La reciente reunión del Foro Económico Mundial (WEF) constató que la “Geopolítica” obstaculiza el “Gran Reajuste” lanzado en 2017, pero no halló ninguna alternativa.

Por Eduardo J Vior publicado en TELAM el autor autoriza su publicacion en Dossier Geopolitico

El mundo ya no es como Klaus Schwab prometía

Durante toda la semana pasada sesionó en la villa suiza de Davos la 53ª. Reunión anual del Foro Económico Mundial (WEF, por su nombre en inglés). En esta ocasión, los organizadores del Foro convocaron a unos 2.700 participantes. Casi todos los participantes coincidieron en que la “geopolítica” está fragmentando el mundo que ellos se proponen “mejorar” (sic), pero no encontraron otra solución que la derrota de Rusia en Ucrania, o sea, que para salir de la fractura propusieron profundizarla. La contradicción es sintomática del callejón sin salida en que se encuentra el proyecto globalista ante las nuevas realidades que están cambiando el orden mundial.

Si bien esta vez asistieron 50 Jefes de Estado y de Gobierno, fue llamativa la ausencia de casi todos los mandatarios del G7: sólo concurrieron el Canciller alemán, Olaf Scholz, la Presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el Secretario General de la OTAN, Jens Stoltenberg. El presidente ucraniano Volodimir Zelensky y el exsecretario de Estado norteamericano Henry Kissinger (de 99 años) participaron por vía digital, el primero, incluso, dos veces. No se invitó a representantes de Rusia y sólo acudió una pequeña delegación de China encabezada por el viceprimer ministro Liu He.

Durante las sesiones el fundador y presidente del WEF, Klaus Schwab, repitió una y otra vez que se necesita «cooperación en un mundo fragmentado». La reunión se proponía, precisamente, alcanzar consensos en la caracterización de la situación actual del mundo y acordar estrategias comunes. Aunque su diagnóstico de la «fragmentación» en la que se encuentra actualmente el mundo es sombrío, Schwab sostuvo que «el espíritu de Davos es positivo» y que con el tiempo todos podremos vivir felices en una «economía verde y sostenible». Sin embargo, un informe sobre riesgos encargado por el Foro presentaba ya la semana anterior un panorama problemático: la brecha entre países ricos y pobres podría aumentar y es de temer «la primera regresión del desarrollo humano en décadas». El documento advirtió también sobre guerras económicas, inflación galopante, malestar social, enfrentamientos geoeconómicos y el peligro de guerra nuclear.

Aun sin reconocerlo explícitamente, el Foro concedió que la “globalización” neoliberal unificada se acabó. La metáfora de la “fragmentación” es, en realidad, un recurso para evitar constatar que actualmente compiten dos modelos de universalización: el occidental, con centro único en Estados Unidos, y el euroasiático, que es policéntrico.

En tiempos en que los pueblos del Norte están cansados de descripciones siempre nuevas de las crisis y piden mensajes de esperanza la mayoría de los políticos y empresarios presentes en la villa alpina buscaron infundir optimismo y esperanza. A lo sumo, banqueros centrales como la jefa del BCE, Christine Lagarde, bajaron el optimismo subrayando que la inflación es demasiado alta, es decir, que se prepara a subir aún más los tipos de interés.

El profesor de la Universidad de Harvard Kenneth Rogoff, sin embargo, se mostró más cauto: «2023 será un año muy difícil», dijo, porque 2022 siguió siendo un buen año en cuanto a datos de crecimiento (en torno al 3%), pero es probable que en 2023 se produzca una recesión mundial. En el mejor de los casos estaremos hablando de un crecimiento del 0,1% en Europa.

La guerra en Ucrania estuvo omnipresente en toda la reunión, no sólo con varios actos y su «Casa de Ucrania» en el centro de Davos. Los dirigentes presentes (la administración Biden apenas estuvo representada en Davos) expresaron e invocaron a menudo el compromiso de apoyar al gobierno de Kiev hasta el final. Durante una sesión plenaria, en el podio estaban Larry Fink, Consejero Delegado de Blackrock, David Solomon, Consejero Delegado de Goldman Sachs, Chrystia Freeland, Ministra de Finanzas de Canadá (que solía trabajar como periodista en Ucrania) y Boris Johnson, exprimer ministro de Gran Bretaña. Johnson convocó a armar aún más aUcrania: «¡Dénles los tanques! Van a ganar, tenemos que ayudarles a ganar lo antes posible», arengó.

Las intervenciones de Larry Fink y David Solomon, en tanto, dieron un fuerte indicio de quiénes están detrás de la continuación de la guerra en Ucrania. Goldman Sachs y Blackrock trabajan en alianza con multimillonarios como el australiano Andrew Forrest, en un plan de reconstrucción para Ucrania. En el pasado otoño boreal Goldman Sachs envió a sus propios asesores a la capital ucraniana, Larry Fink, por su parte, acordó con Zelensky a finales de año que tras el fin de la guerra Blackrock apoyaría y asesoraría a Ucrania en materia de inversiones. «Crearemos una nueva Ucrania», afirmó Fink, que cifró el costo de la reconstrucción en 750.000 millones de dólares. «Ucrania se inundará de capital». El país podría convertirse en «un faro de esperanza», afirmó. Ya desde antes, más intensamente desde el comienzo de la guerra, Ucrania ha estado pagando la “ayuda” financiera occidental entregando tierras. Cientos de miles de hectáreas han sido privatizadas por esta vía. Es lógico, por consiguiente, que los fondos de inversión quieran capitalizar su nueva riqueza.

En Davos también se debaten y describen cada año las grandes tendencias y transformaciones tecnológicas, ya sea la Industria 4.0, la Inteligencia Artificial o los ordenadores cuánticos cuyo impacto potencial en un futuro lejano fue bastante discutido. Pero esta vez el ambiente era diferente, porque muchos en la industria tecnológica han caído en el duro suelo de sus balances. Mientras los ejecutivos discutían en Suiza, Microsoft despedía a 10.000 personas y el conjunto de la industria tecnológica californiana despidió en los últimos días a unos 50.000 empleados.

Desde su inicio en 1970 el encuentro anual de la elite política y empresaria globalista se dedicó a planificar el mundo con dos supuestos: el crecimiento de la población y el cambio climático ponen un límite infranqueable a la difusión del bienestar entre toda la humanidad. Esta limitación choca con la aspiración humana al aumento constante del bienestar para sí y para las generaciones venideras. Se elevan, entonces, reclamos de distribución y participación que los sistemas políticos no pueden satisfacer. Por lo tanto, concluyen los analistas del WEF, sólo una elite científica y tecnocrática puede administrar mundialmente los recursos escasos, regular la distribución desigual del bienestar y desalentar las expectativas de mejora del bienestar. A la instauración de este sistema se ha dedicado su trabajo desde hace cinco décadas. Ahora, empero, han descubierto que la «geopolítica» está centrada de nuevo en Eurasia, como lo ha estado durante la mayor parte de la historia, y están perplejos.

En su libro The Great Reset (El Gran Reajuste), publicado en 2017, Klaus Schwab esbozaba la distopía de un mundo gobernado por una elite científica y tecnocrática que lideraría la transición hacia el “transhumanismo”, el gobierno de la inteligencia artificial, la economía verde, el predominio de la robótica y el progresivo fin del trabajo humano. El comienzo de la actual guerra mundial, la crisis sistémica y el fin del mundo unipolar posterior a la Guerra Fría invalidaron su proyecto. Occidente todavía no encontró otro que lo suplante. Mientras tanto, sólo le queda el discurso de la guerra, hasta que la realidad le demuestre que ése tampoco sirve.

Fuente TELAM https://www.telam.com.ar/notas/202301/617901-foro-economico-mundial-analisis.html

Guerra ruso-ucraniana: la bomba de sangre mundial. Poco a poco, y luego de repente

por Big Serge

Desde la sorpresiva decisión de Rusia de retirarse voluntariamente de Cisjordania Kherson en la primera semana de noviembre, ha habido pocos cambios dramáticos en las líneas del frente en Ucrania. En parte, esto refleja el clima predecible de fines de otoño en Europa del Este, que deja los campos de batalla inundados y obstruidos con lodo e inhibe en gran medida la movilidad. Durante cientos de años, noviembre ha sido un mal mes para intentar mover ejércitos a una distancia significativa y, como un reloj, comenzamos a ver videos de vehículos atrapados en el barro en Ucrania.

Sin embargo, el regreso de la guerra de posiciones estática también refleja el efecto sinérgico del aumento del agotamiento ucraniano junto con el compromiso ruso de desgastar y despojar pacientemente de la capacidad de combate remanente a Ucrania. Han encontrado un lugar ideal para lograrlo en el Donbas.

Gradualmente se ha hecho evidente que Rusia está comprometida con una guerra de desgaste de posiciones, ya que esto maximiza la asimetría de su ventaja en los fuegos a distancia. Hay una degradación en curso de la capacidad de guerra de Ucrania que está permitiendo que Rusia mantenga pacientemente el ritmo actual, mientras organiza sus fuerzas recién movilizadas para la acción ofensiva en el próximo año, preparando el escenario para pérdidas ucranianas en cascada e insostenibles.

En la novela de Ernest Hemingway, «The Sun Also Rises», se le pregunta a un personaje anteriormente rico, ahora con mala suerte, cómo se le declaró en bancarrota. “De dos maneras”, responde, “poco a poco y luego de repente”. Algún día podemos preguntar cómo Ucrania perdió la guerra y recibir la misma respuesta.

Redux de Verdún

Es seguro decir que los medios del régimen occidental han establecido un estándar muy bajo para informar sobre la guerra en Ucrania, dada la medida en que la narrativa principal está desconectada de la realidad. Incluso teniendo en cuenta estos bajos estándares, la forma en que se presenta a la población la batalla en curso en Bakhmut es verdaderamente ridícula. El eje de Bajmut se está presentando ante las audiencias occidentales como una síntesis perfecta de todos los tropos del fracaso ruso: en pocas palabras, Rusia está sufriendo horribles bajas mientras lucha por capturar una pequeña ciudad con una importancia operativa insignificante. Los funcionarios británicos, en particular, han insistido mucho en las últimas semanas en que Bakhmut tiene poco o ningún valor operativo.

La verdad es literalmente lo contrario de esta historia: Bakhmut es una posición clave desde el punto de vista operativo en la defensa ucraniana y Rusia la ha transformado en un pozo de muerte que obliga a los ucranianos a sacrificar cantidades exorbitantes de hombres para mantener la posición tanto tiempo como les sea posible.  De hecho, la insistencia en que Bakhmut no es significativa desde el punto de vista operativo es un insulto para la audiencia, tanto porque un vistazo rápido a un mapa muestra, claramente, que se encuentra en el corazón de la red de carreteras regionales, como porque Ucrania ha arrojado una gran cantidad de sus unidades a esa red.

Demos un paso atrás y consideremos a Bajmut en el contexto de la posición general de Ucrania en el este. Ucrania comenzó la guerra con cuatro líneas defensivas operables en el Donbas, construidas durante los últimos 8 años como parte integral de la guerra a fuego lento con el LNR (1) y el DNR (2), pero también como preparación para una posible guerra con Rusia. Estas líneas se estructuraron en torno a aglomeraciones urbanas con enlaces por carretera y ferrocarril entre sí, y se pueden enumerar a grandes rasgos de la siguiente manera:

Líneas defensivas de Ucrania en el este (mapa hecho por mí)

El Donbas es un lugar particularmente acogedor para construir formidables defensas. Está muy urbanizado e industrializado (Donetsk era el oblast más urbano de Ucrania antes de 2014, con más del 90% de la población viviendo en áreas urbanas), con ciudades y pueblos dominados por los típicos edificios soviéticos robustos, junto con prolíficos complejos industriales. Ucrania ha pasado gran parte de la última década mejorando estas posiciones y los asentamientos de primera línea están plagados de trincheras y posiciones de tiro que son claramente visibles en las imágenes de satélite. Un video reciente del eje Avdiivka demuestra la extensión de las fortificaciones ucranianas.

Entonces, repasemos el estado de estos cinturones defensivos. El primer cinturón, que iba aproximadamente desde Severodonetsk y Lysychansk hasta Popasna, fue roto en el verano por las fuerzas rusas. Rusia logró un gran avance en Popasna y pudo comenzar la acumulación completa de esta línea, con la caída de Lysychansk a principios de julio.

En este punto, la línea del frente se asienta directamente sobre lo que he etiquetado como los cinturones defensivos ucranianos segundo y tercero, y ambos cinturones ahora están sangrando mucho.

La captura de Soledar por las fuerzas de Wagner ha roto la conexión entre Bakhmut y Siversk, mientras que alrededor de Donetsk, el suburbio fuertemente fortificado de Marinka ha sido casi completamente despejado de tropas ucranianas y la infame posición clave ucraniana en Avdiivka (el lugar desde el que bombardean población civil de la ciudad de Donetsk) está siendo flanqueada desde ambas direcciones.

La línea del frente alrededor de Avdiivka (mapa cortesía de MilitaryLand)

Estas posiciones son absolutamente críticas para que Ucrania se mantenga. La pérdida de Bakhmut significará el colapso de la última línea defensiva que se interpone en el camino de Slavyansk y Kramatorsk, lo que significa que la posición oriental de Ucrania se contraerá rápidamente a su cuarto (y más débil) cinturón defensivo.

La aglomeración de Slavyansk es una posición mucho peor que los otros cinturones para que Ucrania la defienda, por varias razones. En primer lugar, como el cinturón más al oeste (y, por lo tanto, el más alejado de las líneas de inicio de febrero de 2022), es el cinturón menos mejorado y menos fortificado de ellos. En segundo lugar, muchas de las, digamos, «buenas cosas» alrededor de Slavyansk están al este de la ciudad, incluidos los terrenos elevados dominantes y las principales autopistas.

Todo esto para decir que Ucrania ha estado muy ansiosa por mantener la línea de Bakhmut, ya que esta es una posición muy factible para mantener y, en consecuencia, ha estado vertiendo unidades en ese sector. Los niveles absurdos de compromiso de la fuerza ucraniana en esta área han sido bien señalados, pero solo como un repaso rápido, las fuentes ucranianas disponibles públicamente ubican al menos 34 brigadas o unidades equivalentes que se han desplegado en el área de Bakhmut. Muchos de éstas se desplegaron hace meses y ya están destrozadas durante todo el transcurso de la batalla en curso, lo que esto representa es un compromiso asombroso.

Unidades ucranianas alrededor de Bakhmut (mapa cortesía de MilitaryLand)

Las fuerzas rusas, principalmente las unidades de la CMP Wagner han estado derrumbando de forma lenta pero segura este bastión ucraniano haciendo un uso amplio  de la artillería. En noviembre, el ahora exasesor de Zelensky, Oleksiy Arestovych, admitió que la artillería rusa en el eje de Bakhmut disfrutaba de una ventaja de aproximadamente 9 a 1, lo que está convirtiendo a Bakhmut en un pozo de muerte.

La batalla se presenta en el oeste como una en la que los rusos, generalmente estereotipados como soldados convictos empleados por Wagner, lanzan asaltos frontales a las defensas ucranianas y sufren horribles bajas al intentar abrumar la defensa con sólo la ventaja numérica. Lo contrario está mucho más cerca de la verdad. Rusia avanza lentamente porque allana las defensas ucranianas con artillería y luego avanza con cautela hacia estas defensas pulverizadas.

Mientras tanto, Ucrania continúa canalizando unidades para rellenar más o menos las trincheras con nuevos defensores. Un artículo del «Wall Street Journal» sobre la batalla, al tratar de presentar una historia de incompetencia rusa, incluyó accidentalmente una admisión de un comandante ucraniano en el terreno que dijo: “Hasta ahora, el tipo de cambio de intercambiar nuestras vidas por las de ellos favorece a los rusos. Si esto continúa así, podríamos quedarnos sin nada”.

