El 19 de diciembre de 2021, invitado por la Shanghai International Studies University, China. y coorganizado por la Asociación Mundial de Economía Política, la Asociación Griega de Economía Política, partícipe, disertando en el 15 ª  Wape Foro 18-19 de diciembre de 2021, en el Panel: ¿Puede América Latina emular el milagro del desarrollo de China?. Moderado por: Heinz Dieterich, Vice Chair, World Association for Political Economy, WAPE, París/Beijing. Coordinator, The World Advanced Research Project, WARP. Global. Coordinator, The Center for Transition Sciences, CTS, Ciudad de México. Junto a los destacados Intelectuales: Alicia Barcena, Executive Director at the United Nations’ Economic Commission for Latin America and the Caribbean (ECLAC) , México; Paul Cockshott, Honorary Researcher at Glasgow University, UK; Alexis Ponce, Founder and Spokesperson of the Permanent Assembly of Human Rights, Ecuador; Oscar Ugarteche, Economist and Director, Observatorio Económico Latinoamericano Obela.org., Peru; Muruchi Poma, Ph.D. Political Economy in GDR, Geopolitical Analyst, Director of the Digital Newsletter www.tanitani.de, Bolivia; y Carlos Alberto Pereyra Mele, Political Science Expert on South American Geopolitics, Executive Director, website Dossier Geopolítico, Argentina. El Foro se realizaba con traducción simultánea al español, chino, alemán, ruso, japonés y francés.

CONFERENCIA DEL LICENCIADO CARLOS A. PEREYRA MELE EN EL 15 ª WAPE FORO

– 5 Siglos de dominio Occidental llegaron a su Fin – 

La evolución y la rapidez de los cambios nos sorprenden a diario, hemos pasado de un sistema de dominio occidental eurocentrista y con una centralidad anglosajona de los últimos 150 años que hoy están en tela de juicio con resurgimiento de los sistemas mas culturales que de estados-naciones,  fundamentalmente asiáticos como son los paradigmas de China, India; pero no menor también del sudeste asiatico e Iran, Corea del Sur y Japón.

Para las naciones periféricas y dependiente como son nuestros estados nacionales Hispanoamericanos formateados en esos esquemas de control y dominio, con un sistema de división del trabajo inequitativo impuesto, causa un tremendo desconcierto y “preocupación” en las elites gobernantes latinoamericanas  intentar romper casi 200 años de una idea de un mundo como “era” y “debía” ser. 

Simplemente recordemos estos cambios rápidamente:

1814 El Tratado de Viena duró cien años

1914-18 Terminó con los Imperio Alemán, Austro Húngaro, Turco y Ruso

1945 El mundo Bipolar duró cincuenta años hasta 1989 (Berlin) 1991 Fin URSS

1991 EEUU en su cenit de poder, 2005 empieza la multipolaridad HOY …

HOY…Grandes Espacios Continentales dirimen el Nuevo Orden Mundial S XXI

Lucha entre Continentalistas y Atlantistas Una versión modernizada de la Teoría de Mackinder

A- La triada – [-G7] – Unión Europea (Brexit) – Australia – Japón

Vs.

B- El Acuerdo de Cooperación de Shangai con el Eje Chino-Ruso + India, Malasia Filipina Irán – Unión Económica de Eurasia – Foro de Vladivostok

Todo lo conocido está en discusión y crisis (Estructuras militares – Asociaciones Económicas Organismos Internacionales: ONU – BM – FMI – OEA) impuestas tras la II Guerra Mundial. 

Ello no lleva a decir también que: “es nuestra oportunidad de reformularnos como un espacio continental o ser un nuevo fracaso”.

Por ello afirmamos que: Luego de 500 años de control político cultural económico del mundo Eurocentrista y Atlantista encabezado por EEUU, el sistema mundo retorna a la importancia histórica que tuvieron los pueblos asiáticos en especial China e India, y otros asiáticos de no menor importancia cambiando el tablero del poder inestable actual y que debemos entender los pueblos americanos y muy especialmente los de la casi isla suramericana…

…Por esto último expresado permítaseme recordar que muchos pensadores anglosajones lo advertían desde hace tiempo, pero nuestras élites no quieren escuchar: 

…”Los Problemas Geopoliticos son “estructurales” EEUU NO puede cambiarlos: Brexit – Debilidad europea y la relación Transatlántica – El avance de China y el deseo de Rusia de causar problemas en materia de seguridad”.Ian Bremmer CEO de Eurasia Group (Consultora de riesgo más Importante del Mundo) 2015

Hacia un Nuevo desorden Mundial (Henry Kissinger):….EEUU ….Ya no tienen la excepcional capacidad organizar la Agenda y las Instituciones mundiales que tenía, y no existe ninguna estrategia eficaz para intentar recuperarlo.

Mas, la crisis financiera del 2008 y sus consecuencias periféricas y centrales.

Permítaseme recordar los datos duros que los Americanos del sur tenemos, para este nuevo mundo en reordenacion: un gigantesco subcontinente poco poblado de 422,5 millones de habitantes aproximadamente, frente a los 4463 millones de Asia o los 1216 millones de África o los 741 millones de Europeos por ejemplo.

Estos 422,5 millones de América del Sur viven en un gigantesco territorio de 17,84 millones km² frente a los 10,18 millones km² de Europa con gigantes reservas naturales, con una gran desigualdad en la distribución de la riqueza y un escenario de mucha violencia social y criminal, y en el tema de nuestros recursos recordemos que en Oro:  1 China 2 EEUU 6 Perú; en Estaño:1 China 3 Perú 4 Bolivia 5 Brasil; en Hierro: 1 China 3 Brasil; en Plata: 1 México 2 Perú 3 China; a lo que debemos incluir grandes reservas de los nuevos minerales estratégicos como: Coltán, Tierras raras y Litio; Gas y Petróleo; el 30% de las aguas dulces y poco contaminadas del mundo y una gigantesca producción de alimentos. todos estos datos nos permiten entender de nuestra importancia y de porque se dirime en nuestros territorios choques entre fuerzas interiores y exteriores para definir el rumbo de los próximos 50 años.

Como este importante Congreso una de las consignas es que debemos reconocer los americanos en especial del sur (que es mi área de interés) que nos sirva de la experiencia China, para alcanzar el desarrollo y progreso de nuestra región. Debo recordar que en mi país Argentina, vivimos una una experiencia particular de una insubordinación al “modelo” y “sistema” de dependencia y control político económico establecido en la Bipolaridad post II Guerra Mundial, fue la experiencia del Movimiento Nacional Justicialista que gobernó desde 1946 a 1955, el punto de partida tuvo mucha similitud a la experiencia de la China de 1949. La Argentina vivía una fuerte dependencia de los mercados externos una economía agroexportadora que había agotado su posibilidades de desarrollo desde la I Guerra Mundial, un control de todos los servicios públicos y financieros en manos de monopolios extranjeros en especial con Gran Bretaña; un sistema político fraudulento y de profunda corrupción, un incipiente desarrollo industrial de sustitución de importaciones anárquico, una importante deuda Externa y un país deudor Gran Bretaña el cual eliminó el respaldo oro a su moneda la Libra esterlina, cuando Argentina reclamó el pago de lo adeudado por los suministros alimentarios durante la II Guerra Mundial y con una situación social grave de falta de derechos sociales básicos y de organización sindical.

Cómo pudo un País dependiente, atrasado, con una economía básica primaria solo estructurada para beneficiar al capital extranjero, salir de esa encerrona?. Lo primero fue establecer las necesidades para una nueva estructura política y económica con una fuerte injerencia del Estado y las organizaciones libres del Pueblo, para ello se creo en Consejo Nacional de Posguerra que analizó las potencialidades y las necesidades, que dio como resultado el Primer Plan Quinquenal (dando un ordenamiento de que se debía fortalecer y desarrollar); lo que llevó a la nacionalización de todos los servicios público, el desarrollo de polo de industrialización acelerada en el interior del País, el incremento de un sistema educativo que aporta recursos humanos capacitados en estas nuevas actividades -creación de escuelas fábricas-  y que permitio a pesar del descomunal boicot que impuso EEUU a la Argentina alcanzar y desarrollar niveles inéditos en muy pocos años, tecnologicos e industriales; dentro de esa capacidades nuevas dos elementos fueron claves, uno: no nos incorporarnos a las estructuras del FMI y dos: una reforma Constitucional en 1949, que consolidó legalmente los nuevos derechos sociales como: niñez, ancianidad y laborales de los trabajadores, junto con el control absoluto de los recursos naturales nacionales por parte de la Nación, se llegó a implementar un 2do Plan Quinquenal. 

[Hacemos hincapié en los programas de Planificación Económica quinquenales, pues hace un par de años atrás un informe de la BBC reconoció que una de las claves del desarrollo sostenido por China eran por los Planes Quinquenales, desarrollados]

Esta experiencia Argentina de la revolución Justicialista de insubordinación al sistema bipolar, fue acompañada de un proyecto de integracion regional conocido como el 2do. ABC (Argentina-Brasil-Chile), que debía ser la base de una organización integral del continente suramericano ya que unía todo el Cono Sur con las dos economías mas fuertes y un Chile sobre el Pacifico que nos permite a la isla suramericana estar presente en los dos escenarios oceanos Atlantico y Pacifico. Esta experiencia y proyecto Político Económico y Social fue destruido por un Golpe de Estado sangriento, apoyado por Gran Bretaña y EEUU en Septiembre de 1955. 

Conclusión:

Así como sostiene China; que su modelo socialista con particularidades China no es exportable, podemos ver que muchas de sus experiencias ya fueron realizadas en Suramerica con resultados positivos. Y como en nuestra región es prácticamente imposible establecer el sistema de democracia de partido único, pero si es posible realizar cambios profundo y de insubordinación al modelo neoliberal que se nos impuso desde los 70’s a la región, teniendo presente que hoy que el ex Hegemón norteamericano está en una retirada con final incierto, pero que ha sido muy claro, en “su” idea de aplicar un Neomonronismo, para toda América latina en este siglo XXI antes los avances de las potencias emergentes asiáticas en nuestros subcontinentes americanos. Queriendo obligarnos a tomar medidas de alineamiento a su esfera de poder o sufrir las consecuencias poniendo en un limbo  qué nivel de desarrollo se nos permitirá, que no sea otro de solo el proveedor de materias primas sin elaborar. Creo que si, podemos realizar una insubordinación nuevamente a ese dictado imperial..porque hoy la “realidad es la única verdad” los datos de la CEPAL son claros y son lapidario para USA: el 35% del comercio de la región es con CHINA, el 19% es con Europa y solo el 15% es con USA. Pero si lo desagregamos El comercio de USA se centra en México, Colombia y poco mas. Ese 35% es mas importante y clave en América del Sur. O sea, que tiene para ofrecer USA, al patio trasero?: NADA y ahora también con la presencia de Rusia y de la India…esperemos que las elites latinoamericanas tomen debida nota de estos datos y también de nuestras experiencia de insubordinación exitosas y no quieran cambiar de collar, simplemente; porque la idea es dejar de ser perro, como dijera el gran intelectual Argentino Arturo Jauretche.

