Análisis semanal de Geopolitica de Carlos Pereyra Mele para el equipo del Club de la Pluma, que conduce el Periodista Norberto Ganci por la Radio Web al Mundo. CLUB DE LA PLUMA, Programa que el viernes 26/6/2020 cumplio 16 años de permanencia en el aire,
Club de la Pluma: Arte, Ciencia, Cultura, Derechos Humanos, Geopolítica, Deuda Externa, Relatos, Cuentos, Educación, Opinión, Editorial, Efemérides, Comunidades Originarias, Filosofía Y Mucho Más…
TEMAS:
El Conflicto Sino Indo en Eurasia
Dada la difusión masiva de dos enfrentamientos entre efectivos militares de la República Popular de China y la República de la India por parte de los medios “occidentales”, azuzando los mismo como que se estuviera ante las puertas de un conflicto bélicos mayor entre las dos potencia Asiaticas, destinamos el programa del 28/06 para explicar qué es lo que está en juego y los aspectos Geopoliticos y Geoestrategico en juego:
Región autónoma China de Sinkiang -Etnia Uigur- religión Musulmana y limítrofe con Rusia, Mongolia, Kazajistán, Tayikistán, Pakistán, Afganistán
Ruta Estratégica China/Pakistán de Kasgar a Puerto Gwadar, de 3000Km con parte a una altura 4800 mts de altura
Evita el cerco del Mar de la China con la 7ma. Flota y Bases de EEUU en Corea del Sur/ Japón/ Filipina/ Singapur/ Australia/ Guam y evita el Estrecho de Malaca.
https://dossiergeopolitico.com/wp-content/uploads/2020/06/indiachina.jpg482640Dossierhttps://dossiergeopolitico.com/wp-content/uploads/2018/05/Dossier_Logo-2.pngDossier2020-06-28 19:40:312020-06-28 19:42:45ANÁLISIS RADIAL DE GEOPOLITICA DE PEREYRA MELE PARA EL CLUB DE LA PLUMA 28/06/2020
Hay una expectación curiosa entre los analistas indios sobre la videoconferencia Rusia-India-China de ministros de Asuntos Exteriores que tiene lugar hoy. Incluso los detractores compulsivos de procesos como RCI (formato Rusia–India-China), BRICS y SCO que excluyen a los Estados Unidos están tomando interés.
El proceso RIC como tal no es el punto focal aquí, sino la extraña coincidencia del contexto inmediato de las tensiones fronterizas entre India y China. El proceso RIC debería haber evolucionado con el tiempo como un vector dinámico de la política exterior de la India. Pero eso nunca sucedió.
Se le pueden atribuir varias razones, pero principalmente, hay cuatro factores:
*India no es un gran jugador de equipo y se siente segura de sí misma mientras persigue sus intereses a través de canales bilaterales;
*India es cautelosa de dar la impresión de que está «agrupando» con dos grandes poderes «revisionistas» en la mira de los Estados Unidos en el tablero de ajedrez global: Rusia y China;
*India se siente limitada en el triángulo Rusia-India-China debido a su problemática relación con China; y, lo más importante,
*India es muy consciente de que Washington considera a la RIC como una entidad hostil, que podría debilitar o debilitar las estrategias estadounidenses en Asia y en todo el mundo; un RIC completamente cargado no es una opción para India dada su alineación manifiesta con la plataforma «Quad» anti China.
La videoconferencia de hoy (23/6/2020) es una conferencia virtual y no habrá ninguna «separación» entre el ministro de Asuntos Exteriores, S. Jaishankar, y su homólogo chino, Wang Yi. El evento será aún más formal de lo habitual. Es decir, no hay razón para esperar que el evento abra la puerta a un camino que conduce al jardín de rosas en las relaciones India-China.
Por el contrario, lo que está en juego es que un restablecimiento de la relación India-China que será un proceso bilateral largo y tortuoso. Las condiciones para una comunicación estratégica significativa ni siquiera existen en la India en este momento. Los halcones todavía están en el cielo y se niegan a descender a la madre tierra.
Las conversaciones sin sentido dominan la narrativa india y muchos, incluido un ex ministro de Defensa, han articulado nociones absurdas de que la capacidad militar india en el Himalaya es más que un rival para el EPL.
