Alexander Duguin analiza la idea unipolar imperialista que intentan imponer, los Neocom con la Cumbre Democratica que promovio Biden en estos dias. Dossier Geopolitico

Por: Alexander Dugin

Traducción de Juan Gabriel Caro Rivera

Este 10 de diciembre el presidente estadounidense Joe Biden celebró la famosa “Cumbre Democrática” a la que asistieron más de 110 países de los 197 que existen. Es por esa razón que resulta inútil subestimar la dimensión política de semejante acontecimiento.

No obstante, es obvio que el gobierno de Biden ha decidido seguir la línea de los neoconservadores y preservar a cualquier precio la unipolaridad: esta cumbre es un intento de revestir la hegemonía estadounidense con un halo de legitimidad.

Todo esto nos recuerda que los acontecimientos geopolíticos de los siglos XX-XXI siempre se han visto reflejados en las instituciones internacionales.

Por ejemplo, la ONU fue creada tras la Segunda Guerra Mundial y fue el resultado del equilibrio de poder que surgió tras la derrota del fascismo europeo y el militarismo japonés. De hecho, los aliados (es decir, los países antifascistas) ya había comenzado a bosquejar este nuevo reordenamiento del mundo antes de que hubiera acabado la guerra y simplemente lo legitimaron cuando esta terminó y nació un nuevo orden mundial post-fascista que solo reconocía la existencia de dos ideologías: el liberalismo (el Occidente capitalista) y el socialismo (el bloque soviético). Ambos actores terminaron por ser denominados como:

  • El Oriente socialista
  • Y el Occidente capitalista.

De todos modos, también aparecieron otros actores internacionales, como el Movimiento de los Países No Alineados, los cuales eran neutrales y se solidarizaban esporádicamente con uno u otro actor. Es, dentro de este contexto, que podemos comprender que la ONU no es otra cosa que un reflejo de las relaciones internacionales surgidas de la Segunda Guerra Mundial.

Por lo tanto, la ONU es en realidad una institución que nació del orden mundial bipolar, cuando dos sistemas mundiales diferentes estaban en competencia y se enfrentaban siguiendo unas reglas preestablecidas. Esto es confirmado por el hecho de que el órgano más influyente al interior de la ONU es el Consejo de Seguridad, compuesto por las cinco mayores potencias de su momento (que posteriormente se volvieron poderes nucleares): EE.UU., Rusia, China, Inglaterra y Francia. De hecho, tal composición del Consejo de Seguridad de la ONU es la encarnación por excelencia de la paridad del equilibrio estratégico del mundo bipolar.

La desintegración del bloque soviético y la caída de la URSS llevaron a muchos expertos estadounidenses a exigir la reforma o la disolución de la ONU, ya que este organismo había quedado desactualizado y necesitaba adaptarse a las nuevas condiciones internacionales o bien debía desaparecer y ser reemplazado por uno nuevo. El argumento era el siguiente: la ONU era un reflejo del mundo bipolar donde se enfrentaban de forma equivalente dos ideologías opuestas (el liberalismo y el comunismo)

El desplome de uno de los dos polos y la posterior aceptación del capitalismo por parte de los regímenes poscomunistas (las reformas económicas en la China de Deng Xiaoping y la imposición de las políticas liberales por parte de Yeltsin y los reformadores tanto en Rusia como en Europa del Este y las antiguas repúblicas soviéticas) significaba que en la práctica prevalecía un único sistema económico: el Occidente capitalista.

La unipolaridad que surgió en la década de 1990 contrastaba fuertemente con la estructura rudimentaria de la ONU, la cual no era otra cosa que una reliquia que pertenecía a una realidad histórica – la bipolaridad – completamente diferente.

Los neoconservadores estadounidenses impulsaron mucho este proceso, insistiendo en que la unipolaridad y la hegemonía estadounidense debían adquirir un “estatus legal” al interior de la comunidad internacional, tal y como el Imperio Británico había declarado en su momento que todos los océanos del mundo le pertenecían. Todo ello implicaba la disolución de la ONU y la creación de un organismo internacional que solo tuviera un único líder (EE. UU.) secundado por sus aliados más cercanos (es decir, sus vasallos). El resto de los países no poseerían otra cosa que el derecho asimétrico de estar de acuerdo (aunque sea a regañadientes) con las decisiones de Washington. Tales proyectos han sido formulados, presentados y discutidos en muchas partes por neoconservadores y defensores del Imperio Mundial estadounidense (como sucede con el británico Niall Fergusson).

El político republicano y neoconservador John McCain, quien fue el rival de Barack Obama en las elecciones presidenciales de 2008, fue uno de los que más promocionó la idea de crear una “Liga Democrática”, llegando al punto de proponer en su programa electoral la formación de “una nueva ONU, sin Rusia y China», especialmente porque semejante proyecto uniría a un total de “más de cien Estados democráticos” distintos.

La idea detrás de fundar esta “Liga Democrática” era la de legitimar la unipolaridad.

McCain comenzó a impulsar este proyecto en un momento en que Rusia y China habían dejado de ser satélites obedientes de Occidente (o, al menos, como parecía en la década de 1990) y empezaron a convertirse en polos soberanos e independientes: Rusia se convirtió en una potencia militar y energética, mientras que China era una potencia económica. Es por eso que el neoconservador McCain quería excluir de la “Liga Democrática” tanto a Rusia como China, siendo esta una especie de amenaza abierta frente al fortalecimiento de la soberanía de estos países.

Sin embargo, la influencia de Rusia y China ha aumentado significativamente y hoy es muy común hablar de un mundo tripolar en el que, además de Moscú y Pekín, han comenzado a aparecer otros países soberanos, como Irán, Turquía, Pakistán, etc., que desarrollan políticas soberanas cada vez más independientes de los Estados Unidos y la OTAN. Por lo tanto, la ONU vuelve a cambiar de papel y se ha convertido en una institución internacional que esta siendo testigo del nacimiento de un mundo tripolar, el cual probablemente se convertirá en multipolar en un futuro próximo. Resulta interesante que tanto Rusia como China hayan sido los antiguos pilares sobre los cuales se había creado el mundo socialista (China sigue siendo fiel al socialismo, a pesar de las reformas que ha experimentado en los últimos años).

Ahora bien, Joe Biden, el candidato del Partido Demócrata, es decir, el representante del mismo partido de Barack Obama, esta poniendo en práctica la agenda que John McCain propuso durante el 2008 y que los neoconservadores habían formulado hacía mucho tiempo: celebrar una “Cumbre Democrática” de la cual se excluyó a Rusia, China y otras naciones soberanas que no reconocen la hegemonía estadounidense. Es como si los acontecimientos hubieran dado un giro de 180 grados en los Estados Unidos. El candidato republicano Donald Trump terminó por convertirse en el “principal enemigo” de los neoconservadores y abrazó, a su manera, la multipolaridad, mientras que el demócrata y globalista Biden (que sustituyó a Trump) es el impulsor de una política hegemónica y abiertamente imperialista, adoptando todas las ideas de los neoconservadores. Es por eso que Biden quiere seguir ampliando la OTAN hacia el Este, promover el conflicto entre los rusos y ucranianos, o apoyar a la oposición liberal radical en Rusia; mientras tanto, ataca a China creando bloques económicos y militares como AUKUS y QUAD, y promueve el separatismo en Taiwán y Xinjiang.

Este es precisamente el sentido del eslogan presidencial de Build Back Better de Biden. Al principio su significado no era muy claro y muchos pensaron que se trataba de un retorno a la política de Obama. Pero no, era un retorno a la hegemonía unipolar estadounidense (y, en un sentido más amplio, anglosajona), siendo esto una especie de declaración de guerra contra el surgimiento de un mundo tripolar (multipolar) y un fortalecimiento del imperialismo estadounidense. Build Back Better significa regresar a la década de 1990, cuando la unipolaridad era indiscutible.

Por supuesto, la cumbre que ha celebrado Biden bajo el amparo de los neoconservadores nada tiene que ver con la democracia. Se trata de una iniciativa puramente imperialista y quienes la apoyan o no comprenden de lo que se trata o simplemente aceptan su condición de “vasallos” dentro de un sistema de relaciones internacionales rígidamente jerárquico en el cual solo existe una cabeza (los Estados Unidos) que tiene a su servicio una serie de estructuras subordinadas (como la OTAN).

¿Cómo responderán a esto los partidarios de la democracia? ¿O que harán Rusia y China?

Es necesario defender la ONU, sabotear todas las iniciativas que desean imponernos la unipolaridad e ignorar esta cumbre tildándola de un vergonzoso encuentro imperialista.

FUENTE: https://www.geopolitica.ru/es/article/la-sumision-de-los-esclavos

Fueron convocados los principales aliados de Estados Unidos, mientras hubo grandes excluídos. Una jugada geopolítica frente a importantes competidores a nivel mundial: China y Rusia.

Santiago Montag – @SalvadorSoler10

El presidente estadounidense, Joe Biden, invitó a líderes de 110 países, a una “Cumbre virtual por la Democracia” este 9 y 10 de diciembre. Una política de manotazos de ahogado para evitar la decadencia del imperialismo.

A esta reunión fueron convocados sus principales aliados de Estados Unidos y donde hubo grandes ausencias en un contexto de competencia estratégica con China. Por eso, es tan importante la lista de invitados como la de excluidos.

La cumbre debatirá sobre los principales problemas a escala global: “autoritarismo”, “corrupción” y “derechos humanos”. Tres ideas básicas que Estados Unidos cree tener autoridad moral para juzgar al resto, además de poder decidir qué países están (o no) a la altura de defender los valores occidentales de “democracia, libertad y fraternidad”, que en últimas instancia son los valores que la clase capitalista utiliza para sus intereses.

En los hechos, como todos sabemos, Estados Unidos es el principal promotor (y responsable) de dictaduras militares, de la proliferación de guerras sectarias (como en Afganistán, Irak y Siria), de la desigualdad y la pobreza global al exportar su modelo de capitalismo. Además en la actualidad una parte importante de los derechos democráticos en el mundo fueron recortados o manipulados por los gobiernos con la excusa de la pandemia de covid-19, mientras no se liberaron las patentes para enfrentarla. En resumen, cambiaron los derechos civiles, el hambre y la miseria de millones a costa de defender el dinero de los grandes laboratorios globales.