Muchas Gracias

Lic. carlos Pereyra Mele

Director del Tanque de Ideas Dossier Geopolitico

Centro de Estudios Estratégicos Suramericanos Confederación General del Trabajo -CGT-

Trabajo Final, Diplomatura en Estudios Estratégicos Chinos Universidad de la Defensa UNDEF Argentina: análisis desde la visión clásica de los geopoliticos atlantistas occidentales y los continentalistas euroasiáticos  Por Carlos Alberto PEREYRA MELE 

Seleccione la consigna N8 La “Ruta de la Seda Marítima o Collar de Perlas” de la apuesta diplomática clave de Política Exterior China y su ambicioso giro hacia el Oeste incluyendo los fundamentos o críticas de la afirmación, su contexto histórico, económico, político y cultural y una reflexión personal. 

El llamado Collar de Perlas es la proyección geopolitica china, que nos permite establecer los gigantescos cambios de los paradigmas que controlan el “sistema mundo” y los “geopoliticos” que se avecinan, desde la conquista del Mundo por los Europeos (S XV-XVI) y muy especialmente desde que Juan Sebastián Elcano realizó la circunnavegación del mundo y lo dejo cerrado dándole a las potencias europeas la superioridad sobre otros continentes al poder colonizarlos, dominarlos y explotarlos, que con la primera y segunda revolución industrial, le permitio establecer su superioridad sobre los conquistados y globalizados según sus cánones políticos, culturales y económicos. Como hemos podido ver en el curso de está Diplomatura; hasta la mitad del S XIX los mercados y el PBI económico mundial seguía estando en Asia (China e India). Solamente recordar por ejemplo: la Ruta del famoso “Galeón de Manila”, La ruta española de México a Filipinas y el comercio con China nos recuerda la importancia que tenia ese mercado para los europeos, pues gran parte de esos productos luego viajaban a toda Europa vía Cadiz y Sevilla. Y que era disputado por todas las potencias navales del viejo continente.

Esto también nos debe poner la centralidad del presente análisis, lo que fue y es el control marítimo y su dominio, para construir poder, y recordar cómo se fue trasladando ese poder de estados-naciones europeos de países, como España y Portugal a Francia e Inglaterra fundamentalmente (especialmente Inglaterra “reina” de los mares desde 1805 -Batalla de Trafalgar- hasta primeras décadas del S XX) y desde 1898 como EEUU surgirá como la “nueva” potencia naval derrotando a España y capturando Cuba, Puerto Rico (en el Caribe), “su” mar mediterraneo, y la Isla de Guam y las Filipinas, en el Pacifico, lo que llevó al gran intelectual argentino de la generación de 1900:  Manuel Baldomero Ugarte (Buenos Aires, 1875 – Niza, 1951) a alertarnos con gran visión a hispanoamérica, sobre el nacimiento de la República Imperial Norteamericana con alcance global y sus consecuencia para los pueblos americanos al sur del río Bravo.

Desde la antigüedad se sabe de la importancia, para las navegaciones rudimentarias que utilizaban los recursos naturales como: corrientes marinas y los vientos, del control de los pasos marítimos y de los sistemas de islas para la logística y abastecimientos de flotas, un caso paradigmático es Gibraltar -que desde 1704 le permite a Inglaterra administrar, regular y controlar el paso del Mar Mediterraneo al Océano Atlántico hasta la fecha o el control del Canal de Suez por parte de Inglaterra que controló durante décadas -el paso del Mar Rojo al Mar Mediterraneo que lo transformó en un lago inglés al mismo o el control del Canal de Panamá que le dio a EEUU (1914) la llave del paso del Atlantico al Pacifico y viceversa, y que con Cuba y Puerto rico lo transformó en un lago norteamericano al Mar Caribe. Pero ese control de pasos marítimos no perdió importancia con el advenimiento de la navegación por el vapor y nuevas fuentes energéticas sino que se incrementó.

Mientras ello ocurría, en el llamado mundo “occidental”, en China se impondría un auto-aislacionismo en el Imperio del Centro a la navegación y expediciones de grandes flotas por diversos motivos, después de los grandes viajes del navegante Zheng He que les permitio llegar al sur del Pacifico, el Océano Índico, al Cuerno de África y el actual Yemen y las costas africanas hasta la altura del canal de Madagascar. Pero China decidió abandonar el tridente de Neptuno y tendría una consecuencia nefasta para su futuro cercano, que llegaría con el llamado “siglo de la Humillación” (1850/1949), invadida con las dos guerras del Opio por Inglaterra y las potencias europeas, y por EEUU y por Japón. Hasta el triunfo de la revolución comunista y la instauración de la República Popular China. Que modificara esa tendencia declinante, de pobreza, de hambrunas, atraso y dependencia del extranjero invasor.

Esto nos lleva a extraer una primera aproximación al tema elegido, que los alcance de la Nueva Ruta de la Seda y del Collar de las Perlas, es justamente una idea geopolitica que saca a China del encierro geográfico que se le impuso y que tienen en cuenta las teoría de los clásicos anglosajones de la Geopolitica como:

A1: Halford John Mackinder -15 de febrero de 1861 – 6 de marzo de 1947- y sus seguidores estadounidenses como Nicholas John Spykman -13 de octubre de 1893 – 26 de junio de 1943- y Almirante Alfred Thayer Mahan, -27 de septiembre de 1840, West Point, Nueva York-1 de diciembre de 1914- Todos estos teóricos del poder naval y el control de las rutas comerciales -Talasocracias o atlantistas-, que se enfrenta a las teorías de los llamados continentalistas. 

A2: como el aleman Karl Ernst Haushofer -Múnich, 27 de agosto de 1869 – Pähl, 13 de marzo de 1946- y de pensadores geopoliticos rusos como Alexander Duguin.

¿Por qué decimos esto?: Vivíamos en un mundo dominado por Estados Unidos pero que de cierto modo estaba organizado por tratados internacionales. Sin embargo, eso se está viniendo abajo. Controlar territorios es un concepto importante para los Estados más poderosos. Eso les brinda poder económico y apoyo militar.

A1: La Teoría de  Mackinder de 1904 que marcó profundamente la geopolítica durante décadas del siglo pasado y que ahora está nuevamente de vuelta. En aquella época, los océanos eran dominados por la marina británica, lo cual era crucial para que una isla como Gran Bretaña sostuviera su gran imperio. Sin embargo, Mackinder pensó que esta situación se encontraba amenazada y fue ahí donde comenzó a profundizar sobre lo que él llamaba el «Heartland» (Corazón de la Tierra) de Eurasia. Mackinder pensó que un área tan extensa y rica, que a la vez podía ser recorrida con un sistema ferroviario, era una zona clave para los países con ansias de poder. «Quien domina el este de Europa, domina Heartland, quien domina Heartland, reina en la ‘Isla del Mundo’, quien domina la ‘Isla del Mundo’, gobierna el mundo entero«, según la teoría de Mackinder. Pero no incluye a China en sus análisis centrales, que vivía el periodo de la humillación (Pero China sus estrategas y geopoliticos si estudiaron está teoría, evidentemente). El continuador estadounidense Spykman de esa teoría no piensa que el heartland, «ese pivote geográfico del mundo», esa centralidad según un enfoque económico-geográfico, se encuentre localizado en Europa central / Rusia sino en una zona periférica, sobre el litoral o sobre una cuenca. Según él, el centro del mundo está compuesto de tierras litorales, las coastlands de Mackinder a las que llama «borde de tierras» o «anillo de tierras» o «borde de cuencas», el rimland.​ Este territorio periférico estaría atrapado entre el corazón europeo (Alemania, Rusia), y los mares tutelados por los ingleses. Pero después de la 2da Guerra Mundial es evidente que se establece la geoestrategia de EEUU en el control y cerco al mundo euroasiático controlado por la ex URSS, al cual en 1949 se incorpora China en ese bloque que debía ser aislado, dividido y contenido. Qué en la práctica geoestratégica, es lo que vemos con el desplazamiento hoy del eje de contención, de Medio Oriente y Europa al Pacifico-Indico desde las administraciones de Obama para aquí? 

A2 Contrario sensu, el continentalismo encabezado por Haushofer teorizaba que su país Alemania, humillado tras la gran guerra, podía formar una gran alianza con Rusia, Persia y Japón y así cortar los tentáculos del poder naval británico. Y luego con la Guerra Fría, por ello Estados Unidos estableció una serie de bases alrededor de los bloques dominados por los soviéticos, desde Alemania hasta Italia, Turquía, Corea del Sur y Japón. Pero en 1991 ese esquema se disolvió con la implosión soviética y con el acuerdo Chino estadounidense de Mao y Nixon. En 1997, el pensador ruso Dugin expresó sus ideas en un libro llamado The Foundations of Geopolitics,  «En geopolítica, hay dos polos absolutos de poder. Está el poder naval, que pertenece a Occidente, y el poder terrestre, que es Rusia. Hay una pelea por controlar Heartland. Como decía Mackinder, quien controla el este de Europa, controla Heartland. Y quien controla Heartland, domina el mundo», dijo en una conferencia en Shanghái. Pero nuevamente esa posición no incorporaba totalmente a China como algo central en este despliegue del nuevo orden mundial multipolar de tres cabezas China, EEUU y Rusia. Y que además lo estamos comprobando, que se manifiesta con el proyecto de la Nueva Ruta de la Seda y el Collar de Perlas que se centra, cada día mas con una alianza mas profunda euroasiática, entre China y Rusia como eje. Y que se expresa en una  gran variedad de proyectos de cooperación, de infraestructura marítima y desarrollo de la cadena de valor centrados en la integración del mercado, y el desarrollo de la cadena de valor  comercial, que otorgaron al gigante asiático el estatus de “potencia global”. Pero también en Acuerdos sobre Seguridad y Defensa

REFLEXIÓN FINAL: Ahora bien: El territorio euroasiático ha sido testigo del crecimiento de un nuevo poder, un nuevo emergente para disputar el control de la región pero de alcance global. Si Mackinder viviera hoy; quizás estaría mas preocupado de las extensas redes ferroviarias, caminos, puentes, túneles, aeropuertos, puertos, gasoductos, oleoductos, etc., que China está construyendo a lo largo de todo el continente. Y su versión naval el Collar de Perlas y que por ejemplo tiene una importancia central El CECP (China Pakistán)  que incluye la modernización de carreteras, ferrocarriles, gasoductos y otros grandes proyectos de infraestructura desde la costa paquistaní del Mar Arábigo hasta la frontera noreste del país, que limita con China.Con el Puerto de Gwadar hacia la región del Golfo Pérsico y Medio Oriente y una posición ventajosa para tener mayor influencia en África, así como en el sur y centro de Asia, evitando el estrecho de Malaca. Otra realidad será con seguridad el nuevo rol de un Yemen estabilizado que será parte fundamental de nexo entre Asia, África y Europa en está red de puertos. Como lo son los acuerdos geoestratégicos de una alianza en gestación Chino-Rusa, que se contrapone a la revisión de la Postura Global del Pentágono, que se anunció el lunes, que señala una postura global y la intención de desarrollar una «capacidad de respuesta global» que abarque no solo el Indo-Pacífico y Europa, sino que también incluya «requisitos de postura duradera» en el Medio Oriente, en África y en América Latina. Por eso, países del «sur global» como el nuestro, nos guste o no, van a quedar en el medio de un escenario global de disputas y confrontaciones entre el «mundo euroasiático» que avanza y los EEUU, en un mundo que se ha achicado dramáticamente y que hoy parece un «vecindario populoso». Un problema de magnitud como el que se nos presenta, que además desconocemos está nueva realidad: como la reciente Asociación Económica Regional Integral o RCEP, o el Banco Asiático de Inversión en Infraestructuras – BAII o la cada vez mas poderosa Organización de Cooperación de Shanghai (OCS), para no dejarnos alinear tipo manu militari o tratando de responder a todas las presiones simultáneamente. todas son acciones de naturaleza Geoestratégica, y no se pueden pensar y resolver sin tener presente este escenario global en que nos encontramos. Pero también los tiempos difíciles son también tiempos de oportunidades.