Incluso hay triunfalismo de que el ejército indio mató a un oficial al mando del EPL en el valle de Galwan. Mientras tanto, los ultranacionalistas están quemando las fotos de Xi Jinping. Muchos entre la élite gobernante buscan un «boicot» al comercio con China.
Y luego, están las fantasías salvajes que debido al coronavirus y la dislocación económica, China se ha debilitado significativamente y el Partido Comunista Chino apenas está apuntalando su base de apoyo.
Al igual que los vagabundos en la obra de Samuel Beckett Esperando a Godot, los indios están esperando que Estados Unidos se «desacople» de China; Japón creará un «segundo frente» contra China sobre las Islas Senkaku; y Australia para que desangre a China con rifles de francotirador.
Claramente, esta configuración surrealista cuelga como un albatros alrededor del cuello de Jaishankar. Sin embargo, al ser el realista incondicional que es, se puede confiar en Jaishankar para avanzar en su comunicación con Wang incluso dentro de las severas limitaciones de una reunión virtual.
El verdadero significado de la reunión de RIC es que está teniendo lugar. Después del encuentro personal con el primer ministro Modi el 16 de junio, Jaishankar siguió con una solicitud para hablar con Wang (a lo que este último aceptó de inmediato). Y fue después de la conversación con Wang el 17 de junio, cuando los dos principales diplomáticos llegaron a un punto en común sobre la salida del pozo en el Valle de Galwan, que Jaishankar señaló su conveniencia para asistir a la reunión del RIC el 23 de junio.
Fue una señal positiva. Basta decir que, con la aprobación del primer ministro, Jaishankar abrió una vía política con Beijing. Cualquier interacción entre Jaishankar y el liderazgo chino, por lo tanto, constituye un importante paso adelante. La reunión de RIC de hoy será un avance suficiente si se produce una reunión bilateral en algún momento cercano.
Los analistas indios se han vuelto locos al estimar que Rusia se está metiendo en la relación chino-india. Esta es una idea falsa. El presidente Vladimir Putin no es un bombero, aunque tiene un genio raro como estadista mundial para hablar con sentido e inyectar racionalidad en situaciones de conflicto.
En segundo lugar, debe entenderse la alquimia de la entente Rusia-China: ambas partes tienen un amplio espacio para perseguir independientemente sus intereses centrales, y Moscú sería consciente de que la soberanía territorial es un tema central para China. Tercero, Rusia y China no necesariamente están de acuerdo en todos los temas bajo el sol.
Dicho esto, Moscú y Pekín le dan una gran importancia al formato RIC como una dimensión importante de su estrategia común para democratizar el sistema internacional y consolidar la opinión mundial sobre los imperativos de la estricta adhesión al derecho internacional y la Carta de las Naciones Unidas en la conducta de los Estados.
En pocas palabras, desde la perspectiva rusa y china, el RIC complementa a BRICS y al SCO, mientras que también existe el factor positivo de que RIC es su único foro exclusivo con India, a quien ambas potencias consideran un jugador cada vez más importante en el ámbito multilateral y estrella en aumento en Asia cuya integración euroasiática es de su interés.
Por supuesto, Rusia y China son practicantes del zen de crear sinergia a partir de formatos multilaterales para enriquecer y fortalecer su relación bilateral, armonizar las divergencias, si las hay, y seguir profundizando su convergencia estratégica en asuntos regionales y globales.
India tiende a adoptar una actitud de «todo o nada», lo cual es lamentable. Tal vez, una buena cosa puede salir de la participación de la India en la reunión de RIC y hoy radica en la señal de su creciente conciencia de los encantos ocultos de este formato único en un mundo en transición histórica.
El camino a seguir radica, posiblemente, en que los tres países de RIC emprendan algunos proyectos comunes en los que los tres se convierten en partes interesadas en su futuro compartido.
https://dossiergeopolitico.com/wp-content/uploads/2020/06/RIC.jpg424600Dossierhttps://dossiergeopolitico.com/wp-content/uploads/2018/05/Dossier_Logo-2.pngDossier2020-06-25 11:54:272020-06-25 11:55:45India despierta a los encantos ocultos de RIC RUSIA INDIA CHINA
En los albores de este nuevo y convulsionado siglo que transitamos, azotados por una pandemia que sigue tomando grandes y desconocidas dimensiones a nivel global, la tecnología sigue también expandiéndose a ritmo vertiginoso, en concordancia a la nueva era que transcurre ante nuestras vidas de forma atónita repleta de oportunidades, pero a la vez también plagada incertidumbres en el común de las personas.
