados Unidos se encuentra exactamente en la posición opuesta para competir con China: Estados Unidos es militarmente más fuerte que China y económicamente más débil. Durante los últimos 40 años de reforma y apertura, la economía de China ha crecido mucho más rápido que la de Estados Unidos. Calculada a tipos de cambio de mercado, la relación entre el agregado económico de China y la de Estados Unidos es aproximadamente el doble que la de la Unión Soviética y Estados Unidos; calculada en paridad de poder adquisitivo, la economía de China ya ha superado a la de Estados Unidos. Recientemente ocurrieron dos importantes crisis económicas internacionales: la crisis financiera internacional de 2007 y la nueva epidemia de coronavirus. Durante este período, la tasa de crecimiento económico de China fue mucho más alta que la de Estados Unidos.

Pero, militarmente, Estados Unidos sigue siendo mucho más fuerte que China. Objetivamente, dado que la fuerza militar de los EEUU es más fuerte, pero la situación económica no es tan buena como la de China, esto significa que la estrategia beneficiosa para los EEUU debería ser cambiar el enfoque de la lucha del campo económico al campo militar.

La historia contrastante ayudará a tener una mayor comprensión de esto. En 1912, el Jefe del Estado Mayor alemán von Moltke hizo la infame declaración de que “dado que la guerra es inevitable, ¡cuanto antes mejor!”. Esta declaración no era un eslogan beligerante vacío para el imperialismo alemán, sino que se basa en consideraciones racionales. En 1912, tanto Rusia como Estados Unidos superaron el crecimiento económico de Alemania, lo que inevitablemente conduciría a que su fuerza militar fuera más fuerte que la de Alemania. Por lo tanto, von Moltke llamó a la guerra lo antes posible.

Este es también el peligro de la actual guerra de Estados Unidos contra China. Hasta que el crecimiento económico de China ayude a su ejército a igualar a Estados Unidos, es posible que Estados Unidos intente usar su poder militar superior para desafiar a China.

Rusia y China

Esto muestra claramente por qué Rusia es un factor importante en la defensa de China. Sin duda, China posee suficientes armas nucleares para representar un serio elemento de disuasión para Estados Unidos. Sin embargo, según estimaciones occidentales, Estados Unidos tiene unas diez veces más ojivas nucleares que China. Esto significa que, sin duda, China puede infligir pérdidas terribles a los Estados Unidos: decenas de millones de muertes estadounidenses. Pero, a pesar de ello, China no ha sido capaz de destruir por completo a Estados Unidos.

La situación en Rusia es diferente. Rusia tiene incluso más ojivas nucleares que Estados Unidos, debido a su herencia del poder militar de la Unión Soviética. Rusia es el único país del mundo capaz de destruir por completo a los Estados Unidos. A la larga, abrumada por políticas económicas fallidas, es posible que Rusia no pueda mantener ese poder. Aún así, durante los próximos cinco a 10 años o más, la capacidad de armas nucleares de Rusia se mantendrá a la par con la de Estados Unidos. Combinadas, las fuerzas nucleares de Rusia y China son sin duda comparables a las de Estados Unidos.

Es decir, Estados Unidos reconoce que en el campo de las armas estratégicas, es decir, las armas nucleares, no se atreve a lanzar un ataque militar contra China y Rusia al mismo tiempo. Por lo tanto, en los próximos 5 a 15 años, mientras China y Rusia unan sus fuerzas, Estados Unidos no se atreverá a lanzar una guerra nuclear contra los dos países, y China puede aprovechar esta oportunidad para construir una fuerza nuclear suficiente para hacer frente a los Estados Unidos. En ese momento, los Estados Unidos solo pueden ser obligados a aceptar que China tiene la capacidad de destruir completamente a los Estados Unidos.

Por lo tanto, la conclusión clara que Estados Unidos saca de esto es que debe dividir las relaciones chino-rusas. Si se puede persuadir u obligar a Rusia a volverse contra China, China será más vulnerable a los ataques militares estadounidenses, incluidos los ataques nucleares.

Estados Unidos conspira para dividir a China y Rusia

Esta línea de pensamiento determina las tácticas que adoptará Estados Unidos. Para tratar con China, Estados Unidos debe dividir las relaciones chino-rusas. El único desacuerdo en los círculos de formulación de política exterior de EE. UU. es cómo persuadir a Rusia para que abandone su amistad con China.

La opinión minoritaria en los círculos de política exterior de EE. UU. es que la expansión de la OTAN hacia el este (que inevitablemente representa una amenaza para Rusia) es un terrible error, porque llevará a Rusia a acercarse a China en defensa propia. George Kennan, autor del famoso «Long Telegraph» y fundador de la política de contención estadounidense de la era de la Guerra Fría, analizó en 1997: «A fines de 1996, por alguna razón, la idea de ’la OTAN se expandía hacia el este hasta la frontera rusa’ se hizo popular… pero es solo una apuesta peligrosa… y la ampliación de la OTAN sería, francamente, el error más mortífero de la política estadounidense posterior a la Guerra Fría».

John Mearsheimer, uno de los analistas de política exterior más prominentes de Estados Unidos, hizo un comentario similar. En 2014, publicó un artículo titulado «¿Por qué la crisis de Ucrania es culpa de Occidente?». Luego culpó a Estados Unidos por la crisis de Ucrania en un discurso en YouTube que obtuvo 13 millones de visitas.

Jack Matlock, el último embajador de Estados Unidos en la Unión Soviética, adoptó una postura similar. El Instituto Cato (CATO), un famoso grupo de expertos estadounidense, señaló: «Los analistas de política exterior realistas estadounidenses que abogan por la política de contención advirtieron hace 25 años que la alianza militar más poderosa de la historia (OTAN) es para tratar con una gran potencia. La continua expansión hacia el este no terminará bien. El conflicto en Ucrania lo confirma contundentemente… La historia mostrará que en las décadas posteriores al colapso de la Unión Soviética, la OTAN continuó expandiéndose hacia el este, y Estados Unidos hizo oídos sordos a las advertencias de Rusia. Fue un gran error de política».

Estados Unidos intenta dividir a China y Rusia haciendo concesiones a Rusia

Otra forma en que Estados Unidos está tratando de dividir a China y Rusia es abogar por hacer concesiones a Rusia a cambio de que renuncie a su buena relación con China. La exsecretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, ha pedido retóricamente un “reinicio” de las relaciones entre EEUU y Rusia sin grandes concesiones, aunque ahora ha abandonado esa posición por completo.

Trump también cortejó verbalmente al presidente ruso Vladimir Putin durante su presidencia y evitó que otros funcionarios estadounidenses se reunieran a solas con Putin durante mucho tiempo. Pero Trump no ha cambiado drásticamente la política de EEUU hacia Rusia y, por lo tanto, Rusia no lo ha hecho: Rusia sigue teniendo buenas relaciones con China.

Kissinger, por otro lado, es mucho más pragmático que Trump y entiende que es imposible lograr que Rusia renuncie a su buena relación con China simplemente hablando. Así que propuso algunos compromisos reales con Rusia, especialmente aceptando a Crimea como parte de Rusia.

Pero estas concesiones son triviales en comparación con la principal preocupación de Rusia: Ucrania no debería unirse a la OTAN, porque si Ucrania se uniera a la OTAN, un misil lanzado desde Ucrania podría llegar a Moscú a los pocos minutos de vuelo, lo que sería intolerable para Rusia. Amenazas militares; la entrada de Ucrania en la OTAN también afectan la situación en la región de Donbass, en el este de Ucrania, que es tanto una región de habla rusa como la región económica más importante de Ucrania.

En general, el intento de esta facción en el círculo de política exterior de los EEUU de “engatusar” a Rusia para que abandone la relación amistosa entre Rusia y China ha fracasado porque no tiene la intención real de hacer concesiones importantes a Rusia, sino que solo tiene la intención de utilizar esto, con la esperanza de que Rusia autodestruya la Gran Muralla, en desacuerdo con China.

Estados Unidos está tratando de usar la política del «gran garrote» para dividir las relaciones entre Rusia y China

Por lo tanto, el tercer punto de vista de los Estados Unidos es tratar de utilizar la política del «gran garrote» para socavar las buenas relaciones entre Rusia y China. Esto es en realidad una continuación de la política estadounidense de «garrote» después del colapso de la Unión Soviética en 1991.

La desintegración de la Unión Soviética destaca la naturaleza de la política estadounidense hacia Rusia. Cuando aún existía la Unión Soviética, Estados Unidos juró que solo estaba en contra del comunismo, pero era amistoso con el pueblo ruso y les deseaba una buena vida, exactamente como lo dice ahora a China.

Si es así, luego del colapso de la Unión Soviética y el colapso del comunismo en Rusia en 1991, Estados Unidos debería tener una política amistosa hacia Rusia. Esto es ciertamente lo que esperan aquellos en Rusia que creen en la propaganda estadounidense.

Desde principios de 1992, me mudé a Moscú. Se puede decir que no había ningún país en el mundo que fuera más pro-estadounidense que Rusia en ese momento. Había periódicos bilingües ruso-inglés, periódicos en inglés, estaciones de radio en inglés en Rusia en ese momento; los extranjeros, especialmente los estadounidenses, eran tratados con especial respeto, literalmente eran «Dios». Estos son similares a lo que vi en algunos grupos cuando comencé a trabajar en China en 2009.

A principios de 1992, cuando les expliqué a los rusos que cualquiera que creyera en la propaganda oficial de los EEUU era ingenuo y que los EEUU en realidad querían debilitar a Rusia, no ayudarla a fortalecerse, calculé que el 90% de las personas en ese momento no estaban de acuerdo conmigo. Mucha gente pensó que estaba diciendo tonterías.

Pero sé que el tiempo lo cambia todo. Por la naturaleza de Estados Unidos y sus políticas, encontrará formas de debilitar y reprimir a Rusia. Pero en Rusia, la fuerza más poderosa es el patriotismo, por lo que, a medida que se aclara la naturaleza de la política estadounidense hacia Rusia, el patriótico pueblo ruso luchará para defender a su país y perderá la ilusión de la propaganda estadounidense. El proceso no tardó en comenzar.

Primero, a los pocos meses, después de adoptar las políticas capitalistas propugnadas por los Estados Unidos, Rusia marcó el comienzo de una catástrofe económica: de 1991 a 1998, Rusia sufrió la peor recesión económica de su historia en tiempos de paz.

En segundo lugar, estalló la guerra en el territorio de la antigua Unión Soviética, especialmente entre Azerbaiyán y Armenia, y comenzó a surgir el separatismo checheno dentro de Rusia.

Luego, en octubre de 1993, Yeltsin dio un golpe armado con el apoyo de Estados Unidos, bombardeando el parlamento ruso con tanques.

Las cinco rondas de expansión de la OTAN hacia el este han hecho que Rusia vea claramente la esencia de Estados Unidos

Pero es la alianza militar antirrusa, la expansión hacia el este de la OTAN hasta la frontera rusa, lo que pone de manifiesto la esencia de la política de agresión estadounidense.

