Ahora tenemos una vergüenza de ‘guerras’ de las cuales, paradójicamente, Ucrania es quizás de menor importancia estratégica, escribe Alastair Crooke. Fundación Cultura Estratégica

Ahora tenemos una vergüenza de ‘guerras’ de las cuales, paradójicamente, Ucrania es quizás de menor importancia estratégica, aunque conserva un contenido simbólico significativo. Una ‘bandera’ en torno a la cual se tejen relatos y se reúne apoyo.

Sí, hay no menos de cinco ‘guerras’ superpuestas e interrelacionadas en curso, y es necesario diferenciarlas claramente para entenderlas bien.

Estas últimas semanas han sido testigos de varios cambios de época: La Cumbre de Samarcanda; la decisión de la OPEP+ de reducir la producción de petróleo de los países miembros en (titular) dos millones de barriles por día a partir del próximo mes; y la declaración explícita del presidente Erdogan de que “Rusia y Turquía están juntas; trabajando juntos».

Los aliados fundamentales de EE. UU., Arabia Saudita, Turquía, los Emiratos Árabes Unidos, India, Sudáfrica, Egipto y agrupaciones como la OPEP+ están dando un gran paso hacia la autonomía y hacia la fusión de las naciones no occidentales en un bloque coherente, que actúa en favor de sus propios intereses y hacer política ‘a su manera’.

Esto nos acerca al mundo multipolar que Rusia y China han estado preparando durante varios años, un proceso que significa ‘la guerra’ de desacoplamiento geoestratégico del ‘orden’ global occidental.

Se combate, por un lado, presentando a Rusia y China como demasiado desconfiados el uno del otro para ser socios. Y por Rusia por ser tan débil, tan disfuncional y errática (lista para usar armas nucleares tácticas), que el binario ‘con nosotros’ o ‘contra nosotros’ obliga a los estados a ponerse del lado de Occidente. En este caso, Ucrania se presenta como el brillante ‘Camelot’ alrededor del cual reunirse para combatir la ‘oscuridad’.

Esto nos lleva directamente a la ‘guerra’ financiera global de larga duración, una guerra de dos niveles:

En un nivel, la Reserva Federal de EE. UU. está jugando un ‘juego global’. Está aumentando las tasas de interés por muchas razones. Aquí, sin embargo, es para proteger el ‘privilegio del dólar’ de poder intercambiar dinero que imprime de la nada, por trabajo real y mercancías reales en todo el mundo. Este privilegio de ‘moneda de reserva’ ha sido la base del alto nivel de vida de los EE. UU. (mucho más alto de lo que sería de otro modo). Ese es un beneficio enorme, y la Reserva Federal va a proteger este beneficio.

Para hacer eso, tantos estados como sea posible deben estar en el ‘canal’ del dólar y comerciar en dólares. Y colocar sus ahorros en bonos del Tesoro de los Estados Unidos. La Fed ahora está haciendo todo lo posible para colapsar la cuota de mercado del euro y así mover euros y eurodólares al sindicato del dólar. Estados Unidos amenazará a Arabia Saudita, los Estados del Golfo y Turquía para evitar que abandonen el canal.

Esta es la ‘guerra’ contra Rusia y China, desviando una gran parte del mundo fuera del sindicato del dólar, hacia una esfera sin dólares. El incumplimiento de la pertenencia al sindicato del dólar se enfrenta con diversas herramientas, desde sanciones, congelamiento de activos y aranceles, hasta cambios de régimen.

Si la Fed no protege el ‘privilegio del dólar’, corre el riesgo de que todos se salgan del canal. El bloque de Eurasia está trabajando para salir del canal del dólar; para crear resiliencia económica y comercio fuera del canal. Lo que la Fed está tratando de hacer es detener esto.

La segunda dimensión de la guerra financiera de EE. UU. es la larga lucha librada por EE. UU. (Yellen y Blinken, en lugar de la Fed) para mantener el control sobre los mercados energéticos y la capacidad de EE. UU. para fijar el precio de los combustibles. Los BRICS (con los saudíes deseosos de unirse) tienen la intención de desarrollar una ‘canasta’ de monedas y productos básicos destinados a servir como un mecanismo comercial alternativo al dólar para el comercio internacional.

El punto aquí es que el grupo euroasiático no solo planea comerciar en monedas nacionales, y no en dólares, sino que quiere vincular esta moneda comercial a productos básicos (petróleo, gas, alimentos, materias primas) que tienen un valor inherente, que son ‘ monedas’ por derecho propio. Más que esto, el grupo busca tomar el control de los mercados energéticos fuera de los EE. UU. y reubicar esos mercados en Eurasia. Sin embargo, Washington tiene la intención de recuperar el control de los precios (a través de controles de precios).

Y ahí radica un problema fundamental para Washington: el sector de las materias primas, con su valor tangible inherente, se convierte, en sí mismo, en una ‘moneda’ muy codiciada. Uno, que a raíz del aumento de la inflación supera la devaluación del dinero fiduciario. Como señala Karin Kneissl, ex ministra de Relaciones Exteriores de Austria , «solo en 2022, el dólar estadounidense ha impreso más papel moneda que en su historia combinada». La energía, por otro lado, no se puede imprimir’.

Esta ‘guerra energética’ toma la forma de interrumpir o destruir el transporte y el flujo de productos de los productores de energía de Eurasia a los clientes. La UE acaba de probar esta ‘guerra’ particular con la destrucción de los oleoductos de Nordstream.

Ahora llegamos a las grandes ‘guerras’: en primer lugar, la guerra para obligar a la Reserva Federal a pivotar: pivotar hacia tipos de interés cero y QE.

La revolución social en los EE. UU. que vio a un Metro-Élite radicalizado perseguir la diversidad, el clima y la justicia racial como ideales utópicos, encontró su «marca» fácil con una UE que ya buscaba un «Sistema de valores» para cerrar su propia «brecha de democracia». ‘.

Entonces, la burguesía europea saltó con presteza al ‘tren’ del despertar liberal estadounidense. Basándose en el aporte de la política de identidad de este último, más el ‘mesianismo’ del Club de Roma para la desindustrialización, la fusión parecía ofrecer un conjunto imperial ideal de ‘Valores’ para llenar la laguna de la UE.

Sólo… sólo que los republicanos estadounidenses a favor de la guerra, así como los neoconservadores demócratas a favor de la guerra, ya se habían subido a ‘ese tren’. Las fuerzas cultural-ideológicas movilizadas encajaban perfectamente con su proyecto intervencionista: “Nuestro primer objetivo es evitar el resurgimiento de un nuevo rival” (doctrina Wolfowitz): Rusia en primer lugar, luego China en segundo lugar.

¿Qué tiene esto que ver con la guerra contra la Reserva Federal? Mucho. Estas corrientes están comprometidas con la impresión y el gasto GRANDE, de lo contrario, verán colapsar sus proyectos. El reinicio requiere impresión. Verde requiere impresión. El soporte para el ‘Camelot’ ucraniano requiere impresión. El Complejo Militar Industrial también lo necesita.

Los liberales estadounidenses y los ecologistas de la UE necesitan que el grifo del dinero esté completamente abierto. Necesitan imprimir dinero à outrance. Por lo tanto, necesitan ‘chantajear’ a la Reserva Federal para que no suba las tasas , sino que vuelva a la era del límite cero para que el dinero siga teniendo un costo cero y fluya libremente. (Y al diablo con la inflación).

UNCTAD rogar a todos los bancos centrales que dejen de subir las tasas para evitar una recesión es un frente de esta guerra; continuar la guerra de Ucrania, con su enorme déficit financiero asociado, es otro tablón para forzar un «pivote» de la Fed. Y obligar al Banco de Inglaterra a «pivotar» hacia la QE fue otra más.

Sin embargo, hasta ahora, Jerome Powell se resiste.

Luego está la ‘guerra’ adicional (en gran parte invisible) que refleja la convicción de ciertas corrientes conservadoras estadounidenses de que la era posterior a 2008 ha sido un desastre, poniendo al sistema económico estadounidense en riesgo existencial.

Sí, los que están detrás de Powell sin duda están preocupados por la inflación (y también entienden que las subidas de tipos de interés han estado rezagadas con respecto a la inflación desgarradora), pero están aún más preocupados por el ‘riesgo social’, es decir, la caída hacia guerra civil en América.

La Fed puede seguir aumentando las tasas durante algún tiempo, incluso al precio del colapso de algunos mercados, fondos de cobertura y pequeñas empresas. Powell cuenta con el apoyo de ciertos grandes bancos de Nueva York que ven la escritura en la pared para el modelo de despertar liberal: el fin de su negocio bancario a medida que los rescates se vuelven digitales y se pagan directamente en las cuentas bancarias de los demandantes (como ha propuesto el gobernador Lael Brainard ).

Powell dice poco (es probable que se mantenga alejado de la política partidista estadounidense en este momento delicado).

Sin embargo, la Reserva Federal puede estar intentando implementar una demolición controlada y contraria de la economía de burbuja de EE. UU., orientada precisamente a llevar a Estados Unidos de vuelta a caminos financieros más tradicionales. Para romper la ‘cultura de los activos apalancados’… Empieza a resolver la enorme brecha de desigualdad social que la Fed ha ayudado a crear, a través de QE facilitando gigantescas burbujas de activos… Empieza a rejuvenecer una economía estadounidense poniendo fin a las distorsiones. Disipas el impulso hacia la guerra civil porque el problema ya no es solo entre ‘los que tienen’ y los ‘que no tienen’.

Esta visión puede ser en sí misma un poco utópica, pero rompe la ‘burbuja de todo’, rompe la cultura del apalancamiento y detiene el trinquete extremo de los beneficiarios de la burbuja frente a 18 meses consecutivos de caída de los salarios reales en EE. UU.

Pero… pero esto solo es posible si nada sistémico se rompe .

¿Cuáles son las implicaciones geoestratégicas? Obviamente, mucho depende del resultado a medio plazo de EE. UU. Ya parece (dependiendo precisamente de a qué candidatos republicanos les va mejor) que se reducirá la financiación para la guerra en Ucrania . En cuánto reflejará el margen de éxito alcanzado por los ‘populistas’ republicanos.

Por lo tanto, no es plausible que la UE, que enfrenta su propia crisis devastadora, continúe financiando a Kiev como antes.

Pero la importancia de la lucha para volver a asentar a los EE. UU. en un paradigma económico de la década de 1980 sugiere que Occidente bordeará muy cerca de una ruptura algo sistemática durante las próximas semanas.

Las élites europeas están demasiado involucradas en su camino actual para cambiar la narrativa en el futuro cercano. Por lo tanto, seguirán culpando y hablando mal de Rusia: tienen pocas opciones si quieren evitar la ira popular. Y también hay pocas señales de que hayan asimilado mentalmente el desastre que han provocado sus errores.

Y con respecto a Bruselas, el mecanismo de rotación de los líderes de la UE está prácticamente ausente. La Unión nunca estuvo equipada con una marcha atrás, una necesidad que se creía inimaginable en los primeros tiempos.

La pregunta más bien es, ¿cuál será la situación de enero a febrero en Europa?

FUENTE: Fundación Cultura Estratégica

Los objetivos geopolíticos de Estados Unidos suelen traducirse en grandes cruzadas civilizatorias, siempre sustentadas en leyes internas de pretendido alcance universal.

Por Federico Nacif Publicado en Rebelion

Tal como describió recientemente el experto en relaciones internacionales Juan Tokatlian, mientras que en los años ‘90 se auto-asignó el papel de “cruzado internacional en materia de drogas”, después de los atentados a las Torres Gemelas de 2001 se lanzó a la lucha global “contra el terrorismo” y ahora, en medio de la actual confrontación con el eje China-Rusia, se proyecta como el “fiscal internacional en materia de corrupción”, para justificar lo que identifica como la lucha de “las democracias contra las autocracias”.

Al igual que en el pasado, la relación entre la nueva cruzada anticorrupción y la geopolítica de los recursos naturales no es un secreto. En el marco de la Estrategia de Estados Unidos para Combatir la Corrupción lanzada por Joe Biden en diciembre de 2021, la Oficina de Recursos Energéticos del Departamento de Estado asumió la responsabilidad de la “Iniciativa de Transparencia sobre Industrias Extractivas” que, entre otras cosas, busca “combatir la corrupción en los sectores globales de gas, petróleo y minería”.

Desde luego, América Latina constituye un objetivo central para la nueva estrategia imperial. En junio de 2021, la Casa Blanca emitió un memorándum para declarar a la lucha contra la corrupción como de “interés central para la seguridad nacional”, agudizando así su tradicional intervencionismo en la región. Desde entonces, produjo la extradición del ex Presidente de Honduras y la renuncia del Presidente en Paraguay. El 25 agosto de 2022, a solo tres días del alegato del fiscal Luciani contra Cristina Fernández de Kirchner, un senador texano envió una carta al Secretario de Estado Antony Blinken solicitando que se aplique a la Vicepresidenta argentina una serie de sanciones previstas en la Ley de Asignaciones de Programas Relacionados y Operaciones Extranjeras.

La disputa por el liderazgo de la transición energética está en el centro de la actual confrontación geopolítica y los países de América Latina constituyen un importante reservorio de recursos naturales críticos.

El litio sudamericano y la nueva “OTAN Metálica”

Si bien es cierto que China controla más del 70% de la fabricación mundial de baterías de litio, no menos cierto es que la producción de litio de Chile y Argentina está dominada desde hace décadas por capitales de Estados Unidos, Canadá y (más recientemente) Australia y Japón. Sin embargo, la prensa local sólo nos advierte sobre el nuevo fantasma que está recorriendo la región: el avance de grandes empresas chinas. De esta forma, se asume como propio el temor de Estados Unidos expresado por la jefa del Comando Sur, que ve amenazado su dominio actual sobre el Triángulo del Litio, advirtiendo la incipiente presencia de China y Rusia: “Están allí para socavar a Estados Unidos, están allí para socavar las democracias”.

Según el director ejecutivo de Benchmark Minerals (cuyos informes se usan en los contratos de compra-venta de litio), la influencia gubernamental de Estados Unidos “está en juego” por una simple razón: “la batería de ion-litio es ahora geopolítica”. Es que, de todos los metales que se necesitan para producir baterías, la situación del litio es la más delicada: desde 2020 los precios aumentaron un 900%, alcanzando “un punto histórico de inflexión”, lo que contrasta marcadamente con el resto de los metales críticos para las baterías.

El verdadero trasfondo político e institucional de estas declaraciones pasó algo desapercibido para los debates locales. El 14 de junio de 2022, el Departamento de Estado de Estados Unidos anunció la creación de la Asociación de Seguridad de Minerales (MSP por sus siglas en inglés), junto a la Unión Europea, Canadá, Australia, Japón, Corea del Sur y el Reino Unido. Bautizada por la agencia Reuters con el sugestivo rótulo de “OTAN metálica”, la nueva asociación se define principalmente por la ausencia de China y Rusia, preanunciando así la nueva estrategia norteamericana: “La actual red de suministro de minerales altamente globalizada parece destinada a dividirse en esferas de influencia políticamente polarizadas, un realineamiento tectónico con implicaciones de gran alcance”.

En palabras de la secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, se trata de “no depender excesivamente del abastecimiento de bienes críticos de países donde tenemos preocupaciones geopolíticas”. Según la ministra de Finanzas de Canadá, Chrystia Freeland, “el gran problema económico y geopolítico” del futuro no es otro que el de reformular el sistema de abastecimiento de materias primas, apuntalando las inversiones sólo en países amigos (friend-shoreing)Hasta el Pentágono se sumó a la nueva estrategia de “apoyar a los amigos” y pidió al Congreso de Estados Unidos modificar la Ley de Producción de Defensa que aún le prohíbe invertir en la producción de materias primas fuera del territorio nacional.

Estas definiciones no son sólo conceptuales. El gobierno de Joe Biden aprobó recientemente la Ley de Reducción de la Inflación, presentada por la CNN como la “mayor inversión climática de la historia americana”. Ente sus objetivos principales, promueve la compra de vehículos eléctricos producidos en territorio norteamericano (vía créditos y beneficios fiscales), que deberán incorporar baterías recargables con altos porcentajes de metales extraídos en Estados Unidos o en países “amigos”. Más específicamente, de los metales críticos que componen las baterías (litio, níquel, cobalto, manganeso), “al menos un 40% debe provenir de operaciones mineras en Estados Unidos o ser importados desde países con los que tiene firmado un Tratado de Libre Comercio (TLC). Ese porcentaje subirá a 80% a partir del 2026”.

El problema, una vez más, radica en evaluar los costos y beneficios de ser aceptados como un país “amigo” de Estados Unidos o de pasar a integrar el club de los países “enemigos”.

Sudamérica en la mira

Entre 2016 y 2019, más del 90% del litio importado a Estados Unidos provino de Chile (36%) y de la Argentina (55%).

Fuente: U.S. Geological Survey, 2021.

Estados Unidos tiene tratados de libre comercio con unos 20 países, entre los cuales figuran Australia y Chile, los dos principales productores de litio del mundo. La producción de ambos países está controlada por capitales norteamericanos, pero también registran una “preocupante” participación de China. En 2018, el Estado chileno modificó los dos contratos de explotación vigentes sobre el Salar de Atacama, elevando las regalías hasta el 40%. En el caso de SQM (la mayor productora de litio en salmueras del mundo), se le permitió la venta del 23% de sus acciones a la china Tianqi. En el caso de Albemarle, empresa norteamericana que posee la segunda operación del país, es un emblema de la red global de suministros que estaría llegando a su fin: comparte con Tianqi la propiedad de Greenbushes, la mina de litio más grande del mundo, ubicada en Australia.

Sin embargo, el status legal del litio chileno como “recurso estratégico” ofrece una herramienta política imprescindible. La futura creación de una nueva empresa estatal que se asociaría en mayoría con las dos explotaciones vigentes, permitirá al gobierno de Gabriel Boric anticiparse al nuevo escenario y gestionar con cierta autonomía las crecientes tensiones geopolíticas por el control y la propiedad de las reservas nacionales.

El otro país que produce litio en gran escala y que abastece buena parte de la demanda de Estados Unidos es la Argentina. Aquí, la empresa norteamericana Livent explota el Salar del Hombre Muerto de Catamarca hace ya 25 años (con prácticas para nada “transparentes”, por cierto). El segundo proyecto en operación del país está en Jujuy, a cargo de un joint venture formado por la australiana Allkem y la japonesa Toyota Tsuyo. El claro predominio de la OTAN Metálica sobre el litio argentino, sin embargo, no está lo suficientemente apuntalado y comienza a ser cuestionado.

En primer lugar, porque la Argentina no tiene un tratado de libre comercio con Estados Unidos. Más aún, en febrero de 2022 se sumó a la iniciativa global de China “La Franja y la Ruta”, y en julio consiguió el respaldo de China para ingresar a los BRICS. Pero también porque –paradojas del sistema neoliberal– el régimen de libres concesiones mineras provinciales que rige en el país desde los años ‘90 permitió a grandes empresas chinas como Ganfeng adquirir importantes proyectos en exploración. A diferencia de Chile, la geopolítica del litio opera aquí sin ninguna mediación, agravando incluso las internas en el frente de gobierno: mientras Massa visita en Estados Unidos a Livent, tanto YPF SA como los gobiernos provinciales de Catamarca y de Jujuy suscriben acuerdos de cooperación con empresas de China. La falta de una política nacional unificada se expresa sobre todo en la flamante YPF Litio, que debe partir de cero y explorar nuevos territorios porque todos los yacimientos de litio identificados en el país se encuentran en manos privadas.

El embajador Sabino Vaca Narvaja en la firma de un acuerdo con la china Tianqi Lithium, en agosto.