Las grandes revoluciones en la historia de la tecnología han implicado nuevas formas de utilizar la naturaleza explotando los recursos que puede ofrecer, a través de la historia el ser humano ha utilizado diversos materiales y múltiples mecanismos en el diseño, construcción y operación de máquinas que agilicen y automaticen la realización de cálculos y el procesamiento de información. Desde el ABACO (instrumento manual para cálculos aritméticos) hasta la aparición de los últimos equipos de computación existentes en el mercado.
En esta búsqueda ha recorrido diferentes caminos y para explicar los fenómenos ocurridos en el macro mundo debemos recurrir al microcosmo, recordando que todo lo que conocemos está compuesto por átomos. Una de las áreas de mayor investigación actualmente es la computación cuántica, que correlaciona elementos de la informática teórica y la mecánica cuántica, para producir modelos de computación que utilicen todo el potencial, las propiedades y los efectos inherentes a las partículas atómicas.
El impacto de esta naturaleza ha sido colosal, gracias a ello hemos podido conocer que, “la microfísica actual sería inconcebible sin el auxilio de los principios cuánticos”. La teoría moderna de la información surgió de los trabajos de Claude Shannon, matemático estadounidense que a finales de la década de los cuarenta del siglo pasado formuló las ecuaciones básicas de dicha teoría. Un poco antes, los físicos, Bardeen, Brattain y Shockley, habían inventado el transistor, producto de la aplicación de la mecánica cuántica a la física de materiales y casi al mismo tiempo Jhon von Neumann elaboraba su teoría de los autómatas, origen de la robótica moderna.
Estos descubrimientos han sido decisivos para el desarrollo en la práctica de los conceptos de la teoría de la información, y es innegable que la teoría cuántica desempeña un importante papel en la comprensión profunda de los elementos físicos necesarios para este desarrollo.
Ahora bien, entrando de lleno al tema que nos atañe, es dable advertir que la tecnología cuántica vendrá para revolucionar todo lo que conocemos en la actualidad. Desde los ordenadores cuánticos, que permitirán una mayor capacidad de cómputo que los actuales, hasta otras tecnologías basadas en la física cuántica que podrían traer ese futuro que se ve en muchas películas de ciencia ficción hasta nuestros días. E incluso, ahora que estamos en una emergencia climática, también podría ayudar a combatir el cambio climático o en emergencia sanitaria para combatir la pandemia que padecemos en la actualidad.
Muchas de las tecnologías actuales están basadas en la física o mecánica clásica. Pero la mecánica cuántica está aún “en pañales”. Hay incógnitas que los científicos no conocen y necesita de toda una teoría nueva. Las supercomputadoras basadas en tecnología cuántica podrían hacer simulaciones mucho más certeras sobre los comportamientos a esos niveles, algo que con las actuales supercomputadoras no se puede hacer bien. Es decir, esta nueva HPC cuántica ayudará a descubrir más y más cosas sobre la propia cuántica. Es tal su potencial, que el liderazgo de la supremacía en la tecnología cuántica en el plano Geopolitico, ya se ha transformado en otro objeto de batalla entre Estados Unidos y China, principalmente. Ambos están invirtiendo ingentes cantidades de dinero en nuevos laboratorios que les permitan ser los pioneros. El Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología de Estados Unidos trabaja desde hace un par de años en una nueva estrategia para el desarrollo de la Ciencia de la Información Cuántica (CIC). El informe, de 15 páginas, recomienda los objetivos que el gobierno de Donald Trump debe perseguir para desarrollar y fortalecer sus capacidades en la CIC.
El gobierno de Pekín está construyendo un nuevo Laboratorio Nacional de Ciencias de Información Cuántica en Hefei, en la provincia de Anhui, con un costo de US$10.000 millones, que esperan inaugurar en este 2020. También en Europa hay importantes laboratorios investigando sobre ello. Las comunicaciones cuánticas y la computación cuántica aún están emergiendo, pero se encuentran entre los «megaproyectos» tecnológicos de los que el Gobierno de China espera avances importantes para 2030. Con este apoyo, el país espera convertirse en líder de la naciente era cuántica como hizo EE. UU. durante la era informática y la revolución de la información que siguió después. Pan, quien en 2011 se convirtió en el miembro más joven de la Academia China de Ciencias, es fundamental para que el Gobierno chino logre este objetivo. Tal es la magnitud con que el gigante asiático aborda esta temática que el presidente Xi Jinping llego a decir públicamente que la ciencia cuántica está iniciando una nueva revolución industrial.