Después del colapso de la Unión Soviética en 1991, Rusia intentó inicialmente cooperar con EEUU/OTAN, lo que pone de relieve la política engañosa de EE UU hacia Rusia. Putin ha confirmado que Rusia ha propuesto su propia adhesión a la OTAN: Rusia, como miembro de la OTAN, tendrá poder de veto para evitar que la OTAN agreda a Rusia.

La razón del rechazo de Estados Unidos a esto es tal como lo señala Zbigniew Brzezinski, ex asesor de seguridad nacional de Estados Unidos y un importante teórico de la política exterior estadounidense, en su libro The Big Chess Game: “Cualquier compromiso con Rusia sobre la expansión de la OTAN hacia el este no tendrá la consecuencia de convertir a Rusia en un miembro de facto de la toma de decisiones de la OTAN».

Luego, Rusia ayudó a la invasión estadounidense de Afganistán después de los ataques terroristas del 11 de septiembre; Rusia ofreció honestamente: “¡Los yihadistas fundamentalistas son nuestro enemigo común, cooperemos!” Uzbekistán y Kirguistán establecieron bases militares, pero cuando la naturaleza de esas bases, intervenir en Asia Central y que contiene Rusia, se reveló, Estados Unidos fue expulsado de Uzbekistán y Kirguistán en 2005 y 2014, respectivamente.

Pero ninguno de estos intentos de cooperación entre Rusia y Estados Unidos ha valido la pena. En cambio, Estados Unidos ha comenzado a continuar expandiendo sus capacidades militares a lo largo de la frontera rusa a través de la OTAN. En 1999, bajo el liderazgo de los Estados Unidos, Hungría, Polonia y la República Checa se unieron a la OTAN; en 2004, siete países, incluidos Bulgaria, Estonia, Letonia, Lituania, Rumania, Eslovaquia y Eslovenia, se unieron a la OTAN; en 2009, Albania y Croacia se unieron OTAN; en 2017 En 2020, Montenegro se unió a la OTAN; en 2020, Macedonia del Norte se unió a la OTAN.

Finalmente, en 2007, ante el continuo despliegue militar de la OTAN en las zonas fronterizas de Rusia, Putin abandonó la ilusión de una coexistencia pacífica con Estados Unidos y señaló claramente la naturaleza agresiva de la expansión hacia el este de la OTAN en un discurso en la Conferencia de Seguridad de Munich.

En este marco, Ucrania es claramente un tema decisivo por su proximidad geográfica a Rusia. La distancia desde la capital de Ucrania, Kiev, hasta Rusia es de solo 862 kilómetros: los misiles lanzados desde Ucrania llegaron a Moscú en minutos, lo que hizo posible un ataque relámpago sobre Rusia. Como resultado, Rusia ha dejado en claro en repetidas ocasiones que la membresía de Ucrania en la OTAN representaría una amenaza militar inaceptable para Rusia.

Si Ucrania se une a la OTAN, representará una amenaza mortal para Rusia

Estados Unidos respondió que Ucrania tiene el «derecho soberano» de unirse a cualquier alianza militar a la que desee unirse. Pero Estados Unidos debe saber que esta afirmación es pura sofistería.

Por ejemplo, cuando la Unión Soviética desplegó misiles en Cuba durante la Crisis de los Misiles en Cuba en 1962, Estados Unidos nunca afirmó que no se oponía al despliegue soviético de misiles en Cuba porque Cuba tenía el «derecho soberano» de unirse a cualquier alianza militar. Aunque La Habana está a 1.826 kilómetros de Washington, el doble de la distancia de Kiev a Moscú, Estados Unidos ha dejado claro que estaba preparado para arriesgarse a una guerra nuclear mundial impidiendo que la Unión Soviética desplegase misiles en Cuba.

Afortunadamente, en 1962, los líderes soviéticos se dieron cuenta de que tratar de desplegar misiles tan cerca de Estados Unidos que mantendrían a Estados Unidos en una posición de defensa constante contra ataques con misiles sería un riesgo poco realista: un Estados Unidos con armas nucleares, por ejemplo. Así, la Unión Soviética retiró los misiles de Cuba, resolviendo así pacíficamente la crisis.

Pero la insistencia de Estados Unidos en el derecho de Ucrania a unirse a la OTAN, creando así la situación actual, condujo a la guerra. En resumen, Estados Unidos finalmente eligió la política más agresiva de todas las posibles políticas de Rusia.

EEUU tiene diferencias tácticas sobre cómo tratar con China

Aunque existen algunos desacuerdos sobre la política de EEUU hacia Rusia, es importante señalar que, en la gran mayoría de los casos, esto no es más que un desacuerdo táctico. Casi todos los involucrados en dar forma a la política exterior de EEUU están de acuerdo en que el problema estratégico más importante para EEUU es impedir el desarrollo de China.

Por ejemplo, como se muestra arriba, Mearsheimer, quien ha criticado duramente la política de EEUU hacia Rusia y los intentos de la OTAN de atraer a Ucrania a la OTAN, ha dejado en claro que cree que es necesario socavar la buena relación entre Rusia y China para estar en mejores condiciones para lidiar con China: «Rusia no es una amenaza seria para los Estados Unidos. Nos enfrentamos a una amenaza seria en el sistema internacional. Nuestro competidor es China. Nuestras políticas en Europa del Este están socavando nuestra capacidad para lidiar con la mayor amenaza que enfrentamos hoy… Primero, debemos retirarnos de Europa y centrarnos en China; segundo, debemos esforzarnos por establecer relaciones amistosas con los rusos para unir a Rusia y controlar China. En un mundo donde China, Rusia y los Estados Unidos coexisten «Estados Unidos debería atraer a Rusia a su lado de esta manera. En cambio, lo que ha hecho nuestra estúpida política en Europa del Este es empujar a Rusia completamente al otro lado. Viola el principio de la política de equilibrio de poder».

A diferencia de Mearsheimer, Zbigniew Brzezinski apoya la expansión hacia el este de la OTAN y tiende a presionar a Rusia para que divida las relaciones chino-rusas. Brzezinski fue contundente sobre la política de Estados Unidos hacia Rusia y China: «Por primera vez en la historia, un estado no euroasiático ha emergido no solo como el principal árbitro de las relaciones de poder de Europa continental, sino también como la primera potencia mundial. El fracaso y el colapso de la Unión Soviética fue el paso final en el rápido ascenso de una potencia del Hemisferio Occidental, los Estados Unidos, al estatus de la única y de hecho la primera potencia verdaderamente global». De esto concluyó: «Tres Elementos de la Geoestrategia Imperial: prevenir la colusión de los estados vasallos y mantener su dependencia del Imperio para la seguridad; preservar la subordinación de los estados vasallos y preservar la protección que se les brinda; prevenir la unión de las naciones bárbaras».

En una palabra, algunas personas en la política exterior de EEUU quieren dividir a Rusia y China presionando a Rusia, mientras que otras esperan dividir a Rusia y China haciendo concesiones a Rusia. Pero sus objetivos estratégicos son los mismos, y las únicas diferencias son las tácticas: es necesario dividir a Rusia y China para aplicar mejor las políticas que debilitan a China. Todos ellos entienden que la buena relación entre Rusia y China, especialmente la fortaleza económica de China y la fortaleza militar de Rusia, es un gran obstáculo para que Estados Unidos trate con China. Por lo tanto, es necesario dividir a Rusia y China a través de «zanahorias» o «palos grandes».

Si el intento de Estados Unidos de dividir a China y Rusia tiene éxito, ¿qué impacto tendrá en China?

Si el intento de Estados Unidos de dividir a China y Rusia tiene éxito, el impacto en China sin duda será enorme. El desarrollo económico de China significa que eventualmente podrá crear una fuerza militar que rivalice con Estados Unidos. Pero esto no se puede hacer de la noche a la mañana. Si Rusia abandona su buena relación con China, China se enfrentará a un Estados Unidos militarmente más fuerte, especialmente en el campo de las armas nucleares. Estados Unidos tiene más de 3500 ojivas nucleares, varias veces más que China.

Estados Unidos tiene una ventaja nuclear considerable sobre China. Sin embargo, Rusia también tiene más de 3.500 ojivas nucleares heredadas de la Unión Soviética. Entonces, si Rusia y China unen sus fuerzas, estarán más o menos a la par con los EEUU en términos de armas nucleares.

El arsenal nuclear de China tiene la capacidad de infligir pérdidas y muertes espantosas en los Estados Unidos, y podría ser un elemento disuasorio serio para los Estados Unidos. Pero eso no cambia el hecho de que en el caso más extremo, el de una guerra nuclear, Estados Unidos tiene una ventaja sobre China, y si Rusia y China se unen estarán a la altura de Estados Unidos en términos nucleares, que Estados Unidos debería tener en cuenta.

En el campo de las armas convencionales, la situación es similar. Es completamente irreal que Estados Unidos lance una guerra convencional total contra China (o Rusia). Sin embargo, dado que Estados Unidos ha utilizado la fuerza militar contra países más débiles como Irak, Libia, Siria y otros, no se debe descartar la posibilidad de un conflicto local entre Estados Unidos y China o Rusia.

En este caso, las fuerzas militares convencionales combinadas de Rusia y China son mucho más fuertes que las suyas. Por lo tanto, si bien no existe una alianza militar entre China y Rusia, Estados Unidos debe tener en cuenta que si lanza una guerra de agresión contra países de interés común para Rusia y China, es posible que tenga que tratar con Rusia y China proporcionando indirectamente o asistencia directa a los países atacados por el apoyo militar de los Estados Unidos.

Además de estos factores militares y económicos, la política estadounidense hacia Rusia también ha tenido implicaciones políticas directas para China. Al igual que Rusia en 1991, hay personas en China que afirman que Estados Unidos no es agresivo y/o simplemente se opone al comunismo. Pero la política de EEUU hacia Rusia muestra que se ha demostrado que este punto de vista es completamente erróneo. Después de 1991, Rusia era un país capitalista, no comunista, pero Estados Unidos continuó reprimiéndolo. Durante el primer mandato de Yeltsin y en los primeros días de la presidencia de Putin, Rusia tomó una serie de medidas para tratar de hacer las paces con Estados Unidos, pero Estados Unidos siguió presionando a Rusia para que se acercara más.

Declaraciones como «Estados Unidos está presionando a Rusia en cada paso del camino porque solo está en contra del comunismo» y «Estados Unidos está presionando a Rusia en cada paso del camino en pura ’defensa propia’» no pueden resistir la prueba de los hechos. Entonces la pregunta es, ¿por qué Estados Unidos continúa implementando la política de presionar a Rusia paso a paso? ¿Qué implicaciones tiene esto para China?