Las comparaciones se han hecho generosamente (y no puedo atribuirme el mérito de ellas) con una de las batallas más infames de la Primera Guerra Mundial: la sangrienta catástrofe de Verdún. Si bien no se debe exagerar el valor predictivo de la historia militar (en el sentido de que un conocimiento profundo de la 1ra GM no permite predecir eventos en Ucrania), soy, sin embargo, un gran admirador de la historia como analogía y el esquema alemán en Verdun es una analogía útil de lo que está sucediendo en Bakhmut.

La batalla de Verdún fue concebida por el alto mando alemán como una forma de paralizar al ejército francés atrayéndolo a una picadora de carne preconfigurada. La idea era atacar y apoderarse de terrenos defensivos cruciales, terrenos tan importantes que Francia se vería obligada a contraatacar e intentar recuperarlos. Los alemanes esperaban que Francia comprometiera sus reservas estratégicas en este contraataque para poder destruirlas. Si bien Verdun no logró socavar por completo el poder de combate francés, se convirtió en una de las batallas más sangrientas de la historia mundial. Una moneda alemana que conmemoraba la batalla mostraba un esqueleto bombeando sangre fuera de la tierra, una metáfora visual escalofriante pero acertada.

Medalla de Verdun

De hecho, algo similar ha ocurrido en Bakhmut, en el sentido de que Rusia está presionando en uno de los puntos más sensibles en la línea del frente, atrayendo unidades ucranianas para matarlas. Hace unos meses, inmediatamente después de la retirada de Rusia de la orilla occidental de Kherson, los ucranianos hablaron con entusiasmo de continuar sus esfuerzos ofensivos con un ataque hacia el sur en Zaparozhia para cortar el puente terrestre a Crimea, junto con esfuerzos continuos para penetrar en el norte de Lugansk. En cambio, las fuerzas de ambos ejes se han redirigido a Bakhmut, hasta el punto en que este eje está drenando activamente la fuerza de combate ucraniana en otras áreas. Fuentes ucranianas, anteriormente llenas de optimismo, ahora están de acuerdo inequívocamente en que no habrá ofensivas ucranianas en el futuro cercano. Mientras hablamos, Ucrania continúa canalizando fuerzas hacia el eje de Bakhmut.

En este momento, la posición de Ucrania alrededor de Bakhmut se ha deteriorado gravemente, con las fuerzas rusas (principalmente infantería Wagner apoyada por la artillería del ejército ruso) haciendo progresos sustanciales en ambos flancos de la ciudad. En el flanco norte, la captura de Soledar empujó a las líneas rusas a una distancia muy corta de las carreteras norte-sur, mientras que la captura casi simultánea de Klishchiivka en el flanco sur ha impulsado las líneas del frente tras los pasos de Chasiv Yar (firmemente en la retaguardia operativa de Bakhmut).

La línea de contacto alrededor de Bakhmut, 20 de enero de 2023 (Mapa hecho por mí)

En este momento, los ucranianos no están rodeados, pero es fácilmente perceptible el avance continuo de las posiciones rusas cada vez más cerca de las rutas restantes. En este momento, las fuerzas rusas tienen posiciones dentro de los cinco Km de todas ellas. Aún más importante, Rusia ahora controla el terreno elevado tanto al norte como al sur de Bakhmut (la ciudad en sí se encuentra en una depresión rodeada de colinas), lo que le da a Rusia control de fuego sobre gran parte del espacio de batalla.

Actualmente estoy anticipando que Rusia despejará la línea defensiva Bakhmut-Siversk a fines de marzo. Mientras tanto, la eliminación de las fuerzas ucranianas en otros ejes plantea la posibilidad de ofensivas rusas decisivas en otros lugares.

Por el momento, el frente consta aproximadamente de cuatro ejes principales (el plural de eje, no de la ofensiva correspondeinte), con aglomeraciones urbanas con tropas ucranianas importantes. Estos consisten, de norte a sur, en el eje Zaporozhia, Donetsk, Bakhmut y Svatove (ver mapa a continuación). El esfuerzo por reforzar el sector de Bakhmut ha diluido, notablemente, la fuerza ucraniana en estos otros ejes. En el frente de Zaporozhia, por ejemplo, hay potencialmente tan solo cinco brigadas ucranianas en la línea en este momento.

Por ahora, la mayor parte del poder de combate ruso no está comprometido y tanto las fuentes occidentales como las ucranianas están (con retraso) cada vez más alarmadas por la perspectiva de una ofensiva rusa en las próximas semanas. Actualmente, toda la posición ucraniana en el este es vulnerable porque es, en efecto, un saliente enorme, vulnerable al ataque desde tres direcciones.

Dos objetivos de profundidad operacional, en particular, tienen el potencial de destrozar la logística y el sostenimiento de Ucrania. Estos son, respectivamente, Izyum en el norte y Pavlograd en el sur. Un avance ruso por la orilla occidental del río Oskil hacia Izyum amenazaría, simultáneamente, con cortar y destruir la agrupación ucraniana en el eje Svatove (S en el mapa) y cortar la vital autopista M03 desde Kharkov. Llegar a Pavlograd; por otro lado, aislaría por completo a las fuerzas ucranianas alrededor de Donetsk y cortaría gran parte del tránsito de Ucrania a través del Dniéper.

El Plan Big Serge (Mapa hecho por mí)

En este momento, tanto Izyum como Pavlograd están aproximadamente a 100 Km de las líneas de inicio de una posible ofensiva rusa y, por lo tanto, ofrecen una combinación muy tentadora; ya que son significativas desde el punto de vista operativo y estan a un alcance relativamente manejable. A partir de ayer, comenzamos a ver avances rusos en el eje Zaporozhia. Si bien estos consisten, en este momento, principalmente en reconocimientos en fuerza que avanzan hacia la «zona gris» (ese ambiguo frente intersticial), el Minsiterio de Defensa Ruso afirmó que se tomaron varios asentamientos, lo que podría presagiar un impulso ofensivo genuino en esta dirección. La clave sería un asalto ruso a Orikhiv, que es una ciudad grande con una guarnición ucraniana importante. Un ataque ruso aquí indicaría que algo más que un ataque de sondeo está en marcha.

A veces es difícil analizar la diferencia entre lo que predecimos que sucederá y lo que queremos que suceda. Esto, sin duda, es lo que elegiría si estuviera a cargo de la planificación rusa: un avance hacia el sur a lo largo de la orilla oeste del río Oskil en el eje Kupyansk-Izyum y un ataque simultáneo hacia el norte pasando Zaporozhia hacia Pavlograd. En este caso, creo que simplemente proyectar Zaporozhia a corto plazo es preferible a empantanarse en una batalla urbana allí.

Si Rusia, realmente, intentará esto, no lo sabemos. La seguridad operativa rusa es mucho mejor que la de Ucrania o sus fuerzas delegadas (los Wagner y las milicias de Luhansk y de Donetsk), por lo que sabemos mucho menos sobre los despliegues de Rusia que sobre los de Ucrania. Independientemente, sabemos que Rusia disfruta de una fuerte preponderancia en el poder de combate y que hay objetivos operativos jugosos dentro del alcance.

Por favor señor, quiero un poco más

A vista de pájaro, este conflicto revela una fascinante metaestructura de la guerra. En la sección anterior, abogo por una visión del frente estructurado alrededor de Rusia rompiendo progresivamente los cinturones defensivos ucranianos en forma secuencial. Creo que un tipo similar de estructura narrativa progresiva se aplica al aspecto de generación de fuerza de esta guerra, con Rusia destruyendo en secuencia a los ejércitos ucranianos.

Permítanme ser un poco más concreto. Si bien el ejército ucraniano existe, al menos parcialmente, como una institución continua, su poder de combate ha sido destruido y reconstruido varias veces gracias a la asistencia occidental. Se pueden identificar múltiples fases, ciclos de vida, por así decirlo:

  • En los primeros meses de la guerra, el ejército ucraniano existente fue eliminado en su mayoría. Los rusos destruyeron gran parte de los suministros autóctonos de armamento pesado de Ucrania y destrozaron a muchos cuadros en el núcleo del ejército profesional de Ucrania.
  • A raíz de esta destrucción inicial, la fuerza de combate ucraniana se reforzó mediante la transferencia de, prácticamente, todo el viejo armamento soviético en las reservas de los países del antiguo Pacto de Varsovia. Se transfirieron vehículos y municiones soviéticas, compatibles con las capacidades ucranianas existentes, de países como Polonia y la República Checa y se completó en su mayoría a fines de la primavera de 2022. A principios de junio, por ejemplo, fuentes occidentales admitieron que las reservas soviéticas se agotaron. 
  • Con las reservas del Pacto de Varsovia agotadas, la OTAN comenzó a reemplazar las capacidades ucranianas destruidas con equivalentes occidentales en un proceso que comenzó durante el verano. De particular interés fueron obuses como el estadounidense M777 y el francés Caesar.

Rusia ha luchado, esencialmente, contra múltiples interacciones del ejército ucraniano: destruyó la fuerza de antes de la guerra en los primeros meses, luego combatió unidades que se recargaron con las reservas del Pacto de Varsovia y ahora está degradando una fuerza que depende en gran medida de los sistemas occidentales.

Esto condujo a la ahora famosa entrevista del general Zaluzhny con «The Economist» en la que pidió muchos cientos de tanques, vehículos de combate de infantería y piezas de artillería. En efecto, pidió otro ejército más, ya que los rusos parecen seguir destruyendo los que tiene.

Quiero señalar algunas áreas particulares donde las capacidades de Ucrania están, claramente, degradadas más allá de los niveles aceptables y observar cómo esto se relaciona con el esfuerzo de la OTAN para sostener el esfuerzo bélico de Ucrania.

Primero, artillería.

Rusia ha estado priorizando la acción de contrabatería durante muchas semanas y parece estar teniendo un gran éxito cazando y destruyendo la artillería ucraniana.

Parece que esto coincide, parcialmente, con el despliegue de nuevos sistemas de detección de contrabatería de una nueva “Penicilina”. Esta es una nueva herramienta bastante ordenada en el arsenal ruso. La guerra de contrabatería, generalmente, consiste en un juego peligroso de armas y de sistemas de radar. El radar de contrabatería tiene la tarea de detectar y ubicar las armas del enemigo, para que puedan ser destruidas por los propios tubos; el juego es más o menos análogo a los equipos enemigos de francotiradores (la artillería) y observadores (el radar) que intentan cazarse entre sí y de, por supuesto, tiene sentido disparar también a los sistemas de radar del otro lado, para cegarlos, por así decirlo.

El sistema de penicilina ofrece nuevas y potentes capacidades para la campaña de contrabatería de Rusia porque detecta las baterías de artillería enemigas no con radar, sino con localización acústica. Envía un boom de escucha que, en coordinación con algunos componentes terrestres, puede localizar las armas enemigas a través de la detección sísmica y acústica. La ventaja de este sistema es que, a diferencia de un radar de contrabatería, que emite ondas de radio que revelan su posición, el sistema de penicilina es pasivo: simplemente se queda quieto y escucha, lo que significa que no ofrece una manera fácil de ser localizado por el enemigo. Como resultado, en la guerra de contrabatería, Ucrania actualmente carece de una buena manera de cegar (o más bien, ensordecer) a los rusos. Además, las habilidades de la contrabatería rusa se han incrementado mediante un mayor uso del dron Lancet contra armas pesadas.

Todo esto es para decir que Rusia ha estado destruyendo bastante artillería ucraniana últimamente. el Ministerio de Defensa de Rusia ha insistido en destacar el éxito de los fuegos de contrabatería. Ahora, sé que en este punto se puede pensar, «¿por qué confiarías en el Ministerio de Defensa ruso?» Para ser justos: confiemos pero verifiquemos.

El 20 de enero, la OTAN convocó una reunión en la base aérea de Ramstein en Alemania, en el contexto de un nuevo paquete masivo de ayuda que se estaba preparando para Ucrania. Este paquete de ayuda contiene, he aquí, una enorme cantidad de piezas de artillería. Según mis cálculos, la ayuda anunciada esta semana incluye casi 200 tubos de artillería. Múltiples países, incluidos Dinamarca y Estonia, están enviando a Ucrania literalmente todos sus obuses. Llámenme loco, pero dudo seriamente que varios países decidan espontáneamente, exactamente al mismo tiempo, enviar a Ucrania todo su inventario de piezas de artillería si Ucrania no enfrentara niveles críticos de pérdidas de artillería.

Además, los Estados Unidos ha tomado nuevas medidas y sin precedentes para suministrar proyectiles a Ucrania. Solo la semana pasada, se sumergieron en sus reservas en Israel y Corea del Sur, en medio de informes de que las existencias estadounidenses están tan agotadas que tardarán más de una década en reponerse.

Revisemos la evidencia aquí y veamos si podemos llegar a una conclusión razonable:

  1. Los oficiales ucranianos admiten que su artillería está superada por 9 a 1 en sectores críticos del frente.
  2. Rusia despliega un sistema de contrabatería de última generación y un mayor número de drones Lancet.
  3. El Ministerio de Defensa ruso afirma que han estado cazando y destruyendo grandes cantidades de sistemas de artillería ucranianos.
  4. La OTAN se ha apresurado a armar un paquete masivo de sistemas de artillería para Ucrania.
  5. Estados Unidos está asaltando reservas críticas desplegadas hacia adelante para suministrar proyectiles a Ucrania.

Personalmente, creo que es razonable, dado todo esto, suponer que el brazo de artillería de Ucrania se ha hecho añicos en gran medida y que la OTAN está intentando reconstruirlo una vez más.

Mi reino por un tanque (3)

El principal punto de discusión en las últimas semanas ha sido si la OTAN entregará o no tanques a Ucrania. Zaluzhny insinuó un parque de tanques ucraniano gravemente agotado en su entrevista con «The Economist», en la que abogó por cientos de ellos. La OTAN ha intentado proporcionar una solución provisional al proporcionar a Ucrania varios vehículos blindados como el Bradley IFV y el Stryker, que restablecen algo de movilidad; pero debemos decir, inequívocamente, que estos no son sustitutos para un tanque y se quedan cortos, tanto en protección como en potencia de fuego. Intentar usar Bradleys, por ejemplo, en el papel de un tanque no va a funcionar.

Hasta el momento, parece que Ucrania va a recibir un pequeño puñado de tanques Challenger de Gran Bretaña, pero también se habla de donar Leopards (de fabricación alemana), Abrams (estadounidense) y Leclercs (francés). Como de costumbre, el impacto en el campo de batalla de los tanques a recibir por Ucrania está siendo exagerado (tanto por los cómplices ucranianos como por los pesimistas rusos) y subestimado (por los triunfalistas rusos). Sugiero un término medio.

La cantidad de tanques que se pueden entregar razonablemente a Ucrania es relativamente baja, simplemente debido a la carga de entrenamiento y de mantenimiento. Todos estos tanques usan diferentes municiones, piezas especiales y requieren entrenamiento especializado. No son el tipo de sistemas que simplemente pueden ser sacados del lote y llevados directamente al combate por una tripulación no entrenada. La solución ideal para Ucrania sería recibir solo Leopard A24, ya que estos podrían estar disponibles en cantidades decentes (quizás un par de cientos) y al menos estarían estandarizados.

También debemos tener en cuenta, por supuesto, que estos tanques occidentales probablemente no cambien las reglas del juego en el campo de batalla. El Leopard ya mostró sus limitaciones en Siria bajo operación turca. Tenga en cuenta la siguiente cita de este artículo de 2018:

“Dado que los tanques son ampliamente operados por miembros de la OTAN, incluidos Canadá, los Países Bajos, Dinamarca, Grecia y Noruega, es particularmente vergonzoso verlos destruidos tan fácilmente por terroristas sirios cuando se espera que igualen al ejército ruso”.

En última instancia, el Leopard es un tanque bastante normal diseñado en la década de 1970 superado por el T-90 ruso. No es un equipo malo, pero no es un terror en el campo de batalla. Sufrirán pérdidas y se desgastarán al igual que el parque de tanques de Ucrania antes de la guerra. Sin embargo, eso no cambia el hecho de que un ejército ucraniano con unas pocas compañías de Leopards será más potente que sin ellos.