Últimamente Europa también está haciendo grandes esfuerzos para desarrollar nuevas tecnologías, y para evitar la dependencia tecnológica de otros países como China y Estados Unidos, ejemplo de ello es el esfuerzo que esta realizando una potencia también emergente como Rusia, a través de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Moscú, con un nuevo programa iPHD en materiales cuánticos. Todas esas tecnologías tendrán un impacto en la sociedad, en los viajes al espacio, luchar contra el cambio climático (reduciendo la pérdida de energía), y también en los servicios de inteligencia; como así también en materia de salud como se percibe en la actualidad en la lucha contra el Coronavirus, por eso son tan vitales.
Un claro ejemplo de las tecnologías cuánticas en la lucha contra el Covid-19, está utilizando métodos como lacristalografía de rayos X y lacriomicroscopía electrónica, dos técnicas experimentales para estudiar y analizar los materiales, se han podido analizar las proteínas del coronavirus, llamadas SARS-CoV-2. Los átomos de estas proteínas se empujan e interaccionan constantemente entre sí.
Mediante una supercomputadora, se pueden llevar a cabo simulaciones digitales de las interacciones que se producen entre las proteínas, y así estudiar las diferentes formas que puede tomar la estructura de una proteína. De modo que, se podrían descubrir posibles medicamentos que se pudieran acoplar en las proteínas para anular su función, y así obtendríamos una nueva molécula para un posible fármaco. Por lo tanto, se podría diseñar una molécula contra el SARS-CoV-2, cuyo objetivo fuese una proteína de la superficie de dicho virus. Esta estrategia pretende evitar la adhesión y la invasión, por lo cual, se disminuiría el contagio por el virus en humanos. Este método, con simulaciones por ordenador, ya fue probado con éxito en una proteína del virus Ébola.
De momento, parece que la computación cuántica se va a limitar a empresas grandes que puedan aplicarla a problemas complejos y costosos computacionalmente, un poco de forma similar a los inicios de la computación clásica. Probablemente cada vez habrá ordenadores cuánticos más potentes, llegando a lo que Google decía sobre la supremacía cuántica a partir de la cual los ordenadores cuánticos podrían resolver problemas para los que ni el supercomputador más grande tiene suficientes recursos.
Empresas como Google, Microsoft o IBM podrían usar los ordenadores cuánticos para entrenar de manera más eficiente sistemas de aprendizaje automático, o para fines científicos simulando proteínas o sistemas cuánticos. En cualquiera de los casos, serán avances que probablemente no notaremos mucho como usuarios más allá de los avances diarios aún.
En Estados Unidos, empresas como IBM, Google y Microsoft están desarrollando sus propias computadoras cuánticas, lo mismo está ocurriendo en China, donde están participando empresas privadas como Alibaba y Baidu, en la creación de ordenadores cuánticos.
En lo que respecta a lo estrictamente técnico, la unidad fundamental de información en computación cuántica es el quantum bit o qubit. Los qubits son, por definición, sistemas cuánticos de dos niveles, que pueden estar en el nivel bajo, que se corresponde con un estado de baja excitación o energía definido como 0, o en el nivel alto, que se corresponde con un estado de mayor excitación o definido como 1, pero -y aquí radica la diferencia fundamental con la computación clásica- también pueden estar en cualquiera de los infinitos estados intermedios, como por ejemplo un estado que sea mitad 0 y mitad 1, o tres cuartos de 0 y un cuarto de 1. Este fenómeno se conoce como superposición cuántica y es natural en sistemas cuánticos.
Aun así, el campo tiene una evolución prometedora. En 1998 se presentó el primer ordenador cuántico (sólo dos qubits, y necesitaba una máquina de resonancia magnética nuclear para resolver un problema «de juguete» (el llamado problema de Deutsch-Jozsa). En 2001 se ejecutó por primera vez el algoritmo de Shor. Sólo 6 años más tarde, en 2007, D-Wave presentaba su primer ordenador capaz de ejecutar el temple cuántico con 16 qubits. Este año, la misma compañía anunciaba un ordenador de temple cuántico de 2000 qubits (2019). Sin embargo, a la vez google hacia al mismo tiempo que había alcanzado la supremacía cuántica (termino cuestionado por IBM) es decir una maquina cuántica que supera a cualquier supercomputadora. El sistema ejecuto en 200 segundos una tarea, según expresiones de la compañía, que a la computadora más rápida del mundo (SUMMIT) le hubiese llevado 10.000 años.