Incluso The Economist en un estudio sobre el Índice de la Democracia Global, donde cada país califica en cada categoría según los criterios establecidos por periódico liberal con sedeen Londres, nombró a Estados Unidos como una «democracia defectuosa»; mientras que a nivel global dicen que se ha caído varios puntos.

Desde su llegada a la Casa Blanca en enero, la política internacional de Biden se centró en el combate entre las “democracias” y las «autocracias», desde su perspectiva encarnadas por China y Rusia. Si bien esto es cierto, ya que ambos países aunque con diferencias, mantienen coartadas varias libertades democráticas, persecución y encarcelamiento de opositores (en China incluso de discriminación etno-religiosa a los uigures que son encerrados en campos de concentración), libertad de prensa u organización, etc. En el caso chino su visión parte de la centralización burocrática del Partido Comunista Chino bajo un régimen de partido único. Mientras que Rusia, si bien permite la existencia de partidos opositores, son mayormente perseguidos, donde su visión está vinculada al eurasianismo y la oposición a los valores occidentales.

En esa línea, la «Cumbre por la Democracia» es una de sus prioridades, además de una de sus promesas de campaña. Pero de fondo existe un enfrentamiento geopolítico con sus competidores en el cuál hace uso de la palabra «democracia» para partir el mundo entre «buenos» y «malos».

¿Porqué? China que ha hecho grandes avances a escala global tejiendo alianzas políticas y económicas en espacios de influencia norteamericana y europea. Por otro lado, el enfrentamiento con Rusia es clave, donde Estados Unidos busca quebrar los posibles acercamientos con la Unión Europea, concretamente Alemania (sobre todo por la dependencia de hidrocarburos), a través de distintas líneas de falla: la guerra en civil en Ucrania y la crisis de refugiados.

Si analizamos la lista de participantes vemos la exclusión de China y la invitación a Taiwán -que Beijing considera como una de sus provincias- desató la indignación de Beijing, que expresó su «firme oposición», según un vocero de su Ministerio de Relaciones Exteriores. Como se puede leer en El país, China respondió con un documento titulado “China, una democracia que funciona”, en el que presumía de sus credenciales como Estado de derecho, pese a décadas de evidencias en contra, y argüía que “no hay un modelo fijo de democracia”.

Taiwán, por su parte, agradeció a Biden la convocatoria que, según dijo, permitirá a la isla de gobierno autónomo «compartir su exitosa historia democrática», indicó la Presidencia en un comunicado.

De América Latina, el mandatario estadounidense invitó a Brasil, Argentina, Chile, Colombia, Ecuador, México, Paraguay, Perú y Uruguay y excluyó a Venezuela, Cuba, Nicaragua, Bolivia y El Salvador. Una forma de quebrar los acercamientos que hubo entre los gobiernos pos neoliberales en busca de conformar bloques de alianzas que permitan algunas cuotas de autonomía del imperialismo. Sin embargo, Biden rápidamente tiró con la correa del FMI para acomodar el tablero, ya que la mayoría de los países de la región tienen abultadas deudas con el Fondo (como es el caso argentino). Esto incluso gracias a aliados más firmes, casualmente de la derecha latinoamericana considerados lejanos a la “democracia” como Jair Bolsonaro, Sebastián Piñera o Iván Duque. Todos ellos mantienen presos políticos además de reprimi a la juventud y los trabajadores que se manifiestan en las calles por sus derechos o a los pueblos originarios que luchan por sus tierras. Además, como parte del posicionamiento en la reión, Biden invitó a Juan Guaidó, el opositor ultraneoliberal a Nicolás Maduro en Venezuela.

De Medio Oriente -donde predominan las monarquías absolutas como la de Arabia Saudita firmes aliados de Estados Unidos y otros regímenes no democráticos – , solamente Israel e Irak fueron invitados a la reunión. Lo que tienen en común estos dos países son las tensiones con Irán. En el caso de Israel, que no puede ser considerado una democracia sino una etnocracia que aplica un brutal apartheid a los palestinos, están en constante enfrentamiento con Irán. Mientras que Irak, cuyo régimen tutelado por Estados Unidos desde la invasión en 2003, atraviesan en los últimos años una disputa interna por las influencias que ha logrado Irán en ese país, lo cuál su participación en la cumbre es todo un mensaje a los persas que han entrado recientemente a la Organización de Cooperación de Shanghai (liderada por China y Rusia).

Por otro lado, algunos aliados tradicionales de la región a Estados Unidos, como Egipto o Turquía (que es miembro de la OTAN), no estuvieron invitados.

En Europa, Polonia está representada, pese a las recurrentes tensiones con Bruselas sobre los estatutos de pertenencia a la UE con respecto al estado de derecho, por otro lado la xenofobia, los ataques hacia las mujeres y las personas LGTBI. Por otro lado, Hungría que está encabezada por el ultraderechista Viktor Orbán como Primer Ministro, no figura en la lista del Departamento de Estado.

Si bien es lógica esta exclusión, merece ser analizado, ya que su país al pertenecer a la OTAN y la UE, ha logrado mediante el veto que la Unión participe en nombre de toda la comunidad europea y asuma compromisos financieros o jurídicos. Por lo cuál, como se lee en El país el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, estarán con las manos atadas a la hora de ofrecer compromisos vinculantes, y sus intervenciones deberán limitarse a los principios previstos en el Tratado de la Unión para la política exterior comunitaria.

De todas maneras cabe preguntarse ¿Porqué a Orbán lo dejaron fuera de la fiesta, pero si a la República Democrática del Congo los invitaron a pesar de tener índices democráticos muchos más bajos que los húngaros? Para el caso de Hungría pareciera una estrategia calculada dados los resultados que mencionamos, sabiendo que la Unión Europea está intentando ganar mayor autonomía de los Estados Unidos, no podrá actuar como bloque.

En cuanto a África, la República Democrática del Congo, Kenia, Sudáfrica, Nigeria y Níger forman parte de los invitados. Una forma de acercarse a una región abandonada, cuyo espacio ha sido aprovechado tanto por Rusia como Turquía (que abrió más embajadas que cualquier otro país en el continente) donde participan apoyando regímenes polémicos. En el caso de China, el principal inversor en el continente y además un importante acreedor, ha abierto una base militar en Guinea Ecuatorial (la primera en el Atlántico) que le brinda proyección hacia el Atlántico Sur, algo que preocupa al imperialismo norteamericano.

Por Asia figura India, a pesar de los ataques recurrentes a la comunidad musulmana y la limpieza étnica en Cachemira. También fue invitado Pakistán, pero se bajó pocos días antes. Otro personaje controvertido fue Rodrigo Duterte de Filipinas, un claro personaje que ha desdeñado cualquier idea de democracia desde que asumió al poder, sobre todo en términos de Derechos Humanos.

Esta cumbre fue organizada, en vistas de Joe Biden, por los numerosos reveses que sufrió la democracia en los últimos meses en países donde Estados Unidos tenía importantes esperanzas, aseguran los organizadores. Por supuesto se está hablando de la limitada democracia capitalista.

Entre ellos Sudán y Myanmar (antigua Birmania), escenarios de golpes de Estado militares; Etiopía, atrapada en un conflicto con riesgo de «implosionar» hacia una guerra civil de gran escala y conflictos inter-étnicos que muchos analistas anuncian que se podría acercar al terrible genocidio en Ruanda; así como Afganistán, donde los talibanes tomaron el poder después de que Estados Unidos saliera del país tras 20 años de supuestos esfuerzos de democratización.

Es interesante observar que según un reporte de la organización International IDEA, con sede en Estocolmo, el propio Estados Unidos se sumó por primera vez a la lista de «democracias en retroceso», principalmente debido a una degradación bajo la era del ex presidente Donald Trump.

Sin embargo, esto pareciera ser una máscara de autocrítica para mostrar una importante relación de fuerzas frente a sus principales competidores e imponer una institucionalidad que le permita al imperio volver a liderar el mundo al polarizar entre “buenos” y “malos”. Una línea muy difusa que podría hacer que a Biden le salga el tiro por la culata en medio de una China ascendente y regímenes, como el de Pakistán, la India, Hungría por decir algunos, que no comparten los valores norteamericanos. Pero de fondo está la puja por quién establece las reglas del juego en la arena mundial donde las clases trabajadoras y populares deben intervenir por sus propios intereses en forma independiente de cualquiera de estos bandos.

Fuente: https://www.laizquierdadiario.com/Cumbre-por-la-Democracia-de-Biden-una-maniobra-geopolitica-contra-China-y-Rusia

Hay que producir más comida, sana y nutritiva, con menos recursos y de modo más amigable con el ambiente; el desafío de revisar estrategias y prioridades en los distintos países

Por: Marcelo Regúnaga

En el siglo XXI, y con mayor énfasis en los últimos años, la agenda internacional ha registrado cambios en las prioridades de las políticas y los mecanismos de gobernanza de los temas críticos a nivel global. En este nuevo escenario, de mayores desafíos para atender a la demanda mundial creciente de más y mejores alimentos, ante las restricciones en la disponibilidad y el uso de los recursos naturales, y la necesidad de mitigar los impactos negativos en el cambio climático del actual modelo de desarrollo económico, el rol geopolítico de los sistemas alimentarios ha emergido con una alta prioridad en los principales foros internacionales (Grupo de los Ocho, G-20, Cumbre sobre los Sistemas Alimentarios de la Organización de las Naciones Unidas, Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático). La importancia estratégica del sector agroalimentario se ha jerarquizado en todo el mundo y los países están revisando sus políticas al respecto.

A nivel global se necesita producir más alimentos, sanos y nutritivos, con menos recursos y de una manera más amigable con el ambiente. Es un importante desafío que plantea la necesidad de revisar las estrategias productivas y prioridades de las políticas en los distintos países. Muchas regiones del mundo han deteriorado sus recursos naturales con sistemas productivos muy intensivos, que utilizan altas dosis de energías fósiles (combustibles, fertilizantes, etcétera) que tienen impactos negativos en el calentamiento global, además del agotamiento y las pérdidas de la capacidad productiva de sus recursos naturales (agua y suelo) y las pérdidas de biodiversidad.

