El director del Instituto Francés de Relaciones Internacionales, sospecha que luego de la pandemia, occidental puede perder su centralidad.

[Lo que sostienen el Profesor Pascal Boniface, es las tendencias que el equipo de Dossier geopolitico viene sosteniendo desde hace 15 años sobre el: Fin de 5 Siglos de Control “Occidental” del Globo terráqueo y de las nuevas realidades de bloques Geopoliticos y de el area del Eurasia y Asia Pacifico, que suplantan a los viejos esquemas, y que además la Pandemia solo lo desnudo crudamente pero NO es responsable de estos cambios de Poder Global. Carlos Pereyra Mele Director de Dossier Geopolitico]

Tal vez el mundo occidental deje de ser el protagonista en la conformación geopolítica que podrá instalarse como consecuencia de la pandemia del virus SARS CoV 2. Esto es lo que sospecha Pascal Boniface, director del Instituto Francés de Relaciones Internacionales y Estratégicas, aunque todavía se muestra cauteloso frente a su diagnóstico. Si bien el coronavirus tuvo su origen en China, los países asiáticos mostraron más efectividad al momento de poder controlar su circulación. La influencia que conquistan al momento de pensar la política internacional se enfrenta a variadas resistencias culturales de parte de occidente para entender la instrumentalidad de sus acciones y sus métodos. “La economía de China representaba el 10% del PBI de Estados Unidos en el año 2001. Hoy representa el 65%. La URSS durante la guerra fría no superó el 40% del PBI norteamericano”, señala Boniface. Estos datos y la presencia de China como el único país que muestra una economía sólida ante los desgarramientos de la pandemia, pueden leerse en paralelo con la destreza demostrada por Rusia para crear su vacuna Sputnik V en poco tiempo y la validación científica que le asignó la revista médica británica The Lancet.

“Existe una tendencia occidental a considerar dictaduras a todos los países que no son occidentales”, discute el especialista en geopolítica y avanza: “No existe una oposición entre democracias occidentales y dictaduras no occidentales”. Por eso, el profesor de relaciones internacionales en la Universidad París VIII establece una clasificación de tres tipos de países en función de su respuesta política y sanitaria al momento de confirmarse el estado de pandemia. Los que implementaron una acción inmediata y llevaron adelante los cuidados urgentes, entre los que identifica a China, Corea del Sur, Taiwán, Singapur, Nueva Zelanda y Vietnam. Los que reaccionaron más tarde y aquí ubica especialmente a Europa y buena parte de los países de América Latina; y finalmente aquellos que negaron la situación, entre los que sobresalen sin brillo Estados Unidos y Brasil. Esta descripción le sirve a Boniface para explicar la primer derrota de Estados Unidos y el debilitamiento de Europa en una coyuntura que experimenta las secuelas sanitarias de “una guerra sin guerra” Boniface, que participa de este intercambio con Ñ por correo electrónico desde París, publicó en Francia el libro Geopolítica del Covid 19 ( Ediciones Eyrolles). El texto todavía no tiene su traducción al español y podría anticiparse que se trata de un ejercicio de inmediatez donde el autor se permite compartir su propio desconcierto: “Nadie pudo prever la pandemia ¿De verdad nadie? ¿O no hemos estado lo suficientemente atentos a ciertas advertencias? La crisis del Covid 19 puede parecer increíble, estrictamente hablando. De hecho muchas personas, incluidos muchos líderes políticos, incluidos aquellos a quines generalmente se le atribuye un comportamiento racional, inicialmente no lo creyeron”, señala Boniface y subraya una idea terminante: los países que se auto percibían y eran percibidos como los dueños del mundo, tanto desde las decisiones económicas como desde la incidencia ideológica, han sufrido “una lección de modestia”

–Usted señala que la pandemia por el Covid 19 está a mitad de camino entre un acontecimiento coyuntural y una revolución estructural ¿Salen más fortalecidos de esta crisis los países que le han dado, históricamente, más centralidad al Estado?

–La crisis del Covid 19 será la primera crisis internacional importante desde 1945 en la que Estados Unidos no juegue un rol predominante. A partir del fin de la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos tomó la cabeza del mundo libre y dirigió no solamente el mundo occidental sino también tuvo una influencia determinante en el conjunto de los asuntos mundiales. Como resultado de la política de retirada del presidente Donald Trump, su América first (América primero) se transformó en una América sola, desolada. Estados Unidos, por otra parte, es uno de los países que fue más duramente golpeado por la crisis y no participó en la gestión internacional dando un portazo a la Organización Mundial de la Salud. Varios son los reproches que podemos hacerle a esta organización pero ciertamente era el peor momento para dejarla. De todos modos, la erosión del peso de los Estados Unidos en la vida internacional es muy antigua. Aunque Trump dejó la Casa Blanca, sabemos que Joe Biden querrá reinsertar a Estados Unidos en la vida internacional. Pienso que esta crisis vino a reforzar elementos estructurales ya existentes. Ascenso en potencia de China, crisis del multilateralismo, rivalidad entre China y Estados Unidos, pérdida del monopolio occidental en el poder pero realmente no ha creado ninguna situación nueva. Sí podría decir, en todo caso, que cambió los términos profundamente. Acentuó, amplificó, exacerbó tanto su realidad como su percepción.

–Teniendo en cuenta que el sistema de salud norteamericano fue clave en este debilitamiento de su política, ¿se viene un mundo donde el fortalecimiento y el predominio estatal va a ser fundamental?

–El mundo occidental hace mucho tiempo que perdió el monopolio del poder que ejerció durante cinco siglos. El problema es que nadie parece darse cuenta. La crisis del Covid-19 lo puso particularmente a la luz. Estados Unidos, los países de Europa occidental y los países latinoamericanos pagaron el más pesado tributo a la crisis. Los países asiáticos son los que mejor salieron. La diferencia no reside, como se dice por todas partes, entre países autoritarios y países democráticos. Corea del Sur y Taiwán, que son perfectas democracias, se ahorraron las cargas que tuvieron que enfrentar muchos países occidentales. Lo que hizo la diferencia fue privilegiar al grupo sobre el individuo y que las medidas drásticas pudieron ser tomadas como decisiones de estado.

–¿El predomino del mercado dejó a algunos países en una situación más vulnerable frente a la pandemia?

Inicialmente, los países occidentales estimaron que no serían afectados porque, según su criterio, las pandemias eran el monopolio de Asia y África. Pudimos ver las fosas comunes en Nueva York y los hospitales desbordados en Europa occidental. Fue un shock psicológico importante a nivel mundial. La situación está lejos de resolverse. La intervención del Estado es determinante, especialmente en materia de salud pública. Habrá grandes injusticias sociales en la lucha contra la pandemia. Las vacunas no serán accesibles a todos. En cambio, si se trata de innovación tecnológica, el mercado puede ser más eficiente que el Estado. Es necesario, entonces, que haya una justa repartición de esfuerzos y, sobre todo, una coordinación entre los dos. El Estado debe guardar su rol de coordinador y hacer que el mercado reciba una suerte de estímulo.

–Si bien la globalización hizo posible que el virus circulara de manera más rápida, usted señala que no se puede encontrar una solución sin la coordinación entre países ¿Puede existir un mundo no globalizado? Está claro que desde el punto de vista digital es imposible pero ¿el mundo del futuro será un mundo donde la circulación de las personas sea menor?

La crisis del Covid-19 convirtió a un mundo que se movía todo el tiempo en un mundo inmóvil. Viajábamos más y más intensamente y a veces parecía que las fronteras no existían. Con las medidas de distanciamiento social, los individuos no solo no salían de sus países, tampoco lo hacían de sus ciudades ni de sus departamentos. Pero esto no está destinado a durar. De la misma manera que es excesivo hablar del fin de las fronteras antes de la crisis del Covid-19, será excesivo pensar que serán totalmente herméticas a partir de este momento. Muy rápidamente retomaremos la costumbre de viajar. Por supuesto, puede ser que haya cada vez más acontecimientos virtuales, pero el encuentro directo, el contacto personal no puede ser reemplazado.

–Usted señala que Donald Trump perdió las elecciones por la pandemia ¿Por qué no pudo capitalizar este escenario político Bernie Sanders?

–Bernie Sanders ciertamente parecía demasiado radical como para ganar la nominación dentro del partido demócrata. El aparato se organizó para poner a Joe Biden, mucho más centrista, al poder. En el curso de la campaña, Biden y Trump se acusaban mutuamente de ser el candidato preferido de Pekín. Trump declaró “If you want to stop China, stop Biden”. Esto dejó entender que el carácter errático de la política de Trump solo podía ser apreciado por Pekín.

–¿Por qué considera que la derrota de Trump no es una victoria para China?

–Personalmente, pienso que China tendrá muchos más problemas para gestionar con Biden que con Trump porque no será lo que parece: Biden no va a estrechar los vínculos con los aliados, esos aliados que Trump había largamente dañado. Los partidarios de Biden dicen que la caótica gestión de Trump en política internacional le permitía a China avanzar más fácilmente en los foros internacionales

–¿Y cuál considera que debería ser el lugar de Europa en este escenario?