Creo que es justo decir que las siguientes tres afirmaciones son todas ciertas:

  1. Recibir una mezcla de tanques occidentales creará una carga difícil de entrenamiento, mantenimiento y sostenimiento para Ucrania.
  2. Los tanques occidentales como el Leopard tienen un valor de combate limitado y serán destruidos como cualquier otro tanque.
  3. Los tanques occidentales aumentarán el poder de combate del ejército ucraniano mientras estén funcionando. 

Ahora, dicho esto, en este momento no parece que la OTAN quiera darle a Ucrania los tanques. Al principio, se sugirió que los tanques almacenados podrían ser desempolvados y entregados a Kiev, pero el fabricante ha declarado que estos vehículos no están en condiciones de funcionar y que no estarían listos para el combate hasta 2024. Eso deja solo la posibilidad de sumergirse, directamente, en los propios parques de tanques de la OTAN, que hasta ahora son reticentes a entregar.

¿Por qué? Mi sugerencia sería, simplemente, que la OTAN no crea en una victoria de Ucrania. Ucrania ni siquiera puede soñar con desalojar a Rusia de su posición sin una fuerza de tanques adecuada, por lo que la reticencia a entregar los tanques sugiere que la OTAN piensa que esto es solo un sueño de todos modos. En cambio, continúan priorizando el armamento que sostiene la capacidad de Ucrania para luchar contra una defensa estática (de ahí, los cientos de piezas de artillería) sin permitirse fantasías sobre un gran avance blindado ucraniano en Crimea.

Sin embargo, dada la intensa fiebre bélica que se ha acumulado en Occidente, es posible que el impulso político nos imponga la elección. Es posible que hayamos llegado al punto en que la cola mueve al perro, que la OTAN esté atrapada en su propia retórica de apoyo inequívoco hasta que Ucrania obtenga una victoria total y que aún podamos ver los Leopard 2A4 ardiendo en la estepa.

Resumen: La muerte de un Estado

El ejército de Ucrania está, extremadamente, degradado y habiendo sufrido pérdidas exorbitantes tanto en hombres como en armamento pesado. Creo que los muertos en combate ucranianos se acercan a los 150.000 en este momento y está claro que sus inventarios de tubos de artillería, proyectiles y vehículos blindados están prácticamente agotados.

Espero que la línea defensiva Bakhmut-Siversk se despeje antes de abril, después de lo cual Rusia avanzará hacia el cinturón defensivo final (y más débil) alrededor de Slavyansk. Mientras tanto, Rusia tiene un importante poder de combate en reserva, que puede usarse para reabrir el frente norte en la orilla occidental del Oskil y reiniciar las operaciones ofensivas en Zaporozhia, poniendo la logística ucraniana en peligro crítico.

Esta guerra se librará hasta su conclusión en el campo de batalla y terminará con una decisión favorable para Rusia.

Cola: una nota sobre los golpes

Siéntase libre de ignorar este segmento, ya que es un poco más nebuloso y no está relacionado concretamente con eventos en Ucrania o en Rusia.

Hemos visto muchos rumores divertidos sobre golpes de estado en ambos países: Putin tiene cáncer en el pie y su gobierno colapsará, Zelensky será reemplazado por Zaluzhny y así sucesivamente. Patriotas al mando y todas esas cosas buenas.

En cualquier caso, pensé que generalmente escribiría sobre por qué los golpes y las revoluciones nunca parecen conducir a regímenes democráticos agradables y tiernos, sino que casi siempre conducen a que el control político pase a los servicios militares y de seguridad.

La respuesta, se podría pensar, es simplemente que estos hombres tienen las armas y el poder para acceder a las salas importantes donde se toman las decisiones, pero no es solo eso. También, se relaciona con un concepto en la teoría de juegos llamada los puntos de Schelling.

Un punto de Schelling (llamado así por el caballero que introdujo el concepto, un economista llamado Thomas Schelling) se refiere a la solución que eligen las partes en un estado de incertidumbre y sin capacidad de comunicación. Uno de los ejemplos clásicos para ilustrar el concepto es un juego de coordinación. Suponga que a usted y a otra persona se les muestran cuatro cuadrados, tres azules y uno rojo. Se le pide a cada uno que elija un cuadrado. Si ambos seleccionan el mismo cuadrado, reciben un premio monetario, pero no pueden hablar entre ellos sobre sus elecciones. ¿Cómo eligir? Bueno, la mayoría de las personas eligen racionalmente el cuadrado rojo, simplemente porque llama la atención, se destaca y, por lo tanto, supones que tu pareja también elegirá este cuadrado. El cuadrado rojo no es mejor, per se, es simplemente obvio.

En un estado de agitación política o incluso de anarquía, el sistema trabaja hacia los puntos de Schelling: figuras e instituciones obvias que irradian autoridad y, por lo tanto, son la elección conspicua para asumir el poder y dar órdenes.

Todo esto es para decir que, en caso de golpe o colapso del Estado, los nuevos gobiernos prácticamente nunca se forman sui generis: siempre surgen de instituciones y jerarquías preexistentes. ¿Por qué, cuando cayó la Unión Soviética, la autoridad política pasó a manos de las Repúblicas? Porque estas Repúblicas eran puntos de Schelling, ramas a las que uno puede agarrarse para estar seguro en un río caótico.

Simplemente digo esto porque estoy cansado de historias fantasmagóricas sobre la liquidación del régimen en Rusia e incluso sobre su  disolución territorial. La caída del gobierno de Putin no conducirá ni puede conducir a un régimen favorable al occidental adyacente, porque no hay instituciones de poder real en Rusia que estén así dispuestas. El poder recaería en los servicios de seguridad, porque son puntos Schelling, y ahí es donde va el poder.

Traducción y notas: Carlos Pissolito

Notas:

(1) República Democrática de Luhansk. 

(2) República Democrática de Donetsk 

(3) El texto original usa la expresión: «Main Batlle Tank» (MBT por sus siglas en inglés) y que designa a un tanque pesado (+ de 40 ton) que cumple la función de maniobra y de fuego directo protegido por blindaje en muchos ejércitos modernos. La que no es, comúnmente, utilizada entre nosotros, por lo que la hemos reemplazado por la palabra tanque.

Publicado en Espacio Estrategico https://espacioestrategico.blogspot.com/2023/01/guerra-ruso-ucraniana-la-bomba-de.html

Fuente original en Ingles: Big Serge Thought https://bigserge.substack.com/p/russo-ukrainian-war-the-world-blood?utm_source=post-email-title&publication_id=1068853&post_id=89425441&isFreemail=true&utm_medium=email

«CUANDO LAS PERIFERIAS EMPIEZAN A MARCAR EL RUMBO DEL GLOBO»

UNIVERSIDAD NACIONAL DE CAJAMARCA; ESPACIO DE REFLEXIÓN CRITICA Y ESTRATÉGICA PROYECTO PATRIA (PERÚ), Y LA CADENA INTERNACIONAL DE TELEVISIÓN ASIA-TV (ARGENTINA), LE ESTÁN INVITANDO A LA VIGÉSIMO SEXTA CONFERENCIA DEL PRIMER CICLO SOBRE GEOPOLÍTICA 2022-2023

MIRANDO LA GEOPOLÍTICA MUNDIAL DEL SIGLO XXI

DISERTANTE: Lic. Carlos Alberto Pereyra Mele; destacado politólogo y analista geopolítico, Director del prestigioso e internacionalmente reconocido tanque de pensamiento sudamericano, Dossier Geopolítico (Argentina). Asiduo invitado como disertante por la Escuela Superior de Guerra de Ejercito del Perú (ESGE).

Por Anis H. Bajrektarevic

Europa – Una Histeria Importante – Parte II

Recesión económica; recesión de planes e iniciativas; llamamientos sistemáticamente ignorados a favor de una justicia fiscal y monetaria para todos; crisis del euro; Brexit e irredentismo en el Reino Unido, España, Bélgica, Francia, Dinamarca e Italia; inestabilidad duradera en el teatro euromediterráneo (crisis de la deuda del sur de Europa -países escudriñados y ridiculizados bajo el apodo de PIGS-, unida a los estados fallidos de todo el MENA); terrorismo; mínimos históricos con Moscú que culminan en el conflicto armado abierto sin precedentes de Occidente con Rusia en el territorio de otro idiota útil eslavo, la malograda Ucrania, todo ello combinado con una administración de Washington enfrentada pero en realidad asustada y desorientada; afluencia de refugiados predominantemente musulmanes procedentes de Levante en cantidades y configuraciones sin precedentes desde los éxodos de la Segunda Guerra Mundial (con un racismo institucionalizado en la política migratoria occidental mientras se da a los ucranianos que huyen un trato diametralmente distinto); crecimiento consecuente de partidos de extrema derecha que -mediante la venta ambulante de mensajes y comparaciones reductoras- están explotando los miedos a la otredad, que ahora se amplifican con las ya urgentes preocupaciones por el trabajo sanitario y la justicia social; el desempleo generacional y las ansiedades socioculturales, en el rebote de las sanciones; las «crisis» sanitarias, post-C-19 y energéticas «profetizadas» hace mucho tiempo, la antidiplomacia del petróleo; la dolorosa desdolarización, así como las guerras comerciales chino-estadounidenses, mientras se agita el dilema de dejar el bolivarismo o apoyar el monroeísmo…

Y, justo cuando pensábamos que no podía ir a peor, justo cuando pensábamos que podíamos escapar del juicio de la historia y que Europa podía evitar la inevitable aceptación de que ya no hay triunfo moral de Occidente (desde el vertiginoso 2020), el devastador terremoto redujo a escombros los cimientos de la superioridad civilizacional occidental: arrestos de los altos cargos de la institución más democrática de la UE, el Europarlamento, y extensas redadas que aún continúan

Los cimientos mismos de Europa se tambalean.

Sorprendentemente, en Europa se ha potenciado muy poco el debate público al respecto. Lo que es aún más preocupante es el hecho de que cualquier cuestionamiento auto-evaluación de la participación de Europa y las políticas anteriores en el Oriente Medio, y el Este de Europa es simplemente fuera de la agenda. La inmaculada autoridad de Bruselas y la infalibilidad de la UE liderada por la Europa atlántica y central son incuestionables. ¿Correspondencia con las realidades o cumplimiento de un dogma?

Economía triangular de la alteridad

¿Por qué nuestro Occidente promueve con tanto ahínco el llamado comercio internacional por todas partes? La respuesta está al alcance de la mano; el presidente estadounidense George H.W. Bush lo aclara: «Ninguna nación de la Tierra ha descubierto la manera de importar los bienes y servicios del mundo y, al mismo tiempo, detener las ideas extranjeras en la frontera».

Existe un consenso en la comunidad académica sobre cuál fue el factor crítico en la redefinición de la periferia del mundo -de una Europa subperiférica- a un Occidente avanzado. Innegablemente, fue la extensión de su profundidad estratégica hacia el oeste, a las Américas en 1492 – un enorme continente no reportado en la Biblia y desconocido para los europeos. También existe consenso sobre los dos factores que facilitaron el inicio de la era de los Grandes Descubrimientos. El efecto de empuje fue la caída de Constantinopla, el declive relativo de los árabes magrebíes y la amenaza tecno-militar y demográfica otomana sobre Europa desde el sur y el sureste. Y el efecto de atracción fue el repliegue de la dinastía Ming y el desmembramiento de la flota china transoceánica.

Esto desencadenó el llamado comercio transcontinental triangular que incorporó a Europa otro continente hasta entonces desconocido: el África (subsahariana). El comercio triangular fue un instrumento brutal impuesto por los europeos: Africanos esclavizados enviados como ganado a América para buscar oro y plata que se destinaba a los centros coloniales europeos.

(No hace falta decir que poco después de «descubrir» el continente americano, los europeos despojaron brutalmente a su civilización indígena. Sólo 100 años después, América ha sufrido la pérdida del 90% del total de su población precolonial. Lo mismo ocurrió en el África subsahariana. Lejos de ser una desconocida antes de las conquistas europeas, África fue durante muchos siglos parte integrante del sistema comercial y manufacturero afroasiático. Todo eso cambió radicalmente con la llegada de los europeos. Poco después, derogaron una estructura sociopolítica, civilizacional y cultural autóctona y las estructuras demográficas de África más allá del punto de reparación).

Una vez en Europa, los alijos de estos metales preciosos se utilizaron para cubrir los enormes déficits europeos creados por las importaciones masivas de tecnologías punta, productos manufacturados, otros bienes y especias procedentes de una Asia y un Oriente Próximo entonces superiores. Sólo más tarde, el oro y la plata serían sustituidos por los igualmente poderosos pero menos caros «facilitadores del comercio»: el hierro y el opio (armas y drogas). Por ejemplo, a principios de 1800, muchos parlamentarios y ministros del gabinete británico tenían acciones en las narcoempresas del Reino Unido. De ahí que la narconomía se introdujera e impusiera como un poderoso elemento disuasorio estratégico y como un acumulador de riqueza. (Por ejemplo, todavía a finales del siglo XIX, unos 40 millones de chinos continentales eran grandes drogadictos, aproximadamente el 10% de la población).

Los rendimientos afroamericanos fueron tan colosales para la Europa atlántica que muchos estudiosos asumen la llamada revolución industrial más como una anomalía evolutiva que como un proceso socio-tecnológico natural de desarrollo, que pivotó principalmente en Asia 2 (sino-india). Para ilustrar una magnitud (o para validar la llamada afirmación schumpeteriana de destrucción creativa), tomemos nota de los siguientes datos: Desde principios del siglo XVI y durante 300 años consecutivos, el 85% de la producción mundial de plata y el 70% de la de oro procedieron de América. Durante el mismo periodo, 2/3 de los productos manufacturados a nivel mundial procedían de Asia. En particular, mientras Europa gastaba sin ganar nada, Asia trabajaba (para empobrecerse gradualmente incluso a través de las subsiguientes prácticas comerciales desleales, a medida que Europa proyectaba su dogma militar y de «libre comercio»).

Además, durante los siglos XVII, XVIII y XIX, el papel de la esclavitud negra, el comercio de esclavos, los centros de producción de esclavos negros estadounidenses y los mercados negros contribuyeron significativamente al «gran avance» agrícola e industrial de la Europa atlántica, tal y como lo celebramos hoy. En resumen, se trataba de una riqueza de América extraída por los hombres-poder esclavizados de África, y enviada a Europa con costes mínimos, todo ello durante siglos.

Este colosal «descubrimiento de ultramar» reforzó el camino de Europa hacia la modernización defensiva (uso de la tecnología para un fin geoestratégico limitado):

la construcción de los imperios europeos se convirtió en un proyecto científico y la ciencia evolucionó hacia un proyecto imperial. Por ejemplo, los franceses, holandeses y británicos (la llamada segunda y tercera ronda de colonizadores) aprendieron una cosa de los portugueses y españoles (la primera ronda de colonizadores europeos): a nadie le gusta pagar impuestos, sino invertir. Por lo tanto, su expansión colonial se llevó a cabo principalmente como una empresa corporativa (Compañía de las Indias Occidentales, Compañía de las Indias Orientales, WIC, VOC, Compañía del Mississippi, etc.).

De ahí que fuera un círculo vicioso mágico de imperios erigidos científicamente y capitalismo imperial:

Los créditos financiaban los descubrimientos en ultramar, los descubrimientos daban lugar a las colonias, las colonias generaban beneficios (mediante la importación de esclavos y lugareños enrarecidos), los beneficios generaban confianza en el mañana, y la confianza en este brillante mañana colonial se traducía en cada vez más créditos para las empresas corporativas más grandes. No es de extrañar que la exégesis del capitalismo (de la ciencia newtoniana y de Smith) empezara a creer ciegamente en un crecimiento económico sin fin y en constante expansión. El hecho de que tal «fe» contradiga todas las leyes cósmicas no molestó a nadie en aquella Europa de entonces – el continente estaba vertiginoso y triunfante en su conquista planetaria. Le Capitalisme Européen significaba expansión, en todos los sentidos posibles.

Un cambio tan rápido de un estatus periférico a una «civilización avanzada» requería, por supuesto, una reconstrucción completa de la identidad occidental, fomentando la militarización de la religión con fines ideológicos. Esta acrobacia -como contrapartida- provocó la ruptura de Europa y potenció la continua división del continente en dos esferas: la Europa Oriental/Rusófona -más cercana y, por tanto, más objetiva hacia las realidades afroasiáticas- y la Europa Occidental (Atlántica/Escandinava/Central), esfera más desdeñosa, egocéntrica e ignorante.

