Por Pepe Escobar.

…el sur de Eurasia está salpicado de fronteras conflictivas, como en Cachemira, Armenia-Azerbaiyán, Tayikistán-Kirguistán. El Hegemón está obligado a invertir en un recrudecimiento de los conflictos militares por las fronteras en disputa, así como de las tendencias separatistas (por ejemplo, en Baluchistán). Abundan las operaciones negras de la CIA.


Nunca debe subestimarse la disonancia cognitiva colectiva que muestra la jauría de hienas de rostros pulidos que dirige la política exterior estadounidense.

Y, sin embargo, esos psicópatas neocon straussianos han logrado un éxito táctico. Europa es un barco de tontos que se dirige a Escila y Caribdis, con cómplices como Le Petit Roi de Francia y el canciller salchichas de hígado de Alemania cooperando en la debacle, con las galerías ahogándose en una vorágine de moralismo histérico.

Son los que dirigen el Hegemón los que están destruyendo Europa. No Rusia.

Pero luego está La Gran Imagen del Nuevo Gran Juego 2.0.

Dos analistas rusos, por medios diferentes, han elaborado una hoja de ruta sorprendente, bastante complementaria y realista.

El general Andrei Gurulyov, retirado, es ahora miembro de la Duma. Considera que la guerra OTAN vs. Rusia en suelo ucraniano no terminará hasta 2030, cuando Ucrania básicamente habría dejado de existir.

Su fecha límite es 2027-2030, algo que hasta ahora nadie se ha atrevido a predecir. Y «dejar de existir«, según Gurulyov, significa realmente desaparecer de cualquier mapa. Implícita está la conclusión lógica de la Operación Militar Especial -reiterada una y otra vez por el Kremlin y el Consejo de Seguridad: la desmilitarización y desnazificación de Ucrania; el estatus neutral; la no pertenencia a la OTAN; y la «indivisibilidad de la seguridad», por igual, para Europa y el espacio postsoviético.

Así que hasta que no tengamos estos hechos sobre el terreno, Gurulyov está diciendo esencialmente que el Kremlin y el Estado Mayor ruso no harán ninguna concesión. Nada de un «conflicto congelado» impuesto por el Cinturón o un falso alto el fuego, que todo el mundo sabe que no se respetará, igual que nunca se respetaron los acuerdos de Minsk.

Y, sin embargo, Moscú, tenemos un problema. Por mucho que el Kremlin insista siempre en que ésta no es una guerra contra los hermanos y primos eslavos ucranianos -lo que se traduce en que no habrá Shock’n Awe al estilo estadounidense pulverizando todo lo que esté a la vista-, el veredicto de Gurulyov implica que la destrucción del actual Estado ucraniano, canceroso y corrupto es una necesidad.

Un informe de situación exhaustivo de la encrucijada crucial, tal y como está, argumenta correctamente que si Rusia estuviera en Afganistán durante 10 años, y en Chechenia, todos los periodos combinados, durante otros 10 años, la SMO actual – descrita de otro modo por algunas personas muy poderosas en Moscú como una «casi guerra» – y encima contra toda la fuerza de la OTAN, bien podría durar otros 7 años.

El informe de situación también argumenta correctamente que para Rusia el aspecto cinético de la «casi guerra» ni siquiera es el más relevante.

En lo que a todos los efectos prácticos es una guerra a muerte contra el neoliberalismo occidental, lo que realmente importa es un Gran Despertar ruso, que ya está en marcha:

El objetivo de Rusia es emerger en 2027-2030 no como un mero ‘vencedor’ erguido sobre las ruinas de algún país ya olvidado, sino como un Estado que ha vuelto a conectar con su arco histórico, se ha encontrado a sí mismo, ha restablecido sus principios, su valentía en la defensa de su visión del mundo.

Sí, se trata de una guerra civilizacional, como ha argumentado magistralmente  Alexander Dugin. Y se trata de un renacimiento civilizacional. Y, sin embargo, para los psicópatas neoconservadores straussianos, eso no es más que otra estratagema para sumir a Rusia en el caos, instalar una marioneta y robar sus recursos naturales.

Fuego en el agujero

El análisis de Andrei Bezrukov complementa perfectamente el de Gurulyov ( aquí, en ruso). Bezrukov es un antiguo coronel del SVR (la inteligencia exterior rusa) y ahora profesor de la cátedra de Análisis Aplicado de los Problemas Internacionales del MGIMO y presidente del think tank Consejo de Política Exterior y de Defensa.

Bezrukov sabe que el Imperio no se tomará a la ligera la humillación masiva de la OTAN en Ucrania. E incluso antes del posible plazo de 2027-2030 propuesto por Gurulyov, argumenta, está destinado a incendiar el sur de Eurasia, desde Turquía hasta China.

El presidente Xi Jinping, en su memorable visita al Kremlin el mes pasado, dijo al presidente Putin que el mundo está experimentando cambios «no vistos en 100 años«.

Bezrukov, apropiadamente, nos recuerda el estado de las cosas entonces:

En los años que van de 1914 a 1945, el mundo se encontraba en el mismo estado intermedio en el que se encuentra ahora. Aquellos treinta años cambiaron el mundo por completo: de los imperios y los caballos a la aparición de dos potencias nucleares, la ONU y el vuelo transatlántico. Estamos entrando en un periodo similar, que esta vez durará unos veinte años.

Europa, previsiblemente, «se marchitará», pues «ya no es el centro absoluto del universo«. En medio de esta redistribución del poder, Bezrukov retoma uno de los puntos clave de un análisis seminal desarrollado en el pasado reciente por Andre Gunder Frank: «Hace 200-250 años, el 70% de la fabricación estaba en China e India. Estamos volviendo a más o menos ahí, lo que también se corresponderá con el tamaño de la población«.

Así que no es de extrañar que la región de más rápido desarrollo – que Bezrukov caracteriza como «el sur de Eurasia» – pueda convertirse en una «zona de riesgo«, potencialmente convertida por el Hegemón en un enorme barril de poder.

Describe cómo el sur de Eurasia está salpicado de fronteras conflictivas, como en Cachemira, Armenia-Azerbaiyán, Tayikistán-Kirguistán. El Hegemón está obligado a invertir en un recrudecimiento de los conflictos militares por las fronteras en disputa, así como de las tendencias separatistas (por ejemplo, en Baluchistán). Abundan las operaciones negras de la CIA.

Aun así, Rusia podrá salir adelante, según Bezrukov: «Rusia tiene grandes ventajas, porque somos el mayor productor de alimentos y proveedor de energía. Y sin energía barata no habrá progreso ni digitalización. Además, somos el vínculo entre Oriente y Occidente, sin el cual el continente no puede vivir, porque el continente tiene que comerciar. Y si el Sur arde, las rutas principales no serán por los océanos del Sur, sino por el Norte, principalmente por tierra«.

El mayor desafío para Rusia será mantener la estabilidad interna:

Todos los Estados se dividirán en dos grupos en este punto de inflexión histórico: los que puedan mantener la estabilidad interna y avanzar razonablemente, sin derramamiento de sangre, hacia el siguiente ciclo tecnológico, y los que sean incapaces de hacerlo, que se salgan del camino, que florezca un sangriento enfrentamiento interno como el que tuvimos hace cien años. Estos últimos retrocederán entre diez y veinte años, se lamerán posteriormente las heridas y tratarán de ponerse a la altura de los demás. Así que nuestro trabajo es mantener la estabilidad interna.

Y ahí es donde el Gran Despertar insinuado por Gurulyov, o el hecho de que Rusia vuelva a conectar con su verdadero ethos civilizacional, como sostendría Dugin, desempeñará su papel unificador.

Aún queda mucho camino por recorrer, y una guerra contra la OTAN que ganar. Mientras tanto, en otras noticias, los hackeos hegemónicos están dando vueltas, del Atlántico Norte se ha trasladado al sur de China. Buenas noches y buena suerte.

Traducción del observatprio de Trabajadores en Lucha link: https://observatoriodetrabajadores.wordpress.com/2023/04/24/la-venganza-del-imperio-incendiar-el-sur-de-eurasia-pepe-escobar/


*Pepe Escobar es columnista de The Cradle, redactor jefe de Asia Times y analista geopolítico independiente centrado en Eurasia. Desde mediados de la década de 1980 ha vivido y trabajado como corresponsal extranjero en Londres, París, Milán, Los Ángeles, Singapur y Bangkok. Es autor de Globalistan: How the Globalized World is Dissolving into Liquid War (Nimble Books, 2007), Red Zone Blues: a snapshot of Baghdad during the surge, Obama does Globalistan (Nimble Books, 2009), 2030 (Nimble Books, 2020). Su ultimo libro es Raging Twenties (Nimble, 2021)

Nota del Observatorio de Trabajadores en Lucha

Escila y Caribdis son dos monstruos marinos de la mitología griega situados en orillas opuestas de un estrecho canal de agua, tan cerca que los marineros intentando evitar a Caribdis terminarían por pasar muy cerca de Escila y viceversa.

Fuente original: Strategic Culture Foundation

ANDREA ZHOK, PROFESOR DE FILOSOFÍA DE LA UNIVERSIDAD DE MILÁN-OBSERVATORIO DE CRISIS

El viejo sistema de control social alternaba la represión violenta de las pasiones juveniles con guerras periódicas para dejarlas desahogar; el nuevo sistema de control, en cambio, proporciona lugares donde es posible hacer revoluciones fingidas con espadas de cartón, en islas sin comunicación con ese continente donde el poder real juega sus juegos.

El otro día reflexionaba sobre cómo ha podido ocurrir que la capacidad operativa de la oposición política al sistema se haya extinguido y hoy necesite reconstruirse esencialmente desde cero.