–Europa puede tener colaboraciones con China, pero en muchos temas hay una situación de rivalidad. Puedo decir que en temas como la lucha contra el calentamiento climático o el dossier nuclear iraní, estamos en armonía. Sobre el plan de competencia comercial, tenemos reproches que hacerle a China (incumplimiento de la propiedad industrial, cierre de mercados) y tenemos grandes divergencias sobre la naturaleza de su sistema político. Pero, en cambio, el problema de Estados Unidos respecto a China es la rivalidad por el primer lugar como potencia mundial. Esto no tiene relación con Europa. Europa debe definir su política en función de sus intereses y no determinarse en función de los intereses chinos o americanos. Debe funcionar como un polo de poder y no como el partener júnior de Washington o Pekín.

Pascal Boniface ​París, Francia, 1956. Especialista en geopolítica.

Diplomado en el Instituto de Estudios Políticos de París y doctor en derecho internacional público. En el año 1990 creó y dirigió el Instituto de Relaciones Internacionales y Estratégicas (IRIS), uno de los principales centros franceses en investigación en política internacional, considerado como una think tank francesa. Entre 1988 y 1992, fue consejero de Jean-Pierre Chevénement, quien fuera ministro de Defensa de François Mitterrand, y de Pierre Joxe en los ministerios del Interior y de Defensa durante el mismo gobierno. Es, además, director de una de las colecciones de Editorial Hachette. Fue profesor del Instituto de Estudios Políticos de Lille y actualmente se desempeña como docente en el Instituto de Estudios Europeos de la Universidad de Paris VIII.

https://www.clarin.com/revista-enie/ideas/pascal-boniface-hipotesis-geopolitica-viene_0_qerQ6lk1E.html

Profesor Pascal Boniface

Por Alexander Govorov, especial para Dossier Geopolitico

El pensamiento colonial y el deseo de recuperar la influencia anteriormente perdida a cualquier precio son inherentes a muchos imperios pasados. Las exorbitantes ambiciones geopolíticas de tales entidades pueden a veces poner en peligro al mundo con choques globales y también neutralizar los tímidos esfuerzos de los principales actores geopolíticos por desescalar tensiones y crear reglas elementales de competencia en la nueva realidad geopolítica. Por lo tanto, en el contexto de la reciente reunión de los presidentes de los países nucleares más grandes de Rusia y Estados Unidos, que dio motivos para un optimismo cauteloso, muchos expertos ven la burda provocación militar de hoy por parte de Gran Bretaña como un desafío para el resto del mundo. Esta no es solo una razón para declarar en voz alta las ambiciones geopolíticas del Reino, sino también un intento de cuestionar la posibilidad misma de establecer reglas al menos mínimamente aceptables para el mundo en las relaciones entre Oriente y Occidente.

Les recuerdo que el 23 de junio, el destructor Defender de la Royal Navy violó la frontera marítima rusa cerca de Crimea (a la que Rusia considera que le pertenece indiscutiblemente), adentrándose en las aguas territoriales durante tres kilómetros. El barco no respondió a las señales de advertencia del servicio fronterizo sobre un acercamiento crítico a las fronteras de la Federación Rusa. Las señales sobre el posible uso de armas tampoco tuvieron el efecto deseado. Después de eso, el barco de la patrulla fronteriza abrió fuego de advertencia y el bombardero táctico Su-24M lanzó 4 bombas por la dirección del movimiento del Defender. Después de eso, el destructor británico abandonó la zona. Los materiales de video relevantes se han publicado en los medios de comunicación. Se entregó una nota de protesta al agregado militar británico en Moscú.

A su vez, el Ministerio de Defensa británico dijo que el barco estaba haciendo un paso inocente por las aguas territoriales de Ucrania, no se efectuaron disparos de advertencia y Rusia estaba realizando «disparos de entrenamiento» en el Mar Negro. Sin embargo, el periodista de BBC Jonathan Beale, que estaba a bordo del Defender, confirmó que el barco entró deliberadamente en las aguas territoriales de Crimea, porque la ruta se planeó originalmente a través de aguas neutrales y no tenía sentido tal acción. El periodista escuchó disparos de advertencia y vio unos 20 aviones rusos sobrevolando el destructor. ¿Qué esperaban los británicos y por qué intentaron apagar la resonancia de la información? Es necesario tener en cuenta el hecho de que, según el reconocimiento del ex embajador de Canadá en Ucrania R. Vashchuk, una parte importante de la política exterior de Ucrania quedó bajo el control de especialistas británicos. Gran Bretaña lleva a cabo la interacción más activa con el ejército ucraniano y atrae a los líderes ucranianos a la órbita de sus intereses para mantener a este estado en una alianza antirusa. Al mismo tiempo, a la misma Ucrania se le asigna el papel poco envidiable de víctima directa e inevitable si el enfrentamiento con Rusia se vuelve real. La actitud de los británicos hacia el papel de Ucrania es claramente visible en los comentarios del Departamento de Defensa británico con motivo de los ejercicios conjuntos con Ucrania «United Efforts 2020». El texto dice que los paracaidistas británicos han aterrizado en Ucrania para probar su capacidad de brindar asistencia rápida a los aliados en caso de necesidad. En la vista previa está la frase «Aterrizamos en el patio trasero de Rusia». También durante su visita a Londres en 2020, el presidente Zelenskiy dio un paso bastante dudoso para cualquier líder de la nación, visitando la oficina de inteligencia británica y manteniendo allí una reunión con su director. Gran Bretaña, siguiendo el espíritu del colonialismo, no solo pone en peligro las perspectivas de paz en este país, sino que también trata de ganar dinero siempre que sea posible. Hoy, se anunció una vez más que el Reino Unido está otorgando a Ucrania un préstamo para la compra de dos buques de guerra británicos que han servido su recurso en la Royal Navy.

Lo más interesante es el hecho de que hoy, de hecho, varias horas antes del incidente cerca de Crimea, el Secretario del Consejo de Seguridad y Defensa Nacional de Ucrania y el Viceministro de Defensa de Ucrania volaron en helicópteros a uno de los barcos de la Armada Británica en el puerto ucraniano de Odessa en el Mar Negro. Dado que Ucrania no reconoce la jurisdicción de Rusia sobre Crimea y considera que este espacio marítimo es su propio, es posible que fuera allí donde se acordaron los detalles formales de la provocación resultante. El comandante del barco no está autorizado para tomar tales decisiones, por lo que la planificación de la operación podría llevarse a cabo al menos a nivel del almirantazgo. Hay motivos para creer que los británicos no contaron con una reacción tan dura por parte de los rusos, que mostraron sin ambigüedad las «líneas rojas» al Occidente. Al parecer, los británicos no tenían un plan para responder a tal escenario, ya que las complicaciones podrían involucrar a Estados Unidos en el conflicto desvalorizando esfuerzos de Biden para calmar las tensiones en la región? Por eso los británicos prefirieron fingir que no había pasado nada. Y si en las primeras horas los oradores de Ucrania comenzaron a gritar activamente sobre otra manifestación de agresión rusa y la necesidad de considerar urgentemente la adhesión de Ucrania a la OTAN, muy pronto los comentarios de los mismos oradores comenzaron a corresponder a la versión británica anunciada oficialmente de estos eventos.

Cada lector puede evaluar lo absurdo de lo que está sucediendo y el peligro de las acciones del Reino Unido mirando el mapa de la región donde se están produciendo los hechos. Es como si Rusia acusara a Gran Bretaña y Estados Unidos de ser agresivos, desplegando actividades militares en las mismas fronteras de estos estados y fomentando la inestabilidad allí. Pero hasta ahora está sucediendo lo contrario. Y si los británicos se preocupan tanto por el derecho internacional y se preocupan por la devolución de Crimea a Ucrania, ¿por qué no deberían pensar en poner fin a la violación a largo plazo del derecho internacional y devolver las Islas Malvinas a su propietario, Argentina?

Alexander Govorov Analista geopolítico

15 años promoviendo semanalmente la Geopolitica; Análisis Radial Semanal de Geopolitica de Carlos Pereyra Mele para el Programa: el Club de la Pluma, que conduce el Periodista Norberto Ganci por la Radio Web al Mundo

Eje Central:

Sigue profundizandose el conflicto entre Atlantistas (EEUU y socios) y Continentalistas (China y sus socios) conflicto que conduce a un mundo Bipolar nuevamente

AUDIO

El director de Dossier Geopolítico Carlos Pereyra Mele analiza en la columna semanal del Club de la Pluma, las claves de la gira de Biden por Europa, con su vista a Inglaterra, la reunión del G7, los encuentros con la UE y la OTAN y finalmente la cumbre con el presidente ruso Vladimir Putin, lo que le lleva a afirmar que LA LUCHA ENTRE CONTINENTALISTAS Y ATLANTISTAS SIGUE EN DESARROLLO. Y nos recuerda que el primer bloque son los Euroasiáticos de Rusia y China, en franco avance, y el segundo son EEUU más Europa, Canadá, Australia y Japón, en una alianza cada vez más diluida y menos identificados entre ellos. Y observa cómo la vieja doctrina inglesa del “Dividir para Reinar” se ha vuelto ahora en contra de Occidente. 

