Análisis semanal de Geopolitica de Carlos Pereyra Mele para el equipo del Club de la Pluma, que conduce el Periodista Norberto Ganci por la Radio Web al Mundo

Club de la Pluma: Arte, Ciencia, Cultura, Derechos Humanos, Geopolítica, Deuda Externa, Relatos, Cuentos, Educación, Opinión, Editorial, Efemérides, Comunidades Originarias, Filosofía Y Mucho Más…

TEMAS:

Reunión de la Asamblea Nacional de China

Por primera vez después de 35 años China está Asamblea nacional no tratara el Crecimiento económico sino de la forma de posicionarse geopolitica y Geoestrategia China tras la Pandemia Como reflejo las Bolsas “occidentales’ cayeron

Analizamos las declaraciones del Gral Chino Qiao Liang (autor de la doctrina de Guerra Irrestricta), sobre cómo ve el sistema Mundo y el enfrentamiento con EEUU, con información imperdible 

The Economist se despide de la globalización. The Economist, portavoz globalista de la dupla Rothschild/Soros, se despide de “la mayor Era de la globalización

Se observa el ascenso multipolar de Rusia/China/India/Irán/Turquía/Pakistán

Elecciones en EEUU y el “Obamagate”

Más en el audio…

Dossier Geopolitico difunde este artículo de Asia Times del analista internacional Pepe Escobar, dando su visión, sobre las declaraciones del General Qiao Liang, a la revista Zijing con sede en Hong Kong ( Bauhinia)   Titulado: “No deberíamos bailar al ritmo de Norteamérica” (publicado en Dossier geopolitico el 20/5/2020), donde desenmascara sin dar nombres a varios “expertos occidentales” sobre China que le erraron el vizcachazo sobre la situación económica y política -como se dice en el campo Argentino-, y solo hacen un juego de fake News y de análisis muy ligeros e idiologistas y que son muy consecuentes con los planes de la derecha EEUU que encabeza el ideólogo de la misma Steve Bannon y que en argentina tiene varios publicistas

Carlos Pereyra Mele y Miguel A. Barrios – Dossier Geopolitico

China actualiza su «Arte de la guerra (híbrida)» 

Por Pepe Escobar Asia Times 19 de mayo

El general chino Qiao Liang argumenta: «Si tenemos que bailar con los lobos, no debemos bailar al ritmo de los Estados Unidos»

En 1999, Qiao Liang, entonces coronel de la fuerza aérea en el Ejército Popular de Liberación, y Wang Xiangsui, otro coronel de alto rango, causaron un tremendo alboroto con la publicación de La guerra sin restricciones: el plan maestro de China para destruir América.

La guerra sin restricciones era esencialmente el manual del EPL para la guerra asimétrica: una actualización del Arte de la guerra de Sun Tzu. En el momento de la publicación original, con China aún muy lejos de su actual influencia geopolítica y geoeconómica, el libro se concibió como un enfoque defensivo, lejos de la sensacionalista «destruir América» ​​añadida al título para publicación estadounidense en 2004

Ahora el libro está disponible en una nueva edición y Qiao Liang, como general retirado y director del Consejo de Investigación sobre Seguridad Nacional, ha resurgido en una entrevista bastante reveladora publicada originalmente en la edición actual de la revista Zijing con sede en Hong Kong ( Bauhinia).

El general Qiao no es miembro del Politburó con derecho a dictar una política oficial. Pero algunos analistas con los que hablé están de acuerdo en que los puntos clave que él hace a título personal son bastante reveladores del pensamiento PLA ( Ejercito Popular de Liberación). Revisemos algunos de los aspectos más destacados.

Bailando con lobos

La mayor parte de su argumento se concentra en las deficiencias de la manufactura estadounidense: «¿Cómo puede Estados Unidos hoy querer librar una guerra contra la mayor potencia manufacturera del mundo mientras su propia industria está vaciada?»

Un ejemplo, en referencia a Covid-19, es la capacidad de producir respiradores: “De más de 1.400 piezas necesarias para un ventilador, más de 1.100 deben ser producidas en China, incluido el ensamblaje final. Ese es el problema de los Estados Unidos hoy. Tienen tecnología de punta, pero no los métodos y la capacidad de producción. Por eso tienen que depender de la producción china «.

El general Qiao descarta la posibilidad de que Vietnam, Filipinas, Bangladesh, India y otras naciones asiáticas puedan reemplazar la mano de obra barata de China: «Piense en cuál de estos países tiene más trabajadores calificados que China. ¿Qué cantidad de recursos humanos de nivel medio y alto se produjo en China en estos últimos 30 años? ¿Qué país está educando a más de 100 millones de estudiantes en los niveles secundario y universitario? La energía de todas estas personas aún está lejos de ser liberada para el desarrollo económico de China»

Reconoce que el poder militar estadounidense incluso en tiempos de epidemia y dificultades económicas siempre es capaz de «interferir directa o indirectamente en la cuestión del estrecho de Taiwán» y encontrar una excusa para «bloquear y sancionar a China y excluirla de Occidente». Agrega que «como país productor, todavía no podemos satisfacer a nuestra industria manufacturera con nuestros propios recursos y depender de nuestros propios mercados para consumir nuestros productos».

En consecuencia, argumenta, es «bueno» que China participe en la causa de la reunificación, «pero siempre es malo si se hace en el momento equivocado». Solo podemos actuar en el momento adecuado. No podemos permitir que nuestra generación cometa el pecado de interrumpir el proceso del renacimiento de la nación china «.

El general Qiao aconseja: «No piensen que solo la soberanía territorial está vinculada a los intereses fundamentales de una nación. Otros tipos de soberanía (económica, financiera, de defensa, alimentaria, de recursos, soberanía biológica y cultural) están todos vinculados a los intereses y la supervivencia de las naciones y son componentes de la soberanía nacional.

Para detener el movimiento hacia la independencia de Taiwán, «aparte de la guerra, deben tenerse en cuenta otras opciones. Podemos pensar en los medios para actuar en la inmensa zona gris entre la guerra y la paz, e incluso podemos pensar en medios más particulares, como el lanzamiento de operaciones militares que no conducirán a la guerra, pero que pueden implicar un uso moderado de la fuerza «.

En una formulación gráfica, el general Qiao piensa que “si tenemos que bailar con los lobos, no debemos bailar al ritmo de los Estados Unidos. Deberíamos tener nuestro propio ritmo, e incluso tratar de romper su ritmo, para minimizar su influencia. Si el poder estadounidense está blandiendo su bastón, es porque ha caído en una trampa «.

En pocas palabras, para el general Qiao, “China primero debe mostrar prueba de determinación estratégica para resolver la cuestión de Taiwán, y luego paciencia estratégica. Por supuesto, la premisa es que debemos desarrollar y mantener nuestra fuerza estratégica para resolver la cuestión de Taiwán por la fuerza en cualquier momento «.

Los guantes están apagados

Ahora compare el análisis del general Qiao con el obvio hecho geopolítico y geoeconómico de que Pekín responderá rápidamente a cualquier táctica de guerra híbrida desplegada por el gobierno de los Estados Unidos. Los guantes definitivamente están fuera.

La expresión del patrón oro ha aparecido en un editorial sin restricciones del Global Times: “Debemos tener claro que hacer frente a la represión de los Estados Unidos será el enfoque clave de la estrategia nacional de China. Deberíamos mejorar la cooperación con la mayoría de los países. Se espera que EE. UU. contenga las líneas de frente internacionales de China, y debemos eliminar este complot de EE. UU. y hacer de la rivalidad entre China y EE. UU. un proceso de aislamiento de EEUU.

Un corolario inevitable es que la ofensiva total para paralizar a Huawei será respondida y golpeada en especies, apuntando a Apple, Qualcomm, Cisco y Boeing, incluso incluyendo «investigaciones o suspensiones de su derecho a hacer negocios en China».

Entonces, a todos los efectos prácticos, Beijing ha presentado públicamente su estrategia para contrarrestar las afirmaciones del tipo «Podríamos cortar toda la relación» del presidente estadounidense Donald Trump.

Una matriz tóxica de racismo y anticomunismo es responsable del sentimiento predominantemente anti-chino en los Estados Unidos, que abarca al menos el 66% de toda la población. Trump lo aprovechó instintivamente y lo volvió a empaquetar como su tema de campaña de reelección, totalmente aprobado por Steve Bannon.

El objetivo estratégico es perseguir a China en todo el espectro. El objetivo táctico es forjar un frente anti-China en todo Occidente: otra instancia de cerco, estilo de guerra híbrida, centrada en la guerra económica.

Esto implicará una ofensiva concertada, tratando de hacer cumplir los embargos y tratando de bloquear los mercados regionales a las empresas chinas. La ley será la norma. Incluso congelar los activos chinos en los EE. UU. ya no es una propuesta descabellada.

Cada posible ramificación de la Ruta de la Seda, en el frente de la energía, los puertos, la Ruta de la Seda de la Salud, la interconexión digital, tendrá un objetivo estratégico. Aquellos que soñaban con que Covid-19 podría ser el pretexto ideal para un nuevo Yalta, uniendo a Trump, Xi y Putin, pueden descansar en paz.

La «Contención» irá a toda marcha. Un buen ejemplo es el almirante Philip Davidson, jefe del Comando Indo-Pacífico, que pide $ 20 mil millones por un «cordón militar robusto» desde California hasta Japón y por la costa del Pacífico, completo con «redes de ataques de precisión altamente sobrevivibles» a lo largo del borde del Pacifico  y «fuerzas conjuntas rotativas basadas en el avance» para contrarrestar la «amenaza renovada que enfrentamos de la gran competencia de poder».

Davidson argumenta que, «sin un disuasivo convencional válido y convincente, China y Rusia se verán envalentonadas a tomar medidas en la región para suplantar los intereses estadounidenses».

Mira el Congreso del Pueblo

Desde el punto de vista de grandes extensiones del Sur Global, la incandescencia actual, extremadamente peligrosa, o Nueva Guerra Fría, se interpreta principalmente como el final progresivo de la hegemonía de la coalición occidental en todo el planeta.

Aún así, el hegemón pide sin rodeos a muchas naciones que se posicionen una vez más en una guerra global contra el terrorismo «estás con nosotros o contra nosotros».

En la sesión anual del Congreso Nacional del Pueblo, que comenzará este viernes, veremos cómo China se enfrentará a su principal prioridad: reorganizarse en el país después de la pandemia.

Por primera vez en 35 años, Beijing se verá obligado a renunciar a sus objetivos de crecimiento económico. Esto también significa que el objetivo de duplicar el PIB y el ingreso per cápita para 2020 en comparación con 2010 también se pospondrá.

Lo que deberíamos esperar es un énfasis absoluto en el gasto interno, y la estabilidad social, en una lucha por convertirse en un líder mundial, incluso si eso no se pasa por alto por completo.

Después de todo, el presidente Xi Jinping dejó en claro a principios de esta semana que un «desarrollo y despliegue de la vacuna Covid-19 en China, cuando esté disponible», no estará sujeto a la lógica de Big Pharma, pero «se convertirá en un bien público mundial. Esta será la contribución de China para garantizar la accesibilidad y asequibilidad de las vacunas en los países en desarrollo «. El Sur Global está prestando atención.

Internamente, Beijing impulsará el apoyo a las empresas estatales que son fuertes en innovación y toma de riesgos. China siempre desafía las predicciones de los «expertos» occidentales. Por ejemplo, las exportaciones aumentaron 3.5% en abril, cuando los expertos pronosticaron una disminución de 15.7%. El superávit comercial fue de $ 45.3 mil millones, cuando los expertos pronosticaron solo $ 6.3 mil millones.

Beijing parece identificar claramente la brecha que se extiende entre Occidente, especialmente Estados Unidos, que se está hundiendo en el territorio de facto de la Nueva Gran Depresión con una China que está a punto de reactivar el crecimiento económico. El centro de gravedad del poder económico mundial sigue avanzando, inexorablemente, hacia Asia.

Guerra híbrida? Posiblemente.

Fuente ASIA TIMES

[Dossier Geopolitico rescata este artículo traducido del francés, por ALAI,  realizado al General Qiao Liang, autor de la doctrina militar del Ejército Popular de China conocida como: “Guerra Irrestricta” [1], en el mismo destacamos que la entrevista es realizada en plena pandemia y donde desde lo estratégico están lanzadas todas las fuerzas euroasiáticas contra las Atlantistas; y es importante en estos tiempos donde la fake News y de análisis muy ligeros -puro idiologismo- con sus claros conceptos sobre:

  • China Vs EEUU
  • Ciencia y Tecnología
  • Industria y relocalización
  • China y Taiwán
  • Economía “Real” y Financiera global
  • Epidemia y nuevo orden mundial

Quizás la síntesis del artículo, es cuando dice: Mientras China siga siendo fuerte y se fortalezca, nadie podrá derribarla con supuestas reivindicaciones de responsabilidad. China debe tener confianza en sí misma.]

Carlos Pereyra Mele y Miguel A. Barrios – Dossier Geopolitico

 Entrevista con el General Qiao Liang

No deberíamos bailar al ritmo de Norteamérica (o cómo China concibe su rol en el mundo)

Por Wei Dongsheng, Zhuang Lei

Qiao Liang es un General retirado de la Fuerza Aérea China. Es profesor en la Universidad de Defensa Nacional y ha publicado muchos libros de estrategia, uno de los cuales ha sido el famoso Unrestricted Warfare (La guerra sin límites). Es director del Consejo de Investigación en Seguridad Nacional y miembro de la Asociación de escritores chinos. Está hablando aquí a título privado y su palabra no compromete al gobierno chino. Sin embargo, lo que está diciendo está relativamente en línea con el marco de pensamiento de las más altas autoridades chinas.