La situación actual difiere sustancialmente entre los distintos países y regiones, por lo que las necesidades y urgencias en los procesos de transformación de los sistemas alimentarios requeridos también son distintas. Ello se ha reconocido en la reciente Cumbre sobre los Sistemas Alimentarios de la Organización de las Naciones Unidas, celebrada en Nueva York, a partir de las valiosas y coordinadas contribuciones de los ministros de Agricultura de las Américas, entre las que se ha destacado la activa participación de la ministra de Agricultura de Brasil, Tereza Cristina.

Sin duda, los sistemas productivos muy intensivos de Europa y Asia deben iniciar en forma perentoria un proceso de importantes transformaciones, para evolucionar hacia sistemas más sostenibles y con menores impactos ambientales, en forma similar al proceso continuo de mejora de la producción agropecuaria iniciado en la Argentina hace tres décadas, que hoy nos permite ostentar una situación mucho mejor que dichos países.

Ante los problemas de erosión y pérdida de fertilidad de los suelos de la región pampeana registrados hasta fines de los años 80, por la utilización de sistemas de producción convencionales, con equipos de labranza similares a los que se utilizan actualmente en Europa, los productores argentinos iniciaron un proceso de transformaciones graduales desde principios de los años 90, que comenzaron con la siembra directa, promovida activamente por Aapresid (la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa) y que rápidamente se hizo extensiva a la casi totalidad de la producción de granos de la Argentina, sin diferenciación de tamaños de productores ni de su localización. La siembra directa reduce drásticamente las labranzas del suelo, lo que permite disminuir significativamente el uso de combustibles y con ello las emisiones de gases de efecto invernadero; pero al mismo tiempo, al no destruir el suelo como la labranza convencional, contribuye a reconstituir la estructura y la microbiología del suelo, por lo que permite reducir las cantidades de fertilizantes a incorporar al suelo y a lograr un uso mucho más eficiente del agua de lluvia, obteniendo en la Argentina altos rendimientos de los cultivos sin necesidad de irrigar.

El proceso de mejora continua ha ido incorporando gradualmente en los últimos 30 años un conjunto de innovaciones que permiten afirmar que la agricultura argentina es una de las más sostenibles y amigables con el ambiente de todo el planeta; lo que ha sido reconocido por expertos de organismos internacionales, por ejemplo de FAO. Estas innovaciones incluyen la utilización masiva de semillas transgénicas con resistencias a insectos y otras plagas, que permiten hacer el control biológico de plagas y con ello reducir el uso de agroquímicos, utilizar agroquímicos con bajos niveles de toxicidad (de banda verde) y avanzar hacia una agricultura más biológica y con menores impactos ambientales. El uso de rotaciones y la reciente incorporación de cultivos de cobertura mejoran también el uso del agua y del suelo. A ello se ha agregado en la última década la utilización cada vez más difundida de la agricultura de precisión, que permite un uso mucho más eficiente de las semillas, los fertilizantes y de las distintas calidades de los suelos. Se trata de un proceso de mejora continua hacia una agricultura productiva, pero más biológica y con menores impactos ambientales por unidad producida, que se suele denominar “intensificación sustentable”.

La producción de carnes en la Argentina y en el Mercosur también tiene características distintivas, que la hacen sustancialmente diferente de los sistemas intensivos europeos y de otras regiones del mundo. La producción a campo con pasturas y en algunas zonas la ganadería silvo-pastoril, ambas sin irrigación, no solo emiten menos gases de efecto invernadero por unidad producida, sino que los capturan, mejorando sustancialmente los balances de carbono. En muchos casos los balances son de carbono neutro o mejores aún, es decir que se pueden utilizar en las negociaciones internacionales para compensar las emisiones de otros sectores, tales como la energía o el transporte.

En ambos casos, el sector agropecuario argentino es una fuente de orgullo para el país, porque ha incorporado tempranamente los desafíos de transformaciones hacia sistemas sostenibles y amigables con el ambiente, que se han propuesto recién en 2021 en la Cumbre sobre Sistemas Alimentarios de la ONU; y que pueden servir de ejemplo para las transformaciones que se requieren en otros países. De hecho estas innovaciones no solo permiten exportar más alimentos sanos y con baja huella ambiental al resto del mundo, que constituyen un componente estratégico para el crecimiento de toda la economía nacional, sino que también ya están permitiendo exportar estas tecnologías y equipos de maquinaria a países de Europa y África, con alto valor agregado.

Es un grave error no tener en cuenta estas circunstancias en las negociaciones internacionales en distintos foros (G-20, COP, etcétera), utilizando métricas generadas en los países desarrollados para sistemas productivos completamente diferentes a los nuestros. La influencia cultural de dichos países y de algunas ONG sin bases científicas sobre la realidad local puede dar lugar a errores estratégicos serios para un país como la Argentina, afectando el poder geopolítico que brinda su enorme capacidad productiva con sistemas sostenibles y amigables con el ambiente. El potencial para avanzar en este proceso de liderazgo mundial en el sector alimentario es muy grande, si se implementaran en la Argentina políticas de apoyo a la producción y a la inserción internacional similares a las que aplican los países vecinos del Mercosur y en general de toda América, que les están permitiendo un muy buen posicionamiento en el contexto mundial.

La Nacion: https://www.lanacion.com.ar/opinion/la-argentina-y-la-geopolitica-de-los-alimentos-nid08122021/

Por: Mauricio Jaramillo Jassir

El anuncio del Departamento de Estado de los Estados Unidos sobre la eliminación de las FARC de la lista de organizaciones terroristas constituye un punto de inflexión en la historia del conflicto armado colombiano y cierra un ciclo de apoyos por parte de Washington a la paz en Colombia. Con frecuencia, al gobierno estadounidense se le ha señalado como uno de los actores responsables de la exacerbación del conflicto, en especial a finales de los 90 y comienzos de siglo, cuando auspició el Plan Colombia cuyos recursos a partir de 2001 fueron canalizados para la lucha contra las guerrillas. La mayoría de países de la zona denunció un plan injerencista con efectos en la región, acusación no del todo infundada. Incluso, gobiernos de derecha como el de Alberto Fujimori en el Perú y Gustavo Noboa en el Ecuador manifestaron sus preocupaciones.

Sin embargo, ese papel debe matizarse. Desde el proceso de paz de Andrés Pastrana, Estados Unidos ha desempeñado un papel relevante, no siempre reconocido, no tanto por falta de labor sino por la forma en que algunos gobiernos colombianos han instrumentalizado ese apoyo; en especial el Centro Democrático, que ha tratado de interpretarlo como un espaldarazo al uribismo, cuando en realidad ha sido al Estado colombiano en su conjunto.

Desde que en la administración Pastrana se anunciaba al mundo un “Plan Marshall a la colombiana” como rezaba el eslogan desde que era candidato conservador, Washington expresó de forma pública su apoyo a las negociaciones de paz con las FARC, entendiendo que solo era posible una salida negociada. Sin embargo, la guerrilla cometió un error imperdonable cuando inexplicablemente masacró a tres antropólogos estadounidenses que trabajaban con comunidades indígenas: Terence Freitas, Ingrid Washinawatok y Laheenae Gay. Ante la exigencia de entregar a los responsables para que fuesen extraditados, la guerrilla se negó aduciendo que “desconocía la legislación colombiana” y terminó “ajusticiando” a los sindicados. Sin condenar del todo los esfuerzos de paz, Bill Clinton tomó distancia con el proceso.

Cuando en febrero de 2002, Pastrana anunció su fin y la retoma militar de la zona de distensión, le solicitó a Estados Unidos y a la Unión Europea declarar a las FARC como terroristas, acto que, de forma inmediata, tuvo eco incluso en territorio mexicano donde la guerrilla había gozado de facilidades para promover su causa, pero fue vetada por orden de Vicente Fox.

Durante las negociaciones del gobierno de Juan Manuel Santos, Estados Unidos se involucró de forma inédita hasta el punto de nombrar un enviado especial, Bernard Aronson, y el gobierno de Barack Obama se comprometió negociar en el Congreso un paquete de ayuda de 450 millones de dólares para el Plan Paz Colombia. Esta vez se pudo concretar la idea de Pastrana de un Plan Marshall para Colombia, para financiar la reconstrucción luego de medio siglo de cruenta guerra.

Cerrando ese ciclo, Washington toma la decisión de borrar a las FARC de la lista de organizaciones terroristas, dejando en claro además que diferencia a la ex guerrilla de las disidencias a las que no se les reconoce ningún estatus político. Esto significa un revés para la tesis del Centro Democrático, según la cual el partido Comunes, hoy movimiento político surgido de los Acuerdos de paz de La Habana, debe asumir responsabilidad por lo que hagan las disidencias.

Vale recordar la controvertida declaración de la ex canciller Claudia Blum ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, en la que se señalaba que la existencia de esas disidencias “debía considerarse como un incumplimiento de la antigua guerrilla ahora convertida en partido político”.  El alto consejero para la estabilización, Emilio Archila, contradijo la alocución, pero desde entonces no cesan los ataques del CD que sugieren un “acuerdo débil” en palabras del propio presidente, e incluso la tesis de que “no existe acuerdo de paz”, según el líder natural de dicho partido.

La declaración del Departamento de Estado es una señal clara y contundente de la forma como la paz en Colombia, entiéndase los Acuerdos de La Habana o del Teatro Colón, no son únicamente un compromiso del Estado colombiano, sino que se confirman como una prioridad para Washington que trasciende los cambios de gobierno. Se trata de una advertencia para poner en tela de juicio la efectividad de la estrategia de la administración Duque que elude responsabilidades de Estado bajo el argumento peregrino de que se trata solo de compromisos que vinculan a cada gobierno de turno.

twitter: @mauricio181212

Las fuentes de energía tradicionales se agotan y los países compiten entre ellos para garantizar el suministro energético a su población

ALBA FERNÁNDEZ CANDIAL

La escasez de energía a nivel global ocupa portadas y titulares desde hace meses y se ha convertido en uno de los temas de debate más comentados por la población. ¿Nos quedaremos sin combustible en algún momento? ¿Habrá suficiente energía para activar la calefacción en invierno?