Estados Unidos está presionando a Rusia paso a paso, porque no quiere que Rusia y Europa se acerquen demasiado

Para responder a esta pregunta, es necesario saber que incluso después del colapso de la Unión Soviética, Rusia siguió siendo el país más poderoso de Europa. Tiene una población de 144 millones, casi tanto como Alemania (83 millones) y Francia (67 millones) juntas. Debido a su vasto territorio, Rusia es el país más grande del mundo por área geográfica y también tiene la mayor cantidad de recursos naturales del mundo: energía, metales, materias primas de todo tipo, etc. El poder militar de Rusia supera con creces al de cualquier otro país europeo. Por lo tanto, cómo tratar a Rusia ha sido, y seguirá siendo, un tema estratégico definitorio de la geopolítica europea (y luego de otros países con relaciones europeas) durante siglos.

El objetivo más importante de la política exterior «hegemónica» de EEUU es garantizar que Rusia quede excluida de todo el sistema económico y político europeo. La razón es que Europa Occidental más Rusia es tan poderosa económica y militarmente como Estados Unidos. Europa Occidental tiene una industria manufacturera altamente desarrollada pero carece de materias primas y energía, algo que Texas y otros «estados de materias primas» en los EEUU tienen. Pero los recursos energéticos y de materias primas de Rusia no solo son comparables a los de Estados Unidos, sino más que los de Estados Unidos. Europa occidental más Rusia está a la par económicamente con los EEUU. Sin embargo, la propia Europa occidental no es tan poderosa como Estados Unidos.

Estados Unidos concluyó de esto que debe comprometerse estratégicamente a dividir Europa occidental de Rusia. Esta es la razón por la que, por ejemplo, Estados Unidos se opuso tan firmemente al uso de petróleo y gas ruso por parte de Alemania y Europa Occidental, inicialmente en medio de la fuerte oposición de Reagan al primer gasoducto de gas natural de la Unión Soviética a Europa Occidental, hasta que Estados Unidos recientemente trató de bloquear el flujo de petróleo y gas del proyecto de gasoducto Nord Stream 2 de Rusia a Alemania. Por lo tanto, en comparación con Estados Unidos, dividir Europa Occidental y Rusia es un objetivo estratégico importante de Estados Unidos para debilitar a Europa Occidental y Rusia.

Por lo tanto, Estados Unidos reprime a Rusia no porque Rusia sea un país comunista, ni porque Rusia sea agresiva. Estados Unidos está haciendo esto para evitar que Rusia se vuelva poderosa, ya sea que Rusia sea comunista o capitalista.

Como escribió Paul Wolfowitz, ex subsecretario de defensa para políticas en la administración Bush, en su Guía de política de defensa de 1992: «Nuestra política (post-soviética) ahora debe reenfocarse en prevenir el surgimiento de cualquier competidor global potencial en el futuro». Tenga en cuenta que este pasaje no se enfoca en el tema del comunismo o el capitalismo, solo que ningún otro país debe ser lo suficientemente fuerte como para ser un competidor de los Estados Unidos. Dicho esto, la pregunta clave no es si Rusia es un país comunista o capitalista, sino que debería ser más débil que Estados Unidos. Más tarde, Estados Unidos implementó exactamente la misma política hacia China.

Entonces, la solución más extrema/ideal para que Estados Unidos debilite a Rusia es desmembrarla. En la década de 1990, los medios estadounidenses publicaron varios artículos analíticos que pedían la división de Rusia en la «Rusia europea» y una «Federación siberiana» independiente. Sin embargo, aunque la mayoría de los analistas estadounidenses creen que es imposible desmembrar sustancialmente a Rusia, todas las políticas que podrían debilitar a Rusia se consideran correctas.

Esta es exactamente la misma política que Estados Unidos ha adoptado hacia China. La razón fundamental por la que Estados Unidos reprime a China no es que China sea un país comunista, sino que China se ha vuelto fuerte; por supuesto, es el comunismo lo que hace que China sea fuerte. Por lo tanto, el propósito de EEUU es debilitar a China, ya sea un país comunista o un país capitalista.

Estados Unidos es bien conocido por sus intentos de apoyar a los separatistas taiwaneses en la búsqueda de una política de debilitamiento de China. Pero no todos en China saben que a las fuerzas más extremas de los Estados Unidos les gustaría que China se desintegre automáticamente, al igual que la Unión Soviética. Por supuesto, esto sería ideal para EEUU, porque debilitaría permanentemente a China.

Política alemana y francesa hacia Rusia

Estados Unidos, Alemania y Francia comparten un gran acuerdo sobre cómo tratar a Rusia, pero no son del todo coherentes. Alemania y Francia dominan conjuntamente la UE: si las dos partes están de acuerdo, ningún otro país puede detenerlos. Pero si a Rusia se le permitiera desempeñar un papel real en el sistema de la UE, ya sea como miembro de pleno derecho o simplemente como influencia indirecta, entonces Alemania y Francia ya no podrían controlar completamente la situación en Europa.

Por ello, aunque por razones diferentes, tanto Francia como Alemania respaldan la posición de EEUU de que Rusia debe ser realmente excluida del sistema europeo. Esta es la razón por la que los ingenuos intentos de Rusia de convertirse en parte del sistema europeo en la década de 1990 y principios de la de 2000 siempre estuvieron condenados al fracaso.

Existen algunas diferencias entre la política de la UE hacia Rusia y la política de EEUU hacia Rusia, y aunque ambas partes ven la necesidad de excluir a Rusia del sistema europeo general, Alemania en particular se beneficia del comercio con Rusia en los sectores de energía y materias primas por razones económicas. La fabricación alemana es muy eficiente y competitiva internacionalmente, pero Alemania carece de energía y materias primas. Como resultado, Alemania está realizando una política de seguir militarmente a los Estados Unidos, pero al mismo tiempo perseguir sus propios intereses económicos, como participar en la construcción del proyecto del oleoducto Nord Stream 2.

Sin embargo, EEUU, que quiere debilitar económicamente a Alemania, se opone a la construcción del proyecto de gasoducto Nord Stream 2, al igual que antes se opuso a otros proyectos de gasoductos de Rusia a Alemania. Estados Unidos sabe que Alemania depende militarmente de Estados Unidos, por lo que para lograr sus objetivos secundarios, será necesario de vez en cuando aumentar las tensiones militares con Rusia, obligando a Alemania a elegir bando entre Estados Unidos y Rusia, con el fin de socavar la relación económica germano-rusa.

La expansión hacia el este de la OTAN es claramente una política agresiva contra Rusia y, por lo tanto, una política ideal para los Estados Unidos. Brzezinski, por ejemplo, señaló específicamente que la ampliación de la OTAN no solo se ocupará de Rusia, sino que también garantizará que Europa occidental sea más débil que Estados Unidos: «Es lógico que una Europa y una OTAN ampliadas sean de gran ayuda para que Estados Unidos lograr su política a corto y largo plazo. Una Europa ampliada expandiría la esfera de influencia estadounidense, absorbiendo nuevos miembros de Europa Central, agregando miembros pro-estadounidenses a la Comisión Europea, en lugar de crear simultáneamente una política políticamente superior. Una Europa integradapronto podría desafiar a los Estados Unidos en cuestiones geopolíticas de vital importancia para los Estados Unidos».

El objetivo principal de la política agresiva de EEUU es debilitar a Rusia y dividir a China y Rusia, y el objetivo secundario es debilitar a Alemania; por ejemplo, al retrasar o cancelar el proyecto de gasoducto de gas natural Nord Stream 2, EEUU interrumpe la relación económica entre Alemania y Rusia, logrando este objetivo.

En resumen, la política de EE. UU. apunta a lograr varios objetivos: Lo más importante es tratar de dividir a Rusia y China para facilitar que Estados Unidos trate con China; el segundo es debilitar a Rusia; el tercero es debilitar el poder de Alemania en relación con los Estados Unidos.

¿Cuál es el impacto directo del resultado del conflicto de Ucrania en China?

Entonces, la pregunta es, ¿qué tipo de impacto directo tendrán estos temas estratégicos involucrados en el conflicto de Ucrania en China?

Primero, debe entenderse que, independientemente del resultado a corto plazo del conflicto en Ucrania, dentro de un marco diseñado para convertir a Rusia y China en una mala relación, la política de represión de EEUU contra Rusia continuará. Claramente, EEUU prefiere que Rusia sufra una derrota en el conflicto de Ucrania: quiere que la derrota de Rusia conduzca a un gobierno pro occidental y anti-China para reemplazar a Putin.

Pero EEUU ha dejado en claro que incluso si Rusia gana el conflicto de Ucrania, la represión de EEUU contra Rusia y China continuará. En un artículo titulado «Estados Unidos y sus aliados están haciendo silenciosamente planes de contingencia para las operaciones guerrilleras a largo plazo y el gobierno en el exilio de Ucrania», el Washington Post señaló que fue la posibilidad de una toma rusa de Kiev lo que llevó a Washington y la Unión Europea para hacer planes. Pero incluso en este escenario, EEUU seguirá tratando de presionar y desestabilizar a Rusia: «Las formas occidentales de apoyar la resistencia ucraniana han comenzado a tomar forma, pero los funcionarios se han mostrado reacios a discutir planes detallados, que se basan en la victoria militar de Rusia. Pero, como primer paso, los aliados de Ucrania están planeando cómo ayudar a Ucrania a crear un «gobierno en el exilio» que podría dirigir directamente las operaciones de guerrilla contra los ocupantes rusos, según varios funcionarios estadounidenses y europeos…

En diciembre, algunos funcionarios estadounidenses vieron al ejército ucraniano haciendo preparativos militares…

En una visita oficial, un comandante de operaciones especiales de Ucrania le dijo al representante Michael Waltz, republicano por Florida, al representante Seth Moulton, demócrata por Massachusetts, y a otros legisladores que estaban cambiando los programas de capacitación para enfocarse en mantener la Resistencia de las fuerzas armadas, confiando en tácticas de estilo guerrillero.

El suministro de armas de EEUU al ejército ucraniano, así como el flujo constante de armas hacia el país, ha sido fundamental para el éxito de la resistencia, dijeron funcionarios del gobierno de EEUU. La administración Biden ha pedido al Congreso 10 mil millones de dólares en fondos de emergencia. De esto, 4.8 mil millones irán al Departamento de Defensa de los EEUU para asistencia militar a Ucrania…

En resumen, la represión de EEUU contra Rusia continuará, con el objetivo estratégico de debilitar a Rusia mientras la obliga a abandonar su buena relación con China.

«La guerra no es más que la continuación de la política por otros medios»

En segundo lugar, vale la pena señalar que, en términos de política real, discutir si la invasión rusa de Ucrania es una forma táctica sensata de contrarrestar los ataques de EEUU es superfluo en absoluto, después de todo el conflicto que ya ha ocurrido. El punto es cómo resulta la batalla. Si se acepta a Ucrania como miembro de la OTAN, es decir, si se frustran los esfuerzos de Rusia para evitar que Ucrania se una a la OTAN, sería un gran paso adelante para Estados Unidos en la represión de Rusia, y Estados Unidos podría ejercer más presión sobre Rusia para forzar la enemistad de Rusia con China.