El general Qiao Liang fue entrevistado por los periodistas Wei Dongsheng y Zhuang Lei en el número de mayo de 2020 de Bauhinia (Zijing), una revista china publicada en Hong Kong. También disponible aquí traducida en francés.

Actualmente, la situación de nueva epidemia coronaria ha sido controlada en China. Todas las partes del país están presionando urgentemente para que se reanude el trabajo y la producción. Sin embargo, no debe pasarse por alto que la propagación de la epidemia mundial y la reacción en cadena resultante pueden tener una secundaria y enorme “onda expansiva” en China. Recientemente, los Estados Unidos han puesto en marcha operaciones de evacuación en varios países y han pedido a todas las empresas estadounidenses en China que evacuen. Trump ha firmado la “Taipei Act” en medio de la epidemia. Como dice el refrán, cuando las cosas van mal, salen los demonios, así que ¿qué intención está detrás de estos actos aberrantes en los Estados Unidos? ¿Cuál será el principal impacto de esta epidemia en el panorama mundial? ¿Estallará un conflicto entre China y Estados Unidos? En el contexto actual, ¿cómo debería responder China?

Los Estados Unidos contra China

Reportero: Recientemente, los Estados Unidos han comenzado a evacuar a los chinos del extranjero en muchos países. Además, el ejército estadounidense también ha movilizado la base militar de Cheyenne Mountain, convocó a millones de fuerzas de reserva y advirtió a los ciudadanos y soldados estadounidenses en el extranjero. La realidad es que Estados Unidos se han convertido en el país más duro del mundo, y es obviamente más seguro para los americanos permanecer en países extranjeros que en su propio país. ¿Por qué es necesario activar la evacuación de los chinos en el extranjero en tales circunstancias? Como algunos medios de comunicación creen que no es infundado, ¿indican estas circunstancias que “una guerra mundial está a punto de estallar”?

Qiao Liang: Mi opinión es exactamente la opuesta en este tema. Los Estados Unidos han tomado estas medidas en un momento en que la epidemia se está contrayendo completamente. Los Estados Unidos son un país muy vigilante y creo que estas prácticas son medidas de precaución oportunas para evitar que la gente aproveche la oportunidad de “conspirar” en contra de los Estados Unidos. Eso parece un poco ridículo ya que ningún país está utilizando actualmente el peligro de los Estados Unidos como pretexto para molestarlos. Por supuesto, no se puede descartar que las organizaciones terroristas puedan hacer algo, pero es poco probable que la mayoría de los países tengan la capacidad de atacar a los Estados Unidos. Si bien es cierto que nadie los atacará, deben sin embargo tomar precauciones.

Los Estados Unidos se encuentran actualmente en una época de epidemia, no de crisis económica o de otro tipo de crisis interna. En lo absoluto, la guerra externa no puede resolver el problema de la epidemia ni desviar la atención de la crisis interna. Además, los Estados Unidos están movilizando actualmente los cuatro sectores económicos principales, más de 150 bases están infectadas y cuatro portaaviones y un submarino nuclear están parados. Algunos dicen que hay que evitar que se llegue a los extremos. ¿Pero el problema es realmente que se pueda llegar a extremos? ¿Qué escalada? ¿Puede esto mitigar la epidemia en los Estados Unidos?

Algunos dicen que la guerra de hoy es un asunto de alta tecnología. Los Estados Unidos tienen un claro liderazgo en alta tecnología. Por lo tanto, no está fuera de duda que todavía pueden ser capaces de librar una guerra de alta tecnología frente a la epidemia. Esto parece bastante razonable, e incluso irrefutable. Pero la alta tecnología depende de la industria manufacturera. Tener capacidad de inversión y desarrollo no se traduce automáticamente en capacidad de alta tecnología, y la transformación de la capacidad de inversión y desarrollo en medios de alta tecnología es indispensable, lo cual depende de uno de los factores más importantes que es la capacidad de fabricación. En otras palabras, la batalla final sigue siendo la fabricación. A juzgar por la situación actual de la industria manufacturera de EE.UU. que está en declive, si ahora quiere hacer la guerra a cualquier país, se está comiendo su arsenal de armas y equipos. Si EE.UU. quiere luchar contra el país fabricante más grande cuando su industria manufacturera se ha agotado, ¿cómo lo hará? Están agotando sus stocks, ¿y qué pasa si no hay más aumento posterior? Eso es lo que debe preocupar a los americanos, incluyendo a los que son optimistas sobre los Estados Unidos hoy en día.

Mucha gente no lo ve, pensando que la fuerza de la ciencia y la tecnología americana puede permitirles hacer todo. En efecto, la fuerza científica y tecnológica de los Estados Unidos es importante, pero si la investigación y el desarrollo no pueden convertirse en productos a gran escala, ello equivale de hecho a otorgarse un grado de fuerza tecnológica y científica sin resolver el problema. Por ejemplo, en los Estados Unidos, la detección de los ácidos nucleicos del nuevo coronavirus permitiría modernizar seis generaciones de equipo médico e instrumentos más avanzados de generación en generación. Podemos ver que el poder científico y tecnológico de los Estados Unidos es realmente avanzado, pero ¿cuántos de estos dispositivos se pueden producir? ¿Puede este equipo ser usado por los americanos? Aunque el equipo de pruebas es muy avanzado, ¿qué pasa con el sistema médico? Para detectar a estos pacientes, si no hay suficiente equipo médico y no hay suficientes ventiladores, el problema no se puede resolver y miles de personas tendrán que morir.

En este sentido, la empresa americana Medtronic violó completamente sus derechos de propiedad intelectual sobre su respirador y dejó que otros países, incluida China, lo produjeran. ¿Por qué? ¿Sería porque las consideraciones humanas y morales prevalecieron en este caso? No niego que exista esa posibilidad, pero lo que me parece más importante es que los estadounidenses no tienen la capacidad de producir los respiradores cuyas propiedad y patentes son de ellos. De las 1.400 partes del ventilador, más de 1.100 tienen que ser producidas en China, incluyendo el ensamblaje final. Ese es el problema en los Estados Unidos hoy en día. Tienen tecnología avanzada, pero no tienen métodos de producción y capacidad, por lo que tienen que depender de la producción china.

Lo mismo ocurre con la guerra. Hoy en día, la guerra sigue siendo una industria manufacturera. Algunos dicen que la guerra hoy en día es una confrontación de redes, que el chip es el rey. Es cierto que los chips juegan un papel imprescindible en la guerra moderna de alta tecnología. Pero el chip en sí no puede luchar, el chip debe ser instalado en varias armas y equipos, y todo tipo de armas y equipos deben ser producidos primero por una fuerte industria manufacturera. Se admite que los Estados Unidos se basaron en una fuerte industria manufacturera para ganar la Primera y la Segunda Guerra Mundial.

No hay nada malo en ello. Pero, ¿los Estados Unidos todavía tienen una industria manufacturera lo suficientemente fuerte para ganar la Primera y la Segunda Guerra Mundial? Durante medio siglo, después de que el dólar se separara del oro, los Estados Unidos han utilizado gradualmente el dólar para beneficiar al mundo. De hecho, ha abandonado su industria manufacturera de gama baja y se ha transformado gradualmente en un país de industrias fantasmas. Si el mundo está en paz y todo el mundo está en paz con los demás, no hay ningún problema. Los EE.UU. imprimen dólares para comprar productos de todo el mundo, y todo el mundo trabaja para los EE.UU. Todo eso está muy bien. Pero en caso de epidemia o guerra, ¿puede un país sin industria manufacturera ser considerado un país poderoso? Aunque los Estados Unidos sigan teniendo alta tecnología, dólares y tropas estadounidenses, todas estas cosas necesitan apoyo en términos de fabricación. Sin la manufactura, ¿quién apoyará a su alta tecnología? ¿Quién apoyará a su dólar? ¿Quién apoyará al ejército estadounidense?

La respuesta de China a esto es continuar manteniendo, desarrollando y mejorando su industria manufacturera, no sólo para mejorar, sino también para mantener la fabricación tradicional. Es imposible modernizar toda esta capacidad de producción. Si todos ellos fueran mejorados y reemplazados, la fabricación tradicional sería abandonada. Cuando los Estados Unidos necesitan un gran número de máscaras como lo hacen hoy en día, el país entero ni siquiera tiene una línea de producción completa. En tales circunstancias, no puede responder a la epidemia con la misma rapidez y fuerza que China. Por lo tanto, no subestimen la fabricación de gama baja y no consideren la fabricación de gama alta como el único objetivo del desarrollo manufacturero de China. No se puede prescindir de las habilidades de mantenimiento y gestión doméstica.

Además, también tenemos que ver que la eficaz campaña anti-epidémica de China, además de las medidas introducidas por el gobierno, demuestra que las medidas correctivas fueron muy oportunas y que la gente cooperó mucho, y que una cosa inventada por los Estados Unidos ha sido beneficiosa, quiero decir la Internet. Algunas cosas como el pago en línea, el comercio electrónico y los servicios de mensajería vinieron de los Estados Unidos, pero ¿dónde prosperaron finalmente estos inventos americanos? En China. China ha adoptado Internet, el Internet de las cosas, poniendo la red y especialmente la nube al servicio del comercio electrónico, de la producción y de la vida en la sociedad moderna. Podría decirse que está a la cabeza en este ámbito. Aunque la propiedad intelectual no está en nuestras manos y el servidor raíz no está en nuestra posesión, esto no impide que lo usemos para su mejor beneficio.

Hay muchas razones para esto, y son complejas. Sin embargo, se puede ver que somos mejores que otros países en el uso de la alta tecnología y las nuevas tecnologías, lo que se debe a la gran capacidad de aprendizaje de los chinos. Debemos seguir cultivando nuestro liderazgo en este sentido. Además de las cualidades del sistema chino, también debemos aprender de los demás y luego aplicar lo que hemos aprendido para aprovecharlo. Esta es nuestra fuerza frente a un futuro impredecible si estalla una nueva epidemia.

Industria y relocalización

Reportero: Algunos medios de comunicación han informado que Kudlow, presidente de la Conferencia Económica Nacional de la Casa Blanca, ha pedido la retirada de todas las empresas estadounidenses de China y ha dicho que el gobierno de EE.UU. reembolsará el 100 por ciento de los gastos de regreso de China. ¿Significa esto que los Estados Unidos se están preparando para “desvincularse” de China y acelerar gradualmente el ritmo? ¿Desempeñará los Estados Unidos un papel positivo en la mejora de la industria manufacturera local? ¿Cuál es el verdadero objetivo de alentar a las empresas nacionales a abandonar China?

Qiao Liang: En mi opinión, no es tan fácil para los países desarrollados “desacoplarse” de China y reanudar la fabricación local. El dilema es que si se quiere reanudar la fabricación, hay que estar mentalmente preparado, o compartir las mismas dificultades y dolores con China, y recibir igual salario por igual trabajo, de modo que los productos y la mano de obra estén al mismo precio que en China (de lo contrario los productos no serán más competitivos que la fabricación china). Esto equivale a renunciar a la hegemonía de la moneda y al poder de fijar el precio de los productos y bajar desde la cima de la cadena alimentaria; o seguir en la cima de la cadena alimentaria, de modo que los ingresos de los empleados sigan siendo más de 7 veces superiores a los de China, haciendo que el producto no sea competitivo y las empresas no sean rentables. Si se persigue el primer objetivo, los Estados Unidos y Occidente tendrán que volver al nivel de los países ordinarios, especialmente los Estados Unidos. Si esto no es posible, el regreso de las industrias manufactureras a los Estados Unidos y a Occidente será sólo un producto de la imaginación.

El argumento de que Vietnam, Filipinas, Bangladesh, India y otros países probablemente se conviertan en sustitutos de la mano de obra barata en China es en realidad sólo una cuestión de contar la población. Pero pensemos cuál de los países mencionados tiene más trabajadores capacitados que China. Aunque los ingresos chinos aumentan año tras año, el dividendo del trabajo se agota, pero ¿cuántos recursos humanos de gama media y alta se han producido en China en los últimos 30 años? ¿Quién ha capacitado a más de 100 millones de estudiantes universitarios y de postgrado? La energía de este cuerpo de personas está todavía lejos de ser desatada en el desarrollo económico de China. Por lo tanto, dejar que la mano de obra barata de otros países sustituya a la fabricada en China es una ilusión.

En cuanto a los que dicen que Occidente puede utilizar muchos robots para complementar la fabricación localizada, no se puede decir que esta posibilidad sea inexistente, pero si los robots se utilizan realmente para restaurar la manufactura local en los Estados Unidos o en otros países occidentales, incluido Japón, ¿cómo se puede resolver el problema de la tasa de empleo? El uso de un gran número de robots significa que una mayor proporción de la fuerza de trabajo está desempleada. La fuerza de trabajo ha disminuido. ¿Qué debería hacer el gobierno de los Estados Unidos? ¿Qué pasa con los gobiernos de los países occidentales? ¿Realmente tienen los medios financieros para alimentar en vano al ejército de desempleados de estos países? Pero si no los apoyas, ¿quién votará por su propia llegada al poder? Claramente, el presidente Trump y el presidente Abe (Japón) no pensaron bien esto cuando apoyaron el regreso a su mercado local de sus respectivas compañías radicadas en China.

Los occidentales son conscientes de la importancia de restaurar la industria manufacturera y son conscientes del estado de aflicción en el que se encuentra su economía real. Si esta conciencia es real es otra cuestión. Lo importante es preguntar: cuando un país como Estados Unidos se da cuenta de que debe reanudar la fabricación, ¿puede realmente reanudar la fabricación? En realidad es muy difícil.