Y aborda este gran conflicto geopolítico mundial, desnudando las coyunturas que vive cada bloque por separado. Por un lado, China y Rusia uniendo sus estrategias internacionales y sus objetivos a mediano y largo plazo, tal cual lo dejó muy claro el embajador ruso ante el Gobierno de la República Popular de China: Andrei Denisov en unas declaraciones que Pereyra Mele las detalla. Mientras que por el otro, se abre más la brecha con un EEUU que ha dejado clara su histórica preferencia por Inglaterra, al haber resucitado la vieja “Carta del Atlántico” de 1943, en detrimento del resto de países del viejo continente, especialmente del eje franco alemán, cuya relación ya no es la misma que hace 20 años atrás.

También nos resume las promesas vagas sobre vacunas e inversiones fastuosas en el mundo pobre, que fueron ampliamente difundidas por los medios occidentales, cuando son solo ideas sin proyectos concretos, para frenar el avance estratégico y económico  chino, como el Cinturón y la Nueva Ruta de la Seda, que es una realidad consolidada. 

Sobre la reunión de la OTAN nos detalla los planes hasta 2030, que declararon a China como RIESGO PARA LA SEGURIDAD, que la señalaron por su arsenal nuclear y que volvieron al ataque con lo de los derechos humanos. Pero se pregunta ¿De qué OTAN hablaron? Y plantea varios perfiles y las fuertes contradicciones de la organización, cuyos miembros sufren graves crisis económicas y que apenas reúnen ya el 30 % del PIB mundial. También explica lo de LAS LÍNEAS ROJAS DE RUSIA, un asunto que casi se le desmadra a Biden.

Y se pregunta ¿Si la OTAN tiene conciencia de los datos que “nos tira la historia” sobre la segunda guerra mundial? Justo cuando se van a cumplir 80 años de la ofensiva nazi en Europa y a la que el Ejército Rojo tuvo que rescatar 4 años después, y justo también cuando Occidente no está ni económica ni militarmente preparado para otra confrontación, que solo busca incrementar los gastos en defensa para beneplácito de la industria de las armas. 

Sobre la cumbre Putin – Biden, nos informa que hubo acuerdos sobre previsibilidad y transparencia de las armas nucleares, y nos da detalles de los importantes entretelones que desnudan la hipocresía de Occidente, la doble cara de la libertad de prensa y de una lucha interna cruenta por la política internacional, entre los poderes fácticos de EEUU, siempre obstinado en romper sus acuerdos sobre paz. Y nos ofrece detalles al respecto.

Carlos cuenta que Norteamérica ha presentado en esta gira su proyecto ante Inglaterra, al que deben adherir los socios de segunda línea y también los de tercera y de cuarta y hasta los países “Cuatro de Copa” y nos explica qué significa eso y el porqué.

Vuelve a dar ejemplos sobre las realidades diferentes de ambos bloques, de cómo evolucionan sus alianzas ya sea en lo económico, en lo político, infraestructuras, logística, y en la defensa y seguridad. 

Finalmente sintetiza que la diplomacia y la geoestrategia de Biden en esta semana tuvo como objetivo quebrar la alianza rusa china, tal cual lo definió el embajador Denisov cuando expresó: “EEUU quiere aplastar al competidor”. Pero la realidad dice que una cosa es lo que se desea hacer y otra muy diferente, es lo que realmente se puede hacer 

Eduardo Bonugli (Madrid, 20/06/21)

80 años de la invasión de la Alemania nazi a la exURSS: Merkel señala la fecha que debe provocar vergüenza a los alemanes 

https://mundo.sputniknews.com/20210619/merkel-senala-la-fecha-que-debe-provocar-verguenza-a-los-alemanes-1113372633.html

Pepe Escobar 16 de junio

Build Back Better World tiene como objetivo hacer descarrilar la Iniciativa de la Franja y la Ruta, flexionar los músculos de la OTAN y acosar a China 24 horas al día, 7 días a la semana

Para aquellos que se salvaron de la terrible experiencia de examinar el comunicado de la cumbre de la OTAN , aquí está el resumen conciso: Rusia es una «amenaza aguda» y China es un «desafío sistémico».

La OTAN, por supuesto, son solo un grupo de niños inocentes que construyen castillos en una caja de arena.

Esos fueron los días en que Lord Hastings Lionel Ismay, el primer secretario general de la OTAN , acuñó el propósito transatlántico: «mantener a la Unión Soviética fuera, a los estadounidenses dentro y a los alemanes abajo».

El remix de Raging Twenties dice: «Mantenga a los estadounidenses dentro, la UE abajo y Rusia-China contenida».

De modo que la organización del Atlántico Norte (la cursiva es mía) se ha trasladado a toda Eurasia, luchando contra lo que describe como «amenazas del Este». Bueno, eso es un paso más allá de Afganistán, la intersección de Asia Central y del Sur, donde la OTAN fue humillada sin ceremonias por un grupo de pashtunes con Kalashnikovs.

Rusia sigue siendo la principal amenaza, mencionada 63 veces en el comunicado. El actual chihuahua de la OTAN, Jens Stoltenberg, dice que la OTAN no se limitará a «reflejar» a Rusia: de facto gastará más que ella y la rodeará con múltiples formaciones de batalla, ya que «ahora hemos implementado los mayores refuerzos de nuestra defensa colectiva desde el fin del Guerra Fría».

El comunicado es inflexible: la única forma de gasto militar es hacia arriba. Contexto: el presupuesto total de «defensa» de los 30 miembros de la OTAN crecerá un 4,1% en 2021, alcanzando la asombrosa cifra de 1.049 billones de dólares (726.000 millones de dólares de los EE.UU., 323.000 millones de dólares de diversos aliados).

Después de todo, abundan las “amenazas del Este”. Desde Rusia, están todas esas armas hipersónicas que desconciertan a los generales de la OTAN; esos ejercicios a gran escala cerca de las fronteras de los miembros de la OTAN; violaciones constantes del espacio aéreo; integración militar con ese “dictador” en Bielorrusia.

En cuanto a las amenazas de China (Mar de China Meridional, Taiwán, el Indo-Pacífico en general), el G7 tenía que idear un plan.

Ingrese «verde», «inclusivo»  Build Back Better World (B3W) , considerado como la «alternativa» occidental a la Iniciativa Belt and Road (BRI). B3W respeta «nuestros valores», que el payaso primer ministro británico Boris Johnson no pudo evitar describir como construcción de infraestructura de una manera más «neutra en cuanto al género» o «femenino», y, más adelante, eliminará los bienes producidos con trabajo forzoso (código para Xinjiang) de las cadenas de suministro.

La Casa Blanca tiene su propio giro B3W : es una “asociación de infraestructura transparente, de alto nivel y basada en valores” que estará “movilizando capital del sector privado en cuatro áreas de enfoque: clima, salud y seguridad sanitaria, tecnología digital e igualdad de género, con inversiones catalizadoras de nuestras respectivas instituciones de desarrollo «

Las “inversiones catalíticas” iniciales para BW3 se estimaron en $100 mil millones. Nadie sabe cómo saldrán estos fondos de las “instituciones de desarrollo”.

Los observadores experimentados del Sur Global ya apostaron que los préstamos “verdes” del FMI / Banco Mundial proporcionarán esencialmente la inversión del sector privado en mercados emergentes seleccionados, con miras a las ganancias.

La Casa Blanca insiste en que “B3W tendrá un alcance global, desde América Latina y el Caribe hasta África y el Indo-Pacífico”. Tenga en cuenta el intento descarado de igualar el alcance de BRI.

Todos estos recursos «verdes» y las nuevas cadenas logísticas financiadas por lo que será una variante de los bancos centrales que derraman dinero de helicópteros en última instancia beneficiarían a los miembros del G7, ciertamente no a China.

Y el “protector” de estos nuevos corredores geoestratégicos “verdes” será – ¿quién más? – OTAN. Esa es la consecuencia natural del “alcance global” enfatizado en la agenda 2030 de la OTAN.

La OTAN como protectora de inversiones

Los esquemas de infraestructura «alternativa» ya proliferan, orientados a contener el «acoso de Rusia» y la «intromisión china» fuera de la UE. Ese es el caso de la Iniciativa de los Tres Mares , donde se supone que 12 estados miembros de la UE de Europa del Este interconectarán mejor los mares Adriático, Báltico y Negro.

Esta iniciativa es una copia pálida del mecanismo 17 + 1 de China para integrar Europa del Este como parte de BRI, en este caso obligándolos a construir una infraestructura muy cara para recibir importaciones de energía estadounidenses muy caras.

La ofensiva contra las «amenazas del Este» está destinada al fracaso.