Por ello consideramos que 5 siglos de dominio absoluto occidental y en especial anglosajón han llegado a su fin”…y se abre un abanico de nuevas oportunidades como también de desafíos de gran calado a los pueblos del Sur y a nuestro subcontinente suramericano por encima de idiologismo que nos atosigan y nos confunden.

Lic. Carlos Alberto Pereyra Mele

Director de Dossier Geopolitico

Córdoba, Argentina, Diciembre de 2021 

Fuentes: Diccionario latinoamericano de seguridad y geopolítica. Coautor Editorial Biblos 2009 – Artículos propios y periodísticos Extranjeros

Los estrechos desde la Antiguedad hasta la actualidad siguen siendo el Control de la navegacion

CURSO PESA 2021 AQUI PROGRAMA DE LA DIPLOMATURA SOBRE ESTUDIOS ESTRATEGICOS DE CHINA UNDEF ARGENTINA

Los halcones de Washington flotan para expulsar a Rusia de SWIFT, pero la incipiente alianza geoeconómica de Moscú con Beijing mantendrá el flujo de dinero

Pepe Escobar 16 de diciembre de 2021

Xi Jinping y Vladimir Putin pasaron una hora y 14 minutos en una conversación por video el miércoles. Geopolíticamente, allanando el camino para 2022, este es el que realmente importa, mucho más que Putin-Biden hace una semana.

El secretario de prensa del Kremlin, Dmitry Peskov, quien generalmente mide cuidadosamente sus palabras, había insinuado anteriormente que este intercambio sería «extremadamente importante».

Era obvio que los dos líderes no solo intercambiarían información sobre el gasoducto Power of Siberia 2. Pero Peskov se refería a la geopolítica del horario de máxima audiencia: cómo Rusia-China coordinarían sus contragolpes contra el combo guerra híbrida / Guerra Fría 2.0 desplegado por Estados Unidos y sus aliados.

Si bien no se esperaban filtraciones sustanciales de la 37a reunión entre Xi y Putin desde 2013 (se volverán a encontrar en persona en febrero de 2022, al comienzo de los Juegos Olímpicos de Invierno de Beijing), el asistente del presidente de Política Exterior Yuri Ushakov logró Entregue sucintamente al menos dos bits importantes de información.

Estos son los aspectos más destacados de la convocatoria:

Moscú informará a Pekín sobre el progreso, o la falta del mismo, en las negociaciones con Estados Unidos / OTAN sobre garantías de seguridad para Rusia.
Beijing apoya las demandas de Moscú a EE.UU. / OTAN por estas garantías de seguridad.
Putin y Xi acordaron crear una "estructura financiera independiente para las operaciones comerciales que no podrían ser influenciadas por otros países". Fuentes diplomáticas, extraoficialmente, dicen que la estructura puede ser anunciada por una cumbre conjunta a fines de 2022.
Hablaron de la “Cumbre por la Democracia” organizada por Biden, concluyendo que era contraproducente e impuso nuevas líneas divisorias. 

De todo lo anterior, el tercer punto es el que realmente cambia las reglas del juego: ya se está trabajando desde hace algunos años, y está ganando un impulso definitivo después de que los halcones de Washington del tipo Victoria Nuland presentaran recientemente la idea de expulsar a Rusia de SWIFT, la vasta red de mensajería utilizada por los bancos y otras instituciones financieras para realizar instrucciones de transferencia de dinero, como el paquete de sanciones definitivo para la no invasión de Ucrania.

Putin y Xi discutieron una vez más uno de sus temas clave en las reuniones bilaterales y BRICS: la necesidad de seguir aumentando la participación del yuan y el rublo en acuerdos mutuos, sin pasar por el dólar estadounidense, y abriendo nuevas vías bursátiles para los inversores rusos y chinos.

Pasar por alto un mecanismo SWIFT «influenciado por terceros países» se convierte en una necesidad. Ushakov lo expresó diplomáticamente como «la necesidad de intensificar los esfuerzos para formar una infraestructura financiera independiente para dar servicio a las operaciones comerciales entre Rusia y China».

Las empresas energéticas rusas, desde Gazprom hasta Rosneft, saben todo lo que hay que saber no solo sobre las amenazas estadounidenses, sino también sobre los efectos negativos del tsunami de dólares estadounidenses que inundó la economía mundial a través de la flexibilización cuantitativa de la Fed.

Este impulso Rusia-China es otra dimensión más del poder geoeconómico, geoestratégico y demográfico que se desplaza rápidamente hacia Eurasia y posiblemente presagia el advenimiento de un nuevo sistema mundial relacionado con otros asuntos que Putin-Xi ciertamente discutió: la interconexión de la Franja y la Ruta con la Unión Económica Euroasiática (EAEU), el alcance ampliado de la Organización de Cooperación de Shanghái (SCO) y la próxima presidencia china de BRICS en 2022.

Estados Unidos, con una deuda de 34 billones de dólares, el 236% de su PIB militarizado, está prácticamente en bancarrota. Rusia-China ya ha experimentado con sus sistemas de pago alternativos, que inevitablemente se integrarán.

Los bancos más importantes de ambos países adoptarán el sistema, así como los bancos de Eurasia que hacen negocios con ellos, y luego vastas franjas del Sur Global. SWIFT, a largo plazo, se utilizará solo en casos excepcionales si China y Rusia se salen con la suya.

MAIDAN REDUX

Ahora el corazón del rompecabezas geopolitico.

Ushakov confirmó que la Federación de Rusia ha presentado propuestas sobre garantías de seguridad a Estados Unidos. Como el propio Putin había confirmado incluso antes de hablar con Xi, se trata de «seguridad indivisible»: un mecanismo que ha sido consagrado en todo el territorio de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa desde una cumbre de 1975 en Helsinki.

Como era de esperar, bajo las órdenes de los poderes fácticos, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, ya lo rechazó.

Tanto Xi como Putin identifican claramente cómo el Equipo Biden está desplegando una táctica de polarización estratégica bajo el viejo divide y vencerás. La ilusión en juego es construir un bloque pro-estadounidense – con participantes que van desde el Reino Unido y Australia hasta Israel y Arabia Saudita – para «aislar» Rusia-China.

Eso es lo que se esconde detrás de la narrativa que estalló estruendosamente sin parar en todo Occidente, a la que también estaba vinculada la Cumbre para la Democracia de Biden. Taiwán está siendo manipulado contra Pekín, mientras que Ucrania está siendo literalmente armada contra Rusia. La «agresión de China» se encuentra con la «agresión de Rusia».

Beijing no ha caído en la trampa, pero ha afirmado en diferentes niveles que Taiwán eventualmente se integrará en la patria continental, sin ninguna «invasión» ridícula. Y la ilusión de que la presión estadounidense masiva conducirá a grietas dentro del Partido Comunista Chino probablemente también esté generando tracción cero.

Ucrania es una propuesta mucho más volátil: una pesadilla disfuncional de inestabilidad sistémica, corrupción generalizada, turbios enredos oligárquicos y pobreza.

Washington todavía sigue el plan Maidan elaborado por Zbigniew Brzezinski y presentado para el distribuidor de galletas Nuland en 2014. Sin embargo, siete años después, ningún «estratega» estadounidense logró entender por qué Rusia no invadió Ucrania, que ha sido parte de Rusia durante siglos.

Para estos «estrategas», es imperativo que Rusia se enfrente a un segundo Vietnam, después de Afganistán en la década de 1980. Bueno, no va a suceder porque Moscú no tiene ningún interés en «invadir» Ucrania.

Se vuelve más complicado. El miedo final, dictar toda la política exterior de Estados Unidos desde principios del sglo 20 º es la posibilidad de Alemania de alzarse con una nueva versión de 1887 Tratado de Reaseguro de Bismarck con Rusia.

Agregue China a la combinación y estos tres actores podrán controlar casi toda la masa continental euroasiática. Actualizando Mackinder, Estados Unidos se convertiría en una isla geopolíticamente irrelevante.

Putin-Xi puede haber examinado no solo cómo las tácticas de guerra híbridas imperiales contra ellos se tambalean, sino también cómo las tácticas están arrastrando a Europa hacia el abismo de la irrelevancia.

Para la UE, como señala el ex diplomático británico Alastair Crooke, el equilibrio estratégico es un desastre: “La UE virtualmente ha roto sus relaciones con Rusia y China, al mismo tiempo. Los halcones de Washington lo querían. Un ‘Brzezinski europeo’ sin duda habría aconsejado a la UE de otra manera: nunca pierdas a ambos a la vez, nunca eres tan poderoso ”.

No es de extrañar que el liderazgo en Moscú-Beijing no pueda tomar en serio a nadie en Bruselas, ya sea una variedad de chihuahuas de la OTAN o la espectacularmente incompetente Ursula von der Leyen en la Comisión Europea.

Un débil rayo de luz es que París y Berlín, a diferencia de la Polonia rusófoba y la franja báltica, al menos prefieren tener algún tipo de negociación con Moscú sobre Ucrania en lugar de imponer sanciones adicionales.

Ahora imagine al ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergey Lavrov, explicando el ABC de la política exterior a una despistada Annalena “Grune” Baerbock, que ahora se hace pasar por ministra de Relaciones Exteriores de Alemania y muestra una nueva mezcla de incompetencia y agresividad. De hecho, hizo la llamada telefónica.

Lavrov tuvo que explicar meticulosamente las consecuencias de la expansión de la OTAN; el acuerdo de Minsk; y cómo Berlín debería ejercer su derecho a presionar a Kiev para que respete a Minsk.

No se deben esperar filtraciones al respecto de Ushakov. Pero es justo imaginar que con «socios» como Estados Unidos, la OTAN y la UE, Xi y Putin deberían concluir que China y Rusia ni siquiera necesitan enemigos.

Muchos pensarán que el canal de Panamá recibe su nombre de la república que lo alberga; sin embargo, la historia es más bien al revés. En este artículo trataremos de desvelar los orígenes de un país confeccionado por políticos y lobistas de Wall Street.

por Adrián Albiac

En la mesita de noche de la suite 1162 del hotel Walford Astoria descansa entreabierta la novela Captain Macklin. Publicada en 1902, relata las aventuras de un joven cadete de West Point y un veterano militar francés que, tras acabar en Honduras, inician una revolución que los llevará hasta la presidencia del país. La historia, más allá de la entretenida acción de la novela, puede que no sea demasiado transcendente; sin embargo, en las manos adecuadas, puede resultar tremendamente inspiradora.

Jon Hay, que además de secretario de Estado de los EE. UU. es un gran lector, es consciente de esto y en su último encuentro con Philippe Bunau-Varilla ha procurado entregarle un ejemplar de la novela al francés. ¿Por qué no fingir ser esos dos grandes aventureros de Captain MacKlin? Al fin y al cabo, ellos también llevan varios meses intentando crear un nuevo país en Centroamérica. Si en la novela MacKlin y el general Laguerre tenían Honduras, ellos tendrán Panamá.

No obstante, retrocedamos un poco. Como todas las buenas historias, esta debe ser contada desde el principio.