De hecho, después de la crisis financiera internacional de 2008, los Estados Unidos ya se han dado cuenta de las consecuencias del colapso de la industria. La actual epidemia tampoco ha puesto de relieve la dolorosa ausencia de las industrias manufactureras que más desesperadamente carecen de medios de vida para las personas, pero ¿cuán fácil es reanudar la fabricación? ¿Dónde están los contratistas, ingenieros y trabajadores cualificados? El costo de la mano de obra en los Estados Unidos es siete veces más alto que en China. ¿Cómo se pueden crear beneficios corporativos? Incluso si el gobierno reduce los impuestos y si los empleados reducen automáticamente sus salarios a la mitad, son medidas de emergencia a corto plazo. Porque los impuestos serán recortados, así como los ingresos fiscales de los Estados Unidos. ¿Cómo mantenemos un fuerte poder nacional y militar? ¿Es posible un salario bajo en tiempos extraordinarios, es posible en tiempos normales? Además, los ingresos personales se reducirán a la mitad y el consumo también se reducirá a la mitad. ¿Cómo se puede estimular la producción? Si la producción no aumenta, el PBI disminuirá, ¿puede Estados Unidos entonces mantener su posición como líder mundial? Donald Trump no debe haber pensado en estas cuestiones cuando hizo las promesas mencionadas. Además, si la industria manufacturera se recupera, los productos deben venderse, se generará un superávit y la hegemonía del dólar sólo puede lograrse proporcionando al mundo liquidez, es decir debe aceptarse a través del déficit. Dado que otros países no aceptarán la hegemonía del dólar si no utilizan dólares, los Estados Unidos también deben hacer frente a una economía deficitaria.

La caña de azúcar no es dulce en ambos extremos y para dar liquidez a los demás es necesario comprar productos de otras personas. Pero si revives la industria manufacturera, no necesitas comprar productos de otras personas. De esa manera, habrá menos dólares que fluyan a otros países, y cuando otros países comercien entre sí, tendrán que encontrar otras monedas. ¿Seguirá habiendo una hegemonía del dólar? Más importante aún, la recuperación de la industria manufacturera dañará seriamente los intereses de los grupos de capital financiero de los Estados Unidos. ¿Qué puede hacer Wall Street? ¿Qué puede hacer la Reserva Federal? El enfoque de Trump es diferente al de los anteriores presidentes de EE.UU. de los últimos 50 años. Los anteriores presidentes de EE.UU. durante cinco décadas mantuvieron la hegemonía del dólar, y ahora Trump quiere revivir la industria manufacturera. Con un golpe tan subversivo en los Estados Unidos, hay una mayor posibilidad de que las finanzas y la economía virtual no se recuperen. Como resultado, el imperio está en peligro.

China no ha renunciado en invadir Taiwán…

Reportero: Recientemente, Trump firmó el “Taipei Act” que fue firmado justo cuando la nueva epidemia americana de neumonía coronaria estaba en su apogeo. Eligieron intervenir en el tema de Taiwán en ese momento. ¿Qué los impulsó a interferir en los asuntos internos de China? ¿Qué impacto tendrá esto en la relación entre China y los Estados Unidos y en las relaciones a través del Estrecho de Taiwán? Algunos medios de comunicación creen que la actual epidemia en los Estados Unidos es grave y que ya no tenemos tiempo para la automedicación. Debemos aprovechar esta oportunidad para resolver la cuestión de Taiwán. ¿Qué piensa de esto?

Qiao Liang: ¿Es este el mejor momento para resolver el asunto de Taiwán? Lo primero que hay que considerar es si China se encuentra actualmente en un punto crítico en el proceso de renacimiento nacional. En este momento, China se enfrenta a una situación compleja que nunca se ha visto en el mundo moderno, especialmente en una situación en la que los Estados Unidos están ignorando totalmente a China. Si estamos trabajando para resolver el problema de Taiwán, ¿es posible que nos perdamos de vista y que esto pueda interrumpir el proceso de recuperación de China?

En segundo lugar, ¿la solución a la cuestión de Taiwán está parcial o totalmente relacionada con la gran revitalización de la nación china? Si no se resuelve de inmediato, ¿eso no deja tiempo para impulsar el proceso de rejuvenecimiento nacional?

En tercer lugar, ¿la cuestión de si el Estrecho de Taiwán entrará en guerra depende del número de medidas adoptadas por los Estados Unidos sobre la cuestión de Taiwán o de la actitud de China? ¿Depende del juicio de China sobre la situación internacional y la situación interna (en mi opinión, el juicio sobre esta última es mejor que sobre la primera)? En cuarto lugar, ¿la naturaleza de la cuestión de Taiwán es una cuestión de las relaciones sino-americanas, o es simplemente una cuestión de las relaciones entre los dos países? ¿Puede resolverse plenamente la cuestión de Taiwán antes de que se resuelva el conflicto entre China y los Estados Unidos? Si se resuelve de antemano, ahora, ¿el precio que China tendrá que pagar será mayor o menor, y cuál será el impacto en el transporte chino?

Aunque hayamos entendido las preguntas anteriores, habrá una pregunta más que surgirá, obligándonos a seguir pensándolas y a tratar de responder. Aunque los Estados Unidos se encuentran en una situación de epidemia y dificultades económicas, todavía tienen poder militar para interferir directa o indirectamente en la cuestión del Estrecho de Taiwán. Elegir Wutong daría a los Estados Unidos una buena excusa para bloquear y sancionar a China y aislarla del mundo occidental, y al mismo tiempo daría a los estadounidenses la oportunidad de dejar de lado sus propias dificultades y debilitarnos porque los Estados Unidos y China son muy conscientes de que China sigue siendo muy dependiente de los recursos y mercados extranjeros. Como país productor todavía no podemos satisfacer nuestra industria manufacturera con nuestros propios recursos y depender de nuestro propio mercado para digerir nuestros productos. Por lo tanto, en la actualidad, si pensamos que esta es la mejor oportunidad para recuperar Taiwán, ¿no será también algo bueno para los Estados Unidos y algunos países malintencionados? Estos factores externos son también factores que debemos tener plenamente en cuenta al momento de tomar decisiones.

Sin lugar a dudas, es bueno que los chinos lleven a cabo la gran causa de la reunificación, pero siempre es un error si se hace lo correcto en el momento equivocado. Sólo podemos actuar en el momento adecuado. No debemos tomar una decisión estúpida que nos haga perder todo el tiempo. No podemos permitir que nuestra generación cometa el pecado de interrumpir el proceso de renacimiento de la nación china. En lo que respecta a la cuestión de la tierra, la mayoría de la gente sigue teniendo una forma tradicional de pensar. En definitiva, lo que predomina en última instancia es la sensibilidad de los pequeños agricultores que aman la tierra. Ampliada, la soberanía territorial se considera sinónima de soberanía nacional. Pero no puede por sí misma abarcar el pleno significado de la soberanía nacional moderna.

En el mundo actual, la soberanía económica, la soberanía financiera, la soberanía cibernética, la soberanía de la defensa, la soberanía de los recursos, la soberanía alimentaria, la soberanía de las inversiones, la soberanía biológica, la soberanía cultural, la soberanía de los discursos y otros aspectos relacionados con los intereses y la supervivencia de los países forman parte de la soberanía nacional. No piense que sólo la soberanía territorial está vinculada a los intereses fundamentales del país. Otras soberanías forman parte también de los intereses fundamentales, a veces incluso de mayor prioridad que la soberanía territorial y que son cuestiones de vida o muerte.

Por ejemplo, para salvar su propia economía, los Estados Unidos no dudan en vender billones de divisas, de modo que sus reservas de divisas se diluyen con el agua. La guerra comercial les ha obligado a utilizar los bienes físicos contra las ganancias y en cambio a ser robado mediante aranceles más altos. Los intereses económicos de China se han visto muy afectados y la soberanía económica se ha visto gravemente debilitada. Pero también los EE.UU son incapaces de proteger esta soberanía. Por el momento, aunque tenga la facultad de proteger la integridad territorial, ¿cree que todo está bien, no puede considerar otras cuestiones de soberanía que son igual de importantes, si no más importantes? Quien conoce el problema de esta manera no es una persona verdaderamente moderna.

No digo esto para decir que la cuestión territorial no es importante, sino para subrayar que, como sujeto moderno, hay que entender que las demás soberanías del país son tan importantes como la integridad territorial y que no hay que perderlas de vista. La cuestión territorial no puede plantearse por encima de otras soberanías, aunque no debe descuidarse. Al mismo tiempo sin embargo, también debemos preguntarnos si la cuestión de la “independencia de Taiwán” no podría llevarnos demasiado lejos si consideramos la guerra como un medio para resolver este asunto. Frente al apoyo de los Estados Unidos y los países occidentales, ¿podemos hacer algo? No necesariamente. Para frenar la “independencia de Taiwán” deben considerarse más opciones además de las opciones de guerra. Podemos pensar en formas de actuar en la enorme zona gris entre la guerra y la paz, e incluso podemos considerar medios más específicos, como el lanzamiento de operaciones militares que no desencadenen una guerra pero que puedan consistir en un uso moderado de la fuerza para disuadir la “independencia de Taiwán”.

Algunos se preguntan si el uso de la fuerza no es una guerra. Creo que es un obvio malentendido. Cuando los Estados Unidos bombardearon la embajada china en Yugoslavia o decapitaron el mando de la Guardia Revolucionaria (Irán), ¿podría decirse que fue una guerra contra China o Irán? No. ¿Fue una operación militar? Sí, fue una operación militar. Porque usó la fuerza. Para resolver los problemas de las “operaciones militares no bélicas”, deberíamos aprender de los americanos con una mente abierta. Siempre hay más soluciones que problemas. Hay un problema, y puede haber diez soluciones. La clave es cómo elegimos la mejor solución.

¿Por qué hacer el análisis y el posicionamiento anterior? Es porque, en mi opinión, el Congreso de los Estados Unidos y el Gobierno introdujeron el “Taipei Act” en este preciso mismo momento. La intención no es arrinconar a China. Es principalmente porque el gobierno, el Congreso y los políticos de los EE.UU. están luchando internamente tanto con los problemas de la epidemia como con los problemas de la falta de manufactura, porque es necesario para ellos deshacerse de su propio dilema y que no hay ninguna solución en absoluto. Por eso, los Estados Unidos no pueden dejar a China “en paz”, quieren reunir a sus oponentes, crear molestia, desgastar energía, hacer que se disperse y usar este método para darse oportunidades de respirar y ganar tiempo. Al mismo tiempo, este método de dispersar la energía y el poder conduce al debilitamiento de nuestra fuerza nacional y obstaculiza los progresos. Tal es la principal intención de los Estados Unidos tratando de añadir caos a China.

En cuanto al impacto en China, creo que si debemos bailar con los lobos, no debemos bailar al ritmo de los Estados Unidos. Deberíamos tener nuestro propio ritmo, e incluso intentar romper su ritmo en pos de minimizar su influencia. Si el poder americano se ha dado vuelta, palo, entonces se encuentra en una trampa. No podemos permitir que los EE.UU. caven fosas una por una para nosotros (el Taipei Act siendo la última para China) y saltar a las fosas una por una. En lugar de saltar a la fosa, tenemos que compensar su impacto. Hay algunas cosas que podemos ignorar, algunas cosas que podemos ignorar de una manera que a los americanos no les gusta. Los americanos nos hacen preguntas ahora y nosotros las respondemos. Pero ¿no podemos cambiar nuestra forma de pensar, plantear nosotros también preguntas y dejar que los americanos las respondan? Todos estos métodos son formas de compensar la influencia de los Estados Unidos, incluyendo la forma en que están utilizando el tema de Taiwán para afectarnos.

La influencia de la actitud de los políticos americanos en las relaciones entre las dos orillas del Estrecho sin duda alegrará a las autoridades de Tsai Ing-wen (presidenta de Taiwán). ¿Pero no se cuentan historias los taiwaneses, inclusive Tsai Ing-wen? ¿Hasta qué punto los americanos mantendrán sus promesas con Taiwán? Los estadounidenses alientan la independencia de Taiwán, pero ¿habrá realmente un riesgo de guerra para Taiwán cuando se castigue la independencia de Taiwán mientras el Congreso de EE.UU. proclama “nunca dejaremos que nuestra juventud se desangre por la cuestión de Taiwán”? Sin mencionar que aunque los americanos dejen que su juventud se desangre por la cuestión de Taiwán, puede que no sea suficiente para contrarrestar la determinación y la capacidad de China de incorporar a Taiwán. ¿Qué pasará con la independencia de Taiwán si los americanos no sangran por ella? ¿Qué pasará con las autoridades británicas en Taiwán? En este momento creo que Tsai Ing-wen tiene muchas cosas en la cabeza. Por ejemplo, hasta el día de hoy, todavía no se atreve a enarbolar abiertamente la bandera de la independencia de Taiwán y sólo se atreve a dar un pequeño paso adelante, diciendo que Taiwán es de hecho un país. Sólo se ha atrevido a llegar hasta ahí, pero no más allá de esto. Debido a que ir más lejos hará enojar a 1.400 millones de personas, puede tener consecuencias inimaginables y desastrosas para cualquier país o región.

China debe mostrar primero una determinación estratégica para resolver el problema de Taiwán y luego tener paciencia estratégica. Por supuesto, esa premisa es que debemos desarrollar y mantener nuestra fuerza estratégica para resolver en todo momento la cuestión de Taiwán por la fuerza.