La total apertura a la inversión extranjera sin control del Estado nacional pareciera contradecir incluso la nueva estrategia de la OTAN Metálica. Tal como afirma un reciente informe elaborado para el Departamento de Estado de Estados Unidos: “De los países latinoamericanos que poseen reservas de litio, la Argentina opera en el mercado más abierto a la inversión del sector privado”. Sin embargo, “la inversión de las empresas estadounidenses ni siquiera se aproxima a lo que ha invertido China en la última década”. Por ello y por el enorme potencial que aún presentan las reservas de la Argentina, se recomienda enfáticamente “fortalecer la presencia de los Estados Unidos en el país”. Quizá esto explique buena parte del “éxito” de Sergio Massa en su gira por Estados Unidos. Quizá sirva también de contexto a las declaraciones de Alberto Fernández en la New School de Nueva York, donde aseguró por primera vez que se propone “declarar al litio un bien estratégico para el desarrollo de la Argentina… siguiendo un poco lo que ha hecho Chile”.

Contradicciones del sistema. Para restringir el acceso de China a los yacimientos sudamericanos es posible que Estados Unidos deba aceptar allí un mínimo de intervención estatal. Una suerte de soberanía subordinada a la nueva OTAN Metálica que, sin embargo, no nos alejaría de la abierta injerencia norteamericana en los asuntos públicos de América Latina.

En la lista de países con alta probabilidad de integrar el club de “enemigos” de Estados Unidos se encuentra Bolivia, dueña de la mayor reserva mundial de litio. Allí, el gobierno de Evo Morales creó en 2017 la empresa estatal Yacimientos de Litio Boliviano (YLB) para poder decidir con autonomía una estrategia tecnológica, productiva y exportadora al servicio del desarrollo nacional. En noviembre de 2019, después de un largo y dificultoso proceso de aprendizaje, el golpe de Estado interrumpió drásticamente la construcción de la planta industrial de carbonato de litio.

En la actualidad, el gobierno democrático de Luis Arce se propone la difícil tarea de recuperar el tiempo perdido, pero la injerencia norteamericana pareciera haberse activado nuevamente. Pocos días antes de que YLB diera a conocer los resultados de una simple convocatoria para evaluar nuevas técnicas extractivas, el periódico El País publicó un artículo acusando de presunta corrupción al hijo del Presidente Arce por estar favoreciendo a la empresa rusa Uranium One en perjuicio de empresas norteamericanas como Energy X, una pequeña start-up texana que había desplegado un operativo mediático llamativamente costoso para su tamaño. En verdad, la amenaza imperial ya había sido previamente formulada por Joseph Bouchard, un influyente analista canadiense: “Si el gobierno de Arce aceptara la oferta rusa, Bolivia se convertiría rápidamente en un Estado paria en el escenario regional e internacional”.

Con el objetivo de defender la soberanía y la estabilidad democrática de la región, el gobierno boliviano organizó junto a CEPAL el 1er. Foro “Perspectivas de Litio desde América Latina, donde propuso a los gobiernos de la Argentina, Chile y México la creación de una Organización de Países Productores y Exportadores de Litio (OPPEL). Más recientemente, el Presidente Arce cerró su intervención en la última Asamblea General de la ONU celebrada en Nueva York con una recomendación que sintetiza las urgencias del presente: “Naciones Unidas debe tomar medidas contra todos aquellos países que no respetan la soberanía y la no injerencia, y que enfrentan pueblos por el control de sus recursos naturales estratégicos. No somos fichas de tableros de ajedrez, somos pueblos que trabajan día a día para salir adelante y tenemos todo el derecho de decidir sobre nuestros recursos naturales”.

Fuente: https://www.elcohetealaluna.com

TOKIO – A medida que avanzan los hitos, la deuda nacional de EE. UU. que supera la marca de los 31 billones de dólares es especialmente personal para Haruhiko Kuroda y Yi Gang.

Los líderes del Banco de Japón (BOJ) y el Banco Popular de China (PBOC), respectivamente, dirigen las instituciones extranjeras que se encuentran en las reservas más grandes de bonos del gobierno de EE. UU. Japón tiene $ 1,23 billones y China aproximadamente $ 1 billón.

En total, Asia posee alrededor de $ 3,5 billones de pagarés de Washington, y posiblemente en el peor momento posible.

Entre la inflación de EE. UU. en máximos de 40 años, la Reserva Federal ajustando su política más agresivamente en 28 años y el dólar cotizando a niveles altísimos, la noticia de que la carga de la deuda de Washington es casi el doble del tamaño de la producción anual de China es decididamente desagradable.

Por ahora, el dólar se mantiene firme, con su papel tradicional como refugio seguro intacto. Sin embargo, la deuda de EE. UU. alcanzando niveles de hemorragia nasal significa que “la fiesta se acabó, todos”, dice Brian Riedl, investigador principal del Instituto Manhattan.

Hablaba en nombre de los inversores de todo el mundo. Pero no se trata solo de una escasez de refugios seguros: hay muy pocos refugios, punto.

Lo mejor de lo peor 

Por el momento, la moneda estadounidense se beneficia de una escasez de alternativas obvias.

El euro está en mínimos de 20 años en medio de una desaceleración del crecimiento y cambios políticos en las principales economías, incluida Italia. El yen ha bajado un 25 % este año, ya que la segunda economía de Asia deja los tipos de interés en mínimos históricos. Al carecer de convertibilidad total, el yuan de China carece de suficiente liquidez.

La libra está a punto de recuperarse de mínimos históricos frente al dólar cuando la nueva primera ministra Liz Truss se tambalea, desastrosamente, fuera de la puerta de salida. Los mercados no están impresionados.

El jueves, Fitch Ratings rebajó la perspectiva de la deuda soberana del Reino Unido a negativa desde estable. Como observa el analista Craig Erlam de OANDA, la «calificación general de Londres se mantuvo en AA, pero eso puede cambiar una vez que los detalles de cómo se pagará todo se publiquen en el presupuesto».

Las criptomonedas parecen una alternativa tan estable como los bulbos de tulipán de antaño. Los gráficos de precios de las materias primas, como dice un comerciante de Singapur, “parecen un electrocardiógrafo que registra un ataque al corazón. No hay reserva de valor allí. Entonces, el dólar sube”.

En un informe del 7 de octubre, S&P Global Ratings señaló que no está claro cómo los formuladores de políticas globales pueden frenar el aumento de un dólar que ha subido más del 17% sobre una base ponderada por comercio este año.

“Parece que estamos entrando en el tercer período de auge del dólar en los últimos 50 años”, dice Paul Gruenwald, economista jefe de S&P Global. “No hay una solución fácil: la pasividad pone en peligro los objetivos de inflación y la credibilidad, las subidas de tipos corren el riesgo de reducir la producción y el empleo, es probable que la intervención consuma valiosas reservas”.

La deuda desbocada de Washington también está provocando vientos en contra cada vez más intensos en casa. Caso en cuestión: informes generalizados de problemas de liquidez con el comercio de bonos estadounidenses.

El estratega Krishna Guha de Evercore ISI dice que el «deterioro apreciable y preocupante de la liquidez del mercado del Tesoro» cuenta una historia más amplia sobre dónde se encuentra el sistema financiero mundial a medida que se acerca 2023. El hecho de que cada vez sea más difícil comprar o vender el activo de refugio seguro es una fuerte señal de advertencia.

No mire más allá de Japón, donde el comercio secundario de bonos se está convirtiendo en una reliquia del pasado. El gobernador del BOJ, Kuroda, ha acumulado tantos bonos del gobierno que se ha vuelto difícil negociar valores.

Por supuesto, las dificultades de Japón y EE. UU. son imágenes especulares. El problema de Japón es demasiada liquidez del banco central ; Estados Unidos es un endurecimiento agresivo de la Fed. Pero el hecho de que dos de los mayores escenarios de deuda se enfrenten a problemas de profundidad de mercado, en los que ni siquiera las grandes operaciones logran mover los precios, sugiere que el sistema financiero mundial se encuentra en un mal lugar.

¿Lehman Brothers #2?

La charla sobre los problemas en Credit Suisse está avivando un tufillo a los temores de 2008 entre los inversionistas y los legisladores gubernamentales por igual. Significa que la Fed y otros bancos centrales importantes pronto podrían enfrentar un peligroso «evento crediticio», dice Komal Sri-Kumar, presidente de Sri-Kumar Global Strategies.

“Creo que la Reserva Federal tendrá que enfrentar las consecuencias de un evento de crédito” si llegara a ocurrir, dice Sri-Kumar a CNBC. “Algo se va a romper”. Agrega que “este puede ser o no un momento Lehman”.

Como mínimo, los funcionarios de la Fed tendrán que recalibrar los planes de aumento de las tasas de interés. A principios de 2020, el equipo del presidente de la Fed de EE. UU., Jerome Powell, actuó como comprador de último recurso cuando las negociaciones del mercado de bonos del Tesoro se volvieron locas. La Fed podría verse obligada a tomar medidas similares en las próximas semanas y meses.

Algunos argumentan que los temores sobre la solvencia de Credit Suisse son exagerados. Entre ellos, Boaz Weinstein, fundador de Saba Capital Management, advierte contra el «alarmismo» sobre el estado del perfil de swap de incumplimiento crediticio del banco.

Los mercados, dice, no deberían cometer el error de “confundir la caída abrupta de las acciones con el riesgo de impago. ¿General Motors también está al borde de la quiebra? Su CDS es idéntico al de Credit Suisse. Debemos tener cuidado de no gritar.

Pero muchos comerciantes no pueden evitar recordar argumentos similares presentados en las semanas previas al colapso de Lehman Brothers en septiembre de 2008.

Alasdair Macleod, jefe de investigación de la firma de inversión Goldmoney, observa que «Credit Suisse no es el único banco importante cuya relación precio-valor contable está emitiendo señales de advertencia», advirtiendo de las tensiones que enfrentan Deutsche Bank, Credit Agricole y otros nombres importantes. «La falla de uno de ellos», dice Macleod, «probablemente ponga en duda la supervivencia de los demás».

A medida que se desarrollan estas preocupaciones, la música de fondo del sistema global es la de los valores del Tesoro de EE. UU. que enfrentan problemas de liquidez. Esto coloca a los bancos centrales asiáticos en una posición precaria y con un riesgo creciente de no encontrar una silla si la música se detiene.

vulnerabilidades asiáticas

Por supuesto, China ha estado reduciendo sus tenencias de deuda estadounidense durante el último año. Las teorías por qué abarcan toda la gama.

Algunos argumentan que el gobernador del PBOC, Yi, está reduciendo las tenencias de dólares para ayudar a estabilizar el yuan , que ha bajado casi un 12% este año. Otros creen que Beijing está tratando de complicarle la vida al presidente estadounidense, Joe Biden, en medio de las crecientes tensiones geopolíticas. O China podría estar haciendo una sabia apuesta financiera.

El equipo del presidente Xi Jinping ha estado incrementando los lazos financieros con Rusia en un momento de máxima tensión entre Vladimir Putin y la Casa Blanca de Biden. Nikkei Asia informa que China ha intensificado sus esfuerzos para trasladar parte de la deuda a paraísos fiscales extraterritoriales a los que no pueden llegar las futuras sanciones de Estados Unidos.

Pero las preocupaciones sobre la trayectoria fiscal de Washington seguramente aumentarán entre los principales banqueros estadounidenses aquí en Asia. Cuando el expresidente de EE. UU., Donald Trump, firmó un recorte de impuestos de 2 billones de dólares en 2017 y ahora que Biden aumenta el gasto en infraestructura, dependen de los ahorros de Japón, China, Hong Kong, Corea del Sur, Taiwán, India y otros.

Las probabilidades de que los bancos centrales asiáticos aumenten su exposición al dólar están disminuyendo rápidamente, incluso en medio de una escasez de alternativas disponibles. El tipo de venta que EE. UU. está viendo en China sorprende en Asia, y tienta a los tenedores de dólares más pequeños a intentar liderar cualquier movimiento más grande de Beijing y Tokio para deshacerse de los dólares.

Para Singapur, Corea del Sur, Tailandia y otros, existe una clara ventaja de ser el primero en moverse. Pero hay una dinámica de destrucción asegurada mutuamente en juego aquí.

Durante los últimos 15 a 20 años, la relación financiera simbiótica entre EE. UU. y China se ha organizado en torno a la suposición de que Beijing seguirá invirtiendo en bonos del Tesoro de EE. UU. y que Washington será un administrador responsable del dinero de Asia.

Las consecuencias de la ruptura de esta relación son imposibles de calcular. Basta con decir que se produciría un caos financiero. Es una pregunta abierta si la deuda de EE. UU. que supera los 31 billones de dólares es un «problema muy grande» para la dinámica entre EE. UU. y China, como dice el economista Alex Pelle de Mizuho Securities.

Los enigmas de Estados Unidos

Darrell Duffie, profesor de finanzas de la Universidad de Stanford, agrega que “el mercado del Tesoro de EE. UU. es el mercado de valores más importante del mundo y es el alma de nuestra seguridad económica nacional. No puede simplemente decir que esperamos que mejore. Tienes que moverte para hacerlo mejor”.

Por ahora, «la liquidez del mercado es definitivamente más baja», dijo a los periodistas el presidente de la Fed de Nueva York, John Williams, a principios de esta semana. Pero, enfatizó, “todavía está funcionando”.

Sin embargo, señala el economista Josh Younger de JPMorgan Chase, los funcionarios estadounidenses tienen mucho trabajo por hacer si los bonos del Tesoro pueden “cumplir el propósito para el que han sido ungidos, que es un sustituto del efectivo, el mecanismo de intermediación” de las finanzas y el comercio internacionales.

Michael Peterson, director ejecutivo de la organización sin fines de lucro de vigilancia fiscal Peter G Peterson Foundation, dice que “a medida que nuestra deuda supera los $31 billones, ya es hora de actuar. Durante demasiado tiempo, los formuladores de políticas han asumido tasas de interés perpetuamente bajas, y ahora estamos viendo en tiempo real cuán peligrosa es esa suposición”.

Al economista de la Universidad de Princeton, Owen Zidar, le preocupa que nuevas subidas de tipos de la Fed no solo aumenten la carga de la deuda de Washington, sino que obliguen a los legisladores de Washington a realizar algunas votaciones incómodas. Zidar dice que esos movimientos deberían incluir aumentos de impuestos para los ricos y cerrar las lagunas en los intereses devengados.

Mientras tanto, una creciente carga de deuda solo exacerbará los desafíos de Washington. “Es probable que la economía de EE. UU. se deteriore en 2023 con una caída del gasto de los consumidores y del capital empresarial, mientras que es probable que aumente el desempleo”, dice el economista Carsten Brzeski de ING Bank.

“Esperamos una subida de tipos de 75 puntos básicos por parte de la Reserva Federal en noviembre y otros 50 puntos básicos en diciembre”, dice Brzeski. “Pero es probable que las crecientes preocupaciones sobre el crecimiento y el mercado inmobiliario conduzcan a recortes de tasas a partir del tercer trimestre de 2023”.

En medio de tantos desafíos, el rápido aumento de la deuda de Washington “es un nuevo récord del que nadie debería estar orgulloso”, dice Maya MacGuineas, presidenta del Comité para un Presupuesto Federal Responsable.

“En los últimos 18 meses, hemos sido testigos de un aumento de la inflación a un máximo de 40 años, aumento de las tasas de interés en parte para combatir esta inflación y varias leyes y acciones ejecutivas que destruyen el presupuesto”, dice MacGuineas.

Su conclusión es sombría: “Somos adictos a la deuda”.

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FINANZAS

La llamada de margen global golpea los mercados de deuda europeos

Las coberturas explotan después de que los indicadores de riesgo en el mercado de deuda pública de Alemania superaran los del colapso mundial de 2008

Por Luis Britto García Rebelion

La batalla entre globalistas y aislacionistas fractura el pilar central de la hegemonía imperial, la propia integridad y unidad territorial de Estados Unidos.

1 – Soporte estratégico de la hegemonía estadounidense es su ejército. Con 1.325.000 efectivos y una reserva de 1.500.000,  ocupa unas 900 bases alrededor del mundo, y para 2022 consume un presupuesto de 840.000 millones de dólares, más de la mitad del total del gasto armamentista   planetario (https://www.telesurtv.net › news › eeuu-propone-millon…). Repetidamente  derrotado   por países aparentemente más débiles, como Corea, Vietnam y Afganistán, sus armamentos han sido superados tecnológicamente por Rusia y China. Desde que la conscripción se hizo voluntaria, se le dificulta reclutar efectivos. Siguiendo el patrón recurrente de los imperios en decadencia, depende  cada vez más de contratistas mercenarios o aliados militares esencialmente foráneos, como la OTAN o el AUKUS (Australia, Reino Unido, Estados Unidos).

2 – El mayor pilar de la hegemonía estadounidense era el económico, con un PIB que alguna vez fue el mayor del mundo, pero que ahora es superado ampliamente por el de China; equivale a  su Deuda Externa y es aquejado por una crónica balanza comercial desfavorable. En los años sesenta, la manufactura reportaba 25 % del PIB; ahora, apenas el 11% de éste, debido a lo cual cinco millones de puestos de trabajo han desaparecido desde comienzos del siglo. En 2019, Estados Unidos producía 10.8 millones de vehículos, y China 25,7 millones (Martyanov: Disintegration: Indicators of the Coming American Collapse, Clarity Press Inc). Añadamos que sus reservas de hidrocarburos, al nivel de consumo actual, alcanzan apenas para unos 8 años.

3 – El pilar financiero de la hegemonía estadounidense es el dólar, convertido en obligatorio respaldo de las demás monedas  por los acuerdos de Breton Woods en 1944, y con cuya emisión descontrolada, -sin respaldo desde 1974- Estados Unidos ha comprado a cambio de nada los recursos y el trabajo del resto del planeta. El dólar pierde valor de manera continua; repetidos colapsos  desacreditan el sistema bancario fundado en él, el conflicto de Ucrania  obliga a Rusia a reforzar el rublo, y China prepara un nuevo sistema monetario  con inconmovible respaldo en  oro.

4 – La declinación económica está asociada a la política.  La política estadounidense es un juego entre dos partidos distintos y un solo capitalismo verdadero. Pero éste  presenta distintas versiones. Los demócratas se declaran globalistas, partidarios de la dominación mundial a través de las finanzas y la usura, el cobro por uso  de patentes y  propiedad intelectual, y la tercerización, que suplanta los parques  industriales nacionales  por   inversiones en el exterior  en países con mano de obra barata y sin derechos laborales, y sustituye  la reinversión interna de  capitales  por su flujo hacia Paraísos Fiscales libres de tributación. Para mantener esta economía globalizada, promueven  incesantes  conflictos bélicos globales que incrementen el gasto armamentista, apoyados por alianzas estratégicas con entes como la OTAN, el AUKUS y la Unión Europea. Estas políticas son responsables de la desindustrialización, el desempleo y la generalizada pauperización de los trabajadores estadounidenses.

5 – En contra de la tendencia globalista, gran parte de  los republicanos se declaran aislacionistas, enemigos de una creciente involucración estadounidense en el ámbito internacional, partidarios de la reinversión interna de sus propios capitales acompañada de un proteccionismo que cree empleo, revitalice sus desfallecientes parques industriales y retire a Estados Unidos de Tratados de Libre Comercio en virtud de los cuales las mercancías foráneas más baratas desplazan a las producidas localmente. Es lo que  sintetiza la consigna MAGA (Make America Great Again). Los conservadores republicanos han retirado a Estados Unidos de la Alianza del Pacífico, que abría sus mercados a la producción asiática y latinoamericana de dicha zona, y durante la presidencia de Trump, a pesar de sus   amenazas,  no se inició ninguna nueva guerra. Tal prédica parece haber calado en numerosos estratos de la clase media y  la clase obrera pauperizados por las políticas globalistas y reducidos a “White trash”, basura blanca, ahora en la misma condición subordinada que afrodescendientes, hispanos e inmigrantes.