La opción panameña: una lucha de lobistas y accionistas franceses

Ya desde mediados del siglo XIX, distintos empresarios habían soñado con la idea de construir un canal en Panamá. Proyectos ingleses, rusos o alemanes habían llegado a estar sobre la mesa, aunque no sería hasta 1878 cuando el francés Lucien Napoleón Bonaparte Wyse obtuvo la concesión exclusiva para la ejecución y explotación del canal por Colombia.  Desde Bogotá, por fin se designaba a alguien para emprender tan magna tarea. Wyse tenía todo el respaldo legal del Gobierno; ahora solo necesitaba reunir los fondos para costear el proyecto.

La legalidad dejaba paso a la publicidad, y en este punto Ferdinand de Lesseps representaría el papel a la perfección. El ingeniero parisino ya era mundialmente conocido por haber dirigido las obras del canal de Suez. De Lesseps, más allá de los conocimientos técnicos, podía darle al proyecto la notoriedad necesaria. Como él mismo aclararía, estaba a punto de acometerse la empresa humana más ambiciosa jamás llevada a cabo. Con tales titulares, en poco tiempo el canal tendría el apoyo del Gobierno galo y, lo que es más importante, el aval de más de 100.000 franceses, que habían comprado bonos estatales para financiar la obra.

La Compañía Universal del Canal Interoceánico, constituida para la ocasión, ya estaba totalmente operativa, y en enero de 1882 miles de obreros iniciaron la construcción. Se volaron montañas, se cavaron cientos de metros y, sobre todo, no se escatimó esfuerzo humano alguno. De Lesseps podía estar orgulloso de sus empleados, aunque estos acabaron por no poder decir lo mismo de su ingeniero jefe. El francés cometió muchísimos errores; por ejemplo, insistió en realizar el proyecto al nivel del mar, subestimando completamente el escarpado terreno panameño, y se negó a tener en cuenta las notables diferencias entre los áridos desiertos de Suez y la húmeda y pantanosa tierra centroamericana.

Los obreros podían cavar y cavar, pero pasados tres años solo habían logrado construir lo que para aquel entonces era el agujero más caro del mundo. Finalmente, temiendo el ya futuro desastre, la directiva de la Compañía Universal decidió sustituir a De Lesseps por el también mundialmente conocido Gustave Eiffel. El padre de la famosa torre, consciente de la suerte de su predecesor, resolvió rediseñar la mayor parte de los planos anteriores. La introducción del actual sistema de esclusas sería una de las grandes aportaciones de Eiffel. El recién llegado pronto logró demostrar por qué era considerado uno de los mejores ingenieros de Europa; los errores técnicos del proyecto, en su mayor parte, fueron solventados.

A pesar de la pericia de Eiffel, a estas alturas ni todos los genios de la ingeniería mundial hubieran logrado salvar el canal. Enfermedades como la tuberculosis o la fiebre amarilla habían debilitado sobremanera a la mano de obra y llegado a causar cientos de muertes entre los trabajadores. Además —y este fue sin duda el hecho clave que acabó de hundir todo el proyecto—, un espectacular robo de fondos por parte de altos cargos de la compañía dejó sin apenas capital al canal. Tal fue la cantidad sustraída que para 1889 ya era imposible ocultar el escándalo y no quedó más remedio que detener las obras. La empresa humana más ambiciosa jamás llevada a cabo había concluido y en su lugar miles de franceses debían asumir las pérdidas de la costosa aventura.

Ferdinand de Lesseps ya no sería nunca más un héroe nacional y acabaría, tras un largo juicio, condenado junto a su hijo. El affaire Panama pasó a formar parte de la Historia nacional francesa e incluso en el vocabulario popular la expresión “Quel Panama!” pasó a significar “¡Qué lío!”.

Theodore Roosevelt y «su» garrote en «su» Mare Nostrum

La Compañía Universal del Canal Interoceánico estaba totalmente arruinada. El desánimo era más que palpable en el lujoso edificio de la compañía y solo algunos accionistas, como Bunau-Varilla, confiaban aún en poder salvar el dinero invertido. Al fin y al cabo, el único activo de valor que todavía manejaban desde París era la concesión legal de construcción que Wyse había logrado arrancar al Gobierno colombiano. Sin ella, ningún otro país podría iniciar la construcción, y en Francia tenían muy claro que ellos no eran los únicos interesados en unir ambos océanos.

Ya desde 1880, los estadounidenses habían mostrado una especial preocupación sobre la posibilidad de que los franceses construyeran el canal. Como bien resumiría el presidente Rutherford Birchard Hayes, su interés comercial era superior al de todos los demás países, ya que EE. UU. tenía “el derecho y el deber de afirmar y mantener su autoridad de intervención sobre cualquier canal interoceánico que cruce el istmo”. Hayes no podía haber sido más claro y nadie dudaba que en Washington estarían dispuestos a negociar.

El principal problema de los franceses no era, pues, de interés, sino de tiempo; de nuevo, volvían a jugar contrarreloj. Algunos senadores estadounidenses llevaban ya cierto tiempo abogando por la construcción de un canal interoceánico en Nicaragua. Tras el fracaso de la tentativa gala, la opinión pública norteamericana casi había descartado otras opciones y parecía que el proyecto podía ser aprobado en cualquier momento. Si los Bunau-Varilla querían recuperar los millones invertidos, tenían que moverse y tenían que hacerlo rápido. Sin embargo, ¿cómo influir desde Francia en una decisión tan importante para el Gobierno estadounidenses?

Quizá la mejor idea sería dejar actuar a los que saben, y no había un mejor lobista en los Estados Unidos que el abogado neoyorquino William Nelson Cromwell. A partir de entonces, el destino del canal estaría en sus manos, y el abogado no tardó mucho en reunirse con el presidente McKinley. Cromwell quería hacerse notar en la Casa Blanca, aunque la verdadera guerra se libraría fuera de ella.

Por un lado, tenía que conseguir aislar al senador por Alabama John Tyler Morgan, de lejos el principal valedor en Washington de la opción nicaragüense. La guerra entre ambos llenó la prensa de comentarios y titulares y, aunque ambos jugaban sucio, con el tiempo quedó claro que Cromwell pagaba más y mejor. El abogado usó favores pasados, prometió generosas donaciones y, sobre todo, sobornó a todo aquel que se dejara. Cromwell sabía cómo funcionaban las cosas en Washington; no era casualidad que el hombre más poderoso del Partido Republicano fuera coloquialmente conocido como senador Mark Dollar Hanna.

El Canal Bioceanico dividia a los lobistas pro Panama o pro Nicaragua

En esta guerra abierta, parecía que Colombia y Nicaragua no tenían nada que decir. Era un negocio entre franceses y estadounidenses, y para que esto siguiera siendo así el 11 de noviembre de 1901 Bunau-Varilla llegaba a Nueva York. El francés tenía claro que su labor sería decisiva en la elección de Colombia, aunque quizá no podía haber elegido un peor momento para presentarse en los Estados Unidos.

A pesar de todos los esfuerzos de Cromwell y Bunau-Varilla, el 10 de diciembre de 1901 Washington y Managua suscribían un tratado formal para la construcción del canal en Nicaragua. Parecía que finalmente los accionistas de la Compañía Universal perderían todo lo invertido y Colombia se quedaría sin su canal. Ya solo un milagro podría salvar el proyecto, y este llegó bajo el nombre de Theodore Roosevelt. Al recién nombrado presidente, que había llegado al cargo tras el asesinato de McKinley a manos de un anarquista unos meses antes, no había nada que le gustara más que ser centro de las discusiones. Como solían bromear sus compañeros, Roosevelt intentaba ser la novia de todas las bodas y el cadáver de todos los funerales. El nuevo presidente se había encontrado con el cargo de manera inesperada y ahora estaba decidido a hacer historia.

Para empezar, Roosevelt no iba a dejar que una decisión tan importante como la construcción de un canal interoceánico llevara el sello de otro. Esta sería su gran obra y, solo para eclipsar a los Morgan y compañía, el canal se levantaría en Panamá. Con la suerte de cara, Cromwell y Bunau-Varilla solo tuvieron que facilitar las maniobras del presidente. Finalmente, el 29 de junio de 1902 el Senado ratificaría la decisión presidencial de comprar la concesión francesa por 40 millones de dólares. Tras el traspaso, los accionistas franceses salvarían lo invertido. Además, Cromwell y un pequeño grupo de grandes inversores —J. P. Morgan, Levi Morton, Isaac Seligman…— ganarían una buena suma de dinero. Estos, bien aconsejados por el abogado neoyorquino, se habían dedicado a comprar acciones de la Compañía Universal; ahora solo les quedaba repartirse los dividendos de la abultada venta al Gobierno estadounidense.

Unir los océanos, dividir Colombia

Una vez resuelto el dónde, había que negociar el cómo, es decir, aclarar bajo qué condiciones construiría Estados Unidos un canal interoceánico en la provincia de Panamá. Para ello, Roosevelt y Hay, secretario de Estado del presidente, confiaron de nuevo en el saber hacer de Cromwell. El abogado ya conocía todos los pormenores de la operación y, tras las disputas con los partidarios de la opción nicaragüense, había quedado claro que era un hombre al que convenía tener cerca. Tan solo unos días más tarde, ya se había reunido con el embajador colombiano en Washington, José Vicente Concha.

Los encuentros entre ambos personajes no podían resultar más pintorescos. Concha no tenía casi ninguna experiencia en asuntos internacionales y, además, como su propio Gobierno reconocía, era bastante propenso a la “excitación nerviosa”. Por otro lado, Cromwell era un negociador despiadado, dispuesto en este caso a sacar el máximo provecho de la débil posición colombiana. Era un secreto a voces que el país latinoamericano necesitaba con urgencia la ayuda económica y militar de Estados Unidos para poner fin a su cruenta guerra civil. No resulta extraño que el presidente Marroquín, jefe del Gobierno colombiano, acabara dando el visto bueno a una de las propuestas estadounidenses.

Así, el 16 de septiembre de 1902 el USS Cincinnati desembarcó con más de 200 marines en la provincia de Panamá. A los dos meses, las tropas liberales, que luchaban contra el Gobierno conservador de Bogotá, ya habían sido totalmente derrotadas. En Washington, la prensa daba por seguro el acuerdo con Colombia, y el 22 de enero de 1903 un exultante presidente Roosevelt anunciaba la firma del tratado Hay-Herrán —Concha había sido sustituido unos meses antes por Tomás Herrán—.

Doctrina Monroe

i los franceses habían recibido 40 millones de dólares, los colombianos tendrían diez y una renta anual de 250.000 dólares. Parecía que al final todos habían logrado ponerse de acuerdo. Sin embargo, el presidente Marroquín tenía otros planes. Es difícil precisar en este punto si el anciano conservador colombiano actuó cegado por la codicia o simplemente nunca entendió el poder del adversario que tenía enfrente. Sea como fuere, lo cierto es que Marroquín acabó cometiendo el mayor error de su larga carrera política.

Desde Bogotá se retrasó todo lo posible la ratificación del tratado. Ahora Colombia exigía más dinero, aunque Cromwell y Hay habían dejado muy claro que no se pagaría ni un centavo más. A partir de aquí, guiados por Cromwell y Bunau-Varilla, el Gobierno estadounidense simplemente exploró otros cursos de acción. En la Casa Blanca conocían desde hacía tiempo la enorme simpatía que el tratado despertaba entre la burguesía panameña. En la pequeña provincia, el canal parecía de lejos la mejor apuesta para dejar atrás la larga crisis económica que azotaba la región. Quizá ahora solo había que pensar a lo grande: si los colombianos no estaban dispuesto a ratificar el tratado, serían los panameños quienes lo harían.