Mientras el flanco atlántico desarrollaba progresivamente su poder comercial y naval para proyectarse económica y demográficamente más allá del continente, la Europa del Este, sin salida al mar, se quedaba rezagada. Se estancó en el feudalismo y constituyó involuntariamente un cordón sanitario -desde el Báltico oriental hasta las costas del Adriático- frente al Levante/sur islámico y el Oriente ruso-oriental.

Poco a poco, pasado el siglo XV, la idea de «Europa occidental» empezó a cristalizar a medida que los turcos otomanos y los europeos orientales eran imaginados y descritos como bárbaros. Durante los siglos XVII y XVIII, a medida que avanzaba el «comercio» triangular, la Europa atlántica se retrató firmemente como el próspero Occidente que limitaba con los vecinos «paganos/bárbaros» de su cercano este, y con los «súbditos salvajes» de su sur mediterráneo, su oeste ultramarino y el místico Lejano Oriente. En consecuencia, no podemos negar el enorme papel que la historia fabricada, así como el racismo «científico» y sus teorías, desempeñaron en la formación y preservación de la construcción de la identidad europea.

La Ilustración fue un momento definitivo en la reinvención de la identidad europea. La búsqueda vino acompañada de la pregunta fundamental ¿quiénes somos y cuál es nuestro lugar en el mundo? Responder a esa pregunta condujo a la sistematización, la clasificación de la inversión antropogeográfica y -francamente- a la reinvención del mundo. Del Renacimiento a la Ilustración se fue formando una especie de régimen de apartheid intelectual.

(Esta anomalía histórica suelo describirla como inversión antropogeográfica en la que la periferia se afirmaba en el centro periferizando ese núcleo y consiguiendo presentarse como centro. Así, nuestro actual núcleo geopolítico e ideológico reside en las periferias geográficas del planeta. Está en manos de llegados tardíos al desarrollo, como el Reino Unido, Escandinavia, Rusia, Canadá, Estados Unidos, Japón, Australia, Nueva Zelanda, Corea, Singapur y Sudáfrica. Lograr y mantener esta colosal inversión era imposible sin coacción a lo largo del extenso espacio y tiempo. Por consiguiente, era necesaria una combinación de instrumentos físicos y metafísicos (duros/coerción y blandos/atracción): Presencia militar física de la periferia en el centro, combinada con una narrativa fuertemente custodiada y una historia construida. ¿Cómo se corresponde mi teoría de la inversión antropogeográfica con una interpretación institucional de la historia? Las periferias antropogeográficas reales son ciertamente una nueva llegada civilizacional – La interferencia, la intrusión y la discontinuidad se sufren en un núcleo no en los bordes. (Por ejemplo, no son Siria, Irak, Irán o Afganistán, situados en el centro, los que intervienen en las periferias geográficas, como el Reino Unido, Estados Unidos, Rusia o Canadá). La periferia se coagula más rápidamente ya que rara vez es intrusada. El propio centro se funde y es fundido constantemente. En el mundo de nuestras realidades; la periferia envía, el centro absorbe).

El surgimiento de Occidente fue retratado como un puro nacimiento virginal,..

…como John M. Hobson concluyó con justicia. Los europeos se delinearon como el, único o el más, progresista sujeto de la historia del mundo en pasado, presencia y futuro. Al mismo tiempo, los pueblos orientales -por ejemplo, los asiáticos como «el pueblo sin historia»- eran vistos como inertes, pasivos y corrosivos.  Mientras el sistema solar «se volvía» heliocéntrico, el bien y el destino de nuestro planeta se volvían llanos: europocéntricos. El mantra de que el mundo es plano preparó el terreno, convirtiendo todo más allá de Europa en un corredor sanitario, una zona de exclusión aérea.

Ambiente anti-Oriente

«La idea de Europa encontró su expresión más duradera en la confrontación con Oriente en la era del imperialismo. Fue en el encuentro con otras civilizaciones donde se forjó la identidad de Europa. Europa no derivó su identidad de sí misma, sino de la formación de un conjunto de contrastes globales. En el discurso que sostenía esta dicotomía de lo propio y lo ajeno, Europa y Oriente se convirtieron en polos opuestos de un sistema de valores civilizatorios que fueron definidos por Europa». – señala Delantry.

Incluso la palabra inglesa to determine, position, adapt, adjust, align, identify, conform, direct, steer, navigate or command tiene una connotación oriental. Encontrarse y situarse frente a Oriente, significa orientarse.

La Europa feudal se había identificado negativamente con Levante y el Islam. Reinventó la unidad histórica y la continuidad del Imperio Romano (precursor del actual Euro-MED) en una categorización binaria4 nosotros-ellos:  El paria periférico se convirtió así en Roma (Imperio de Occidente) y el sucesor legítimo -que sobrevivió a su traslado al Bósforo durante más de 1.000 años- se convirtió en periférico,’Bizancio’ 5.  No en vano, la incansable categorización binaria es un aglutinante y galvanizador esencial.

Evidentemente, se trataba de una identidad fuertemente apoyada en la inseguridad. ¿La prueba? Una manifestación externa de la inseguridad interior es siempre la asertividad agresiva.

¿Sigue viva o incluso operativa? ¿Cuál es su correlato hoy en día?

Europa ha fallado repetidamente a la hora de responder a Oriente y Oriente Próximo a través del diálogo (instrumentos) y el consenso (instituciones), a pesar de contar con ambos (a través del CdE; el CPM de la OSCE; la PEV de la UE, el Proceso de Barcelona, etc.). Durante los últimos 31 años, ha respondido principalmente de forma militar en Oriente Medio y el Norte de África (o/y con sanciones, que también es una guerra, una guerra socioeconómica), a través de «Coaliciones de Voluntarios» (justificadas por Occidente y el resto, el mantra de la democracia frente al putinismo). Sin embargo, para una Europa en rápida contracción económica y demográfica, la confrontación ya no resulta rentable. Mientras que prácticamente todavía ayer (a finales de la Segunda Guerra Mundial), cuatro de las cinco mayores economías estaban situadas en Europa, hoy sólo una no está en Asia. Ninguna está en Europa.

(Del mismo modo, mientras que la economía estadounidense contribuía con el 54% de la producción mundial en 1945, hoy apenas cubre 1/3 de esa cuota. Por tanto, los estadounidenses ya no arreglan el mundo. Sólo gestionan (parcialmente) su declive. 

Fíjense en su huella en la antigua Yugoslavia, Afganistán, Irak, Libia, Mali, Yemen, Siria o hoy en Ucrania).

De la misma manera que el Islam comenzó como un monopolio exclusivamente árabe para ser poco después asumido (para siempre) por los turcos, los persas y los asiáticos del sudeste (que hoy están mucho más potenciados), de la misma manera la Edad Moderna comenzó con Europa. Pero, hoy es una empresa planetaria que lo de menos reside en su originador. Simplemente, el Viejo Continente ya no es un club de ricos. Es un teatro con memoria de su pasado rico. Actualmente, Asia, África, América Latina se autorrealizan rápidamente y aprenden mucho más unos de otros que de Occidente.

¿Y Europa? Todavía hoy, sus instituciones nacionales recurren con demasiada rapidez a la cultura y a la identidad para explicar la política, sobre todo en época de elecciones. Por supuesto, insistiendo -en el mejor espíritu del dogma religioso- en la infalibilidad de su relato. Por simple y cómodo que parezca, no es tan exacto como tal. En toda Europa, los gobiernos fracasaron repetidamente en la justicia distributiva (baste recordar la vergüenza de Corona), no en la cultura ni en el reconocimiento de comportamientos. Así pues, la UE tiene que aprender a desescalar y transigir. Cierta identidad no puede alinearse sólo con su geografía. Tiene que responder también a otras realidades. Esto redunda en interés del continente, por el bien de su único futuro viable. Por lo tanto, ya es hora de que la Europa de Bruselas ponga en tela de juicio sus rígidas opciones sociopolíticas y evolucione en sus puntos de vista y actuaciones, tanto dentro como fuera de sus fronteras.

Debido a la emergencia de Asia, Europa nunca será tan central para Estados Unidos y Rusia como solía serlo después de la Segunda Guerra Mundial, y menos aún después del Brexit. Por lo tanto, el viejo continente tendrá que centrarse en garantizar la supervivencia de su propio modelo de multilateralismo antes de poder volver a reivindicar cualquier ambición global. No hay tiempo para reinventar la cartografía poscolonial europea, ya sea en Kiev, Jartum o Kinshasa.

Si somos serios, empecemos por responder a lo siguiente: ¿El llamado expansionismo ruso o «islamofascismo» de Oriente Medio y el Norte de África es espontáneo o provocado, es incipiente o sólo una imagen especular de algo que golpea enfrente? Y después de todo, ¿por qué los musulmanes autóctonos de Europa (los de los Balcanes) y sus gemelos, los cristianos autóctonos de Oriente Medio y el Norte de África (los de Levante) son ahora dos sombras idénticamente delgadas en una pared (marcada por las balas), mientras que los ucranianos, a quienes «protegemos» europeístamente durante las últimas décadas, son los más trágicos, los más desarraigados, los que más ingresos tienen y los menos seguros del planeta?

*Anis H. Bajrektarevic es catedrático y profesor de Derecho Internacional y Estudios Políticos Globales en Viena (Austria).  Es autor de ocho libros (para editoriales estadounidenses y europeas) y numerosos artículos sobre, principalmente, geopolítica, energía y tecnología. El profesor es editor de la revista GHIR (Geopolitics, History and Intl. Relations), con sede en Nueva York, y miembro del consejo editorial de varias revistas especializadas similares en tres continentes. A principios de este año se publicó en Nueva York su noveno libro. El Prof. Dr. Bajrektarevic autoriza la publicación de su artículo en Dossier Geopolitico DG

Por *Anis H. Bajrektarevic

La Europa de Occidente: imperialismo de la imaginación, geopolítica de Peter Pan (Primera parte)

Recesión económica; recesión de planes e iniciativas; llamamientos sistemáticamente ignorados a favor de una justicia fiscal y monetaria para todos; crisis del euro; Brexit e irredentismo en el Reino Unido, España, Bélgica, Francia, Dinamarca e Italia; inestabilidad duradera en el teatro euromediterráneo (crisis de la deuda del sur de Europa -países escudriñados y ridiculizados bajo el sobrenombre de PIGS-, unida a los Estados fallidos de todo Oriente Medio y el Norte de África); terrorismo; mínimos históricos con Moscú que culminan en el conflicto armado abierto sin precedentes de Occidente con Rusia en el territorio de otro idiota útil eslavo, la malograda Ucrania, todo ello combinado con una administración de Washington enfrentada pero en realidad asustada y desorientada; afluencia de refugiados predominantemente musulmanes procedentes de Levante en cantidades y configuraciones sin precedentes desde los éxodos de la Segunda Guerra Mundial (con un racismo institucionalizado en la política migratoria occidental mientras se da a los ucranianos que huyen un trato diametralmente distinto); crecimiento consecuente de partidos de extrema derecha que -mediante la venta ambulante de mensajes y comparaciones reductoras- están explotando los miedos a la otredad, que ahora se amplifican con las ya urgentes preocupaciones laborales sanitarias y de justicia social; el desempleo generacional y las ansiedades socioculturales, en el rebote de las sanciones; las «crisis» sanitarias, post-C-19 y energéticas, «profetizadas» desde hace mucho tiempo, la antidiplomacia petrolera, así como las guerras comerciales chino-estadounidenses, mientras se agitan en el dilema de permitir el bolivarismo o apoyar el monroeísmo…

Y, justo cuando pensábamos que no podía ir a peor, justo cuando pensábamos que podíamos escapar del juicio de la historia y que Europa podía evitar la inevitable aceptación de que ya no hay triunfo moral de Occidente (desde el vertiginoso 2020), el devastador terremoto redujo a escombros los cimientos de la superioridad civilizacional occidental: arrestos de los altos cargos de la institución más democrática de la UE, el Europarlamento, y amplias redadas que aún continúan. Los cimientos de Europa se tambalean.

Llama la atención el escaso debate público que se está produciendo en Europa al respecto. Lo que es aún más preocupante es el hecho de que cualquier cuestionamiento auto-evaluación de la participación de Europa y las políticas anteriores en Oriente Medio y el Este de Europa está simplemente fuera de la agenda. La inmaculada autoridad de Bruselas y la infalibilidad de la UE liderada por la Europa atlántica y central son incuestionables. ¿Correspondencia con las realidades o cumplimiento de un dogma?

Una de las principales figuras del Renacimiento europeo que inspiró grosso modo la renovación europea es Dante. Junto con Petrarca y Boccaccio, está considerado como uno de los tres padres del humanismo europeo. De ahí que Dante sitúe al profeta Mahoma en el octavo círculo de su famoso Infierno. Los únicos individuos por debajo de Muhamed eran Judas, Bruto y Satanás. «El islam era visto como la negación del cristianismo, como antieuropeo… y Mahoma como un Anticristo en alianza con el Diablo…», como señaló Rana Kabbani en su luminosa obra Ficciones imperiales.

Sin embargo, ambas religiones remontan sus orígenes a Abraham. Ambas vivieron en armonía (o al menos cohabitaron con éxito) durante siglos en la región de Oriente Medio y el Norte de África, especialmente en Líbano, Siria, Egipto e Irak. ¿Por qué no hubo una relación armoniosa entre la Europa cristiana y Oriente Próximo? ¿Estaba Europa optando por demonizar a los musulmanes para generar artificialmente un yo europeo homogéneo? ¿Ningún enemigo en la puerta, ninguna unidad en casa?

Se podría decir que esta es una historia de los siglos pasados. Sin embargo, la ausencia de una autorreflexión por parte de la UE sobre su política actual en Oriente Próximo hace que merezca la pena revisar algunos de los sombríos capítulos de la historia europea y la génesis de sus pensamientos preseculares y laicos.

Civitas Dei Bruselas: Extra Euro-Atlanticum, nulla salus

Europa llegó a conocerse como «cristiandad» porque su identidad se imaginó o inventó como la católica en contradicción con el Oriente Próximo islámico y con el cristianismo oriental (auténtico, verdadero u ortodoxo).

El cristianismo, por supuesto, se originó en Oriente Próximo y no en Europa. Posteriormente fue universalizado y, al extenderse por el mundo periférico, europeizado por el emperador romano Constantino el Grande (Edicto de Milán, 313 d.C.), nacido en los Balcanes. Él mismo pasó gran parte de su vida en el Bósforo y, por ello, fue enterrado en Asia Menor. Sin duda, fue por designio legal de este glorioso emperador (plenamente respaldado por la élite política del Imperio) que la ciudad de Roma fue (re)convertida en periferia administrativa, paria político-ideológica y suburbio geoestratégico (hacia 324 d.C.). La sede oficial del Imperio Romano, incluido el Senado romano, se convirtió, por otro edicto histórico del año 330 d.C., en Constantin-polis (Constantinopla), y así permaneció hasta el final del Imperio, 11 siglos más tarde.

Por lo tanto, la inauguración postromana/bizantina de la «Cristiandad» como cultura occidental pura requirió acrobacias intelectuales sostenidas – almidonando la verdad lejos de una geografía elemental y de la evidencia histórica. Tal inversión, por la que una periferia ideológica y geopolítica se presenta a sí misma como un centro, requirió una considerable emasculación, tanto física como narrativa impuesta sobre un amplio espacio y tiempo.

Esta creación a la carta de la cristiandad católica o, por decirlo de algún modo, de la Umma occidental, sirvió a dos objetivos vitales: el interno y el externo. Ambos ayudaron a la solidificación del sistema socioeconómico y político-militar feudal y basado en el de una identidad colectiva europea precolonial. En el ámbito interno, sirvió para crear un sentido coherente de identidad propia: el paradigma de nosotros contra ellos: Unidad, opresión y obediencia. Extra ecclesiam nulla salus – no hay salvación fuera de la iglesia, siguiendo el antiguo racional romano «no hay mundo más allá de la línea del Limes», o el moderno: «no hay prosperidad fuera de la UE». Externamente, aquí se encontraba la narrativa «moral», una justificación para los subsiguientes viajes militares y otras formas de saqueos organizados. Por supuesto, esta imagen iba acompañada de una identidad social coercitiva: la «Edad Media» en el interior y los cruzados en el exterior.