Del mismo modo, nadie en China necesita responder a la pregunta de si la participación militar de Rusia en Ucrania es la estrategia correcta para hacer frente a la situación. El impulso de China de buscar una solución al problema de Ucrania a través del diálogo y la consulta es totalmente correcto. No es necesario que discutamos si esta acción militar de Rusia es correcta o no. Esto no cambia el caso base.

En su libro de 1915 “La bancarrota de la Segunda Internacional”, Lenin expresó claramente su comprensión de la guerra: «De estas teorías, quizás la más superficial es la teoría del ’culpable’: cuando somos atacados, nos defendemos; los intereses del proletariado exigen un contraataque contra los destructores de la paz en Europa. Esto es una copia de las declaraciones de los gobiernos y los clichés de todas las prensas burguesas y pornográficas del mundo…»

Para la guerra, los estrategas militares tienen sus propios puntos de vista únicos. El punto importante de Clausewitz, uno de los más grandes teóricos militares en la historia de la guerra mundial, «la guerra no es más que la continuación de la política por otros medios» es el más representativo… Esto también es consistente con Marx y Engels. Desde su punto de vista, creen que cualquier guerra se trata de la continuación de la política de las grandes potencias y las diversas clases de esos países durante un cierto período de tiempo.

En el párrafo 63 de «Sobre la guerra prolongada», Mao Zedong también adoptó la famosa opinión de Clausewitz de que «la guerra es la continuación de la política».

Dado que «la guerra es una continuación de la política», no hay necesidad de que nadie se involucre en la discusión de las tácticas militares de Rusia, ya sea que Rusia tenga razón o no al librar esta guerra en este momento. Obviamente, se trata de política. Si Rusia pierde en esta guerra, significaría un riesgo mucho mayor, la posibilidad de que Ucrania se una a la OTAN, y por lo tanto una mayor presión sobre Rusia para que abandone las relaciones amistosas con China.

Tendencias en la política mundial: el surgimiento de fuerzas extremas contra China en los Estados Unidos

Por supuesto, al final, la situación en Ucrania provocará un cambio importante en la estructura mundial y el resultado tendrá múltiples efectos en el mundo. Al mismo tiempo, Estados Unidos está intensificando su represión contra China. Como se mencionó anteriormente, no importa qué diferencias tengan los analistas de política exterior de EEUU sobre Ucrania y la OTAN, casi siempre adoptan una postura anti-China.

Por ejemplo, Pompeo, exsecretario de Estado de EE. UU. y primer candidato presidencial republicano en 2024, pidió públicamente a EEUU que reconociera a Taiwán como un «país soberano»: Elbridge Colby, subsecretario adjunto del departamento de Defensa de EE. UU., también pidió que Estados Unidos inicie una «guerra limitada» con China por Taiwán, es decir, una guerra que, según Colby, debería ser librada por Estados Unidos.

Las opiniones de Pompeo y Colby muestran que, en comparación con el pasado, cuando solo los sectores políticos extremistas clamaban por la guerra, un pequeño número de personas en el establecimiento de la política exterior de los EEUU han cruzado abiertamente la línea roja trazada por China en el tema de Taiwán, o están activamente preparando la guerra contra China.

Esto, por supuesto, tendrá el impacto estratégico más profundo en China. Desde 1978, la política de desarrollo de China se ha basado en una premisa importante: que prevalezca la paz mundial. Es decir, aunque lamentablemente las guerras locales son inevitables, las guerras entre grandes potencias no estallan. Pero el impulso de EEUU hacia Rusia, y el hecho de que el establecimiento de la política exterior de EEUU (incluso una minoría) haya cruzado por completo la línea roja trazada por China en Taiwán, significa que la premisa debe revisarse.

Solo aquellos en el centro de la toma de decisiones geopolíticas, no los analistas externos, pueden tener en cuenta con precisión las implicaciones de esto y emitir juicios precisos. Pero dada la naturaleza cada vez más agresiva de la política exterior estadounidense, está claro que es necesario planificar con anticipación.

En conclusión

Volviendo a lo que está sucediendo en Ucrania, por supuesto que es una tragedia terrible. La declaración de política exterior de China que llama a la moderación por todas las partes es claramente correcta. Es mucho mejor negociar un trato que estallar en conflicto. La portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, Maria Zakharova, dejó en claro: «Esperamos que nuestro objetivo, el regreso de Ucrania a la posición en la Declaración de Independencia, se logre la neutralidad y la cooperación con Rusia… Si podemos negociar nuestros objetivos en Ucrania, todos mejor.»

Pero la situación en Ucrania se ha desarrollado hasta ahora debido a la continua expansión hacia el este de la OTAN dirigida por Estados Unidos y su intento de atraer a Ucrania a la OTAN, lo que representa una amenaza mortal para Rusia. Por lo tanto, Rusia no tiene retirada y debe ganar. Ucrania es la última línea de defensa de Rusia en el oeste. Sin embargo, como se mencionó anteriormente, también es la línea de defensa occidental de China.

(*)Luo Siyi. Investigador principal del Instituto Chongyang de Investigación Financiera, Universidad Renmin de China

Michael Hudson Eurasia Review

Los imperios suelen seguir el curso de una tragedia griega, provocando precisamente el destino que buscaban evitar. Ese ciertamente es el caso con el Imperio estadounidense, ya que se desmantela a sí mismo en cámara no tan lenta.

El supuesto básico de la previsión económica y diplomática es que cada país actuará en su propio interés. Tal razonamiento no es de ayuda en el mundo de hoy. Los observadores de todo el espectro político están utilizando frases como « dispararse a sí mismos en su propio pie » para describir la confrontación diplomática de Estados Unidos con Rusia y sus aliados por igual. Pero nadie pensó que el Imperio Estadounidense se autodestruiría tan rápido.

Durante más de una generación, los diplomáticos estadounidenses más destacados han advertido sobre lo que pensaban que representaría la última amenaza externa: una alianza de Rusia y China dominando Eurasia. Las sanciones económicas y la confrontación militar de Estados Unidos han unido a estos dos países y están empujando a otros Estados a su órbita euroasiática emergente.

Se esperaba que el poder económico y financiero estadounidense evitara este destino. Durante el medio siglo transcurrido desde que Estados Unidos abandonó el oro en 1971, los bancos centrales del mundo han operado con el patrón dólar, manteniendo sus reservas monetarias internacionales en forma de valores del Tesoro, depósitos bancarios, acciones y bonos de Estados Unidos. El estándar de letras del Tesoro resultante ha permitido a este país norteamericano financiar su gasto militar en el extranjero y la adquisición de inversiones en otros países simplemente mediante la creación de pagarés en dólares. Los déficits de la balanza de pagos de EEUU terminan en los bancos centrales de los países con superávit de pagos como sus reservas, mientras que los deudores del Sur Global necesitan dólares para pagar a sus tenedores de bonos y realizar su comercio exterior.

Este privilegio monetario, el señoreaje del dólar, ha permitido a la diplomacia estadounidense imponer políticas neoliberales al resto del mundo, sin tener que usar mucha fuerza militar propia, excepto para apoderarse del petróleo del Cercano Oriente.

La reciente escalada de sanciones de Estados Unidos que bloquean el comercio y la inversión de Europa, Asia y otros países con Rusia, Irán y China ha impuesto enormes costos de oportunidad, el costo de oportunidades perdidas, a los aliados de Norteamérica. Y la reciente confiscación de las reservas de oro y divisas de Venezuela, Afganistán y ahora Rusia [El oro de Libia también desapareció después del derrocamiento de Muammar Gaddafi por parte de la OTAN en 2011], junto con el acaparamiento selectivo de cuentas bancarias de extranjeros adinerados (con la esperanza de ganar sus corazones y mentes, seducidos por la esperanza de la devolución de sus cuentas embargadas), ha acabado con la idea de que las tenencias en dólares –o ahora también los activos en libras esterlinas y en euros, satélites del dólar de la OTAN– son un refugio de inversión seguro cuando las condiciones económicas mundiales se vuelven inestables.

Así que estoy algo disgustado al ver la velocidad a la que este sistema financiarizado centrado en los Estados Unidos se ha desdolarizado en el lapso de solo uno o dos años. El tema básico de mi superimperialismo ha sido cómo, durante los últimos cincuenta años, el estándar de las letras del Tesoro de los Estados Unidos ha canalizado los ahorros extranjeros hacia los mercados financieros y los bancos de los Estados Unidos, dando un paseo gratis a la diplomacia del dólar. Pensé que la desdolarización estaría liderada por China y Rusia tomando el control de sus economías para evitar el tipo de polarización financiera que está imponiendo la austeridad a Estados Unidos [1]. Pero los funcionarios estadounidenses están obligando a Rusia, China y otras naciones que no están encerradas en la órbita Norteamericana a ver la escritura en la pared y superar cualquier vacilación que hayan tenido para desdolarizar.

Esperaba que el fin de la economía imperial dolarizada vendría por la ruptura de otros países. Pero eso no es lo que ha sucedido. Los propios diplomáticos estadounidenses han optado por poner fin a la dolarización internacional, mientras ayudan a Rusia a construir sus propios medios de producción agrícola e industrial autosuficiente. Este proceso de fractura global en realidad ha estado ocurriendo durante algunos años, comenzando con las sanciones que bloquean el comercio con Rusia de los aliados de Estados Unidos en la OTAN y otros satélites económicos. Para Rusia, estas sanciones tuvieron el mismo efecto que habrían tenido los aranceles proteccionistas.

Rusia había permanecido demasiado cautivada por la ideología neoliberal del libre mercado como para tomar medidas para proteger su propia agricultura e industria. Estados Unidos brindó la ayuda que se necesitaba al imponer a Rusia la autosuficiencia interna. Cuando los estados bálticos obedecieron las sanciones estadounidenses y perdieron el mercado ruso para su queso y otros productos agrícolas, Rusia creó rápidamente su propio sector lácteo y de queso, mientras se convertía en el principal exportador de cereales del mundo.

Rusia está descubriendo (o está a punto de descubrir) que no necesita dólares estadounidenses como respaldo para el tipo de cambio del rublo. Su banco central puede crear los rublos necesarios para pagar los salarios internos y financiar la formación de capital. Las confiscaciones estadounidenses de sus reservas de dólares y euros pueden finalmente llevar a Rusia a poner fin a su adhesión a la filosofía monetaria neoliberal, como ha estado defendiendo Sergei Glazievdurante mucho tiempo, a favor de la « Teoría Monetaria Moderna (TMM).

La misma dinámica de socavar los objetivos ostensibles de Estados Unidos ha ocurrido con las sanciones que este país impuso a los principales multimillonarios rusos. La terapia de choque neoliberal y las privatizaciones de la década de 1990 dejaron a los cleptócratas rusos con una sola forma de sacar provecho de los activos que habían tomado del dominio público. Eso fue para incorporar sus ganancias y vender sus acciones en Londres y Nueva York. Los ahorros internos habían desaparecido y los asesores estadounidenses persuadieron al banco central de Rusia para que no creara su propio dinero en rublos.