Epidemia y nuevo orden mundial

Reportero: Todo el mundo habla del impacto de la epidemia en el mundo, refiriéndose a acontecimientos tan importantes como la Primera y la Segunda Guerra Mundial y la desintegración de la Unión Soviética. ¿Qué piensa de esta declaración? ¿Cómo la epidemia cambiará el escenario global?

Qiao Liang: El impacto de la nueva epidemia de neumonía coronaria en el mundo, por ser un evento actual pero aún en fermentación, puede ser considerado un evento tan significativo como los conocidos en el pasado, e incluso puede estar relacionado con la Primera Guerra Mundial, la Segunda Guerra Mundial y la caída de la Unión Soviética. Todos estos eventos están al mismo nivel. Creo que tal juicio está fundamentalmente en consonancia con los hechos y no está exagerado. Pero la mayoría de la gente no lo percibe así.

De hecho, el nuevo coronavirus en sí mismo no está teniendo un efecto tan significativo. Al menos hasta ahora, no ha sido tan trágico como las dos guerras mundiales, que sin embargo no pudieron cambiar el panorama internacional de la noche a la mañana, como lo hizo el colapso de la Unión Soviética. No es la primera vez que el hombre se enfrenta a una epidemia y no todas las epidemias provocan un cambio tan significativo. Para cualquier cambio, la causa externa es el factor desencadenante y la causa interna es el factor decisivo. Esta epidemia es sólo la gota que colmará el vaso de este ciclo de globalización y la fuerza motriz que lo impulsa.

Si esta epidemia se produjera en los años 50 y 60, ¿realmente pensaríamos que pondría a los Estados Unidos en una situación tan embarazosa y a Europa en una situación tan incomoda? ¿Por qué la epidemia que está ocurriendo hoy en día es tan molestosa para todo el mundo occidental? Lo importante no es saber cuán terrible es la epidemia sino darse cuenta de que tanto los Estados Unidos como Occidente han tenido su hora de gloria y que ahora se han enfrentado a esta epidemia mientras se encuentran en declive. La epidemia llega en este momento global, e incluso si es sólo una ramita, puede romper la espalda del camello que ya tiene problemas para caminar. Esta es la razón la más profunda.

¿Por qué los países occidentales han dado este paso? Podemos pensar en eso. Durante la última mitad de siglo, los Estados Unidos encabezaron el camino, luego Europa y Occidente siguieron el ejemplo. Se embarcaron en un camino económico virtual y abandonaron gradualmente la economía real. Para estos países, esta tendencia puede parecer una ventaja que los países desarrollados están obteniendo a cambio de nada, pero en realidad ha desgastado sus fuerzas vivas. De hecho, es la misma razón por la que la antigua Roma se derrumbó gradualmente en el período posterior debido a su arrogancia y su extravagancia que finalmente condujo al colapso de su imperio.

Creo que después de la epidemia, los Estados Unidos y los países occidentales ciertamente tratarán de volver a ponerse de pie. Muchas personas todavía confían en los Estados Unidos y en los países occidentales, es decir creen que tienen una gran capacidad para corregir los errores. Pero los errores sólo pueden corregirse con fuerza económica y suficiente confianza. En el pasado, los americanos corregían los errores y nunca se quejaban de los demás. Ahora que los americanos ya no pueden corregir sus propios errores, empiezan a culpar a otros. Los países occidentales también han pasado la pelota a China, e incluso algunos de nuestros amigos en los principios se han encontrado en la misma situación y han hecho lo mismo. La razón fundamental de esto es que a cualquiera que no tenga la capacidad de corregir sus errores automáticamente le gusta pasar la pelota. Fantasean que es simplemente imposible restaurar su propia economía y pasar la pelota para poder repararla y corregirla. De hecho, los occidentales deberían pensar en muchos aspectos de esta secuencia, incluyendo su sistema médico y su sistema de valores. Cuando se enfrentaron a la epidemia, estos sistemas estaban casi indefensos. ¿Cuál es la razón de esto? Si no lo pueden resolver, ¿pueden resolver el problema simplemente culpando a China? Así como la guerra no puede ser usada para derrotar la epidemia, también es imposible pasar la pelota para corregir los errores propios.

Creo que Occidente pasará por lo menos una docena de meses a dos años después de la epidemia para reparar su propia economía y reparar su propio trauma. En este proceso, las denominadas responsabilidades y reivindicaciones hacia China serán todas extravagantes y terminarán desapareciendo ante una situación post-epidémica más grave. China debe tener suficiente confianza en sí misma para saber que mientras pueda seguir siendo lo suficientemente fuerte y mantener con tenacidad su capacidad productiva, nadie podrá perjudicarla.

Cuando los Estados Unidos son fuertes, ¿quién puede culparlos por la propagación del SIDA? La gente no ha culpado a los Estados Unidos porque las fuerzas expedicionarias americanas trajeron a Europa la gripe que estalló en los Estados Unidos al final de la Primera Guerra Mundial y que finalmente fue llamada la gripe española. ¿Por qué nadie culpó a los Estados Unidos? Fue debido a la fuerza de los Estados Unidos en ese momento. Mientras China siga siendo fuerte y se fortalezca, nadie podrá derribarla con supuestas reivindicaciones de responsabilidad. China debe tener confianza en sí misma.

(Traducción del francés: François Soulard).

FUENTE ALAI: https://www.alainet.org/es/articulo/206685 

[1] https://es.wikipedia.org/wiki/Guerra_irrestricta

[NR ante prácticamente un silencio cómplice de casi todos los medios “occidentales” anglosajones sobre esta 73 Asamblea Mundial de la Salud y sus trascendentales temas tratados Dossier Geopolitico (DG), reproduce este artículo del Embajador Indio Bhadrakumar]

por M. K. BHADRAKUMAR (*)

Asia Times – 19 de mayo de 2020

La reunión virtual de la Asamblea Mundial de la Salud del 18 al 19 de mayo ha puesto de relieve la política de la pandemia de Covid-19 en el ámbito internacional. La WHA es el órgano de toma de decisiones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de 194 miembros.

La reunión virtual tuvo lugar en el contexto de las sensacionales afirmaciones del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump y su secretario de estado Mike Pompeo, en las últimas semanas de que están en posesión de «enorme evidencia» para respaldar su teoría de que COVID-19 se originó en el Instituto Wuhan de virología.

La OMS acordó examinar las «lecciones aprendidas» de las respuestas de los países miembros. Propone realizar una «evaluación integral» en respuesta a un proyecto de moción, co patrocinado por los 54 estados miembros del Grupo Africano. El documento de la conferencia en la reunión WHA fue respaldado por países que incluyeron a los 27 estados miembros de la Unión Europea y no nombró ni a China ni a Wuhan.

Ni Trump ni Pompeo participaron en el evento WHA. En cambio, delegaron al Secretario de Salud de los Estados Unidos, Alex Azar, quien disparó contra la OMS por permitir que el brote de coronavirus «se descontrolara». Sin nombrar a China, culpó a «al menos un estado miembro» por haberse «burlado de sus obligaciones de transparencia, a un costo tremendo para el mundo entero».

Mientras tanto, la Casa Blanca ha comenzado a señalar que Trump puede tener dudas sobre el congelamiento de los fondos estadounidenses para la OMS. Trump había eviscerado anteriormente a la OMS, alegando que China lo controlaba y que era muy negligente en los primeros días del brote de la corona.

El viernes por la noche, Tucker Carlson, de Fox News, quien está cerca de Trump, dio la noticia de que la administración de Trump estaba «a punto de reanudar la financiación estadounidense» de la OMS. Carlson emitió un borrador de carta preparado por la Casa Blanca que decía que a pesar de las «deficiencias» de la OMS, Trump quería ver a la organización a la altura de su potencial «durante esta crisis global» y, por lo tanto, decidió «trabajar con la OMS y acepta pagar lo que China paga en contribuciones señaladas «.

Un día después, el sábado, en un tweet a Lou Dobbs de Fox Business, que es otro presentador de televisión favorito del presidente, Trump señaló: «Lou, este es solo uno de los numerosos conceptos bajo los cuales pagaríamos el 10% de lo que hemos estado pagando durante muchos años, igualando pagos mucho más bajos de China. No han tomado la decisión final. Todos los fondos están congelados. ¡Gracias!»

La última postura de Trump no se trata de castigar a la OMS, sino que tiene como objetivo llevar los pagos futuros de Estados Unidos al organismo estrictamente a la par con los de China. Pero Xi ha elevado el listón a u$s 2 mil millones. Trump se encuentra entre la roca y un lugar difícil.

Agitar la sinofobia puede ayudar a Trump a desviar la atención del público de su mal manejo de la crisis de Covid en Estados Unidos, donde las muertes se acercan al 100.000. Pero no ha podido producir una pizca de evidencia para implicar a la OMS en un encubrimiento o para corroborar la escandalosa acusación de que el coronavirus saltó de un laboratorio chino. La ola de críticas de la comunidad internacional ha afectado la posición global de los EEUU.

La OMS acordó el lunes una llamada de más de 110 países para una revisión independiente de la respuesta mundial al coronavirus. China ha dado una sorpresa al respaldar tal investigación. El otro elemento polémico impulsado por los Estados Unidos, la admisión de Taiwán como «observador» en la OMS, tampoco encontró tracción.

El documento de la conferencia WHA dice que una investigación buscará «identificar la fuente zoonótica del virus y la ruta de introducción a la población humana, incluido el posible papel de los anfitriones intermedios, incluso a través de esfuerzos como misiones de campo científicas y colaborativas». Ni China ni Wuhan han sido nombrados.

Claramente, China ha pasado a la ofensiva diplomática. El presidente chino, Xi Jinping, aceptó la invitación para dirigirse a la WHA y pronunció un discurso histórico. Xi anunció una serie de medidas concretas para impulsar la lucha mundial contra COVID-19, incluida la prestación de ayuda internacional.

Es importante destacar que Xi anunció: «China proporcionará u$s 2 mil millones durante dos años para ayudar con la respuesta COVID-19 y con el desarrollo económico y social en los países afectados, especialmente los países en desarrollo». Él ha arrojado el guante a Trump para presentar una oferta equivalente.

Xi también hizo un anuncio dramático de que «el desarrollo y despliegue de la vacuna COVID-19 en China, cuando esté disponible, se convertirá en un bien público mundial. Esta será la contribución de China para garantizar la accesibilidad y asequibilidad de las vacunas en los países en desarrollo «. Esto pone a Trump en un aprieto. La estimación de Trump es que se pueden ganar toneladas de dinero comercializando en el extranjero cualquier vacuna fabricada en los EE. UU. A un precio exorbitante, como hacen las compañías farmacéuticas occidentales.

Xi dijo que China reforzará el apoyo a los países más afectados bajo la mayor presión del servicio de la deuda para que puedan superar las dificultades actuales. Anunció la disposición de China para implementar la Iniciativa de Suspensión del Servicio de la Deuda del G20 para los países más pobres.

En retrospectiva, el secretario general de la OMS, Tedros Adhanom (ex Ministro de Salud y Ministro de Relaciones Exteriores de Etiopía) hizo lo correcto al mantener su posición. En un desaire a Trump, los participantes en la reunión virtual, incluidos países europeos como Francia, expresaron su rotundo apoyo a la OMS. No será una vista agradable ahora que Trump se doblegue ante un líder africano.

Las noticias de Ginebra sugieren el surgimiento de China en el escenario mundial. Todo este episodio subraya una vez más el constante drenaje de la influencia estadounidense en los asuntos mundiales.

India haría bien en tener esto en cuenta. Era completamente innecesario que el Ministro de Asuntos Exteriores, S Jaishankar, se apresurara a salvar la reputación de Pompeo (y los Estados Unidos) en este mórbido asunto en la víspera de la reunión de la WHA. Corresponde totalmente a Pompeo producir la «enorme evidencia» sobre el llamado virus Wuhan. ¿Por qué Jaishankar debe apresurarse a cubrir su trasero? Huele a desorden exhibicionista indigno de la India

(*) Embajador (R); Columnista de los periódicos hindúes y Deccan Herald Indian, Rediff.com, Asia Times and Strategic Culture Foundation, Moscú.

Cargos anteriores: diplomático de carrera durante 30 años en el Servicio Exterior de la India: sirvió en la Embajada de la India en Moscú (1975-1977; 1987-1998); Subsecretario (1977-1979), Secretario Conjunto (1992-1995), Director (1989-1991), División Irán-Pakistán-Afganistán y Unidad de Cachemira, Ministerio de Relaciones Exteriores; ocupó cargos en las misiones indias en Bonn, Colombo, Seúl; Encargado de Negocios, embajadas indias en Kuwait y Kabul; Alto Comisionado Interino / Adjunto en Islamabad; Embajador en Turquía y Uzbekistán. Intereses de investigación: política exterior india, relaciones ruso-indias, Pakistán, Afganistán y Asia Central, seguridad energética, Asia-Pacífico y Medio Oriente. Autor de numerosas publicaciones en India y en el extranjero sobre Rusia, Asia Central, China, Afganistán, Pakistán, Irán y Oriente Medio, así como sobre cuestiones energéticas y seguridad regional.

Aporte del articulo, realizado por el Dr. Antonio Merched Mitre DG Cordoba

Video de la entrevista realizada por el Periodista Alfredo Guruceta, para su Programa de Television por Canal «C» de Cordoba: «Con Sentido Comun«, al Director de Dossier Geopolitico Prof. Licenciado Carlos Pereyra Mele: Sobre la actual situacion de Politica, Social y Sanitaria de la Republica Federativa de Brasil y sus proyecciones con un horizonte tormentoso para ese Pais y la Region Suramericana

Por Omar Ruiz (*)


El mundo asiste a una tensión entre tres posibles configuraciones geopolíticas, por una parte la disputa entre China y EE.UU tiende a crear un nuevo orden bipolar, por la otra, Rusia, India y Francia por la apuesta de un mundo multipolar y finalmente los poderes financieros globales buscando consolidar un esquema de poder por sobre los Estados nacionales. Las tensiones geopolíticas se están agudizando en el actual contexto de la pandemia de coronavirus y presagian nuevas alianzas en el porvenir.