En Europa, los diferentes gobiernos han empezado una puja de precios por el gas que ha alcanzado récords históricos: la demanda es muy alta pero la producción de gas es limitada, así que quien pague más dinero será quien consiga garantizarse el suministro. Además, el mercado europeo del gas también está condicionado por varios intereses políticos, alianzas y conflictos que dificultan todavía más su distribución.

Las reservas europeas de gas son pequeñas, así que el continente depende de otros países productores. Europa tiene tres proveedores principales: Rusia, que llega a varios países del norte y este de Europa; Noruega, que abastece a los países nórdicos y el centro de Europa, y Argelia, que abastece principalmente a los países del Mediterráneo.

Gasoductos a Europa: Rusia 39,7%; Noruega 34,1%; Argelia 15,2%; Qatar 5,1%; Nigeria 2,1%; Libia 1,4%

Rusia proporciona más de una tercera parte del gas que se consume en toda Europa y eso le da cierto poder a la hora de presionar o conseguir ventajas en otras negociaciones políticas. Por ejemplo, en la construcción del nuevo gasoducto Nord Stream 2, que llevará el gas directamente de Rusia a Alemania.

Hasta ahora, la mayoría del gas ruso se distribuye a través de gasoductos que pasan por Ucrania, cuyo gobierno está enfrentado con el gobierno ruso. El paso de estos gasoductos reporta centenares de millones de euros a Ucrania en concepto de derechos de tránsito. Por eso, el presidente Vladimir Putin ha presionado para crear un nuevo recorrido alternativo por Alemania y así perjudicar al gobierno ucraniano.

Ahora bien, la Unión Europea no ve con buenos ojos que Putin utilice el gas para aumentar su influencia sobre Europa. Tampoco ve bien los movimientos militares del ejército ruso en la frontera con Ucrania, que se consideran una amenaza. Así que de momento la puesta en marcha del Nord Stream 2 está parada, a la espera de conseguir el permiso definitivo de las autoridades europeas.

Por su parte, Putin ya ha anunciado que el suministro de gas ruso en Europa será menor este invierno, alegando que la prioridad es abastecer a la población rusa. Las autoridades europeas denuncian que la crisis migratoria en la frontera con Bielorrusia, aliada de Putin, es otra estrategia del gobierno ruso para presionar a la UE en la crisis del gas.

GAS RUSO A EUROPA 39,7%

Argelia y Marruecos: más allá del gas

Argelia lleva años siendo el principal suministrador de gas para países del sur de Europa como España o Portugal. Sin embargo, le ha salido un competidor: Marruecos, que apuesta por un modelo energético muy diferente y quiere construir grandes parques solares y eólicos en su territorio.

No obstante, el enfrentamiento entre ambos países va más allá de la energía y tiene su origen en la época colonial y las fronteras que las potencias europeas trazaron entre los dos países durante el siglo XIX.

Desde que se independizaron a mediados del siglo XX, Argelia y Marruecos se disputan una serie de territorios fronterizos y reclaman su soberanía. Entre estos territorios destaca el Sáhara Occidental, que Marruecos ocupó tras la retirada de España en 1975, mientras que Argelia apoya al Frente Polisario, movimiento político impulsado por el pueblo saharaui que reclama su independencia de Marruecos.

Por otro lado, el gobierno argelino siempre ha colaborado con Rusia, mientras que el actual rey de Marruecos, Mohamed VI, es aliado de Estados Unidos, dos potencias que mantienen el enfrentamiento de la Guerra Fría.

En las últimas semanas, la tensión ha aumentado hasta el punto de que Argelia ha cerrado el gasoducto que pasa por Marruecos y lleva el gas hasta el sur de Europa. Esto ha dejado a Marruecos sin los correspondientes derechos de paso y sin suministro de gas. En el caso de España y Portugal, ahora el gas debe transportarse en buques de transporte, lo que supone una opción más lenta y cara que hace que el precio del gas aumente.

Gas Argelino a Europa

Un mundo globalizado

La crisis del gas en Europa también se ha visto afectada por la ausencia de carbón en China. El carbón es una de las fuentes de energía más antiguas y también una de las más contaminantes, pero sigue utilizándose porque es muy barato.

Ahora bien, el carbón es un combustible fósil y sus reservas se están agotando en todo el mundo. China era el principal consumidor de carbón del mundo pero ha tenido que buscar alternativas porque sus minas se están consumiendo. También las de Australia e Indonesia, sus principales proveedores.

Ante la necesidad de materias primas para generar energía, seguir produciendo y mantener su economía (China es el único país que crece en medio de la pandemia), el gobierno chino ha apostado por el gas.

En un país con más de 1.400 millones de habitantes, la demanda energética es altísima y acaba condicionando el suministro en otros países e incluso en otros continentes: cuanto más gas se desvíe hacia China, menos quedará para abastecer a Europa. Una muestra más de los efectos de vivir en un mundo globalizado.

Falta de energía… y de transporte

Además de la escasez de energía, la consecuente subida de precios y la falta de materiales para fabricar productos, hay otro factor que se suma a la crisis de suministros: el déficit en el transporte marítimo, que representa más de la mitad del transporte que se hace en todo el mundo.

La causa principal es la pandemia de covid-19, que ha actuado como un efecto dominó. Primero obligó a cerrar los principales puertos de mercancías del mundo, lo que retrasó la entrega de materiales a las fábricas. Después, estas fábricas estuvieron paradas durante los meses de confinamiento y restricciones, por lo que la producción también se detuvo y los grandes buques de mercancías no tenían nada para transportar.

Al mismo tiempo, la pandemia afectó a las plantillas de trabajadores: a las personas que trabajan en el puerto cargando contenedores de los almacenes a los buques, pero también a las tripulaciones de las embarcaciones, que pasan semanas en alta mar para transportar mercancías de una punta a otra del mundo.

Por último, a raíz del parón por la pandemia, muchas empresas quebraron y eso complicó todavía más la situación, porque faltaban compañías de servicios que pudieran transportar los productos. Algunas empresas han optado por contratar a trabajadores de países en desarrollo, donde la mano de obra es más barata, para ahorrar costes en plena crisis. Pero en estos países el ritmo de vacunación es más lento, así que su incorporación también se retrasa.

El transporte de mercancías y materias primas se ha convertido así en un cuello de botella y todavía pueden pasar varios meses hasta que se recupere el ritmo habitual.

Fuente La vanguardia https://www.lavanguardia.com/vida/junior-report/20211209/7905730/crisis-gas-europa-conflictos-intereses-geopolitica.html

16 años promoviendo semanalmente la Geopolitica; Análisis Radial Semanal de Geopolitica de Carlos Pereyra Mele para el Programa: el Club de la Pluma, que conduce el periodista Norberto Ganci por la Radio Web al Mundo. 

Eje Central:

Sigue profundizandose el conflicto entre Atlantistas (EEUU y socios) y Continentalistas (China y sus socios)

AUDIO

Como la actualidad geopolítica manda y ordena, Carlos Pereyra Mele, director de Dossier Geopolítico, dedica su columna semanal del Club de La Pluma, al apresurado, superficial y errático plan de la UE, anunciado hace unos días, para supuestamente “frenar el liderazgo comercial de China en el mundo”. Un plan que aspira a una inversión de apenas 300 mil millones de dólares hasta 2027. Que es ridícula al lado del billón 300 mil millones que China ya tiene invertido y ejecutado desde 2013, en su avanzada estrategia continental de la Ruta de La Seda y del Collar de Perlas. Estrategia exitosa y en pleno avance, que angustia obsesivamente a EEUU en su ocaso del poder mundial. 

Al respecto, nuestro director nos adelanta que el plan europeo HA NACIDO MUERTO porque la UE no dispone de esos fondos, Una parte de ellos, los llamados Fondos de Desarrollo Sostenible, deberán ser emitidos por su Banco Central y solo servirán de garantías para que las empresas privadas participen. Las que a su vez serán financiadas por la banca, quién para ello, recibirá más fondos del Banco Central. Toda una maniobra circular de rescate financiero que sirve a las grandes empresas y a los  bancos, que siguen sin levantar cabeza tras la crisis del Covid, pero que está lejos de ser una sombra para la gran apuesta geoestratégica de China. Eso sí, el anuncio del proyecto, tan superficial como espectacular, fue adornado por la clásica letanía occidental de democracia, libertad y derechos humanos, siempre a la carta y a conveniencia. Y nos recuerda que si la UE aún no ha podido concretar ni siquiera los fondos de rescates por la pandemia a sus propios países, resulta difícil creer que van a invertir en otros países, solo para frenar a China. 

Luego, Carlos nos brinda una excelente descripción, con detalles y explicaciones que perecen un mapa sonoro, sobre el COLLAR DE PERLAS chino, que es una sucesión geográfica de puertos, vías de navegación, mares, estrechos, pasos, puestos de abastecimientos, etc., coordinados con rutas terrestres y con infraestructuras modernas y de alta tecnología, dispuestos de forma parecida a un collar y que le permite sortear el cerco militar bélico de Occidente alrededor de su país y zona de influencia, que resulta una fuente permanente de tensiones y una seria amenaza de enfrentamientos armados. Ello está logrando que sus productos viajen seguros por el Índico, luego por Pakistán, el Mar Arábigo, Mar Rojo y canal de Suez, hasta el Puerto El Pireo de Grecia. Mientras que nos recuerda que el posible final de la guerra de El Yemen, con el triunfo de los hutíes sobre la invasora Arabia Saudita, permitirá que se instale allí la base más importante naval China en la región, fundamental para la conexión con África. 