El resultado fue que el patrimonio nacional de petróleo, gas y minerales de Rusia no se utilizó para financiar una racionalización de la industria y la vivienda rusas. En lugar de invertir los ingresos de la privatización para crear nuevos medios rusos de protección, los ricos gastaron sus nuevas adquisiciones en bienes raíces británicos de lujo, yates y otros activos de capital de fuga global. Pero el efecto de las sanciones que toman como rehenes las tenencias de dólares, libras esterlinas y euros de los multimillonarios rusos ha sido hacer de la City de Londres un lugar demasiado riesgoso para mantener sus activos, y para los ricos de cualquier otra nación potencialmente sujeta a sanciones estadounidenses. Al imponer sanciones a los rusos más ricos y más cercanos a Putin, los funcionarios estadounidenses esperaban inducirlos a oponerse a su ruptura con Occidente y, por lo tanto, servir efectivamente como agentes de influencia de la OTAN. Pero para los multimillonarios rusos, su propio país empieza a parecer más seguro.

Desde hace muchas décadas, la Reserva Federal y el Tesoro de los Estados Unidos han luchado contra la recuperación del papel del oro en las reservas internacionales. Pero, ¿cómo verán India y Arabia Saudita sus tenencias de dólares mientras Biden y Blinken intentan obligarlos a seguir el “orden basado en reglas” de Estados Unidos en lugar de su propio interés nacional? Los dictados recientes de Norteamérica no han dejado más alternativa que comenzar a proteger su propia autonomía política convirtiendo las tenencias de dólares y euros en oro como un activo libre de la responsabilidad política de ser rehén de las demandas estadounidenses cada vez más costosas y perturbadoras.

La diplomacia estadounidense ha restregado a Europa en su servilismo abyecto al decirles a sus gobiernos que hagan que sus empresas se deshagan de sus activos rusos por centavos de dólar después de que se bloquearon las reservas extranjeras de Rusia y se desplomó el tipo de cambio del rublo. Blackstone, Goldman Sachs y otros inversionistas estadounidenses se movieron rápidamente para comprar lo que Shell Oil y otras compañías extranjeras estaban descargando.

Nadie pensó que el orden mundial de la posguerra 1945-2020 se derrumbaría tan rápido. Está surgiendo un orden económico internacional verdaderamente nuevo, aunque aún no está claro qué forma tomará. Pero las confrontaciones resultantes de “presionar al oso” con la agresión de Estados Unidos y la OTAN contra Rusia han superado el nivel de masa crítica. Ya no se trata solo de Ucrania. Ese es simplemente el detonante, un catalizador para alejar a gran parte del mundo de la órbita de Estados Unidos/OTAN.

El próximo enfrentamiento puede ocurrir dentro de la propia Europa, ya que los políticos nacionalistas buscan liderar una ruptura con el poder de Estados Unidos de gran alcance sobre sus aliados europeos y otros para mantenerlos dependientes del comercio y la inversión con base en Estados Unidos. El precio de su continua obediencia es imponer la inflación de costos en su industria mientras subordinan su política electoral democrática a los procónsules estadounidenses de la OTAN.

Estas consecuencias realmente no pueden considerarse « no intencionadas ». Demasiados observadores han señalado exactamente lo que sucedería, encabezados por el presidente Putin y el ministro de Relaciones Exteriores Lavrov explicando cuál sería su respuesta si la OTAN insistiera en arrinconarlos mientras atacan a los hablantes de ruso en el este de Ucrania y trasladan armamento pesado a la frontera occidental de Rusia. Las consecuencias fueron anticipadas. A los neoconservadores que controlaban la política exterior estadounidense simplemente no les importaba. Se consideró que reconocer las preocupaciones rusas lo convertía en un Putinversteher [alguien que entiende a Putin].

Los funcionarios europeos no se sintieron incómodos al contarle al mundo sus preocupaciones de que Donald Trump estaba loco y trastornando el carro de manzanas de la diplomacia internacional. Pero parecen haber sido sorprendidos por el resurgimiento del odio visceral hacia Rusia por parte de la Administración de Biden a través del Secretario de Estado Blinken y Victoria Nuland-Kagan. El modo de expresión y los gestos de Trump pueden haber sido groseros, pero la pandilla neoconservadora de Estados Unidos tiene una obsesión de confrontación mucho más amenazante a nivel mundial. Para ellos, era una cuestión de qué realidad saldría victoriosa: la « realidad» que creían que podían hacer, o la realidad económica fuera del control de Estados Unidos.

Lo que los países extranjeros no han hecho por sí mismos para reemplazar al FMI, el Banco Mundial y otros brazos fuertes de la diplomacia estadounidense, los políticos norteamericanos los están obligando a hacer. En lugar de que los países europeos, del Cercano Oriente y del Sur Global se separen mientras calculan sus propios intereses económicos a largo plazo, Estados Unidos los está alejando, como lo ha hecho con Rusia y China. Más políticos están buscando el apoyo de los votantes preguntando si sus países estarían mejor atendidos con nuevos arreglos monetarios para reemplazar el comercio dolarizado, la inversión e incluso el servicio de la deuda externa.

La contracción de los precios de la energía y los alimentos está afectando especialmente a los países del Sur Global, coincidiendo con sus propios problemas de Covid-19 y el inminente vencimiento del servicio de la deuda dolarizada. Algo debe dar. ¿Hasta cuándo estos países impondrán medidas de austeridad para pagar a los tenedores de bonos extranjeros?

¿Cómo se las arreglarán las economías estadounidense y europea frente a sus sanciones contra las importaciones de gas y petróleo, cobalto, aluminio, paladio y otros materiales básicos rusos? Los diplomáticos estadounidenses han elaborado una lista de materias primas que su economía necesita desesperadamente y que, por tanto, están exentas de las sanciones comerciales que se imponen. ¿Esto proporciona al Sr. Putin una lista práctica de puntos de presión de Estados Unidos para usar en la remodelación de la diplomacia mundial y ayudar a los países europeos y otros a romper con la Cortina de Hierro que Norteamérica ha impuesto para bloquear sus satélites y depender de los suministros estadounidenses de alto precio?

Pero la ruptura final con el aventurerismo de la OTAN debe venir desde dentro de los propios Estados Unidos. A medida que se acercan las elecciones de mitad de mandato de este año, los políticos encontrarán un terreno fértil para mostrar a los votantes estadounidenses que la inflación de precios provocada por la gasolina y la energía es un subproducto de la política del bloqueo de las exportaciones de petróleo y gas ruso por parte de la Administración Biden. (¡Malas noticias para los propietarios de los grandes consumidores de gasolina de los SUV!) El gas es necesario no solo para calefacción y producción de energía, sino también para hacer fertilizante, del cual ya hay escasez mundial. Esta situación se ve agravada por el bloqueo de las exportaciones de cereales de Rusia y Ucrania a los Estados Unidos y Europa, lo que hace que los precios de los alimentos ya se disparen.

Ya existe una sorprendente desconexión entre la visión de la realidad del sector financiero y la que se promueve en los principales medios de comunicación de la OTAN. Los mercados bursátiles de Europa se desplomaron en su apertura el lunes 7 de marzo, mientras que el petróleo Brent se disparó a $130 el barril. El noticiero matutino de la BBC « Today » presentó al parlamentario conservador Alan Duncan, un comerciante de petróleo, advirtiendo que la casi duplicación de los precios de los futuros del gas natural amenazaba con llevar a la bancarrota a las empresas comprometidas con el suministro de gas a Europa a las tarifas anteriores. Pero volviendo a las noticias militares de « Dos minutos de odio », la BBC siguió aplaudiendo a los valientes combatientes ucranianos y a los políticos de la OTAN que pedían más apoyo militar. En Nueva York, el Promedio Industrial Dow Jones se desplomó 650 puntos, y el oro se disparó a más de $2,000 la onza, lo que refleja la visión del sector financiero sobre cómo se desarrollará el juego estadounidense.

Tratar de obligar a Rusia a responder militarmente y, por lo tanto, quedar mal ante el resto del mundo se está convirtiendo en un truco destinado simplemente a garantizar que Europa contribuya más a la OTAN, compre más equipo militar de EEUU. La inestabilidad que esto ha causado está resultando tener el efecto de hacer que los Estados Unidos parezcan tan amenazadores como la OTAN afirma que es Rusia.

* Michael Hudson trabajó como economista en Wall Street y actualmente es Distinguished Professor en la University of Misoury, Kansas City, y presidente del Institute for the Study of Long-Term Economic Trends (ISLET). Es autor de varios libros, entre los que destacan: « Super Imperialism: The Economic Strategy of American Empire » (nueva ed., Pluto Press, 2003) y « Trade, Development and Foreign Debt: How Trade and Development Concentrate Economic Power in the Hands of Dominant Nations » (ISLET, 2009). Página web : Michel Hudson

Nota

[1] Ver más recientemente Radhika Desai y Michael Hudson (2021), « Beyond Dollar Creditocracy: A Geopolítica Economy », Valdai Club Paper No. 116. Moscú: Valdai Club, 7 de julio, repr. en Real World Economic Review (97)

FUENTE CEPRID

El miembro de Dossier Geopolitico y Director Académico Dr. Miguel A. Barrios presentó su último libro: “Por qué Patria Grande. Teoría y praxis de una política latinoamericana en tiempos de pandemia”, en la Biblioteca del Congreso de la Nación Argentina organizado por el Comité Nacional de Jóvenes Argentina de la ISP

https://www.facebook.com/808560139215198/videos/443218204193463/?extid=WA-UNK-UNK-UNK-AN_GK0T-GK1C&ref=sharing

Miguel Ángel Barrios ha dedicado sus esfuerzos y su vida a la construcción de la Patria Grande. El título de este libro, Por qué Patria Grande: teoría y praxis de una política latinoamericana en tiempos de pandemia, revela el núcleo de su reflexión como historiador y geopolítico. Barrios ha buscado identificar las causas de los obstáculos, internos y externos, que se han opuesto a la construcción de la unión de América del Sur, precursora necesaria de la unión de América Latina.

La Patria Grande debe tener bases sólidas en la Argentina, un Estado-nación de origen español y mestizo, y en Brasil, de origen portugués y mestizo. Los estadistas y pensadores del pasado llaman a los del presente, en especial a Alberto Fernández y Luiz Inácio Lula da Silva, a tomar en sus brazos y en su corazón la tarea de superar todos los obstáculos y continuar, sin temor, la histórica misión de construir la Patria Grande.