Así fue como los europeos empezaron a considerar el conflicto religioso como el atributo identificativo de la formación del sistema, mientras que en otras partes del globo la coexistencia interétnica e interreligiosa era un modus operandi tradicional dentro de los países y entre ellos.

En la época del Renacimiento, la Europa católica se dio cuenta de que, para proyectarse eficazmente –colonizar física y/o mentalmente los territorios de ultramar– necesitaba la coerción (enrarecimiento y asimilación), la reclusión en campos de trabajo (esclavitud) o la solución final (exterminio físico). Estos dilemas estratégicos sobre los instrumentos a utilizar influyeron y dominaron los debates europeos de la época. Dio lugar a la concepción del «noble salvaje», que podía ser asimilado, frente al «innoble salvaje», que estaba destinado a la detención laboral o a la solución final. Ese dilema de coaccionar o exterminar de los «salvaalmas» culminó incluso en la Ummah cristiana anterior a Westfalia. Su mejor epítome fue la famosa controversia de Valladolid de 1550, en la que la noción de innoble salvaje de Juan Ginés de Sepúlveda se enfrentó a la de noble salvaje de Bartolomé de Las Casa.

En ambos casos -se afirmaba- los nativos amero/afroasiáticos merecían la salvación por tener un «fuerte deseo de ella», pero las opiniones diferían sobre si los propensos deseos de los nativos superaban su capacidad mental para recibir el cristianismo. De ahí que los debates -que fueron las raíces y los orígenes de las posteriores teorías liberales, así como los primeros precursores de las posteriores doctrinas del cambio de régimen, la intervención humanitaria y el derecho preferente, y del ultimátum (unilateral) de los criterios de adhesión a la UE- siempre presupusieran la inferioridad (y pasividad) de los nativos.

Francamente, éste sigue siendo un comportamiento constante en las relaciones internacionales: Por ejemplo, las opiniones sobre Libia diferían, como difieren hoy sobre Siria. Sin embargo, lo que es común a todos los puntos de vista es que nadie consulta a la población local ni tiene en cuenta lo que ésta desearía para sí.

Legitimación del imperialismo de la imaginación

En el transcurso de los siglos siguientes, la noción de solución final se sofisticó y acabó siendo sustituida por la combinación de conversiones culturales/sumisiones (sumisión inducida), obediencia político-militar y apartheid socioeconómico. Un apartheid sutil (que es fácil de negar, pero difícil de demostrar) suele ser mejor que el genocidio bruto (que es rastreable y fácilmente cuantificable). En las cumbres del imperialismo, el dilema noble-ignoble salvaje se plasmó en un racismo implícito y explícito. El debate se centraba en la cuestión de si la inferioridad de las naciones podía remediarse mediante la misión «civilizadora» imperial, siendo los darwinistas sociales y los racistas «científicos» más bien pesimistas, pero más comunicativos en cuanto a las posibles soluciones.

El llamado dilema central del liberalismo –¿Es liberal imponer valores liberales a sociedades antiliberales? – no era, por supuesto, más que la punta del iceberg, de apariencia inocente, de la incansable alterización. Esta «epistemología» se arraigó aún más en la llamada teoría de Peter Pan, con una imagen romántica del Otro, más infantilmente descuidado e indefenso que intencionadamente cruel y bárbaro. El extranjero seguía siendo Otro, pero se «convertía» en algo seductor, promiscuo y exótico. Esencialmente, Oriente como un niño envuelto en inocencia, un inferior ridiculizado que nunca crecería. Esto, por supuesto, dio lugar a varias categorizaciones binarias, las listas de nosotros contra ellos o de uno contra otro, con el fin de fabricar la ruptura y, por lo tanto, facilitar una diferenciación decisiva y duradera entre el Occidente y el Oriente construidos.

Occidente como hombre construido frente a Oriente como mujer construida. Un Occidente «orientado a la mente» frente a un Oriente «orientado al cuerpo». Las penínsulas e islas faloides de Europa (atlántica y escandinava) frente a la masa continental de Afro-Asia, que parece un útero; el hombre erecto y explosivo frente al reflexivo e implosivo; el hombre omnipresente (siempre marinero y comerciante) y extrovertido frente a la mujer humilde, artesana y a la espera. Linealidad temporal masculina, faloide y progresivamente erguida frente a fugas menstruales periódicas de feminidad en ciclos regresivos de estancamiento. Evidentemente, todo lo que fuera más allá se consideraba intrascendente.

Físico, material, ideológico, activo, polarizador, determinado vs. metafísico, espiritual, esotérico, atmosférico, inclusivo, holístico. No es de extrañar que todas las ideologías operacionalizadas se originaran únicamente en Europa. Qué más da, puesto que nadie jamás, salvo los asiáticos revelaron al mundo ninguna religión significativa. La ideología penetra, la religión abraza.

Infalibilidad de Occidente (AgitProp – Non-stop)

Poco a poco, la misión civilizadora imperial (la expansión es un camino hacia la seguridad) adquirió una nueva forma, a menudo bajo la atenta mirada de los «Cinco Ojos». Se convirtió en un deber moral – R2P (Responsabilidad de Proteger), tanto como el deber paterno es criar a su hijo infante. El apuesto, masculino y fuerte Príncipe Azul occidental tiene un deber: emancipar a su Bella Durmiente oriental. Dar un «beso» significaba proyectar la presencia militar física occidental, el cristianismo y el comercio. ¿Quién era/es la Bella Durmiente oriental?

El famoso poema de Rudyard Kipling de 1899, The White’s Man Burden (La carga del hombre blanco) ofrece algunas respuestas al describir a los pueblos orientales como «mitad diablo y mitad niño». «La culpa de los que sois mejores / El odio de los que guardáis» – Kipling advierte e instruye, describe e invita. En su novela clásica de 1847, Tancred – La nueva cruzada, el célebre primer ministro británico Benjamin Disraeli afirma: «Una raza sajona, protegida por una posición insular, ha imprimido su carácter diligente y metódico al siglo. Y cuando una raza superior, con una idea superior al Trabajo y al Orden, avance, su estado será progresivo… ¡Todo es raza!» Toda una acrobacia intelectual para el propio Disraeli, que no era ni sajón ni cristiano.

Durante ese periodo, los misioneros católicos occidentales constituyeron una de las voces de presión más poderosas e influyentes de esta misión civilizadora. 

Se trataba, por supuesto, de la militarización de la religión, un notorio uso indebido con fines ideológicos.

Al igual que hoy, los fanáticos de entonces fueron identificados, manipulados y radicalizados, por no decir «inspirados». En la Europa de aquella época, las élites depredadoras que se escondían tras los estados feudales europeos solían contratarlos como AGITPROP, la policía ideológica.

Naturalmente, las justificaciones se veían en cualquier narrativa bíblica. Por ejemplo, la reinvocación de la historia del Génesis de los tres hijos de Noé, e interpretarla como el «deber» de Jafet (Europa) de absorber a Sem (asiáticos) y esclavizar y colonizar a Cam o Canaán (negros de África e indios de América). Sorprendentemente, según el Génesis cap.9, versículo 27: «Dios engrandecerá a Jafet y éste habitará en las tiendas de Sem, y Canaán será su siervo».

(Mientras Europa se enfrentaba al holocausto de sus 30 años de guerra entre cristianos esencialmente rimocatólicos, «las ciudades comerciales y cosmopolitas asiáticas formaban una red de centros que abarcaban numerosos imperios multiétnicos y multilingües» – dice Parag Khanna).

El posterior renacimiento protestante infundió la siguiente oleada de misioneros cristianos para forzar esta narrativa en la matriz de la colonización como implantes «intencionados» en las mentes y cuerpos de los pueblos de ultramar. Por ello, James Lorrimer y otros arquitectos del orden político y jurídico internacional de la época dividieron el mundo en tres segmentos: blancos civilizados, amarillos bárbaros y negros salvajes. Los Amarillos eran «pueblos caídos», que habitaban una terra infantilis, destinada a la civilización (lo que más tarde evolucionará hacia el dominio indirecto, con un apartheid social en vigor). La zona ocupada por los negros, los pieles rojas y los aborígenes era un «espacio sin fronteras», terra nullius sólo para conquistar y colonizar, ya que los indígenas no tienen «derecho de nacimiento» sobre ella (lo que significa: colonización física y dominio directo, solución final de desplazamiento y genocidio).

Incluso el campeón del racionalismo europeo, Max Weber, divinizó Europa: «La Reforma protestante y la ética protestante que impulsó desempeñaron un papel clave para facilitar el surgimiento de la sociedad industrial moderna en Europa Occidental». Antes que él, el igualitarista más famoso del mundo, Karl Marx -que sembró las naciones y los Estados no como una realidad estadística sino como una causa revolucionaria- no fue tan entusiasta a la hora de predicar la revolución proletaria más allá del estrecho mundo occidental. En los escritos de Marx, la revolución está reservada a los pueblos avanzados (lo que excluye incluso a los eslavos de Europa del Este), y no está pensada para los civilizacionalmente atrasados.

Sin embargo, la asignatura pendiente de la «salvación del mundo» volvió a casa, a la Europa del siglo XX. La interpretación de Hitler era la siguiente: blancos civilizados (arios) – Europa Central; amarillos (destinados a un gobierno indirecto, con «sólo» un apartheid social) – Europa Atlántica y Escandinava; negros (cuyo territorio está predestinado a una colonización física por la raza superior tras una solución final decisiva y un genocidio) – todos los estados eslavos de Europa del Este y rusófona.

De hecho, desde el siglo XVIII en adelante, la noción europea de que la «civilización» era monopolio de Occidente, implicaba claramente que no hay civilización -y, por tanto, salvación- fuera del modelo occidental. Para cumplir plenamente con este nuevo mito e infalibilidad de dicha narrativa, la civilización tardía del suburbio geográfico -en realidad una remota extensión peninsular al norte de la enorme masa continental asiática- empezó a llamarse a sí misma Viejo Continente. El historiador Toynbee lo llama «una versión secularizada de la primitiva proposición cristiana occidental Nemini salus …nisi in Ecclesia». Compruebe usted mismo hasta qué punto los debates actuales, desencadenados por la actual crisis de seguridad y las anteriores crisis económica o de refugiados, o por las cuestiones deportivas y culturales, siguen los patrones mencionados.

Fin Primera Parte

*Anis H. Bajrektarevic es catedrático y profesor de Derecho Internacional y Estudios Políticos Globales en Viena (Austria).  Es autor de ocho libros (para editoriales estadounidenses y europeas) y numerosos artículos sobre, principalmente, geopolítica, energía y tecnología. El profesor es editor de la revista GHIR (Geopolitics, History and Intl. Relations), con sede en Nueva York, y miembro del consejo editorial de varias revistas especializadas similares en tres continentes. A principios de este año se publicó en Nueva York su noveno libro. El Prof. Dr. Bajrektarevic autoriza la publicación de su artículo en Dossier Geopolitico DG

Los europeos siguen con su pensamiento eurocéntrico absolutista, basado en su viejo modelo de creerse superior a otros pueblos y culturas milenarias anteriores, a su despliegue global que inició con España y Portugal y luego derivó en la angloesfera con el control de ese espacio geopolítico…Lo grave es que siguen no solo creyéndolo sino que además intentan como lo hicieron siempre imponerlo «por la fuerza, que es el derecho de la bestias»; Pero la globalización última -1991-, el sistema neoliberal total que se impuso, el crecimiento de un mundo financiero sin patrias, empresas transnacionales y multinacionales que solo buscan la ganancia sin importar donde ni como, a lo que sumamos la crisis financiera del 2008, la crisis de la pandemia de covid19, el resurgimiento y fortalecimiento de viejas potencias en Asia, el retorno de Rusia al escenario internacional y zonas del mundo que empiezan a pensar en bloques como América latina y África. Transforman ese sueño de dominación en una pesadilla que ya afecta profundamente al subcontinente europeo, y de difícil concreción, caso como la OTAN que adelantamos sera el canto del cisne antes de entrar en crisis profunda. 

Los análisis son todos iguales que la guerra de Ucrania demostró la debilidades de la OTAN, pero la guerra en definitiva vino a fortalecerla y desarrollarla, es más ha expandirla con Suecia y Finlandia (veremos si se concreta), y que próximamente incorporaran a Kiev y Tiflis (?), Eso sí, ningún analista hasta ahora incluye en su exposiciones que hace un año y cuatros meses la OTAN -esta misma-, huyó de Kabul -Afganistán- después de largos veinte años de guerra derrotados por tribus premodernas en Asia. Pero es interesante ver que sus análisis luego de hablar de las fortalezas, terminan reconociendo que las debilidades y contradicciones de Europa y la OTAN (yo le sumaría el G7) son tan profundas que su futuro es más que incierto.

No deja de ser una buena noticia para el sur global 

Lic. Carlos Pereyra Mele
Director de Dossier Geopolitico 

Enfermedad Atlántica

Casi un año después de la invasión rusa de Ucrania, la OTAN piensa en grande, pero sus ambiciones globales chocan con las debilidades y contradicciones de sus miembros. Por Mario Mota

a habíamos dejado en estado vegetativo, suspendida entre una vida que prometía mutilación y una muerte a medio camino entre el suicidio anunciado y la eutanasia compasiva. Y en cambio, habiendo escapado contra viento y marea de lo que algunos decían (y esperaban) que fuera una condición terminal, la OTAN puede respirar un momento de alivio . Mérito, por así decirlo, de la invasión rusa de Ucrania: con los paradigmas de seguridad global posteriores al 11 de septiembre distorsionados por el conflicto, la alianza parece encaminada a despejar la resaca contrainsurgente de los últimos veinte años a favor de una vez militar y política. nuevamente orientado hacia la competencia abierta entre las grandes potencias. Se reanuda así la polémica expansión del bloque atlántico, que se prepara para ampliar sus fronteras a Escandinavia con la certeza implícita de poder incluir pronto en sus filas a Kiev y Tiflis , mientras Europa afronta tímidamente una prolongada temporada de rearme.

En los horizontes futuros de la alianza, sin embargo, no solo están Putin y su régimen. Consciente de que la crisis de Ucrania representa un remedio temporal a los muchos males que la aquejan, la OTAN pretende pasar de ser necesaria a hacerse imprescindible, insertándose de lleno en la rivalidad cada vez más intensa entre Occidente y China . El Concepto Estratégico 2030, documento programático publicado el pasado mes de octubre, no oculta la creciente hostilidad de Bruselas hacia la República Popular, señalada sin rodeos como principal competidoramandato de la coalición euroamericana. No es casualidad que representantes de Australia, Nueva Zelanda, Japón y Corea del Sur también hayan participado en la cumbre de Madrid, que fue el escenario de la presentación del libro blanco.

Pero el nuevo Siegfried puede tener una espada desafilada. 

Si es cierto que el choque con Moscú ha devuelto a la OTAN al menos parte de un vigor que uno tenía razones para creer que se había perdido para siempre, imaginar un regreso a las glorias de la Guerra Fría es prematuro por decir lo menos. Tres décadas de reducción han halagado inevitablemente el potencial de la Organización, ahora obligada a lidiar con una hemorragia de material bélico que su pequeña base industrial está luchando por detener. Los arsenales están vacíos: veinte de los treinta países miembros habrían agotado sus excedentes .devorado por el agujero negro ucraniano, y el resto se vio obligado a recortar significativamente la ayuda enviada a la asediada nación. Incluso los generosos Estados Unidos parecen incapaces de manejar el enorme nivel de desgaste; con la notable excepción de una batería de misiles Patriot en mente, la mayor parte de las asignaciones aprobadas por el Congreso en diciembre están destinadas a adquirir equipos livianos y otros artículos menores de inventario, un signo inequívoco de fatiga crónica.