6 – Esta pugna, más o menos marcada según las diversas alas y las sedes locales de cada partido, excede ampliamente de toda competencia leal o juego limpio. Trump denuncia enfáticamente haber sido  víctima de un fraude electoral. El New York Post, The New York Times y el Washington Post reconocen que, según contenidos de la computadora de Hunter Biden, hijo del Presidente, más de medio centenar de funcionarios de inteligencia, incluido el director de la CIA John Brennan, manipularon dichos resultados (Wim Dierckxsens y Walter Formento: “Elecciones en Estados Unidos, en el marco de la Guerra civil y la Perestroika”, 15 de septiembre de 2022). La manifestación de los  republicanos para protestar contra tales resultados  es violentamente reprimida, causa una muerte entre los manifestantes, y es luego presentada mediáticamente como intento de “asaltar” el Tribunal Supremo. Los cuerpos de seguridad de Biden invaden la mansión de Trump en Mar-a-Lago en busca de supuestos documentos de seguridad interna que el magnate conservaría en su poder; se avanzan diligencias para enjuiciarlo a fin de que no pueda candidatearse en las próximas elecciones.

7 – La batalla entre globalistas y aislacionistas fractura el pilar central de la hegemonía imperial, la propia integridad y unidad territorial  de Estados Unidos. En trabajos anteriores incluimos opiniones selectas sobre ello. Resumimos algunas. El estadounidense Jared A. Brock sostiene que “cerca de la mitad de todos los estadounidenses quieren separarse de la unión en una u otra dirección”(https://survivingtomorrow.org/america-will-be-twelve-countries-very-soon-58d900389257).  Andrew Tanner predice que “Estados Unidos está destinado a colapsar en esta década –el problema no es cuándo, sino con qué grado de violencia”. (https://andrewmtanner.medium.com/americas-grim-future-aa0b5954bf96). La corresponsal de guerra  Janine di Giovanni  apunta que “estamos profundamente divididos entre líneas tribales, desgarrados sobre temáticas tales como el control de armamentos, inmigración, y el tipo de país en  que queremos vivir. La misma retórica nacionalista que llevó a Bosnia a una guerra sangrienta resuena en Estados Unidos” (https://gen.medium.com/i-cover-civil-wars-the-state-of-america-right-now-makes-me-anxious-59320249de03.). En opinión de Andrei Martyanov, “Estados Unidos ya no es una nación. Ni siquiera se acerca a ello (…) y no puede evitar la desintegración”. Según Thierry Meyssan, “la población estadounidense vive una crisis de ‎civilización y se dirige inexorablemente hacia una nueva guerra civil, que debería desembocar ‎lógicamente en el fraccionamiento de su país. Esa inestabilidad también pondría fin al estatus de ‎hiperpotencia que aún mantiene Occidente” (“Elección presidencial estadounidense 2020 ¡Abrid los ojos!”  ‎https://www.voltairenet.org/article211580.html). Wim Dierckxsens y Walter Formento señalan que en  2019 una encuesta de la Universidad de Georgetown reveló que 67, 21 % veía como  posible una guerra civil en EEUU. Otra encuesta de  YouGov/Economist (firma de investigación de mercados y análisis de datos  con sede en el Reino Unido) revela que  el 57% de los estadounidenses piensa que “es probable que estalle la guerra civil en un futuro no lejano”, el 14% lo considera muy probable y el 43% lo considera probable.  El 66% de los encuestados ya creía que la división política en EEUU sería crítica desde que Joe Biden asumió el cargo, lo cual “nos hace pensar que EEUU está ya en una guerra civil” (Wim Dierckxsens y Walter Formento: loc.cit.).

8 – ¿Qué configuración geopolítica mundial surgirá de este multiforme declive? Desde 2015 China es la primera potencia económica del mundo: su  PIB  superó al de Estados Unidos, país que descendió entonces a  segunda potencia global. A partir de  la disolución de la URSS, la Federación Rusa ocupa el tercer lugar. Según la Teoría de las Coaliciones en las Tríadas de Theodor Kaplow, entre una potencia de primera magnitud, otra de segunda y otra de tercera,  la alianza más probable es la de la de la primera con la tercera. La persistente agresión estadounidense a través de la OTAN ha forzado a Rusia a estrechar lazos con China, en una confrontación en la cual lo que se disputa es el segundo lugar en la hegemonía mundial. El interés mutuo consolidará cada vez más esta alianza. En virtud de su declinación económica, financiera, política y estratégica, Estados Unidos no puede seguir indefinidamente incoando conflictos y sacrificando a otros países u organismos  para que los peleen por él. La lógica, que no siempre opera, vetaría también una escalada nuclear que destruiría por igual agresores y agredidos. Dados los  factores que señalamos, el más probable resultado es el de la consolidación de un mundo multipolar, con múltiples actores y presencia decisiva de bloques como el BRICS, el Movimiento de los No Alineados, el ASEAN, la Celac, Unasur y el ALBA, en el cual Estados Unidos y la Alianza Atlántica verán gravemente afectada o desaparecida su hegemonía.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

Elecciones en Estados Unidos: En el marco de la Guerra civil y la Perestroika en EEUU

                               15 de septiembre de 2022

                    Wim Dierckxsens y Walter Formento

Introducción

El 8 de septiembre de 2022, India y China anunciaron que sus ejércitos habían comenzado a retirarse de su línea fronteriza, un paso en firme para poner fin al enfrentamiento, “agitado” por los intereses unipolares desde mayo de 2020. Con esto se obstaculiza y/o bloquea la réplica del escenario Rusia/OTAN en Ucrania en Asia, tal como la OTAN tenía en “mente”. Mientras, sesenta y ocho países en el Foro Económico Oriental (EEF), con participantes empresariales y gubernamentales, se reunieron en Vladivostok para trazar políticas y proyectos para la integración multipolar de Eurasia.  

Ambos acontecimientos se dan días antes de la cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS), centrada principalmente en cuestiones de seguridad regional, cumbre que tiene lugar en Uzbekistán, a la que asistirán tanto el primer ministro Narendra Modi –India- como el presidente chino Xi Jinping -China. La integración y cooperación del proyecto multipolar, tanto en términos económicos como de seguridad, está dando pasos en firme y las contradicciones internas pasan así a segundo plano.

En esta situación internacional se presentan las elecciones de mitad de mandato en EEUU, con contradicciones profundas entre demócratas y republicanos. Se disputarán los 435 escaños de la Cámara de Representantes y 35 de los 100 escaños del Senado. The Economist (Revista de los señores de Davos y la OTAN) espera ampliamente que las elecciones intermedias de Estados Unidos, el 8 de noviembre, traigan amargas noticias para los demócratas. Dada la alta inflación y los bajos índices de aprobación de Joe Biden, esta elección podría ser especialmente desastrosa para los demócratas que esperan perder el control de la Cámara y del Senado. 

Estados Unidos 2022: Elecciones o batalla electoral

Las elecciones intermedias de EEUU serán decididas en buena medida por la influencia creciente que se despliega en relación a la figura de Donald Trump (según plantean los sistemas de comunicación en EEUU). Es inusual que un expresidente desempeñe un papel tan importante en las elecciones, luego de dejar de serlo. 

Trump ha jugado muy fuerte, ha respaldado a candidatos que le son leales y ha rechazado a los otros.  El logro singular de Biden (Partido Demócrata), es tener el índice de aprobación más bajo de cualquier presidente en ejercicio desde la década de 1950, cuando Estados Unidos era aún la locomotora industrial más pujante del mundo y arrastraba al mundo hacia adelante, hasta 1971-73 cuando su locomotora industrial consolido su diversificación tricontinental (EEUU/Europa Occidental/Japón) y, por lo tanto, empezó a chocar con todo proyecto nacional. 

Hoy, el alto costo de la vida ha debilitado la buena voluntad incluso de los demócratas, que ya se preparan para ver contundentes “pérdidas” en las elecciones. En la población en su conjunto, incluyendo a los demócratas, el 67 % piensa que la economía va mal, el 78 % cree que el país va en la dirección equivocada y el 64 % de los demócratas quiere otro candidato presidencial para 2024. Este estado de ánimo debilita la mayoría de las ambiciones restantes de la administración Demócrata. 

Es un hecho que conforme se acerca el día electoral del 8 de noviembre, los hechos muestran divergencias cada vez más agudas entre republicanos y demócratas. En el EEUU parecen darse ya todos los elementos necesarios para una “explosión socio-política violenta”. La incursión del FBI en Mar-a-Lago (la residencia de Trump) solo añadió gasolina al fuego. Cuando, el 1 de septiembre, Biden prácticamente le declaro la “guerra” al Trumpismo, dos días después Trump llamó a Biden enemigo del Estado. Confirmando la situación que ya está en boca de todos. En 2019 una encuesta de la Universidad de Georgetown ya había preguntado a los encuestados cuán posible veían una guerra civil en EEUU, en una escala de 0 a 100. La media de sus respuestas afirmativas fue de 67,23 puntos. Los grandes conglomerados de comunicación, asociados a Davos y la OTAN, son quienes hablan de la posible guerra civil. Para el 11 de septiembre, YouGov/Economist (iniciativa globalista) presentó los resultados de una nueva  encuesta sobre la guerra civil, contrastando opiniones demócratas vs las republicanas. Por ello, nuestra pregunta en este artículo es: ¿Quién necesita y promueve la guerra civil como proyecto político en EEUU?

Las contradicciones al interior del Partido Republicano 

Tras el “asalto” al Capitolio del 6 de enero de 2021, por parte de miles de “seguidores” de Trump, en Washington hubo 10 congresistas republicanos que votaron entonces a favor de enjuiciarlo políticamente junto a la iniciativa de los Demócratas Globalistas. Luego, en las elecciones primarias para noviembre de 2022, cinco candidatos (Wisconsin, Cennecticut, Ohio,  Washington y Wyoming), que contaban con el apoyo de Donald Trump, se impusieron ante sus rivales en agosto en las elecciones primarias del Partido Republicano y otros cuatro rivales simplemente terminaron su período. 

La representante por Wyoming, Liz Cheney, hija del ex vicepresidente Dick Cheney (2001-2009), al igual que su padre pertenece a la línea anti-Trump de los republicanos –NeoCon- miembros del Congreso. El éxito principal de los potenciales Senadores MAGA –Make America Great Again- ha creado mayores presiones para los Neocon con Mitch McConnellEste líder de la minoría republicana del Senado, “socio” de los demócratas globalistas y enconado opositor de Trump, opinó que las elecciones al Senado serían difíciles para los republicanos por su supuesto bajo perfil.  

Durante mucho tiempo ha sido el capo de la política republicana. Su crítica a la «calidad» de los candidatos de Trump le ha valido fuertes reproches públicos del senador de Florida Rick Scott, una figura política con la ambición y los recursos financieros para amenazar a McConnell para presidir el Senado. Mitch McConnell, su súper PAC ha invertido decenas de millones de dólares en estas elecciones internas y procurará que sus referentes se impongan a los de Trump. Estos hechos muestran tanto la feroz y decisiva interna en el partido republicano como el decisivo y rápido giro del Partido Republicano, y su base socio electoral, hacia el espacio MAGA del Trumpismo. Dejando en posición de debilidad a los republicanos Neocon, que vienen siendo “socios” de los demócratas (Clinton-Obama-Pelosi-Harris) en el despliegue del proyecto Globalista de Davos/Otan.

Ron DeSantis, el gobernador de Florida, aliado político de Trump (2017-2021), se ha asegurado el segundo puesto con una popularidad que ya compite con Trump (24% contra 51%, respectivamente), en tanto candidato republicano para las elecciones de 2024. Su retórica es del estilo de Trump en una política estatal, con la particularidad en atacar el estilo impositivo demócrata en el campo de la salud del Dr. Fauci. En otras palabras, con DeSantis como segundo candidato republicano para 2024, esto sumaría a la formula a pesar que hoy aparezca como un feroz opositor de Trump. 

Creciente Contradicción entre Demócratas y Republicanos 

‎La extralimitación de Biden en su discurso del 1 de septiembre de 2022, en una marco -muy extraño-, acusando no solo a Trump sino al partido republicano como terrorista, ha llevado a la caída de la máscara del poder ejecutivo. Deja expuesto, que ya no hay lugar ni espacios para la decisión ni la pretensión de gobernar para y con todos los estadounidenses. La fuerza bruta y la abolición de las normas de gobierno, como la fachada de una Corte Suprema políticamente independiente, el control estatal de las elecciones o el papel del filibustero en el Senado, ahora todo es aceptado por la fracción globalista unipolar financiera (Davos/OTAN) del partido demócrata en pos de imponerse. 

Incluso, existe todo un movimiento del Partido Demócrata dispuestos a utilizar cualquier “medio” para lograrlo y la consigna se resume en: «Atrapar a Trump». Los artículos, que ahora aparecen en los principales medios de comunicación globalistas –CNN/NYT/CBNC-, exigen derechos más allá de la ley en nombre de «Parar a Trump». “La democracia está en juego”, según afirman. Incluso, los intereses globalistas (Davos) están preparados para sacrificar los derechos constitucionales, las libertades civiles, los principios y el estado de derecho con tal de “Parar a Trump”. Toda una muestra de las formas y modos que asume la guerra civil en EEUU en esta etapa.

Con el objetivo de “voltear a Trump”, todo vale. Así como los republicanos macartistas desde 1950, estaban dispuestos a destrozar la Constitución para acabar con el llamado “comunismo” del Demócrata Roosevelt. Hoy el Partido Demócrata, dominado por los intereses transnacionales financieros, como en 1950 el Partido Republicano, quieren hacerlo para acabar con “Trump». “La democracia está en juego” gritan, por ello estamos preparados para sacrificar los derechos constitucionales, las libertades civiles y el estado de derecho con tal de “frenar” a Trump. 

Laurence Tribe, quien enseñó derecho constitucional durante medio siglo, ha abogado por enjuiciar a Trump por el «intento de asesinato» del ex vicepresidente Pence. La iniciativa no prosperó sólo porque requeriría ampliar de forma retroactiva e inconstitucional la ley. 

La Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU por sus siglas en inglés),  guardó silencio conspirativo sobre el allanamiento de la residencia de Donald Trump, Mar-a-Lago en Florida. Después que el FBI ejecutó la orden de registro en la finca de Florida, el Partido Republicano rápidamente cerró filas respaldando al expresidente Trump. Incluso el gobernador de Florida, Ron DeSantis, el mayor rival para Trump en las primarias republicanas, se refirió al gobierno del presidente Joe Biden como el “régimen” y dijo que, el allanamiento en Mar-a-Lago en busca de documentos confidenciales, tomados de forma indebida, fue “una nueva escalada en el uso de las agencias federales como armas en contra de los opositores políticos”. Para obtener una orden judicial, una declaración jurada sin argumentos debidos que no señala cómo se infringió o se está infringiendo una ley federal y no revela nada del por qué no prospera. Luego, Trump salió fortalecido. 

En una encuesta reciente de USA TODAY/Ipsos, el 59 % de los votantes republicanos dijo que Trump debería ser el candidato republicano para 2024. El Congreso liderado por los demócratas tiene un índice de desaprobación del 79 por ciento, según Statista.  The Economist señala que los republicanos están bien posicionados para recuperar el control de ambas cámaras. 

Lo que a partir del laptop de Hunter Biden (hijo del presidente) se conoce ahora con certeza, es que el FBI trabajó activamente para alterar el resultado de las elecciones presidenciales (noviembre 2019-enero 2020) en Estados Unidos, como señaló The New York Post en su momento. Hasta The New York Times y Washington Post (ambos voceros del globalismo) tuvieron que comunicar que la computadora portátil de Hunter Biden y el contenido encontrado en ella son, de hecho, auténticos. Más de 50 ex funcionarios de inteligencia de EEUU, incluido el director de la CIA, John Brennan, quedaron al descubierto con sus falsos testimonios del 19 de octubre de 2020. 

Mientras tanto para el Pueblo, en las elecciones de 2022, el costo de la energía y de la vida en general son los temas –realidades cotidianas- que de verdad importan a los votantes, que ya están en “camino de caer” en la línea de pobreza y más allá. No les interesa para nada el tema de Ucrania y el aborto apenas, temas si centrales del partido demócrata. Una encuesta nacional realizada en agosto 2022, por el Instituto Tecno-métrica de Política con sede en Nueva Jersey, revela que un sorprendente 79 por ciento de los estadounidenses opina que el presidente Donald Trump habría ganado la reelección si los votantes hubieran sabido la verdad sobre la computadora portátil de Hunter Biden. Y que (Trump) tenía razón que los demócratas le habían robado las elecciones. 

Podriamos concluir que el establishment financiero demócrata no ha podido “eliminar a Trump” (con trampas jurídicas) para las elecciones en 2022 y que se perfila como claro candidato a presidente para las elecciones de 2024. Lo anterior deja a los globalistas ante una situación complicada y, por ello, es que “buscan” con urgencia salir del callejón democrático electoral, que parecería, por sus acciones, no tener salida democrática para ellos. 

Del globalismo y el fascismo en EEUU

La confrontación que marca nuestro tiempo, la de la crisis sistémica del capitalismo unipolar financiero y el ascenso del proyecto multipolar plurinacional de los BRICS, con la Nueva Ruta de la Seda como proyecto, no deja de avanzar en medio de esta crisis general mundial

El Trumpismo en el Partido Republicano defiende posturas aislacionistas, critica la ayuda a Ucrania y felicitó a Rusia en su accionar ahí. En su administración anterior Trump (2017-2021) estuvo en contra de la OTAN, por ser el ejército de los señores globalistas de Davos que hoy han sometido a la Unión Europea. Durante la administración Trump, el globalismo recibió duros golpes al perder, la City financiera de Londres, con el Brexit. Donde ésta ya perdió influencia en la Unión Europea y, luego, el centro financiero de Hong-Kong, luego que Trump derogara su “estatus administrativo especial” –respaldo- para “ejercer su influencia” en Asia. Una victoria hasta rotunda del Trumpismo, que significo una crisis para los Globalistas (Davos) en su objetivo de poder imponer el Economic Reset Global, ya que conllevo a una confrontación aún más profunda y estructural en los EEUU (1999-2001-2008-2013) entre los intereses financieros unipolares: Globalistas vs Trumpistas y Continentalistas (capital financiero vinculado con el proyecto del imperio norteamericano en decadencia). 

En este contexto, nada alentador para el partido Demócrata, el presidente Joe Biden pronunció la noche del 1 de septiembre el discurso más polarizado desde que asumió la Presidencia de Estados Unidos. Además de calificar como «amenaza» y «extremistas» a los seguidores del exmandatario Donald Trump, también usó una escenografía acorde con su tono: luces rojas, sombras y posiblemente lo más polémico, infantes de marina. Esa imagen, de Biden haciendo puños con sus manos, expresión de odio, luces rojas y flanqueado por los infantes de marina, fue el detonante para que las críticas se avivaran. El Cuerpo de Marines de EE. UU., como parte de la Armada estadounidense, no debe tener inclinaciones políticas. Textualmente Biden afirmó: “No hay duda de que el Partido Republicano de hoy está dominado, impulsado e intimidado por Donald Trump y los republicanos del Make America Great Again (MAGA). Y eso es una amenaza para este país”. No solo muestra a un partido golpeado (Biden, Kamala Harris, Pelosi, etc.), sino que pretende “proyectar poder” bajo la forma de la fuerza militar. El propósito del discurso, entonces, no solo ve como amenaza a Donald Trump, sino al Partido Republicano entero, por caminar hacia el Trumpismo (https://panampost.com/oriana-rivas/2022/09/03). 