Samuel Pinheiro Guimarães (*)

(*) Escritor, político y diplomático brasileño. fue secretario general del Ministerio de Relaciones Exteriores hasta el 2009, cuando pasó a ser Ministro Jefe de la Secretaría de Asuntos Estratégicos de la Presidencia de la República.​ Fue profesor de la Universidade de Brasília (UnB) y del Instituto Rio Branco (IRBr/MRE). Es autor de los libros Quinhentos anos de periferia (UFRGS/Contraponto, 1999) y Desafios brasileiros na era dos gigantes (Contraponto, 2006). En 2006 recibió el premio Juca Pato como el Intelectual del Año, premio otorgado por la Unión Brasileña de Escritores.

Nuevas cifras muestran que en comercio, crecimiento económico e inflación, China se destaca ampliamente y las sanciones de EE. UU. han fracasado estrepitosamente.

Por John Ross , investigador principal del Instituto Chongyang de Estudios Financieros, Universidad Renmin de China, y exdirector de política económica y empresarial del alcalde de Londres. Vivió en Moscú de 1992 a 2000.

La noticia de que la inflación estadounidense ha alcanzado su nivel más alto en 40 años, con un 7,5% en enero, es el indicador más explícito de los graves problemas de su economía. El endurecimiento monetario que se utilizará para intentar controlar esto ralentizará la economía estadounidense e inevitablemente tendrá efectos importantes en la economía mundial. 

Esta altísima inflación es particularmente significativa si se compara con la inflación del 1,5% en China, su principal competidor económico, en el mismo mes. La inflación de Estados Unidos es cinco veces mayor que la de China. Estos niveles de inflación relativa tienen efectos extremadamente restrictivos en la política económica estadounidense: se verá obligado a implementar medidas para desacelerar su economía. En contraste, China, cuya economía ya está creciendo más rápido que la de EE. UU., tiene espacio para un mayor estímulo económico sin dañar las presiones inflacionarias. 

Pero este es solo uno de los síntomas que ha sufrido EE.UU. en una severa derrota económica en su competencia con China. Esto, a su vez, tiene importantes consecuencias políticas tanto en los EE. UU. como a nivel internacional.

Al analizar primero la situación política interna de los EE. UU., como era de esperar, esta alta inflación ha llevado a la caída del nivel de vida de la abrumadora mayoría de la población y ha socavado drásticamente el apoyo a la administración de Biden. Las últimas encuestas de opinión promedio muestran que el 54% de los estadounidenses desaprueban el gobierno de Biden, en comparación con solo el 40% que lo aprueba. 

La situación económica es el principal motor de la caída del apoyo a Biden. Las encuestas muestran que el 68 % de los estadounidenses considera que la economía es el problema más importante al que se enfrentan, casi el doble de los que citaron al covid (37 %).

Detrás de estos problemas políticos está la realidad de que Estados Unidos ha sufrido una seria derrota en la guerra económica que lanzó contra China. En 2018, Estados Unidos inició su ofensiva comercial al imponer unilateralmente aranceles contra las importaciones chinas. El objetivo de esto era reducir el déficit de la balanza comercial de Estados Unidos y reconstruir su industria manufacturera. Pero los datos dejan claro que Estados Unidos tampoco lo ha logrado. 

En 2017, el último año antes de que EE. UU. lanzara su guerra comercial, el déficit de su balanza comercial de bienes fue de $ 792 mil millones; para 2021, esto había aumentado a $ 1,078 mil millones.   

Más estrictamente con respecto a China, EE. UU., a pesar de sus aranceles, logró reducir solo ligeramente su déficit comercial bilateral de bienes: de $ 375 mil millones en 2017 a $ 355 mil millones en 2021. Al mismo tiempo, el déficit de EE. UU. en el comercio de bienes con el resto del mundo se disparó de $ 417 mil millones a $ 723 mil millones. En resumen, el intento de Estados Unidos de reducir su déficit comercial fue un completo fracaso. 

Estados Unidos tampoco logró dañar el comercio general de China. El superávit comercial de Beijing aumentó de $ 420 mil millones en 2017 a $ 676 mil millones en 2021. El año pasado, las exportaciones e importaciones de China aumentaron un 30%.

Esta derrota integral de EE. UU. en la guerra comercial estuvo acompañada de un fracaso igualmente grande en su desempeño económico general en comparación con China. Entre 2017 y 2021, la economía de EE. UU. creció un 7,3 %, mientras que la de China creció un 25,1 %, tres veces más que EE. UU. Desde el comienzo de la pandemia de Covid, el desempeño económico de Estados Unidos en relación con China se deterioró aún más. Naturalmente, ambas economías se desaceleraron debido a la pandemia, pero desde 2019 la economía de China ha crecido un 10,5 % y la de EE. UU. un 2,1 %: China ha crecido cinco veces más que EE. UU.

No hay misterio en cuanto a las razones de este fracaso estadounidense. Paradójicamente, la supuesta “economía capitalista número uno” del mundo ahora en realidad está creando muy poco capital. En cambio, EE. UU. se ha convertido en una economía abrumadoramente dominada por el consumo: gratificación a corto plazo en lugar de inversión a largo plazo en desarrollo. Para 2020, los últimos datos disponibles muestran que la creación de capital neto de EE. UU., después de tener en cuenta la depreciación, fue solo el 1% del ingreso nacional bruto de EE. UU. Esto es menos del 10% de su nivel en el apogeo del auge de la posguerra en los EE. UU. en la década de 1960. Tal nivel de inversión significa que EE. UU. apenas está expandiendo su stock de capital y, en consecuencia, su crecimiento económico es muy lento.

Existen formas técnicas racionales y bien conocidas de abordar estos problemas. Pero requerirían cambios drásticos en la política exterior e interior de Washington. 

El enorme nivel de gasto militar de EE. UU., $ 905 mil millones en 2021, más alto que los siguientes siete países combinados, podría reducirse drásticamente, liberando importantes recursos para la inversión, pero eso requeriría el abandono de la política exterior agresiva de EE. UU. 

Abandonar los aranceles comerciales contra China, que cuestan a cada hogar estadounidense cientos de dólares al año, reduciría la inflación, pero requeriría abandonar la guerra comercial agresiva contra China.

El grotescamente ineficiente sistema de salud de EE. UU. , que utiliza el 19,7% del PIB pero crea uno de los niveles más bajos de esperanza de vida en cualquier economía avanzada, podría racionalizarse, liberando enormes recursos para la inversión, pero eso requeriría confrontar y derrotar a grupos de intereses especiales arraigados en el NOSOTROS.

Mientras Estados Unidos no esté preparado para emprender cambios tan importantes, sufrirá un crecimiento lento. Mientras tanto, la economía de China seguirá creciendo mucho más rápidamente. La derrota económica de EE. UU. por China en la guerra comercial, y la forma en que ha enfrentado las consecuencias económicas de la pandemia de Covid, son solo las últimas expresiones de esto. 

Lamentablemente, es poco probable que esta victoria económica de China reduzca la hostilidad de Estados Unidos. Como un tigre acorralado, Estados Unidos puede volverse aún más agresivo, como se muestra en sus políticas recientes sobre Ucrania y Taiwán. No tiene sentido tratar de razonar con un tigre y mostrar cualquier debilidad simplemente aumentará sus ataques. La única política exitosa es usar la fuerza para disuadirla e imponerle derrotas. Eso es lo que China ha logrado en su actual victoria económica sobre Estados Unidos.

Las declaraciones, puntos de vista y opiniones expresadas en esta columna son únicamente del autor y no representan necesariamente las de RT.y de Dossier Geopolitico

FUENTE: https://www.rt.com/news/549401-us-sanctions-china-not-worked/

Los bancos centrales han decidido que cara, los ricos ganan, cruz, los pobres pierden.
Por Leah Downey , candidata a doctorado en Harvard y académica visitante en el Instituto de Investigación de Economía Política de Sheffield.

Los bancos centrales han comenzado a reaccionar ante la inflación. En febrero, el Banco de Inglaterra elevó su tasa base por segunda vez en dos meses, y se espera que la Reserva Federal de EE. UU. haga lo mismo en su reunión de marzo. (Curiosamente, también lo ha hecho el Banco de Rusia ; incluso la amenaza de guerra no puede romper el consenso dominante de la banca central contemporánea). Junto con este cambio en la política monetaria, el gobernador del Banco de Inglaterra, Andrew Bailey, ha pedido a los trabajadores que no presionar por un aumento salarial a pesar de que el propio Bailey gana un salario anual bastante alto.

La diferencia entre los propios ingresos de Bailey y su pedido es una disonancia que muchos han disfrutado enfatizando , en parte porque huele a conflicto de clases: Dejemos que los trabajadores sufran mientras yo me siento en mi castillo lleno de lingotes de oro . El problema con este sitio particular de conflicto de clases, tal como es, es que no hay forma de que la clase obrera gane. Es un caso de cara, los poseedores de activos ganan, cruz, la clase obrera pierde.

Las cabezas, en este caso, serían los bancos centrales elevando las tasas de interés para evitar la inflación y lograr precios bajos y estables. Este curso de acción está diseñado para apoyar un sector financiero privado fuerte, algo que muchos creen que es bueno para todos: nadie quiere otro colapso financiero como el de 2008. Sin embargo, las tasas de interés más altas dificultan que la clase trabajadora pague hipotecas y otros préstamos y, lo que es más importante, tasas más altas conducen a una menor inversión privada y contratación, lo que aumenta el desempleo. En general, es probable que el aumento de las tasas empeore las condiciones de vida.

Cruz, el banco central no sube las tasas, permitiendo que la inflación, tal como está, continúe. Esto significa aumentos en los precios de los alimentos, la energía y la vivienda, lo que generará una crisis del nivel de vida que afectará más duramente a los más pobres. Pero no se olvide, mantener el nivel de vida de uno mientras los precios suben solo es seriamente doloroso si uno no puede asegurar un aumento salarial para igualarlo.

Esto nos deja en un dilema. Incluso si todos estuviéramos de acuerdo en que queremos hacer lo que sea mejor para la clase trabajadora, ¿qué curso de acción deberíamos apoyar? No queremos simplemente dejar que la inflación se descontrole, pero «hacer algo contra la inflación» parece ser sinónimo de aumentar las tasas de interés, lo que perjudicaría a los que están en peor situación entre nosotros.

Entonces, ¿qué deberían hacer los bancos centrales? Algunos han sugerido desechar el mecanismo de tasa de interés convencional y adoptar controles de precios. Esto ha causado mucha cháchara agresiva y degradante en la comunidad económica. ¿Pero por qué? Si Bailey puede pedir a los trabajadores que no presionen para aumentar los salarios, ¿por qué es tan ridículo sugerir que el gobierno pida a las empresas que no aumenten los precios, especialmente a la luz de las recientes ganancias récord ? Como dijo el economista Dominik Leusder : “El mensaje parece claro: los controles de precios están bien, pero solo para la mano de obra”.

Por el momento, la principal preocupación de los bancos centrales es evitar la espiral de salarios y precios. La idea es que, suponiendo que los trabajadores tengan suficiente poder, ante la subida de precios pedirán aumento de salarios para mantener su nivel de vida. Cuando los salarios aumentan, los precios volverán a subir, lo que llevará a que los salarios aumenten más, y así continúa la espiral. En otras palabras, la peligrosa inflación galopante es culpa de los trabajadores por pedir salarios más altos. De ahí los comentarios de Bailey.