Dado que este es el problema de los problemas de hoy, y dado que, como todo proceso histórico, sus causas son plurales, quiero detenerme brevemente en una sola causa, de carácter específicamente cultural.

La era de la democracia y la oposición política desde abajo fue una época circunscrita que se inició hacia mediados del siglo XIX, en la que el marxismo jugó un papel fundamental.

Específicamente, el marxismo fue fundamental para entender, y hacer entender, cómo en el mundo moderno todo cambio de hábito y de opinión (que se torna hegemónico) tiene siempre una raíz primaria en la «estructura», es decir, en la esfera de la producción económica y la gestión correlativa del poder .

Si en una descripción de lo que ocurre no se tiene conciencia de su raíz estructural , si no se comprende cómo debe situarse el problema respecto a los mecanismos de distribución de la economía y del poder (muchas veces coincidentes), se termina por perder de vista la única esfera donde se pueden mover las palancas causalmente decisivas.

Una vez recordado este hecho, no se puede dejar de pensar en la distribución generacional de la conciencia política actual. Las experiencias repetidas, desde la recolección de firmas hasta los debates públicos y los mítines, señalan una visión común: la distribución generacional de la conciencia política sigue casi perfectamente una curva decreciente. Quienes muestran mayor urgencia por actuar frente a las palancas del poder son los mayores, y a medida que se es más joven se reducen las filas de los políticamente conscientes, hasta el punto de casi desaparecer en el ámbito de los jóvenes y muy jóvenes  (digamos el grupo de 18 a 24 años).

Ahora, es importante señalar que este es un hecho históricamente sin precedentes. Hasta hace poco tiempo, los jóvenes formaban parte de las filas de los «pirómanos», las universidades siempre fueron fraguas de protesta, la pasión política nació en el umbral biográfico entre el estudio y el ingreso al mundo del trabajo. Y esto es natural, porque el compromiso y la energía necesarios para la participación política crítica se encuentran más fácilmente en un veinteañero que en uno de sesenta; y en otros factores porque las limitaciones, las cargas y las responsabilidades normalmente aumentan con la edad.

Entonces la pregunta es: ¿qué nos pasó?

Para tener una pista, basta mirar el activismo político juvenil, que de hecho todavía existe, pero cuya forma es instructiva. Es interesante notar en qué temas se enfoca el activismo hoy. Un breve registro nos revela:

1) un ambientalismo centrado en el cambio climático;

2) cuestiones de identidad de género, violencia de género, igualdad de género, autodeterminación de género, lenguaje de género;

3) animalismo del tipo Disney y prácticas alimentarias autoflagelatorias (veganismo, elogios a la carne sintética y harina de insectos, etc.);

4) para los más atrevidos, apelaciones a los «derechos humanos» en una versión muy selectiva (donde por cierto las violaciones ocurren sólo entre los enemigos de Estados Unidos).

Lo que es esencial subrayar es que en cambio puede existir y existe:

1) un auténtico ambientalismo “estructural”;

2) una conciencia histórico-estructural de la división sexual del trabajo (y sus consecuencias consuetudinarias);

3) un análisis de las formas de «reificación» de la naturaleza sensible (animales) en la industrialización moderna;

4) una conciencia política de la explotación y violación de la naturaleza humana.

Y en cada uno de estos casos es posible reconocer problemas reales al ubicarlos en el marco general de los procesos de producción económica y distribución del poder en el mundo contemporáneo.

Pero nada de esto es mayormente parte del activismo político juvenil, que en cambio acoge su agenda de «protesta» que viene desde arriba, en un formato rigurosamente saneado de sus implicaciones estructurales.

En otras palabras, los recintos en los que ejercer la contestación y las formas en que identificar los problemas han caído desde alturas inescrutables, a través del aparato mediático, el adoctrinamiento escolar y universitario. De esta forma se crean cómodas burbujas de disputa, con el certificado de bondad progresista, proporcionado por fuentes acreditadas.

El viejo sistema de control social alternaba la represión violenta de las pasiones juveniles con guerras periódicas para dejarlas desahogar; el nuevo sistema de control, en cambio, proporciona lugares donde es posible hacer revoluciones fingidas con espadas de cartón, en islas sin comunicación con ese continente donde el poder real juega sus juegos.

Sin embargo, este proceso de construcción de cercos artificiales, sin anclaje estructural, no es nuevo y es erróneo enfocarse solo en los jóvenes de hoy. Es un proceso que comenzó al menos en la década de 1980 y simplemente se ha expandido y perfeccionado con el tiempo. Todo el esfuerzo conceptual realizado por la reflexión marxista (en parte ya en la época hegeliana) y luego desarrollado durante más de un siglo, ha sido anulado con la lejía del nuevo poder mediático.

Hoy estas agendas «políticas» cuidadosamente castradas se difunden y hacen oír su característica voz estridente, que luego se hace eco, tal vez con benevolencia reprochada, pero finalmente bendecida, por los voceros del poder.

Hemos recaído así en un análisis de la historia, la política y la geopolítica que, olvidando cuáles son las verdaderas palancas del poder, se dedica en cuerpo y alma a lecturas moralizantes del mundo, a la actualidad policiaca, al alboroto de la “rectitud” y a la corrección política, a los chismes entre las élites .

Las interpretaciones geopolíticas proliferan y prosperan donde Putin es el malvado y los rusos son los ogros; lecturas sociales donde la crítica a la “ideologías de género” son abominaciones homofóbicas; donde quien no abraza a un chino es «fascista», y quien lo abraza después de una contraorden es «estalinista»; lecturas ecológicas donde los cuadros de museos se ensucian porque “ya no hay un minuto que perder”, antes de volver a casa a jugar en la Smart TV de 88 pulgadas; etc. etc.

Esta infantilización del análisis histórico-político vuelve fatalmente impotente cualquier «activismo», que examina el mundo como si la distribución de adjetivos morales estuviera en su centro. Y cuando alguien señala que todo ese extenuante graznido histérico no produce ni un desasosiego al poder, que hasta aplaude, tienen preparado otro atributo moral: eres un cínico.

La compartimentación de la protesta según los cercos ideológicos elaborados aguas arriba produce, además de un efecto de impotencia sustancial, una pérdida total del equilibrio y de la capacidad de evaluar las proporciones de los problemas.

Cada uno de estos juegos ideológicos aparecen a quienes los frecuentan como un cosmos, el único punto de vista desde el cual se ve mejor el mundo entero. Y esto genera una sensibilidad desequilibrada a los visitantes de estos recintos, porque invierten toda su energía y pasión en un campo cuidadosamente delimitado: hay gente que pasa dos veces al día frente a la anciana muriéndose de hambre en el departamento de al lado, pero saltan con los ojos inyectados en sangre si usas un pronombre de género mal visto; hay gente que se escandaliza por las violaciones de los derechos humanos en Bielorrusia (donde nunca han puesto un pie) y luego te explican que es justo golpear a las «novaxes» y privarlas de atención hospitalaria; hasta hay estudiantes que reclaman meritocracia y luego votan por Calenda…

En general, el panorama es el siguiente, mientras que el poder real nos aconseja ser resilientes (porque si tomas la forma de la bota que te pisotea, sufres menos), nos aconseja no tener hijos y no jubilarte por el bien de el futuro, mientras todos los días te explica que tienes que ser móvil para trabajar donde haya necesidad y que tienes que dejar de moverte porque arruinas el clima, porque mientras te mea en la cabeza te exige que ahorres en la ducha.  Mientras todo esto sucede, y sucede mucho más, estos activistas se pelean furiosamente entre ellos …porque ninguna injusticia debe quedar impune, incluyendo “los derechos de los espárragos».

FUENTE: https://observatoriocrisis.com/2023/04/20/historia-de-una-involucion-de-la-politica-estructural-al-moralismo-histerico/

Por Rafael Poch de Feliu

En el concurso de dementes que empuja hacia una gran guerra y a la definitiva irrelevancia mundial de la Unión Europea, Polonia juega un papel de vanguardia.

Miroslaw Hermaszewski (1941-2022) fue el primer y, hasta la fecha, único astronauta polaco. En 1978 formó parte de la tripulación de la Soyuz 30 y cumplió misión en la estación orbital soviética Saliut-6. Después de eso, alcanzó el generalato y fue condecorado con la medalla de “Héroe de la Unión Soviética”, la más alta distinción de la URSS raramente concedida a extranjeros. Muchos años después del hundimiento del bloque del Este, en julio de 2013, el jubilado astronauta concedió una entrevista al canal de televisión polaco TVN 24 en la que ofreció detalles desconocidos de su biografía. En Polonia se conmemoraba entonces el setenta aniversario de las “masacres de Volinia” es decir la aniquilación de entre 70.000 y 100.000 civiles polacos a manos del brazo armado de la Organización de Nacionalistas Ucranianos (OUN), el llamado Ejército Insurgente Ucraniano (UPA). Hermaszewski nació en un pueblo de Volinia llamado Lípniki y tenía dieciocho meses cuando las unidades del UPA llegaron al pueblo una noche de finales de marzo de 1943.