Y nos habla de los profundos cambios del sistema naval y la importancia histórica de sus controles y de cómo China aprendió esto de su enemigo, de sus estrategias y doctrinas, que hoy le son favorables al gigante asiático, como la teoría de John Mackinder que decía que “el que controlara la isla el mundo -Eurasia-  gobernaría el mundo entero”. Quién también, si viviera, estaría muy preocupado ante las extensas redes ferroviarias, caminos, puentes, túneles, aeropuertos, puertos, gasoductos, oleoductos, más la versión naval del Collar de Perlas Chino. También nos habla y demuestra las urgentes razones de Occidente con los tratados del QUAD y AUKUS, al perder el control absoluto del Pacífico Sur. Y que esta realidad, larvada con proyectos desde 2013, pone de manifiesto las razones por las que el actual presidente de China, Xi Jinping haya sido ratificado para un segundo mandato, alcanzando similar poder y prestigio que el jefe de la revolución, Mao Zedong 

Y así, Pereyra Mele cierra su columna  reflexionando que los países del Sur Global, como los sudamericanos y el nuestro, NOS GUSTE O NO, quedarán en medio de un escenario mundial de disputas y confrontaciones y ante el frente euroasiático que avanza en perjuicio de los Estados Unidos, cuyo mundo se ha achicado dramáticamente. Por ello, reiteró que: cinco siglos de dominio absoluto occidental y anglosajón han llegado a su fin y que se nos abre un abanico de nuevas oportunidades como también de desafíos de gran calado, a lo que hay que responder por encima de las ideologías que tanto atosigan y confunden.

Eduardo Bonugli (Madrid, 05/12/21)

Nueva Ruta de la Seda Terrestre y Maritima de China

Eduardo Bonugli colaborador permanente del Tanque de Ideas Latinoamericano Dossier Geopolítico desde Europa -España- ha sido invitado por el Programa la Radio del club de la Pluma de Argentina para realizar un informe semanal de los acontecimiento claves del viejo mundo Que difundimos por nuestro sitio Web 

AUDIO:

Eduardo nos relata cómo 31 personas, hijas de un dios menor y llegadas desde la cara oscura del mundo, mueren en el Canal de La Mancha, al negarles auxilio tanto Francia como Inglaterra, ante la indiferencia e hipocresía de la Europa de la solidaridad, la libertad y los derechos humanos

Carlos Pereyra Mele Director de Dossier Geopolitico

Redacción: Mientras los medios masivos de comunicación occidentales nos “informan” del brote del seudo nacionalismos europeo y sus campañas “soberanistas”, como el Trumpismo, los VOX los Orban, los Mateo Salvini o Despertar de Alemania o Amanecer de Grecia y los neo fascistas Ucranianos etc, que jamas afectaron al orden liberal que los condenó a este estadio que hoy viven, y que viven de la nostalgia y querer retornar al pasado de sojuzgar a otros y que los esquilmaron a mas no poder, su única propuesta de hoy es responder con una xenofobia imperialista e ideas demode de racismo ya superadas, pero estos grupos de conservadores y anticuarios de ideas envejecidas NO pueden luchar contra el mayor talón de aquiles que tiene Europa especialmente y EEUU también, que no es otro que el envejecimiento y baja procreación de sus pueblos que se creían, llamados a “civilizar”, el Mundo. Que pasara ahora con los refugiados y emigrantes que son hiper necesarios para mantener la maquinaria económica en funcionamiento. Dossier Geopolitico.

La covid mantuvo a muchas personas encerradas en casa. Ahora, varios países desarrollados, que enfrentan el envejecimiento de sus fuerzas laborales y la escasez de trabajadores, se apresuran a reclutar, capacitar e integrar a los extranjeros.

Por Damien Cave y Christopher F. Schuetze – https://www.nytimes.com/

A medida que la economía global se reinicia e intenta poner la pandemia a un lado, ha comenzado una batalla mundial por los jóvenes y los capacitados. Con visas rápidas y promesas de residencia permanente, muchas de las naciones ricas que impulsan la economía mundial están enviando un mensaje a los inmigrantes calificados de todo el mundo: les ofrecemos empleo. Ahora.

En Alemania, donde las autoridades advirtieron recientemente que el país necesita 400.000 nuevos inmigrantes al año para cubrir puestos de trabajo en campos que van desde el académico hasta la industria de los aires acondicionados, una nueva Ley de Inmigración ofrece visas de trabajo aceleradas y seis meses para visitar y encontrar un trabajo.

Canadá planea dar la residencia a 1,2 millones de nuevos inmigrantes para 2023. Israel ha cerrado recientemente un acuerdo para traer trabajadores de la salud desde Nepal. Y en Australia, donde las minas, los hospitales y los bares están escasos de mano de obra tras casi dos años con la frontera cerrada, el gobierno pretende duplicar aproximadamente el número de inmigrantes que permite entrar en el país durante el próximo año.

La campaña mundial para atraer a extranjeros con habilidades, especialmente los que se encuentran entre el trabajo físico y el doctorado en física, pretende suavizar la accidentada recuperación de la pandemia.

Trabajadores inmigrantes cosechando manzanas en una granja de Ontario, Canadá, el año pasado. Canadá planea dar la residencia a 1,2 millones de nuevos inmigrantes para 2023.
Trabajadores inmigrantes cosechando manzanas en una granja de Ontario, Canadá, el año pasado. Canadá planea dar la residencia a 1,2 millones de nuevos inmigrantes para 2023.Credit…Brett Gundlock para The New York Times

Los trastornos por la covid han hecho que muchas personas se jubilenrenuncien o simplemente no vuelvan al trabajo. Pero sus efectos son más profundos. Al mantener a tanta gente sin salir de su casa, la pandemia ha hecho más evidente el desequilibrio demográfico de la humanidad: las naciones ricas que envejecen rápidamente producen muy pocos trabajadores nuevos, mientras que los países con un excedente de jóvenes a menudo carecen de trabajo para todos.

Los nuevos enfoques frente a ese desajuste podrían influir en el debate mundial sobre la inmigración. Los gobiernos europeos siguen divididos sobre cómo gestionar las nuevas oleadas de solicitantes de asilo. En Estados Unidos, la política de inmigración sigue estancada en su mayor parte, centrándose en la frontera con México, donde las detenciones de inmigrantes han alcanzado un récord. Sin embargo, muchos países desarrollados están creando programas más generosos, eficientes y sofisticados para acoger a los extranjeros y ayudarlos a convertirse en una parte permanente de sus sociedades.

“La covid es un acelerador del cambio”, dijo Jean-Christophe Dumont, jefe de investigación sobre migración internacional de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). “Los países han tenido que darse cuenta de la importancia de la migración y los inmigrantes”.

La pandemia ha originado varios cambios importantes en la movilidad mundial. Frenó la migración laboral. Creó más competencia para los “nómadas digitales”, ya que más de 30 países, entre ellos Barbados, Croacia y Emiratos Árabes Unidos, crearon programas para atraer a trabajadores tecnológicos móviles. Y condujo a una flexibilización general de las normas de trabajo para los extranjeros que ya se habían mudado.

Solicitantes de asilo preparándose para cruzar desde México a Texas este año. En Estados Unidos, la política de inmigración sigue estancada en su mayor parte, centrándose en la frontera sur, donde las detenciones de migrantes han alcanzado un récord.
Solicitantes de asilo preparándose para cruzar desde México a Texas este año. En Estados Unidos, la política de inmigración sigue estancada en su mayor parte, centrándose en la frontera sur, donde las detenciones de migrantes han alcanzado un récord.Credit…Daniel Berehulak para The New York Times

Muchos países, como Bélgica, Finlandia y Grecia, concedieron derechos de trabajo a los extranjeros que habían llegado con visas de estudiante u otros. Algunos países, como Nueva Zelanda, también ampliaron las visas temporales de trabajo de forma indefinida, mientras que Alemania, con su nueva Ley de Inmigración, aceleró el proceso de reconocimiento de los títulos profesionales extranjeros. En Japón, un país que envejece rápidamente y que tradicionalmente se ha resistido a la inmigración, el gobierno permitió a los trabajadores temporales cambiar de empleador y mantener su estatus.

Estas medidas —enumeradas en un nuevo informe de la OCDE sobre las perspectivas de la migración mundial— constituyeron las primeras advertencias de la desesperación del mercado laboral. Las preocupaciones humanitarias parecían combinarse con la incertidumbre administrativa: ¿cómo se aplicarían las normas de inmigración durante una epidemia única en el siglo? ¿Cómo sobrevivirían las empresas y los empleados?

“En toda la OCDE veías que los países trataban a la población inmigrante del mismo modo que al resto de la población”, dijo Dumont.

Cuando llegó el momento de la reapertura, parecía que a la gente le importaba menos que se redujeran los niveles de inmigración, como demostró una encuesta realizada en Gran Bretaña a principios de este año. Entonces llegó la escasez de mano de obra. Carniceros, conductores, mecánicos, enfermeros y personal de restaurante: en todo el mundo desarrollado no parecía haber suficientes trabajadores.

En Gran Bretaña, la escasez de trabajadores calificados y semicalificados ha afectado a los criadores de cerdos, que podrían empezar a sacrificar sus reservas.
En Gran Bretaña, la escasez de trabajadores calificados y semicalificados ha afectado a los criadores de cerdos, que podrían empezar a sacrificar sus reservas.Credit…Andrew Testa para The New York Times

En Gran Bretaña, donde el Brexit ha dificultado el acceso a los inmigrantes procedentes de Europa, una encuesta realizada en junio a 5700 empresas reveló que el 70 por ciento había tenido problemas para contratar nuevos empleados. En Australia, las empresas mineras han recortado sus previsiones de beneficios debido a la falta de trabajadores, y solo en el sector de la hostelería hay unas 100.000 vacantes. En las noches de mayor afluencia, los lavaplatos de un restaurante de lujo de Sídney ganan 65 dólares la hora.

En Estados Unidos, donde los baby boomers abandonaron el mercado laboral a un ritmo récord el año pasado, los pedidos para reorientar la política de inmigración hacia la economía son cada vez más fuertes. La Cámara de Comercio de Estados Unidos ha instado a los responsables políticos a revisar el sistema de inmigración para permitir más visas de trabajo y tarjetas de residente permanente (green cards).

El presidente Joe Biden intenta primero desatascar lo que ya existe. El proyecto de ley de política social de 2,2 billones de dólares del gobierno, si se aprueba en un Senado dividido, liberaría cientos de miles de tarjetas de residente permanente que datan de 1992, poniéndolas a disposición de los inmigrantes actualmente atrapados en un retraso burocrático.

En Australia, las cafeterías han pedido al gobierno una visa especial para los baristas.
En Australia, las cafeterías han pedido al gobierno una visa especial para los baristas.Credit…Asanka Brendon Ratnayake para The New York Times

Muchos otros países van más allá. Israel, por ejemplo, ha ampliado sus acuerdos bilaterales para trabajadores de la salud. Inbal Mashash, director del programa del gobierno israelí para la gestión de la mano de obra extranjera, señaló que en la actualidad hay 56.000 inmigrantes, en su mayoría procedentes de Asia, trabajando en el sector de cuidados de enfermería del país. Y eso puede no ser suficiente.