Pero si volvemos a lo básico, podemos ver rápidamente cuán rara es esta historia. La inflación se entiende comúnmente como un aumento general de los precios. Esto no sucede solo. Los precios aumentan cuando las empresas deciden aumentarlos. La relación, entonces, entre la inflación y las decisiones de las empresas es mucho más clara y estrecha que la relación entre la inflación y los trabajadores que piden salarios más altos para hacer frente al aumento del costo de vida. Entonces, nuevamente, ¿por qué la reacción predeterminada a la inflación es pedirles a los trabajadores que sufran el dolor de que los precios suban más rápido que los salarios en lugar de pedirles a las empresas que sacrifiquen parte de sus ganancias récord?

Lo que revelan la fuerza de la historia de la espiral de precios y salarios y el vehemente rechazo a la sugerencia de controles de precios es simple: nuestro actual marco de política monetaria limitado sirve a los intereses de un grupo en la sociedad: las finanzas privadas.

El régimen de política monetaria contemporáneo dominante se dedica a preservar la estabilidad del sistema financiero privado, asegurando precios estables (en la forma de una inflación del 2 por ciento) y, desde 2008, a través de la regulación financiera. Desde una perspectiva histórica, esto no debería ser una verdadera sorpresa, porque para eso fue diseñado. En los Estados Unidos, la Reserva Federal se estableció después del pánico financiero de 1907 para garantizar la estabilidad y el éxito del sistema bancario privado. En el Reino Unido, el Banco de Inglaterra ha sido una institución privada con ánimo de lucro durante la mayor parte de su historia , creada para servir a la industria bancaria privada y para financiar la guerra.

FUENTE https://foreignpolicy.com/

Heinz Dieterich 7.2.2022 Coordinador, Centro de Ciencias de la Transición, CTS y World Advanced Research Project, WARP

1. México ante la fase post-AMLO  

La cateterización del presidente en el Hospital Militar y su revelación de que tiene un “testamento político” para garantizar la continuidad de la Cuarta Transformación (4T) y la gobernabilidad de México, introdujeron un profundo cisma en la vida del país. Este punto de inflexión significa, que el sexenio de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) será recordado como un mandato bifurcado, con dos fases de transformación y realidades cualitativamente diferentes. 

La fase del Nuevo Amanecer, 2018-2021, colocó a AMLO en el “Cenit del Poder” con claro control del escenario nacional e internacional. Los intentos de desestabilización del Bronx oligárquico y del ancien régime habían fracasado y, pese a que se avecinaban progresivos señales de desgaste del modelo de gobernanza, el progreso y la gobernabilidad del país no parecían estar en duda. Apareció entonces la fase del atardecer, 2022-2024, que insertó el elemento de incertidumbre e indeterminación en el proceso de transformación, por la vía de la biología, como ya había sucedido con el Covid-19. 

La reacción del presidente ante la nueva situación y la modalidad de gobernanza que escoja para enfrentarla afectará todos los aspectos del futuro de la nación. De la misma manera, definirá su legado histórico en los anales del país.

2. Testamento político y Opciones

No sabemos qué contiene el testamento, pero es obvio que su esencia se refiere al heredero designado de la obra protagonista de  AMLO. Y ahí, “la caballada está flaca”. Porque es evidente que hay sólo dos funcionarios en su gabinete que tienen la estatura y eficacia requeridos para conducir a la nación.

De la misma manera es obvio que la situación es binaria y que el presidente tiene sólo dos opciones para actuar: 1. No hacerle caso al reloj biológico y sus tiempos objetivos o, 2. Adaptar su modelo de gobierno a la fase del atardecer para beneficiarse de la estratagema del survival of the fittest de Darwin. Teniendo en su historia clínica dos eventos cardíacos (infarto agudo en 2013 y cateterización la semana pasada) y dos infecciones virales de Covid, la continuación del ritmo presidencial de trabajo de la primera fase equivaldría probablemente a un ejercicio de inmolación. Refundar el modelo para impedir la reversión de los frágiles resultados logrados en la primera mitad del sexenio, significaría, en consecuencia, optimizar la prospectiva del futuro para Morena, el país y el presidente.

3. Inmolación: Recurso disfuncional 

Si el presidente ignora las advertencias biológicas y opta por la praxis del “business as usual” puede producir dos consecuencias negativas. El deja vú de la caótica transición del poder en Venezuela, que permitió a los lumpen-políticos Nicolás Maduro, Diosdado Cabello y al general rastrero López Padrino instalar la dictadura burguesa que destruyó la obra humanística socialcristiana de Hugo Chávez. Algo semejante podría suceder en México, ya sea por los trepadores que abundan en la nomenclatura de Morena y la 4T, ya sea por los protagonistas de la nueva derecha global trumpista, como el magnate Salinas Pliego.

En cuanto a lo subjetivo, el recurso de la inmolación no sirve para alcanzar la dimensión histórica que a AMLO le interesa. La moraleja del transformador Jesús –su referente trascendental–  es rigurosamente clara. De la praxis anti-dialéctica del Nazareno mártir no nació la deseada fraternidad global de la ecúmene, sino el “opio del pueblo” (Marx), la “moral de esclavos” (Nietzsche) y el primer Estado global terrorista de la historia: el Vaticano católico apostólico romano. Una refutación empírica de 1,700 años a toda praxis y doctrina transformacional deseada y practicada por Jesús.

4. Sucesión y Futuro de México

Antes de abordar la necesaria adaptación del modelo que el presidente ha de lograr para alcanzar la dimensión histórica de Benito Juárez, Francisco I. Madero y Lázaro Cárdenas, conviene recalcar la importancia trascendental de la sucesión presidencial en cuestión. Se trata, en resumidas cuentas, de encrucijadas en la vida de las naciones, que frecuentemente terminan en situaciones dramáticas.

En los procesos de transición social inducidos endógenamente, el quiebre de la continuidad del sistema se manifiesta generalmente en esos períodos de transición del poder de la macro política nacional. Tal regularidad política –en términos científicos el “cambio de fase” del sistema– opera tanto en transiciones revolucionarias, por ejemplo, las de la Unión Soviética y China, como en las transformaciones basadas en reformas socialdemócratas, socialcristianos, tecnocráticos, populistas, bonapartistas, etcétera. En otras palabras, la sucesión ordenada del poder dentro de los cauces institucionales del sistema es el eslabón más débil en el continuismo de la cadena política, como ilustra el reciente golpe de Estado de Donald Trump (6 de enero de 2021).

Las dinámicas subyacentes del quiebre de sucesión obedecen a dos modalidades: o acumulan fuerza por la mala gestión del gobierno en funciones o se inician con la mala selección del futuro equipo gobernante. Por lo general, los colapsos gubernamentales son resultados de fallas en la política interna de los que detentan el poder. Por eso, el expresidente Correa no habla con la verdad cuando le dice a Gabriel Boric que la dictadura de Maduro en Venezuela es el resultado del embargo estadounidense. El desastre de Maduro fue hecho en casa. Es el resultado de usurpadores del poder demasiado ineficaces y anti-éticos para conducir a una nación.

Los ejemplos de esos desastres endógenos por errores de sucesión en América Latina son abundantes, como muestran las transformaciones socialcristianas de Lula con Dilma Rousseff en Brasil, Chávez con Maduro en Venezuela, Correa con Moreno, entre otros. Tales errores han resultado en toda una fauna presidencial de escasa calidad moral y eficiencia como el neofascista Bolsonaro, dictadores pequeño burgueses como Maduro, narcisistas-populistas frívolos como Bitcoin-Bukele en El Salvador o simples fichas de recambio ineptos como Lasso en Ecuador.

5. Incertidumbre de la Transición mexicana 

El actual sistema de gobernanza construido por el presidente mexicano después del triunfo electoral del 2018, distinto en muchos aspectos de los planteamientos originales de la Cuarta Transformación, descansa sobre cuatro ejes decisorios de poder: 1. El presidente, que es el atractor del sistema dinámico complejo “México”, en la acepción científica del concepto, como el estado futuro hacia el cual evoluciona el sistema. 2. Las Fuerzas Armadas. 3. La alianza de conveniencia con el gran capital que hegemoniza el de facto vicepresidente azteca, Carlos Slim. 4. La coexistencia “pacífica” con el Amo del hemisferio se debe a la debilidad de aquél en la competencia geopolítica mundial con China.

Dos preguntas claves se presentan: 1. ¿Qué tan sólido es el edificio transitorio levantado por el presidente, ante las  nuevas condiciones de la situación nacional mexicana? 2. ¿Hacia dónde evolucionará la 4T después del 2024?

6. ¿Cómo impedir la Reversión de la Cuarta Transformación?

Bajo el supuesto, de que el presidente opta por la refundación del modelo e impida, que tendencias caóticas o antagónicas se apoderen del proyecto y del país, le conviene integrar tres vectores del “survival of the fittest” de Darwin al modelo que ha construido. En otras palabras, se trata de atender tres debilidades estructurales –o frentes de guerra política–  que implican peligros de implosión para el futuro.

1. La relación con las masas es frágil, porque se reduce a una identificación seudo-religiosa (o totemista) con el “buen pastor” que guía al rebaño y provee el sustento material asistencialista. El algoritmo básico usado (mañaneras) utiliza el lenguaje binario del mito, destinado primordialmente a reforzar la lealtad de los creyentes, más no a crear una conciencia basada en los hechos (fact-based vision)  para garantizar la continuidad deseada. La clase media no está incluida en esta narrativa y el pueblo  –sin conciencia, ni organización–  se puede convertir, como decía John W. Cook, en un “gigante miope e invertebrado”.

2. La admiración por la gran transformación social lograda por China es generalizada entre la gente honesta, racional e informada. Pero, el punto cardinal de esta hazaña es el Partido Comunista de China (PCC). Sin este factor de evolución, que condujo el desarrollo del gigantesco país durante los últimos cien años, el milagro chino no existiría. En México no hay ningún partido que esté jugando o pueda jugar tal papel de vanguardia, porque Morena, como quedó demostrado fehacientemente en los comicios estatales del año pasado, está controlado por una nomenclatura totalmente carente de lo que El Libertador Simón Bolívar consideraba las “primeras necesidades de la República”: “Moral y Luces”, como sentenciaba en el Congreso de Angostura, 1819.

Por lo tanto, si el presidente saliera de manera imprevista del proceso transformacional, no quedaría ninguna fuerza orientadora ni catalizadora para el futuro de la 4T. El proceso se quedaría fragmentado y sin Atractor estratégico que le diera cohesión a la nación.

3. Una política de Luz y Moral significa una política de Ciencia y Ética, sin la cual ninguna transformación social puede ser duradera.