”Asesinaron a 182 personas de nuestro pueblo, entre ellos dieciocho de nuestra familia inmediata, mi abuelo murió de siete golpes de bayoneta en la cabeza”, explicó. El pequeño Miroslaw se salvó de milagro, porque su madre lo tomó en brazos y huyó con él campo a través. “Los bandidos vieron que una mujer corría con un niño en brazos y empezaron a dispararnos”. Uno de ellos les persiguió y disparó a la madre en la cabeza a corta distancia pero falló, solo fue herida en la sien y en la oreja, cayó inconsciente y el niño huyó. (1)

Al día siguiente de aquella entrevista, el parlamento polaco aprobó una resolución sobre las matanzas de polacos del periodo 1942-1945 en Volinia y Galitzia oriental, territorios que habían pertenecido a la segunda república polaca hasta la disolución del estado polaco de 1939, condenando la masacre de “alrededor de 100.000 ciudadanos polacos, hombres, mujeres, ancianos y niños” a manos de los nacionalistas ucranianos de Ucrania Occidental. La resolución consideraba que, “la dimensión organizada y masiva del crimen de Volinia lo caracteriza como una limpieza étnica con aspectos de genocidio”. Al mismo tiempo, el parlamento expresaba su agradecimiento “a los ucranianos que actualmente ayudan a documentar los crímenes y conmemorar a las víctimas”, pese a que el gobierno ucraniano no autoriza excavaciones en los escenarios de las matanzas.

En septiembre de 2016 el parlamento ucraniano, la Verjóvnaya Rada, rechazó las consideraciones de la cámara polaca con cuatro argumentos: 1- que los polacos también mataron ucranianos, 2- que el número de víctimas polacas no pudo exceder los 30.000, porque en aquellos momentos en Volinia no había tanta población, 3- que “está bien establecido” que los perpetradores fueron agentes de la policía secreta soviética disfrazados de combatientes de la OUN /UPA (pese a que desde junio de 1941 la región estaba ocupada por los alemanes y los soviéticos se habían retirado, derrotados) y que 4- evocar este asunto solo sirve a los intereses rusos. (2)

Saco esto a colación para ilustrar el hecho de la complejidad de las relaciones polaco-ucranianas. Polonia ha acogido ejemplarmente a centenares de miles de ucranianos que han huido de la guerra. Es el segundo país de Europa, después de Rusia, que más refugiados ucranianos ha recibido. Polonia es también el país más antiruso y más proamericano del continente. Solo un 2% de los polacos expresan una opinión favorable a Rusia, según una encuesta del Pew Research Center de primavera del año pasado, que también daba un máximo continental de opiniones favorables a Estados Unidos (91%). Esa opinión echa sus raíces muy lejos, en toda una serie de experiencias históricas mutuamente desastrosas y bien conocidas, tanto con el zarismo como durante el estalinismo, cuando centenares de miles de polacos perecieron o fueron deportados por el régimen soviético, y, más en general, en una divergencia histórica, cultural y religiosa con Rusia muy viva.

Entre 1572 y 1791 la elección de los reyes polacos por los nobles, que a veces implicaba a cuarenta mil o cincuenta mil de ellos, fue norma en Polonia. El rey electo estaba atado por el llamado “pacta conventa”, una suerte de contrato que detallaba las obligaciones del rey hacia la nobleza. Si se compara las relaciones de aquella caótica monarquía republicana, nobiliaria y católica, con las de la autocracia ortodoxa moscovita, en las que el “gosudar” (soberano) se definía por atar bien corto a sus boyardos, y donde la nobleza estaba totalmente supeditada a la corte, el contraste entre las culturas políticas de ambos países no puede ser más agudo y da lugar a verdaderas patologías.

Con Putin los polacos rechazaron la mano tendida de Moscú, por ejemplo reconociendo directamente y asumiendo la responsabilidad por las matanzas estalinistas de Katyn. Cuando en abril de 2010 el avión que conducía a la plana mayor del país a un acto conmemorativo de aquellas matanzas se estrelló cerca de Smolensk por obvias negligencias polacas, la nación prefirió ver en la tragedia un atentado ruso pese al cúmulo de evidencias en contra registradas en la caja negra… La extrema beligerancia del gobierno polaco en el actual conflicto es resultado de todo este complejo de experiencias históricas, diferencias y patologías.

Ningún gobierno europeo se ha mostrado más proclive y entusiasta con que la OTAN intervenga abiertamente en la guerra contra Rusia. Los polacos son siempre los primeros a la hora de apoyar el envío de todo tipo de armas, son los terceros que más ayuda militar han prestado a Ucrania, solo por detrás de Estados Unidos e Inglaterra, gastan proporcionalmente mas que nadie en “defensa” y están reforzando su ejército a marchas forzadas junto a su fronteras con Ucrania y Bielorrusia. Según algunas estimaciones muy difíciles de verificar ya hay miles de soldados polacos en Ucrania luchando de forma extraoficial, es decir formalmente licenciados o en excedencia del ejército polaco. Pero lo que importa aquí es retener que en el actual conflicto Polonia tiene sus propios intereses, sus propios motivos, sus propios proyectos, y marca su propio juego. ¿Qué decir del juego polaco? Pues que históricamente ha sido siempre fiel a aquella observación de Balzac, casado con una polaca nacida en Ucrania, que ya en el siglo XIX advertía que “si hay un precipicio, el polaco se tira por el”.

En época moderna, gran parte de Ucrania Occidental perteneció a Polonia desde 1918 hasta 1939, y en épocas anteriores los polacos dominaron enormes zonas de la actual Ucrania. En el siglo XVI se creó la llamada “República de las dos naciones” formada por el reino de Polonia y el Gran Ducado de Lituania. Duró hasta finales del XVIII y dominó, además de sus dos matrices, los territorios de Bielorrusia, gran parte de las actuales Estonia, Letonia y Ucrania, y zonas de la Rusia meridional. En aquella época la influencia polaca y sus ejércitos llegaron a Moscú, enviaron a Varsovia enjaulado al zar de Rusia, donde fue ejecutado, e incluso impusieron un breve zar en Moscú, en lo que en la historia rusa se conoce como “época turbulenta”. Aquella “gran Polonia” se extendía por casi un millón de kilómetros cuadrados y dejó en Varsovia y Cracovia un recuerdo de grandeza que siempre ha sido muy difícil compaginar con las realidades de una nación obligada a convivir con los tres colosos de su entorno: Prusia, Austria-Hungría y Rusia. Llevarse mal con todos ellos equivalía a una sentencia de muerte, pero eso es, precisamente, lo que hicieron los polacos: tirarse por el precipicio de Balzac y pagar por ello el correspondiente precio.

Entre la destrucción de la vieja república polaca, en 1795 y el fin de la Primera Guerra Mundial, en 1918, el estado polaco dejó de existir. Fueron 123 años, cinco largas generaciones en los que Polonia solo conoció el dominio extranjero y la opresión política de prusianos, rusos, y austro-húngaros. En esa larga travesía del desierto, los polacos se metieron en un avispero de múltiples hostilidades; en Rusia contra los lituanos, en Austria /Hungría contra los ucranianos de Galitzia oriental y contra los checos, y en la mayoría de las ciudades polacas contra los judíos cuyo sionismo militante levantaba cabeza. Luchar contra todos, sin calcular las propias fuerzas y las del adversario, es una vieja tradición polaca. Una doble hostilidad geopolíticamente suicida, contra alemanes y rusos, dictó su segunda gran extinción como estado en 1939, con el pacto Molotov/Ribbentrop y el enésimo reparto territorial y maltrato del país, ahora entre Alemania y la URSS.

La gran Polonia/Lituania de los siglos XVII y XVIII

¿De donde viene esa predisposición nacional al suicidio? La primera estrofa de su himno nacional, “Jeszcze Polska nie zginela” (“Polonia aún no ha muerto”), la proclama con orgullo. Norman Davies, el principal historiador británico de la nación, cuya obra rezuma simpatía hacía esa actitud polaca, la explica como virtud al observar que “todos los principales países europeos pasaron por la experiencia romántica, pero en Polonia fue particularmente intensa. Se puede pensar que ofreció el elemento principal de su cultura moderna”. (3) Sea como fuere, los polacos están regresando ahora a sus típicos delirios nacionales a propósito de la guerra de Ucrania. En el centro de esos delirios la idea de recrear la gran Polonia del Mariscal Pilsudski.

En los años veinte el caudillo polaco Jósef Pilsudski, rescató la tradición de grandeza imperial de aquella República aristocrática polaca de los siglos XVII y XVIII para formular su proyecto de federación desde el Báltico hasta el Mar Negro bajo liderazgo polaco, el llamado Miedzymorze o Intermarium. Aquel espacio entre los dos mares estaba enfocado a la disolución de Rusia, primero en su encarnación zarista/imperial y luego soviética. En su actual Constitución (1997), Polonia se declara sucesora de “las mejores tradiciones” de aquella primera república, bajo la cual los campesinos ucranianos estuvieron sometidos al doble yugo de los latifundistas polacos y del catolicismo. Desde la disolución de la URSS y la integración de Polonia en la Unión Europea, la idea de una “tercera Europa” liberada de lo que el primer ministro Mateusz Morawiecki describe como “dictadura franco-germana” de la UE, está presente en la mentalidad de la derecha polaca y encaja con los intereses de Washington en el continente.