La munición para la artillería escasea en general , la única herramienta útil ante la ausencia de un número apreciable de activos aéreos para intentar romper el impasse en el frente tras las ofensivas del pasado otoño. La producción simplemente no sigue el ritmo de la demanda : solo piense que toda la producciónAmerican mensual de granadas de 155 mm, unas 15 mil unidades, apenas alcanza para un día de combate. Aunque también afecta a los sistemas logísticos del Kremlin, en Occidente el problema de abastecimiento se ve agudizado por la persistente reticencia de las empresas del sector a invertir en plantas que se temen quedarán en desuso una vez finalizada la guerra; los gigantes armamentísticos no están dispuestos a arriesgarse sin garantías concretas de las clases dominantes de todo el mundo que no están dispuestas a esperar un aumento del gasto militar en tiempos de recesión sinuosa. 

Incluso cuando se ha elegido implementarlas, estas nuevas asignaciones a menudo responden a agendas internas no relacionadas con los objetivos más amplios de la OTAN. Es el caso de Reino Unido , para el que el fortalecimiento de sus capacidades de proyección representa un trampolín para reafirmarse como potencia de talla mundial, y de Polonia , que apuesta a un impresionante proceso de rearme (entre 2012 y 2022 Varsovia casi duplicó el presupuesto militar , ahora igual al 5% del PIB) para desequilibrar la Unión Europea en su beneficio y socavar el dúo franco-alemánde la posición privilegiada que ocupa. Planes ambiciosos, que sin embargo podrían desvanecerse con sorprendente facilidad. De hecho, es muy plausible que el laborista Keir Starmer , que probablemente reemplace al nuevo primer ministro Rishi Sunak en el número 10 de Downing Street, recupere los fondos asignados a las fuerzas armadas de Su Majestad a los niveles anteriores a la guerra, mientras que queda por ver si y cómo el presupuesto público polaco podrá absorber el aumento repentino del déficit provocado por las juergas de compras de este último período; sin embargo, es difícil creer que alguien esté dispuesto a llevar adelante una política tan costosa indefinidamente, y menos aún con miras a contener a China.

La adaptación de Alemania a los estándares de gasto de la OTAN también está luchando por afianzarse , sumida en un feroz debate sobre cómo utilizar los 100.000 millones de euros puestos a disposición por el Bundestag para modernizar la descuidada defensa teutona. Introducir sistemas de armas de última generación o asegurar lo necesario para utilizar los existentes: las solicitudes de un nuevo aumento de los fondos han caído en saco roto , los altos mandos y sus homólogos civiles se ven obligados a tomar una decisión previsiblemente difícil. . También es preocupante la ambigüedad de los alemanes, que se han mostrado en varias ocasiones reacios a prestar pleno apoyo a Ucraniaa favor de un acercamiento diplomático que les permita preservar las importantes relaciones comerciales establecidas con la Federación Rusa. Para Berlín, el mercantilismo es tanto una elección como una necesidad: esto lo sabe bien Xi Jinping, quien con la adquisición de una participación en el puerto de Hamburgo puede presumir de otro éxito en la búsqueda incesante de cabezas de puente europeas para su monumental Iniciativa de la Franja y la Ruta.

El avance de la Nueva Ruta de la Seda en el Viejo Continente suscita no pocas dudas respecto a la profesada fe atlantista de varios Estados miembros. Italia no es una excepción, durante mucho tiempo una tierra conquistada por ricos magnates asiáticos que ahora lidia con dos expedientes -el puerto de Trieste y la presencia de Huawei en el país- sobre los que pesan las simpatías pro chinas de algunos elementos de la actual oposición. Estrellas en la parte superior. En definitiva, la de Pekín es una batalla transversal, y nuestros adversarios lo entendieron antes que nosotros. Armada con recursos aparentemente inagotables, China imagina que puede ganar sin disparar un solo tiro.; si entonces empezáramos a disparar de verdad (los servicios estadounidenses prevén un intento de invasión de Taiwán a partir de 2026)…

…en un instante Occidente se vería incapaz de satisfacer incluso sus necesidades de fabricación más simples . 

El colapso de las cadenas de suministro tras el estallido de la pandemia de COVID-19 ha expuesto este talón de Aquiles. Todo el sistema económico internacional descansa sobre un mercado único , sujeto además a la voluntad de una minúscula oligarquía político-burocrática y, en última instancia, de un solo hombre; una sacudida puede derribar todo. Por lo tanto, vencer a China requiere poner fin a este fenómeno de centralización: la cuestión del desacoplamientoya no se puede aplazar. Un primer paso importante hacia la reindustrialización lo dio Japón, que aún bajo el gobierno del difunto Shinzo Abe había introducido una serie de incentivos para premiar a las empresas japonesas que habían regresado a casa; sin embargo, el Sol Naciente es una excepción en la estructura del G7, aún incapaz de resistir la atracción ejercida por la mano de obra mal remunerada de la que China es la principal fuente. 

La barrera a la naciente inspiración autárquica es económica -renunciar a la mano de obra extranjera tendría como efecto inmediato un aumento significativo del coste final de la gran mayoría de los bienes de consumo-, pero también política e ideológica . Nuestra confianza en el Lejano Oriente se puede atribuir en gran parte a la decisión de permitir que la República Popular China ingrese a la OMC a pesar de su inelegibilidad, basada en la noción de que la apertura económica convertiría al liderazgo comunista en democrático. El vaticinio no se ha cumplido y, de hecho, empezamos a darnos cuenta de que el error cometido solo puede remediarse abandonando la globalización ., que se ha convertido en la principal arma del gigante autoritario. No hace falta decir que tal cambio será lento, doloroso y de resultado incierto.

Es pronto para decidir si el enfrentamiento con China ya está perdido; los escenarios posibles son demasiados, las variables infinitas. 

Sólo una cosa puede ser segura: entre las ambiciones de la OTAN y su realización hay una distancia tan grande como un océano, el Pacífico , que se prepara para ser el tablero de ajedrez del próximo gran desafío por la hegemonía planetaria.

Fuente Dissipatio Italia https://www.dissipatio.it/mal-datlantico/

OTAN

GEOPOLITICA DEL ÁRTICO – Las aceleradas negociaciones de un pacto bilateral de seguridad o Acuerdo de Cooperación de Defensa entre EEUU y Suecia, le permite a Washington incorporar de «facto» a Suecia a la OTAN, salteandose la falta de consentimiento de Turquía ( y Hungría) a su membresía de la OTAN. El meollo del asunto del ingreso de Suecia ( y Finlandia) a la OTAN no es tanto por la guerra de Ucrania, sino la necesidad de contención de la estrategia y la presencia de Rusia en el Ártico y en Polo norte y su acceso a las aguas del Mar del Norte. La lucha por el Ártico no es tan evidente como la de otras esferas geopoliticas, pero el conflicto en Ucrania ha exacerbado la confrontación de los países ribereños ( Canadá, EEUU, Dinamarca/Groenlandia, Islandia, Noruega, Suecia, Finlandia) con Rusia y por tanto la lucha por el Ártico se intensificará. El deshielo ha habilitado o hecho navegable la ruta marítima del norte que está en aguas territoriales rusas y la sociedad estratégica rusa-china la ha incorporado a la Iniciativa de la Ruta y el Cinturón de la Seda. En el análisis de la confrontación global debemos incorporar la geopolitica de los Polos. Argentina como miembro del cono sur que incluye la Antartida debemos prestar atención a este tema y abordarlo con nuestros vecinos suramericanos. M.A. Mitre Dossier Geopolitico

SUECIA SE APRESURÓ A FIRMAR UN PACTO MILITAR CON EEUU

M.K.Bhadrakumar  10 de enero

Los esfuerzos de la Administración Biden para acelerar el ingreso de Suecia como miembro de la OTAN se desvanecieron cuando Türkiye se negó, ejerciendo su prerrogativa de retener la aprobación a menos que se aborden por completo sus condiciones con respecto a la pasada alianza de Estocolmo con elementos separatistas kurdos. 

El presidente Biden fue optimista e insistió públicamente en que la membresía de Suecia en la OTAN era una conclusión inevitable. Subestimó la tenacidad del presidente Recep Erdogan y pasó por alto las ramificaciones geopolíticas. 

Biden y el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, asumieron que todo lo que se necesitaba era una fórmula salvadora para complacer la vanidad de Erdogan, es decir, algunos militantes kurdos en Suecia serían extraditados y Ankara y Estocolmo se besarían y reconciliarían. 

Sin embargo, a medida que pasaba el tiempo, Erdogan siguió cambiando el poste de la portería y refinó sus condiciones para incluir cuestiones como el levantamiento del embargo de armas de Suecia contra Turkiye, unirse a la lucha de Ankara contra los militantes kurdos prohibidos y la extradición de personas vinculadas al clérigo musulmán residente en EE. UU. Fethullah. Gulen, a quien el gobierno turco acusa de ser el autor intelectual del fallido intento de golpe de estado de 2016, supuestamente con el respaldo estadounidense.

Evidentemente, los suecos no se dieron cuenta de que Turkiye tenía un conocimiento tan profundo de las actividades encubiertas de su inteligencia. 

Para acortar la historia, el primer ministro sueco, Ulf Kristersson, finalmente   tomó la ruta de salida diciendo el domingo con exasperación que “Turquía ha confirmado que hemos hecho lo que dijimos que haríamos, pero también dice que quiere cosas que no podemos. , que no queremos, dale.” 

“Estamos convencidos de que Turquía tomará una decisión, simplemente no sabemos cuándo”, dijo, y agregó que dependerá de la política interna dentro de Turquía, así como de “la capacidad de Suecia para mostrar su seriedad”. 

Stoltenberg reaccionó estoicamente y dijo: “Estoy seguro de que Suecia se convertirá en miembro de la OTAN. No quiero dar una fecha precisa de cuándo sucederá eso. Hasta ahora, ha sido un proceso de membresía raro, inusual y rápido. Normalmente, toma varios años”. 

Mientras tanto, el Ministerio de Defensa de Suecia anunció el lunes que han comenzado las negociaciones para un pacto de seguridad bilateral con Washington, el llamado Acuerdo de Cooperación de Defensa, que hace posible que las tropas estadounidenses operen en Suecia. 

Como dijo el ministro de Defensa, Pal Jonson, “Podría implicar el almacenamiento de suministros militares, inversiones en infraestructura para permitir el apoyo y el estatus legal de las tropas estadounidenses en Suecia. Las negociaciones se inician porque Suecia está en camino de convertirse en un aliado de los Estados Unidos, a través de la membresía en la OTAN.

Es decir, EE. UU. ya no está esperando la formalización del ingreso de Suecia como miembro de la OTAN, ¡sino que simplemente asumirá que es un aliado de facto de la OTAN! 

Un comunicado de prensa emitido el lunes por el Departamento de Estado de EE. UU. dijo que el pacto de seguridad bilateral «profundizará nuestra estrecha asociación de seguridad, mejorará nuestra cooperación en operaciones de seguridad multilaterales y, juntos, fortalecerá la seguridad transatlántica». Se refirió al compromiso de Estados Unidos de “fortalecer y revitalizar las alianzas de Estados Unidos para enfrentar los desafíos de seguridad comunes mientras se protegen los intereses y valores compartidos”. 

El quid de la cuestión es que una seguridad proporcionará la base necesaria para un despliegue de EE. UU. en Suecia de forma inmediata, lo que no es posible de otro modo sin que Estocolmo se deshaga formalmente de su política de décadas de no alineación militar. 

Esta ruta ingeniosa significa un cambio monumental para Suecia, que tiene una larga historia de neutralidad en tiempos de guerra. Dicho de otra manera, Rusia se opone firmemente a la membresía de Suecia en la OTAN, pero Washington está logrando su objetivo de todos modos. 

Curiosamente, sin embargo, Finlandia, que también se había metido en el ruedo de la OTAN bajo la presión de Estados Unidos, no parece tener mucha prisa por negociar un pacto con Washington, aunque tiene una frontera de 1.340 kilómetros con Rusia. La postura de Finlandia es que se uniría a la OTAN al mismo tiempo que Suecia.

El ministro de Relaciones Exteriores, Pekka Haavisto, dijo a los periodistas el domingo: “Finlandia no tiene tanta prisa por unirse a la OTAN y podemos esperar hasta que Suecia obtenga luz verde”.  Una ex presidenta finlandesa, Tarja Halonen, dijo una vez que Finlandia y Suecia son “hermanas pero no gemelas”. Tienen puntos en común, pero sus motivaciones no son las mismas.

A diferencia de Suecia, que siempre estuvo en la órbita occidental y proporcionó inteligencia secreta a las potencias occidentales durante la Guerra Fría, tanto de forma bilateral como a través de la OTAN, Finlandia tenía una relación única con Rusia, que era el resultado de su historia. 

Finlandia se posicionó como un país neutral durante la Guerra Fría manteniendo buenas relaciones con la Unión Soviética, clavada en la doctrina habilitada por el Acuerdo de Amistad, Cooperación y Asistencia Mutua (1948) con Moscú, que sirvió como el principal instrumento de las relaciones finlandesas- soviéticas hasta 1992, cuando se disolvió la Unión Soviética. 

Sin duda, el pacto de 1948 otorgó a Finlandia suficiente libertad para convertirse en una democracia próspera, mientras que, en comparación, a pesar de la postura pública de neutralidad de Suecia durante gran parte de la Guerra Fría, a puerta cerrada se había convertido en un socio clave de la OTAN en el norte de Europa. 

Posiblemente, la neutralidad aún podría seguir siendo una alternativa atractiva para Finlandia. Por supuesto, es un asunto diferente si el equilibrio de poder en la región cambia drásticamente en caso de un conflicto a gran escala en Europa. 

La membresía de Suecia (o Finlandia) en la OTAN no está exactamente a la vuelta de la esquina. Suecia no puede o no quiere cumplir con las demandas de Türkiye. Además, hay variables en el trabajo aquí. 

Lo que es más importante, la trayectoria del actual acercamiento negociado por Rusia entre Ankara y Damasco tendrá un impacto profundo en el destino de los grupos kurdos en la región y en el eje kurdo-estadounidense en Siria. Washington ha advertido a Erdogan que no busque un acercamiento con el presidente Bashar Al-Assad. 

Lo que complica aún más las cosas es que las elecciones presidenciales y parlamentarias están previstas en Turkiye en junio y la brújula política de Erdogan está lista. Cualquier cambio en su cálculo sólo puede ocurrir en la segunda mitad de 2023 como muy pronto.

Ahora, 6 meses es mucho tiempo en la política de Asia occidental. Mientras tanto, la guerra de Ucrania también habrá cambiado fenomenalmente para el verano. 

Finlandia está lista para esperar hasta el verano, pero Suecia (y los EE. UU.) no pueden. El meollo del asunto es que el ingreso de Suecia en la OTAN no se trata realmente de la guerra en Ucrania, sino de contener la presencia y la estrategia rusas en el Ártico y el Polo Norte. También tiene una enorme dimensión económica. 

Gracias al cambio climático, el Ártico se está convirtiendo cada vez más en una ruta marítima navegable. La opinión de los expertos es que las naciones que bordean el Ártico (p. ej., Suecia) tendrán un enorme interés en quién tiene acceso y control de los recursos de esta región rica en energía y minerales, así como en las nuevas rutas marítimas para el comercio mundial. el derretimiento está creando. 

Se estima que cuarenta y tres de los casi 60 grandes yacimientos de petróleo y gas natural que se han descubierto en el Ártico están en territorio ruso, mientras que once están en Canadá, seis en Alaska [EE.UU.] y uno en Noruega. En pocas palabras, el espectro que acecha a los EE. UU. es: «El Ártico es ruso».

. Suecia puede aportar bastante para asegurar el Ártico a través de la OTAN. Finlandia puede tener una fuerte industria de construcción de barcos rompehielos, pero es la flota submarina altamente efectiva de Suecia la que será crucial, tanto para la defensa polar como para bloquear el acceso de Rusia a los océanos del mundo.