Primero había que encontrar un par de héroes para la futura nación, figuras que pudieran hacer a la vez de padres fundadores y miembros del futuro Gobierno panameño. Finalmente, los elegidos fueron José Agustín Arango y Manuel Amador Guerrero, miembros de la reducida burguesía local panameña y relacionados con la Panama Rail Road Company, empresa casualmente gestionada por Cromwell.

Con los héroes convencidos de la operación, solo faltaba buscar una fecha concreta para su heroicidad; en este punto, no se pudo ser más pragmático. En Estados Unidos nadie quería que el suceso recibiera demasiada atención; mejor que ningún inquieto periodista sintiera la tentación de investigar los vínculos de la nueva república con la Casa Blanca. Para triunfar, había que ser discretos, y para ser discretos la revolución tendría que ser el 3 de noviembre. Con unas elecciones legislativas el día siguiente, ningún periódico prestaría demasiada atención a una revuelta en Panamá.

Por último, solo era necesario reunir un poco de dinero —100.000 dólares bastarían para sobornar a los soldados colombianos presentes en Panamá— y diseñar una bonita bandera para la nueva república, tarea que asumió gustosa la mujer de Bunau-Varilla.

Con todo dispuesto, el 3 de noviembre de 1903 se produjo la “espontánea revolución” y los panameños pudieron proclamar la independencia de Colombia. Cualquier movimiento desde Bogotá era ya totalmente inútil: cuando las tropas colombianas trataron de llegar a la región, un par de buques de guerra estadounidenses impidieron cualquier opción de desembarco.

Los Arango, Amador y compañía estaban pletóricos: habían hecho historia. No obstante, no tardaron demasiado en aprender una valiosa lección: Estados Unidos no regala nada. Tan solo 15 días después de la independencia, en Nueva York ya se había firmado el nuevo tratado Hay-Bunau-Varilla.

En líneas generales, el texto convertía a Panamá en un apéndice de Washington. Los estadounidenses obtenían a perpetuidad la completa soberanía de las diez millas a ambos lados del canal. Además, se reservaban la opción de intervenir en los asuntos internos de la nueva república ante cualquier alteración del orden público. Por si todo esto fuera poco, todas estas disposiciones fueron incluidas en la Constitución panameña de 1904. No es de extrañar que un satisfecho Roosevelt llegará a asegurar que él había tomado el istmo. Los panameños tardarían casi un siglo en expulsarle.

Adrián Albiac @AdriHickey

Madrid, 1992. Graduado en Relaciones Internacionales y en Ciencia Política por la Universidad Complutense de Madrid. Una vez oí que describirse es limitarse.

Publicado en El Orden Mundial

16 años promoviendo semanalmente la Geopolitica; Análisis Radial Semanal de Geopolitica de Carlos Pereyra Mele para el Programa: el Club de la Pluma, que conduce el periodista Norberto Ganci por la Radio Web al Mundo. 

Eje Central:

Sigue profundizandose el conflicto entre Atlantistas (EEUU y socios) y Continentalistas (China y sus socios)

AUDIO

El director de Dossier Geopolítico, Carlos Pereyra Mele, en su columna de geopolítica del Club de La Pluma, comenta la actuación en esta semana del anciano presidente de EEUU, en dos “show mediáticos”. Uno de ellos, su Cumbre por la Democracia, con la presencia de dictaduras, estados  incumplidores de los derechos humanos y subversivos a las resoluciones de la ONU, “aunque amigos”. Y la videoconferencia con Putin, anunciada como “un mano a mano”, pero donde solo el ruso cumplió con el desafío, ya que Biden necesitó de 4 asesores para hacerle frente y ni así logró moverle un pelo al euroasiático.

Aunque para Carlos, la única gran noticia que hay, no es otra que EEUU ha reconocido con esta reunión que Rusia es un jugador de primer nivel mundial, que es parte del poder multipolar junto a China y que es una potencia en ascenso a pesar de la implosión de URSS en 1991, que dejó entonces la hegemonía mundial en manos del imperio norteamericano. Un poder que apenas pudo conservar por una década, en la que desmembró aquella potencia en 19 estados ingobernables, Ucrania incluida, pero donde hoy ha resurgido Rusia, para compartir el poder global y desnudar el fracaso y la decadencia de Occidente, en solo 30 años

Y entrando en geopolítica, reitera que los famosos cinco siglos de dominio occidental están llegando a su fin, lo que evidencia el fracaso de su estrategia de impedir que el mundo euroasiático, específicamente Rusia y China, se unifican y pudieran desarrollar todas sus potencialidades, siempre con conflictos creados por sus inteligencias, que también utilizaron, según coyuntura, a algún país europeo para impedir una alianza rusa europea, tanto en la guerra fía como en la actualidad. Y nos analiza cómo aquel poder absoluto sobrevenido en 1991 le llevó a EEUU a creerse dueño absoluto del mundo, del poder militar y del sistema económico, lo que a la postre lo debilitó profundamente. Porque las naciones asiáticas fueron tan arrinconadas por Occidente con una infernal panoplia de sanciones, de guerras comerciales, de obstáculos, de amenazas, etc., que el resultado fue el inverso al buscado, provocando que, ante tanta adversidad, las relaciones ruso chinas se profundizará en lo comercial, en lo económico y en todos tipo de aspectos, pero sobre todo en la geoestrategia de formar un bloque de poder mundial que ya ha salido a la luz. Todo un cambio geopolítico profundo y trascendente, que fue anticipado y advertido por nuestro director durante años, en esta columna y en otros medios alternativos.

Y nos detalla el gran avance de Eurasia, con su Ruta de la Seda china, con el Collar de Perlas, con la Asociación de Cooperación de Shanghái, con el acuerdo del mayor Tratado de Libre Comercio del mundo el RECEP con 15 países asiáticos que incluyen a Japón y Corea del Sur. El nuevo sistema ferroviario China – Laos que llegará a Singapur y a Vietnam, de los tratados comerciales, estratégicos, económicos y militares con Irán (siempre ninguneado, olvidado y castigado por Occidente) y… del trascendental acuerdo firmado el 6 de diciembre pasado entre la Federación Rusa con India para  potenciar la industria militar, el comercio y la colaboración en defensa, que rompe la estrategia de la OTAN  con sus tratados del QUAD y AUKUS. Mientras que Emiratos Árabes rompe su alianza con Arabia Saudita y crecen los indicios del triunfo de los hutíes en la guerra del Yemen contra los saudíes, apoyados por Israel y armados por los atlantistas.

Y Carlos finaliza la columna en Sudamérica, con los datos de la CEPAL que muestran que el  35% del comercio regional es con China, mientras que con EEUU apenas alcanza al 15% además de concentrarse en México, Colombia y Las Guayanas, y con la salvedad de que en los países ideológicamente más cercanos a Washington, la relación comercial con China sigue creciendo.

Y reflexiona con que los cambios que se avecinan con esta realidad son profundisimos y obligan a analizar seriamente el escenario para tomar decisiones importantes y acertadas en relación al presente y al futuro.

Eduardo Bonugli (Madrid 12/12/21)

TROPAS RUSAS EN INDIAS EN MANIOBRAS MILITARES
S400 RUSOS VENDIDOS A LA INDIA A PESAR DE LAS AMENAZAS DE SANCIONES POR EEUU

NOTICIAS DEL VIEJO CONTINENTE POR EDUARDO BONUGLI: ¡¡ EUROPA SANGRA CON EL PRECIO DE LA LUZ!!

Eduardo Bonugli, colaborador de Dossier Geopolítico, nos relata desde Madrid el brutal aumento de la electricidad en Europa como consecuencia de una maniobra especulativa de empresas, bancos y fondos de inversión para lograr con una subasta pública, alcanzar el precio más alto de la luz. 

Lo que está afectando a la gente y a todos los sectores económicos.

También nos habla de las contradicciones internas entre los países y de la dependencia de la UE con EEUU que está complicando el abastecimiento de gas en el viejo continente.

Carlos Pereyra Mele Director de Dossier Geopolitico

AUDIO:

GEOPOLÏTICA – El 6 de octubre en Nueva Delhi se produjo la cumbre entre Putin y Modi, que alumbró la «Asociación para la Paz, el Progreso y la Prosperidad», que Rusia e India acordaron en un documento de 99 puntos, que tal vez sea uno de los sucesos diplomáticos mas relevantes en lo que va del siglo XXI, porque puede cambiar el juego geoestratégico global, potenciando y consolidando el nuevo orden multipolar. Sin embargo, poco se ha hablado sobre este evento y muy pocos comentarios sobre su importancia y trascendencia.

Este articulo hace un reflexivo análisis sobre el tema que merece la atención de ustedes, y el estudio detenido de los vectores que resultan de su proposición porque nos da la posibilidad de observar el flujo de las dinamicas geopoliticas, que no son blanco o negro, sino que admiten diversos matices. En mi opinión Rusia está llevando adelante una diplomacia muy sutil y delicada, muy pensada como en un juego de ajedrez, que para mi cuenta con la aquiescencia o consentimiento de la República Popular China con quien está convergiendo en una alianza estratégica. A. Mitre para Dossier Geopolitico

La Cumbre Putin-Modi: ¿Un cambio de juego geoestratégico global? Una alianza de equilibrio 

Andrew Korybko 10 de diciembre Global Research

La alianza de «equilibrio» de facto entre Rusia e India a nivel hemisférico que se acordó durante la Cumbre Putin-Modi de esta semana es uno de los desarrollos diplomáticos más importantes de este siglo hasta ahora. Es verdaderamente un cambio de juego geoestratégico global debido al papel insustituible que pretende desempeñar en la actual Nueva Guerra Fría entre Estados Unidos y China.

La cumbre de importancia mundial

La visita del presidente ruso Putin a Nueva Delhi para reunirse con el primer ministro indio Modi fue un acontecimiento que cambió las reglas del juego desde el punto de vista geoestratégico en el contexto de la Nueva Guerra Fría en curso. La “Asociación para la Paz, el Progreso y la Prosperidad” que ambas partes acordaron equivale a una alianza de facto en todo menos en el nombre y se basa en su “Tratado de Paz, Amistad y Cooperación” de 1971 de hace exactamente medio siglo. Este documento de 99 puntos tiene como objetivo alinear los actos de «equilibrio» de ambas grandes potencias en todo el hemisferio oriental para optimizar al máximo su impacto en la configuración de la dinámica del orden mundial multipolar emergente. Se puede considerar como uno de los desarrollos diplomáticos más importantes de este siglo hasta el momento y probablemente seguirá siendo relevante durante décadas.

Informe de antecedentes

El autor esboza los contornos de sus grandes estrategias complementarias en las siguientes piezas: 16 de mayo de 2020: «Las perspectivas de Rusia e India liderando conjuntamente un nuevo movimiento de países no alineados» – 17 de febrero de 2021: «Por qué los realistas estructurales se equivocan al predecir que Rusia ayudará a Estados Unidos contra China» – 7 de octubre de 2021: “Hacia la bi-multipolaridad”Lo que viene a continuación es un resumen simplificado de la información compartida anteriormente.