Dmitry Orlov ha detallado cómo «Rusia sobresale en la construcción y operación de enormes sistemas de producción de energía, transporte y materiales» y, en paralelo, cómo «la tecnosfera … se ha reubicado silenciosamente y ahora está ocupada teletrabajando entre Moscú y Beijing».

Como todo geek sabe, China está muy por delante en 5G y es el principal mercado mundial de chips. Y ahora la ley de sanciones contra los extranjeros – aprobado significativamente justo antes del G7 en Cornualles – muestra voluntad “salvaguardia” de las empresas chinas de “medidas unilaterales y discriminatorias impuestas por los países extranjeros” y los EE.UU. “de jurisdicción de brazo largo» forzando así el capital atlantista a hacer una elección .

Es China, como potencia mundial en ascenso, la que de hecho ha propuesto una “alternativa” al Sur Global en primer lugar, un contragolpe a la interminable trampa de la deuda del FMI y el Banco Mundial de las últimas décadas. BRI es una estrategia de inversión / comercio de desarrollo sostenible altamente compleja con el potencial de integrar vastas franjas del Sur Global.

Esa es una conexión directa con la famosa teoría del presidente Mao sobre la división de los Tres Mundos  ; el énfasis entonces en el Movimiento de Países No Alineados (MNOAL) poscolonial, del cual China era un incondicional, ahora abarca todo el Sur Global. Al final, siempre se trata de soberanía contra el neocolonialismo.

B3W es la reacción occidental, esencialmente estadounidense, al BRI: tratar de descartar tantos proyectos como sea posible mientras acosa a China las 24 horas del día, los 7 días de la semana en el proceso.

A diferencia de China o Alemania, Estados Unidos apenas fabrica productos que el Sur Global quiere comprar; la manufactura representa sólo el 5% de la economía estadounidense, esencialmente sostenida por el dólar estadounidense como moneda de reserva y el – menguante – Imperio de Bases del Pentágono.

China produce diez ingenieros superiores por cada «experto financiero» estadounidense. China ha perfeccionado lo que se conoce entre los expertos en tecnología bilingües como un sistema eficaz para hacer planes de desarrollo SMART (específicos, medibles, alcanzables, relevantes y con plazos determinados) e implementarlos.

La noción de que el Sur Global será convencido de privilegiar a B3W – en el mejor de los casos un golpe vacío de relaciones públicas – sobre el BRI es ridícula.

Sin embargo, la OTAN estará reglamentada para proteger activamente aquellas inversiones que sigan «nuestros valores».

Una cosa es segura: habrá sangre.

Publicación autorizada por su autor Pepe Escobar

Fuente https://asiatimes.com/2021/06/the-real-b3w-nato-agenda/

MSIa Informa, 18 de junio de 2021.-En su primer viaje internacional el presidente Joe Biden transmitió a los socios minoritarios de EUA en el G7 y en la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) el mensaje de que Washington no tiene la intención de abandonar el poderío hegemónico global, y para eso cuenta con su apoyo irrestricto en el enfrentamiento contra Rusia y China.

Esa voluntad fue tenuemente disfrazada como un choque entre las “democracias”, dirigidas por la nación “excepcional” y las “autocracias” rusa y china; en el fondo el propósito final no es otro que fracturar la alianza de hecho sino-rusa empeñada en abogar por un nuevo orden internacional cooperativo, sustentado en la integración físico-económica eurasiática, esta sí la mayor amenaza al poder del eje Washington-Nueva York- Londres-Bruselas.

Para no dejar dudas, en la cumbre de la OTAN en Bruselas, el 14 de junio, Biden recalcó la “obligación sagrada” de EUA con la Alianza atlántica.

De las tres entidades ante las cuales Biden subrayó el liderazgo estadounidense -el G7, la OTAN y la Unión Europea (UE)- antes de reunirse con el presidente de Rusia Vladimir Putin, en Ginebra, el día 16, el G7 es el más anacrónico.

Cuando fue establecido, a mediados de la década de los 1970s, las potencias industrializadas representaban 70% del Producto Interno Bruto (PIB), proporción que cayó para no más del 30% actuales. No por casualidad, la creación del G20, después de la gran crisis de 2008, indicó un fórum más adecuado para deliberar los grandes problemas mundiales, reuniendo a naciones que representan cerca de un 60% de la población y 80% del PIB del planeta.

En el comunicado conjunto de la cumbre realizada en Carbis Bay, Inglaterra, afloró la dificultad del grupo para actuar como algo más una caja de resonancia de un programa dictado desde Washington: una extensa declaración de buenas intenciones con 25 páginas, denominada “Agenda para la Acción Global para Reconstruir Mejor” (siglas en inglés B3W).

Entre los compromisos establecidos, algunos números impresionan: el ofrecimiento de mil millones de dosis de vacunas contra el Covid-19 para los países pobres, que aseguren la vacunación de la población mundial hasta fines de 2022; disponer de 100 mil millones de dólares de fuentes públicas y privadas por año, hasta el 2025, para ayudar a los países pobres a reducir sus emisiones de carbono; y, principalmente, una iniciativa para ayudar a los países en desarrollo a disponer de 40 billones de dólares en infraestructura, cantidad que necesitarán hasta el 2035.

Este último asunto, que no consta de la declaración oficial, fue anunciado por la Casa Blanca, muestra la intención de contraponerse a la Iniciativa Cinturón y Ruta de la Seda, el colosal plan de infraestructura con el cual China promueve la integración física de Eurasia y sus ramificaciones hacia África y el Gran Medio Oriente, al que se han adherido 140 países de todos los continentes, hasta Italia, miembro del G7.

Sin embargo, el plan fue recibido con cautela y escepticismo, ya que el mismo se apoya en la atracción de capitales privados, sectores cuyo margen de maniobra es estrecho debido a la montaña de deudas corporativas, una espada de Damocles para las finanzas globales. Y otro problema es la intención de vincular los flujos financieros internacionales a criterios definidos por un programa reflejado en la declaración del G7 -protección ambiental, derechos humanos entre comillas, ideología de género, y otros aspectos afines, de cuyo cumplimiento se encarga la vasta red de agencias privadas, ONG, y otras entidades, que de hecho forman parte de un “ejército irregular” para proteger el poder de una oligarquía bien representada en el grupo.

En cuanto a la generosidad ante la emergencia sanitaria global, la esplendidez es tardía e insuficiente para inyectar nueva energía en un mecanismo agotado como lo es el G7.

Esencialmente, el G7 es una reliquia de un mundo en su mayoría impregnado de los programas de Washington, totalmente desfasado con relación a los desafíos de un planeta que se encamina a un sistema multipolar en el contexto de una genuina cooperación entre estados nacionales soberanos, en lugar de una permanente colisión impuesta por un centro hegemónico.

Es evidente que el continente iberoamericano tiene un lugar en la nueva época con toda la capacidad para elaborar iniciativas diplomáticas rumbo a la integración físico-económicas de sus potencialidades.

Lorenzo Carrasco Periodista del Movimiento de Solidaridad Iberoamericana (MSIa) es una asociación no-partidista, fundado en 1992 en Tlaxcala, México y Anápolis, Brasil, con la propuesta de contribuir a la reestructuración de la actividad política, entendida ésta como la forma más elevada del ejercicio del Bien Común.

Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de su autor y no representan necesariamente el punto de vista de Dossier Geopolitico.

Publicado en el sitio MSla autorizado su publicación por el autor Lorenzo Carrasco

Muy buen artículo de Martin van Creveld (traducido por el Coronel ® Carlos Pissolito: Es algo que los «estrategas» de la armada brancaleonica llamada OTAN, -29 miembros- deberían de tener en cuenta. ¿lo tendrán? sobre la invasión Nazi a la URSS que se cumplen 80 años el 22 de Junio.  

Que aportes estratégicos y de doctrinas militares pueden hacer las FFAA de: Rumania, Hungría, Lituania, Letonia, Albania, Islandia, Estonia, Luxemburgo o Montenegro.(?). Con 3 potencias nucleares EEUU, Gran Bretaña y Francia, y la mayor potencia económica de Europa Alemania (no atómica por ser la derrotada), que no tienen intereses comunes mas allá de los retoricos. Que puede aportar contra Rusia: Italia, España o Portugal y de dos socios que están en Guerra desde hace años: Grecia y Turquía. Solo los europeos atlantistas están contentos porque vuelven a sacar la nariz fuera del agua cuando Trump los dejó solitos y descubrieron que estaban desnudos…y ahora les tiran un taparrabos…Cambia todo cambia como dice la canción…Dossier Geopolitico compañeros 

Barbarroja…

por Martin van Creveld

Barbarossa (Barbarroja) era el apodo del emperador alemán medieval Federico I (reinó entre 1155/90) cuya imagen adorna este post. Más pertinente para nuestro negocio actual, fue el nombre que Hitler le dio a su campaña contra la Unión Soviética, que comenzó el 22 de junio de 1941, es decir, hace ochenta años. Hoy quiero discutir algunos aspectos sobresalientes de la campaña, como los que se usaron para dar forma a la historia durante la Guerra Fría y, de alguna manera, continúan haciéndolo hasta el día de hoy.