En un artículo publicado el 26 de marzo por la revista Foreign Policy, Dalibor Rohac, un autor neocón del “American Enterprise Institute” evocaba la conveniencia de un nuevo Intermarium, una unión polaco-ucraniana que contenga a Rusia y desbarate definitivamente al competidor europeo. “Ambos países”, decía, “se enfrentan a amenazas de Rusia, Polonia forma parte de la UE y de la OTAN, así que si formaran un estado federal o confederal común con una misma política exterior y de defensa, Ucrania se integraría inmediatamente en la UE y en la OTAN” “Se formaría así el mayor país de la UE (segundo en población tras Alemania) y su primera potencia militar, ofreciendo un contrapeso más que adecuado al tandem franco-alemán. Para Estados Unidos sería una forma de asegurar el flanco oriental de Europa frente a la agresión rusa a cargo de un país con una comprensión muy clara de la amenaza de Rusia”, decía. El precedente de la reunificación alemana, en la que la RFA engulló a la RDA, “demuestra que tal operación es posible si hay voluntad política”, señalaba el articulista, dejando caer de paso el detalle de que de esa forma, Estados Unidos podría desentenderse del coste de la reconstrucción de Ucrania, lastre que recaería íntegramente en el club del cual Kíev ya sería miembro… La guinda del artículo era la frase con la que concluía y que resume tanto las intenciones de Washington como las ambiciones de Varsovia: “El futuro de Ucrania es demasiado importante como para dejarlo en manos de Bruselas, París y Londres”. (4)

El 5 de abril el diario polaco Rzeczpospolita recogió la idea en un artículo del politólogo Tomasz Grzegorz Grosse de la Universidad de Varsovia, titulado, Reconstruyamos la República de Polonia, esta vez con Ucrania. (5) Se trata de, “construir un sistema de seguridad sólido en Europa central-oriental” que haga posible “una mayor intervención de Estados Unidos en el Pacífico” contra China, escribía el autor. “También los expertos polacos aconsejan la reconstrucción de la histórica República de las dos naciones, profundizando la cooperación entre los países de nuestra región, al principio principalmente polacos y ucranianos”, decía.

El mismo día de la publicación del artículo, el Presidente Zelenski realizaba su primera visita oficial a Polonia, donde fue condecorado con la orden polaca del “Águila blanca” y declaró la “amistad por los siglos” entre Polonia y Ucrania. “Entre los dos países no debe haber fronteras políticas, económicas ni sobre todo históricas”, dijo el Presidente ucraniano en lo que parecía una velada referencia a las matanzas de polacos en Volinia y Galitzia de los años cuarenta. Pocos días después, el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki visitaba Washington, reclamando el liderazgo de la “tercera Europa” para su país: “Polonia quiere convertirse en la base de la seguridad europea. Nuestros vecinos de Occidente fueron los primeros en cometer el gran error de una estrecha cooperación energética con Rusia, y ahora su posición hacia Ucrania no es la misma de Estados Unidos o de Polonia”, dijo en abierta referencia a las últimas declaraciones de Emmanuel Macron contra el “vasallaje” europeo realizadas a su regreso de la visita oficial a China. “Los aliados de Europa occidental y Estados Unidos no pueden o no quieren armar y entrenar suficientemente a las tropas ucranianas para lograr una victoria espectacular”, decía Tomasz Grzegorz Grosse en el mencionado artículo. “Somos la piedra angular perfecta de las relaciones europeo-estadounidenses”, proclamó Morawiecki en Washington, criticando a “aquellos líderes europeos que quieren un alto el fuego rápido en Ucrania, prácticamente a cualquier precio”.

Polonia se está convirtiendo en un nudo de concentración de tropas junto a Bielorrusia y Ucrania”, dice en Moscú Konstantín Zatulin, vicepresidente del comité para las relaciones con el entorno ex soviético de la Duma de Rusia. Según fuentes de la inteligencia de Estados Unidos citadas por el periodista Seymour Hersh en su último artículo, en Polonia y Rumanía hay dos brigadas aerotransportadas, la 81 y la 101, es decir veinte mil soldados de Estados Unidos, perfectamente preparadas para una intervención militar en Ucrania, sin que se sepa cuál es el plan y el objetivo de la Casa Blanca en esta guerra. (6) La respuesta rusa a esa tendencia ha sido el anuncio de desplegar armas nucleares tácticas en Bielorrusia, bajo estricto control ruso, el mismo estatuto que rige la presencia de esas mismas armas americanas en Turquía, Bélgica, Holanda, Italia y Alemania para torear los artículos 1 y 2 del acuerdo de no proliferación nuclear.

En el concurso de dementes que nos empuja hacia una gran guerra y a la definitiva irrelevancia mundial de la Unión Europea, Polonia ya está jugando un papel de vanguardia.

Notas

(1)Hermaszewski wspomina historie swojej rodziny podczas rzezi wolynskiej / Hermaszewski recuerda la historia de su familia durante la masacre de Volinia, en :ONET Wiadomosci,11 de julio de 2013.

(2) Citado por Nicolai N. Petro, 2023; The Tragedy of Ukraine.

(3) Davies en Hearth of Europe: A short History of Poland, 1984.

(4) It’s Time to Bring Back the Polish-Lithuanian Union (foreignpolicy.com)

(5) Tomasz Grzegorz Grosse: Odbudujmy Rzeczpospolitą. Tym razem z Ukrainą – rp.pl

(6) Seymour Hersh, Trading with the enemy.

Por Sergio Rodríguez Gelfenstein

Durante la primera semana de la operación militar especial (OME) de Rusia en Ucrania, en febrero del año pasado, las tropas rusas llegaron a las cercanías de Kiev y Járkov, las dos principales ciudades de Ucrania. Durante un mes permanecieron ahí. El mundo esperaba impaciente el momento en que el Kremlin ordenara la ofensiva para tomar la capital. Sin embargo, el 1° de abril las fuerzas militares rusas se retiraron sin sufrir bajas. De inmediato, la prensa occidental comenzó a vociferar con abrumador estruendo que Rusia había sufrido una gran derrota y que se había visto obligada a retirarse en medio de grandes pérdidas humanas y materiales. No pudieron mostrar ninguna prueba de tales pérdidas. Había comenzado el show de la mentira y las fake news en el conflicto de Ucrania.

Un poco más de un año después del inicio de la OME, vale la pena preguntarse: ¿Era un objetivo de Rusia tomar Kiev y producir una fulminante derrota de Ucrania? A la luz de los acontecimientos no parece haber sido ese el objetivo. Las misiones enunciadas por el propio presidente Putin fueron expresadas con claridad desde el principio: impedir el genocidio que se preparaba para las repúblicas de Donetsk y Lugansk,  desmilitarizar y desnazificar Ucrania. En este razonamiento no se puede entonces, evaluar el desarrollo de las acciones a partir de objetivos que han emergido de think tanks occidentales o de los medios trasnacionales de desinformación, no de quienes decidieron y planificaron la operación.

Para todos aquellos que hablan de plazos no cumplidos, de lentitud en el desarrollo de las acciones combativas, de colapsos inminentes de la economía rusa, de certeza en los cercanos y perentorios vencimientos de los arsenales de misiles y municiones rusas, hay que decirles que eso no es más que desesperada propaganda occidental encaminada a engañar a ingenuos, ignorantes, e incautos.

El único plazo que se ha escuchado en el último año no vino de dirigente ruso alguno, sino del presidente de China, Xi Jinping cuando al despedirse de su homólogo ruso tras su reunión en el Kremlin le dijo: “Se están produciendo cambios que no hemos visto en cien años ysomos nosotros quienes los estamos liderando juntos”. No había inmediatez, cortoplacismo, ni visión coyuntural del conflicto, sino una profunda reflexión de largo plazo, estratégica y de análisis del carácter estructural de las transformaciones que están ocurriendo. He ahí la verdadera dimensión de lo que se está viviendo.

Una serie de hechos dan cuenta de que no es Rusia quien está perdiendo la guerra, El 16 de febrero pasado se informó que los arsenales de los países europeos estaban vacíos a causa del conflicto en Ucrania, En este contexto, los ministros de Defensa occidentales se preguntaban con qué recursos y por cuánto tiempo podrían seguir apoyando a Kiev. Mateusz Morawiecki, primer ministro de Polonia, el aliado más cercano de Ucrania declaró en enero que Occidente ya está «cansado» del conflicto en Ucrania.

A su vez, el secretario de Defensa británico, Ben Wallace, declaró  que las Fuerzas Armadas ucranianas deberían utilizar las municiones con más moderación, como lo hacen en la OTAN. Wallace precisó que uno de los objetivos del programa de entrenamiento de los militares ucranianos es que «combatan al estilo occidental«. Cualquiera que sabe un poquito de estos asuntos sabe que una transformación operacional, logística y de la preparación combativa, no se puede hacer en el corto plazo, mucho menos en el marco del desarrollo de una guerra.

Por su parte, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg explicó que la capacidad de producción de armas de los aliados de Ucrania es inferior al ritmo con el que Kiev las consume. Afirmó que: «El ritmo actual de gasto en municiones de Ucrania es muchas veces superior a nuestro ritmo actual de producción«, lo que —acentuó— “pone a nuestras industrias de defensa bajo presión”.

Ucrania ha tenido 257 mil muertos entre soldados, instructores y oficiales de la OTAN además de mercenarios de varios países según datos aportados por el propio ministro de defensa de Ucrania Oleksii Reznikov, recogidos en un informe que le hiciera al secretario de defensa de Estados Unidos Lloyd Austin durante su visita a Washington y que fuera citado por el Mossad israelí en un informe filtrado a la prensa. Estos datos dan cuenta de las grandes dificultades de reposición de pérdidas de Ucrania, cuando 25% de su población, la mayoría jóvenes ha salido del país o se encuentra ya, bajo soberanía rusa. Solo en Artemovsk/Bajmut, Ucrania ha tenido entre 9 y 11 mil soldados muertos por mes, la mayoría novatos combatientes sin entrenamiento que han caído en lo que se ha denominado “la máquina de moler carne de Bajmut”

Un país que además ha perdido más de 120 mil km² de territorio recuperado por Rusia (casi el 20% de la superficie total de Ucrania) y 234 mil heridos y cuya capacidad de combate ha sido afectada por la destrucción de 407 aviones, 228 helicópteros, 3.764 drones, 8.699 tanques y vehículos blindados 4.606 sistemas de artillería, 415 sistemas antiaéreos ucranianos, 9.552 vehículos militares especiales y 1.086 sistemas de lanzacohetes múltiples, no parece creíble que esté ganando la guerra.