En este marco, se desarrollarán en el futuro las relaciones ruso-latinoamericanas, que tuvieron su primer vínculo, curiosamente, cuando en la época de Pedro “el grande”, Alaska pertenecía a Rusia y ésta, además limitaba con México en el Fuerte Ruso de California.

En 1828 Rusia reconoce al Imperio de Brasil, a fines del siglo XIX se produce una importante migración de rusos hacia América Latina, después de la revolución de 1917 la Unión Soviética establece relaciones con México en 1924; la victoria en la segunda guerra mundial le da un impulso a las relaciones, hasta que ocurre la crisis de los misiles en Cuba en plena guerra fría. Posteriormente la URSS mantiene relaciones pragmáticas con las dictaduras de Argentina y Brasil, no con Chile, debido al golpe de estado contra Salvador Allende. A partir de la desintegración de la URSS, Rusia priorizó su reorganización y no se ocupó activamente de las relaciones con América Latina. Con la llegada al poder de Vladimir Putin y Serguei Lavrov, comienzan a celebrarse los convenios de colaboración estratégica con distintos países entre ellos Argentina.

Rusia coincide con América Latina en temas, como la búsqueda de un orden mundial basado en la cooperación, la paz y la seguridad internacional, la aplicación del derecho internacional, la necesidad de prevenir el cambio climático, la agenda de desarrollo sostenible, la preocupación por las guerras comerciales y el rechazo a la aplicación de sanciones comerciales.

Rusia enfrenta campañas de hostilidad que se hacen desde algunos centros de poder de occidente y que coinciden con su ascenso como potencia global. Una de estas es Crimea, donde la “rusofobia” aparece en toda su expresión, ocultándose que dicha península perteneció históricamente a Rusia y que habría sido cedida ilegalmente a Ucrania dentro del marco de la política interna del PCUS.

Si bien Rusia aboga por la multipolaridad y una pluralidad de centros de poder, carga con la gran responsabilidad, por su capacidad nuclear, de contener los intentos de hacer una “Nueva Guerra Fría” en Europa del Este. La diplomacia rusa rechaza el intervencionismo y aboga por una salida pacífica a la crisis de Venezuela.

En lo comercial, se destaca el intercambio histórico con Cuba, en el caso de Brasil, el comercio asciende a cerca de 6.000 millones de dólares anuales y en países como México, Argentina y Ecuador el intercambio varía entre 500 y 1000 millones de dólares en cada caso. Rusia exporta a Latinoamérica fertilizantes, productos químicos y metalúrgicos, maquinaria pesada, camiones, helicópteros, aviones y material bélico. Rusia tiene potencial para exportar equipos energéticos, energía nuclear y tecnologías medicinales. 

Las sanciones económicas a Moscú abrieron espacio en el mercado ruso para la exportación de alimentos desde Latinoamérica, sin embargo, se deben mejorar la promoción e intercambio comercial en ambas partes.

Las Relaciones con Argentina

Desde 1885 cuando se inician las relaciones, hasta 2014 cuando se firma el acuerdo de cooperación estratégica (proyectos de centrales nuclear e hidroeléctrica), Argentina y Rusia mantuvieron relaciones políticas, económicas, culturales, científicas y deportivas; nuestro país no olvida la ayuda brindada durante la Guerra de Malvinas, y más recientemente la colaboración brindada ante la desaparición del submarino argentino ARA San Juan y sus 44 tripulantes, con el envío del buque ruso «Yantar».

En noviembre de 2019 se conmemoraron los 40 años del “Centro Ruso de Ciencia y Cultura”, conocido como “Casa de Rusia”, en la última década tuvimos visitas del Grupo folklórico “Grenada” y en 2018 la Copa del Mundo de Futbol, un acontecimiento que permitió a muchos argentinos valorar la hospitalidad y cordialidad de los rusos.

Las declaraciones en Tierra del Fuego, en su reciente visita, del embajador Dmitry Feoktistov a favor de la soberanía de nuestro país sobre las Islas Malvinas, fortalece la relación entre ambos países. En este mismo sentido, la designada embajadora en Rusia, Alicia Castro, se pronunció por la incorporación de nuestro país al grupo de países BRICS reafirmando el multilateralismo que viene sosteniendo y desplegando, el Presidente Alberto Fernández.

Argentina debe contribuir a la construcción de un mundo multipolar con el que está también comprometida Rusia.

Omar Ruiz

(*) Magister en Relaciones Internacionales UNC

Análisis semanal de Geopolitica de Carlos Pereyra Mele para el equipo del Club de la Pluma, que conduce el Periodista Norberto Ganci por la Radio Web al Mundo

Club de la Pluma: Arte, Ciencia, Cultura, Derechos Humanos, Geopolítica, Deuda Externa, Relatos, Cuentos, Educación, Opinión, Editorial, Efemérides, Comunidades Originarias, Filosofía Y Mucho Más…

TEMAS:

Continúan los choques entre Atlantistas y Continentalistas en plena Pandemia del Covid-19

Las estructuras creadas hace 75 años pos segunda guerra mundial, están en CRISIS, hoy, el propio EEUU anula su participación en la OMS, en la OIT, en la Unesco, etc, se retiro de los Tratados de armas de destrucción masivos más Cambio Climático, programas de armas, migraciones, etc.

Pero a pesar de lo abrumador de las noticias sobre el Coronavirus Hay varios temas claves que siguen su desarrollo: 

  • Tratado de No proliferación de armas nucleares
  • Conflicto Iran EEUU
  • Israel y la ocupación de la Cisjordania
  • Brexit y la separacion dura con la UE
  • Cambio Climático
  • Venezuela

El Sistema Multilateral en Jaque

AUDIO

GEOPOLÍTICA COMPARADA – Prognosis histórica y prospectiva geopolítica.

Por el Licenciado Jorge Nelson Poma.

Introducción:

Toda asignatura debe pensarse en términos futuribles, sus consecuencias e influencias en la movilidad social del grupo que se trate, desde las pruebas en un laboratorio bioquímico hasta la ciencia y tecnología; los efectos en la humanidad a cualquier nivel, desde las transformaciones en los ecosistemas, los cuidados de las capas freáticas, hasta las posibles extinciones de las especies.

Se dijo que la inexistencia de abejas a nivel planetario, sólo permitiría la vida humana por tan sólo cuatro años, sin desconocer que nacieron pestes y pandemias a nivel regional o global en diversas épocas de la historia, por lo que creemos que todo tiene que ver con todo.

Tanto la geopolítica como la historia, no escapan a este marco teórico, es por ello que deseamos aplicarlas, como técnica innovadora de apreciación geopolítica, someterlas a la comprensión a través de la geopolítica comparada.

Desarrollo:

Prospectiva Geopolítica:

“La palabra Prospectiva es un adjetivo que menciona aquello vinculado con el futuro. Como sustantivo, este término que tiene su origen en el latín Prospicere se refiere a las investigaciones y exploraciones que se llevan a cabo con la intención de anticipar lo que está por venir en una cierta materia. Como sustantivo, el concepto de prospectiva también se emplea asociado a la futurología, que es la disciplina encargada de analizar el futuro para lograr su comprensión y así, ejercer una influencia sobre él en la medida de lo posible. 

La prospectiva, en este sentido, anticipa potenciales escenarios que se desarrollarán en el porvenir. A partir de dicha anticipación, permite realizar una planificación que posibilita actuar en sintonía con aquello que, en teoría, va a ocurrir. Es importante tener en cuenta que, dentro de lo que se entiende como prospectiva o futurología, aparecen ciencias, pseudociencias y disciplinas muy diversas. Algunas se basan en el método científico y apelan a las estadísticas, mientras otras utilizan recursos alejados de la ciencia y las comprobaciones empíricas.

A nivel general puede decirse que la prospectiva no puede ofrecer certezas ya que el futuro, al fin y al cabo, es aquello que aún no ha ocurrido y que está sometido a infinitas variables, muchas de ellas inaccesible al conocimiento humano. . . .” 

Lo señalado es apenas una síntesis de lo expresado en un concepto completo de aquello que se refiere a la prospectiva; en esta propuesta deseamos brindar una conceptualización mucho más sencilla que la que señalamos y que consta en el Glosario de Términos elaborados para la geopolítica general producto de otra investigación y otros medios de consulta.

En nuestra escuela de pensamiento creemos necesarias las ejemplificaciones con la finalidad de llegar a todo el público en general, especialmente en consideración a que es bibliografía consultada por alumnos y docentes de los niveles medio y superior.

El concierto de las tendencias puede ser comparada con una gran orquesta con diversos instrumentos que pueden tocar en total armonía, es un mundo ideal pero inexistente en la actualidad; podemos expresar que nos sirve este paradigma de instrumentación variada, en donde cada instrumento es una nación o región, para demostrar que las tendencias en el mundo, de hecho tienen objetivos similares o distintos, según el país o región, unos concuerdan y otros desafinan, en tanto que los timbales en su fortaleza eliminan el resto de los sonidos, y el mundo funciona así, los poderosos prevalecen sobre los débiles.

Podemos mencionar entonces las tendencias para la obtención de grandes beneficios económicos por medio de la paz, tal vez, pueden transformarse esas mismas tendencias en ser obtenidas por la fuerza. Lo mismo sucede con los recursos naturales, con la explosión demográfica, con la obtención de sitios geoestratégicos fundamentales, la carrera armamentista, aeroespacial, de la ciencia y tecnología y mil etcéteras más.

Estas tendencias van formando lo que solemos denominar el escenario del futuro, del cual surgirán cientos de interrogantes como: ¿Para cuánto tiempo más queda el petróleo, qué tipo de producto consistirá su reemplazo? ¿El multilateralismo actual produce un equilibrio estratégico mundial, con cuales posibles conflictos en ciernes? ¿La alimentación será posible dentro de los próximos 150 años, cómo se resolverá si se aumenta la población mundial o, tal vez, las tendencias son de disminuirla? ¿Los combustibles y otros energéticos serán reemplazados, por el litio, por la energía nuclear o que alternativas existen o existirán?

Lo señalado es sólo un salpicado al azar de un cuestionario que según el interés del escenario del futuro que deseamos construir, será nuestra guía; pero sí, sabemos que el concierto de las tendencias las debemos implementar apelando a las estadísticas, los objetivos nacionales, regionales o del grupo social que se trate.

En síntesis la prospectiva es como una película que estamos viendo atentamente, se plantea una situación, los actores van actuando según sus convicciones y los espectadores deberán elaborarse las hipótesis de cómo será el final, ese final imaginado constituye el escenario del futuro.

Ya estamos observando ciudades como algunos analistas imaginaron hace más de cuarenta años, como por ejemplo, seguridad controlada robóticamente, tanto el tránsito, los drones de uso militar adaptados al empleo civil, telefonía celular que antes tenía exclusividad de uso militar, remises automáticos, trenes de alta velocidad, reducción de horas de viajes en distancias intercontinentales, robots de atención al público aparte de las aplicaciones militares y mil etcéteras más.

Si queremos hacerlo más sencillo aún, recordemos a las viejas aventuras del famoso escritor Julio Verne cuyos delirios o imaginaciones tan aventuradas, hoy son una realidad cotidiana, del mismo modo la prospectiva geopolítica, sobre la base de datos ciertos, cuestión que es lo más difícil de obtener, puede ir formando ese escenario adelantándose al desarrollo, ciencia y tecnología en relación a otros países o regiones.

Sería de nuestro agrado ofrecerles la Argentina que deseamos transformando la actualidad que vivimos en ese escenario de futuro que deseamos, pero es un tema tan extenso y profundo que puede ser todo un compendio de pequeños artículos para que paso a paso se constituyan en un verdadero Proyecto Nacional Argentino.

Prognosis histórica:

Todos sabemos que la geopolítica es una asignatura que se nutre de la masa de las otras asignaturas, desde la filosofía política, geografía general y política, paseando por todas las otras especialidades hasta la ciencia y la tecnología; tiene una relación muy cercana y unida con la historia, prácticamente siempre trabajan juntas y más que en ninguna otra especialidad, en geopolítica comparada la historia es imposible dejarla de lado.

Todos sabemos que la historia indaga el pasado en la búsqueda desde dónde venimos, de modo tal de saber cómo estamos, que es conocer y entender el presente, e imaginamos como continuará o será el futuro que nos espera.

Pero en esto se presenta un conflicto muy grave, cuando se escribe una historia manipulada con finalidades secretas, estos acontecimientos con graves faltas a la verdad, conduce a confundir el presente y transitar un camino sin rumbo, una vía inexplicable e infundada, lo cual lleva a los pueblos sometidos al fracaso.

Desde lo señalado y desde no hace mucho, nacen las investigaciones científicas, desde la historia pero también desde la filosofía política, en la cual comienzan a plantearse los porqués de cada situación, de esta duda o relación histórico – filosófica, nace el revisionismo histórico que hoy vivimos con gran intensidad.

Claro que estas dudas, generan nuevos pensamientos, e involucran nuevas investigaciones que nos llevan a otra realidad pasada, entendiendo el presente de otro modo, y sí observamos otro futuro, de este modo en nuestro humilde entender creemos que nace la prognosis histórica, que desde otra visión del pasado, se forma otro futuro posible y deseable.