Actos complementarios de «equilibrio»

Básicamente, tanto Rusia como India aspiran a «equilibrar» las consecuencias de la Nueva Guerra Fría principalmente entre Estados Unidos y China, aunque hasta ahora lo han estado haciendo de diferentes maneras: Rusia se alineó más cerca de China mientras que India hizo lo mismo con Estados Unidos. Las sospechas mutuas sobre la gran intención estratégica de cada uno que esto provocó se resolvieron finalmente a principios de este año. Rusia e India se dieron cuenta de que pueden hacer más si coordinan sus políticas. Esto explica la cláusula 93 de su pacto de asociación reafirmado que declara que «Las partes acordaron explorar áreas de cooperación mutuamente aceptables y beneficiosas en terceros países, especialmente en Asia Central, Sudeste Asiático y África».

El «NEO-NAM»

Esa política equivale informalmente a un intento de organizar una red hemisférica de estados «no alineados» que comparten el interés de Rusia e India en el «equilibrio» entre Estados Unidos y China. En otras palabras, es el prototipo del «Neo-NAM» sobre el que el autor escribió en mayo de 2020 para la revista oficial del Instituto Estatal de Relaciones Internacionales de Moscú (MGIMO, que está a cargo del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia). Como explicó en la publicación militar India Force hace dos meses, esto tiene como objetivo permitir que ambas grandes potencias se adapten de manera flexible a las circunstancias geoestratégicas en constante cambio de la Nueva Guerra Fría a través de lo que se describe como su visión de «bi-multipolaridad».

La ley de «equilibrio» indo-chino de Rusia

Es crucial aclarar que Rusia no tiene intenciones de infringir los intereses de China, incluso si algunos en la India desearían secretamente que lo hiciera o al menos pudiera ser engañado para hacerlo. Más bien, la Gran Potencia euroasiática entiende que tiene la responsabilidad de desempeñar un papel insustituible en la gestión pragmática de las tensiones entre sus compañeros BRICS y SCO para contrarrestar los incesantes intentos de Estados Unidos de dividirlos y gobernarlos. Moscú parece haber aceptado que si esta rivalidad no desaparece por algún tiempo, entonces el Kremlin debe buscar asegurarse de que no conduzca a otro conflicto similar al de Galwan que podría escalar a una guerra convencional total en el peor de los casos.

«Diplomacia Militar»

Con esto en mente, Rusia está practicando lo que se puede describir como “diplomacia militar” o el uso de medios militares para lograr fines políticos. En este caso, se trata de exportar armas igualmente estratégicas y de alta calidad a los rivales China e India para mantener el equilibrio de poder entre ellos con miras a alentarlos posteriormente a resolver sus disputas por medios políticos en lugar de militares. Esto contrasta con la práctica estadounidense de la «diplomacia militar», que intenta dar a su socio preferido en cualquier par de rivales la ventaja militar para alentar intentos agresivos de resolver las disputas existentes de manera unilateral en lugar de a través de una serie de compromisos políticos

RIC

El cálculo del Kremlin es que si la India se va a armar hasta los dientes de todos modos, entonces es mejor que lo haga con armas rusas que con las estadounidenses. Si bien, es comprensible que China se sienta incómoda con el aumento militar masivo de la India, parece preferir discretamente que Rusia la ayude a que sea Estados Unidos, si parece inevitable. Eso, a su vez, podría permitir a Moscú gestionar de forma más eficaz la perniciosa influencia de Washington de dividir y gobernar sobre Nueva Delhi y, con suerte, estabilizar los asuntos euroasiáticos. La prueba de este concepto en la práctica se vio a fines del mes pasado durante la reunión de Ministros de Relaciones Exteriores Rusia-India-China (RIC) que se llevó a cabo a pesar de las tensiones existentes entre China y la India, probablemente debido al papel mediador de Rusia

Nuevas dinámicas de la Guerra Fría

China no cree en plantear opciones de suma cero a sus socios como lo hace EE. UU., Pero se verá cada vez más obligada por la dinámica hipercompetitiva de la influencia estadounidense de la Nueva Guerra Fría a aceptar que se está presionando a terceros países para que elijan entre Beijing. y Washington. Esto podría colocar a esos estados en posiciones muy desafiantes ya que su cooperación con China es mutuamente beneficiosa, pero también temen la ira de la Guerra Híbrida de los EE. UU. si no se someten a las demandas de EE. UU. de distanciarse de la República Popular, como lo demuestra el alto perfil. ejemplo que Washington está tratando de hacer con Etiopía después de su negativa en principio a hacerlo.

La «válvula de presión» geopolítica

Lo que se necesita con urgencia es una «válvula de presión» para proporcionar a esos países la llamada «tercera opción» mediante la cual, con suerte, puedan lograr un equilibrio entre ambas superpotencias sin ofender inadvertidamente a una u otra. Ahí radica la gran importancia estratégica del Neo-NAM que el autor propuso que fuera liderado conjuntamente por Rusia e India. El primero mencionado se percibe como cercano a China, mientras que el segundo se considera más cercano a los EE.UU., Sin embargo, han demostrado su autonomía estratégica a través de la última Cumbre Putin-Modi. Rusia continúa armando a India hasta los dientes a pesar de las preocupaciones de China, mientras que India continúa comprando armas rusas a pesar de las amenazas de sanciones de Estados Unidos por hacerlo.

Alcance hemisférico

Su declaración de intención de cooperar en terceros países de Asia central, el sudeste asiático y África involucra significativamente los mayores escenarios de rivalidad en la Nueva Guerra Fría entre Estados Unidos y China y, por lo tanto, puede permitir que estas dos Grandes Potencias optimicen al máximo su complementariedad en todo el hemisferio «. actos de «equilibrio». También existe la posibilidad de que amplíen su cooperación para incluir a Asia Occidental teniendo en cuenta las estrechas relaciones que ambos disfrutan con Irán, Israel y los Emiratos Árabes Unidos. Cuando uno recuerda que también se comprometieron a trabajar más juntos en las regiones del Ártico ruso y el Lejano Oriente, se puede ver que su alianza de «equilibrio» de facto realmente abarca todo el hemisferio oriental.

La dimensión europea

Si bien puede que no tenga un gran impacto directo en Europa en Eurasia occidental, sí tiene uno muy influyente en lo que respecta a sus consecuencias indirectas. El Corredor de Transporte Norte-Sur (NSTC) entre ellos a través de Irán y Azerbaiyán tiene como objetivo facilitar el comercio UE-India a través de Rusia, mientras que la posible expansión del Corredor Marítimo Vladivostok-Chennai (VCMC) para incluir la Ruta del Mar del Norte (NSR) a través del Ártico. para conectar los océanos Atlántico y Pacífico podría lograr este fin económico a través de medios marítimos para complementar el componente continental del NSTC.

Hacia un «Pacto de no agresión» ruso- estadounidense

Algunos escépticos podrían cuestionar la viabilidad política de que Rusia facilite el comercio entre la UE y la India (ya sea por vía continental o marítima) considerando las intensas tensiones entre Moscú y Occidente, pero es aquí donde deberían contemplar la intención detrás de las dos últimas Cumbres Putin-Biden. Su objetivo es regular responsablemente su rivalidad para que finalmente puedan llegar a un llamado «pacto de no agresión». Este resultado sería mutuamente beneficioso, ya que le permitiría a EE. UU. redirigir más de sus recursos militares y de otro tipo al «Indo-Pacífico» para «contener» a China de manera más agresiva, mientras se restablecen las relaciones entre la UE y Rusia para mejorar las economías en dificultades de los demás.

La facción anti rusa del «Estado Profundo» estadounidense

Este escenario sigue dependiendo de la capacidad de la Administración Biden para administrar la facción anti-rusa de las burocracias militares, de inteligencia y diplomáticas permanentes de los EE. UU. («Estado profundo») que están tratando de sabotear el esperado «pacto de no agresión» de estos dos mediante el aprovechamiento su red de influencia en los países bálticos Polonia y Ucrania para provocar otra crisis Este-Oeste. En este momento, su rival (la facción anti china), anticipo es predominante con respecto a la formulación de la gran estrategia de Estados Unidos, como lo evidenciaron las dos últimas Cumbres Putin-Biden. Este cambio en la dinámica del «estado profundo» de EE. UU. fue el legado más perdurable del expresidente estadounidense Trump y fue heredado por Biden, como se acaba de argumentar.

Pensamientos concluyentes

Volviendo al tema de este análisis, la alianza de «equilibrio» de facto entre Rusia e India en todo el hemisferio que se acordó durante la Cumbre Putin-Modi de esta semana es uno de los desarrollos diplomáticos más importantes de este siglo hasta el momento. Es verdaderamente un cambio de juego geoestratégico global debido al papel insustituible que pretende desempeñar en la actual Nueva Guerra Fría entre Estados Unidos y China. Es de suma importancia que los observadores reconozcan esta realidad emergente a fin de formular las políticas más efectivas para que sus países se adapten a ella. El eje ruso-indio es ahora uno de los más importantes del mundo y probablemente lo seguirá siendo durante décadas, quizás incluso durante el resto del siglo XXI.

Alexander Duguin analiza la idea unipolar imperialista que intentan imponer, los Neocom con la Cumbre Democratica que promovio Biden en estos dias. Dossier Geopolitico

Por: Alexander Dugin

Traducción de Juan Gabriel Caro Rivera

Este 10 de diciembre el presidente estadounidense Joe Biden celebró la famosa “Cumbre Democrática” a la que asistieron más de 110 países de los 197 que existen. Es por esa razón que resulta inútil subestimar la dimensión política de semejante acontecimiento.

No obstante, es obvio que el gobierno de Biden ha decidido seguir la línea de los neoconservadores y preservar a cualquier precio la unipolaridad: esta cumbre es un intento de revestir la hegemonía estadounidense con un halo de legitimidad.

Todo esto nos recuerda que los acontecimientos geopolíticos de los siglos XX-XXI siempre se han visto reflejados en las instituciones internacionales.

Por ejemplo, la ONU fue creada tras la Segunda Guerra Mundial y fue el resultado del equilibrio de poder que surgió tras la derrota del fascismo europeo y el militarismo japonés. De hecho, los aliados (es decir, los países antifascistas) ya había comenzado a bosquejar este nuevo reordenamiento del mundo antes de que hubiera acabado la guerra y simplemente lo legitimaron cuando esta terminó y nació un nuevo orden mundial post-fascista que solo reconocía la existencia de dos ideologías: el liberalismo (el Occidente capitalista) y el socialismo (el bloque soviético). Ambos actores terminaron por ser denominados como:

  • El Oriente socialista
  • Y el Occidente capitalista.

De todos modos, también aparecieron otros actores internacionales, como el Movimiento de los Países No Alineados, los cuales eran neutrales y se solidarizaban esporádicamente con uno u otro actor. Es, dentro de este contexto, que podemos comprender que la ONU no es otra cosa que un reflejo de las relaciones internacionales surgidas de la Segunda Guerra Mundial.

Por lo tanto, la ONU es en realidad una institución que nació del orden mundial bipolar, cuando dos sistemas mundiales diferentes estaban en competencia y se enfrentaban siguiendo unas reglas preestablecidas. Esto es confirmado por el hecho de que el órgano más influyente al interior de la ONU es el Consejo de Seguridad, compuesto por las cinco mayores potencias de su momento (que posteriormente se volvieron poderes nucleares): EE.UU., Rusia, China, Inglaterra y Francia. De hecho, tal composición del Consejo de Seguridad de la ONU es la encarnación por excelencia de la paridad del equilibrio estratégico del mundo bipolar.