El discurso de moda ahora es el de la próxima contraofensiva ucraniana en la que nadie cree, habida cuenta de los documentos de inteligencia filtrados recientemente en Estados Unidos. En esta situación, uno podría preguntarse: Si la OTAN y Ucrania están preparando una ofensiva, ¿por qué se empeñan en perder soldados en una ciudad como Bajmut, ocupada ya por Rusia en un 80% y que dados los últimos acontecimientos caerá tarde o temprano?

Por su parte, Rusia sigue entrenando a sus decenas de miles de movilizados, la gran mayoría de los cuales llevan meses de preparación y una parte ya está en la zona de la OME cubriendo posiciones y realizando tareas de apoyo. Rusia está preparando una ofensiva pero nadie sabe cuándo se realizará. ¿Quién ha visto que la dirección principal de una operación, las fuerzas y medios a emplear y la situación de los aseguramientos combativos y de retaguardia se ventilen en los medios de comunicación y que cualquiera opine sobre ellos? Solo gente que en su vida ha visto un fusil y menos ha estado jamás en combate. Son “generales de internet y play station”.

Entendámoslo mejor en palabras del General de Brigada Erich Vad, quien fungió como asesor de la ex canciller federal de Alemania Ángela Merkel desde 2006 hasta 2013:“Entonces surge la pregunta ¿qué debería suceder con las entregas de los tanques? Para apoderarse de Crimea o el Donbass, los tanques Leopards no son suficientes. En el este de Ucrania, en la zona de Bajmut, los rusos avanzan sistemáticamente. Con toda seguridad habrán conquistado por completo el Donbass en poco tiempo. Solo hay que considerar la superioridad numérica de los rusos sobre Ucrania. Rusia puede movilizar hasta dos millones de reservistas. Occidente puede enviar 100 Marder y 100 Leopards allí, esto no cambiará en nada en la situación militar general. Y la pregunta más importante es cómo poner fin a un conflicto de este tipo, con la potencia nuclear más poderosa del mundo, sin entrar en una tercera guerra mundial…”

Todo responde a una decisión que solo tiene objetivos mediáticos por parte de Ucrania y de la OTAN, los generales estadounidenses y sus aliados saben que desde el punto de vista militar es un total absurdo mantener una ciudad (Artemovsk/Bajmut) a punto de caer y en la cual tienen una posición estratégica en total desventaja (casi rodeados, con una cadena de suministros casi inexistente, con bajas cuantiosas), mientras el alto mando ruso si ve que sus soldados serían expuestos a riesgos innecesarios y con desventaja absoluta, se retirarían a otra posición para seguir luchando en mejores condiciones como ocurrió en Jerson donde se produjo durante un mes, una retirada al otro lado del río Dniéper de 105 mil civiles, 35 mil soldados y alrededor de 40 mil equipos militares… sin una sola baja, en lo que se puede caracterizar como una brillante operación militar liderada y conducida por el general Serguéi Surovikin.

Hoy, las fuerzas ucranianas están muy diezmadas y debilitadas, si esas unidades caen en la defensa del Donbass, no habrá fortificaciones o ciudades importantes entre ese territorio y Kiev. El campo estará abierto para una ofensiva rusa…o para una negociación, tal vez, tardía para Ucrania.  Por eso la importancia de la batalla de Artemovsk/Bajmut. Después de logrado ese objetivo, a las fuerzas armadas rusas solo les faltará conquistar Slaviansk y Kramatorsk y se habrá terminado todo, cumpliéndose así, el primer objetivo de la OME.

Esta es la explicación de la seguidilla de visitas diplomáticas que los presidentes de España, Francia, la presidenta de la Comisión Europea y el alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad de Europa han hecho o están por hacer a Beijing. ¿Por qué ahora? La razón de esos viajes a China podría tener su explicación en el desgaste económico no controlado de los recursos militares en Ucrania y la incapacidad de Europa y Estados Unidos para suplirlos, lo que ha ido creando una situación cada vez más crítica en los países europeos. Ya el FMI informó que Alemania y el Reino Unido tendrán crecimiento negativo de su PIB en 2023. Por eso, buscan que los aliados de Moscú, en particular China, logren en la mesa de negociaciones lo que la OTAN no ha logrado en el terreno bélico.

Hay que recordar que el 15 de marzo de 2022 la vocera de la Casa Blanca Jen Psaki afirmó jubilosa que: «Hemos aplastado completamente la economía [de Rusia]. Por su parte, el 26 de agosto del año pasado en la sesión final de las conferencias de los cursos de verano de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo en Madrid,  el alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell afirmó que: “La guerra está en un momento decisivo y quien toma la iniciativa en este momento ya no es Rusia, Rusia ya ha perdido la guerra”. Tendrán que tragarse sus palabras porque además, ahora ya no saben qué hacer.

Twitter:@sergioro0701

Autorizado por su autor la publcacion del presente documento

CONFERENCIA DEL DR. RODRIGUEZ GELFENSTEIN EN LA APERTURA DE LA DIPLOMATURA DE GEOPOLITICA EN LA UNIVERSIUDAD MILITAR VENEZOLANA

POR MK BHADRAKUMAR

El presidente ruso, Vladimir Putin, viajó el lunes a los “nuevos territorios” del país de las regiones de Lugansk y Kherson/Zaporozhye para evaluar la situación militar. 

Ha comenzado la cuenta atrás para el “contraataque” ucraniano. La llegada del sistema de misiles Patriot a Ucrania atestigua la magnitud de la movilización para imponer grandes pérdidas a Rusia. El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, realizó hoy una visita sorpresa a Kiev, la primera desde que comenzó la guerra. 

Los documentos filtrados del Pentágono se muestran escépticos sobre el éxito de la contraofensiva ucraniana, pero Moscú hace sus propias valoraciones. En primer lugar, los neoconservadores no van a desconectar el régimen de Zelensky, ya que eso significa abrir la caja de Pandora cuando el presidente Biden está a punto de anunciar su candidatura para un segundo mandato como presidente y no puede aceptar que Ucrania esté perdiendo la guerra. 

En realidad, Ucrania sufre una hemorragia. Está en la naturaleza de las guerras de desgaste que, en algún momento, el lado más débil se rompe y, por lo tanto, el final llega muy rápido. Así fue como en Siria, donde una vez que se ganó la Batalla de Alepo de 5 años en diciembre de 2016, las fuerzas gubernamentales barrieron el país en una serie de victorias militares que pusieron fin al conflicto. 

La guerra de desgaste en Ucrania puede parecer «estancada», pero el factor decisivo será qué lado está infligiendo el mayor número de bajas. No hay duda de que a pesar de la asistencia militar, de inteligencia, financiera y económica masiva de Occidente, las fuerzas rusas han aplastado al lado ucraniano a lo largo de la línea de contacto.

El embajador ruso en el Reino Unido dijo recientemente que la proporción de pérdidas en la guerra de desgaste es de aproximadamente siete soldados ucranianos por cada soldado ruso.  Para poner las cosas en perspectiva, los informes de los medios occidentales estiman que alrededor de 35.000 soldados ucranianos participarán en la próxima contraofensiva a lo largo de la línea del frente de 950 km, ¡mientras que Putin tiene constancia de que las fuerzas de reserva rusas en la línea del frente llegan a 160.000 soldados!     

El sistema de defensa aérea ucraniano se encuentra en un estado crítico. Los rusos tienen un predominio de la artillería y los rusos han fortificado fuertemente la línea del frente en los últimos 5-6 meses en múltiples capas de defensa como minas, movimientos de tierra y bolardos para impedir el avance de los tanques, etc. 

Línea de fortificación de Rusia

Esta es una táctica desesperada para Ucrania, que ha perdido una gran parte de sus soldados más experimentados (estimado en 120,000 bajas), para enfrentarse a los rusos que tienen superioridad aérea y superior en misiles, superioridad en defensa aérea y superioridad en artillería, y superioridad en mano de obra entrenada. , sobre todo.   

Las áreas que Putin eligió visitar, Kherson/Zaporozhya y Lugansk, son donde más se espera la contraofensiva ucraniana. Putin escuchó de los comandantes la situación militar y, por supuesto, con toda seguridad, eso será un aporte para sus decisiones sobre las contraestrategias rusas, tanto defensivas como ofensivas. 

A pesar de las filtraciones del Pentágono y el consiguiente desorden y confusión en Washington y las capitales europeas (y Kiev), el contraataque ucraniano seguirá adelante para recuperar al menos parte del territorio perdido. Este es un tiro desesperado de los dados. 

Sin embargo, el pensamiento delirante todavía prevalece en Washington. Esto se desprende de un artículo reciente en Foreign Affairs escrito en coautoría por dos veteranos del establecimiento de EE. UU., el ex funcionario del Departamento de Estado Richard Haass y Charles Kupchan, miembro principal del Consejo de Relaciones Exteriores, titulado Occidente necesita una nueva estrategia en Ucrania . : Un plan para pasar del campo de batalla a la mesa de negociaciones . 

El artículo se apega en gran medida a los mitos generados por los neoconservadores —que las operaciones militares especiales de Rusia fracasaron y que la guerra «resultó mucho mejor para Ucrania de lo que la mayoría predijo»— pero tiene destellos ocasionales de realismo. Se basa en el estribillo actualmente en boga en Washington de que “el resultado más probable del conflicto no es una victoria ucraniana completa sino un sangriento punto muerto”. 