Apenas anunciado lo de google, China no quedo atrás y anuncio a la comunidad mundial haber obtenido en materia de comunicación cuántica la total invulnerabilidad de sus comunicaciones. La distancia en este contexto es fundamental porque para poner a punto una red de comunicaciones cuántica global, que es el objetivo final al que todas las potencias aspiran, es necesario que esta tecnología funcione perfectamente en distancias muy largas.
En fin, los expertos creen la lucha por la supremacía en la Tecnologías Cuánticas aplicadas en la Ciberseguridad, en la Inteligencia Artificial, en el Blockchain, la impresión 3D, en el 5G, en los Drones, etc. permitirá avances impensables hoy en día. Algunos de ellos en la industria de la información y aprendizaje automático, que harán posible desarrollar sistemas de cifrado mucho más seguros que los actuales. Muy útil, por ejemplo, para el sector bancario y el ejército.
También prevén que permita la creación de algoritmos de inteligencia artificial más avanzados.
Y se esperan además avances en el campo de la ciencia y la medicina, encontrando métodos de tratamiento óptimos según el paciente o estudiando estructuras de moléculas complejas. Con todas estas potenciales aplicaciones, quien consiga la máquina cuántica que logre desbancar a la computadora convencional parece tener ante sí un gran abanico de posibilidades de negocio.
Por ello es un deber ineludible repensar estratégicamente el impacto de todas estas tecnologías que cada vez más parecen alejarse de nuestra realidad como región, como país, en nuestra vida cotidiana y principalmente en nuestra esencia como seres humanos. La vulnerabilidad, la desigualdad tecnológica, la desinversión, la falta de integración y la tibia innovación para unos pocos, hacen que cada día que pase, sea un tiempo irrecuperable en esta carrera desigual a que estamos sometidos que pareciera conducirnos a un continente global desconocido.
Dr. Mario Ramón Duarte – Abogado (UCASAL) – Juez Administrativo de Faltas Sauce (Ctes.) M/C
https://dossiergeopolitico.com/wp-content/uploads/2020/06/cuantica.png300615Dossierhttps://dossiergeopolitico.com/wp-content/uploads/2018/05/Dossier_Logo-2.pngDossier2020-06-25 11:42:072020-06-25 11:42:09TECNOLOGIAS CUANTICAS: LA REVOLUCION 4.0 DEL SIGLO XXI
DOSSIER GEOPOLITICO: Mientras la sociedad argentina, en medio de una Pandemia Universal, de la cual no ha llegado aún su pico de contagio, en el ínterin, digo; la misma es direccionada a discusiones bizantinas y estériles carentes de la más mínima lógica y que sirven para desviar la atención de los verdaderos Intereses nacionales y de la proyección a futuro de la República en el marco de las nuevas realidades que el Covid-19 vino a desenmascarar, con zonceras, como que nos van a quitar la propiedad privada o que llegan ideologías totalitarias a gobernarnos y temas por el estilo. Además de enfrentarnos estérilmente por una empresa evasora y vaciada por sus propios propietarios. Lo bueno, es que los argentinos descubren; que el río Paraná, (un río Interior) no es controlado por el Estado nacional, al igual que los Puertos de donde salen casi el 80% de la riquezas alimentarias y minerales del País. Y usando el modelo Tero -poner el huevo en un lado y gritar en otro-, los grandes medios nos habla de la depredación de nuestro Mar por flotas extranjeras -eso si solo Chinas, y las Españolas, las Coreanas, las Noruegas, Las japonesas, que, NO depredan (?)- Sabedores que no tenemos Marina de Guerra, especialmente, después del hundimiento del ARA San Juan para ese control y que gran parte del mar económicamente exclusivo está bajo dominio del invasor Inglés, que da permisos de saqueo a esas flotas. Pero la principal sangría está en nuestros propios ríos interiores, digo, que mientras estamos “entretenidos” por esas discusiones. El Mundo sigue girando, y por ello aportamos está analisis del Sancta Sanctorum del Neoliberalismo o FORO ECONÓMICA MUNDIAL o también conocido como Foro de Davos donde nuestros funcionarios en especial los anteriores peregrinaban año a año a participar del besamanos con los poderosos del mundo de las Finanzas Globales. Destacó que el informe fue publicado el 9 de Enero de este año, cuando aún no había estallado la pandemia y el Covid-19 se concentraba en China, el informe dice:
1 “En 2020, el producto interno bruto (PIB) de Asia será superior al PIB del resto del mundo en su conjunto.”