Biden llamo a levantarse a todos los que se oponen a Trump, en este caso, a la mitad de la población. Lo anterior ya no solo justificaría cualquier tipo de persecución de la persona, sino que crea el ambiente para que “los partidarios demócratas” busquen cómo rechazar el resultado de las elecciones intermedias de cualquier forma. Lo cual “abre espacios” para poder lograrlo, a la posibilidad de un escenario de intento de magnicidio. Hecho que acabamos de presenciar en Argentina, con un intento de magnicidio al vicepresidente de la nación argentina –CFK-, por un “personaje” que se identifica con los símbolos nazis, como los del batallón de «Azov» de Ucrania, al “servicio” de la OTAN. Otro escenario podría ser un “auto atentado” al estilo de las Torres Gemelas. Este, más impactante aún, no solo para suspender las elecciones, sino para profundizar desplegando o haciendo escalar la guerra civil en Estados Unidos. 

La guerra civil en Estados Unidos 

Por supuesto, en una guerra civil, las FFAA con sus diferentes “áreas y secciones” podrán estar de un lado o del otro. El Ejército de EEUU informa que en los “últimos años” –¿desde el 1997/2000- está teniendo problemas serios a la hora de reclutar nuevos soldados, del mismo modo que lo tuvo en la etapa final de la guerra de Vietnam 1971-75. A partir de 1973, en el periodo final de la larga Guerra de Vietnam -1964/1975-, la cual beneficio solo a los   Tricontinentalistas, los reclutamientos se desplazaron constantemente al sur de la línea Mason-Dixon. 

Actualmente, el ejército no alcanza sus objetivos de reclutamiento para los próximos dos años, en casi 40,000 soldados. Como informó el New York Times (globalista) ya en 2018, los reclutadores militares dependían en gran medida de la región políticamente más conservadora del país para los nuevos reclutas: el sur republicano. La decisión del ejército de cerrar muchas bases en los estados del norte, donde hay los largos inviernos, no hicieron más que profundizar y acelerar esta tendencia. 

Los distritos escolares de muchas zonas urbanas de los estados azules (demócratas) incluso han restringido el acceso a los estudiantes de secundaria en los últimos años, lo que ha aumentado aún más la dependencia de los reclutas de los suburbios y pueblos rurales de los estados rojos (republicanos). Según el Mayor Paul Lewis, en los últimos años la preparación militar se ha visto afectada por “una combinación tóxica de liderazgo deficiente y la politización del ejército”, erosionando la confianza de los miembros del servicio de base.

El ejército, en otras palabras, es predominantemente republicano, al menos en su base y los demócratas no están interesados en el ejército que es básicamente republicano. Los globalistas tienen su propio ejército en la OTAN, básicamente de mercenarios pagados con las contribuciones de los países miembro y por los grandes consorcios transnacionales. Para los demócratas el ejército, en cuanto a tropa, de pronto es un problema y adversario en una guerra civil. 

Si es claro que, la OTAN, recluta su alto mando en los oficiales de los otros países metrópolis y los ha formado desde 1991, en los últimos 30 años de despliegue del globalismo, con mercenarios en Siria, Afganistán, Ucrania, etc. Pero también es claro que, la OTAN, no puede contar de manera monolítica con suboficiales y oficiales norteamericanos, ya que son en forma dominante republicanos. Por ello, la OTAN recluta el alto mando y los niveles intermedios también fuera de EEUU, en GB, Canadá, Australia, etc. Y la tropa la recluta en base a tropas mercenarias provistas por corporaciones “privadas” financieras militares paralelas en EEUU y el mundo. Algo que hemos observado como “práctica política” en todos los imperios en historia, en determinado momento y particularmente en su fase de  decadencia.

En dicho contexto, Biden ordenó a su equipo de seguridad nacional que dirigiera una revisión exhaustiva de 100 días de los esfuerzos del gobierno de EEUU para abordar el “terrorismo interno”, que se ha convertido en la amenaza terrorista más urgente que enfrenta el país hoy. La Administración Biden está lanzando la primera Estrategia Nacional para Contrarrestar el terrorismo interno (enfrentamiento armado interior de EEUU), para impulsar eventualmente la guerra civil. 

El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) ha designado al “Extremismo Violento Doméstico” como Área de Prioridad Nacional. El Departamento de Defensa (DOD) está incorporando capacitación para los miembros del servicio que se separan o se retiran de las fuerzas armadas, sobre posibles ataques de actores extremistas violentos contra personas con entrenamiento militar. Según Kelly Offield del Instituto Mises (America´s secret government by proxy 01.09.2022), hay1.271 organizaciones antiterroristas, de seguridad nacional y de inteligencia; 1.931 análogos del sector privado; 10.000 ubicaciones de estas organizaciones y 854,000 personas con autorizaciones de seguridad de alto secreto. La línea que distingue entre lo público y lo privado es “gris” en esta actividad.

El Consejo de Asuntos Exteriores (CFA, por sus siglas en inglés)  afirma  que la principal amenaza terrorista “es más nacional que internacional”. EL CVE es el consejo que está a cargo del control de la información y tiene como misión identificar, definir y catalogar las vulnerabilidades de seguridad cibernética para el gobierno y está a cargo de delimitar qué ideas son aceptables, qué ideas no lo son y cómo hacer cumplir esos juicios con software y técnicas. Esta es la nueva normalidad en EEUU y, en general, cada vez más en el llamado “Occidente”. 

El dejar a opositores sin cuentas bancarias, al estilo de Canadá con la huelga de los camioneros, es más eficiente al tener una cripto-moneda, que más pronto que tarde manejaría la Reserva federal. Y la administración Biden está trabajando a toda velocidad en acabar con el dólar papel, para sustituirlo por una nueva moneda digital. Para Biden, y para las fuerzas globalistas, los trumpistas y hasta los republicanos “empiezan” a ser considerados como Subhumanos (como los pueblos originarios, judíos, gitanos y pueblos eslavos en tiempos de nazismo o en todos los tiempos y momentos de la historia en que se necesita “construir al otro” como el “enemigo a desarticular”) a los que no solo hay que reprimirlo sino “neutralizar”. 

Entonces, ¿qué mejor que empezar por dejarles sin dinero para poder dejarles por fuera del acceso a todo lo que requiere de Dinero para “poder vivir”? Esto podría claramente ser considerada: “Una declaración de guerra en toda la línea”.

El hecho que YouGov/Economist (una firma internacional de investigación de mercados y análisis de datos basada en Internet, con sede en el Reino Unido) señala que el 57% de los estadounidenses dice que “es probable que estalle la guerra civil en un futuro no lejano”, el 14% lo considera muy probable y el 43% lo considera probable.  El 66% de los encuestados ya creía que la división política en EEUU sería crítica desde que Joe Biden asumió el cargo. Lo anterior es el resultado del trabajo del complejo de comunicación por inteligencia artificial, esencialmente dominado por transnacionales globalistas de la comunicación. Todo, cada vez más nos hace pensar que EEUU está ya en una guerra civil que aún no ha tomado las formas de dos bandos claramente delimitado por sus uniformes y nombres, pero que si observamos el fondo ya está desplegándose claramente. ¡Recordemos, que el fondo del río no es posible ver “claramente” cuando sus aguas ya marchan revueltas! 

Una guerra civil en EEUU implica una crisis del Globalismo Unipolar internacional. Y lleva la situación a ese “momento” porque necesita imponer y ganar cada guerra civil que provoca, pero principalmente en EEUU. Con lo cual estamos observando que necesite también “imponer” escenarios de “guerra civil” en otras naciones, pero al modo en como lo ensayo ya en Libia, Irak, Egipto, es decir al modo de las “Revoluciones de Colores”, con fuerte presencia en el terreno de sus ejércitos de mercenarios y sus plataformas de comunicación por inteligencia artificial.  En otras “naciones como en la UE, Rusia, China, Turquía, Argentina, Brasil, etc. Que podrían hacerlas comenzar y denominarlas como “Crisis políticas” o “Gran rebelión” en cada nación/región de país central (principalmente en EEUU y GB). Donde este invierno sucederán crisis profundas por el alto costo de la energía y de la vida en general. 

Pero también podrían ser escenarios las naciones tanto Latinoamérica y Caribe como en África. Será un momento más crítico todavía para poder avanzar imponiendo sus condiciones del Economic Reset a todas las naciones y pueblos del Sur. Con el frio invierno y una guerra civil en Estados Unidos, el Globalismo financiero unipolar (Davos-Otan) se encuentra claramente en problemas. 

Con una guerra civil ya en despliegue, bajo sus distintas formas y modos, en EEUU, que lo empantana, y Europa en una crisis económica y política profunda, bien podría también producirse un “giro” general de no alineamiento “activo” de las naciones con el proyecto OTAN globalista. La oligarquía globalista se expresa y recorre todos los ex países centrales y periféricos. En la “vieja” periferia, ya en crisis con los y el centro oligárquico financiero, la tendencia es que los países del Sur global opten cada vez más por los BRICS y la Nueva Ruta de la Seda. 

Con una guerra civil en EEUU que ya ha empantanado a las oligarquías financieras (Global y Continentales), Latinoamérica y el Caribe en la CELAC tiene las manos gados de libertad crecientes para integrarse al proyecto multipolar y profundizar su propia integración regional como CELAC.             En tanto que, África aparece como un continente perdido para los globalistas y más aún después que China haya condonado la deuda externa a los países africanos. Lo anterior implica que el Universalismo Multipolar de los Pueblos y Naciones, con su proyecto de Nueva Ruta Multipolar de la Seda tanto como las nuevas fuerzas productivas en despliegue, con nuevas relaciones de producción, están desplazando a un sistema en decadencia y a una élite ya improductiva, parasitaria y, por lo tanto, obsoleta. Conforme nos aproximamos al año 2023, se vislumbra que la humanidad también tiene la oportunidad histórica podrá dar un gran paso adelante hacia su futuro pluriversal de naciones y pueblos. 

¿Cuándo lo harán el FMI, Banco Mundial, etc.? El globalismo procura mantener el control sobre los Pueblos y Naciones de América Latina y la batalla es dura, pero se encuentra ya en pleno desarrollo y despliegue. Sin embargo, una guerra civil en EEUU en proceso y Europa en una crisis económica y política profunda, bien podrían estar dadas las condiciones para avanzar en el no alineamiento con el proyecto OTAN globalista. 

Posibles escenarios futuros

Podemos observar dos escenarios plausibles para EEUU, que podrían presentarse en el futuro cercano y que no se excluyen. Los señores neo-feudales de Davos y la OTAN, que tienen presencia en todos los países y en EEUU, en sus bancos centrales, monedas, jueces y cortes judiciales, fuerzas policiales, de seguridad y militares, están jugando con dos planes alternativos para su Economic Reset en EEUU. 

El Plan A de la Oligarquía Financiera Globalista (Davos/Otan/Bis), no plantea una guerra civil. El Plan B, plantea la necesidad de la guerra civil. En los dos casos, los beneficios proceden de la confiscación de riquezas a la población. Pero el Plan A requiere asegurar, partiendo de lo que la pandemia “impuso”, la completa obediencia y docilidad de la población: que se conforme con no tener casi nada y estar cuasi felices con la ´comodidad´ de poder quedarse en casa.

El plan A fue derrotado, ya que el Covid-19 no logró su objetivo en los estados republicanos. Tampoco en el Mundo. Según ellos, es el momento de Plan B, en el que los estadounidenses pueden y deberían dispararse unos a otros usando todas las armas en su poder. La Guerra Civil. Plantean también como plausible, la combinación de los planes A y B, donde los estados demócratas se mantienen encerrados y pacificados (Plan A), temerosos de los estados republicanos, donde la guerra civil (plan B) haría estragos.  

Sin embargo, arguye Zhirinovsky, el Plan B no puede comenzar hasta haberse abordado un problema: cómo deshacerse, por un lado, de las responsabilidades del gobierno federal de los EEUU. Hay dos temas: ¿Cómo deshacerse de los gastos de Defensa, del Seguro Social, SSI y de Medicare? En segundo lugar, no menos importante: ¿Cómo deshacerse de las obligaciones ante los acreedores extranjeros (China y Japón en primer lugar)? 

Este jubileo auto-otorgado será un primer precedente muy bueno, para que el Sur pluriversal/plurinacional, pueda avanzar con iniciativa propia por el camino del gran jubileo –perdón- pluriversal de las deudas financieras de la naciones, un yugo que es el instrumento y modo con que las transnacionales financieras globalistas –Davos- sojuzgan o someten a los Pueblos y Naciones el en Sur Global. Que es un nuevo modo de llamar al histórico Tercer Mundo de los Pueblos y Naciones, el de la Tercera Posición Estratégica, que se reunión en Bandung por primera vez en abril de1955. Hoy más actual que nunca en el Pluriversalismo Multipolar de los Pueblos, Naciones y Regiones. Llamado también hoy el Sur Global.

El Globalismo Unipolar, para lograr sus objetivos, necesita incitar o imponer una guerra civil que saquee Washington –DC- y que “disuelva” el gobierno federal. Recordamos que el derrumbe de la democracia estadounidense ya se evidenció el 6 de enero de 2021, cuando una ‎multitud irritada por la reacción policial “tomó por asalto” el Capitolio en Washington. Hoy ‎se sabe que los manifestantes no tenían intenciones de derrocar al Congreso. Sino que la policía, comportándose como el brazo armado de un gobierno sombra (Shadow State o Estado Profundo), reprimió a los ciudadanos que ‎protestaban y luego, “orientaron” sus reacciones. Sólo después que la policía provocó la muerte de un manifestante, la multitud exasperada ‎se lanzó al asalto de la sede del Congreso. ¿No se trató de un magnífico ensayo general para un próximo auto-asalto de mayor envergadura, culpando una vez más a los republicanos?

Antes que Washington DC esté listo para ser borrado del mapa político, tendría que “suceder” o “producirse” previamente un gran saqueo, a través de un gran episodio de corrupción política. Ucrania, el patio de juegos personal de Joe y Hunter Biden, es utilizado como el principal centro globalista de lavado de dinero. De los miles de millones de dólares que la administración Biden ha emitido sin respaldo para ser gastados en Ucrania, hasta ahora poco y nada ha llegado a Ucrania. Otro tanto puede afirmarse de las grandes cantidades de armas “enviadas” a Ucrania que bien ser podría estar terminando, entre otros países, en Polonia así como  en Siria y en África que ya está certificado, etc. Por estas mismas realidades será que, en la frontera polaca/bielorrusa, Rusia y Bielorrusia ya concentran tropas.

Por ello, ha llamado mucho la atención que en un encuentro reciente de los grandes consorcios del complejo industrial y militar (Lockheed Martin Corp, BAE Systems, Northrop Grumman, etc.), el presidente de Ucrania haya sido “invitado” a participar por zoom, para expresar ´sus prioridades´, supuestamente para el conflicto en Ucrania. 

Una vez que, el mensaje que la democracia está muerta se “recibe” y que Washington es una “cueva de ladrones”, el camino estará despejado para el Plan B: la ´guerra civil´ con mercenarios contra la población en los estados rojos, republicanos. El momento más alto de la guerra civil ya en curso. Seguramente los líderes de MAGA –Trumpistas- ya estan en conocimiento y tienen bien claro este panorama, con lo que un empantanamiento no es para nada improbable. La “derrota” en llevar la guerra civil al estadio de la guerra civil armada general, significaría la muerte del unipolarismo globalista. Pero, también, significaría la debacle estructural del Continentalismo norteamericano. Estaríamos presenciando la Perestroika Norteamericana avanzando ya en profundidad. 

Otro escenario posible y complementario es que la Reserva Federal (Banco Central), que está inexorablemente ligada al Banco de Pagos Internacionales o BIS (el «banco central de los bancos centrales»), haga “algo”. El BIS es una institución controlada por la oligarquía globalista transnacional, no por la oligarquía estadounidense. Su objetivo podría ser “derribar desarticulando” la economía estadounidense, mediante un “movimiento” que haga estallar su moneda (Dólar), para hacer realidad el sueño globalista de una “utopía socialista mundial¨. Para ello, no tienen tiempo de sobra. 

La banca central en EEUU y en la UE ya han hecho “explotar una burbuja” de larga duración, con tasa de interés fija baja, para luego poder subir las tasas en todo el espectro crediticio. Que, de sostenerse, se traduciría en una depresión económica con destrucción de la economía real, sobre todo en la industria. Se puede observar como los mercados comienzan a hundirse y como el desempleo se dispara. En el marco de una inflación auto-inducida “galopante” y sin aumentos de salarios, estarían logrando reducir cada vez más el nivel de vida de la población en general y haciendo crecer en el pueblo norteamericano una situación “desesperante”. Pero, además, afirman que “tienen el control”, incluso de esta “velocidad de caída” aún. 

La Reserva Federal –Banca Central Privada Globalista- hoy está en condiciones, con el aumento de las tasas de interés, de producir el colapso del dólar. Igual situación y del mismo modo, también opera el Banco Central Europeo. De lograr hacerlo en tiempos de elecciones en EEUU, podrían introducir incluso una cripto-moneda que reemplace al dólar.  Es poco tiempo el que tienen y ahí está el “punto de estrangulamiento” para los intereses globalistas. 

Un decreto presidencial en EEUU estaría previsto para el 20 de septiembre. Si la información es correcta, sería una medida en torno a lograr restringir al máximo el dinero en efectivo a disposición de la población. El objetivo de la cripto-moneda es poder cortar el acceso al dinero en efectivo de modo decisivo y selectivo. 

Luego, a cada ciudadano que no se ajuste a las “nuevas reglas”, en teoría a la mitad de la población (republicana), se le podría cortar el acceso a su dinero al bloquear sus cuentas. Tal y como lo hicieron ya en Canadá, durante la huelga de los camioneros. Esta misma política está en marcha a través del BCE en la Unión Europea. Pero el tiempo parece jugar en contra del Globalismo. Estas elecciones podrían incluso “anunciar” que estamos presenciando el fin de la civilización occidental. 

1 La familia Cheney, su padre, tiene una historia fuerte por ejercer la presidencia de EEUU junto a Bush, entre 2001-2009, justo cuando se produjeron los dos grandes hechos que marcan la historia de EEUU en su declinación, la llamada Caída de las Torres Financieras Globales Gemelas en 2001 y la llamada Caída de Lehman Brothers, de Los Fondos Financieros Globales en 2008. Dos hechos que marcaron el principio del enfrentamiento y fractura estructural de la Oligarquía Financiera de EEUU, entre Globalistas contra los Continentalistas (Citar Libro la Perestroika en EEUU).

2 PAC: Fondo de Acción Publicitaria. Estaria recortando millones de dólares.

3 We can’t let Trump – or Trumpism – back in office

4 El Maccartismo, la iniciativa del senador Republicano MacCarthy, tenía por objetivo estratégico lograr vetar, neutralizar y perseguir las iniciativas industrialistas y de democratización con inclusión social en EEUU de los seguidores de Roosevelt (luego, de Kennedy). Los Demócratas proponían e impulsaban todo lo que refiere a la democratización y profundización de políticas de desarrollo de la industrialización, de la cultura, de la política y los sindicatos en EEUU. El partido republicano, que expresaba a los grandes bancos y sectores financieros, inicio esta batalla (Maccartismo) para consolidar su posición luego de la victoria en la segunda guerra mundial, para avanzar en su expansión sobre Europa Occidental y sobre Japón y su región en el Asia pacifico. Luego de las dos bombas nucleares lanzadas por EEUU. Incluso por su decisión de imponer la OTAN como nuevo instrumento institucional militar internacional para consolidar el Bipolarismo y su política Tricontinentalista, para lo cual necesitaba subordinar a los intereses nacionales y continentalistas en EEUU, dominantes en el partido Demócrata.