Haas y Kupchan escribieron que “para cuando termine la ofensiva anticipada de Ucrania, Kiev también puede animarse a la idea de un acuerdo negociado, habiendo dado lo mejor de sí en el campo de batalla y enfrentando restricciones crecientes tanto en su propia mano de obra como en la ayuda del exterior. ” 

Los autores toman nota de paso que el liderazgo de Rusia también tiene opciones y cálculos, ya que las sanciones occidentales no han logrado paralizar la economía rusa, el apoyo popular a la guerra sigue siendo alto (más del 70%) y Moscú siente que el tiempo está de su lado como el poder permanente. de Ucrania y sus partidarios occidentales y su determinación se desvanecerá y Rusia debería ser capaz de expandir sustancialmente sus conquistas territoriales.

Fundamentalmente, Haas y Kupchan provienen de otro planeta.  No pueden comprender que Rusia nunca aceptará un escenario en el que el conflicto termine con un alto el fuego, pero la OTAN continuará reforzando las capacidades militares de Ucrania e integrará constantemente a Kiev en la alianza . 

¿Por qué Rusia querría jugar otro juego de sillas musicales mientras Occidente formaliza la membresía de Ucrania en la OTAN, es decir, acepta una repetición del grotesco interregno entre los Acuerdos de Minsk de 2015 y las operaciones militares especiales de Rusia? 

La visita de Putin a los nuevos territorios en esta coyuntura crucial con la guerra de desgaste en un punto de inflexión transmite una poderosa señal de que Rusia también tiene un plan ofensivo y no le corresponde a Biden hacer sonar el silbato y cancelar la guerra de poder, por pura fuerza. fatiga o distracciones apremiantes en Asia-Pacífico o debido a grietas en la unidad occidental o cualquier otra cosa. 

Del mismo modo, es improbable que Rusia pueda reconciliarse alguna vez con el régimen de Zelensky, al que Moscú ve como un títere de la administración Biden. Pero, ¿cómo es posible que Biden se deshaga o pierda de vista a Zelensky mientras los esqueletos se agitan en el armario familiar? 

Lo que es más importante, la opinión pública rusa espera que Putin cumpla la promesa que hizo al ordenar las operaciones militares especiales. Cualquier cosa menos que eso significará que decenas de miles de vidas rusas perecieron en vano. 

No está en la esencia de la personalidad política de Putin ignorar la oleada de opinión rusa, o pasar por alto la psique nacional herida mientras se reproducen imágenes del desalojo forzoso de cientos de monjes de   Pechersk Lavra, el complejo del monasterio de cuevas ortodoxas del siglo XI en el corazón de Kiev, tildados de quintacolumnistas rusos. Fue un movimiento político calculado por parte de Zelensky con el estímulo occidental tácito. ( aquí y aquí )

Lo que los neoconservadores en los EE. UU. aún tienen que comprender es que no lograron subyugar a Rusia a pesar de todas las humillaciones vertidas sobre su honor nacional, su orgullosa historia y su envidiablemente rica cultura. ¿Por qué Rusia se normalizaría con estados que se apropiaron de su riqueza soberana e impusieron sanciones tan draconianas para sangrar y debilitar su economía?

La secretaria del Tesoro de EE. UU., Janet Yellen, admitió en CNN que las sanciones pueden, en última instancia, poner en riesgo la hegemonía del dólar estadounidense.  Pero sus comentarios no van lo suficientemente lejos. 

Mientras tanto, la asociación estratégica entre Rusia y China se ha fortalecido, y la señal de esta semana es la voluntad de Moscú de coordinarse con Beijing para contrarrestar los desafíos militares en el Lejano Oriente.  (Vea mi blog China, Rusia circula vagones en Asia-Pacífico ) 

Rusia está lejos de estar aislada y disfruta de una profundidad estratégica en la comunidad internacional. Considerando que, durante el último período de un año, el declive sistémico de Occidente y la menguante influencia global de los EE. UU. se ha convertido en un proceso histórico inexorable. 

FUENTE https://www.indianpunchline.com/ukraine-stalemate-in-an-attritional-war/

POR MK BHADRAKUMAR

La visita oficial del Consejero de Estado y Ministro de Defensa de China, el general Li Shangfu, a Rusia del 16 al 19 de abril, prima facie,  subrayó la necesidad emergente de los dos países de profundizar su confianza militar y una estrecha coordinación en el contexto del empeoramiento de las tensiones geopolíticas y el imperativo de mantener la relación. equilibrio estratégico mundial.  

La visita lleva adelante las decisiones fundamentales tomadas en las intensas conversaciones individuales entre el presidente ruso, Vladimir Putin, y el presidente chino, Xi Jinping, en Moscú los días 20 y 21 de marzo. En una ruptura con el protocolo, la visita de cuatro días del general Li estuvo cargada de una «reunión de trabajo» con Putin, para citar al portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov.  ( aquí y aquí )

Li no es un extraño en Moscú, ya que anteriormente estuvo a cargo del Departamento de Desarrollo de Equipos de la Comisión Militar Central, quien fue sancionado por EE. UU. en 2018 por comprar armas rusas, incluidos aviones de combate Su-35 y sistemas de misiles tierra-aire S-400. .

Song Zhongping, destacado experto militar chino y comentarista de televisión,  pronosticó que el viaje de Li señalaría el alto nivel de los lazos militares bilaterales con Rusia y conduciría a “intercambios más mutuamente beneficiosos en muchos campos, incluidas las tecnologías de defensa y los ejercicios militares”. 

El miércoles pasado, el Departamento de Comercio de EE. UU. anunció la imposición de controles de exportación a una docena de empresas chinas por “apoyar a las industrias militar y de defensa de Rusia”. El Global Times respondió desafiantemente que “así como China es una gran potencia independiente, también lo es Rusia. Es nuestro derecho decidir con quién llevaremos a cabo una cooperación económica y comercial normal. No podemos aceptar las acusaciones de Estados Unidos o incluso la coerción económica”. 

Putin dijo en la reunión con Li  el domingo de Pascua que la cooperación militar juega un papel importante en las relaciones entre Rusia y China. Los analistas chinos dijeron que la visita de Li también es una señal enviada conjuntamente por China y Rusia de que su cooperación militar no se verá afectada por la presión estadounidense. 

Putin había revelado en octubre de 2019 que Rusia estaba ayudando a China a crear un sistema de alerta temprana de misiles que mejoraría drásticamente la capacidad defensiva de China. Los observadores chinos señalaron que Rusia tenía más experiencia en el desarrollo y operación de un sistema de este tipo, que es capaz de identificar y enviar advertencias inmediatamente después del lanzamiento de misiles balísticos intercontinentales. 

Tal cooperación demuestra un alto nivel de confianza y requiere una posible integración de los sistemas ruso y chino. La integración del sistema será mutuamente beneficiosa; las estaciones ubicadas en el norte y el oeste de Rusia podrían proporcionar a China datos de advertencia y, a su vez, China podría proporcionar a Rusia los datos recopilados en sus estaciones del este y del sur. Es decir, los dos países podrían crear su propia red global de defensa antimisiles.

Estos sistemas se encuentran entre las áreas más sofisticadas y sensibles de la tecnología de defensa. Estados Unidos y Rusia son los únicos países que han podido desarrollar, construir y mantener tales sistemas. Ciertamente, la estrecha coordinación y cooperación entre Rusia y China, dos potencias con armas nucleares, contribuirá profundamente a la paz mundial en las circunstancias actuales al contener y disuadir la hegemonía estadounidense. 

No puede ser una coincidencia que Moscú ordenara un control repentino de las fuerzas de su Flota del Pacífico del 14 al 18 de abril, que coincidió con la visita de Li. La inspección tuvo lugar en el contexto del agravamiento de la situación en Taiwán.

De hecho, a principios de abril, se supo que el portaaviones estadounidense USS Nimitz se acercó a Taiwán; el 11 de abril, EE. UU. inició un ejercicio militar de 17 días en Filipinas en el que participaron más de 12 000 soldados; el 17 de abril aparecieron noticias sobre el envío de 200 asesores militares estadounidenses a Taiwán. 

Los ejercicios estratégicos Global Thunder 23 de EE. UU. en la Base Aérea Minot en Dakota del Norte (que es el Comando de Ataques Globales de la Fuerza Aérea de EE. UU.) comenzaron la semana pasada, donde se realizó un entrenamiento para cargar misiles de crucero con ojivas nucleares en bombarderos. ¡Las imágenes mostraban a los bombarderos estratégicos B-52H Stratofortress siendo equipados por el personal técnico de vuelo de la base con misiles de crucero AGM-86B capaces de transportar ojivas nucleares en los pilones debajo de las alas!

Una vez más, los ejercicios de las fuerzas de la flota y la aviación de EE. UU. se han notado cada vez más en las inmediaciones de las fronteras rusas o en regiones donde Rusia tiene intereses geopolíticos.  El 5 de abril, el B-52 Stratofortress voló en círculos sobre la península de Corea supuestamente “en respuesta a las amenazas nucleares y de misiles de Corea del Norte”. Al mismo tiempo, Corea del Sur, EE. UU. y Japón realizaron ejercicios navales trilaterales en las aguas del Mar de Japón con la participación del portaaviones USS Nimitz. 

El secretario del Consejo de Seguridad de Rusia, Nikolai Patrushev, recientemente llamó la atención sobre la creciente capacidad de Japón para llevar a cabo operaciones ofensivas, lo que, dijo, constituía “una grave violación de uno de los resultados más importantes de la Segunda Guerra Mundial”. Japón planea comprar alrededor de 500 misiles de crucero Tomahawk de los EE. UU., que pueden amenazar directamente la mayor parte del territorio del Lejano Oriente ruso. Mitsubishi Heavy Industries está trabajando en el desarrollo de misiles antibuque terrestres Tipo 12 «para proteger las islas remotas de Japón».