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Primero, cuando Barbarroja abrió el 22 de junio de 1941, la idea de ganar Lebensraum (espacio vital) para el pueblo alemán había estado obsesionando a Hitler durante casi dos décadas. A veces más, a veces menos, pero siempre en su mente. Barbarroja, en otras palabras, fue la culminación de todo lo que Hitler había buscado. La estrella guía, por así decirlo, que, junto con la destrucción de los judíos, pareció dar sentido a la gigantesca empresa en la que se embarcó, haciendo que todas las demás piezas cayeran en su lugar.

En segundo lugar, Barbarroja fue la operación militar más grande de todos los tiempos. 3.500.000 hombres, más de 3.500 aviones, 3.500 tanques, 20.000 cañones de artillería y 600.000 vehículos (la mayoría de ellos tirados por caballos y utilizados para abastecimiento y arrastre de artillería) de todo tipo. El número total de trenes que desplegaron estas fuerzas fue de 17.000; el de los vagones de ferrocarril, alrededor de 850.000. Inicialmente, el frente tenía 2.000 Km de largo. Más tarde se extendió a más de 3.500, aproximadamente. Nada parecido se había visto antes. Gracias a la introducción y propagación de armas nucleares, capaces de acabar con ejércitos y ciudades enteras casi instantáneamente, es probable que no se vuelva a ver nada parecido.

En tercer lugar, se planeó deliberadamente, no simplemente, como una guerra entre Estados; sino como una de exterminio. Primero, de cualquier comisario del Ejército Rojo —oficiales políticos— que tuvo la desgracia de caer en manos alemanas. En segundo lugar, los millones de prisioneros del Ejército Rojo que se rindieron y fueron retenidos en condiciones tan atroces que provocaron la muerte de dos tercios de ellos. Tercero, de los judíos. Cuarto, de hasta treinta millones de civiles en los territorios soviéticos ocupados. Los territorios mismos debían ser ocupados y abiertos a los colonos, no solo a los alemanes, sino también a los holandeses y escandinavos.

Cuarto, casi lo logró. A principios de diciembre de 1941, la mayoría de las tropas alemanas de avanzada estaban tan cerca de Moscú como para permitirles observar las agujas del Kremlin a través de sus binoculares. La ciudad contenía los nudos ferroviarios más importantes de toda la URSS; incluyendo sus suburbios inmediatos, también a alrededor del cuarenta por ciento de la producción industrial soviética. Por no hablar de su valor simbólico. Como escribió Pushkin, estaba soldada al alma de todos los rusos. Es difícil decir si la caída de Moscú habría provocado que Barbarroja terminará en algún tipo de victoria alemana. Sin embargo, lo más seguro es que habría prolongado la guerra y provocado incluso más víctimas de las que realmente hizo.

En quinto lugar, los factores más importantes que llevaron a la derrota alemana fueron los siguientes. A. El tamaño del teatro de la guerra en el que ejércitos enteros podrían perderse fácilmente; a esto hay que sumar su subdesarrollo en materia de transporte, comunicaciones y afines. B. el clima que, en octubre-abril de cada año, obstaculizaba las operaciones al hacer intransitable gran parte del terreno; primero cubriéndolo con barro, luego trayendo frío y luego derritiendo la nieve. C. La creciente superioridad numérica del Ejército Rojo, tanto en personal como en recursos, que se hizo sentir cada vez más desde, al menos, de fines de 1941 en adelante. D. El hecho de que Alemania, comprometida en una guerra tanto en el Oeste como en el Este, nunca pudo concentrar todos sus recursos contra este último; eso fue, particularmente, cierto a partir de finales de 1942. E. Un sistema de mando que, especialmente, en la cima y a partir de la Batalla de Moscú en diciembre de 1941, era tan bueno como cualquier otro y probablemente superior al cada vez más errático mando alemán.

En sexto lugar, es casi seguro que el ataque alemán salvó a Stalin y al sistema comunista. Desde su fundación, la Unión Soviética siempre se ha mantenido unida en gran parte por el terror. Barbarroja, al llevar el sistema al borde de la destrucción y amenazar a gran parte del pueblo soviético con el exterminio, proporcionó un impulso muy necesario para ese terror. Si no hubiera sido por el legado de la guerra, la Unión Soviética podría haberse derrumbado mucho antes de lo que lo hizo y, sospecho, también en medio de un derramamiento de sangre mucho mayor.

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Ahora para una perspectiva más amplia. A partir del siglo XVIII, primero Rusia y luego la Unión Soviética fue una de las varias grandes potencias que competían por el dominio de Europa como el subcontinente que dominaba cada vez más al resto. Ahora con menos éxito, como en 1854-56 y 1914-1918. Ahora con más, como en 1813-1815 y 1941-45. La invasión alemana y sus secuelas, al dejar a la Unión Soviética más fuerte no solo que cualquier otro país europeo sino que todos ellos juntos, puso fin a esta situación. Convirtió a la Unión Soviética en una potencia mundial, sólo rivalizaba por Estados Unidos, con quien se embarcó en una «Guerra Fría» que duró cuarenta y cinco años.

En 1991, en gran parte debido a problemas internos más que a presiones externas, la Unión Soviética se derrumbó. Y Rusia, con menos del territorio y de la población que alguna vez le habían pertenecido, volvió a su papel tradicional: el de una potencia entre varias. Uno que, como todos los demás, tiene su propia agenda y sus propias peculiaridades. Y con la que, quiera o no, el mundo tendrá que vivir.

Traducción: Carlos Pissolito

Publicado en Espacio Estratégico:

https://espacioestrategico.blogspot.com/2021/06/barbarroja.html

El Fin de la aventura

por Ekaterina Blinova

El 15 de junio, la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) de Perú anunció que Pedro Castillo, del partido de izquierda Perú Libre (Perú Libre), ganó las elecciones presidenciales después de que todos los registros electorales se hubieran contado en la segunda vuelta. ¿Cómo se las arregló el maestro de escuela para llegar a la prominencia y cómo podría cambiar el rostro del Perú?

A principios de este mes, el candidato presidencial peruano Pedro Castillo superó a su competidora de derecha Keiko Fujimori de Fuerza Popular (Fuerza Popular) en la segunda vuelta por un estrecho margen de 0,28 por ciento . Sin embargo, Fujimori se niega a ceder. A raíz de la segunda vuelta solicitó al Tribunal Nacional Electoral (JNE) la nulidad de los resultados en 802 colegios electorales, lo que equivale a 200.000 votos . 

¿Qué hay detrás del fenómeno de Castillo?

Durante la primera vuelta de las elecciones presidenciales, José Pedro Castillo Terrones, maestro de escuela, líder sindical y político, pasó completamente desapercibido para la mayoría de los medios de comunicación, analistas y científicos sociales, dice Carlos Mamani Aliaga, sociólogo y analista peruano de Proyecto Patria, un Organización política de Cajamarca.»Prácticamente nadie consideraba a Castillo como un posible candidato para la segunda vuelta», dice Mamani. «Ya en la segunda vuelta, estuvo en el escenario en dos debates con Keiko Fujimori demostrando que obviamente no tiene formación como estadista, sin embargo, a pesar de todo, logró dar una buena pelea en los debates».

Al comentar sobre el fenómeno de Castillo, el sociólogo peruano llama la atención sobre la profunda división entre la capital del país y la provincia. Las tierras altas del centro-sur y el este del Amazonas difieren mucho de que la ciudad capital de Lima es una especie de «mundo paralelo», según él. Si bien Lima, que representa un enorme 30 por ciento de la población del país, es claramente «adversa» a Castillo, es muy popular en la provincia.»Su imagen de provinciano y humilde ha logrado resonar en millones de peruanos del interior que se identifican plenamente con su discurso provincial, nacional y popular», señala Mamani, describiendo a Castillo como un «conservador revolucionario» al estilo peruano. con «un impulso por la justicia social».

Según el analista, Castillo «ha logrado captar el inconsciente colectivo peruano» que en términos generales siempre ha sido «culturalmente conservador», pro-familia y pro-vida y no tiene nada que ver ni con el progresismo de izquierda globalista ni con el progresismo de derecha. ala conservadurismo elitista.

© REUTERS / SEBASTIAN CASTANEDALa candidata de derecha de Perú Keiko Fujimori y el candidato socialista Pedro Castillo saludan al final de su debate antes de la segunda vuelta de las elecciones del 6 de junio, en Arequipa, Perú, el 30 de mayo de 2021.

No se debe subestimar el hecho de que Castillo también es un cristiano evangélico, señala el analista político y autor argentino Gonzalo Fiore Viani: el presidente electo se opone vehementemente a legalizar el aborto y permitir el matrimonio entre personas del mismo sexo, al contrario de los típicos progresistas de izquierda.

Castillo también es un ferviente defensor de los derechos de los pueblos indígenas y pide que se reescriba la constitución del Perú «con el color, el aroma y el sabor del pueblo». Además de eso, Castillo no descarta nacionalizar la industria minera, así como la extracción de petróleo y gas y reformar el sistema de pensiones del país para favorecer a los trabajadores. Aparentemente, por lo tanto, sus oponentes lo consideran un «extremo izquierdista», según Viani.