5 En 1963 se “produce” el magnicidio del presidente de EEUU: JFK –John.F.Kennedy- por el Partido Demócrata. Que reunía, entonces, a los grandes y pequeños industriales, a los trabajadores asalariados formales y al pueblo norteamericano en general, en la línea de J.D.Roosevelt. La oposición del partido demócrata enfrentada a la oligarquía financiera norteamericana, que controlaba entonces el Partido Republicano entonces. Desde 1994 controlando el Partido Demócrata, en nombre de los intereses del capital financiero transnacional Globalista, que se desplazó desde 1984-88 al Partido Demócrata. El cual controla desde 1991-1994.  

6 Que lograron imponerse e imponer el patrón Dólar/OTAN/Petróleo, hoy solo su fracción superior ha devenido en Globalistas (1991-1999).

7 El Papa Francisco refiriéndose a la grave “deuda ecológica” que vive la humanidad afirmó que la deuda ecológica remite en cierto modo a la cuestión de la deuda externa “cuya presión suele obstaculizar el desarrollo de los pueblos”, y ahora más todavía ante la crisis causada por la pandemia. https://www.infobae.com/opinion/2021/11/28/el-papa-francisco-y-la-deuda-externa-o-el-virus-de-la-dependencia/

Bibliografía 

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Smith Brandon, Es un hecho que necesita repetirse: la Reserva Federal es un terrorista suicida, Alt-Market.us, 7 de septiembre de 2022

Un enfrentamiento nuclear, uno de los mayores temores sobre el conflicto entre Rusia y Ucrania, es en realidad infundado. Estados Unidos no intervendrá directamente, porque no es una crisis existencial para Washington, tiene poco que perder con la inevitable derrota de Ucrania, y “lo que sigue es una larga y sangrienta medida de limpieza”, dice un ex funcionario de espionaje de los marines, quien desmontó la mendacidad de las inexistentes “armas de destrucción masiva” en Irak cuando era inspector de armas de la ONU.

Por Scott Ritter
Los temores de que el conflicto de Ucrania esté ahora empantanado, en algún tipo de punto muerto, y que corre el riesgo de una escalada peligrosa de las partes involucradas para lograr la victoria, están fuera de lugar. Solo hay un vencedor en el conflicto de Ucrania, y ese es Rusia. Nada puede cambiar esta realidad.
El renombrado intelectual estadounidense John Mearsheimer ha escrito un importante artículo sobre el conflicto, titulado: “Jugando con fuego en Ucrania: los riesgos subestimados de la escalada catastrófica”. El artículo pinta un panorama sombrío sobre la naturaleza de la guerra en Ucrania (un estancamiento prolongado) y el resultado probable (una escalada decisiva de las partes involucradas para evitar la derrota).

Dos premisas erróneas
Sin embargo, las premisas fundamentales de Mearsheimer son fundamentalmente erróneas. Rusia posee la iniciativa estratégica, militar, política y económicamente, cuando se trata de la guerra en Ucrania y el mayor compromiso de poder con la OTAN. Además, ni EE.UU. ni la OTAN están en condiciones de escalar, de manera decisiva o no, para frustrar una victoria rusa, y Rusia no necesita una escalada similar por su parte.
En resumen, el conflicto de Ucrania ha terminado y Rusia ha ganado. Todo lo que queda es una limpieza larga y sangrienta —Nota del traductor: Y no solo en Ucrania. Rusia está esperando la llega del invierno, cuando los efectos del corte del gas ruso en los países de la OTAN en Europa Occidental, que están apoyando a Ucrania en la guerra, serán más que catastróficos, sin disparar ni una sola bal.

Ambiciones que no existen
La clave para comprender por qué Mearsheimer se equivocó tanto es analizar su comprensión de las ambiciones tanto de EE.UU. como de Rusia, en lo que respecta al tema. Según Mearsheimer, “Desde que comenzó la guerra, tanto Moscú como Washington han aumentado significativamente sus ambiciones, y ahora ambos están profundamente comprometidos con ganar la guerra y lograr formidables objetivos políticos”.
Este pasaje es especialmente difícil de analizar. En primer lugar, es extremadamente difícil articular una línea de base sólida cuando se trata de evaluar las “ambiciones” de EE.UU. frente a Ucrania y Rusia. El gobierno del presidente Joe Biden heredó una política que había sido concebida en la era de George W. Bush, e implementada parcialmente bajo el equipo de Barack Obama (donde Biden desempeñó un papel fundamental). Esta fue una política muy agresiva dirigida a socavar a Rusia con el objetivo de debilitar al presidente ruso, Vladimir Putin, hasta tal punto de que eventualmente sea reemplazado por —un Atlantista, es decir—una figura más dispuesta a adherirse a una línea política dictada por Estados Unidos.

Los cuatro años de Trump
Pero uno no puede obviar que no hubo cuatro años del gobierno de Trump que arrojaron de cabeza la narrativa política anti-Putin y, por extensión, anti-Rusia promulgada por la administración Obama. Si bien Trump nunca pudo ganar terreno con su enfoque de “por qué no podemos ser amigos” de la diplomacia estadounidense-rusa, pudo socavar seriamente dos pilares políticos importantes que apuntalaron la política de la era de Obama, a saber, la unidad de la OTAN y la solidaridad con Ucrania.
El gobierno de Biden nunca pudo resucitar la dirección política de la era Obama con respecto a Rusia, incluidas sus metas y objetivos anti-Putin. El socavamiento de la unidad y el propósito de la OTAN, por parte de Trump, combinado con la humillante retirada de Afganistán, puso al bloque en desventaja cuando se trataba de enfrentar el desafío de un estado ruso decidido a ser más asertivo, sobre lo que ellos consideraba su intereses legítimos de seguridad nacional, incluido un nuevo marco de seguridad europeo que respete la noción de una “esfera de influencia” rusa.

Amenazas militares vacías
En cambio, el mundo fue obsequiado con el espectáculo de Biden insultando a su homólogo ruso con comentarios caricaturescos de “es un asesino”, mientras hacía promesas sobre iniciativas diplomáticas (presionando a Ucrania para que aceptara Minsk II, iniciando conversaciones “significativas” de control de armas) que su gobierno demostró ser incapaz y/o no estar dispuesta a seguir adelante.
Cuando se enfrentó a la realidad de una acumulación militar rusa alrededor de Ucrania, lo mejor que pudo hacer el gobierno de Biden —Nota del Traductor: o el “Estado Profundo” del complejo de la industria militar, que hace las guerras para conseguir trillonarios negocios en dólares— fue hacer amenazas militares vacías e incluso promesas más vacías sobre sanciones económicas “significativas y sin precedentes”, en caso de que Rusia interviniera militarmente —Nota del traductor: sanciones que, a fin de cuentas, han sido un tiro por la culata.

Ladran mucho y no muerden
El hecho es que, si bien los funcionarios del gobierno de los EE.UU., a través de representantes, pueden hacer declaraciones audaces sobre la necesidad de infligir daño al ejército ruso, mediante el suministro de miles de millones de dólares en armas a Ucrania, es a los EE.UU. a los que se les ha infligido la derrota, en términos de las pérdidas continuas de sus fuerzas armadas ucranianas y la destrucción del equipo proporcionado en apoyo —Nota del traductor: aunque también cabe remarcar que una buena parte de esas armas han ingresado al mercado negro—. Estados Unidos, al igual que sus aliados de la OTAN, ha demostrado ser muy buenos para hacer pronunciamientos audaces sobre objetivos e intenciones, pero muy malos para ponerlos en práctica.
Este es el estado actual de las “ambiciones” estadounidenses con respecto a Ucrania: todo es pura retórica, ninguna acción es significativa. Cualquier temor a una intervención militar de EE. UU. y/o la OTAN en Ucrania debe sopesarse con la realidad de que el aire caliente no genera acero frío; Los políticos de EE.UU. pueden ser expertos en llenar las páginas de los principales medios de comunicación occidentales —Nota del traductor: a.k.a. el Ministerio de la Propaganda— con palabras que suenan impresionantes, pero ni el ejército de EE.UU. ni sus aliados de la OTAN son capaces de generar el tipo de capacidad militar significativa necesaria para desafiar efectivamente a Rusia sobre el terreno en Ucrania.

No existe una “opción militar”
Esta realidad limita severamente el alcance y la escala de cualquier posible ambición estadounidense con respecto a Ucrania. Al final del día, Washington solo tiene un camino a seguir: continuar desperdiciando miles de millones de dólares del dinero de los contribuyentes enviando equipo militar a Ucrania, que no tiene ninguna posibilidad de cambiar el resultado en el campo de batalla, para convencer a una audiencia estadounidense de que su gobierno está “haciendo lo correcto” en un esfuerzo fallido.
No existe una “opción militar” en Ucrania ni para EE.UU. ni para la OTAN porque, en pocas palabras, no hay fuerzas armadas capaces de ejecutar tal opción de manera significativa.

El objetivo final de Rusia
Esta conclusión es crítica para entender las “ambiciones” de Rusia. A diferencia de EE.UU., Rusia ha articulado objetivos claros y concisos con respecto a su decisión de enviar fuerzas militares a Ucrania. Estos se pueden describir de la siguiente manera: neutralidad permanente de Ucrania (es decir, no ser miembro de la OTAN), la desnazificación de Ucrania (la erradicación permanente de la odiosa ideología nacionalista de Stepan Bandera) y la desmilitarización del estado: la destrucción y eliminación de todo rastro de participación de la OTAN en los asuntos de seguridad de Ucrania.
Estos tres objetivos solo reflejan las metas inmediatas de la Operación Militar Especial en Ucrania. El objetivo final, un marco de seguridad europeo reestructurado que tenga toda la infraestructura de la OTAN retirada a los límites de esa alianza en 1997, sigue siendo un requisito no negociable que deberá abordarse después de que Rusia obtenga su victoria militar y política final en Ucrania.

El peligro que corre Ucrania es que ya no tenga salida al mar si Russia conquista las zonas pro-rusas.

Cuando ocurra la victoria rusa
En resumen, Rusia está ganando sobre el terreno en Ucrania, y ni Estados Unidos ni la OTAN pueden hacer nada para alterar este resultado. Y una vez que Rusia obtenga esta victoria, estará en una posición mucho más sólida para insistir en que se respeten e implementen sus preocupaciones, sobre un marco de seguridad europeo viable.
Mearsheimer cree que la situación sobre el terreno en Ucrania proporciona tanto a Estados Unidos como a Rusia “poderosos incentivos para encontrar formas de prevalecer y, lo que es más importante, para evitar perder”.

Un temor infundado de EE.UU.
Al fin y al cabo, el conflicto de Ucrania no es existencial ni para EE.UU. ni para la OTAN; una derrota en Ucrania será simplemente otro revés: Afganistán con esteroides. Pero una derrota ucraniana, en sí misma, no amenaza con el colapso de la OTAN ni significa el fin de la República estadounidense.
En pocas palabras, el temor de Mearsheimer de que una derrota en Ucrania “significa que Estados Unidos podría unirse a la lucha si está desesperado por ganar o por evitar que Ucrania pierda” es infundado.

¿Una situación peligrosa?
También lo es su afirmación de que “Rusia podría usar armas nucleares si está desesperada por ganar o enfrenta una derrota inminente, lo que sería probable si las fuerzas estadounidenses se involucraran en la lucha”. Rusia ni “se enfrenta a la derrota” ni tiene nada de qué preocuparse, existencialmente, de una intervención militar de EE.UU. que, desde todos los puntos de vista prácticos, no podría materializarse aunque EE.UU. quisiera ser tan audaz.
Mearsheimer concluye su artículo señalando que “Esta peligrosa situación crea un poderoso incentivo para encontrar una solución diplomática a la guerra”.

Una victoria estratégica rusa
Nada más lejos de la verdad. Así como EE.UU. se resistió a buscar una “solución diplomática” a los conflictos librados contra la Alemania nazi y el Japón imperial, Rusia tampoco estaría dispuesta a participar en ninguna diplomacia que le negara la plena implementación de sus objetivos centrales.
En marzo, en respuesta a un tuit de Joe Biden que decía: “Que no quepa duda de que esta guerra ya ha sido un fracaso estratégico para Rusia”, respondí tuiteando: “Esta guerra pasará a la historia como una victoria estratégica rusa”. Rusia habrá detenido la expansión de la OTAN, destruido una peligrosa guarida de la ideología nazi en Ucrania, redefinido la seguridad europea al socavar a la OTAN y demostrado (una vez más) la destreza militar rusa, un importante elemento disuasorio”.
Esas palabras eran exactas entonces, y siguen siendo exactas hoy.

Scott Ritter es un ex oficial de inteligencia del Cuerpo de Marines de EE.UU. y autor de “Disarmament in the Time of Perestroika: Arms Control and the End of the Soviet Union”. Sirvió en la Unión Soviética como inspector implementando el Tratado INF, en el estado mayor del General Schwarzkopf durante la Guerra del Golfo, y de 1991 a 1998 como inspector de armas de la ONU.

Fuente: https://www.rt.com/russia/561376-ukraine-russia-conflict-us/

Traducción: A. Mondragón

Este año 2022 el Equipo de Dossier Geopolitico ante la confirmación de los “cambios sistémicos globales” que venimos anunciando desde hace 15 años y que están en pleno desarrollo y que la Guerra en el este de europa es una manifestación mas de los mismos y muy particularmente desde la operación especial iniciados por la Federación Rusa contra el Régimen Ucraniano “vector” del mundo mal llamado Occidental, que forma parte de un intento desesperado para seguir intentando sostener la unipolaridad y la hegemonía encabezada por la angloesfera desde los 90s…decidimos desarrollar un Ciclo de Conferencias Internacionales con personalidad del mas altísimo nivel sobre estos Cambios y que desarrollen la potencialidad de los BRICS dentro de estos cambios de Poder Global.

Nuestros objetivos eran realizar Diez Conferencias, pero ya por pedido de muchos expertos investigadores y gente que quiere estar informada (ante la desinformación del sistema propagandístico “occidental”) hemos decidido incorporar nuevos temas que nos parecen de importancia capital para entender los cambios sistémicos en pleno desarrollo.  

Las Conferencias Debate que continuarán a lo largo del año y que ponemos a vuestra disponibilidad de forma libre y gratuita y que se encuentran en nuestro Canal de YouTube:

PRIMERA CONFERENCIA CICLO 2022: CONSECUENCIAS ECONÓMICAS SOCIALES DE LA GUERRA DE UCRANIA

Por el Dr Francisco Javier Martinez de España; .El Dr  Martinez es Analista Internacional, Diplomado por la Academia de Derecho de la Haya Países Bajos recibido en Derecho Comunitario en Estrasburgo Francia y experto en Economía Internacional

SEGUNDA CONFERENCIA CICLO 2022: LOS CAMBIOS GEOPOLÍTICOS QUE DETONAN LA GUERRA EN UCRANIA.

Por el Lic. Eduardo Luque es profesor de Historia por la Universidad Central de Barcelona. Licenciado en Pedagogía por la UAB, Licenciado en Psicopedagogía. Analista internacional y experto en Geopolítica. Colaborador de RT, Hispantv y articulista Revista el Viejo Topo, Crónica Popular y en Canarias semanal España.

TERCERA CONFERENCIA CICLO 2022: El Atlántico Sur y los Conflictos Globales

Por el Lic. Adolfo Koutoudjian, Licenciado en Geografía por la Universidad de Buenos Aires (UBA). En el área docente se desempeña como profesor de Geopolítica en la Facultad de la Defensa Nacional, la Escuela Superior de Guerra Conjunta de las Fuerzas Armadas y la Escuela de Guerra Naval de Argentina; y como profesor invitado, en el Departamento de Geografía de la UBA. Es autor de numerosas publicaciones en los temas de su especialidad, y consultor en diversos organismos y publicaciones internacionales.

CUARTA CONFERENCIA CICLO 2022: LA GUERRA DE UCRANIA DESDE LO OPERACIONAL

Por el Cnel. (R) Carlos Pissolito (EA), Oficial de Estado Mayor, instructor de Comandos, Ex Agregado Militar Adjunto de la Embajada Argentina en EEUU y la ONU. Lic. en Estrategia y Administración, postgrado en Políticas de Seguridad Nacional Universidad de Boston. MINUSTAH (Haití). observador militar de la ONU en Irak y Chipre. Miembro del Centro de Estudios Estratégicos Santa Romana, miembro del Centro de Estudios Estratégicos Suramericano (CeeS) y miembro de Dossier Geopolítico.

QUINTA CONFERENCIA CICLO 2022: GEOPOLÍTICA PERSA EN EL SIGLO XXI, IRÁN Y LOS DESAFÍOS DE OCCIDENTE

Por el Lic. en Comunicación Social UNLP Sebastián Salgado, analista internacional, corresponsal,  periodista y documentalista. Ex director de Noticias del Canal TVC México, Ex Director de Noticias de Telesur en Caracas, Corresponsal de Hispantv Irán, Docente de la Facultad de Periodismo UNLP, experto en Medio Oriente y Zona de influencia, fundó la agencia de noticias internacionales Data Urgente.

SEXTA CONFERENCIA CICLO 2022: LA GEOPOLITICA DE LA RUTA DE LA SEDA Y EL DESPLIEGUE CON LATINOAMÉRICA

Por el sociólogo Sebastian Schulz Becario Doctoral del CONICET. Doctorando en Ciencias Sociales y Especializando en Estudios Chinos (UNLP). Investigador del Centro de Estudios Chinos (Instituto de Relaciones Internacionales, UNLP) y del Centro de Investigaciones en Política y Economía. Integrante de los Grupos de Trabajo de CLACSO «China y el mapa del poder mundial» y «Geopolítica, integración regional y sistema mundial». Columnista en la Revista Web “La ruta China”.

SEPTIMA CONFERENCIA CICLO 2022: LA GEOPOLITICA DE LA CRISIS GLOBAL UNA MIRADA DESDE BRASIL

Por el Dr. Lucas Kerr Oliveira de la Universidade Federal da Integração Latino-Americana (UNILA) – Dr. en Ciencias Políticas y Magíster en Relaciones Internacionales, Profesor en la Universidad Federal de Integracion LatinoAmericana (UNILA) Investigador y Profesor del Programa de Posgrado en Integracion Contemporánea en América Latina y en varios Observatorios de Relaciones Internacionales especialista en Geopolitica, Seguridad Internacional, Estudios Estratégicos, defensa Y Guerra & Paz. Colabora con varios Institutos de RRII y Universidades.

OCTAVA CONFERENCIA DEL CICLO 2022: AMÉRICA LATINA-RUSIA: UNA PUERTA AL FUTURO

Por el Magister Hernando Kleimans, historiador, periodista, especialista en relaciones económicas Argentina-Rusia. Lic. Licenciado en Ciencias Históricas y Master en Relaciones Económicas Internacionales de la Academia de Rusia. Ex director de la Casa de la Provincia de Buenos Aires en Rusia. Corresponsal de medios argentinos en Moscú y de medios rusos en Buenos Aires. Periodista de Internacionales en las Agencias Télam; DyN; UPI; EFE; APN y numerosos medios radiales televisivos y escritos

Con 19 libros sobre las relaciones de Rusia y América Latina.

IX Conferencia del ciclo 2022: Geopolítica teológica. La Tercera Guerra Mundial y el camino de la Paz

Por el Sheij Abdul Karim Paz – Argentino – Licenciado en Filosofía UBA 1987 – Magíster Teología Islámica, Qom, 2011 – Coordinador del Diálogo Interreligioso en Iberoamérica y miembro de la Asamblea Mundial de Ahlul Bait, sede en Teherán.

X CONFERENCIA, CICLO 2022: PATRIA GRANDE: UNA GEOPOLÍTICA PARA SURAMERICA

Por el Dr. Miguel Barrios: Doctor en Ciencia Política, Doctor en Ciencia de la Educación, profesor e investigador universitario, consultor de organismos internacionales, además de autor de numerosas publicaciones acerca de política latinoamericana, integración regional, geopolítica y educación. Ha sido profesor en universidades de América Latina, Europa, Asia y África.