Japón también está desarrollando armas hipersónicas diseñadas para llevar a cabo operaciones de combate “en islas remotas”, que los rusos ven como opciones para la posible toma de las Kuriles del Sur por parte de Japón. En 2023, Japón tendrá un presupuesto militar superior a los 51.000 millones de dólares (al mismo nivel que el de Rusia), que está previsto que aumente hasta los 73.000 millones de dólares. 

De hecho, durante la última inspección sorpresa, los barcos y submarinos de la Flota del Pacífico de Rusia hicieron la transición de sus bases a los mares de Japón, Ojotsk y Bering. El ministro de Defensa, Sergei Shoigu, dijo: “en la práctica, es necesario encontrar formas de evitar el despliegue de fuerzas enemigas en el área operativamente importante del Océano Pacífico: la parte sur del Mar de Ojotsk y para repeler su aterrizaje en el Sur. Islas Kuriles e Isla Sakhalin”.

‘En voz alta en silencio…

Al examinar las alineaciones regionales, Yuri Lyamin, experto militar ruso y miembro principal del Centro de Análisis de Estrategias y Tecnologías, un grupo de expertos líder del complejo militar-industrial, dijo al periódico Izvestia :

“Considerando que no hemos resuelto la cuestión territorial, Japón reclama nuestras Kuriles del Sur. En este sentido, los controles son muy necesarios. Es necesario aumentar la preparación de nuestras fuerzas en el Lejano Oriente…

“En el contexto de la situación actual, necesitamos fortalecer aún más la cooperación de defensa con China. De hecho, se está formando un eje contra Rusia, Corea del Norte y China: EE. UU., Japón, Corea del Sur, Taiwán y luego va a Australia. Gran Bretaña también está tratando activamente de participar… Todo esto debe tenerse en cuenta y debe establecerse una cooperación con China y Corea del Norte, que son, se podría decir, nuestros aliados naturales”.

En comentarios muy significativos en una reunión del Kremlin con Shoigu el 17 de abril, mientras Li estaba en Moscú, Putin señaló que las prioridades actuales de las fuerzas armadas de Rusia se “centran principalmente en la vía ucraniana… (pero) el teatro de operaciones del Pacífico sigue siendo relevante”. y debe tenerse en cuenta que “las fuerzas de la flota (del Pacífico) en sus componentes individuales ciertamente pueden ser utilizadas en conflictos en cualquier dirección”. 

Al día siguiente, Shoigu le dijo al general Li: “En el espíritu de amistad inquebrantable entre las naciones, los pueblos y las fuerzas armadas de China y Rusia, espero cooperar con usted de la manera más estrecha y exitosa posible…” . dicho :

“Sergei Shoigu enfatizó que Rusia y China podrían estabilizar la situación global y disminuir el potencial de conflicto al coordinar sus acciones en el escenario global. «Es importante que nuestros países compartan la misma visión sobre la transformación en curso del panorama geopolítico mundial… La reunión que tenemos hoy, en mi opinión, ayudará a consolidar aún más la asociación estratégica Rusia-China en la esfera de la defensa y permitirá un diálogo abierto». discusión de temas de seguridad regional y global”. 

Beijing y Moscú visualizan que EE. UU., al no haber podido “borrar” a Rusia, está dirigiendo su atención al teatro de Asia-Pacífico. Baste decir que la visita de Li muestra que la realidad de la cooperación de defensa entre Rusia y China es complicada. La cooperación técnico-militar entre Rusia y China siempre ha sido bastante reservada, y el nivel de secreto ha aumentado a medida que ambos países se involucran en una confrontación más directa con los EE. UU.

El significado político de la declaración de Putin de 2019 sobre el desarrollo conjunto de un sistema de alerta temprana de misiles balísticos se extendió mucho más allá de su importancia técnica y militar. Demostró al mundo que Rusia y China estaban al borde de una alianza militar formal, que podría desencadenarse si la presión de EE. UU. fuera demasiado lejos.

En octubre de 2020, Putin sugirió la posibilidad de una alianza militar con China. La reacción del Ministerio de Asuntos Exteriores chino fue positiva, aunque Pekín se abstuvo de utilizar la palabra “alianza”.

Se puede formar rápidamente una alianza militar efectiva y que funcione si surge la necesidad, pero sus respectivas estrategias de política exterior hacen que tal movimiento sea poco probable. Sin embargo, el peligro real e inminente de un conflicto militar con los EE. UU. puede desencadenar un cambio de paradigma.

FUENTE https://www.indianpunchline.com/china-russia-circle-wagons-in-asia-pacific/

EEUU lanza una amenaza de muerte a Latinoamérica Por Víctor Ternovsky

El Occidente colectivo, con EEUU a la cabeza, ha perdido todo su atractivo de cara a las naciones fuera del supuestamente privilegiado club conformado por Washington y sus vasallos. Un club que se está convirtiendo en un verdadero paria internacional, en contraste con la creciente alianza entre las potencias emergentes.

Se ha llegado a una situación en la que el despectivo calificativo de «patio trasero» convendría más bien para definir a EEUU y no a Latinoamérica, una región que avanza a pasos agigantados hacia convertirse en uno de los centros de un nuevo mundo multipolar.

Incapaz de atraer a Latinoamérica mediante el poder suave, Washington exhibe su último argumento que es el poderío militar.

En voz clara y a la vez histérica, EEUU amenazó con «consecuencias de proporciones bíblicas» a los países de la región que se atrevan a buscar una alternativa a la sumisión a la potencia del Norte. Lo dijo literalmente la congresista estadounidense María Elvira Salazar dirigiéndose a una Argentina que baraja instalar una planta para fábricas y exportar cazas chinos. Sería “un pacto con el diablo que puede tener consecuencias de proporciones bíblicas”, reiteró la política.

Al mismo tiempo, Washington ni siquiera pretende ocultar que el único papel que se le permite tener a Latinoamérica es el de un depósito de recursos naturales para las necesidades de EEUU. La General Laura Richardson, Jefa del Comando Sur de EEUU, manifestó abiertamente las pretensiones de su país sobre las inmensas reservas de litio, de petróleo y de agua dulce que alberga América Latina.

En otras palabras, Washington ha pasado a amenazar de muerte a sus vecinos en el continente, dijo en una entrevista con mi canal el intelectual argentino Carlos Pereyra Mele, director del think-tank Dossier Geopolitico.

Carlos Pereyra Mele, director de Dossier Geopolítico, aborda en la columna del Club de La Pluma, la oportunista estrategia mediática de los últimos días, en esconder  las noticias sobre Ucrania, como si esa guerra no existiese y en una parodia de aquel famoso film titulado: “SIN NOVEDAD EN EL FRENTE”. Y todo para no desvelar una realidad desastrosa para Occidente, luego de meses de mentiras, expectativas de victorias ficticias y de una ruso fobia cercana a la paranoia. En contrapartida, esa misma prensa ha creado una conmoción global por la supuesta filtración de un niño de 21 años, de millares de documentos del Pentágono, publicados por el New York Times, NO negados por Washington y puestos en duda por Moscú.

Y lo primero que señala nuestro director de esa filtración, son los detalles de la corrupción del héroe de Occidente,  Zelenski corroborada por el jefe de la CIA, sobre la desaparición de 400 millones de dólares del dinero enviado desde EEUU para gastos administrativos. Por lo que el cómico de Kiev ya estaría marcado y sentenciado por Washington y con un destino similar al del otro personaje de risa y también héroe occidental, Juan Guaidó.

También destaca que las filtraciones se dan en el marco de un enfrentamiento interno en el propio Pentágono, donde un grupo quiere asumir los daños y acabar con la guerra de Ucrania, para dedicarse luego a frenar a China. Mientras que el otro sector, que responde al gran negociado de la guerra, insiste en acentuarla, aunque genere tensiones nucleares cercanas a un holocausto mundial. Y agrega que los generales norteamericanos reconocen que Ucrania está imposibilitada de hacer algún tipo de contraofensiva importante que pueda cambiar el curso de la contienda.

Sobre el viaje de Lula a China, Pereyra Mele deja su análisis en manos de los expertos compañeros brasileños del Club de La Pluma, y se vuelca analizar los informes de la norteamericana Statista, con datos del FMI y del Banco Mundial, sobre Las 10 primeras potencias económicas del mundo en 1992, y los compara con los previstos para 2024, -apenas 30 años después- con un resultado espectacular a favor de China, Asia y el sur global, y hundiendo las posiciones occidentales, especialmente las europeas, lo que demuestra la envergadura del cambio mundial que estamos viviendo.

También hace referencia al presidente Macrón, con millones de franceses furiosos en la calles, quién ha bloqueado la financiación de mil millones de euros de la UE para fabricar municiones para Ucrania, lo que interpreta cómo un lento desprendimiento de los súbditos europeos de Estados Unidos, en esta Guerra Híbrida Proxy, impuesta en suelo europeo, con muertos europeos y con la ruina económica de los europeos.

Todo para demonizar a la Federación Rusa y atacar luego a China.