“El tiempo dirá si podrá implementar efectivamente su programa, verdaderamente revolucionario no solo para el Perú sino para el actual contexto político latinoamericano”, dice el analista político argentino, agregando que Castillo ya recibió el apoyo del ex presidente de Uruguay José “Pepe Mujica y exdirector de Bolivia Evo Morales.

Según Viani, el modelo económico peruano se ha mostrado ineficaz sobre todo en la reducción de la desigualdad y la pobreza en el país: «Por eso un político como Castillo ha tenido un desempeño tan bueno saliendo prácticamente de la nada», dice. «Representa el descontento y la incredulidad de la población del país en los políticos establecidos».

© REUTERS / SEBASTIÁN CASTAÑEDALos partidarios del candidato presidencial de Perú, Pedro Castillo, se reúnen en la calle el día después de una segunda vuelta, en Lima, Perú, el 7 de junio de 2021.

Quiebra del modelo neoliberal en Perú

Una vez que asuma el cargo el 28 de julio, Castillo tendrá que gobernar un país extremadamente dividido, enfatiza Mamani, y agregó, sin embargo, que cualquier otro presidente, incluida Keiko Fujimori, habría enfrentado un desafío similar.

El mayor obstáculo del presidente electo será poner fin a un largo período de inestabilidad política e institucional en el país. El año pasado, Perú vio a tres presidentes en solo un mes, mientras que algunos de sus predecesores enfrentaron cargos de corrupción.“Vivimos en un estado permanente de crisis política fundamentalmente asociado a la plaga de la corrupción que, año tras año, desangra al Pueblo, restando un porcentaje significativo del PIB (3%)”, dice Mamani.

Si bien el Perú va a celebrar su bicentenario de la independencia el 28 de julio, el país ha sufrido inestabilidad política, división y luchas sociales y económicas, con profundos desequilibrios demográfico-territoriales durante casi dos siglos, según el sociólogo.

La implementación del modelo económico neoliberal en las últimas tres décadas ha demostrado ser ineficaz y agravó aún más las cosas, dice Mamani. Según él, el Perú se ha convertido en un mero proveedor de materias primas, mientras que se han impedido iniciativas encaminadas a lanzar proyectos industriales soberanos que empleen los recursos estratégicos del país como cobre, litio, etc.»No puede haber soberanía política sin soberanía económica, y esto nunca será posible ni cierto sin un proyecto industrial claro, que nos saque de la periferia del mundo y nos permita ser lo que realmente deberíamos ser: un país poderoso, «insiste el analista.

Sin embargo, es poco probable que Castillo lleve a cabo una transformación económica de esa magnitud, según Mamani. Por un lado, cree que los globalistas progresistas y de extrema izquierda en el entorno del presidente electo podrían obstaculizar tales intentos.

Por otro lado, una fuerte oposición del Congreso de la República del Perú, así como de las Fuerzas Armadas (y especialmente de la Armada), podría socavar la agenda reformista de Castillo, dice el sociólogo, refiriéndose a las especulaciones sobre un posible golpe de Estado.

© REUTERS / GERARDO MARINLa candidata presidencial de Perú, Keiko Fujimori (C), con el primer candidato a vicepresidente Luis Galarreta (L) y la segunda candidata a vicepresidente Patricia Juárez, reacciona en una conferencia de prensa el día después de una segunda vuelta de las elecciones, en Lima, Perú, el 7 de junio de 2021.

Las posibilidades de Fujimori de revertir la victoria de Castillo

Mientras tanto, la rival política de Castillo, Keiko Fujimori, está luchando con uñas y dientes para revisar los resultados de las elecciones presidenciales.

La candidata presidencial de derecha es hija del expresidente Alberto Fujimori quien cumple una condena de 25 años por corrupción y abusos a los derechos humanos, señala Gonzalo Fiore Viani: “Durante la campaña aseguró que perdonaría a su padre si era presidente electo «, añade.

A pesar de este controvertido historial, es popular entre una parte considerable de la población.»Mientras que Castillo tomó la zona centro-sur del país con porcentajes de hasta el 80 por ciento, Keiko ganó por amplio margen en el centro-oeste: Lima y Callao, las dos ciudades con más votantes en Perú», señala Viani.

Además, una novedad de la última campaña de Keiko es que cuenta con el apoyo de todas las élites peruanas, incluido el escritor, profesor universitario y premio Nobel Mario Vargas Llosa, quien anteriormente se opuso al «fujimorismo», dice el autor argentino. 

Llosa apoyó a Keiko al mismo tiempo que denunciaba a Pedro Castillo como un «peligro para la democracia» por las propuestas políticas y económicas de esta última, según Viani.»Sorprendentemente, poco antes de las elecciones, prácticamente todos los medios liberales-progresistas fueron abiertamente críticos con el fujimorismo, pero una vez en medio de la contienda electoral, paradójicamente cambiaron su apoyo a Keiko Fujimori al iniciar una campaña de demolición de medios contra el profesor Castillo». dice Carlos Mamani Aliaga.

Mientras tanto, perder obviamente no es una opción para Fujimori dado que una serie de demandas por supuestos casos de corrupción la persiguen, señala el analista peruano. Si pierde, podría enfrentar más de 30 años de cárcel por tomar dinero de la empresa brasileña Odebrecht para financiar sus fallidas candidaturas presidenciales en 2011 y 2016.

Por lo tanto, está jugando sus últimas cartas al presentar demandas por supuestas irregularidades electorales . Además de esto, Keiko Fujimori todavía cuenta con el apoyo de los medios de comunicación, las Fuerzas Armadas y los sectores comerciales tradicionales de exportación primaria.

No está claro cómo se desarrollará la situación, pero es muy probable que, por mucho que Keiko Fujimori intente desafiar los votos, Castillo sea presidente, sugiere Mamani.

Sin embargo, podría haber una baza en la manga de Fujimori, según el sociólogo: Fujimori puede intentar retrasar el triunfo de Castillo hasta el 28 de julio. Si no hay un ganador claro ese día, uno de los congresistas puede convocar a nuevas elecciones.»De ser así, Keiko Fujimori cumpliría plenamente con la siguiente expresión: ‘Si la presidencia no es mía, no será de Castillo'», concluye Mamani.

Gonzalo Fiore Viani Magister en Relaciones Internacionales es miembro del Equipo de Dossier Geopolitico

Publicado en: Sputnik en ingles con el titulo: How Failure of Peru’s Neoliberal Model & Need for Industrial Growth Created Castillo’s Phenomenon

https://sputniknews.com/latam/202106181083184584-how-failure-of-perus-neoliberal-model–need-for-industrial-growth-created-castillos-phenomenon/?fbclid=IwAR1wMvCcIlekPBwEcbrv1i5HhvoWqreRZM-Guz0i7Sn9qGXcyiKFNKDTX6w

Por Denis Korkodinov

La demostración de una clara demarcación de intereses entre los grupos de movilización popular iraquí y el gobierno nacional fue el desfile de formaciones armadas en la Zona Verde de Bagdad el 26 de mayo de 2021. El motivo de la organización de este evento fue el arresto del comandante de las fuerzas de movilización en el oeste de Anbar, Qasem Musleh al-Khafaji. Así, representantes de la milicia y, sobre todo, «Asaib Ahl al-Haq», «Brigadas de Hezbollah» y algunas facciones de la «Coalición Al-Fateh» informaron sin ambigüedades al Primer Ministro del país Mustafa al-Kazimi que los poderes de el gabinete de transición que encabece debe limitarse exclusivamente a reformas políticas y en ningún caso debe interferir en el ámbito de intereses de las formaciones armadas. A su vez, lo más probable es que el gobierno iraquí no pretenda colocarse en un marco rígido de condiciones impuestas por la milicia, por lo que está dispuesto a continuar la práctica de presionar a los grupos armados iraquíes para forzarlos. para presentar a Bagdad oficial.

Vale la pena señalar que las contradicciones actuales entre el gobierno nacional iraquí y la milicia no son únicas en su contenido. El conflicto lleva mucho tiempo ardiendo en las profundidades de la sociedad iraquí, dadas las repetidas declaraciones públicas del primer ministro Mustafa al-Kazimi sobre la necesidad de abolir la mayoría de las unidades de movilización popular. Sin embargo, el arresto de Qasem Musleh al-Khafaji sirvió como una «línea roja», que cruzó la cual el gabinete de ministros iraquí enfureció seriamente a los líderes de la milicia.

Por primera vez, las unidades de movilización popular participaron en la crisis política interna iraquí. El punto de partida para esto fueron los numerosos discursos del ministro de Defensa iraquí, Jumaa Inad, quien cuestionó la participación de la milicia en la lucha contra ISIS. En particular, dijo que el papel clave de la milicia en la eliminación de células terroristas es, por decir lo menos, exagerado. De hecho, según Jumaa Inad, Irak está obligado a liberar al ejército regular del «Estado Islámico».