XI CONFERENCIA, CICLO 2022: EL CARIBE EN EL ESCENARIO DE LA TRANSICIÓN GEOPOLÍTICA

Por la Lic. Lourdes María Regueiro Bello, Licenciada en Economía Política, graduada de Economía Política en la Universidad de La Habana. Actualmente es profesora investigadora del Centro de Investigaciones de Política Internacional (CIPI). Actualmente es co-coordinadora del GT China y el mapa del poder mundial de CLACSO.

Cordialmente

Prof. Lic. Carlos Pereyra Mele

Director de Dossier Geopolitico

A medida que la integración euroasiática se convierta en un vector aún más fuerte, la diplomacia rusa consolida la nueva normalidad Pepe Escobar 26 de agosto

Dmitry Medvedev, disfrutando de su descanso, ha establecido la ley sobre la Operación Militar Especial (SMO). Sin rodeos, afirmó que hay un escenario de “uno y medio”: o ir hasta el final, o un golpe de estado militar en Ucrania seguido de admitir lo inevitable. No aplica tercio.

Eso es tan claro como se pone: el liderazgo en Moscú está dejando muy claro, a las audiencias internas e internacionales, que el nuevo acuerdo consiste en cocinar lentamente la raqueta de Kiev dentro de un caldero enorme mientras se pule su estatus de agujero negro financiero para el Occidente colectivo. Hasta que lleguemos al punto de ebullición, que será una revolución o un golpe.

Paralelamente, The Lords of (Proxy) War continuará con su propia estrategia, que consiste en saquear una Europa debilitada y temerosa, para luego vestirla como una colonia perfumada para ser explotada sin piedad hasta la saciedad por la oligarquía imperial.

Europa es ahora un TGV fuera de control, sin los valores de producción de Hollywood requeridos. Suponiendo que no se desvíe del camino, una proposición arriesgada, eventualmente puede llegar a una estación de tren llamada Agenda 2030, The Great Narrative, o alguna otra denominación OTAN/Davos du jour.

Tal como está, lo que es notable es cómo la economía rusa “marginal” apenas sudó para “acabar con la abundancia” de la región más rica del planeta.

Moscú ni siquiera considera la idea de negociar con Bruselas porque no hay nada que negociar, considerando que los eurócratas insignificantes solo serán expulsados ​​​​de su estado zombificado cuando las terribles consecuencias socioeconómicas del «fin de la abundancia» finalmente se traduzcan en campesinos con tridentes. vagando por el continente.

Puede que falten eones, pero inevitablemente el italiano, alemán o francés promedio conectará los puntos y se dará cuenta de que son sus propios «líderes» (nulidades nacionales y en su mayoría eurócratas no elegidos) quienes están allanando el camino hacia la pobreza.

Tú serás pobre. Y te gustará. Porque todos apoyamos la libertad de los neonazis ucranianos. Eso lleva el concepto de “Europa multicultural” a un nivel completamente nuevo.

El tren desbocado, por supuesto, puede desviarse y hundirse en un abismo alpino. En este caso, algo podría salvarse de los escombros, y la «reconstrucción» podría estar en las cartas. Pero ¿reconstruir qué?

Europa siempre podría reconstruir un nuevo Reich (que se derrumbó con estruendo en 1945); un Reich suave (erigido al final de la Segunda Guerra Mundial); o rompa con sus fracasos pasados, cante «I’m Free» y conéctese con Eurasia. No apuestes por ello.

Recupera esas tierras taurinas

El SMO puede estar a punto de cambiar radicalmente, algo que enloquecerá aún más a los ya despistados habitantes de Think Tank Land de EE. UU. y sus vasallos europeos.

El presidente Putin y el ministro de Defensa, Shoigu, han estado dando serios indicios de que la única forma de aumentar el dolor es aumentar, considerando la creciente evidencia de terrorismo dentro del territorio ruso; el vil asesinato de Darya Dugina; bombardeos continuos de civiles en las regiones fronterizas; ataques a Crimea; el uso de armas químicas; y el bombardeo de la central eléctrica de Zaporizhzhya, lo que aumenta el riesgo de una catástrofe nuclear.

El martes pasado, un día antes de que la SMO cumpliera seis meses, el representante permanente de Crimea ante el Kremlin, Georgy Muradov, casi lo explicó en detalle.

Hizo hincapié en la necesidad de «reintegrar todas las tierras de Taurian» – Crimea, el Mar Negro del Norte y el Mar de Azov – en una sola entidad tan pronto como «en los próximos meses». Definió este proceso como “objetivo y exigido por la población de estas regiones”.

Muradov agregó, “dados no solo los ataques en Crimea, sino también el bombardeo continuo de la planta de energía nuclear Zaporizhzhya, la represa del embalse Kakhovka, las instalaciones pacíficas en el territorio de Rusia, el DNR y LNR, existen todas las condiciones previas para calificar. las acciones del régimen de Banderita como terrorista”.

La conclusión es inevitable: “el tema político de cambiar el formato de la operación militar especial” entra en la agenda. Al fin y al cabo,

Washington y Bruselas “ya han preparado nuevas provocaciones anti Crimea de la alianza OTAN-Bandera”.

Entonces, cuando examinamos lo que implica la «restauración de las tierras de Taurian», vemos no solo los contornos de Novorossiya sino, sobre todo, que no habrá ninguna seguridad para Crimea, y por lo tanto Rusia, en el Mar Negro sin que Odessa se vuelva rusa. otra vez. Y eso, además, resolverá el dilema de Transnistria.

Agréguele Járkov: la capital y el principal centro industrial del Gran Donbass. Y por supuesto, Dnipropetrovsk. Todos son objetivos SMO, el combo completo para ser luego protegido por zonas de amortiguamiento en los oblasts de Chernihiv y Sumy.

Solo entonces las “tareas” –como las llama Shoigu– de la SMO serían declaradas cumplidas. La línea de tiempo podría ser de ocho a diez meses, después de una pausa bajo el «General Invierno».

A medida que avanza el SMO turboalimentado, es un hecho que Empire of Chaos, Lies and Plunder continuará apuntalando y armando la raqueta de Kiev hasta Kingdom Come, y eso se aplicará especialmente después del Regreso de Odessa. Lo que no está claro es quién y qué pandilla quedará en Kiev haciéndose pasar por el partido gobernante y haciendo especiales para Vogue mientras cumple debidamente con la masa de dictados imperiales.

También es un hecho que el combo CIA/MI6 estará refinando sin parar los contornos de una guerra de guerrillas masiva contra Rusia en múltiples frentes, repleta de ataques terroristas y todo tipo de provocaciones.

Sin embargo, en el panorama general, es la inevitable victoria militar rusa en Donbass y luego «todas las tierras de Taurian» lo que golpeará al Occidente colectivo como un asteroide letal. La humillación geopolítica será insoportable; por no hablar de la humillación geoeconómica para la Europa vasallada.

A medida que la integración euroasiática se convierta en un vector aún más fuerte, la diplomacia rusa consolidará la nueva normalidad. Nunca olvide que Moscú no tuvo problemas para normalizar las relaciones, por ejemplo, con China, Irán, Qatar, Arabia Saudita, Pakistán e Israel. Todos estos actores, de diferentes maneras, contribuyeron directamente a la caída de la URSS. Ahora, con una excepción, todos se centran en el amanecer del siglo euroasiático.

Esta semana unos de los principales formadores de opinión del mundo atlantista en la Argentina el Sr. Rosendo Fraga Director del Centro de Estudios Unión para la Nueva Mayoría escribía para el medio pro norteamericano Infobae lo siguiente: “El fenómeno geopolítico global de comienzos del siglo XXI es el fin del dominio del mundo occidental.” Es importante que alguien muy ligados a los intereses de la angloesfera describa está realidad, que desde Dossier Geopolitico venía adelantando desde hace años para lo cual acompaño algunos links: El Nuevo Orden Mundial que se viene  (2014) en Rebelion: https://rebelion.org/el-nuevo-orden-mundial-que-se-viene/ ; Horas cruciales (2013) https://rebelion.org/horas-cruciales/ ; 2016, el «fin» del «principio» (2016) https://rebelion.org/2016-el-fin-del-principio/ ; Rusia esboza un Nuevo Orden Mundial postoccidental (2020) http://www.gracus.com.ar/2020/10/14/rusia-esboza-un-nuevo-orden-mundial-postoccidental/ 

Importante es ver cómo por estas horas los antiguos sostenedores de la de los principios del Fin de la Historia y la Hegemonía total para el S XXI por parte de EEUU y sus “socios-aliados” hoy empiezan a cambiar el discurso ante la “Caída de los Dioses”, que hoy pretenden realinearse con un “discurso mas cercano a la realidad y la verdad. No nos equivocamos ni en los tiempos que vendrían ni en la peligrosidad de los mismos ante este cambio sistémico en pleno desarrollo.

Carlos Pereyra Mele Director de Dossier Geopolitico DG

Geopolítica del siglo XXI y seis meses de guerra en Ucrania

Al cumplirse medio año de la invasión rusa, conviene revisar los significados y cambios que el conflico está mostrando

Por Rosendo Fraga

El fenómeno geopolítico global de comienzos del siglo XXI es el fin del dominio del mundo occidental. Occidente inició su expansión global a fines del siglo XV, cuando los españoles en 1492 llegan a América y los portugueses a la India en 1498. Desde entonces, la expansión de los imperios europeos en América, Asia, África y Oceanía fue el eje del desarrollo geopolítico durante la segunda mitad del segundo milenio. No solamente implicó el dominio occidental la supremacía geográfica y económica, sino también la capacidad científico-tecnológica práctica. El papel, la pólvora y la imprenta son originarios de Oriente, pero en manos de Occidente se transformaron en instrumentos de su expansión global. Los imperios español y portugués primero; el inglés y el francés después; y el alemán e italiano en tercer término, fueron distintos instrumentos del dominio global occidental.

La descolonización que tiene lugar después de la Segunda Guerra Mundial probablemente sea el hecho político dominante del inicio de la hegemonía global de Occidente, y quizás la devolución de Hong Kong a China por parte de Gran Bretaña y la de Boa por Portugal a la India simbolizan, a finales del siglo XX, el sentido de este cambio geopolítico. La independencia de la India a mediados del siglo XX es también un hecho en esa dirección.

En la visión geopolítica de Estados Unidos al comenzar el siglo XXI, su idea dominante es seguir siendo la potencia del Pacífico, y para China y Rusia la ampliación de su influencia en el entorno inmediato. Así lo expresó textualmente Biden, quien como Vicepresidente de Obama hace 10 años dijo en Beijing: “Estados Unidos es y seguirá siendo la potencia del Pacífico”, dando por descontada la hegemonía en el Atlántico. Su intención de seguir siendo la potencia bioceánica por excelencia se ve reflejado en sus 11 portaaviones que recorren las aguas del mundo.

Joe Biden y Xi JinpingJoe Biden y Xi Jinping

Respecto a China, su idea geopolítica central es la Nueva Ruta de la Seda. Hunde sus raíces en el pasaje del primer al segundo milenio. Es un eje fundamentalmente terrestre, que va desde las costas del Lejano Oriente y el Pacífico, hasta el Báltico en el Atlántico, pasando por el Mediterráneo. Así como la geopolítica anglosajona ha tenido una visión marítima, la de China ha sido terrestre. Mientras Estados Unidos tiene fronteras con solo dos países, Canadá al norte y México al sur, la potencia asiática las tiene con dieciocho países. La Nueva Ruta de la Seda es un proyecto histórico y geográfico que tiene tres capítulos surgidos de las ambiciones geopolíticas: la expansión al sudeste de Asia, a África y a América del Sur.

Rusia es el país más grande del mundo, que se extiende del Atlántico al Pacífico y que es la potencia dominante en el Ártico. Su proyecto geopolítico es muy claro y comienza a desarrollarse a principios del siglo XVIII por el Zar Pedro I, quien derrota a Suecia y llega al Báltico. Para este Zar, Rusia era la “Potencia de los Cinco Mares”: Negro, Azov, Caspio, Báltico y Ártico (Putin en julio, al presentar la nueva estrategia naval, agrega un sexto: el Oj, donde tiene islas en disputa con Japón). El proyecto geopolítico ruso en el siglo XXI es la reconstitución de la Unión Soviética, desarticulada tras la disolución del comunismo. Europa ha sido el centro del dominio global occidental y quizás por eso es el continente que enfrenta un mayor retroceso relativo. Su desafío central es mantener la cohesión lograda a través de la Unión Europea y su debate clave es si continúa como un aliado subordinado a Estados Unidos o intenta jugar una política de equilibrio entre este país y China, de la que hoy parece alejada.

En las primeras décadas del siglo XXI, los conflictos de la OTAN que en forma simultánea desarrolla con Rusia y con China, son en realidad la pugna entre Washington y Beijing por la hegemonía global. En el largo plazo, la cohesión de la Unión Europea y de la OTAN son un interrogante, aunque no lo sea en el corto ni en el mediano plazo, y la división ideológica de los Estados Unidos sea posiblemente, junto con el cuestionamiento al funcionamiento de la democracia en Occidente, su amenaza ideológica más importante. Treinta años atrás, la geopolítica estaba fuera de moda. Dominaba la idea de que el Estado nacional desaparecía por la globalización económica y la multilateralidad política. Las nuevas tecnologías hacían que el territorio perdiera sentido y en la cual los recursos naturales pierden valor frente a la posesión del conocimiento. El nacionalismo era un valor en retroceso. Hoy la visión es diferente. Las nuevas tecnologías no solamente se han nacionalizado, sino que son un campo de batalla central entre Estados Unidos y China por la hegemonía global. Lo multilateral se ha debilitado y las potencias regionales tienen más gravitación. Las redes sociales, que se creía iban a imponer una cultura universal, hoy son más instrumentos que refuerzan los conflictos de identidad. Las guerras, que hace treinta años se las consideraba un hecho del pasado, hoy han vuelto a ser un dramático presente, en el cual los diplomáticos hablan como guerreros y los ejercicios militares son instrumentos centrales de la política exterior.

Ejercicios navales chinos cerca de la costa de TaiwánEjercicios navales chinos cerca de la costa de Taiwán

La geopolítica tiene estrecha vinculación con la historia y en mayo, en el Foro de Davos, Henry Kissinger señaló que era un error expulsar a Rusia de Europa, porque así el continente iba a quedar más inseguro. Cabe recordar que Gran Bretaña y Rusia fueron aliados militares en las tres guerras mundiales de la modernidad: las Napoleónicas, además de la Primera y la Segunda. También dijo que era un error empujar a Rusia a una alianza militar con China, algo que en las últimas semanas se ha producido. Agregó en esa oportunidad también que Ucrania iba a tener que aceptar concesiones territoriales. Cabe recordar que Kruschev entregó Crimea a Ucrania al cumplirse los 300 años de que este país aceptara someterse al Imperio Ruso. Crimea fue, a mediados del siglo XIX, el motivo de la guerra que libró Rusia con Gran Bretaña, Francia, Turquía y Cerdeña.

La visión estratégica del Reino Unido para el 2030 presentada el año pasado, al vincular los conceptos de geopolítica y geoeconomía, señala tres tendencias predominantes: la importancia creciente del Indopácífico, una China más firme y amenazante, y un rol más importante de lo que llama las “potencias medianas”. Esto último se ha visto corroborado en los casi seis meses de guerra que llevan Rusia y Ucrania. Cabe recordar que países como México, Brasil y Argentina en América Latina; Egipto, Sudáfrica y Nigeria en África; Indonesia, Pakistán, Tailandia y Vietnam en Asia; y Arabia Saudita y Emiratos en el mundo árabe, coincidieron, sin coordinación previa, en condenar la invasión rusa a Ucrania porque afectaba el principio de soberanía, y tampoco se sumaron al mismo tiempo a las sanciones económicas contra Rusia que lleva adelante Europa y Estados Unidos por la misma razón, porque afecta el principio de soberanía. Es decir, han mantenido una posición independiente en el conflicto. Hacia adelante, se dibuja un eje geopolítico entre el hemisferio norte y el hemisferio sur. Pero el primero seguirá siendo en los próximos siglos, el que concentre población y recursos. Históricamente, lo geopolítico ha estado vinculado a la capacidad militar de las potencias para alcanzar sus intereses estratégicos.

A seis meses de la guerra de Ucrania, la determinación de Rusia de reclutar 137.000 hombres para sus Fuerzas Armadas el año próximo; la decisión de la OTAN y sus aliados anunciada el 23 de agosto de que mantendrán el apoyo a Ucrania “durante años”; y los conflictos geopolíticos que se desarrollan simultáneamente entre la alianza occidental y sus aliados en torno a Ucrania y Taiwán, muestran una situación geopolítica global peligrosa e incierta.

Publicado en Infobae: https://www.infobae.com/opinion/2022/08/27/geopolitica-del-siglo-xxi-y-seis-meses-de-guerra-en-ucrania/

 

El Multipolarismo ya ganó la Guerra Económica   – Por Wim Dierckxsens <> Walter Formento, Colaboracion de los autores para DOSSIER GEOPOLITICO      

Introducción: ¿Hay futuro multipolar para Alemania? 

La guerra en Ucrania de algún modo hizo público que Rusia y Ucrania representan el 14 % de la producción mundial de cereales y hasta el 29 % de las exportaciones mundiales de cereales. Reveló, además, que aportan el 17% de las exportaciones de maíz y el 14% de la cebada. Mientras occidente fue en busca del tesoro ruso, otros se dieron cuenta que el 76% de los productos de girasol del mundo provienen de estos dos estados. Rusia, además, domina el mercado de los fertilizantes, con una participación global de más del 50%, lo que explica por qué el bloqueo ha causado profundos problemas agrícolas en lugares tan lejanos como Brasil.

La guerra afectó no solo a los sectores del petróleo y el gas, sino también al del níquel. Rusia, sede de Nornickel, un gigante del sector, produjo 195.000 toneladas de níquel en 2021, o el 7,2 % de la producción mundial. La invasión, combinada con una mayor demanda de níquel utilizado en líneas eléctricas y vehículos eléctricos, hizo que los precios se dispararan. La industria global de superconductores, que produce calculadoras y chips para computadoras, se vio golpeada con ello.

La industria siderúrgica rusa envía gas neón a Ucrania, donde se purifica para su uso en procesos litográficos como la inscripción de microcircuitos en placas de silicio. Los centros de producción más importantes son Odessa y Mariupol (de ahí la cruenta lucha por estas áreas). Ucrania proporciona el 70 % del gas neón del mundo, así como el 40 % de su criptón y el 30 % de su xenón y sus principales clientes incluyen a todos los países que estan en desarrollo de componentes de microelectrónica claves en Alemania, Estados Unidos, China y Corea del Sur.

Otros metales de interés en la crisis incluyen titanio, escandio y paladio. El titanio es estratégico para las aplicaciones aeroespaciales y de defensa, y Rusia es el tercer mayor productor mundial de esponja de titanio, la aplicación específica que es fundamental para el titanio metálico. Utilizado ampliamente en los sectores aeroespacial y de defensa, el escandio es otro metal clave del que Rusia es uno de los tres mayores productores mundiales. 

El paladio es de los minerales críticos más notables afectados por la crisis de Ucrania porque es un insumo fundamental para las industrias automotriz y también de semiconductores, donde Rusia suministra casi el 37 por ciento de la producción mundial. El paladio ruso ilustra una de las características geopolíticas clave de los minerales críticos: los suministros alternativos a menudo se encuentran en mercados igualmente desafiantes. Por ello es que, a cada paso que da la crisis mundial, emergen nuevas dificultades para desvincular a Rusia de la economía mundial.