La desintegración del bloque soviético y la caída de la URSS llevaron a muchos expertos estadounidenses a exigir la reforma o la disolución de la ONU, ya que este organismo había quedado desactualizado y necesitaba adaptarse a las nuevas condiciones internacionales o bien debía desaparecer y ser reemplazado por uno nuevo. El argumento era el siguiente: la ONU era un reflejo del mundo bipolar donde se enfrentaban de forma equivalente dos ideologías opuestas (el liberalismo y el comunismo)

El desplome de uno de los dos polos y la posterior aceptación del capitalismo por parte de los regímenes poscomunistas (las reformas económicas en la China de Deng Xiaoping y la imposición de las políticas liberales por parte de Yeltsin y los reformadores tanto en Rusia como en Europa del Este y las antiguas repúblicas soviéticas) significaba que en la práctica prevalecía un único sistema económico: el Occidente capitalista.

La unipolaridad que surgió en la década de 1990 contrastaba fuertemente con la estructura rudimentaria de la ONU, la cual no era otra cosa que una reliquia que pertenecía a una realidad histórica – la bipolaridad – completamente diferente.

Los neoconservadores estadounidenses impulsaron mucho este proceso, insistiendo en que la unipolaridad y la hegemonía estadounidense debían adquirir un “estatus legal” al interior de la comunidad internacional, tal y como el Imperio Británico había declarado en su momento que todos los océanos del mundo le pertenecían. Todo ello implicaba la disolución de la ONU y la creación de un organismo internacional que solo tuviera un único líder (EE. UU.) secundado por sus aliados más cercanos (es decir, sus vasallos). El resto de los países no poseerían otra cosa que el derecho asimétrico de estar de acuerdo (aunque sea a regañadientes) con las decisiones de Washington. Tales proyectos han sido formulados, presentados y discutidos en muchas partes por neoconservadores y defensores del Imperio Mundial estadounidense (como sucede con el británico Niall Fergusson).

El político republicano y neoconservador John McCain, quien fue el rival de Barack Obama en las elecciones presidenciales de 2008, fue uno de los que más promocionó la idea de crear una “Liga Democrática”, llegando al punto de proponer en su programa electoral la formación de “una nueva ONU, sin Rusia y China», especialmente porque semejante proyecto uniría a un total de “más de cien Estados democráticos” distintos.

La idea detrás de fundar esta “Liga Democrática” era la de legitimar la unipolaridad.

McCain comenzó a impulsar este proyecto en un momento en que Rusia y China habían dejado de ser satélites obedientes de Occidente (o, al menos, como parecía en la década de 1990) y empezaron a convertirse en polos soberanos e independientes: Rusia se convirtió en una potencia militar y energética, mientras que China era una potencia económica. Es por eso que el neoconservador McCain quería excluir de la “Liga Democrática” tanto a Rusia como China, siendo esta una especie de amenaza abierta frente al fortalecimiento de la soberanía de estos países.

Sin embargo, la influencia de Rusia y China ha aumentado significativamente y hoy es muy común hablar de un mundo tripolar en el que, además de Moscú y Pekín, han comenzado a aparecer otros países soberanos, como Irán, Turquía, Pakistán, etc., que desarrollan políticas soberanas cada vez más independientes de los Estados Unidos y la OTAN. Por lo tanto, la ONU vuelve a cambiar de papel y se ha convertido en una institución internacional que esta siendo testigo del nacimiento de un mundo tripolar, el cual probablemente se convertirá en multipolar en un futuro próximo. Resulta interesante que tanto Rusia como China hayan sido los antiguos pilares sobre los cuales se había creado el mundo socialista (China sigue siendo fiel al socialismo, a pesar de las reformas que ha experimentado en los últimos años).

Ahora bien, Joe Biden, el candidato del Partido Demócrata, es decir, el representante del mismo partido de Barack Obama, esta poniendo en práctica la agenda que John McCain propuso durante el 2008 y que los neoconservadores habían formulado hacía mucho tiempo: celebrar una “Cumbre Democrática” de la cual se excluyó a Rusia, China y otras naciones soberanas que no reconocen la hegemonía estadounidense. Es como si los acontecimientos hubieran dado un giro de 180 grados en los Estados Unidos. El candidato republicano Donald Trump terminó por convertirse en el “principal enemigo” de los neoconservadores y abrazó, a su manera, la multipolaridad, mientras que el demócrata y globalista Biden (que sustituyó a Trump) es el impulsor de una política hegemónica y abiertamente imperialista, adoptando todas las ideas de los neoconservadores. Es por eso que Biden quiere seguir ampliando la OTAN hacia el Este, promover el conflicto entre los rusos y ucranianos, o apoyar a la oposición liberal radical en Rusia; mientras tanto, ataca a China creando bloques económicos y militares como AUKUS y QUAD, y promueve el separatismo en Taiwán y Xinjiang.

Este es precisamente el sentido del eslogan presidencial de Build Back Better de Biden. Al principio su significado no era muy claro y muchos pensaron que se trataba de un retorno a la política de Obama. Pero no, era un retorno a la hegemonía unipolar estadounidense (y, en un sentido más amplio, anglosajona), siendo esto una especie de declaración de guerra contra el surgimiento de un mundo tripolar (multipolar) y un fortalecimiento del imperialismo estadounidense. Build Back Better significa regresar a la década de 1990, cuando la unipolaridad era indiscutible.

Por supuesto, la cumbre que ha celebrado Biden bajo el amparo de los neoconservadores nada tiene que ver con la democracia. Se trata de una iniciativa puramente imperialista y quienes la apoyan o no comprenden de lo que se trata o simplemente aceptan su condición de “vasallos” dentro de un sistema de relaciones internacionales rígidamente jerárquico en el cual solo existe una cabeza (los Estados Unidos) que tiene a su servicio una serie de estructuras subordinadas (como la OTAN).

¿Cómo responderán a esto los partidarios de la democracia? ¿O que harán Rusia y China?

Es necesario defender la ONU, sabotear todas las iniciativas que desean imponernos la unipolaridad e ignorar esta cumbre tildándola de un vergonzoso encuentro imperialista.

FUENTE: https://www.geopolitica.ru/es/article/la-sumision-de-los-esclavos

Fueron convocados los principales aliados de Estados Unidos, mientras hubo grandes excluídos. Una jugada geopolítica frente a importantes competidores a nivel mundial: China y Rusia.

Santiago Montag – @SalvadorSoler10

El presidente estadounidense, Joe Biden, invitó a líderes de 110 países, a una “Cumbre virtual por la Democracia” este 9 y 10 de diciembre. Una política de manotazos de ahogado para evitar la decadencia del imperialismo.

A esta reunión fueron convocados sus principales aliados de Estados Unidos y donde hubo grandes ausencias en un contexto de competencia estratégica con China. Por eso, es tan importante la lista de invitados como la de excluidos.

La cumbre debatirá sobre los principales problemas a escala global: “autoritarismo”, “corrupción” y “derechos humanos”. Tres ideas básicas que Estados Unidos cree tener autoridad moral para juzgar al resto, además de poder decidir qué países están (o no) a la altura de defender los valores occidentales de “democracia, libertad y fraternidad”, que en últimas instancia son los valores que la clase capitalista utiliza para sus intereses.

En los hechos, como todos sabemos, Estados Unidos es el principal promotor (y responsable) de dictaduras militares, de la proliferación de guerras sectarias (como en Afganistán, Irak y Siria), de la desigualdad y la pobreza global al exportar su modelo de capitalismo. Además en la actualidad una parte importante de los derechos democráticos en el mundo fueron recortados o manipulados por los gobiernos con la excusa de la pandemia de covid-19, mientras no se liberaron las patentes para enfrentarla. En resumen, cambiaron los derechos civiles, el hambre y la miseria de millones a costa de defender el dinero de los grandes laboratorios globales.

Incluso The Economist en un estudio sobre el Índice de la Democracia Global, donde cada país califica en cada categoría según los criterios establecidos por periódico liberal con sedeen Londres, nombró a Estados Unidos como una «democracia defectuosa»; mientras que a nivel global dicen que se ha caído varios puntos.

Desde su llegada a la Casa Blanca en enero, la política internacional de Biden se centró en el combate entre las “democracias” y las «autocracias», desde su perspectiva encarnadas por China y Rusia. Si bien esto es cierto, ya que ambos países aunque con diferencias, mantienen coartadas varias libertades democráticas, persecución y encarcelamiento de opositores (en China incluso de discriminación etno-religiosa a los uigures que son encerrados en campos de concentración), libertad de prensa u organización, etc. En el caso chino su visión parte de la centralización burocrática del Partido Comunista Chino bajo un régimen de partido único. Mientras que Rusia, si bien permite la existencia de partidos opositores, son mayormente perseguidos, donde su visión está vinculada al eurasianismo y la oposición a los valores occidentales.

En esa línea, la «Cumbre por la Democracia» es una de sus prioridades, además de una de sus promesas de campaña. Pero de fondo existe un enfrentamiento geopolítico con sus competidores en el cuál hace uso de la palabra «democracia» para partir el mundo entre «buenos» y «malos».

¿Porqué? China que ha hecho grandes avances a escala global tejiendo alianzas políticas y económicas en espacios de influencia norteamericana y europea. Por otro lado, el enfrentamiento con Rusia es clave, donde Estados Unidos busca quebrar los posibles acercamientos con la Unión Europea, concretamente Alemania (sobre todo por la dependencia de hidrocarburos), a través de distintas líneas de falla: la guerra en civil en Ucrania y la crisis de refugiados.

Si analizamos la lista de participantes vemos la exclusión de China y la invitación a Taiwán -que Beijing considera como una de sus provincias- desató la indignación de Beijing, que expresó su «firme oposición», según un vocero de su Ministerio de Relaciones Exteriores. Como se puede leer en El país, China respondió con un documento titulado “China, una democracia que funciona”, en el que presumía de sus credenciales como Estado de derecho, pese a décadas de evidencias en contra, y argüía que “no hay un modelo fijo de democracia”.

Taiwán, por su parte, agradeció a Biden la convocatoria que, según dijo, permitirá a la isla de gobierno autónomo «compartir su exitosa historia democrática», indicó la Presidencia en un comunicado.

De América Latina, el mandatario estadounidense invitó a Brasil, Argentina, Chile, Colombia, Ecuador, México, Paraguay, Perú y Uruguay y excluyó a Venezuela, Cuba, Nicaragua, Bolivia y El Salvador. Una forma de quebrar los acercamientos que hubo entre los gobiernos pos neoliberales en busca de conformar bloques de alianzas que permitan algunas cuotas de autonomía del imperialismo. Sin embargo, Biden rápidamente tiró con la correa del FMI para acomodar el tablero, ya que la mayoría de los países de la región tienen abultadas deudas con el Fondo (como es el caso argentino). Esto incluso gracias a aliados más firmes, casualmente de la derecha latinoamericana considerados lejanos a la “democracia” como Jair Bolsonaro, Sebastián Piñera o Iván Duque. Todos ellos mantienen presos políticos además de reprimi a la juventud y los trabajadores que se manifiestan en las calles por sus derechos o a los pueblos originarios que luchan por sus tierras. Además, como parte del posicionamiento en la reión, Biden invitó a Juan Guaidó, el opositor ultraneoliberal a Nicolás Maduro en Venezuela.

De Medio Oriente -donde predominan las monarquías absolutas como la de Arabia Saudita firmes aliados de Estados Unidos y otros regímenes no democráticos – , solamente Israel e Irak fueron invitados a la reunión. Lo que tienen en común estos dos países son las tensiones con Irán. En el caso de Israel, que no puede ser considerado una democracia sino una etnocracia que aplica un brutal apartheid a los palestinos, están en constante enfrentamiento con Irán. Mientras que Irak, cuyo régimen tutelado por Estados Unidos desde la invasión en 2003, atraviesan en los últimos años una disputa interna por las influencias que ha logrado Irán en ese país, lo cuál su participación en la cumbre es todo un mensaje a los persas que han entrado recientemente a la Organización de Cooperación de Shanghai (liderada por China y Rusia).