“El Estado sigue preguntándose hacia dónde quiere llevar esto”, dijo. “¿Queremos 100.000 trabajadores extranjeros, solo en el sector de los cuidados de enfermería, para 2035?”.

En las economías avanzadas, las medidas migratorias que se están desplegando incluyen la reducción de las barreras de entrada para los inmigrantes calificados, la digitalización de las visas para reducir el papeleo, el aumento de los requisitos salariales para reducir la explotación y la supresión de los salarios, y la promesa de una ruta hacia el estatus permanente para los trabajadores más demandados.

Los nómadas digitales en Portugal pueden quedarse todo el tiempo que quieran. Canadá, que experimentó su quinto año consecutivo de descenso de nacimientos en 2020, ha suavizado los requisitos lingüísticos para la residencia y ha abierto 20.000 plazas para los trabajadores de la salud que quieran convertirse en residentes de pleno derecho. Nueva Zelanda anunció recientemente que concedería visas permanentes, en una oferta única, a hasta 165.000 titulares de visas temporales.

Integrantes del personal médico tratando a pacientes con coronavirus en Zefat, Israel, en febrero. Israel ha ampliado sus acuerdos bilaterales para inmigrantes en el sector de la salud.
Integrantes del personal médico tratando a pacientes con coronavirus en Zefat, Israel, en febrero. Israel ha ampliado sus acuerdos bilaterales para inmigrantes en el sector de la salud.Credit…Atef Safadi/EPA, vía Shutterstock

Uno de los cambios más bruscos puede darse en Japón, donde una bomba de relojería demográfica ha hecho que los pañales para adultos se vendan más que los pañales para bebés. Tras ofrecer hace dos años vías de residencia a los trabajadores de atención geriátrica, agricultura y construcción, un funcionario japonés dijo la semana pasada que el gobierno también estudiaba la posibilidad de permitir que otros trabajadores con visas de cinco años se quedaran indefinidamente y trajeran a sus familias.

“Es una guerra por los talentos jóvenes”, dijo Parag Khanna, autor de un nuevo libro titulado Move, quien ha asesorado a los gobiernos en materia de política de inmigración. “Hay una escalera mucho más clara y una codificación de los niveles de residencia a medida que los países se toman en serio la necesidad de tener una demografía equilibrada y satisfacer la escasez de mano de obra”.

Para los países de los que suelen proceder los inmigrantes, la mayor apertura a la migración calificada plantea el riesgo de una fuga de cerebros, pero también ofrece una válvula de escape para los jóvenes y frustrados.

Países como Alemania están deseosos de acogerlos: su cacareado sistema de formación profesional, con estrictas certificaciones y formación en el trabajo, está cada vez más falto de personal.

Uno de los cambios más bruscos en materia de inmigración puede darse en Japón, ya que el envejecimiento de la población está obligando al gobierno a cambiar su política para permitir la permanencia de los trabajadores extranjeros.
Uno de los cambios más bruscos en materia de inmigración puede darse en Japón, ya que el envejecimiento de la población está obligando al gobierno a cambiar su política para permitir la permanencia de los trabajadores extranjeros.Credit…Charly Triballeau/Agence France-Presse — Getty Images

“Durante la crisis del coronavirus, el sistema colapsó”, afirma Holger Bonin, director de investigación del Instituto de Economía Laboral IZA de Bonn. “Hemos visto el número más bajo de contratos de aprendizaje desde la unificación alemana”.

Los jóvenes alemanes prefieren cada vez más ir a la universidad, y la mano de obra del país está disminuyendo. Según un estudio publicado por el Instituto Económico Alemán, Alemania perderá cinco millones de trabajadores en los próximos 15 años: 3,2 millones para 2030.

Los inmigrantes se han convertido en un recurso provisional. Hace tres años vivían en Alemania alrededor de 1,8 millones de personas de origen refugiado. Y con el tiempo, el país ha intentado mejorar la forma de integrar tanto a los solicitantes de asilo como a los extranjeros con visas de trabajo.

Una mañana reciente, en Bildungskreis Handwerk, un centro de formación regional en Dortmund, cerca de la frontera con los Países Bajos, un centenar de aprendices recorrían los pasillos con suelo de linóleo de un edificio de cinco plantas situado en una tranquila zona residencial. En las aulas y espacios de trabajo, aprendían a ser peluqueros profesionales, electricistas, carpinteros, soldadores, pintores, mecánicos de planta, operadores de máquinas de corte e ingenieros de mantenimiento.

Los costos de los programas de 24 a 28 meses son cubiertos por la oficina de empleo del gobierno local, que también paga los gastos de apartamento y manutención. Para entrar, los candidatos deben hacer primero un curso de integración y otro de idiomas, también pagados por el gobierno alemán.

Serghei Liseniuc, a la derecha, que llegó a Alemania desde Moldavia en 2015, ha empezado a formarse como mecánico de planta en Bildungskreis Handwerk, en Dortmund, lo que le reportará pronto un trabajo estable y un salario más alto.
Serghei Liseniuc, a la derecha, que llegó a Alemania desde Moldavia en 2015, ha empezado a formarse como mecánico de planta en Bildungskreis Handwerk, en Dortmund, lo que le reportará pronto un trabajo estable y un salario más alto.Credit…Laetitia Vancon para The New York Times

“En este momento, no importa cuál de nuestros departamentos gradúe a nuestros aprendices: se buscan desesperadamente trabajadores formados en casi cualquier ámbito”, afirma Martin Rostowski, subdirector del centro.

Serghei Liseniuc, de 40 años, que llegó a Alemania desde Moldavia en 2015, ha empezado a formarse como mecánico de planta, lo que pronto le reportará un trabajo estable y un mayor salario. “Somos un poco como los médicos”, dice. “Los médicos ayudan a las personas y nosotros a los edificios”.

Pero a pesar de las ganancias para algunos trabajadores y algunos lugares, los economistas y demógrafos sostienen que las brechas del mercado laboral persistirán y se ampliarán, ya que la pandemia revela lo mucho que hay que hacer para gestionar un desequilibrio mundial no solo en la población, sino también en el desarrollo.

Hay una pregunta que quizás corre como una corriente de agua fría justo debajo de la nueva y cálida bienvenida: ¿Qué pasa si no hay suficientes trabajadores calificados que quieran mudarse?

“Escuchamos lo mismo en todas partes”, dijo Dumont, investigador de la OCDE. “Si se quiere atraer a nuevos trabajadores, hay que ofrecerles condiciones atractivas”.

Personas en formación aprendiendo a construir muros en Bildungskreis Handwerk. Para hacer frente a la escasez de mano de obra, Alemania intenta mejorar la forma de integrar tanto a los solicitantes de asilo como a los extranjeros con visa de trabajo.
Personas en formación aprendiendo a construir muros en Bildungskreis Handwerk. Para hacer frente a la escasez de mano de obra, Alemania intenta mejorar la forma de integrar tanto a los solicitantes de asilo como a los extranjeros con visa de trabajo.Credit…Laetitia Vancon para The New York Times

Damien Cave es el jefe de la corresponsalía en Sídney, Australia. Anteriormente reporteó desde Ciudad de México, La Habana, Beirut y Bagdad. Desde que se unió al Times en 2004, también ha sido editor nacional adjunto, jefe de la corresponsalía de Miami y reportero de la sección Metro. @damiencave

Christopher F. Schuetze cubre las noticias, la sociedad y, ocasionalmente, el arte de Alemania desde el buró en Berlín. Antes de mudarse a Alemania, vivió en los Países Bajos, donde cubrió todo, desde los tulipanes hasta el aumento del nivel del mar. @CFSchuetze

FUENTE NYT: https://www.nytimes.com/es/2021/11/24/espanol/migracion-mundial.html?campaign_id=42&emc=edit_bn_20211203&instance_id=46856&nl=el-times&regi_id=73753412&segment_id=75984&te=1&user_id=da3d9d58eb2d64da0004ec72d4d55bb6

Ante la decadencia de EE.UU. y el aislacionismo británico, la divergencia entre Francia y Alemania puede trasladar la lucha por la hegemonía mundial al interior de Europa. Por: Eduardo J. Vior – https://www.elpaisdigital.com.ar/

El Tratado del Quirinal, concluido por Francia e Italia, así como el proyecto de gobierno del próximo Canciller alemán, Olaf Schotz, expresan políticas divergentes que tienden a dividir a la Unión Europea. Mientras que uno busca recuperar espacio de soberanía en la política europea y regional, el otro se pliega a la hegemonía anglonorteamericana. Ambos cursos no pueden convivir bajo el mismo techo. Si no encuentran dónde convergir, los días de la UE están contados.

El viernes 26 de noviembre Francia e Italia firmaron con gran pompa en Roma un tratado bilateral de cooperación reforzada. El tratado fue rubricado por la mañana en el palacio presidencial del Quirinal por el presidente francés Emmanuel Macron y el jefe del gobierno italiano Mario Draghi en presencia del presidente italiano Sergio Mattarella.

Este tipo de «tratado de cooperación bilateral reforzada» es poco frecuente en Europa. Para Francia es sólo el segundo después del Tratado del Elíseo con Alemania, de 1963, completado por el Tratado de Aquisgrán en 2019. El texto, que prevé una intensificación del trabajo conjunto en materia de diplomacia y defensa y las transiciones digital, medioambiental y espacial, contiene pocas novedades o ambiciones concretas a corto plazo, aunque propone crear mecanismos para desactivar las crisis y sistemas de convergencia para ir profundizando la integración.

Desde el nombramiento en febrero pasado del ex presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, como jefe del gobierno italiano, París y Roma han superado sus diferencias de años anteriores y trabajan estrechamente. Esto tiene mucho que ver con las coincidencias entre Emmanuel Macron y Mario Draghi en la mayoría de los temas importantes que el tratado intenta institucionalizar.