¡Esta es la gran tarea que Andrés Manuel López Obrador debe realizar en la “fase del atardecer” de la Cuarta Transformación si quiere que su obra trascienda!

La importancia del crimen organizado como actor geopolítico, su impacto en las relaciones internacionales y sus diferencias según continentes.

El crimen organizado tiene un papel importante como actor geopolítico, ya que disputa con los Estados el poder político, económico, territorial y social. De esta forma, la delincuencia organizada influye en los Estados y sus sociedades, así como las relaciones entre sí y con otros Estados, teniendo como base objetivos tanto económicos, políticos como geopolíticos.

La Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional, define el crimen organizado como aquel cometido por: “Un grupo estructurado de tres o más personas que exista durante cierto tiempo y que actúe concertadamente con el propósito de cometer uno o más delitos graves o delitos tipificados con arreglo a la presente Convención con miras a obtener, directa o indirectamente, un beneficio económico u otro beneficio de orden material”.

En resumen, el crimen organizado es aquel cometido por un grupo de personas (deben ser tres o más) con carácter de permanencia y con el objetivo de cometer delitos para conseguir un lucro económico o material.

Según Miguel Ángel Barrios, experto en geopolítica, no se puede estudiar ni analizar el crimen organizado sin estudiar y analizar al mismo tiempo la territorialidad, ya que sería estudiarlo en el vacío y sin tener en cuenta las sinergias e influencias mutuas y concretas entre ambos fenómenos.

Además, el hecho de que el crimen organizado sea casi por definición transnacional y que tenga diferentes vertientes y consecuencias en función del territorio en el que se lleva a cabo, hace patente la correlación casi indisoluble entre el crimen organizado y las relaciones internacionales. Por ello, también existen lo que se conocen como Estados criminales, cómplices necesarios del crimen organizado.

El crimen organizado en la política macroeconómica

La implementación de políticas y relaciones internacionales que permitan disociar el crimen organizado y el espacio territorial permitirán abordar el problema desde un enfoque geopolítico, porque, además de un problema criminológico y de seguridad, se trata de un problema de lucha de poder en muchos casos, con muchas repercusiones y sinergias políticas y geográficas.

Miguel Ángel Barrios afirma que la globalización del crimen organizado ha sido causada por la desregulación de la economía, el comercio internacional y las relaciones económicas a nivel mundial. A todo esto hay que añadirle la digitalización masiva y la existencia de la Dark Web.

El crimen organizado influye de manera importante en el sistema económico internacional y, por tanto, en las relaciones de poder entre Estados, ya que mueve grandes cantidades de dinero y lleva a cabo muchas actividades de blanqueo de capitales difíciles de detectar por la internacionalidad del fenómeno delictivo.

En ocasiones, incluso, las organizaciones criminales actúan como entidades legítimas en el mercado mundial y pueden llegar a ser vistas por algunos países como parte del sistema.
Según la ONU, los ingresos de las organizaciones criminales transnacionales a nivel mundial suman alrededor de un billón de dólares, cifra equivalente al PIB de todos los países de bajos ingresos, teniendo una población de tres mil millones de personas.

La influencia que tiene el crimen organizado sobre la política macroeconómica de los países es tácita, y la mayoría de servicios de inteligencia no tienen un papel claro y definido de actuación frente al crimen organizado, teniendo en cuenta la importante influencia de éste en las relaciones internacionales y la geopolítica.

Diferencias del crimen organizado, según continentes

El crimen organizado tiene un papel importante como actor geopolítico, ya que disputa con los Estados el poder y el control territorial y social. Además, en términos criminológicos, compite con los países y las leyes por el monopolio de la violencia. Esto hace que el crimen organizado pueda ser usado como una clave geopolítica estratégica en el enfrentamiento por el poder entre Estados.

De esta forma, el establecimiento de alianzas entre países, ya sea de manera ilegal y pactando con el crimen organizado para adquirir más poder, o para combatir esta amenaza, establece dos polos bien diferenciados sobre el fenómeno. A su vez, hay países de todo tipo que promueven o se benefician de las redes criminales y terroristas a nivel internacional para llevar a cabo sus estrategias geopolíticas contra otros Estados que consideran enemigos.

Como afirma el criminólogo Daniel Sansó-Rubert, la criminalidad organizada es capaz de tergiversar los mapas oficiales, imponiendo una nueva realidad geopolítica, que conlleva un reparto geográfico de áreas de dominio e influencia y el establecimiento de fronteras invisibles pero muy reales.

Cada organización tiene su propia demarcación territorial, de carácter infra y supranacional, al margen de los límites oficial y legalmente establecidos. Este orden territorial desafía las soberanías locales, estatales e internacionales.

Continuamente se pueden ver cambios geopolíticos marcados por la criminalidad organizada, puesto que su modelo de expansión se fundamenta en el control territorial de diferentes puntos calientes o hot spots donde tienen lugar las actividades delictivas de cada organización criminal.

En definitiva, el crimen organizado rompe el contrato social y el lugar del Estado puede ser ocupado por una organización criminal y su influencia, que se legitima aportando bienes y aumentando el poder político, económico y social del país a nivel estratégico, según afirma el analista Gabriel De Paula.

Europa

La libertad de circulación en Europa favorece las actividades del crimen organizado, pues las fronteras son muy permeables y hay mucha facilidad de movimiento. Esta movilidad transnacional aumenta la impunidad, al dificultar las tareas de investigación para la policía y los servicios de inteligencia y al moverse rápidamente de una jurisdicción a la otra, impidiendo así llevar a cabo investigaciones eficaces.

Incluso aunque la Policía de cada país (con o sin la colaboración de otros países), consiga identificar y detener a los grupos u organizaciones criminales, posteriormente debe darse una cooperación en el ámbito judicial, en muchas ocasiones con países de fuera de Europa. De lo contrario, se dificulta llegar a la cúspide de la organización criminal y afectar directamente a sus fuentes de financiación, reorganización y restablecimiento.

Según Europol, las organizaciones criminales en Europa desarrollan actividades criminales en ámbitos concretos de los negocios (fraudes informáticos, blanqueo de capitales, etc.), no siendo tan frecuente como en otros lugares el tráfico ilegal de bienes, por ejemplo.

Además, destaca la trata de personas y la inmigración ilegal como principales actividades de los grupos criminales en este territorio, existiendo también grupos y organizaciones criminales relacionadas con el terrorismo o la radicalización violenta.

Rob Wainwright, director de Europol, afirma que: “El crimen organizado es un negocio multimillonario en Europa y que está creciendo gracias a la expansión de Internet y las tecnologías móviles, la proliferación de rutas de tráfico clandestino, así como las oportunidades que ofrece la crisis económica global. Todas ellas han contribuido al desarrollo de una mayor amenaza”.

Europa, finalmente, es en muchos casos “receptora” de los productos del crimen organizado de otros lugares (por ejemplo, de las drogas). Además, este territorio y, especialmente España por su situación geopolítica, es un lugar de intercambio y de tránsito, que podría decirse que “conecta” y abre las puertas hacia el resto de continentes, principalmente América y África.

América

Es el continente donde se registra una tasa más alta de muertes relacionadas con el crimen organizado, según la ONU. Por consiguiente, el crimen organizado en América es muy visible para la ciudadanía y especialmente violento.

Aunque en EEUU también se dan gran parte de los fenómenos delictivos que tienen lugar en el resto del continente, se producen a menor escala y tienen menor repercusión que en Centroamérica y Sudamérica. El crimen organizado hace de Latinoamérica un territorio especialmente peligroso en este sentido, ya que los grupos criminales están asentados y consiguen operar con cierta facilidad y resiliencia.

Las muertes que causa el crimen organizado, la gran mayoría en esta zona, superan las producidas en conflictos armados y guerras. Y los únicos cuatro países a nivel mundial con una tasa de homicidios de más de 40 personas por 100.000 habitantes se encuentran en América: El Salvador, Venezuela, Jamaica y Honduras.

En cuanto a las tipologías, destacan especialmente los grupos violentos y las bandas urbanas, el narcotráfico y el tráfico de armas. A todo esto se le suma la elevada tasa de impunidad que tiene el crimen organizado en América, según las estadísticas de la ONU e, incluso, cierta connivencia por parte de instituciones públicas locales o regionales en donde predomina la corrupción.

Asia

Asia es el continente con menor tasa de homicidios según la ONU y más seguro en este sentido en relación con el crimen organizado. Esto se debe a que los grupos organizados de este territorio suelen llevar a cabo sus acciones criminales en otros países, conformando una extensa red que suele operar fuera del continente asiático.

Entre los delitos más destacados del crimen organizado asiático están: la ciberdelincuencia, las apuestas ilegales, la extorsión, el secuestro, el tráfico de drogas, el tráfico de personas y el blanqueo de capitales.

África

Es el segundo continente con mayor tasa de criminalidad organizada y muertes asociadas a la misma después de América. Nigeria y la República Democrática del Congo son los países que registran una mayor tasa de criminalidad, según un informe publicado por Interpol.

En África destacan especialmente los delitos relacionados con la corrupción y en la gran mayoría de los países africanos hay organizaciones criminales estrechamente ligadas a los gobiernos, dando lugar a una extraña relación simbiótica, en la que las primeras obtienen poder e impunidad y los segundos poder y recursos económicos, retroalimentándose entre sí.

Por otro lado, también destacan los delitos de tráfico de personas y de armas, no siendo tan frecuente el delito de tráfico de drogas, aunque también está muy extendido especialmente en países fronterizos con Europa como son Marruecos, Argelia, Libia o Túnez. Otra problemática del continente con relación al crimen organizado es el tráfico de animales exóticos y la pesca irregular.

Australia y Oceanía

Si bien el crimen organizado en Oceanía no es muy significativo, en los últimos tiempos está cobrando mayor importancia, pues muchas bandas criminales de América y Asia se están asentando allí.

Algunos cárteles de la droga mexicanos han comenzado a establecer laboratorios para la fabricación de drogas sintéticas en Australia, que se está consolidando, al igual que Europa, como un lugar de destino estratégico para el crimen organizado.Todo esto está dando lugar a unas restricciones y controles cada vez mayores para evitar y prevenir el crimen organizado en este continente.

Entre las tipologías delictivas más significativas en Oceanía se encuentran: el lavado de dinero, el terrorismo, los incendios intencionados, la evasión de impuestos y los delitos de cuello blanco. Además, diversos grupos de cibercriminales se están especializando dentro del continente en infracciones cibernéticas, como ciberdelitos contra la propiedad intelectual en Internet y la ciberguerra.

Miguel A. Barrios entrevistado por Judit Robles Desde siempre me ha apasionado conocer el por qué de la delincuencia y cómo prevenirla, y por eso estudié Criminología. Además, he ampliado esta formación estudiando Psicología. Me motiva especialmente hacer del mundo un lugar mejor, buscando dar respuestas y aportar todo lo posible a la sociedad.

PUBLICADO EN: https://www.lisanews.org/seguridad/la-geopolitica-del-crimen-organizado/