2 “Se estima que esta región representará aproximadamente el 60 % del crecimiento mundial en 2030.”
3 “la región de Asia-Pacífico donde se radique la inmensa mayoría (el 90 %) de los 2 400 millones de nuevos miembros de la clase media que accederán a la economía mundial.”
Con estos datos contundentes se entiende la desesperación Norteamericana de hacerse con todos los recursos de las Américas, incluyendo hasta el Banco Interamericano de desarrollo (BID) controlando todo para poder negociar con algo de fortaleza en el Nuevo Orden Mundial en construcción, con Trump o sin él, esa es la realidad que hoy nos debe llevar a analizar, planificar y negociar: el cómo nos insertamos en este mundo cambiante con posibilidades reales, pues los alimentos y los minerales serán muy importantes, sin seguir depredando nuestros recursos todos finitos, sin casi ningún beneficio; para volver a ser la Nación que nos merecemos en estos tiempos, con una segunda independencia NO de bicentenarios festivos pero intrascendentes a la hora de hacer historia en el Siglo XXI.
Los tres puntos que determina lo que ocurrirá el World Economic Forum, lo adelantamos hace más de 15 años en nuestras libros y publicaciones…LA PANDEMIA ACELERO LOS TIEMPOS…”El futuro llegó”…Argentinos a las Cosas Lic. Carlos Pereyra Mele Director de Dossier Geopolitico.-
En 2020, Asia registrará el mayor PIB mundial. ¿Qué significa eso?
El grueso de ese crecimiento provendrá de los mercados en desarrollo de China, la India y el Sureste Asiático y obligará a empresas, gobiernos y organizaciones no gubernamentales (ONG) a tomar toda una serie de decisiones nuevas. Suya será la responsabilidad de guiar el desarrollo de Asia de manera que sea equitativo y esté encaminado a resolver numerosos problemas sociales y económicos.
Entre tanto, Indonesia, Filipinas y Malasia experimentarán un crecimiento notable de su población activa, que dará lugar a un incremento de la renta per cápita disponible. El rápido avance de la economía digital en la región proporciona acceso adicional a quienes anteriormente carecían de servicio y satisfará las demandas de comodidad y eficacia de los consumidores.
Cómo ha crecido el PIB de Asia desde 2014 y su previsión de crecimiento
Un nuevo perfil de consumidor
Todas estas fuerzas macro llevan a una bipolarización del consumo, por la que los consumidores tendrán más fuerza y, al mismo tiempo, demandarán productos y servicios prémium y con buena relación calidad-precio. Es probable que el consumidor del futuro sea mucho más exigente en todo, desde lo que consume (personalizado/localizado/saludable/sostenible) hasta donde compra (omnicanal, compra según su comodidad), pasando por la influencia que reciba (menos de las empresas y más de las comunidades sociales).
Los operadores locales y regionales están ganando terreno
Las empresas locales y disruptivas crecerán más que las tradicionales y comenzarán a alterar el mercado: esta tendencia adquirirá cada vez mayor relevancia y se observa ya tanto en los mercados desarrollados como en los mercados en desarrollo. Los operadores locales más ágiles están ganando gracias a su facilidad de acceso y su conocimiento del medio local. Por ejemplo, Wardah se ha hecho con un 30 % de cuota de mercado en Indonesia centrando su actividad en los cosméticos halal.
Otra ventaja de las empresas locales es el compromiso para capear pequeños temporales. En un conglomerado indonesio, la opinión de los altos ejecutivos pasa por adoptar una visión secular, invertir en ella y mantener el rumbo… y no preocuparse por las fluctuaciones trimestrales o anuales de los resultados.
Estamos viviendo una era asiática y, a medida que las empresas elevan sus ambiciones e intensifican sus esfuerzos, han de formularse varias preguntas básicas. Entre las más importantes:
¿Tenemos una estrategia de «futuro con retrospectiva» (imaginar el futuro y después trabajar en las actuaciones necesarias para posicionar a una empresa de modo que pueda competir en 10 o 20 años) que sea adecuada para el dinamismo de la región?