«Para ser soberana, Europa debe ser capaz de protegerse, de defender sus fronteras, debemos crear una verdadera defensa europea. Este tratado ayuda a esta defensa europea, que por supuesto es complementaria de la OTAN, no la sustituye: una Europa más fuerte hace más fuerte a la OTAN. Este es uno de los primeros y más fundamentales pasos hacia los que se dirige este tratado». Esto es lo que ha dicho el primer ministro Mario Draghi en la rueda de prensa con el presidente francés Emmanuel Macron tras la firma del tratado en el Quirinal.

Al firmar el acuerdo, ambas potencias se resguardan ante los cambios en curso en el continente y su entorno: el fin del gobirtno de Angela Merkel deja a la UE sin liderazgo y las primeras señales que da la coalición “semáforo” a punto de sucederla hacen temer que el vacío de liderazgo se profundice; la salida de Gran Bretaña de la UE la ha debilitado económicamente, pero la ha acercado aún más a EE.UU. y la ha tornado todavía más agresiva, como se evidencia en Europa Oriental, donde la política británica de formación de un «cordón sanitario” en torno a Rusia no sólo está dañando a ésta y a Alemania, sino también interceptando la tradicional influencia francesa sobre Polonia y Serbia. Finalmente, el repliegue de EE.UU. en Oriente Medio y su limitada capacidad en el Sahel han abierto espacios al ingreso de Rusia y otros actores menores (Turquía, Emiratos, Egipto) que amenazan lo que Italia y Francia han considerado siempre como “sus” áreas de influencia.

 La Canciller a cargo, Angela Merkel, y su sucesor electo, Olaf Scholz

La coalición entre la socialdemocracia (SPD), los Verdes (Die Grünen) y los liberales (FDP),  punto de asumir el gobierno en Berlín, ofrece para la opinión pública algunas sorpresas positivas, pero también suscita muchos interrogantes entre los socios de la UE. Una de estas sorpresas positivas es la claridad con la que los tres socios se comprometen a la protección del clima como «prioridad absoluta». El cuidado del clima, dicen, asegura «la libertad, la justicia y una prosperidad sostenible». Este mantra tiene la función de mantener unida a la coalición. Sin embargo, es dudoso que mantenga su efecto durante cuatro años o incluso sea adoptado por los socios europeos.

El contrato de la coalición contiene otro anuncio sorprendentemente claro: la UE debe convertirse en un Estado federal, sujeto a la subsidiariedad y la proporcionalidad. La regla de la unanimidad en la Política Exterior y de Seguridad Común va a desaparecer. La coalición afirma que Europa “debe volver a la cima del mundo”. Esto se garantizará, supone, mediante una iniciativa de inversión «centrada en proyectos con valor añadido para el conjunto de la UE», que se concretaría mediante esfuerzos conjuntos de investigación y desarrollo, proyectos de política industrial subvencionados y cerrando las brechas en las redes transnacionales de ferrocarril, datos y energía. No obstante, el programa de la nueva coalición no aclara de dónde saldrán los fondos para financiar proyectos tan encomiables ni cómo se gestará la “transición ecológica”, para que el abandono del carbón no provoque una crisis energética mayúscula.

Si está decidido no aumentar los impuestos, van a tener que encontrar la forma de evadir los límites a la toma de deuda o liberar miles de millones de euros previstos para otros gastos. El Pacto de Estabilidad y Crecimiento de la UE se mantendrá como «base» de la sostenibilidad de la deuda, pero el programa de la coalición introduce la novedad de «garantizar inversiones sostenibles y respetuosas con el clima», lo que implica un ablandamiento de facto de la política de ajuste.

Annalena Baerbock y Robert Habeck (Verdes), Olaf Scholz (SPD, Canciller) y Christian Lindner (FDP)

Mientras que en la política europea la nueva coalición ofrece más Alemania que antes, en la política internacional y de Defensa parece un dócil cachorrito del Departamento de Estado. Vuelve «a una política exterior alemana normativa y basada en valores», dice Cathryn Clüver Ashbrook, directora del Consejo Alemán de Relaciones Exteriores. Es un eufemismo para decir que será una política menos realista que la de Merkel y más llena de declaraciones altisonantes al gusto del universalismo liberal. No por casualidad la experta citada predice que «especialmente el gobierno de EE.UU., bajo la presidencia de Joe Biden, acogerá muy bien esta oferta».

«La futura coalición muestra una nueva claridad y sigue viendo a China como un socio, pero también como un rival sistemático», dice también Clüver Ashbrook. La internacionalista acoge con satisfacción que Alemania coordine su futura política hacia China con EE.UU., “para reducir la dependencia estratégica respecto a ese país”. El acuerdo también adopta un tono más duro que antes con respecto a Rusia.

Sintetizando, puede describirse la política europea del gobierno a punto de asumir como ilusoria: suponer que sus socios en la UE van a aceptar delegar soberanía a un Estado federal con un claro predominio alemán, es carecer de sentido de realidad y despertar en el continente los peores fantasmas del pasado. Por otra parte, la tan cacareada “transición ecológica” necesita mucha plata. No basta con insinuar que se permitirán “trasgresiones” al Plan Europeo de Estabilidad y Crecimiento. Es necesario cancelarlo y convertir al Banco Central Europeo (BCE) en un Banco de desarrollo e inversión, pero este giro chocaría con la resistencia de la oligarquía financiera que domina Europa y mantiene la alianza con Gran Bretaña a pesar de la salida de ésta de la Unión.

Durante años, Alemania y Francia tomaron la delantera en el desarrollo de la integración europea. François Mitterrand y Helmut Kohl imaginaron la transformación del mercado común en un Estado supranacional capaz de competir con la URSS y China. Sin embargo, debido a la incorporación de los antiguos miembros del Pacto de Varsovia, que fue forzada por Estados Unidos, esta estructura se convirtió en una colosal e inoperante burocracia cuyas decisiones son determinadas por la OTAN.

Los ejércitos británico y francés eran los únicos con peso en la Unión Europea. Por eso se unieron mediante los Tratados de Lancaster House en 2010, pero, cuando se produjo el Brexit, el ejército francés se quedó solo, como demuestra la rescisión de los contratos de submarinos franco-australianos en favor de Londres. La única opción que le quedaba a Francia, entonces, era acercarse al ejército italiano, que tiene la mitad de tamaño del francés. Esto es lo que se acaba de decidir con el Tratado del Quirinal.

Sucede que, al mismo tiempo, la canciller Angela Merkel deja paso a Olaf Scholtz cuya política europea y exterior se somete a los dictados de EE.UU. y el Reino Unido. El futuro Canciller es un abogado preocupado por hacer funcionar la industria de su país sobre la base de un compromiso entre trabajadores y empresarios. Nunca se ha interesado por las cuestiones internacionales y en las negociaciones para formar la coalición ha consentido que se nombre  a la abogada ecologista Annalena Baerbock como ministra de Asuntos Exteriores. No sólo se trata de una defensora de las energías renovables que no dice cómo se pagará la transición ecológica, sino que es también una lobbista de la OTAN, una firme defensora de la adhesión de Ucrania a la Alianza y a la Unión Europea y una feroz opositora de Rusia, por lo que rechaza el gasoducto Nord Stream 2 y favorece la construcción de más terminales de gas licuado importado de Estados Unidos. Por último, califica a China de «rival sistémico» y apoya todos sus separatismos (el taiwanés, el tibetano y el uigur).

Francia persigue contra la voluntad de los otros 26 miembros la quimera de una Unión Europea independiente que compita con Estados Unidos. Alemania, en cambio, se equivoca al refugiarse bajo el paraguas nuclear de Estados Unidos, cuando esa gran potencia ha empezado a decaer y la República Federal tendría todas las de ganar, si se asocia con Rusia y China.

La Unión Europea tiende hoy a disolverse por las políticas divergentes de sus miembros principales. Estados Unidos se está hundiendo sobre sí mismo y pronto la Unión Europea no tendrá dueño. Sin embargo, la experiencia enseña que los imperios nunca caen pacíficamente. El bloque comunitario tiene la elección: renovarse como asociación de estados y culturas que, entonces, debería incluir a Rusia; disolverse y arriesgarse a que la guerra vuelva a instalarse en el corazón del continente o plegarse ciegamente al coloso en hundimiento y correr el mismo riesgo, sólo que algunos quilómetros más al Este. Está claro cuál de las tres alternativas es la deseable.

Sobre el autor: Dr. en Ciencias Sociales analista internacional

FUENTE: https://www.elpaisdigital.com.ar/contenido/puede-disolverse-la-unin-europea/33748

China emplea la ‘estrategia de ganar sin luchar’ para tomar la isla, una invasión que podría presagiar el fin del Imperio de Estados Unidos.
Por RICHARD JAVAD HEYDARIAN

MANILA – En El ascenso y caída de las grandes potencias , el historiador Paul Kennedy argumentó que «[a menudo] existe un notable ‘lapso de tiempo’ entre la trayectoria de la fuerza económica relativa de un estado y la trayectoria de su influencia militar / territorial».

Sin embargo, China ha sido un gigantesco caso atípico de la teoría, ya que modernizó rápidamente las fuerzas armadas más grandes del mundo en medio de décadas de crecimiento económico sostenido. En todo caso, Beijing está mejorando sus capacidades militares asimétricas y convencionales a la vez.

Durante las últimas tres décadas, el Ejército Popular de Liberación (EPL), que cuenta con un millón de efectivos, ha ampliado su flota de aviones de combate, portaaviones y submarinos nucleares de quinta generación, al tiempo que ha consolidado su reconocimiento general de vigilancia y vigilancia de inteligencia y computadora de comunicación de control de mando, o C4ISR.

China, que ya cuenta con la flota marina más grande del mundo, con gigantescos guardacostas que empequeñecen a los buques de guerra de los estados vecinos más pequeños, también está expandiendo su presencia militar y comercial a través de una serie de bases estratégicas e instalaciones portuarias en el Indo-Pacífico.

Mientras tanto, China también está mejorando rápidamente sus capacidades anti-acceso / denegación de área (A2 / AD), a saber, misiles balísticos antibuque «asesinos de portaaviones» (ASBMS) como las plataformas DF-21D y DF-26, lo que permite la Potencia asiática para aprovechar mejor su proximidad geográfica a posibles escenarios de conflicto en Asia.