En un intento de conceptualización de este término de escaso uso en el común de la gente y que se atribuye sólo a especialistas y científicos, podemos comenzar expresando que la historia debe ser vista como anticipándose al futuro en el conocimiento de la historia.

Podemos definir también otros conceptos como pronóstico o predicción; pronóstico de uso común en relación a las variaciones climáticas de uso cotidiano, en tanto que predicción es de uso habitual en grandes corporaciones o instituciones comerciales y militares, se entiende como conocimiento anticipado lo que pueda suceder en los mercados para el primer ejemplo o en posibles conflictos en el segundo ejemplo; con estos paradigmas podemos observar la importancia fundamental de comprender la importancia sine qua non de la prognosis histórica.

Si acudimos a su etimología en cualquier diccionario advertimos que proviene del griego, que puede traducirse como “conocimiento anticipado de algún hecho”; si conjugamos la suma de las dos palabras en una sola, vemos que pro es el prefijo de “hacia adelante” y gnosis que es el conocimiento, ciencia y sabiduría suprema.

El Profesor Julio Carlos Gonzalez, en su obra maestra citada al pie, nos advierte: “La historia, además de ser saber lo acontecido, es prognosis – o conocimiento anticipado – del futuro, y su falsificación el camino que conduce al fracaso y la destrucción de las naciones. Por eso los actos de los hombres y los actos de los gobiernos del pasado deben tener una veracidad exacta al ser descripta. Si ese diagnóstico es equivocado jamás las futuras naciones americanas podrán transitar una nueva huella. Nueva huella que saque a la hispanidad, esto es, a las Españas de América, desde México a la Argentina, y a la España Ibérica, del trágico proceso en que se deshacen y se desagregan hace 200 años, 1810 – 2010.”

¿Quiénes escribieron nuestra historia, británicos, franceses, norteamericanos, algunos españoles y unos pocos argentinos?, con sólo responder a este interrogante nos damos cuenta de la grave manipulación a la que hemos sido sometidos desde 1763 hasta el día de la fecha y continúa, la batalla es cultural y la prognosis histórica debe cumplir un papel preponderante para lograr la verdadera libertad y segunda o definitiva independencia.

A modo de síntesis:

De la simbiosis de estas dos importantísimas asignaturas, que constituyen un verdadero instrumento científico en las que debería apoyarse todo proyecto nacional, surge un salpicado de conclusiones futuribles al azar:

Preponderancia bélica de EEUU con el 52% del poder militar del mundo en conjunto, enorme peligro de crisis QBN o química – biológica – nuclear, con otros Estados Continentales Industriales, en razón a que las intervenciones militares clásicas tendrían un costo inaceptable. 

Consolidar los estados continentales industriales como medio de supervivencia futura para países subdesarrollados y en desarrollo, típica necesidad iberoamericana, evitando la dependencia de las dinastías del poder económico mundial.

Se incrementa el hambre y la pobreza que deriva en un control demográfico o disminución de la población mundial por medios criminales y diabólicos, creando dependencia alimentaria como un claro objetivo en el mundo globalizado, que derivará en un serio conflicto por la gran demanda alimentaria por parte de potencias en crecimiento como China, India y musulmanes. Los grandes factores de poder impusieron ya la lucha por los recursos naturales esenciales como un claro objetivo estratégico y los blancos elegidos serán los Estados no continentales como los de Sudamérica, especialmente en el Mar Austral y su proyección antártica, en menor medida Brasil. 

Búsquedas aleatorias dominantes como puede ser el BRIC o Brasil, Rusia, India, China y de ser posible agregar Argentina; en tanto que en la alianza mencionada las energías supletorias del petróleo como la hidroeléctrica, nuclear y biocombustibles, serán fundamentales. 

Explosión demográfica con 9.000 millones de habitantes o más en el año 2050 y lógica búsqueda de asentamientos en espacios vacíos o sin seguridad y presencia efectiva de los actores; por ello la mejor defensa en la región  será la comprensión de la concreción de la Patria Grande a través del MERCOSUR, UNASUR Y CELAC, cuestión que los poderes anglosajones combatirán con la mal llamada Doctrina Monroe. 

Mientras Brasil desarrolla su industria pesada, manteniendo el liderazgo en la Región, el protagonismo argentino en materia alimentaria con el liderazgo en la Región y competitividad mundial no debe ceder, como así también el liderazgo argentino en tecnología nuclear y otras tecnologías sensibles, como la satelital y otras, sin perjuicio de deber recomponerse la estructura industrial argentina de la Región, buscándose un elevado grado de competitividad en el mundo. 

El Siglo XX terminó con el colapso del comunismo, y un principio de hegemonía del binomio EEUU/GB, que de inmediato obligó a fortalecerse a otras potencias y concretar alianzas, con la finalidad de lograr el multilateralismo; pero continúan en la actualidad prevaleciendo los primeros como potencia militar, mayor ejercicio de la fuerza, pero con menos habilidad estratégica, tal como demostró su fracaso en Medio Oriente y la subestimación de las capacidades argentinas en Malvinas.

Protagonismo en un mundo caracterizado por una hexa polaridad continental industrial como EEUU, China, Unión Europea, India, Rusia, más una isla como Japón y Sudamérica unida o Brasil solo; serán los que consolidarán mayor competitividad global en todos los factores de poder como el tecnológico, alimentario, industrial, militar, etc. 

Por otra parte se incrementó el antagonismo anti imperialista y anti judaico, por parte del mundo musulmán, con la conocida estrategia sin tiempo de la invasión musulmana al mundo occidental o Plan Kalergi. 

La escasez de agua potable, incrementándose su valor como recurso estratégico, aglutinará poblaciones en sus proximidades y el mercado del agua se acelerará; quien no integre e interprete el mundo globalizado o interdependiente va camino a la extinción. 

El imperio de turno incrementó su presencia en la región, creemos que impulsado por su fracaso en Medio Oriente. El binomio anglosajón nos considera su patio trasero y la granja británica; por ello la necesidad impostergable del MERCOSUR – UNASUR – CELAC; o como nefasta alternativa sucumbir ante la balcanización sudamericana, especialmente la disolución nacional de Argentina en ocho paisitos sin pena ni gloria, proceso de balcanización del cual tal vez se exceptúe Brasil; esto nos lleva a pensar en términos de una sola fuerza armada iberoamericana, porque el robo de recursos naturales que ya es atroz se incrementará severamente.. 

Los vergonzosos, denigrantes, traicioneros e ilegales Acuerdos de Madrid I y II, constituyen la peor sumisión de Argentina que arrastra a la región a una devastación de los recursos naturales, siempre apoyados por los traidores a la Patria o perduellis de turno. 

Urge la erradicación completa de la corrupción, comenzando por el cambio en nuestra Constitución Nacional respecto a la figura de traición a la Patria, los países exitosos ya lo han hecho; es un cambio cultural muy difícil de lograr sin el apoyo jurídico y la fuerza de gobiernos apoyados en fuerzas armadas dotadas de capacidad de disuasión creíble.

La prevalencia del poder y el dinero de los consorcios económicos, en especial las petroleras y químicas, con el apoyo de nuestros cipayos, es una tendencia que se encuentra detectada e identificada, sin embargo, posee una capacidad e intensidad de enorme fortaleza, entonces apreciamos que continuará sosteniéndose con sus trampas, camuflajes y subterfugios por muchos años más, dependiendo solamente del agotamiento de este recurso natural no renovable o del descubrimiento de energías alternativas superadoras; en una palabra, en ese contexto, ahora no se gobierna, se hacen negocios. 

Crear dependencia alimentaria, incluyendo el agua dulce, de gran parte de la población mundial podría constituir una herramienta fundamental de la Región, en particular Argentina que podría utilizar como herramienta de poder para negociar; pero el riesgo de controversias geopolíticas en la región continuará, reiterando que sólo la unión de Argentina y Brasil consolidará el plan de la Patria Grande de Ugarte, Perón, el ejemplar estadista peruano Belaunde Terry, etc., en cuyo contexto algunos luchadores desean retomar las fuentes de la unión, desarrollo y defensa de la soberanía en la región. 

La concreción de la autopista hídrica Paraná Paraguay y sus conexiones con las otras cuencas de la Patria Grande Sudamericana es una aspiración obstaculizada y severamente combatida por los poderes hegemónicos en razón a la competitividad que adquirirían nuestros productos manufacturados y las facilidades de transformar la región en un bloque continental industrial sin intervención de las dinastías del poder económico mundial.

El imperio de turno incrementará su presencia en la región con bases militares. En ese contexto, el cerco en Sudamérica, amenaza en particular a Argentina, por la proyección antártica y los recursos naturales oceánicos, orgánicos e inorgánicos, del sur complementado ese hinterland amenazado, por el gigantesco freezer antártico natural, que constituye un elemento dominante a nivel planetario, el que creemos, tal vez será devuelto a la soberanía argentina cuando no quede nada para obtener riquezas, modus operandi común e histórico de las sucursales piratas.

El incremento del valor estratégico que posee el agua dulce en la Región constituyéndose en un bien comercial o de intercambio por otro bien, por ejemplo el trueque con la energía en sus distintas formas como el gas, petróleo, combustibles destilados, energías alternativas, etc., constituye potencialmente un arma comercial de gran valor, hoy por hoy un litro de agua pura envasada equivale a un litro de combustible destilado en países como Medio Oriente, en donde casualmente no poseen agua dulce de fácil obtención ¿maravilloso trueque, verdad? 

La explosión demográfica afectará más a los países en desarrollo como lo es la despoblada Argentina, por las grandes migraciones de países con exceso de población y como consecuencia de las extremas exigencias de inmigraciones normatizadas en los países desarrollados. 

Conclusiones:

Ningún estado de nuestra región en forma autónoma podrá ser verdaderamente protagonista ni puede integrar el umbral superador de Estado Continental Industrial. Sólo la región a través de un continentalismo supranacional iberoamericano podrá ser protagónico en el mundo globalizado y globalizador; el nuevo orden mundial es una cuestión que debemos evitar con uniones y alianzas estratégicas ya mencionadas; hasta el libro más leído del mundo expresa el rechazo a un nuevo orden mundial, con tan sólo recordar la parábola de la Torre de Babel, el universo humano en una sola dirección ante la que Dios, dispone distintos idiomas, los confunde y los vuelve a distribuir con la finalidad de sostener el libre albedrío de las tribus y pueblos. 

Un espíritu integrador concretará ese tan esperado Continentalismo Sudamericano anunciado por diversos visionarios del siglo pasado y el actual que deberá ser impulsado y e implementado por la actual generación para integrar el protagonismo mundial o ser dominado por el poder financiero mundial. 

El cambio climático colapsará la producción alimentaria en países con climas extremos como Rusia, China, incluyendo EEUU, Canadá, etc.; la inversión en tecnologías para superar ello será uno de los desafíos más grandes de los países desarrollados para la producción alimentaria y la disputa por el gran freezer del mundo se incrementará severamente. 

La explosión demográfica afectará más a los países en desarrollo por las grandes migraciones de países con exceso de población y como consecuencia de las extremas exigencias de inmigrantes en los países desarrollados; los que conocen que esta limitación puede ser similar a la invasión de los bárbaros al Imperio Romano, saben que ningún imperio fue eterno y si se equivocan sucumbirán como fueron disueltos todos los anteriores. 

Erradicar la corrupción a través de la educación de los niños desde su inicio, conlleva a una mejor posición en el escenario de futuro; solemos mencionar como paradigmas de honestidad, grandes personalidades como Elpidio Gonzalez, Raúl Scalabrini Ortiz, Los Grales. Savio, Mosconi, Riccheri, Pujato, los históricos estadistas como San Martín, Belgrano, Rosas, Yrigoyen, Perón, pensadores inigualables como Arturo Jauretche y mil etcéteras más; cabe agregar que además de paradigmas de honestidad, operatividad y verdadero amor a la Patria, eran valientes en su total integridad. ¡Argentina despierta! 

Con la fina sensibilidad de la percepción estratégica de los analistas, observamos en el mundo que los países desarrollados poseen un alto valor ético dentro de sus fronteras, los países en desarrollo son éticamente mediocres y los subdesarrollados o en vía de extinción son altamente corruptos; abundan otras conclusiones que otros investigadores derivarán de la presente propuesta de geopolítica comparada que nos prepara en la construcción del escenario del futuro mundial, regional y nacional en el marco del NOM, pero la finalidad más importante es que esta propuesta, sea un instrumento científico para las ejercitaciones de docentes y alumnos para gobernar el futuro, con fundamentos sólidos y valederos.

FUENTES DE CONSULTA:

  • FERRATER MORA, José Dr. (1971) – Diccionario de Filosofía – Editorial Ariel, S. A.  de la 1ra Edición revisada – Barcelona – 1994 – Crisis.
  • Apuntes de la Cátedra de Geopolítica de la Universidad Maimónides.
  • Julio C. Gonzales – La Involución Hispanoamericana – El caso argentino 1711 – 2010 – Ed. Agüero 2260 – Buenos Aires – (2010).

Por Clara R. Venzalá para El Orden Mundial

El mar Mediterráneo ha sido uno de los puntos geopolíticos más importantes de la historia: el control de las rutas marítimas o la influencia sobre los países de su litoral han formado parte de los objetivos de distintas potencias durante siglos. En la actualidad, el Mediterráneo cede protagonismo a otras zonas del mundo, aunque nunca desaparece del interés global. Mientras, se enfrenta a importantes retos como la migración, el cambio climático y tensiones entre sus países ribereños.