Han habido al menos seis conjuntos de sanciones sucesivas, cada una más “agresiva” que la anterior: la eliminación de Rusia del sistema financiero internacional operado por el SWIFT bajo control de la Banca Financiera Globalista; la congelación de las reservas de divisas del Banco Central de Rusia, que ascendían a unos 630.000 millones de dólares; la congelación de $600 millones depositados por Rusia en bancos estadounidenses y la negativa a aceptar estos fondos como parte de pago de la deuda externa de Rusia; la exclusión de los bancos más importantes de Rusia de la City de Londres; y la restricción de depósitos rusos en bancos británicos.

Rusia ha respondido prohibiendo la exportación de más de 200 productos, exigiendo pagos en rublos por las exportaciones de petróleo y gas. Llamativamente, ciertas sanciones han fortalecido más bien a Moscú.                           El embargo sobre el petróleo y el gas ha aumentado los ingresos de Rusia, debido a las subidas de precios que ha provocado que se suma al incremento de precios anterior a la Guerra en Ucrania. En 2021, se necesitaban 70 rublos para comprar un dólar. Desde el 18 de julio 2022 solo se necesitan 57, es decir se ha fortalecido el poder de compra internacional de la moneda de Rusia.

Por lo tanto, cuanto tiempo funcionara el “nuevo Telón de Acero” que se intenta imponer desde la OTAN. Alemania ha buscado construir economías mutuamente interdependientes, desde hace 1991, que ya equivalen esencialmente a un solo sistema económico. Esta agrupación económica tiene un componente occidental (Austria, Suiza, Países Bajos y Bélgica) y uno oriental (República Checa, Eslovaquia, Hungría, Polonia y Eslovenia). Los Países Bajos actúan como plataforma global y centro de transporte; la República Checa y Eslovaquia como sedes de la industria del automóvil; Austria y Suiza como productores de tecnología avanzada, y así sucesivamente. Alemania es el centro motor y hegemónico de este bloque. Por lo cual, es clave tener en claro la visión de su papel geopolítico y significado global. 

En conjunto, el bloque tiene 196 millones de habitantes de los cuales 83 millones aporta Alemania y un PIB de 7,7 billones de dólares donde Alemania aporta 3,8 billones (49,3%). Esto la convierte en la tercera potencia económica del mundo, más pequeña que EEUU y China, pero más grande que Japón. Esta red de relaciones es especialmente visible cuando observamos el comercio. Las exportaciones alemanas a Austria y Suiza, que tienen una población combinada de 17 millones, ascienden a 132000 millones Euros, en comparación con 122 000 millones Euros a EEUU y 102000 millones Euros a Francia. 

En lo que respecta al comercio total con Alemania, Francia (con una población de 67 millones) está detrás de los Países Bajos (con solo 17 millones): 164 000 millones de euros a 206 000 millones de euros. Italia, por su parte, tiene una participación relativa menor que Polonia, a pesar de tener una población mayor (60 millones a 38 millones) y una renta per cápita casi el doble. Dos actores claves estratégicamente en la UE, como Francia e Italia junto a Alemania, tienen grados de participación económica relativa menor en relación al gran motor Alemania.

¿Qué ha ocurrido? Alemania ha profundizado el bloque UE, tomando distancia cualitativa de otros socios europeos a partir de conformar y potenciar su propio bloque económico. Sosteniendo otro vínculo con Italia y Francia que son actores con peso y dinámica propia a la vez que conjunta. Todo esto se despliega en el marco de un hecho clave, Pekín ha convertido en el principal socio comercial a Alemania, con una relación valuada en 246.000 millones de euros. 

China también desarrolla una política económica de modo que los otros miembros del bloque alemán también han visto un marcado aumento del comercio con China. Tomando el año clave de 2005 como ´referencia´, el año inmediatamente posterior a la entrada de los países de Europa del Este en la UE, el valor en dólares de las exportaciones mundiales de bienes de Alemania aumentó, en un 67%, en el periodo 2005/2021, mientras que su comercio con China se multiplicó por más de cuatro (+ de 400%). En el mismo período (2005-2021), casi se triplicaron las exportaciones francesas e italianas a China, mostrando el peso propio de éstos dos actores claves de la UE y un ritmo de crecimiento muy inferior al del comercio alemán. Lo estratégico común y lo económico diferente.

Para los estados del bloque alemán, la integración con Alemania ha generado una verdadera explosión de exportaciones a China, con Alemania no solo allanando el camino para estos estados, sino también estableciendo lazos entre sectores y empresas individuales que a su vez estimulan sus exportaciones locales.

Las exportaciones directas de los Países Bajos a China crecieron al menos cinco veces -500%- desde 2005, mientras que las de Suiza se multiplicaron por 12, convirtiéndolo en el segundo mayor exportador europeo a China. Estas tendencias han estado mucho más contenidas en Bélgica y Austria. Por otro lado, las exportaciones de Polonia a China se multiplicaron por 6, para Hungría por alrededor de 10, para la República Checa por casi 21. Dando cuenta de un nuevo y concreto tejido de red de relaciones económicas, que son también culturales y políticas.

La consecuencia estratégica de este proceso fue la formación de una zona económica euroasiática, un objetivo real para China tanto por su necesidad de materias primas rusas como por los crecientes nodos de infraestructura ferroviaria que cruzan Rusia, Kazajstán y Ucrania. En la última década 2010-2020, los primeros convoyes de trenes de mercancías partieron de China con destino a Dortmund (Alemania) y Rotterdam (Países Bajos). 

Los alemanes tenían, al menos en los círculos industriales, la intención de crear sinergias entre China, Rusia, Kazajstán, Ucrania y, por lo tanto, Europa y Alemania. El objetivo era integrar estados que reunieran zonas logísticas, productivas y exportadoras de energía (Rusia, Ucrania, Kazajistán) e importadoras de bienes industriales tanto de China como de Alemania. El equivalente alemán de las nuevas Rutas de la Seda, o Iniciativa de la Franja y la Ruta, lanzada por Xi Jinping en 2013. De hecho, el objetivo final del bloque alemán parece ser la creación de un frente continental euroasiático con Alemania y China como sus dos extremos y Rusia como conector indispensable. 

Esto explica la persistencia con la que Alemania ha empujado –en contra de los intereses de Washington y la OTAN- por el gasoducto Nordstream 2. Por ello, la Guerra de Ucrania 2014-2022 podría tener como uno de sus objetivos principales la clausura de este proyecto Euroasiático, que integra al Bloque Alemán y lo articula con la China multipolar. La guerra habrá acabado efectivamente con los objetivos de un espacio euroasiático común, solo si lograse que Alemania debilite o corte sus lazos con China y cierre el canal ruso de comunicación entre ellos.

En lugar de un Gran Espacio, Rusia se ha convertido en la única opción para lograr salvar el puente geopolítico estratégico entre Rusia/China y el bloque que constituye la Gran Alemania´. Y la OTAN, instrumentada por Davos/FEM/BlackRock, en el gran obstáculo que ha afectado esta integración euro-asiática, por los intereses en conflicto que fortalecen y motorizan en sus diferentes países componentes.

En mayo de este año 2022, la balanza comercial mensual de Alemania se inclinó hacia el rojo por primera vez desde 1991. No fue mucho (solo alrededor de $ 1 mil millones), pero es un déficit comercial impensado hasta hace poco. En el marco de la Guerra programada por la OTAN en Ucrania desde antes, que se activa a partir de 2014, existe el escenario de una posible derrota de la nueva estrategia alemana multipolar, la Gran Alemania multipolar interconectada económica, tecnológica, cultural y estratégicamente en el Proyecto Multipolarismo Pluriversal. Una pregunta que nos hacemos: Las fuerzas globalistas han logrado subordinar los dirigentes de los países europeos y, ¿qué pasará si dichos líderes políticos pierden el control sobre su población?

Una nueva guerra globalista: el hambre 

Líderes políticos, mega bancos y corporaciones transnacionales globalistas con sus sistemas de desinformación e incomunicación están emitiendo advertencias simultáneas acerca de una «escasez mundial de alimentos» y la amenaza de hambrunas en el mundo. Quieren “hacer entender” que el conflicto en Ucrania es lo que impide que el trigo de ese país no esté llegando al mercado mundial y que esto es responsabilidad de Rusia. Instituciones como FMI, el Banco Mundial, el BIS y la Casa Blanca afirman en primera línea que podemos esperar malas cosechas de trigo no solo en Ucrania sino también en Francia y EEUU y por extensión en el mundo entero. El solo hecho de poder comunicarlo ya hizo disparar los precios de los granos. Luego, los pocos consorcios que dominan el mercado ya pueden manipular la oferta, de manera tal que cada vez mayores sectores de la población mundial sufran hambre.

Por ello es preciso saber, en primer lugar, que la inflación o aumento de precios al consumidor comenzó bien antes del conflicto en Ucrania y se debe en primer lugar a la expansión monetaria –emisión sin respaldo- de los bancos centrales como la Fed, el BCE y el banco central de Japón –BOJ-. La forma en que miden el IPC además es sesgada y refleja aproximadamente la mitad de la tasa real. Para ese efecto se puede consultar Shadowstats de John Williams, donde la inflación se calcula según la metodología utilizada en los años 80. Con ese método el índice alcanzaría 17,3% en vez de 8.6% oficial. La inflación provocada a partir de 2021, debido a la expansión monetaria o impresión de dinero sin respaldo de la Reserva Federal en primer lugar, ha sido suficiente para causar un daño increíble a muchas economías nacionales. Es preciso saber que los precios de los insumos agrícolas como fertilizantes, abonos, etc. están por las nubes debido a las sanciones económicas de los países de la OTAN a Rusia. Si a ello se agrega la sequía extrema y no solo en Europa las malas cosechas junto con las obstrucciones en su acceso al mercado, el hambre estaría tocando muchas puertas y la situación podrá tornarse dramática en países del Sur global que es cada vez más pluriversal. 

Llama la atención que Rusia y China y con ello los BRICS+, se encuentran fuera de ese panorama negativo y se enfocan en la producción y así también en la producción de trigo como recurso estratégico en tiempos de crisis. Como pueden ver en la figura 1 son precisamente Rusia y China los países que esperan cosechas mayores que la media anual.

Figura 1: Cosechas de trigo esperadas en 2022, países seleccionados 

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Rusia exporta, en 2022, más productos básicos incluyendo el trigo y tiene mayores ventas de petróleo que nunca. Ucrania espera una cosecha que se encuentra 24% por debajo de la media, lo que significa en términos absolutos una pérdida de 6.6 millones de toneladas. A partir de ese dato los medios nos informan que habrá hambruna en el mundo. Si observamos los datos de figura 1 queda claro que dicha pérdida se ve compensa por los 5.1 millones de toneladas que Rusia espera cosechar extra este año, junto con otro millón de toneladas por encima de la media en China. El Multipolarismo está en condiciones de amortiguar una hambruna en África con lo que también van a perder los globalistas esta guerra. China cuenta además con unas reservas extraordinarias de trigo, como señalamos en un artículo anterior nuestro. Ante los ojos del mundo el Multipolarismo ofrecerá soluciones a la crisis alimentaria que el Unipolarismo globalista está fomentando. En semejante entorno muchos países de África buscarán afiliación a los BRICS+. 

Las Élites Financieras Globales y, su brazo armado, la OTAN ya han perdido la guerra económica con Rusia/China/etc. A pesar de las amplias sanciones y prohibiciones de importación, el vasto sector energético de Rusia continúa prosperando, el país logró exportar casi mil millones de dólares en combustibles fósiles por día en los primeros 100 días desde el inicio de la confrontación directa en Ucrania. De hecho, los precios más altos del petróleo crudo y el combustible han permitido que los ingresos por el petróleo y el gas de Rusia aumenten, incluso después de que las sanciones obligaran a disminuir los volúmenes de exportación. Es más, a pesar las sanciones, Rusia sigue exportando en los primeros 100 días del conflicto en Ucrania tanto energía fósil a Alemania como a China, que ocupan el primer y segundo lugar de importadores. En tercer y cuarto lugar aparecen Países Bajos (Netherlands) e Italia (Ver gráfico 1).

Gráfico 1: Importaciones de energía fósil de Rusia por países

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Frente a la derrota en la guerra económica con Rusia, las Élites Globales en los gobiernos, las corporaciones transnacionales y sus CEO´s, bien representados en el Foro Económico –Financiero- Mundial (FEM) de Davos, están presionando para impulsar el desmantelamiento de la producción agrícola existente bajo el pretexto del ´Cambio Climático´, del cual muchos CEO´s esperan beneficiarse financieramente, más aun cuando el Senado de EEUU acaba de aprobar un presupuesto multimillonario para ese efecto y que de seguro pasará también por la cámara baja. En el mundo y específicamente también en Occidente, las políticas gubernamentales alineadas con los Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas (ONU) por diferentes medios están presionando a los granjeros y a los pequeños y medianos productores independientes, para que dejen el oficio y vendan sus tierras, ya que no van a poder cumplir con la nueva regulación ambiental y los controles que implican. 

La desarticulación mundial de la oferta agrícola: El hambre provocado

Una nueva guerra aparece en nuestras pantallas: una guerra contra los campesinos granjeros. La desarticulación de la mediana y ´pequeña propiedad´ agrícola. Es otra modalidad más para desarticular la “oferta agrícola” generando escasez y aumentos de precios, causando inseguridad alimentaria incluso en los llamados “países centrales”. Este otoño en el hemisferio norte, el tema no es solo el encarecimiento de la energía sino también la desarticulación de la oferta agrícola y la inflación que implica. El otoño comienza a fines de setiembre y con ello, los fríos en Europa. Será una época en la que muchas familias se enfrentaran de repente a la terrible elección de pagar la factura de la calefacción, que se ha disparado o comprar comida que escasea, y cuyos precios no dejan de aumentar (Vea gráfico 2). 

Entre los formuladores de estas políticas agrícolas están los principales intereses corporativos, incluidos BlackRock, Conagra, State Street, Vanguard. Es a partir de este cuartel que se diseña una guerra contra los granjeros independientes. BlackRock es la empresa globalista más fuerte y arquitecto clave para imponer metas ambientales, sociales a los gobiernos a fin de aplicarlos no solo en la Unión Europea y EEUU sino también en el Sur como ya pudimos observar en Sri Lanka.

La guerra de la OTAN con Rusia en Ucrania con Rusia ya está perdida y así también la guerra económica contra este país. Para lograr aún el Gran Reinicio (Economic Reset) el Foro Económico Mundial de Davos procura desarticular hoy el suministro de alimentos. Esta agenda ambiental no es salvar el clima, sino transformar el planeta y centralizar el control sobre su población y la mejor forma de lograrlo es a través de hambrunas. El que controla la comida y causa miedo del hambre reinará en el mundo es el lema. Con la fuerte inflación en la energía ya batallan hasta los granjeros en los países centrales y con nuevas disposiciones para ´salvar el planeta´ muchos granjeros irá a la quiebra. Los gobiernos operan en connivencia con los CEO´s delas grandes corporaciones que obtienen las tierras a precio de ganga como es el caso del señor neo-feudal Bill Gates.

Gráfico 2 

Alemania evolución tarifa de electricidad: megawatt/ hora 2008-2022 

Euros alemanes de electricidad de carga base a 1 año por megavatio hora

La guerra contra los granjeros (medianos y pequeños propietarios agrarios) es parte de una agenda más amplia para despojar a las personas de su libertad. Un puñado de Corporaciones domina la industria mundial de alimentos y bebidas, así como su mercado. Al obtener derecho exclusivo de la producción, obtendrán no solo el control total sobre la tierra y su producto sino también el poder de fomentar el hambre. A partir del miedo por el hambre lograrían tomar el control sobre la población mundial. La gente que sufre hambre experimenta un miedo existencial, tal como se esperaba lograr de hecho con la “pandemia” Covid-19. El Covid-19, en tanto modo de guerra biológica, no les dio el resultado esperado a los señores neo-feudales financieros de Davos-OTAN-FEM. Por ello, que la hambruna va ser su ´nueva epidemia´. En la mente de los globalistas, ahora, consideran factible subyugar a toda la población mundial con el miedo a la hambruna, al hambre masivo. No contaban en primer lugar, con que en el Mundo Multipolar el bienestar esté en ascenso y que, muy probablemente, cada vez más un número mayor de países del Sur global se resistirán en principio a participar de este proyecto y que, muy probablemente, pasen a una defensa estratégica aguerrida de sus derechos y necesidades como seres humanos. Como ya se puede atisbar a partir de las movidas contra la OTAN, sus capacidades instaladas de laboratorios biológicos-bacteriológicos-y-nucleares en Kazajistán y Ucrania.

Desde que “comenzó” o se dio inicio a la pandemia mundial de Covid-19, las estimaciones sobre el acceso a los alimentos muestran que la inseguridad alimentaria probablemente se ha  duplicado, si no triplicado en algunos lugares del mundo. Las personas hambrientas que se rebelan en países como Sri Lanka, Haití, Armenia o Panamá constituyen apenas la punta del iceberg. Los pueblos han abierto sus ojos ante los mandatos y las políticas coercitivas del cambio climático. La despoblación y el control sobre la reproducción de la humanidad están en la agenda de las élites globales hace ya décadas, lo nuevo hoy es que ya está provocando un momento que llega a su punto crítico y potencialmente insurreccional, como ya se observó en Sri Lanka. 

El Foro Económico Mundial y la Agenda 2030

La campaña para desarticular la oferta agrícola y el ataque directo a los productores agrícolas está estrechamente relacionada con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la «Agenda 2030», impulsada por el Foro Económico Mundial (FEM-Davos) en las Naciones Unidas. De hecho, buena cantidad de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU (Cambio Climático) implican políticas que directamente afectan a los productores agrícolas, ganaderos, avicultores, etc. y, por ende, la oferta y el suministro de alimentos en el mundo. 

El plan de la ONU exige la redistribución de la riqueza nacional e internacional en el Objetivo 10, así como lograr “cambios fundamentales en la forma en que nuestras sociedades producen y consumen bienes y servicios”. Usar a los gobiernos para transformar toda la actividad económica es una parte fundamental de los ODS, y para ello el Objetivo 12 exige «patrones de consumo y producción sostenibles», sea lo que sea (ej.: hasta recomiendan comer insectos). Quizás lo más importante es que el documento exige a los gobiernos “una gestión ambiental racional de los productos químicos y de todos los desechos a lo largo de su ciclo de vida, de conformidad con los marcos internacionales acordados”. 

La ONU pide restricciones drásticas en el uso de fertilizantes, pesticidas, emisiones y agua en el sector agrícola. La FAO declara en este contexto que “el uso excesivo de fertilizantes nitrogenados es una de las principales causas de la contaminación del agua y de las emisiones de gases de efecto invernadero”. El Objetivo 6 exige una «gestión sostenible del agua», que incluye varios objetivos relacionados con el uso agrícola del agua y la escorrentía. El Objetivo 15, aborda el uso sostenible de los ecosistemas terrestres y tiene múltiples normas en torno a la agricultura y la producción de alimentos. En concreto: los granjeros (pequeños y medianos propietarios productores) deben “reducir de manera significativa su contaminación del aire, agua y suelo para reducir al mínimo sus impactos adversos en la salud humana y el medio ambiente”. En muchas partes del mundo, los gobiernos nacionales y regionales están trabajando con las agencias de la ONU para implementar estos objetivos de sostenibilidad en la agricultura y otros sectores.

La Secretaría del Centro de Innovación Alimentaria de Davos

En los Países Bajos se encuentra la Secretaría del “Centro de Innovación Alimentaria” del Foro Económico Mundial –FEM- de Davos. Las autoridades y el primer ministro Rutte, en primera línea, están imponiendo políticas de nitrógeno que se espera diezmen al sector agrícola altamente productivo, comenzando por su propia nación. Los planes también incluyen la expropiación generalizada de granjas. “Los planes de expropiación del gabinete son una franca declaración de guerra al sector agrícola”, dijo el parlamentario neerlandés Gideon van Meijeren: “Bajo falsos pretextos, a los agricultores se les está robando sus tierras, se están demoliendo granjas centenarias y las familias de los granjeros están siendo totalmente destruidas”. Una disminución significativa de los granjeros neerlandeses tendrá repercusiones en la cadena mundial de suministro de alimentos, ya que los Países Bajos es el segundo mayor exportador agrícola del mundo después de Estados Unidos (importa muchos productos agropecuarios para reexportarlos con valor agregado). 