Muchos analistas (oxidentalistas) han dicho que lo de la Organización de Cooperación de Shangai los acuerdos de Samarkanda del año pasado -son papel mojado- que el tema BRICS falta mucho aún consolidarse, que occidente aún tiene la sartén por el mango de mundo cuasi unipolar -controlado por la angloesfera- La «realidad que es la única verdad» los pasos de los eje China Rusia de los pasos Irán Rusia, de los acercamiento a los países del sudeste asiatico a China y los cambios en Asia occidental (mal llamado Medio Oriente) demuestra que tras el humo y los ruidos de -la primera guerra híbrida global que se desarrolla en Ucrania-  no dejan de aturdir a las masa occidentales con relatos mientras el mundo multipolar aumenta su presencia global y poderio.

Estas afirmaciones faltas de analisis serios se llevan de bruces con esta nueva realidad de la «Nueva India» que ingresa con fuerza al Sur Global y es un ejemplo para todos los otros continentes el africano y el latinoamericano que se puede romper el sortilejos que nos controlos por lo menos por 3 Siglos. Carlos Pereyra Mele Dossier Geopolitico

La Cumbre del Sur Global de la India es el evento multilateral más importante en décadas

Por Andrew Korybko.

India anunció el viernes que organizará virtualmente la Cumbre Voice Of Global South los días 12 y 13 de enero, lo que se alinea con la ambiciosa visión del primer ministro Modi de que su país lidere al mundo en desarrollo en medio de la transición sistémica global a la multiplicidad que se aceleró sin precedentes. el año pasado. Más de 120 estados están invitados a participar en las diez sesiones que generarán ideas para que esta categoría de países mancomunen sus esfuerzos en la búsqueda del objetivo compartido de mejorar la vida de sus pueblos.

Se espera que las consecuencias persistentes de la pandemia de COVID-19, las emergentes relacionadas con el cambio climático, las continuas dificultades para pagar la deuda y las crisis interconectadas de alimentos y combustible catalizadas por las sanciones contra Rusia de Occidente ocupen un lugar destacado en la agenda. Como el país en desarrollo más grande del mundo y el presidente del G20 de este año, India está en una posición única para dar una voz global a las preocupaciones de sus pares y garantizar que se tomen medidas tangibles para hacer frente a sus desafíos compartidos.

Además, merece ser mencionado que la neutralidad de principios de la India ya ha cosechado el gran dividendo estratégico de convertirla en el hacedor de reyes en la Nueva Guerra Fría entre los mil millones de oro de Occidente liderados por Estados Unidos y el Sur Global liderado conjuntamente por los BRICS y la OCS , del cual es aparte. El camino pragmático iniciado por India al mantener un pie en cada bloque de facto sin hacerlo a expensas del otro es digno de emulación por parte de sus pares, ya que es la mejor manera de maximizar su soberanía durante estos tiempos caóticos.

Al practicar su propia forma de alineamiento múltiple, todo el Sur Global puede unirse como un tercer polo de influencia para romper el estancamiento bi-multipolar de las Relaciones Internacionales caracterizado por la influencia desproporcionada del duopolio de superpotencias chino-estadounidenses . A diferencia de la antigua Guerra Fría, cuando el Movimiento de Países No Alineados estaba impulsado geopolíticamente, el nuevo Movimiento de Países No Alineados informal (“ Neo-NAM ”) que India aspira a reunir está impulsado geoeconómicamente y es completamente apolítico.

La famosa declaración del primer ministro Modi a fines del año pasado de que «la era actual no es una era de guerra» puede servir para inspirar al Sur Global a unirse en la búsqueda del desarrollo pacífico descartando las divisiones políticas en favor de asociaciones económicas mutuamente beneficiosas con todos. Las estrellas proverbialmente se alinearon a favor de la India el año pasado debido a la gran efectividad estratégica de su neutralidad de principios mencionada anteriormente y la nueva presidencia del G20 para darle este papel único .

Solo India tiene la credibilidad como un estado en desarrollo verdaderamente neutral y de buena fe para unir a esta categoría de países en este punto histórico de la historia humana para formar parte de la tripolaridad antes de la inevitable forma final de la transición sistémica global de multipolaridad compleja («multiplexidad»). Este resultado es del interés de todos, ya que hará que las Relaciones Internacionales sean más democráticas, igualitarias, justas y predecibles, ayudando así a contrarrestar el caos que desató la complicada secuencia de eventos del año pasado .

Este gran contexto estratégico significa que la Cumbre del Sur Global de la India es el evento multilateral más importante en décadas, ya que es la mejor esperanza para la humanidad de lograr un progreso positivo frente a tantos acontecimientos negativos en los últimos tiempos. La reunión de tantos países con fines apolíticos y geoeconómicos demuestra que la gran mayoría de la humanidad quiere un desarrollo mutuamente beneficioso que una al mundo en lugar de una mayor competencia geopolítica que solo lo desgarrará.

ANEXO Comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores Gobierno de la India

https://www.mea.gov.in/press-releases.htm?dtl/36087/Voice_of_Global_South_Summit

Comunicado Traducido por Dossier Geopolitico

Centro de Medios Cumbre de la Voz del Sur Global 06 enero 2023

En una iniciativa nueva y única, India organizará una cumbre virtual especial los días 12 y 13 de enero de 2023. Esta «Cumbre de la Voz del Sur Global» bajo el lema «Unidad de voz, unidad de propósito» prevé reunir a países del Sur Global para compartir sus perspectivas y prioridades en una plataforma común. Más de 120 países están siendo invitados a participar en esta Cumbre.

La iniciativa está inspirada en la visión del primer ministro Shri Narendra Modi de Sabka Saath, Sabka Vikas, Sabka Vishwas y Sabka Prayas, y está respaldada por la filosofía india de Vasudhaiva Kutumbakam.

India trabajará para garantizar que los valiosos aportes generados por los países socios en las deliberaciones de Voice of Global South Summit reciban el debido reconocimiento a nivel mundial.

Además, la presidencia en curso de India del G20 brinda una oportunidad especial y sólida para que aquellos países que no forman parte del proceso del G20 compartan sus ideas y expectativas del G20. Esto está en línea con la declaración del Primer Ministro de que la Presidencia del G20 de la India se formará en consulta no solo con nuestros socios del G20, sino también con nuestros compañeros de viaje en el Sur Global, cuya voz a menudo no se escucha.

La Cumbre prevé diez sesiones. Se celebrarían cuatro sesiones el 12 de enero y seis sesiones el 13 de enero. Se espera que cada sesión sea testigo de la participación de Líderes/Ministros de 10 a 20 países.

Las sesiones inaugural y de clausura serían a nivel de Jefe de Estado/Gobierno, y estarían a cargo del Primer Ministro. El tema de la sesión inaugural de los líderes es «La voz del Sur Global: para el desarrollo centrado en el ser humano» y el de la sesión final de los líderes es «Unidad de voz, unidad de propósito».

Además, habrá 8 sesiones ministeriales, con los siguientes temas:

• Sesión de Ministros de Hacienda sobre «Financiación del desarrollo centrado en las personas»
• Sesión de Ministros de Medio Ambiente sobre «Equilibrar el crecimiento con estilos de vida favorables al medio ambiente (LiFE)»
• Sesión de Ministros de Relaciones Exteriores sobre «Prioridades del Sur Global – Garantizar un entorno propicio»
• Sesión de Ministros de Energía sobre «Seguridad energética y desarrollo: Hoja de ruta hacia la prosperidad»
• Sesión de Ministros de Salud sobre «Cooperación para construir sistemas de salud resilientes»
• Sesión de Ministros de Educación sobre «Desarrollo de recursos humanos y desarrollo de capacidades»
• Sesión de Ministros de Comercio y Comercio sobre «Desarrollo de sinergias en el Sur Global: comercio, tecnología, turismo y Recursos”
• Sesión de Ministros de Relaciones Exteriores sobre “G-20: Sugerencias para la Presidencia de la India”

Se compartirán más detalles sobre la Cumbre a su debido tiempo.

Por  Sergey Poletaev , cofundador y editor del proyecto Vatfor.

Todos los actores clave del conflicto actual llevan años engañándose y la paz solo llegará cuando acepten la realidad

La ofensiva militar rusa en Ucrania ha puesto en marcha una cadena de acontecimientos que ha llevado a una convulsión global, en términos políticos y económicos, comparable a las guerras mundiales. Probablemente estemos en la fase inicial de este conflicto, y más jugadores se involucrarán con el tiempo, pero ya se pueden sacar algunas conclusiones.

El año pasado ha sido uno en el que el posmodernismo chocó con el mundo real. Casi todos los actores directos e indirectos de la crisis ucraniana construyeron sus políticas internas y externas sobre construcciones teóricas altamente ideológicas. Y cuanto más ilusiones, más duras serán las consecuencias ahora.

Echemos un vistazo a los principales jugadores.

Rusia

Nuestra primera y principal ilusión era sobre los compromisos contractuales de otras partes. A lo largo de la era postsoviética, habíamos tratado de resolver el problema de Ucrania de manera pacífica bajo el supuesto de que sería mejor para todos.

La idea era que Occidente, especialmente la parte limítrofe con la principal potencia nuclear, tuviera una situación de seguridad predecible y reglas de juego claras, junto con un alto grado de influencia sobre Kiev. Además, Europa Occidental preservaría y fortalecería sus lazos con Rusia como su principal base de recursos y también obtendría acceso a su extenso mercado. Ucrania tendría la posibilidad de una integración suave en la gran Europa mientras mantiene profundos lazos económicos y culturales con Rusia. Mientras tanto, Moscú, además de su mayor integración gradual en el sistema occidental y principalmente liderado por la UE, mantendría la influencia sobre Ucrania y disfrutaría de la garantía de políticas amistosas de Kiev hacia el estado ruso y la población multimillonaria de etnia rusa en Ucrania.

Sin embargo, toda la historia de la Ucrania postsoviética es una historia de retroceso (que se analizará más adelante). Este estado de cosas ha sido irreversible desde 2014, y la constante ignorancia de este hecho y los intentos de anular el proceso inevitable, a través de acuerdos con Kiev y Occidente, nos han llevado a la actual campaña militar.

Lo que salió mal exactamente a fines de febrero del año pasado es algo que no sabremos durante algún tiempo. Sin embargo, si Moscú tenía el objetivo de resolver el problema ucraniano según el escenario georgiano de 2008 -con poca sangre y en unos pocos días-, obviamente este objetivo no se ha logrado.

El hecho es que el puesto de avanzada antirruso de 30 años resultó ser muy fuerte y listo para luchar incluso a costa de su propia destrucción, nuevamente, en contra del sentido común, como se entiende en Moscú.

Con suerte, las ilusiones rusas se han disipado definitivamente y nuestro liderazgo político y militar ya no depende del comportamiento racional tanto de Occidente como de Kiev. Sin embargo, hasta ahora, el curso de la ofensiva militar sugiere más bien lo contrario.

En este momento, las ofensivas se están llevando a cabo solo en el Donbass, y no a lo largo de todo el frente, sino en áreas localizadas, principalmente por parte de las fuerzas del grupo de contratistas privados Wagner y las antiguas milicias locales. Existe la sensación de que durante 2022 realmente no sabíamos qué hacer a continuación, como si estuviéramos esperando que el enemigo se cansara antes que nosotros y finalmente comenzáramos a negociar de verdad.

Nuestra segunda ilusión se refería a las capacidades de combate del ejército. Las acciones de las Fuerzas Armadas rusas son generalmente criticadas en los círculos patrióticos. Pero debe entenderse que, desde hace algún tiempo, nuestro ejército no se ha preparado para un conflicto terrestre a gran escala con una línea de frente de un par de miles de kilómetros, con la necesidad de realizar operaciones armadas combinadas al nivel de la Segunda Guerra Mundial. , respaldada por la movilización de cientos de miles de hombres. Esto no cambiará de la noche a la mañana. Y aunque las deficiencias identificadas en las acciones de sus Fuerzas Armadas y su liderazgo se reconocen y se abordan de alguna manera, todavía no vemos una ofensiva a gran escala con el objetivo decisivo de derrotar al Ejército ucraniano. Quizás lo hagamos este año. Tal vez el ejército se esté preparando en este momento en lugar de esperar.

El presidente ruso, Vladimir Putin, y el ministro de Defensa ruso, Sergei Shoigu © Sputnik / Sergei Savostyanov

EE.UU

La principal ilusión de los EE. UU. en la era posterior a la Guerra Fría ha sido la creencia en su control total (o al menos el dominio) sobre lo que sucede en el mundo y, por lo tanto, la noción de que los intereses de sus contrapartes se determinan en Washington. y sólo en Washington. En pocas palabras, las cosas serán como yo quiero que sean, y si no, tengo medios suficientes para engatusar y castigar a los que no están de acuerdo.

En muchos sentidos, esta inflexibilidad ha llevado a la crisis actual: era imposible que las élites estadounidenses llegaran a un acuerdo con Rusia, mientras salvaban las apariencias e incluso se beneficiaban económica y políticamente. Aunque Moscú parecía dispuesto a comprometerse.

La situación es similar en todo el mundo: en todas partes, Estados Unidos actúa según el principio de «El poder va antes que el derecho».

En Medio Oriente, tal comportamiento ya ha llevado a un fuerte debilitamiento de la posición de Estados Unidos; la perspectiva de un conflicto con China se ha vuelto casi irreversible, y Washington ha colocado bombas de relojería en sus relaciones con aliados en Europa y Asia que es probable que exploten en los próximos años.

Desde la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos había estado construyendo un sistema global, una especie de nuevo tipo de imperio. Washington ha tomado constantemente el control de los procesos políticos y económicos en el mundo sin mucha resistencia; por el contrario, todos han buscado integrarse en este sistema, algunos ganando mercados y acceso a dinero barato, algunos obteniendo un paraguas de seguridad y la oportunidad de no gastar. dinero en sus ejércitos, algunos poniendo sus manos en la última tecnología.

Los propios EE. UU. sacaron la crema de todo esto, y después de varias generaciones, la clase política estadounidense se convenció de que tal sistema no era el resultado de un trabajo arduo y la consideración de los intereses de los socios, sino una especie de derecho de nacimiento, que a veces se convirtió en una carga. . Por lo tanto, cuanto más histérica se ha vuelto la política exterior estadounidense y más ha intentado obligar a otros a someterse a su voluntad. En consecuencia, ha socavado el sistema global centrado en Estados Unidos.

Washington todavía tiene un sólido margen de seguridad, su base sigue siendo grande y las instituciones globales alternativas apenas comienzan a tomar forma, por lo que no espere ningún cambio notable en la política de EE. UU. en los próximos años, especialmente porque es más probable que aumenten las divisiones internas. la tensión de la política exterior.

La segunda ilusión estadounidense (así como europea occidental) es que un conflicto militar, de la escala de lo que está sucediendo en Ucrania, se puede ganar sin una participación directa. Sí, el ejército ucraniano está aguantando bastante bien, pero hasta ahora Rusia ha dedicado solo una pequeña parte de sus recursos militares a la operación, y el grado de escalada de nuestra parte ahora está determinado por decisiones políticas, no por capacidades militares y de movilización. Si estamos dispuestos y listos, podemos aumentar el ataque muchas veces, al que será extremadamente difícil para Occidente y los EE. UU. responder sin involucrar directamente a sus fuerzas (al menos la defensa aérea y la fuerza aérea) en el conflicto. Sin embargo, el presidente Biden ha enfatizado repetidamente que no intervendrá mientras esté en el poder.

El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden © Mario Tama / Getty Images

Europa Oriental

La principal ilusión de Europa Occidental es que su bien alimentada prosperidad de las últimas décadas es un logro propio y que se basa en un conjunto de valores abstractos. En realidad, su riqueza ha descansado sobre dos pilares: el techo militar, político y económico estadounidense y los recursos baratos, principalmente rusos.

La falta de preocupación por la propia seguridad y la imposibilidad de conflictos internos, por un lado, contribuyó a un auge económico sin precedentes, una verdadera edad de oro, y, por otro, a la degeneración de las élites y la clase política de Europa occidental. , que creía sinceramente que así sería siempre y que bastaba con cultivar valores y esforzarse por contagiarlos al resto del mundo “atrasado”.