Escribir sobre el mar Mediterráneo entraña una paradoja: su gran riqueza histórica hace difícil encontrar una forma de empezar el texto que le haga justicia. Esta enorme masa de agua de más de 2,5 millones de kilómetros cuadrados separa el sur de Europa, el norte de África y el extremo occidental de Asia. Desde ese enclave privilegiado, el Mediterráneo ha sido testigo de incontables intercambios culturales, económicos y políticos a lo largo de la historia. Algunas civilizaciones incluso debieron su auge al control de este mar, entre las que destaca el Imperio romano: su hegemonía, que duró siglos, se asentó sobre las rutas marítimas mediterráneas y el dominio de los territorios de los alrededores. Más tarde, distintas potencias han seguido disputándose el Mediterráneo hasta prácticamente el siglo XXI. 

El mar que baña tres continentes

Los pueblos mediterráneos comparten unos rasgos comunes fruto de siglos de condiciones climáticas similares, el dominio de distintos imperios y constantes intercambios culturales y comerciales. Esos rasgos forman una idiosincrasia mediterránea que abandera la célebre dieta mediterránea, que se basa en productos autóctonos. Hoy son veintidós los países que se bañan en la cuenca mediterránea. 

La importancia geoestratégica del Mediterráneo reside principalmente en que conecta tres continentes: África, Asia y Europa. Eso ha permitido que hoy siga siendo una importante ruta de transporte marítimo por la que se mueven decenas de millones de contenedores cada año cargados de todo tipo de mercancía. El principal puerto de contenedores en el Mediterráneo es El Pireo, en Grecia, con un tráfico de más de cinco millones de contenedores, uno de los más importantes del mundo junto a otros como el de Algeciras, en el sur de España, o Tánger Med, en Marruecos.

Mapa interactivo del Mediterráneo.

Sin embargo, las ventajas del Mediterráneo no se han traducido en una economía dinámica para los países de su cuenca. En contra están las barreras aduaneras, las alianzas políticas o la inestabilidad que agita algunos países. De hecho, pese a su importancia, los puertos mediterráneos no pueden competir con los del norte de Europa, mucho más relevantes a nivel global, con Rotterdam y Amberes a la cabeza. Para diferenciarse, los mediterráneos apuestan por convertirse en los mejores puertos hub: puertos especializados en funcionar como punto de apoyo en rutas intercontinentales o de largo recorrido. Muchos de esos puertos se sitúan cerca de los puntos estratégicos clave del Mediterráneo: los estrechos. 

Para ampliar“Las principales rutas comerciales marítimas del mundo”El Orden Mundial, 2019

Los estrechos, protagonistas de la historia mediterránea

Además de una posición singular, el Mediterráneo posee unas características geográficas especiales. Es un mar cerrado al que solo se puede acceder por determinados estrechos: Gibraltar en el oeste, el estrecho del Bósforo y el de los Dardanelos en el noreste, y el canal de Suez en el sureste. Además, el Mediterráneo se parte en el centro por otro estrecho que conforman las islas de Malta y Sicilia. Todos esos estrechos funcionan como cuellos de botella, o choke points, pues limitan la navegación marítima facilitando su control.

Así, los estrechos llevan siglos siendo lugares de importancia estratégica codiciados por distintas potencias: enclaves que conquistar, posiciones vulnerables que defender, espacios envueltos en la leyenda o puertas a otros mundos. Empezando por el oeste, el estrecho de Gibraltar, que ofrece salida directa al océano Atlántico, ya es mencionado en textos clásicos como el fin del mundo conocido. Además, Gibraltar también es el punto en el que Europa y África están más cerca, separados por solo catorce kilómetros, lo que supone al mismo tiempo oportunidades y riesgos.

Para ampliar: “Gibraltar, el istmo de la discordia”, Astrid Portero en El Orden Mundial, 2019

Por su parte, los estrechos del Bósforo y los Dardanelos separan el Mediterráneo del mar Negro, la puerta de entrada a Asia. Una de las epopeyas más importantes de la cultura occidental, la guerra de Troya narrada en la Ilíada de Homero, tiene lugar precisamente en esta región. Se cree incluso que el mito pudo inspirarse en un conflicto real entre las potencias de la época por el control de los estrechos, que ya entonces daban una importante ventaja geopolítica. En la actualidad, ambos estrechos están bajo control de Turquía, y su relevancia se mantiene, ya que son un puente de abastecimiento de recursos energéticos y la única salida de Rusia al Mediterráneo. 

Por último, la construcción del canal de Suez en el siglo XIX incrementó el valor geopolítico del Mediterráneo, abriendo una puerta directa al mar Rojo y al océano Índico. El canal se convirtió en la ruta más rápida para acceder a Asia desde Europa sin tener que rodear África, y varios países se disputaron su control hasta que el Gobierno egipcio lo nacionalizó en 1956. El canal es crucial en las rutas comerciales que conectan los puertos europeos con las fábricas de Asia y con los hidrocarburos del golfo Pérsico, y su importancia queda probada en los costes que supondría su cierre. Durante la inestabilidad que vivió Egipto en las revueltas de 2011, por ejemplo, se calculó que si el canal cerraba al tráfico el precio del crudo se incrementaría un 10%

Para ampliar: “El canal de Suez, la joya de la corona egipcia”, Ismael Nour en El Orden Mundial, 2019

El control de los estrechos ha motivado decenas de conflictos a lo largo de la historia, como demuestra Malta, que ha sido invadida y ha cambiado de manos en varias ocasiones por su posición central. Pero además de beneficiosas rutas comerciales, el Mediterráneo ofrece interesantes recursos naturales que también juegan un rol importante para las economías locales, como la pesca, que en ciertos lugares se sigue practicando con técnicas milenarias y sostenibles.

El Mediterráneo funciona como enlace entre tres continentes para todo tipo de productos, incluido el gas.

Otro de los recursos que más importancia ha adquirido en los últimos años es el gas. Mientras los países del Mediterráneo occidental, incluido España, se abastecen de los hidrocarburos de Argelia, el gas está cambiando la situación geopolítica en el extremo oriental del mar. El descubrimiento de yacimientos en aguas israelíes, libanesas, palestinas, chipriotas y egipcias ha abierto un conflicto regional: entre los interesados en explotar y comercializar el gas —Italia, Chipre y Grecia— se ha excluido a Turquía, reavivando viejas disputas en torno a la soberanía de las aguas mediterráneas. 

Para ampliar: “El gas natural abre una lucha geopolítica en el Mediterráneo oriental”, Eduardo Saldaña en El Orden Mundial, 2019

¿Unión en el Mediterráneo?

Compartiendo historia, cultura o recursos naturales, los países mediterráneos también han tratado de poner en marcha proyectos de cooperación política. Uno de los primeros intentos fue el proceso de Barcelona de 1995, que pretendía crear una organización internacional entre los países de la cuenca mediterránea, la Asociación Euromediterránea. Integrada por los entonces quince países miembros de la Unión Europea y por otros doce países mediterráneos, la Asociación Euromediterránea sirvió de marco para tratar por primera vez de forma explícita cuestiones de seguridad en la región. Sin embargo, la reactivación del conflicto de Israel y Palestina estancó los progresos a principios de los 2000.

Francia impulsó en 2007 una alternativa, la Unión por el Mediterráneo. Esta nueva organización tiene metas similares a su antecesora, incluyendo asegurar la estabilidad y paz en la región, y sí parece haberse consolidado, al menos como cita diplomática habitual y como lanzadera de proyectos sociales. La Unión por el Mediterráneo reúne a 43 países: los veintisiete miembros de la Unión Europea y otros dieciséis países del litoral mediterráneo; además, en sus encuentros también participa la Liga Árabe. Otra iniciativa diplomática es el Diálogo 5+5, también impulsado por Francia y que reúne a cinco países europeos y otros cinco africanos del Mediterráneo occidental: Malta, Italia, Francia, Portugal y España por un lado, y Marruecos, Argelia, Libia, Mauritania y Túnez por otro. Por su parte, otros actores como la OTAN o la Unión Europea han creado sus propias herramientas para promover relaciones con los Estados mediterráneos.

Una iniciativa diplomática distinta que también se ha puesto en marcha el marco regional son los Juegos del Mediterráneo, unos eventos deportivos de inspiración olímpica. Estos juegos se llevan celebrando desde 1951 con el objetivo de fomentar la identidad común y la buena relación entre los países de la región. Con todo, tampoco han quedado exentos de fricciones políticas: Yugoslavia, por ejemplo, dio plantón a España en los Juegos de Barcelona de 1955 como muestra de rechazo a la dictadura del general Franco. También ese mismo año, los países árabes vetaron la participación de Israel, que nunca ha asistido a esos juegos.

En líneas generales, las iniciativas diplomáticas en el Mediterráneo han obtenido pobres resultados, en buena medida porque los distintos países han priorizado otras alianzas o  intereses. En el caso de los países del norte, su orientación diplomática está claramente centrada en la Unión Europea. Los del sur y el este, por su parte, están lastrados por tensiones regionales, inestabilidad política y guerras que les impiden cooperar, y también dan más importancia a organizaciones como la Liga Árabe. 

Para ampliar: “Multilateralismo, no te rayes, Trump no te merece”, Pablo Moral en El Orden Mundial, 2020

Un mar de interés global

Incapaces de construir un foro diplomático de éxito, los países del Mediterráneo mantienen antiguas tensiones territoriales que amenazan la estabilidad de la región. Una de las más peligrosas es la que comparten Turquía y Grecia por la isla de Chipre y zonas del Egeo, a pesar de ser ambos miembros de la OTAN. También son graves la división entre los vecinos Argelia y Marruecos, que llevan años con la frontera cerrada o la rencilla entre España y Reino Unido con respecto a Gibraltar; y, por supuesto, el perenne conflicto entre Israel y Palestina. Las revueltas árabes pusieron al Mediterráneo en el centro del mundo en 2011, al igual que los conflictos de los últimos años: la guerra de los Balcanes y la guerra civil de Argelia en los noventa, o las actuales guerras en Libia y Siria. Unas décadas antes, el Mediterráneo también vivió las distintas guerras árabo-israelíes y fue un escenario importante de las dos guerras mundiales.

Aunque haya perdido algo de su protagonismo pasado a favor de Asia, el Mediterráneo sigue ocupando un lugar importante en la política internacional actual. En esta región se reúnen sólidas potencias locales, como Francia, Italia, Israel o Turquía, con otras potencias externas, como Estados Unidos o Reino Unido, que tienen presencia militar por toda la región. Además, en los últimos años están aumentando su presencia dos nuevos actores: Rusia y China, aunque con estrategias muy distintas.

Para ampliar: “Egipto e Israel, de enemigos mortales a aliados fieles”, Carlos Palomino en El Orden Mundial, 2019 

Rusia ha aprovechado la oportunidad de la guerra de Siria —en la que apoya al Gobierno de Al Assad— para consolidar su presencia en el Mediterráneo con dos bases militares en el país: el puerto de Tartús y la base aérea en Latakia. Además, Moscú ha participado en el conflicto de Libia través de mercenarios en apoyo al bando del mariscal Haftar, así como en las cumbres para los procesos de paz en el país. Ello permitirá al Gobierno ruso reclamar algún tipo de ventaja relacionada con la excelente ubicación o los ricos recursos del país una vez termine la guerra. 

El control o influencia en puertos mediterráneos forma parte de la estrategia de China para asegurar la seguridad de sus rutas comerciales.

Por su parte, China apuesta por usar herramientas comercialesculturales y diplomáticas. Pekín las ha puesto en práctica en conflictos como el de Siria, pero el mejor ejemplo de su estrategia es la Nueva Ruta de la Seda, cuyo extremo occidental llega hasta el Mediterráneo. En el marco de este proyecto, en los últimos años China ha adquirido la gestión del puerto griego de El Pireo y se ha convertido en accionista mayoritario en otros como el de Valencia, en España. También ha invertido en puertos clave como los de Tánger o Malta, varios puertos italianos, el Haifa en Israel o Port Said, en el canal de Suez. Al sur, Pekín extiende su influencia por África y ha abierto su primera base militar fuera de sus fronteras en Yibuti, en el Cuerno de África. Pekín pretende asegurar así el tráfico marítimo en este punto, imprescindible para conectar el océano Índico con el Mediterráneo por el estrecho de Bab al Mandebel mar Rojo y el canal de Suez.  

Para ampliar: “La Ruta de la Seda china pone los ojos en Europa”, Fernando Arancón en El Orden Mundial, 2019

Los retos futuros

A pesar de que las divisiones políticas impidan considerar a la región como un conjunto unido, la cuenca mediterránea enfrenta varios desafíos graves. Nuevas rutas comerciales como las que se abren con el deshielo del Ártico o la Nueva Ruta de la Seda pueden competir con el Mediterráneo y arrebatarle protagonismo. Por otra parte, la amenaza yihadista está muy presente en la región, agravada por las guerras en Siria y Libia. Hay focos en los BalcanesEgipto y el norte de África. Más al sur, en el Sahel, la mayoría de los países sufren una inestabilidad crónica, lo que permite la expansión de grupos yihadistas y criminales que han establecido rutas de tráfico ilegal de sustancias, armas y personas.

Para ampliar: “Hacia la ruta del Ártico”El Orden Mundial, 2020

Además, la desigualdad entre los litorales norte y sur hacen del Mediterráneo cada vez más en una frontera y menos en un espacio de unión. La violencia y la expansión demográfica obligan a miles de personas de África y Oriente Próximo a migrar hacia Europa, repercutiendo en los países mediterráneos de ambas orillas. La migración ya es uno de los mayores desafíos de la región: el mar se ha convertido en una tumba para miles de migrantes, y no hay medidas medidas contundentes que aplaquen la situación. Por si fuera poco, la crisis de refugiados sirios, esperando en Turquía y otros países a su oportunidad para llegar a la Unión Europea, representa uno de los mayores desastres humanitarios que se recuerdan

La inmigración es una de los grandes retos del Mediterráneo, no solo porque una guerra como la de Siria pueda provocar crisis de refugiados como la de 2015, sino por la bomba demográfica africana que se espera para las próximas décadas.