Tales declaraciones fueron una de las principales razones por las que la milicia iraquí lanzó la iniciativa de realizar un desfile militar en Bagdad el 26 de mayo de 2021, y así envió un mensaje claro al gobierno nacional de que no se debe subestimar el factor callejero iraquí.

Mientras tanto, debido a la actitud hacia el liderazgo central en las filas de las milicias iraquíes, ha habido una clara división. Los puntos centrales de desacuerdo fueron: la determinación de los límites de los poderes del Estado para garantizar la seguridad nacional y el grado de participación de las formaciones armadas en la vida política del país. Como resultado, los representantes de la Bagdad oficial esperan excluir a los líderes de la milicia del proceso electoral, para no permitirles ingresar al gobierno nacional.

El desfile militar del 26 de mayo de 2021 también provocó divisiones dentro del campo de la oposición iraquí. La sociedad iraquí se mostró ambivalente ante la iniciativa de las milicias, quienes, en lugar de aprender a resolver problemas con el gobierno nacional en el plano político, decidieron demostrar su fuerza. Los iraquíes comunes vieron esto como una señal para otra escalada del conflicto armado en el escenario interno. En este contexto, muchos líderes de las milicias llegaron a la conclusión de que no deberían haberse distanciado tan bruscamente de Bagdad y, por lo tanto, ahuyentado a una parte significativa de la población local.

El gobierno de Mustafa al-Kazimi aprovechó las divisiones entre sus oponentes y dijo que la noticia del arresto del comandante de las fuerzas de movilización en el oeste de Anbar, Qasem Musleh al-Khafaji, era falsa. Esta declaración recibió una amplia respuesta entre los ciudadanos, la mayoría de los cuales comenzó a criticar a los líderes de las milicias, acusándolos de intensificar artificialmente el conflicto. Al mismo tiempo, el liderazgo iraní también fue criticado, gracias a que el régimen del ayatolá comenzó a negociar con la milicia iraquí sobre la formación de formaciones armadas secretas del IRGC en las cercanías de Bagdad.

Tal delimitación en el campo de la oposición iraquí, impulsada por el liderazgo central del país, provocó múltiples enfrentamientos por disputas sobre la necesidad de garantizar la imagen del Estado. El jefe de la organización, Badr Hadi al-Amiri, ha vinculado repetidamente la imagen de la milicia con la imagen de Irak, creyendo que quien ignora la voz del pueblo ignora la voz del estado. Sin embargo, el gobierno nacional utiliza sistemáticamente la fuerza bruta para reprimir la posición de las unidades de movilización popular, y así, basándose en la lógica de Hadi al-Amiri, socava la imagen de Irak.

Es de destacar que el titular del Consejo Supremo Islámico Ammar al-Hakim pronunció palabras de condena al desfile militar del 26 de mayo de 2021 y, con ello, confirmó que existen diferencias fundamentales en las filas de la oposición iraquí, principalmente en temas políticos. asuntos. Prueba clara de ello es también el hecho de que durante una de las recientes sesiones parlamentarias, representantes de la coalición Al-Fateh atacaron al ministro de Defensa del país, acusándolo de traición e incitación a la rebelión.

En estas condiciones, la crisis política interna en Irak en un futuro próximo puede desarrollarse en dos direcciones. En primer lugar, el escenario de cambiar las tácticas de la milicia popular hacia la moderación parece muy realista. Esto se debe a la necesidad de evitar un mayor agravamiento de la posición de la milicia en la escena política. Sin embargo, esto no indica en absoluto el final de la lucha contra Mustafa al-Kazimi. Mientras tanto, podemos hablar, muy probablemente, de alguna forma de tregua entre las formaciones armadas y el primer ministro del país. Al mismo tiempo, el foco principal de las unidades de movilización popular se centrará en el ministro de Defensa iraquí, que ha sido elegido como el principal objetivo del descontento general con los resultados de la política iraquí.

Además, no se puede descartar un escenario de derramamiento de sangre a gran escala, especialmente en vísperas de las próximas elecciones parlamentarias en el país. Al parecer, Bagdad no tiene la intención de detener sus acciones agresivas después del arresto de Qasem Musleh al-Khafaji. Como resultado, se esperan nuevas provocaciones, que serán percibidas por los líderes de la oposición como «la gota que colmó el vaso de la paciencia iraquí». En cualquier caso, el gobierno de Mustafa al-Kazimi, luego del desfile militar del 26 de mayo de 2021, llegó a la conclusión de que puede seguir ejerciendo presión sobre las formaciones armadas sin temor a la indignación popular, ya que los iraquíes comunes, por la en su mayor parte, están cansados ​​de interminables conflictos internos. Por lo tanto, Bagdad puede intentar aumentar la presión, reafirmando la creencia de que esto no tendrá consecuencias trágicas. Mientras tanto, la posibilidad real de que la calle iraquí se movilice se puede observar abiertamente en la víspera del día de la votación el 10 de octubre de 2021, cuando es muy probable que Bagdad decida posponer la fecha de las elecciones o disolver la milicia, lo que empujará a la gente a rebelarse. 

Publicado el 14 de Junio en: http://oneworld.press/?module=articles&action=view&id=2081 

Por DENIS KORKODINOV: Editor del Servicio de Investigación de la revista sociopolítica interestatal «World Community».

Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de su autor y no representan necesariamente el punto de vista de Dossier Geopolitico.

El dia Jueves 17 de Junio del 2021 disertó el Prof. Dr. Miguel A. Barrios Director Academico de Dossier Geopolitico en la Escuela Superior de Guerra de Brasil en Rio de Janeiro, invitado por el Director del Instituto de Doctrina Operacional de Guerra, General de Brigada Joao Cesar Zambao da Silva y por el Coordinador de los Grupos de Investigación de la Escuela Superior de Guerra Profesor Ronaldo Gomes Carmona; el Dr. Barrios disertó sobre la temática: Geopolitica, Soberanía y “Nuevo Orden Internacional” en la “Nueva Normalidad”

Importante evento promovido por el Grupo de Investigación de Estudios de Guerra, del cual participaron Personal Superior de la ESG de Rio de Janeiro e investigadores de la misma institución participó como invitados de la ESG, el Director Ejecutivo de Dossier Geopolitico.

Ponemos a disposición de nuestros seguidores e interesados en estos temas el video de la Conferencia Completa:

La cumbre de Ginebra entre Biden y Putin ofrece una chance, para retornar a un equilibrio estratégico, pero, para lograrlo, EE.UU. debe abandonar las fórmulas de los siglos XIX y XX.

Por Eduardo J. Vior

Al concluir la cumbre del Grupo de los Siete (G-7) en el Reino Unido, el presidente Joe Biden declaró el domingo triunfalista que «Estados Unidos ha vuelto a la mesa». El anciano mandatario partió el domingo de Cornualles hacia Bruselas, donde este lunes habló ante la conferencia anual de la OTAN y de allí siguió viaje hacia Ginebra, Suiza, donde este miércoles se encuentra con su colega ruso Vladímir Putin.

Los estrategas norteamericanos esperan con esta gira recuperar un vínculo fluido con la diplomacia europea, afirmar su liderazgo y, de ser posible, atraer a Rusia a una “coexistencia pacífica” sin China. Por las dudas, ya afianzaron una nueva “alianza del Atlántico” con el Reino Unido, remedando la firmada en 1941 entre Roosevelt y Churchill. Los estadounidenses proponen al Kremlin invertir los términos de la segunda fase de la Guerra Fría: si entonces se aliaron con China (viaje de Nixon a Beijing en 1972), para aislar a la Unión Soviética, ahora quieren establecer con Rusia una cooperación que margine a la República Popular. Repiten las tácticas británicas de los siglos XIX y XX, sin darse cuenta de que el escenario cambió. De una errónea apreciación de la realidad no puede surgir una estrategia correcta.

Los líderes de la OTAN posan para una foto de grupo en la sede de la alianza en Bruselas el 14 de junio

Al terminar este lunes 14 la cumbre de la Organización del Atlántico Norte (OTAN) en su sede central de Bruselas, los jefes de Estado y de gobierno presentes acordaron la agenda «OTAN 2030», una iniciativa global para garantizar que la alianza esté preparada para afrontar los retos del futuro. Según la agenda, la OTAN intensificará la consulta política y la resistencia de la sociedad, reforzará la defensa y la disuasión, afinará la ventaja tecnológica y desarrollará su próximo concepto estratégico a tiempo para la cumbre de 2022.

Los líderes también tomaron decisiones sobre los ámbitos operativos más recientes: el ciberespacio y el espacio. El bloque acordó en este sentido una nueva política de ciberdefensa que, se supone, debe garantizar que el bloque cuente con sólidas capacidades técnicas, consultas políticas y planificación militar para «mantener nuestros sistemas seguros». En cuanto a Rusia, los líderes de la OTAN dijeron que estaban abiertos a un diálogo político, pero que seguían siendo «claros» en cuanto a los desafíos que supuestamente plantea.