Eduardo Bonugli (Madrid, 15/04/23)

Invitados por el galardonado periodista mexicano Roberto de la Madrid para su programa “Detrás de la razón” platicamos el Dr. Eduardo Luque desde España y el Licenciado Carlos Pereyra Mele desde Argentina sobre la “guerra invisible” la Guerra del Yemen invadida por el Reino de Arabia Saudita desde hace una década con un trágico resultado en pérdida de vidas (un verdadero geonocidio); que estaría a punto de llegarse a un acuerdo de Paz que lleve tranquilidad y paz a esa castigada y maltratada zona de la península arábiga donde se cometieron indudablemente crímenes de lesa humanidad, por parte del invasor. Pero poder poner un alto al intento de exterminar al pueblo hutíes o huzíes (en árabe: الحوثيون‎, al-hūṯiyyūn), y encaminarse a una solución negociada del conflicto es una muy buena nueva, que además es la conclusión de los acuerdo de intercambio de embajadores y restablecimiento de relaciones internacionales entre el Reino Saudita y la República Islámica de Irán. Por ello estas novedades nos llevan a afirmar que estamos en la “cresta de la ola” surfeando la misma de los cambios tectónicos que vivimos en estos tiempos.

Pepe Escobar 15 de abril Fondo de la Cultura Estrategica

Esta es la historia de dos peregrinos que siguen el camino que realmente importa en el joven siglo XXI ; uno procedente de la OTAN y otro de los BRICS.

Comencemos con Le Petit Roi, Emmanuel Macron. Imagínalo con una sonrisa de plástico en la cara paseando junto a Xi Jinping en Guangzhou. Siguiendo el sonido largo y suave del clásico «High Mountain and Flowing Water», ingresan al Baiyun Hall  para escucharlo interpretado por el Guqin de 1000 años de antigüedad (un hermoso instrumento). Saben la fragancia del té de 1000 años de antigüedad y reflexionan sobre el auge y la caída de las grandes potencias en el nuevo milenio.

¿Y qué le dice Xi a Le Petit Roi? Él explica que cuando escuchas esta música eterna tocada por este instrumento eterno, esperas estar en compañía de un amigo íntimo; estás en sintonía tanto como la alta montaña y el agua que fluye. Ese es el significado más profundo del antiguo cuento de los músicos Yu Boya y Zhong Ziqi, hace 25 siglos en el Reino de Chu: amistad íntima. Solo los amigos íntimos pueden entender la música.

Y con eso, como explicaron los eruditos chinos, Xi trajo a colación el concepto de Zhiyin. Después de la muerte de Zhong Ziqi, Yu Boya rompió su Guqin: pensó que nadie más podía entender su música. Su historia imprimió el término “Zhiyin”: alguien que entiende de música, con el significado adicional de amigos cercanos que pueden entenderse completamente entre sí.

Todas las apuestas están cerradas sobre sí un títere narcisista como Macron alguna vez será lo suficientemente culto como para comprender el mensaje sutil y sofisticado de Xi: aquellos que lo entienden son verdaderas almas gemelas. Además, sus amos no enviaron a Macron a Beijing y Guangzhou para unir almas, sino para tratar de inclinar a Xi hacia la OTAN en Rusia/Ucrania.

Su lenguaje corporal es un claro indicativo, completo con cruzar los brazos demostrando aburrimiento. Es posible que al principio haya sido impermeable a la noción de que la verdadera amistad requiere comprensión y aprecio mutuos.

Pero entonces sucedió algo extraordinario. El mensaje de Xi puede haber tocado un punto clave en las torturadas profundidades internas del narcisista Petit Roi. ¿Qué pasa si, en las relaciones internacionales, la comprensión y el aprecio mutuos son la clave para que las naciones encuentren un terreno común y trabajen juntas hacia objetivos comunes?

¡Qué noción revolucionaria; no exactamente el “orden internacional basado en reglas” impuesto por el Hegemón.

¿Eres un verdadero soberano?

Al invitar a Le Petit Roi a China y pasar personalmente no menos de 6 horas con su invitado, Xi promulgó lo mejor de la diplomacia milenaria. Le recordó a su invitado la turbulenta historia entre Francia y las potencias anglosajonas; y habló de soberanía.

La subtrama sutil clave: «Europa» piensa mucho en estar subordinada al Hegemon y minimiza lo mejor posible la turbulencia económica masiva cuando llega el Día de la Confrontación con los EE. UU. Implícita es la prioridad de Beijing de romper los crecientes intentos de EE. UU. de rodear a China.

Entonces, Xi trató a Francia como un verdadero soberano potencial incluso bajo la UE; o separándose un poco del dogma de la UE.

Por supuesto, otro mensaje clave estaba implícito bajo esta invitación confuciana al crecimiento epistemológico. Para aquellos que no estén dispuestos a ser amistosos con China debido a las complejas capas geopolíticas, nunca será demasiado tarde para que Beijing muestre el lado menos “amigable” del estado chino, si se presenta la situación.

Traducción: si Occidente apuesta por Total Machiavelo, China aplicará Total Sun Tzu. Incluso si Beijing prefiera las relaciones internacionales bajo la égida de la Belleza, la Bondad y la Verdad en lugar de “estás con nosotros o contra nosotros”, la guerra del terror y la demencia de sanciones.

Entonces, ¿Petit Roi tuvo un momento de «camino a Damasco»? El veredicto está abierto. Literalmente asustó al Hegemón con su  arrebato de que Europa debe resistir la presión para convertirse en «seguidores de América». Eso está bastante en sintonía con los 51 puntos acordados por Beijing y París, con énfasis en las «preocupaciones legítimas de seguridad de todas las partes».

Los estadounidenses se asustaron aún más cuando Macron afirmó que Europa debería convertirse en una «tercera superpotencia» independiente. Le Petit Roi incluso avanzó algunos pequeños pasos a favor de la desdolarización (ciertamente bajo la supervisión de sus maestros financieros) y no a favor de Forever Wars.

Así que los estadounidenses, presas del pánico, tuvieron que enviar a la quinta columna alemana Annalena “360 Grados” Bearbock a toda prisa a Beijing para tratar de deshacer los arrebatos de Le Petit Roi y reafirmar el guión oficial de Washington Dictates Bruselas. Nadie, en ningún lugar, prestó la menor atención.

Eso se sumó a la trama secundaria más evidente de toda la historia: cómo la dominatriz de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, fue tratada por Beijing como algo peor que irrelevante. Un erudito chino la describió mordazmente como “simplemente el portavoz de una organización canina sin dientes. Incluso su ladrido suena como los gemidos de un perro con una enfermedad terminal que está a punto de ser sacrificado”.

El “perro con enfermedad terminal” tuvo que pasar por el control de pasaportes y aduanas (“¿Algo que declarar”?) Sin estatus diplomático. Sin invitación oficial. Sin soberanía. Y no, no puedes tomar el tren especial de alta velocidad junto a Macron para ir a Guangzhou. Así que aquí hay otro mensaje, este bastante gráfico: no te metas con el espíritu del Reino Medio de 3000 años de antigüedad.

Lula y “Zhiyin”

Los principales académicos chinos quedaron absolutamente fascinados con la aplicación de estratagemas diplomáticas que habían sido tan útiles hace 25 siglos, ahora recreadas en el escenario global del camino a la multipolaridad.

Algunos piden una nueva “Estrategia para los Estados Combatientes” reescrita para el siglo XXI . 

La enorme mesa redonda establecida por el protocolo chino con la «jungla» en el medio y Macron y von der Leyen posicionados como para una entrevista de trabajo fue un éxito monstruoso en Weibo y Wechat. 

Eso condujo a discusiones interminables sobre cómo China ahora finalmente puede «abrir una brecha entre los bárbaros«.

En comparación con todo este alboroto, la historia del presidente brasileño Lula viniendo a Shanghai y Beijing se lee como una ilustración gráfica de Zhiyin.

Lula fue  por la yugular desde el principio, durante la toma de posesión de la ex presidenta Dilma Rousseff  como nueva presidenta del NDB, el banco BRICS.

En un lenguaje simple y directo que cualquiera, desde el Sahara hasta Siberia, puede entender, Lula dijo : “Todas las noches me pregunto por qué todos los países deberían estar atados al dólar para el comercio. ¿Por qué no podemos comerciar en nuestras propias monedas? ¿Y por qué no tenemos el compromiso de innovar?”.

Directamente implícito está el hecho de que los BRICS+ en expansión deberían diseñar y promover su propia moneda (el largo y complejo proceso ya ha comenzado), además de permitir el comercio en monedas nacionales.

El poderoso mensaje de Lula fue dirigido a todo el Sur Global

Un ejemplo brasileño es el ICBC de China que establece una cámara de compensación en Brasil que permite el intercambio directo entre yuanes y reales.

No es de extrañar que el periódico oficial de la CIA, el Washington Post, echando espuma por la boca, emitiera de inmediato el veredicto del Estado Profundo: Lula no está obedeciendo el dictado del «orden internacional basado en reglas».

Eso significa que el Estado Profundo vendrá tras Lula y su gobierno, una y otra vez, y  hará lo posible para desestabilizarlo. Porque lo que dijo Lula es exactamente lo que Saddam Hussein y el coronel Gadaffi dijeron, y trataron de implementar, en el pasado.

Así que Lula necesitará toda la ayuda que pueda conseguir. Introduzca, una vez más, «Zhiyin».

Así recibió oficialmente Xi a Lula en Beijing. Muy pocas personas en todo el mundo, no chinas, entienden que cuando alguien de la talla de Xi te dice, justo enfrente de ti, que eres “un viejo amigo de China”, eso es todo.

Todas las puertas están abiertas. Ellos confían en ti, te abrazan, te protegen, te escuchan, te ayudan en momentos de necesidad y siempre harán todo lo posible para mantener la amistad cerca de sus corazones.

Y eso termina, por ahora, nuestra historia de «amigos íntimos» que toman el camino a Beijing. El amigo BRICS ciertamente entendió todo lo que hay que saber. En cuanto al Pequeño Rey de la OTANista europea Francia está que sueña con convertirse en un verdadero líder soberano, la hora de la verdad está llamando a su puerta.