Esto explica la terquedad de Europa occidental en el tema ucraniano, que raya en el fanatismo. La UE y sus aliados aceptan las sanciones contra Rusia más crueles con el mayor fervor y sin consideración por ningún daño.

El bloque se ve privado de un mercado importante, de su base de recursos más importante, y está siendo llevado a una dependencia casi colonial de Washington, que, a diferencia de Europa Occidental, tiene poder militar real y control sobre los procesos políticos y económicos a nivel mundial.

Dado que el intento de Occidente de conmocionar y asombrar a Rusia fracasó económicamente, los líderes de Europa Occidental están perdidos: las mismas personas, con un par de días de diferencia, pueden hablar sobre la necesidad de una victoria militar sobre Moscú y la necesidad de un diálogo diplomático, sin pareciendo entender mucho sobre lo que significan “victoria militar” y “diálogo diplomático”.

La perspectiva de años de altos precios de la energía y la desindustrialización resultante y la caída del nivel de vida, la probabilidad de una guerra comercial con los EE. UU. en una recesión global, la posibilidad de subsidiar a una Ucrania en ruinas por un número indefinido de años, el espectro de Cientos de miles de millones en pérdidas por la pérdida de inversiones acumuladas en Rusia deberían ser alarmantes, pero aún no han llevado a ninguna solución. Porque simplemente no hay nadie para hacerlos e implementarlos.

Además, persisten los problemas de larga data de la UE, que ha barrido bajo la alfombra en los últimos años, como la crisis migratoria y la preocupación constante por la estabilidad económica del sur de Europa.

El presidente de Francia, Emmanuel Macron, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, la primera ministra de España, Pedro Sánchez Pérez-Castejon, el presidente de Rumanía, Klaus Iohannis, el canciller de Alemania, Olaf Scholz, y el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel. 
© Dursun Aydemir / Agencia Anadolu a través de Getty Images

Ucrania

La principal ilusión de Ucrania es la creencia de que es posible construir un estado monoétnico hostil a Rusia dentro de sus fronteras postsoviéticas con una población rusa significativa, y la creencia de que tal Ucrania será tolerable tanto para Occidente como para la propia Rusia.

Ucrania no es Polonia, y el intento de inclinarse decisivamente hacia un bloque ha llevado a un conflicto civil, cada lado apoyado por Occidente y Rusia respectivamente. Después de que este conflicto se convirtió en un conflicto abierto en 2014, Ucrania comenzó a convertirse de un puesto de avanzada anti-ruso en un arma, una especie de dron kamikaze de Occidente contra Moscú.

Es cierto que esto tuvo un éxito parcial: tanto las fuerzas armadas ucranianas como el Estado en su conjunto resistieron el golpe de febrero, se recuperaron y, con el apoyo de Occidente, infligieron una serie de dolorosas derrotas a Rusia en otoño.

Los éxitos militares, sin embargo, no son estratégicos y el precio es la muerte de la economía ucraniana. Según diversas estimaciones, hasta un tercio de la población (antes de febrero de 2022) ha huido del país. Mientras tanto, la producción se redujo a la mitad incluso antes de que comenzaran los ataques rusos a las instalaciones energéticas en octubre, y para el Año Nuevo, según declaraciones oficiales de Kiev, se redujo en un 70 por ciento. Esto significa desempleo, arcas vacías, mayor empobrecimiento de la población y cierres masivos de empresas.

Sí, Occidente ahora sirve como una poderosa retaguardia para Ucrania, a un costo considerable, pero evita involucrarse directamente en la lucha, transfiriendo toda la carga y las dificultades a Kiev. Cualquiera que sea el final de la fase candente del conflicto, parece que una Ucrania devastada tendrá que lidiar con las consecuencias por sí sola, y cuanto más avance, más difíciles serán.

Sin embargo, incluso si algunas de las élites ucranianas pueden adivinar cómo se están utilizando, no pueden detenerse. El control occidental es demasiado estricto, el bombeo ideológico es demasiado grande y las cosas han ido demasiado lejos.

Ucrania es ahora un zombi, un muerto andante, y seguirá moviéndose mientras Occidente la apoye. Sin embargo, incluso así, el ejército ucraniano es capaz de luchar durante años, especialmente dado el lento curso actual del conflicto.

Occidente puede retirar su apoyo a Ucrania solo en un escenario: si el ejército de Kiev es derrotado y físicamente incapaz de luchar, o si Ucrania se reduce físicamente lo suficiente como para perder su importancia estratégica. Cualquier alto el fuego solo pospondría el conflicto para el futuro, y no hay que hacerse ilusiones al respecto.

El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy © Metin Aktas / Agencia Anadolu vía Getty Images

El conflicto hasta ahora solo ha escalado. Tanto para Rusia como para Occidente es existencial, y ninguna de las partes se inclina a ceder.

Lo más sorprendente es que las hostilidades hasta ahora han estado relativamente localizadas, limitadas a un teatro ucraniano, e incluso allí de manera mesurada y posicional. Las partes parecen estar enfocadas en cómo aprender a vivir bajo las nuevas condiciones, lo que significa que descubrir el nuevo orden mundial podría ocurrir de manera relativamente pacífica, sin convertirse en una gran batalla con el riesgo de un desastre nuclear.

La iniciativa en este proceso la tomará quien primero acepte la realidad, comprenda su lugar en ella y actúe en consecuencia. Esto se aplica no solo a los participantes mencionados anteriormente en la crisis de Ucrania, sino también a los países neutrales que aún tienen que abandonar sus propias ilusiones.

Fuente del Artículo RT en inglés Sergey Poletaev: Russia, Ukraine, the EU and the US have something in common – their illusions were shattered in 2022 

Link: https://www.rt.com/news/569660-illusions-were-shattered-in-2022/ 

El conflicto en Ucrania no es solo existencial para Rusia sino también para EEUU que no puede aceptar una derrota en Ucrania sin enfrentar consecuencias negativas en todo el mundo. Hay una fuerte fragmentación política dentro de EEUU sobre la guerra en Ucrania, mientras los neoconservadores que manejan la política exterior advierten que el conflicto pone en peligro el «orden basado en reglas», base de la hegemonía estadounidense, que lo lidera desde 1990  con la implosión de la URSS. En nuestra opinión el 2022 marca el punto de ruptura con ese «orden basado en reglas» a escala global y abre el camino hacia el nuevo mundo multipolar. No es como piensan los «neocons» que este orden está en peligro; la realidad nos indica que está «clausurado». Dossier Geopolitico

LA ANGUSTIA EXISTENCIAL DE BIDEN EN UCRANIA

M.K.Bhadrakumar 8 de enero

El consenso bipartidista en el Beltway sobre que Estados Unidos es la potencia mundial ‘indispensable’ generalmente se atribuye a los neoconservadores que han sido la fuerza motriz de la política exterior y de seguridad de Estados Unidos en sucesivas administraciones desde la década de 1970.

El artículo del Washington Post del sábado titulado El tiempo no está del lado de Ucrania , en coautoría de la exsecretaria de Estado Condoleezza Rice en la presidencia de George W. Bush y el secretario de Defensa Robert Gates (quien sirvió bajo Bush y Barack Obama), destacan este paradigma.

Rice y Gates son robustos guerreros fríos que están entusiasmados con la guerra de la OTAN contra Rusia. Pero su queja es que el presidente Biden debería intensificar ‘drásticamente’ en Ucrania. 

El artículo de opinión se remonta a las dos guerras mundiales que marcaron el ascenso de EE. UU. como potencia mundial y advierte que el «orden basado en reglas» liderado por EE. UU. desde 1990 (palabra clave para la hegemonía global de EE. UU.) está en peligro si Biden fracasa en Ucrania. 

Rice y Gates reconocen indirectamente que Rusia está en una racha ganadora, contrariamente a la narrativa triunfalista occidental hasta el momento. Evidentemente, la esperada ofensiva rusa que se avecina les está poniendo los nervios de punta. 

Igualmente, el artículo de opinión es contextual a la política estadounidense. El estancamiento del presidente de la Cámara y su dramático desenlace en una lucha política a puño limpio entre los republicanos presagia un Congreso disfuncional entre ahora y las elecciones de 2024. 

Kevin McCarthy, quien contó con el respaldo del expresidente Donald Trump, finalmente ganó pero solo después de hacer una serie de concesiones al ala populista del Partido Republicano, que ha debilitado su autoridad. La AP informó : «Se señalaron con los dedos, se intercambiaron palabras y aparentemente se evitó la violencia… Fue el final de un amargo enfrentamiento que había mostrado las fortalezas y la fragilidad de la democracia estadounidense».

Un alto político del Kremlin  ya lo comentó.  El propio McCarthy, en su declaración posterior a la elección como nuevo presidente de la Cámara, enumeró como prioridades el compromiso con una economía fuerte, contrarrestar la inmigración ilegal a través de la frontera mexicana y competir con China, pero omitió cualquier referencia a la situación de Ucrania o proporcionar fondos para Kiev. 

De hecho, a principios de noviembre, había afirmado que los republicanos de la Cámara se resistirán a una ayuda financiera ilimitada e injustificada a Ucrania. 

Ahora, Rice y Gates se niegan a marchar al unísono con Trump. Pero, aunque es un jugador disminuido, Trump sigue siendo un jugador activo, una presencia masiva y ejerce un control funcional y es, con mucho, la voz más grande del Partido Republicano. Podría decirse que lo que define al Partido Republicano hoy es Trump. Por lo tanto, su respaldo a McCarthy tendrá consecuencias.

Biden entiende eso. Posiblemente, el artículo de opinión de Rice-Gates fue discutido por la Casa Blanca y el establecimiento de seguridad de los EE. UU. y escrito por los neoconservadores. El artículo de opinión apareció el día después de la declaración conjunta del 5 de enero de Biden y el canciller alemán Olaf Scholz subrayando su «solidaridad inquebrantable» con Ucrania. 

Bajo la inmensa presión de Biden, Alemania y Francia cedieron la semana pasada para proporcionar a Ucrania vehículos de combate de infantería. Scholz también acordó que Alemania suministrará una batería adicional de defensa aérea Patriot a Ucrania. (Desde entonces, un alto político del SPD en Berlín ha expresado sus reservas). 

El mismo día en que apareció el artículo de opinión, el Pentágono organizó, inusualmente para un sábado, una conferencia de prensa a cargo de Laura Cooper, Subsecretaria Adjunta de Defensa, Asuntos de Seguridad Internacional para Rusia, Ucrania y Eurasia. Cooper declaró explícitamente que la guerra en Ucrania amenaza la posición global de Estados Unidos: 

“Desde una perspectiva estratégica general, es difícil enfatizar lo suficiente las devastadoras consecuencias si Putin tuviera éxito en lograr su objetivo de apoderarse de Ucrania. Esto reescribiría las fronteras internacionales de una manera que no hemos visto desde la Segunda Guerra Mundial. Y nuestra capacidad para revertir estos logros y apoyar y defender la soberanía de una nación es algo que resuena no solo en Europa, sino en todo el mundo”. 

Finalmente, el gato está fuera de la bolsa: Estados Unidos está luchando en Ucrania para preservar su hegemonía global. Coincidencia o no, en una sensacional entrevista en Kiev, el ministro de Defensa ucraniano, Oleksii Reznikov, también espetó el fin de semana que Kiev se ha dejado utilizar conscientemente por la OTAN en el conflicto más amplio del bloque con Moscú. 

Para citarlo: “En la Cumbre de la OTAN en Madrid (en junio de 2022), se delineó claramente que durante la próxima década, la principal amenaza para la alianza sería la Federación Rusa. Hoy Ucrania está eliminando esta amenaza. Estamos llevando a cabo la misión de la OTAN hoy. No están derramando su sangre. Nos estamos derramando la de los nuestros. Es por eso que están obligados a proporcionarnos armas. 

Reznikov, un ex oficial del ejército soviético, afirmó que recibió personalmente tarjetas de felicitación navideñas y mensajes de texto de los ministros de defensa occidentales en este sentido. Lo que está en juego no podría ser más alto, y Reznikov también afirmó que la membresía de Ucrania en la OTAN es algo hecho.

De hecho, el sábado, el Pentágono anunció el paquete de asistencia de seguridad más grande de la Administración Biden para Ucrania hasta ahora desde la Reducción Presidencial. Evidentemente, la Administración Biden está haciendo todo lo posible. Se programó otra reunión del Consejo de Seguridad de la ONU para el 13 de enero.

 Putin ha dejado claro que “Rusia está abierta a un diálogo serio, con la condición de que las autoridades de Kiev cumplan con las demandas claras que se han planteado repetidamente y reconozcan las nuevas realidades territoriales”.

En cuanto a la guerra, las noticias de Donbass son extremadamente preocupantes. Soledar está en manos rusas y los combatientes de Wagner están apretando la soga alrededor de Bakhmut, un centro de comunicación estratégica y eje de los despliegues ucranianos en Donbass. 

Por otro lado, contrariamente a las expectativas, Moscú no se inquieta por los esporádicos ataques teatrales con aviones no tripulados ucranianos dentro de Rusia. La opinión pública rusa sigue apoyando firmemente a Putin.

El comandante de las fuerzas rusas, el general Sergey Surovikin, ha priorizado el fortalecimiento de la llamada ‘línea de contacto’, que está demostrando su eficacia contra los contraataques ucranianos.

El Pentágono no está seguro de la estrategia futura de Surovikin. Por lo que saben de su brillante éxito al desalojar a los oficiales de la OTAN de Alepo en Siria en 2016, el asedio y la guerra de desgaste son el fuerte de Surovikin. Pero uno nunca sabe. Está en marcha una constante acumulación rusa en Bielorrusia. Los sistemas de misiles S-400 e Iskander se han desplegado allí.  Un ataque de la OTAN (polaca) contra Bielorrusia ya no es realista.

El 4 de enero, Putin saludó el Año Nuevo con la formidable fragata Almirante Gorshkov  que transportaba un «sistema de misiles hipersónicos Zircon de vanguardia, que no tiene análogo», y se embarcó en «una misión naval de larga distancia a través de los océanos Atlántico e Índico, así como el mar Mediterráneo.»

Una semana antes, el sexto submarino estratégico de propulsión nuclear con misiles de la clase Borei-A, el Generalissimus Suvorov, se unió a la Armada rusa. Dichos submarinos son capaces de transportar 16 misiles balísticos intercontinentales Bulavá. 

La niebla de la guerra envuelve las intenciones rusas. Rice y Gates han advertido que el tiempo juega a favor de Rusia: “La capacidad militar y la economía de Ucrania ahora dependen casi por completo de los medios de vida de Occidente, principalmente de Estados Unidos. En ausencia de otro gran avance ucraniano y éxito contra las fuerzas rusas, las presiones occidentales sobre Ucrania para negociar un alto el fuego crecerán a medida que pasen meses de estancamiento militar. En las circunstancias actuales, cualquier alto el fuego negociado dejaría a las fuerzas rusas en una posición fuerte”.

Esta es una evaluación brutalmente franca. La llamada de Biden a Scholz el viernes también muestra la angustia en su mente. Con la fragmentación de la clase política dentro de Estados Unidos, Biden tampoco puede permitirse grietas en la unidad aliada.

Curiosamente, este también fue el objetivo principal de un artículo hace quince días por un destacado experto ruso Andrey Kortunov en el diario del Partido Comunista Chino Global Times titulado Los problemas internos de EE. UU. Podrían empujar a Ucrania al margen del discurso público estadounidense . 

Kortunov escribió: “Dejando a un lado las emociones, uno tiene que aceptar que el conflicto ya se ha vuelto existencial no solo para Ucrania y Rusia, sino también para EE. UU.: la administración Biden no puede aceptar una derrota en Ucrania sin enfrentar importantes implicaciones negativas para EE. UU. en todo el mundo”.

Kortunov estuvo escribiendo casi quince días antes de que Rice y Gates comenzarán a tener la misma percepción metafísica. 

Pero los neoconservadores aún no están preparados para aceptar que la elección en realidad los está mirando fijamente: Biden nadando junto a Putin hacia un orden mundial multipolar, o hundiéndose en aguas turbulentas.