En ningún comunicado los políticos neerlandeses han considerado los efectos de su política, ya que irrespetan un objetivo más importante en el acuerdo de la ONU:  terminar con el hambre, la inseguridad alimentaria y la desnutrición en 2030 . El 10 de agosto dos catedráticos neerlandeses de la Universidad de Wageningen  especializados en nitrógeno llegaron con un plan de cómo salvar al stock de ganado y a todos los granjeros. En esencia plantean que es preciso agregar algunos productos naturales (como aminoácido y follaje de hoja de remolacha de azúcar) al alimento para bajar la contaminación por nitrógeno. El documento es un respaldo grande para la lucha de los granjeros. La ciencia está del lado de los campesinos y deja a la administración Rutte  arrinconada. 

En EEUU, la administración Biden, también está tratando de imponer cierres de granjas. Las asociaciones agrícolas y más de 100 miembros del Congreso argumentan que el plan llevaría a la bancarrota a los propietarios de granjas pequeñas y medianas que no pueden cumplir con los requisitos de informes climáticos para hacer negocios con megaempresas ´públicas´, y esto sucede justo cuando el mundo avanza hacia una escasez generalizada de alimentos. Para imponer la política en los EEUU no solo trabajan con normas y regulaciones, sino que han llegado a destruir más de un centenar de granjas y plantas de procesamiento de alimentos. El 28 de junio se presentó la lista de cien plantas y granjas destruidas en el curso del año. Tratase de plantas de procesamiento de alimentos de carne destruidos por incendios y granjas con millones de aves  destruidas por incendios o destrucción violenta. Los pocos casos restantes cerraron ante las  amenazas recibidas. Aquí ya hay un ambiente de tomar las armas. 

Para poder controlar cualquier protesta, los globalistas están en el proceso de introducir una criptomoneda digital. Con ello lograrían estar en la posibilidad de aplicar el castigo de dejar a las ´personas rebeldes´ fuera del sistema monetario, al poder ser consideradas «terroristas domésticos». Es una elección entre tiranía y soberanía; libertad o servidumbre con sometimiento.  Los globalistas quieren dar un golpe de Estado global en medio del caos y de la hambruna, para instaurar su sistema totalitario. Los banqueros centrales ignoraran la constitución, robarán todas las cuentas rebeldes y todos sus activos, incluso la tierra. ¿Cómo evitarlo? Es ilustrativo conocer lo que acaba de pasar en Irlanda: Intentaron imponer condiciones de cuentas completamente digitales, pero parte importante del pueblo cancelo sus cuentas. Los banqueros tuvieron que retroceder. 

En este contexto, sería un golpe al unipolarismo globalista que China, como líder del Mundo Multipolar, haya roto su compromiso con el proyecto del ´Cambio Climático´ a raíz de la “visita” o apoyo concreto de Nancy Pelossi (Presidente de la Cámara Baja del Congreso de EEUU) a la Isla de Taiwán. Uno de los motivos centrales del acercamiento a Taiwan fue cortar el abastecimiento a China de microchips o semiconductores. La República Popular no solo ha  detenido, hasta cierto punto, el comercio con Taiwán sino ha parado las exportaciones de un recurso esencial para la fabricación de semiconductores. La prohibición de exportar ´arena´ podría convertirse en factor que exacerbe la actual escasez de chips. 

Estados Unidos, Japón, Alemania y Australia, en este orden tienen mayor comercio con Taiwán y dependen de esos chips. Incluso, China ha logrado desarrollar un microchip más avanzado de menos de 7 nanómetros, tamaño que EEUU consideraba el límite tecnológico posible. EEUU pensaba que China estaba perdiendo esta guerra tecnológica al tener chips  inferiores de entre 14 y 20 nanómetros. Con este último salto tecnológico, China gana la guerra económica con EEUU.  Esta es una clara derrota para los señores neo-feudales de Davos y una invitación para que los países del Sur Global cada vez más pluriversal avancen en seguir el ejemplo multipolar de China: Defender confrontando el oponente unipolar globalista

De este modo, el Multipolarismo no solo a partir de Rusia, sino también desde China, ha logrado avanzar y triunfar sobre Unipolarismo globalista de Davos, incluso el terreno de la guerra económica. Esta guerra de hecho es entre la abrumadora mayoría de la población humana y la minoritaria élite financiera globalista, improductiva y parasitaria que busca paralizar para controlar la población mundial, con amenazas de hambrunas. Que seguramente podrían llegar costarle la vida al menos 10% de la población mundial. 

China, al abandonar el proyecto de Cambio Climático, orienta la lucha popular en contra de este Neo-Feudalismo Financiero Global donde, sino rendimos tributo a los Señores del Dinero nos condenan a la exclusión de todo. Es también un serio revés para la guerra de desinformación de los gobiernos y los sistemas de comunicación globales, apoyados por “expertos” ecologistas a sueldo que, de hecho, actúan como ecofascistas.  

El Fin de la división entre izquierda/derecha podría acabar con el globalismo 

A partir del otoño del hemisferio norte, a fines de septiembre entraremos, particularmente en la Unión Europea, en una época en la que muchas familias se enfrentaran a la terrible elección de pagar la factura del gas y electricidad o comprar comida. No son pocos los de la clase media que se verán forzadas de dejar y/o vender su casa amplia para buscar algo más modesto, a fin de poder pagar la cuenta de energía y poder comer. La rebeldía ya no solo es un asunto de campesinos sino también de  ciudadanos, es decir, del pueblo. Con un invierno duro la rebelión podría alcanzar incluso una dimensión insurreccional, sobre todo si Rusia corta todo flujo de gas con nuevas sanciones. 

El desastre de Sri Lanka que conllevó a una insurrección popular ofrece una vista previa de lo que bien podría suceder, incluso en Europa.   Por haber tomado en serio las ideas de la ´sostenibilidad´ del FEM-Soros y la ONU, el presidente de Sri Lanka, Gotabaya Rajapaksa, fue derrocado en Junio-Julio de 2022 al prohibir su gobierno el uso de los fertilizantes y pesticidas químicos, causando hambruna. No solo los granjeros ven con agrado que el primer ministro de Países Bajos tenga la misma suerte que tuvo el presidente de Sri Lanka. Las malas cosechas por el verano más seco en muchas décadas, seguido por un otoño a partir de fines de septiembre cuando el frío entra en muchas casas y al no poder pagar sus cuentas, el pueblo estará en la calle y ya no será solo estiércol lo que rodea las casas de los políticos. 

Ningún político electo por sí solo se arriesgaría a destruir la energía o la seguridad alimentaria de su propio país, con elecciones a menudo a la vista. Pero sus conexiones FEM/Davos han cambiado esa “lógica”. El FEM se asegura que no sea elegido ningún líder occidental que no sea miembro de su exclusivo club.  La clase política probó un poder que antes no tenía y se dejó llevar. La paciencia del pueblo con sus políticos se está acabando. Pero los políticos argumentan:  Nosotros tenemos que ganar en Ucrania primero. El pueblo observa que ya perdimos en Ucrania. Que deberíamos estar haciendo las paces con Rusia. Porque ¡Queremos comida y energía! La rebelión popular está a las puertas del otoño boreal. 

En Reino Unido el movimiento ´Don’t Pay UK´ estima que 6,3 millones de hogares del país se verán empujados a la pobreza por las facturas de energía este invierno, y millones más sentirán el estrés de la inflación fuera de control. Don’t Pay UK cuenta 75.000 que encabeza la batalla para que más de un millón de británicos boicoteen el pago de su factura de energía antes del 1 de octubre. En dicha fecha, el hogar promedio pagará casi £300 al mes ($4.300 al año) solo por energía eléctrica. Esto excluye los elevados precios de la vivienda, de los alimentos y la gasolina. Este otoño millones lucharán por mantener las luces encendidas, la calefacción caliente y tener comida en la mesa. 

En esta coyuntura es hora de desechar la  ya obsoleta división entre izquierda/derecha,   que nos han mantenido divididos y gobernados por gobiernos elitistas financieras globalistas durante tanto tiempo. El resultado al fin de cuentas, ha sido que acabaron con la democracia y la soberanía nacional. En Francia, por ejemplo, la derecha populista y la izquierda populista  unieron fuerzas recientemente para derrotar el pasaporte de viaje COVID del país. Creemos que es importante recordar cómo surgió un movimiento populista en Francia en 2018, con ciudadanos que se pusieron los chalecos-amarillos que la ley francesa exige a los conductores que tengan en su automóvil y que usen durante situaciones de emergencia. Estos salieron a las calles, semana tras otra, en una serie creciente de protestas que amenazaban con derrocar al gobierno de Macron.  Las protestas originales eran contra los impuestos al carbono. En concreto, el Ministerio para la Transición Ecológica de Francia (cosa que existe para complacencia del FEM) decidió en su ´infinita sabiduría´ que el «impuesto ecológico» sobre la gasolina y el diésel era demasiado bajo, así  que lo subieron.  Y, como era de esperar, nació un nuevo movimiento de protesta a nivel nacional que tenía mayor potencia, pero fue interrumpido por los bloqueos que impuso la pandemia Covid-19 en 2020. 

Hacia la Perestroika en Occidente

La derecha en Europa trata de retratar la democracia vigente como antidemocrática y procura así salvar la soberanía, ante las imposiciones autocráticas de Bruselas. Ya no hay democracia y sólo el pueblo de cada nación sabe lo que es verdaderamente democracia. En Inglaterra también habrá cambio de gobierno, lo que significa una nueva crisis al interior del proyecto globalista. 

En septiembre también habrá elecciones en Italia, donde la llamada derecha euroescéptica y anti Bruselas (anti gobierno de la UE) parece dirigirse a una victoria. Italia es la tercera economía en importancia de la UE y bien podría ser un factor decisivo para una división, fractura o cambio cualitativo en la propia Unión Europea. Es un hecho que la credibilidad o legitimidad de los partidos políticos existentes está gravemente dañada o licuada. En Italia, con la dimisión de Mario Draghi después de que La Liga, Forza Italia (FI) y el Movimiento Cinco Estrellas (M5S), dejaron claro que no querían seguir apoyando a la coalición de gobierno. Según diferentes sondeos, un bloque liderado por los Hermanos de Italia de Giorgia Meloni, que incluye la Liga de Matteo Salvini y Forza Italia de Silvio Berlusconi, podría obtener en las elecciones de fines de setiembre hasta 271 escaños de 400 en la cámara baja y 131 de 200 en el Senado. Con ello, Europa se prepara para el gobierno más radical en la historia republicana de Italia (con fuerzas políticas de la vieja derecha italiana) con un fuerte trasfondo populista y euroescéptico (anti globalista). 

El dato clave es que este hecho se da en un momento donde los líderes de la UE buscan mantener la cohesión del bloque de 27 naciones en guerra económica contra Rusia. Guerra económica que ya han perdido, pero que aún no se dan por derrotados por las necesidades estratégicas de la OTAN-Globalista. El cierre completo del gasoducto NordStream-1 (que ya funciona al 20%) haría que Alemania quede en una recesión profunda. 

Con Italia la unidad europea podría quebrarse a partir de este otoño boreal (septiembre-octubre) de 2022. Bruselas (el gobierno central de la UE) ya ha estado lidiando con gobiernos anti-globalistas o de “derechas” en Hungría y Polonia, los que ya vienen desafiando la legitimidad de la Comisión Europea (Órgano ejecutivo de la UE).  Si Italia, con su peso cualitativo, se agrega a este bloque podría ser la gota que rebase el vaso, que produzca un “cambio” cualitativo social y político. Una posible fragmentación o quiebre de la UE no estaría lejos de ser probable, lo que significaría a la vez una derrota para la OTAN y, por lo tanto, la aceleración de la Perestroika en Occidente, que ya hemos descripto.

En noviembre de 2022 habrá elecciones de medio término en EEUU. Clima electoral que ya comenzó a hacerse sentir. Una encuesta de Gallup, de fines de julio de 2022, encontró que la población estadounidense señala como uno de los principales problemas en EEUU, en primer lugar, la mala administración Demócrata y de Biden que, junto con el mal manejo de la economía y la inflación, suma el 46% de las opiniones. El 8% ve la cuestión del aborto como problema importante y tan solo el 1% de los estadounidenses ven a Rusia como un problema importante. Este es el tema central y sobresaliente de la comunicación globalista. 

Es una señal no solo de la poca credibilidad que tiene la actual administración Globalista de Biden/Pelosi/Harris en EEUU, sino también de la nula confianza que el pueblo norteamericano tiene ya en sus sistemas de comunicación masiva. Está muy claro que estos son indicadores de la crisis integral o perestroika en la que encuentran los EEUU. Por otro lado, está claro que la llamada derecha estadounidense, los republicanos antiglobalistas junto a los Trumpistas nacionalistas, estarían en condiciones para poder ganar ambas cámaras en noviembre 2022. Lo que sería un contundente revés para el proyecto del Gran Reinicio Globalista -Great Reset- y la Oligarquía Financiera que comanda Davos-FEM. Se vislumbra que los globalistas tendrán su nueva pandemia para el otoño para boicotear unas elecciones normales. El pueblo ya no crea en los dirigentes de la salud. Toda esta crisis sistémica es lo que podría expresarse y hacer de las calles un vasto, complejo y diverso campo de batalla. Hasta la Perestroika en Estados Unidos ya en desarrollo, podría profundizarse hacia fines de septiembre, impregnando con su signo al inicio de la primavera boreal del año 2022.>>

A modo de conclusión

El conflicto de la OTAN globalista en Ucrania contra Rusia y la Unión EuroAsiática es todo un fracaso. Que solo logro revelar la enorme dependencia de la ´Gran Alemania´ del gas y petróleo rusos, mostrando como sus economías estan ya integradas y se paralizan sin ellos. Además, también pone en peligro su ya posible integración al proyecto de la Nueva Ruta de la Seda desde China hasta las costas del Atlántico. Y que la Gran Alemania depende en elevado grado del comercio con China y con el resto de Unión Económico Euroasiática. Es probable que Rusia termine siendo parte con Turquía del control del Mar Negro. Incluso probablemente no solo del granero de Ucrania sino también de su parte económica más dinámica.

Las poblaciones de Alemania, Países Bajos, Suiza, Francia, Italia, Polonia, etc.  entran en la temporada de gobiernos enrarecidos. Con el otoño se anuncian los fríos y, con los precios de energía y de los alimentos por las nubes, los ciudadanos se levantarán contra los locos dictados del Foro Económico Mundial (WEF). Dictados Globalistas para reducir la ganadería y cerrar la agricultura, declarando de hecho que la producción de alimentos es un peligro ambiental inaceptable.

En este contexto particularmente es que, en Alemania y en buen número de otros países, se darán cuenta de manera concluyente que su política de «energía verde» fue un fracaso total. Sus gabinetes, así como en otros países, caerán por este punto y/o por la lucha popular. Que se plantea como objetivos el acceso a alimentos más baratos y en la defensa de los granjeros y campesinos que los producen. Los títeres globalistas, implantados en muchos países, probablemente serán derrocados. Podemos imaginar incluso un escenario en el que la OTAN y la Unión Europea se disolverán. Sería la derrota estructural del Globalismo financiero unipolar. Y, se abre con ello un espacio de renegociación con Oriente, incluyendo a Rusia y, rompiendo con el sometimiento a EEUU y la Elite financiera globalista, es decir, renunciando a la OTAN, a Davos y al FEM. El camino de la ´Gran Alemania´ hacia el Multipolarismo no está cerrado por completo.

ANEXOS:

1 ¿Quién es el dueño del mundo? https://www.climaterra.org/post/qui%C3%A9n-es-el-due%C3%B1o-del-mundo-blackrock-y-vanguard.  Conagra Brands CAG, https://feedingourselvesthirsty.ceres.org/company-scorecards/conagra-brands 

2

  El fracaso de la política globalista de “agenda climática” o “verde” es un hecho de características significativas, que implica el no avance por el mapa de poder trazado por el Globalismo en 1999-2021 y el no regreso al mapa de poder delineado ya por el Continentalismo estadunidense y su fase posterior Tricontinentalista en 1966-2001.

La puja de poder entre la OTAN y la OCS, que asumen la forma de enfrentamiento entre OTAN vs Rusia en la frontera de Ucrania-Bielorrusia y en la frontera interna Kiev-Donbás en Ucrania marca los límites de la OTAN pos Afganistán 2021 para resolver a su favor los conflictos que plantea y que se le plantean. Para la administración globalista, desde la administración Obama a la de Biden, a través de la OTAN, la crisis en Ucrania es el instrumento para evitar por todos los medios que la UE –Europa- consolide su articulación en el proyecto del Mundo Multipolar. Y, por lo tanto, la recuperación de la unidad estratégica de Europa. Para ello, en primer lugar, el Globalismo a través de la OTAN con base de apoyo en Polonia y Ucrania, busca sabotear con “todos los medios” la puesta en marcha concreta del Gasoducto Nordstream-2, que conectaría de modo directo Rusia-y-Alemania. La Iniciativa Globalista llamada “Crisis Climática” o “Alternativa Verde” ha entrado en un momento de crisis terminal, porque los actores (e intereses) que las promovían han perdido la iniciativa, se han dispersado sus “fuerzas” e incluso están en desarrollo conflictos internos que adquieren cada vez mayor relevancia. Esto, por otro lado, se manifiesta como un regreso de las naciones del sur global a una agenda industrial y energética con iniciativa propia en el marco del multipolarismo ascendente. Por ello, las “paradas” de suministro de energías fósiles en Europa, que ya está expuesta a las primeras olas de frio, se transforman en fuerzas que movilizan, bloquean y generan nuevas situaciones y escenarios, donde emergen y se consolidan estos actores ascendentes e incluso incluyendo nuevos. ¿La Crisis del Globalismo puede dar paso a una revolución mundo?, Multipolarismo y el regreso del Reino Medio, Wim Dierckxsens y Walter Formento, Publicado el 17/12/2021, Centro de Investigaciones en Política y Economía (CIEPE) https://ciepe.com.ar/la-crisis-del-globalismo-puede-dar-paso-a-una-revolucion-mundo/ 

3  Levantamiento en Sri Lanka obliga a dimitir al presidente y al primer ministro https://www.wsws.org/es/articles/2022/07/12/sri2-j12.htm l; https://www.anred.org/2022/07/10/revolucion-en-sri-lanka-los-trabajadores-deben-tomar-el-poder-y-poner-fin-a-la-barbarie/ ; https://viacampesina.org/es/solidaridad-con-el-pueblo-de-sri-lanka-permitir-las-protestas-pacificas-cancelar-toda-la-deuda-ya/ ;

4  El entrecomillado plantea qué implicaría significaría en una época de Globalismo – Multipolarismo los conceptos políticos históricos (1790-2000) de Derechas e Izquierdas. Las comillas alertan que esos conceptos ya no describen lo necesario para aprehender los fenómenos u hechos histórico-políticos que están sucediéndose a partir de 1999-2000.

5 La Comisión Europea es el órgano ejecutivo, políticamente independiente, de la UE. Es la única instancia responsable de elaborar propuestas de nueva legislación europea y de aplicar las decisiones del Parlamento Europeo y del Consejo de la UE. 

6 La Perestroika en Estados Unidos: Réquiem para la civilización occidental. Wim Dierckxsens, Walter Formento, 08/12/2021 https://mail.alainet.org/es/articulo/214542?language=es