En su declaración sobre la situación internacional manifestaron que China representa “un riesgo para la seguridad”. En el comunicado final se afirma que las «ambiciones declaradas y el comportamiento asertivo de China presentan desafíos sistémicos al orden internacional basado en normas». La OTAN también advierte que está “preocupada” por las «políticas coercitivas» de China, la expansión de su arsenal nuclear y su «frecuente falta de transparencia y uso de la desinformación».

Nunca antes se había mencionado de este modo y con esta centralidad a China. Sin embargo, en el resumen publicado por la agencia oficial de noticias Xinhua no se mencionan los párrafos más agresivos del comunicado y se relativiza su importancia diciendo que “cuando se trata de China, las opiniones e intereses de los aliados europeos son diferentes a los de Washington. Después de la cumbre, la canciller alemana Angela Merkel dijo que la decisión de la OTAN de nombrar a China como un desafío ‘no debería ser exagerada’ porque China, al igual que Rusia, también es un socio en algunas áreas.”

Por su parte, el presidente ruso Vladímir Putin reiteró el domingo durante una entrevista con la cadena estadounidense NBC la necesidad de «previsibilidad y estabilidad» en las relaciones entre Rusia y EE.UU. La entrevista fue emitida este lunes por el canal norteamericano. Durante la tensa conversación en la que el presidente reprendió al periodista por interrumpirlo varias veces, Putin comentó las acusaciones de Washington de que unos piratas informáticos rusos perpetraron ciberataques en EE.UU. y las tachó de «farsa». En ese contexto, Putin instó a que Washington y Moscú sumen esfuerzos en la lucha contra la delincuencia cibernética. El mandatario declaró, asimismo, que está abierto a un intercambio de prisioneros entre los dos países.

La cumbre entre ambos presidentes se realiza a pedido de los norteamericanos, después de que, con un impresionante despliegue de tropas en las fronteras de Ucrania, Rusia puso un límite claro a la provocación británica y ucraniana, cuyo presidente, Volodymyr Zelensky, pretendía recuperar Crimea y el este del país. En ese momento se dio el punto de inflexión: Biden llamó a Putin y le propuso «una reunión en la cumbre en un tercer país en los próximos meses para discutir toda la gama de cuestiones que enfrentan los Estados Unidos y Rusia».

Según la Casa Blanca, el encuentro debería servir para iniciar una discusión sobre «una serie de cuestiones regionales y globales, incluyendo un diálogo de estabilidad estratégica sobre el control de armas”.

La cumbre tendrá lugar en momentos en los que las relaciones entre Moscú y Washington «se han deteriorado hasta su punto más bajo de los últimos años», según declaró Putin. A su vez, el canciller ruso Serguéi Lavrov, previamente había dicho que no se hacía ilusiones de que en Ginebra se vayan a producir grandes avances. No obstante, ambas partes esperan que el encuentro tenga un resultado positivo y se prevé que se discuta una amplia variedad de temas.

Durante su discurso en el marco del Ciclo de Conferencias Primakov, un foro internacional en honor del expresidente del Gobierno ruso y destacado diplomático Yevgueni Primakov, el ministro de Exteriores de Rusia informó el pasado miércoles 9 que Moscú y Washington están llevando a cabo «contactos bastante intensos» sobre estabilidad estratégica.

Vladímir Putin durante la entrevista con la NBC noteamericana el pasado domingo 13

«Hablando francamente, señaló, estamos a favor de un enfoque integral, para tener en cuenta en el diálogo con EE.UU. todos los factores que afectan la estabilidad estratégica.» Y precisó que esto incluye armas nucleares y no nucleares, ofensivas y defensivas.

Al mismo tiempo, durante la cumbre Moscú tiene previsto recordarle a EE.UU. la propuesta rusa para una moratoria en el despliegue de cohetes de medio y corto alcance en Europa, así como las medidas de verificación sugeridas. «Los invitamos a visitar la región de Kaliningrado y ver con sus propios ojos los misiles Iskander y, a cambio, queremos que nuestros especialistas visiten las bases de defensa antimisiles [de EE.UU.] en Rumania y Polonia», explicó Lavrov.

Lavrov recordó también que Vladímir Putin propuso en septiembre del año pasado a EE.UU. «medidas prácticas» para restaurar la cooperación entre ambos países en el campo de la seguridad en el uso de las tecnologías de la información y la comunicación. En el mismo sentido, este martes 15 el viceministro de Exteriores Serguéi Riabkov sugirió que uno de los resultados de la cumbre podría ser el regreso de los embajadores ruso y estadounidense respectivamente a Washington y Moscú de donde fueron retirados en marzo pasado.

Por su parte, Joe Biden anunció que tiene la intención de reclamar, en particular, por las violaciones de derechos humanos. Asimismo, prevé abordar la supuesta injerencia rusa en las elecciones estadounidenses, así como los presuntos ataques cibernéticos a la infraestructura norteamericana. No obstante, el presidente de EE.UU. afirmó el domingo que está «abierto» a la propuesta de Putin de entregar ciberdelincuentes a EE.UU. si Washington hace lo mismo con quienes a atacan a Rusia desde las redes.

El mandatario norteamericano también espera trabajar junto con Rusia «en términos de alguna doctrina estratégica» y sobre cuestiones relacionadas con el clima, declaró. Se prevé, además, que se discuta sobre cooperación económica.

Previamente, desde el Kremlin comunicaron que los mandatarios planean discutir el estado y las perspectivas de desarrollo de las relaciones entre Rusia, incluidas la lucha contra la pandemia de coronavirus y la solución de conflictos regionales.

La semana pasada el presidente Putin había señalado que entre los principales objetivos de Rusia para la cumbre destacan el restablecimiento de contactos personales y de un diálogo directo, así como la creación de mecanismos de interacción que realmente funcionen.

Villa La Grange, Ginebra (Suiza), sede del encuentro entre Joe Biden y Vladímir Putin el próximo 16 de junio

Quien más está influyendo para que Biden adopte una posición sensata es el jefe de la CIA, William Burns, quien tiene una extensa experiencia en el trato con Rusia. Cuando en 2008 en el gobierno de George W. Bush se planeaba convertir a Ucrania y Georgia en miembros de la OTAN, él era embajador en Moscú. El 1 de febrero de 2008, en un cable a Washington después de una reunión con el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguei Lavrov, el diplomático resumió correctamente la posición rusa al respecto titulando «NYET MEANS NYET: RUSSIA’S NATO ENLARGEMENT REDLINES» (Nyet quiere decir nyet: la línea roja de los rusos contra la ampliación de la OTAN). La fina y experimentada mano del ahora director de la CIA se nota ahora en la «Evaluación Anual de la Amenaza de la Comunidad de Inteligencia de Estados Unidos 2021», publicada a principios de abril, un informe notablemente equilibrado y sincero sobre cómo ve Moscú las amenazas a su seguridad

Rusia no quiere un conflicto directo con las fuerzas estadounidenses, pero denuncia que EE.UU. viene desde hace años tratando socavar a Rusia, debilitar al presidente Vladimir Putin e instalar regímenes pro-occidentales en los estados de la antigua URSS. Por ello, el Kremlin busca un acuerdo con Washington sobre la no injerencia mutua en los asuntos internos de ambos países y el reconocimiento de las respectivas esferas de influencia.

Desgraciadamente, al realismo de Burns se contrapone el simplismo ideológico del secretario de Estado Blinken. En Washington hay demasiados burócratas ideologizados y mercaderes de la muerte interesados en que la cumbre fracase. Hasta que ambos presidentes y sus asesores se reúnan y encuentren un tono sensato y realista, no hay seguridad de que el encuentro sirva para reducir las tensiones.

Al encontrarse en Ginebra, Joe Biden y Vladímir Putin tienen la posibilidad de recomenzar un diálogo estratégico entre ambas potencias que nunca debió abandonarse, pero, para que les sea posible emprender este camino, es necesario que EE.UU. cese de tratar de separar a Rusia de China. El viejo juego británico de los siglos XIX y XX sirvió a los occidentales para dominar Eurasia, colonizar a China y amenazar la unidad de Rusia, pero ahora la situación cambió completamente: la alianza entre Moscú y Beijing es indestructible, se profundiza y amplía cada día. Como entre los siglos XIII y XV, cuando el Imperio Mongol unificó la mayor masa continental del planeta, Eurasia habla con una sola voz y las potencias marítimas han quedado afuera. Ésta es la nueva realidad que enmarca el encuentro del miércoles. Si los norteamericanos dejan de oír a los británicos y aceptan la realidad, existen muchas chances de que puedan establecer con Rusia reglas de convivencia que los beneficien mutuamente. Si, por el contrario, insisten en aplicar esquemas ideológicos de la Guerra Fría o del período de la expansión colonial, se encontrarán con ventanillas cerradas en un contexto en el que ya no son la única potencia dominante. Nuevos desafíos requieren nuevas soluciones, pero para hallarlas, es preciso atenerse a la realidad y olvidar las ideologías.