Por otro lado, algunos aliados tradicionales de la región a Estados Unidos, como Egipto o Turquía (que es miembro de la OTAN), no estuvieron invitados.

En Europa, Polonia está representada, pese a las recurrentes tensiones con Bruselas sobre los estatutos de pertenencia a la UE con respecto al estado de derecho, por otro lado la xenofobia, los ataques hacia las mujeres y las personas LGTBI. Por otro lado, Hungría que está encabezada por el ultraderechista Viktor Orbán como Primer Ministro, no figura en la lista del Departamento de Estado.

Si bien es lógica esta exclusión, merece ser analizado, ya que su país al pertenecer a la OTAN y la UE, ha logrado mediante el veto que la Unión participe en nombre de toda la comunidad europea y asuma compromisos financieros o jurídicos. Por lo cuál, como se lee en El país el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, estarán con las manos atadas a la hora de ofrecer compromisos vinculantes, y sus intervenciones deberán limitarse a los principios previstos en el Tratado de la Unión para la política exterior comunitaria.

De todas maneras cabe preguntarse ¿Porqué a Orbán lo dejaron fuera de la fiesta, pero si a la República Democrática del Congo los invitaron a pesar de tener índices democráticos muchos más bajos que los húngaros? Para el caso de Hungría pareciera una estrategia calculada dados los resultados que mencionamos, sabiendo que la Unión Europea está intentando ganar mayor autonomía de los Estados Unidos, no podrá actuar como bloque.

En cuanto a África, la República Democrática del Congo, Kenia, Sudáfrica, Nigeria y Níger forman parte de los invitados. Una forma de acercarse a una región abandonada, cuyo espacio ha sido aprovechado tanto por Rusia como Turquía (que abrió más embajadas que cualquier otro país en el continente) donde participan apoyando regímenes polémicos. En el caso de China, el principal inversor en el continente y además un importante acreedor, ha abierto una base militar en Guinea Ecuatorial (la primera en el Atlántico) que le brinda proyección hacia el Atlántico Sur, algo que preocupa al imperialismo norteamericano.

Por Asia figura India, a pesar de los ataques recurrentes a la comunidad musulmana y la limpieza étnica en Cachemira. También fue invitado Pakistán, pero se bajó pocos días antes. Otro personaje controvertido fue Rodrigo Duterte de Filipinas, un claro personaje que ha desdeñado cualquier idea de democracia desde que asumió al poder, sobre todo en términos de Derechos Humanos.

Esta cumbre fue organizada, en vistas de Joe Biden, por los numerosos reveses que sufrió la democracia en los últimos meses en países donde Estados Unidos tenía importantes esperanzas, aseguran los organizadores. Por supuesto se está hablando de la limitada democracia capitalista.

Entre ellos Sudán y Myanmar (antigua Birmania), escenarios de golpes de Estado militares; Etiopía, atrapada en un conflicto con riesgo de «implosionar» hacia una guerra civil de gran escala y conflictos inter-étnicos que muchos analistas anuncian que se podría acercar al terrible genocidio en Ruanda; así como Afganistán, donde los talibanes tomaron el poder después de que Estados Unidos saliera del país tras 20 años de supuestos esfuerzos de democratización.

Es interesante observar que según un reporte de la organización International IDEA, con sede en Estocolmo, el propio Estados Unidos se sumó por primera vez a la lista de «democracias en retroceso», principalmente debido a una degradación bajo la era del ex presidente Donald Trump.

Sin embargo, esto pareciera ser una máscara de autocrítica para mostrar una importante relación de fuerzas frente a sus principales competidores e imponer una institucionalidad que le permita al imperio volver a liderar el mundo al polarizar entre “buenos” y “malos”. Una línea muy difusa que podría hacer que a Biden le salga el tiro por la culata en medio de una China ascendente y regímenes, como el de Pakistán, la India, Hungría por decir algunos, que no comparten los valores norteamericanos. Pero de fondo está la puja por quién establece las reglas del juego en la arena mundial donde las clases trabajadoras y populares deben intervenir por sus propios intereses en forma independiente de cualquiera de estos bandos.

Fuente: https://www.laizquierdadiario.com/Cumbre-por-la-Democracia-de-Biden-una-maniobra-geopolitica-contra-China-y-Rusia

Hay que producir más comida, sana y nutritiva, con menos recursos y de modo más amigable con el ambiente; el desafío de revisar estrategias y prioridades en los distintos países

Por: Marcelo Regúnaga

En el siglo XXI, y con mayor énfasis en los últimos años, la agenda internacional ha registrado cambios en las prioridades de las políticas y los mecanismos de gobernanza de los temas críticos a nivel global. En este nuevo escenario, de mayores desafíos para atender a la demanda mundial creciente de más y mejores alimentos, ante las restricciones en la disponibilidad y el uso de los recursos naturales, y la necesidad de mitigar los impactos negativos en el cambio climático del actual modelo de desarrollo económico, el rol geopolítico de los sistemas alimentarios ha emergido con una alta prioridad en los principales foros internacionales (Grupo de los Ocho, G-20, Cumbre sobre los Sistemas Alimentarios de la Organización de las Naciones Unidas, Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático). La importancia estratégica del sector agroalimentario se ha jerarquizado en todo el mundo y los países están revisando sus políticas al respecto.

A nivel global se necesita producir más alimentos, sanos y nutritivos, con menos recursos y de una manera más amigable con el ambiente. Es un importante desafío que plantea la necesidad de revisar las estrategias productivas y prioridades de las políticas en los distintos países. Muchas regiones del mundo han deteriorado sus recursos naturales con sistemas productivos muy intensivos, que utilizan altas dosis de energías fósiles (combustibles, fertilizantes, etcétera) que tienen impactos negativos en el calentamiento global, además del agotamiento y las pérdidas de la capacidad productiva de sus recursos naturales (agua y suelo) y las pérdidas de biodiversidad.

La situación actual difiere sustancialmente entre los distintos países y regiones, por lo que las necesidades y urgencias en los procesos de transformación de los sistemas alimentarios requeridos también son distintas. Ello se ha reconocido en la reciente Cumbre sobre los Sistemas Alimentarios de la Organización de las Naciones Unidas, celebrada en Nueva York, a partir de las valiosas y coordinadas contribuciones de los ministros de Agricultura de las Américas, entre las que se ha destacado la activa participación de la ministra de Agricultura de Brasil, Tereza Cristina.

Sin duda, los sistemas productivos muy intensivos de Europa y Asia deben iniciar en forma perentoria un proceso de importantes transformaciones, para evolucionar hacia sistemas más sostenibles y con menores impactos ambientales, en forma similar al proceso continuo de mejora de la producción agropecuaria iniciado en la Argentina hace tres décadas, que hoy nos permite ostentar una situación mucho mejor que dichos países.

Ante los problemas de erosión y pérdida de fertilidad de los suelos de la región pampeana registrados hasta fines de los años 80, por la utilización de sistemas de producción convencionales, con equipos de labranza similares a los que se utilizan actualmente en Europa, los productores argentinos iniciaron un proceso de transformaciones graduales desde principios de los años 90, que comenzaron con la siembra directa, promovida activamente por Aapresid (la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa) y que rápidamente se hizo extensiva a la casi totalidad de la producción de granos de la Argentina, sin diferenciación de tamaños de productores ni de su localización. La siembra directa reduce drásticamente las labranzas del suelo, lo que permite disminuir significativamente el uso de combustibles y con ello las emisiones de gases de efecto invernadero; pero al mismo tiempo, al no destruir el suelo como la labranza convencional, contribuye a reconstituir la estructura y la microbiología del suelo, por lo que permite reducir las cantidades de fertilizantes a incorporar al suelo y a lograr un uso mucho más eficiente del agua de lluvia, obteniendo en la Argentina altos rendimientos de los cultivos sin necesidad de irrigar.

El proceso de mejora continua ha ido incorporando gradualmente en los últimos 30 años un conjunto de innovaciones que permiten afirmar que la agricultura argentina es una de las más sostenibles y amigables con el ambiente de todo el planeta; lo que ha sido reconocido por expertos de organismos internacionales, por ejemplo de FAO. Estas innovaciones incluyen la utilización masiva de semillas transgénicas con resistencias a insectos y otras plagas, que permiten hacer el control biológico de plagas y con ello reducir el uso de agroquímicos, utilizar agroquímicos con bajos niveles de toxicidad (de banda verde) y avanzar hacia una agricultura más biológica y con menores impactos ambientales. El uso de rotaciones y la reciente incorporación de cultivos de cobertura mejoran también el uso del agua y del suelo. A ello se ha agregado en la última década la utilización cada vez más difundida de la agricultura de precisión, que permite un uso mucho más eficiente de las semillas, los fertilizantes y de las distintas calidades de los suelos. Se trata de un proceso de mejora continua hacia una agricultura productiva, pero más biológica y con menores impactos ambientales por unidad producida, que se suele denominar “intensificación sustentable”.

La producción de carnes en la Argentina y en el Mercosur también tiene características distintivas, que la hacen sustancialmente diferente de los sistemas intensivos europeos y de otras regiones del mundo. La producción a campo con pasturas y en algunas zonas la ganadería silvo-pastoril, ambas sin irrigación, no solo emiten menos gases de efecto invernadero por unidad producida, sino que los capturan, mejorando sustancialmente los balances de carbono. En muchos casos los balances son de carbono neutro o mejores aún, es decir que se pueden utilizar en las negociaciones internacionales para compensar las emisiones de otros sectores, tales como la energía o el transporte.

En ambos casos, el sector agropecuario argentino es una fuente de orgullo para el país, porque ha incorporado tempranamente los desafíos de transformaciones hacia sistemas sostenibles y amigables con el ambiente, que se han propuesto recién en 2021 en la Cumbre sobre Sistemas Alimentarios de la ONU; y que pueden servir de ejemplo para las transformaciones que se requieren en otros países. De hecho estas innovaciones no solo permiten exportar más alimentos sanos y con baja huella ambiental al resto del mundo, que constituyen un componente estratégico para el crecimiento de toda la economía nacional, sino que también ya están permitiendo exportar estas tecnologías y equipos de maquinaria a países de Europa y África, con alto valor agregado.

Es un grave error no tener en cuenta estas circunstancias en las negociaciones internacionales en distintos foros (G-20, COP, etcétera), utilizando métricas generadas en los países desarrollados para sistemas productivos completamente diferentes a los nuestros. La influencia cultural de dichos países y de algunas ONG sin bases científicas sobre la realidad local puede dar lugar a errores estratégicos serios para un país como la Argentina, afectando el poder geopolítico que brinda su enorme capacidad productiva con sistemas sostenibles y amigables con el ambiente. El potencial para avanzar en este proceso de liderazgo mundial en el sector alimentario es muy grande, si se implementaran en la Argentina políticas de apoyo a la producción y a la inserción internacional similares a las que aplican los países vecinos del Mercosur y en general de toda América, que les están permitiendo un muy buen posicionamiento en el contexto mundial.

La Nacion: https://www.lanacion.com.ar/opinion/la-argentina-y-la-geopolitica-de-los-alimentos-nid08122021/