Por último, el cambio climático se perfila como una amenaza grave e inminente. Sus consecuencias serán especialmente duras en toda la cuenca mediterránea, que ya empieza a tener problemas de desertización. La escasez de agua puede generar tensiones como las que ya se dan entre Egipto, Etiopía y Sudán por la construcción de una presa en el Nilo, o entre Israel y sus vecinos. A todo ello se añaden los riesgos internos de muchos países que sufren una grave debilidad del Estado, alto desempleo, desigualdad o inseguridad alimentaria. Como demostraron las revueltas árabes en 2011, o Sudán y Argelia en 2019, estos problemas pueden dar lugar a protestas ciudadanas que en el mejor de los casos permiten avances democráticos pero, en el peor, suponen el estallido de una guerra civil.

Con retos de seguridad, demográficos y medioambientales tan graves como los mencionados, con la amenaza de que sus puertos pierdan importancia internacional y con el descubrimiento de bolsas de gas natural que pueden cambiarlo todo, el Mediterráneo sigue, siglos después, escribiendo su historia. 

Para ampliar: “Europa ya sabe que no va a poder escapar de la crisis climática”, Astrid Portero en El Orden Mundial, 2019

Clara R. Venzalá
Córdoba, 1990. Licenciada en Periodismo. Máster en Cultura de Paz, Conflictos, Educación y Derechos Humanos. Me interesan los temas relacionados con la geopolítica, los derechos humanos y la perspectiva de género.

Publicado por El Orden Mundial https://elordenmundial.com/geopolitica-del-mediterraneo/

por Sergio Rodríguez Gelfenstein, doctor en estudios políticos de la Universidad de Los Andes

EN SU DESESPERACIÓN POR LA PÉRDIDA DE SU HEGEMONÍA LOS ESTADOS UNIDOS ESCALARÁ SU ATAQUE CONTRA CHINA

Casi al finalizar el año pasado escribí un artículo que titulé: “2019: primer año de la confrontación estratégica entre Estados Unidos y China”. Algunos lo catalogaron de alarmista y me escribieron (incluso un colega chino), para decirme que era exagerado. Eso fue el 19 de diciembre, solo unos días después, el último del año, China notificó a la OMS y al mundo el surgimiento del brote de un virus desconocido hasta ese momento.

El alba del año 2020 no presagiaba el alcance que habría de tener este hecho para la humanidad, su posterior irradiación a todo el planeta llevó a que el 11 de marzo, la OMS decretara al ya conocido como coronavirus COVID-19 como pandemia. Las implicaciones subsecuentes aún están en curso. Variadas conjeturas –desde las más apocalípticas hasta las más optimistas- están emergiendo como visiones de futuro del mundo que habrá de sobrevenir.

Por mi parte, por muchos esfuerzos que hago, todavía no alcanzo a visualizar el curso de los acontecimientos en toda su dimensión. Cuando arribo a ciertas conclusiones, nuevas variables se cruzan en el razonamiento, haciendo interminable el análisis de la perspectiva y las consecuencias que se podrían avizorar.

Por supuesto, el contexto de las relaciones internacionales no está ajeno a este raciocinio. En el ámbito estratégico de la disciplina quedará por ver cómo evolucionan las relaciones entre China y Estados Unidos, que a mi juicio es el factor determinante para concluir alguna hipótesis respecto del mundo del futuro.

En el artículo antes mencionado –repito- sin que apareciera aún el COVID-19 en el horizonte, aseguraba que el conflicto entre los dos mayores potencias mundiales era mucho más que una “guerra comercial” como profusamente se aseguraba en espacios académicos, mediáticos, políticos y diplomáticos. Afirmaba también, que este trance “…se enfoca en discrepancias de tipo político e ideológico de carácter antagónico y estructural que no tienen solución…”. Así mismo, alertaba en el sentido de que había que tener cuidado porque “…en política la no comprensión y la confusión entre las dimensiones estratégica y táctica suelen conducir a errores de extrema gravedad, y consecuencias que dejan improbables secuelas” y que los acuerdos alcanzados en la disputa comercial entre los dos países eran “…solo una pausa que [debía] ser entendida en esa dimensión…”

Ya en octubre del año pasado, el presidente Trump creó la Corporación Financiera de Desarrollo Internacional de Estados Unidos con un presupuesto de 60.000 millones de dólares (tres veces mayor que el de la agencia antecesora) a fin de conceder préstamos, garantías de préstamos y seguros a empresas dispuestas a hacer negocios en naciones en vías de desarrollo Con el claro objetivo de contrarrestar la influencia geopolítica de China, el presidente estadounidense se propuso confrontar la iniciativa de “Un cinturón y una ruta”, incluso contraviniendo su propuesta de campaña que apuntaba a reducir y eliminar en algunos casos, la ayuda internacional.

Este vuelco de política exterior -contrario a lo que se pudiera suponer- no obedece a un repentino cambio de opinión del atribulado Trump, sino a su desesperada necesidad de intentar bloquear los efectos de la expansión de la cooperación internacional de China que se expresa en el financiamiento de grandes proyectos en Asia, Europa del Este, América Latina y el Caribe y África.

Lamentablemente, la pausa acordada en enero fue rota antes de tiempo, el COVID-19 fue su causante. Cuando el ambiente negociador y de distensión que llevó a tal tregua a mediados del primer mes del año, podría haber sido un buen preludio para desarrollar la cooperación en medio de la pandemia, pudo más la confrontación estratégica de carácter ideológico que el interés de atreverse a actuar de forma articulada para dar respuesta al peor peligro que ha desafiado a la humanidad durante este siglo y desde el fin de la segunda guerra mundial.

En el orden táctico, ningún análisis puede obviar que los dos partidos del sistema político de Estados Unidos están incapacitados para desprenderse de la campaña electoral de cara a los comicios de noviembre, lo cual los motivó a usar la pandemia como instrumento de propaganda. En este sentido, la hasta febrero, segura victoria de Trump ha comenzado a ponerse en entredicho tras su deplorable manejo de la pandemia durante los últimos dos meses.

En el lado demócrata, como era de esperarse Bernie Sanders se rindió temprano ante la avalancha de recursos financieros de sus oponentes con los que no pudo competir por lo que tristemente llamó a apoyar a Joe Biden firmando de esa manera su acta de defunción política. Aunque Biden no se diferencia mucho de Trump, el mayor problema es que está entrando en una natural etapa de demencia senil como informa ABC Internacional, lo que hace que no se acuerde de sus dichos, llegando incluso a olvidar lo que tiene que exponer en sus discursos, muchas veces desvariando sobre hechos, cifras y nombres. Así, en noviembre, Estados Unidos se debatirá entre un sicópata y un demente, complicando aun más el porvenir de la humanidad.

En este sentido, la cancillería china expresó el pasado 27 de abril “su enérgica oposición a ser involucrada en la política electoral de Estados Unidos”, en respuesta a un memorándum de 57 páginas exhibido por el medio periodístico «Polític» en el que se exhorta a los candidatos republicanos a resolver la crisis de la COVID-19 atacando agresivamente a China a través de tres enfoques principales que deben ser acometidos: 1. “China causó el virus al ´ocultarlo, 2. Los demócratas son ´suaves con China, y 3. Los republicanos ´impulsarán sanciones contra China por su papel en la propagación de esta pandemia`.

En este contexto, Trump ha optado por el ataque contra China para desatar un nacionalismo populista que en el corto plazo lo lleve a ganar las elecciones y más tarde, continuar el esfuerzo iniciado hace dos años para apartar a China de su línea de desarrollo que –si bien limitada por la pandemia- ha cobrado nuevos ímpetus tras enfrentarla exitosamente para, con posterioridad, colaborar con la OMS y más de 80 países del mundo con el mismo objetivo.

La opción de Estados Unidos por la confrontación ha tenido un repunte sobre todo en este último mes cuando pareciera que el COVID-19 se ha salido de las manos de Trump y su gobierno. Ya el primer día de abril, funcionarios estadounidenses y de otros países occidentales trataron de culpar a China por la pandemia, acusándola de encubrir la cifra real de infectados y desinformar sobre el COVID-19. También afirmaron que le reclamarán a China después que la pandemia pase.

En particular, en la campaña anti china ha destacado Peter Navarro, asesor comercial del presidente, quien se ha transformado en uno de los más insaciables enemigos de China en la Casa Blanca, acusando al país asiático de “un encubrimiento que retrasó seis semanas la respuesta mundial”. En una entrevista, Navarro llegó a decir que “China sabía desde mediados de diciembre, que tenía casos de transmisión de coronavirus de persona a persona”.

La respuesta de Beijing fue contundente, Hua Chunying vocera de la cancillería expresó que: “Las mentiras contadas por este político estadounidense no valen la pena refutarlas. Me di cuenta de que durante esa entrevista, incluso el periodista lo interrumpió varias veces y señaló que estaba [haciendo perder] el tiempo de todos”, calificando además sus comentarios como “desvergonzados” al culpar sin pruebas a China por el coronavirus, asegurando de la misma manera que Estados Unidos “debería dejar de politizar un problema de salud y centrarse en la seguridad de su pueblo”.

Por su parte, en otra entrevista, el día 16 el Secretario de Defensa de Estados Unidos, Mark Esper, continuó la línea de ataque al afirmar que China fue “engañosa” y “no transparente” al informar sobre la epidemia. China respondió diciendo que esta falacia es exactamente la misma que la de algunos otros políticos de Estados Unidos y que esta excusa de culpar a otro no era nada nuevo.

En este marco, un grupo de abogados estadounidenses lanzó una acción legal histórica para demandar a China por billones de dólares, acusando a sus líderes de negligencia por permitir que estallara el brote de coronavirus, y luego encubrirlo. La demanda colectiva que involucra a miles de demandantes de 40 países, se presentó en Florida el mes pasado. El estratega jefe de la acusación, Jeremy Alters, aseguró que «los líderes de China deben rendir cuentas por sus acciones».

Todo esto fue echado por la borda por el propio doctor Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos quien en rueda de prensa el 17 de abril desde la propia Casa Blanca rechazó la teoría conspirativa de que el nuevo coronavirus fue creado y escapó de un laboratorio chino, según informó Business Insider.

En la continuación de la ofensiva anti china el 22 de abril, un grupo de 16 senadores republicanos pidió al presidente Donald Trump que obligue a los países solicitantes de reestructuración de deuda o ayuda económica a dar cuenta a Washington de sus compromisos con Beijing. Asímismo, Mac Thornberry, jefe del Comité de Servicios Armados de la Cámara de Representantes presentó un proyecto de ley en el Congreso con el apoyo de republicanos y demócratas con miras a crear un fondo de 6.000 millones de dólares para reforzar el potencial disuasorio contra China.

Ante similares acusaciones por parte del secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, China se vio obligada a dar una respuesta al margen de su tradicional práctica diplomática. En un artículo publicado en el Diario del Pueblo, órgano del partido comunista de China, escrito por Zhu Feng, decano del prestigioso Instituto de Relaciones Internacionales de la Universidad de Nanjing se esboza una muy dura réplica a Estados Unidos en la figura de Pompeo que es expresión de un nuevo lenguaje para las relaciones internacionales de China.

Después de catalogar al ex jefe de la CIA y actual secretario de Estado como “el oficial más arrogante de la administración de Donald Trump a la hora de atacar a China”, Zhu expone que: “La identidad política de la derecha republicana, la arrogancia de la élite estadounidense y las ambiciones políticas personales constituyen el ´gen político` anti-chino del secretario de Estado” .

Agregó que “…el ataque de Pompeo contra China es típico de la postura hegemónica de los políticos de derecha estadounidenses que se caracteriza porque primero, “Estados Unidos siempre tiene la razón y es el ´dueño de la verdad`, lo que permite la distorsión y la manipulación de los hechos. Segundo, Estados Unidos es el poder más grande del mundo y puede obligar a las organizaciones y al derecho internacional a someterse a las cogniciones e interpretaciones estadounidenses. […] tiene derecho a abandonar las convenciones, pero otros países ´tienen` que respetar el derecho internacional y permitir que Estados Unidos anule las organizaciones internacionales y otros países soberanos”.

La caracterización que se hace de Pompeo y de otros políticos por su condición política de “derecha”, hace referencia a un aspecto ideológico no habitual en las relaciones internacionales de China, ni siquiera en el ámbito académico, que toma nota de contradicciones que van mucho más allá de lo estrictamente comercial o incluso -en este caso- de la contradictoria visión en el manejo de la pandemia. Así, se incursiona en un plano que ha sido conscientemente obviado desde Beijing incluso ante el ostensible involucramiento de Estados Unidos en el apoyo a la desestabilización de Hong Kong y en su intervención como soporte de la administración de Taiwán en clara violación de los propios acuerdos bilaterales en materia de relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y China.

No se sabe aún cuál será el devenir del mundo tras el fin de la pandemia, tampoco se puede prever con certeza el rumbo que tomará una inminente reestructuración de las relaciones internacionales, pero lo que sí parece seguro es que en su desesperación por la pérdida de la hegemonía global, Estados Unidos escalará sus ataques contra China. A diferencia del pasado, pareciera que esta vez, Beijing no se quedará de brazos cruzados.

FUENTE: Observatorio de la Crisis: https://observatoriocrisis.com/2020/05/06/china-no-se-quedara-de-brazos-cruzados/