Military helicopters carrying tremendous Taiwan flags conduct a flyby rehearsal ahead of National Day celebration, near Taipei 101 , amid escalating tensions between Taipei and Beijing, China, in Taipei, Taiwan 7 October 2021. Taiwan has been constantly building fosters with the US, Japan, Australia, UK, and some other European countries such as Poland, Lithuania, Czech Republic, France and Germany, with China increasing military pressure on Taiwan. (Photo by Ceng Shou Yi/NurPhoto) (Photo by Ceng Shou Yi / NurPhoto / NurPhoto via AFP)

Su desarrollo de la capacidad de misiles hipersónicos ha mejorado aún más el borde afilado de las capacidades asimétricas y nucleares de China.

La rápida mejora de China de sus capacidades convencionales y asimétricas es más pertinente para Taiwán, una isla autónoma que Beijing considera una provincia renegada.

El objetivo final de China es ganar cualquier guerra sin librar una batalla importante haciendo que cualquier contraintervención potencial de Estados Unidos en nombre de Taiwán sea demasiado costosa de soportar. Como dijo un miembro del ejército chino , «El objetivo final … no es tomar medidas, sino [en cambio] disuadir los intentos de las fuerzas extranjeras de intervenir en el problema de Taiwán».

El destacado historiador Niall Ferguson y el exasesor adjunto de seguridad nacional Mathew Pottinger han advertido que Estados Unidos puede enfrentar un «Momento de Suez» sobre Taiwán, refiriéndose a cómo la crisis de Suez de 1956 acabó efectivamente con los imperios británico y francés, si no logra disuadir a un escalar la invasión china en un futuro próximo.

El elemento militar es particularmente importante en el contexto de las tensiones a través del Estrecho, ya que fueron precisamente las intervenciones navales de Estados Unidos las que demostraron repetidamente ser decisivas en la preservación de la independencia de facto de Taiwán desde el final de la Segunda Guerra Mundial.

Para Beijing, la isla autónoma es un recordatorio constante y humillante de la primacía estadounidense y, por extensión, su relativa debilidad en su propio patio trasero.

La entrega de Hong Kong y Macao de Gran Bretaña de Portugal en los últimos años de la 20 ª siglo significaba que Taiwán se ha mantenido como el último y más potente recordatorio de confeso de China “siglo de humillación.”

Existe un temor creciente de que el presidente chino, Xi Jinping, quien ha apostado su legado por el “gran rejuvenecimiento” de su nación, no dude en “reunificar” por la fuerza a Taiwán bajo el dominio continental.

En octubre de 2019, varios de los principales expertos chinos dijeron a sus homólogos estadounidenses que Xi está decidido a reintegrar , incluso por la fuerza si es necesario, la isla autónoma antes de que finalice su mandato.

Aunque no está claro cuánto tiempo Xi permanecerá en el poder, dada su eliminación de los límites del mandato presidencial, el ministro de Defensa de Taiwán, Chiu Kuo-cheng, advirtió que una posible invasión «a gran escala» de la isla puede ser cuestión de años, en lugar de décadas.

En esa dirección, una de las principales prioridades de Xi ha sido la modernización de las fuerzas armadas de China. De hecho, una estimación más precisa del gasto en defensa de China, en paridad de poder adquisitivo (PPA) en lugar de en los tipos de cambio del mercado, sitúa el gasto real en defensa de la potencia asiática por encima de los 500.000 millones de dólares anuales, lo que es solo superado por, y no muy por detrás de, los Estados Unidos.

El presidente chino, Xi Jinping, inspecciona un ejercicio militar conjunto en el Mar de China Meridional en abril de 2018. Foto: Xinhua

Aunque EE. UU. Todavía disfruta de importantes ventajas cualitativas sobre China, esta última está cerrando rápidamente la brecha. Según un estudio autorizado de la Corporación RAND, en un caso de conflicto directo «[b] las partes sufrirían grandes pérdidas militares» y que, para el año 2025, las pérdidas estadounidenses «podrían variar de significativas a graves …»

Mientras tanto, un estudio bipartidista de la Comisión de Estrategia de Defensa Nacional advirtió que «la capacidad de Estados Unidos para defender a sus aliados, sus socios y sus propios intereses vitales está cada vez más en duda», y que Washington «podría [incluso] tener dificultades para ganar, o tal vez perder, una guerra contra China o Rusia «.

Los principales expertos estadounidenses han ido tan lejos como para describir a China como el «par cercano» de Estados Unidos en el Indo-Pacífico, donde «el 60% de la Armada de los Estados Unidos [se opone] a una armada, el ejército y la fuerza aérea pares – en [ El territorio nacional de China «.

En su informe más detallado hasta ahora sobre el poder militar de China, el Pentágono advirtió recientemente sobre la expansión de las «plataformas de entrega nuclear terrestres, marítimas y aéreas» de China, que podrían «proporcionar a Beijing opciones militares más creíbles en una contingencia de Taiwán».

Como mínimo, un alto funcionario del Pentágono advirtió que China espera emplear una «estrategia de ganar sin luchar», mediante la cual «hace que todos crean que suben la escalera de la escalada hasta las armas nucleares si es necesario». . «

Un área importante de preocupación para los EE. UU. Es la carrera de China para perfeccionar sus capacidades de misiles hipersónicos , que podrían potencialmente violar los sistemas de defensa antimisiles existentes de los EE. UU. Y paralizar sus sistemas de comunicaciones en general en caso de un conflicto.

En los últimos cinco años, según los informes, China ha lanzado cientos de pruebas hipersónicas en comparación con solo nueve de Estados Unidos, según el general de la Fuerza Aérea estadounidense John Hyten, ex vicepresidente del Estado Mayor Conjunto.

Según todos los indicios, China está duplicando su ventaja en el desarrollo de misiles hipersónicos maniobrables y altamente indetectables, que podrían desplegarse tanto para las fuerzas nucleares convencionales como para sus sistemas asimétricos de misiles asesinos de portaaviones.

El Instituto de Investigación Aerodinámica AVIC, respaldado por el estado de China, está listo para lanzar un nuevo túnel de viento con el propósito específico de probar la «separación y liberación» de armas de vehículos hipersónicos, lo que «reforzaría la investigación y el desarrollo de armas y equipos hipersónicos de China».

Dos veces más grande que su instalación existente, el nuevo túnel de viento, que ha estado en construcción durante los últimos dos años, está configurado para simular condiciones ocho veces la velocidad del sonido.

Los misiles balísticos antibuque (ASBM) DF-21D y DF-26 se han convertido en el pilar de las defensas anti-acceso / denegación de área (A2 / AD) de China.  Crédito: Xinhua.

Según el Pentágono, la última prueba de misiles hipersónicos de China en agosto demostró su capacidad para atravesar potencialmente gran parte de los sistemas de defensa antimisiles existentes en EE. UU.

La potencia asiática, que se espera que duplique con creces su arsenal de ojivas nucleares durante la próxima década, ya está en posesión de cientos de misiles balísticos con capacidad nuclear que pueden viajar incluso más rápido que los vehículos deslizantes hipersónicos.

Dominando rápidamente la tecnología de misiles, China ahora está desplegando su amplia gama de misiles «asesinos de portaaviones» de alcance medio, incluido el DF-16 de última generación y más DF-21C de largo alcance, en sus costas orientales, colocando así todo Japón y gran parte del Pacífico Occidental dentro de su área de distribución.

Según los informes, China también ha construido maquetas de aviones de combate F-35 de quinta generación de EE. UU., Que se han colocado en el campo de tiro Korla de Rocket Force del EPL en  Xinjiang . Anteriormente, las simulaciones de fuego de prueba involucraban cazas estadounidenses F-15 Eagle menos avanzados, lo que subraya la creciente confianza de China para contrarrestar el hardware militar más avanzado de sus rivales.

Los expertos creen que el propósito de todos estos nuevos ejercicios y despliegues es disuadir cualquier posible intervención conjunta de Estados Unidos y Japón en caso de una invasión china de Taiwán.

“Es la formación de las bases aéreas de destino y aviones en las pistas de disparar municiones de racimo, lo que arruinaría tanto,” una privilegiada militar Chinse dijo el South China Morning Post.

«El objetivo final del entrenamiento no es tomar medidas, sino disuadir los intentos de las fuerzas extranjeras de intervenir en el problema de Taiwán», agregó, enfatizando la centralidad de la crisis de Taiwán en la planificación militar de China.

En respuesta al rápido desarrollo de las capacidades de China, la administración Biden tiene programado actualizar la política de defensa antimisiles del país a principios de 2022 como parte de su nueva Política de Defensa Nacional más amplia.

Mientras tanto, el Pentágono ha anunciado que su Agencia de Defensa contra Misiles ha dado luz verde a los contratos de los principales productores de armas, a saber, Raytheon Technologies Corp,  Lockheed Martin  Corp y  Northrop Grumman  Corp, para desarrollar nuevos prototipos de defensa antimisiles contra vehículos deslizantes hipersónicos.

Como parte de su estrategia de «disuasión integrada», la administración Biden probablemente también examinará la expansión de los sistemas de defensa antimisiles en coordinación con los aliados del Indo-Pacífico.

A principios de noviembre, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, advirtió a China que Washington y sus aliados tomarían una «acción» unificada si Pekín usa la fuerza contra Taiwán.

A principios de este año, el secretario de Defensa británico Ben Wallace, durante una visita a Bruselas para reunirse con los aliados de la OTAN, advirtió a China contra «desestabilizar la región» y «provocar más conflictos en otras áreas en disputa».

«La diferencia entre China continental y Taiwán debe resolverse a través de métodos pacíficos», dijo Wallace, advirtiendo sobre la acción agresiva de Beijing.

Mientras tanto, el ministro de Defensa australiano, Peter Dutton, trató de tranquilizar a Taiwán diciendo que sería «inconcebible» que su país se quedara al margen en caso de conflicto.

«Sería inconcebible que no apoyáramos a los EE. UU. En una acción si los EE. UU. Decidieran tomar esa acción», dijo Dutton a los medios australianos en medio de una cooperación de defensa cada vez más profunda entre los aliados de AUKUS (Australia-Reino Unido-EE. UU.).

FUENTE ASIA TIMES