¿Estamos generando ventajas competitivas y modelos de negocio a prueba del futuro?
¿Qué quieren nuestros clientes?
¿Qué nuevos productos satisfarán sus necesidades?
¿Cuál es la mejor manera de interactuar con ellos y darles servicio?¿Cómo manejamos los datos?
¿Tenemos una agenda de sostenibilidad que nos ayude a apoyar este auge del consumo sin perjudicar todavía más al planeta?
¿Cómo debemos organizarnos para aprovechar al máximo esta oportunidad sin precedentes con la máxima agilidad?
Un mercado de trabajo en transformación
Los gobiernos de los países en desarrollo de Asia-Pacífico se están dando prisa para superar la pobreza, la falta de infraestructuras y otros obstáculos importantes para alcanzar al resto del mundo digital. La transformación digital y la Cuarta Revolución Industrial de los mercados desplazarán a los puestos de trabajo existentes y la distribución del empleo entre sectores variará de forma considerable durante este proceso.
Por ejemplo, cabe esperar que aumente el empleo en atención sanitaria, estimulado por el envejecimiento de la población. Sin embargo, es probable que los sectores que utilizan mucha mano de obra, como la fabricación, el transporte y el almacenamiento registren una reducción de los niveles de empleo a raíz de la automatización. Cabe esperar que solo entre los miembros de la Asociación de Naciones de Asia Sudoriental (ASEAN) haya que reciclar a 53 millones de trabajadores. Esta dinámica se complica todavía más por el incremento de la economía bajo demanda (gig economy), que lleva a titulados universitarios a ofrecer sus servicios como conductores de plataformas de servicios de taxi o repartidores de comida.
El nuevo enfoque sobre la sostenibilidad
La sostenibilidad y su impacto ambiental, social y económico también seguirá adquiriendo mayor importancia para los gobiernos y las ONG de la región. Tanto la definición institucional como el ámbito de actuación de la empresa seguirán ampliándose para abarcar temas como la salud y el bienestar o la diversidad y la igualdad. Los inversores también tendrán que poner de su parte: muchos grandes inversores de la región de Asia-Pacífico han comenzado a abandonar sectores primarios como el petróleo y el gas, la minería y los productos agrícolas en favor de modelos de negocio que satisfagan necesidades ambientales y sociales, como las energías renovables y las redes de hospitales con fines de lucro que ofrecen mejor acceso a atención sanitaria a las poblaciones peor atendidas.
Un equilibrio complicado para los gobiernos
Conforme este futuro se vaya materializando, los gobiernos tendrán que hacer cosas bien. Tendrán que hacer reformas adecuadas para el comercio y para los inversores, promover la inclusión social y financiera, invertir en infraestructuras físicas y lógicas y crear asociaciones público-privadas. Tendrán que innovar y reformar la enseñanza para asegurarse de que exista una población activa competitiva y con las competencias adecuadas. Al mismo tiempo, tendrán que equilibrar el progreso tecnológico con la creación de empleo y el reciclaje del talento, el desarrollo económico con la sostenibilidad, y las ventajas de escala con la concentración del poder. De ello dependerá, en gran medida, que el Sureste Asiático esté a la altura de su potencial de crecimiento.
Por Praneeth Yendamuri Partner, Bain & Company Zara Ingilizian Head of Shaping the Future of Consumption; Member of the Executive Committee, World Economic Forum
https://dossiergeopolitico.com/wp-content/uploads/2020/06/edificio-chino.jpg867600Dossierhttps://dossiergeopolitico.com/wp-content/uploads/2018/05/Dossier_Logo-2.pngDossier2020-06-23 23:01:292020-06-23 23:09:03En 2020, Asia registrará el mayor PIB mundial. ¿Qué significa eso?
[Ya no solo pensadores extranjeros ven la situacion critica de EEUU muchos de sus intelectuales hacen un llamado de alerta Dossier Geopolitico recuerden el factor demografico sera clave]
La primera potencia se enfrenta a una tormenta perfecta en un momento de grave polarización. Las movilizaciones antirracistas, la embestida del coronavirus y el aumento vertiginoso del desempleo diseñan un desafío de consecuencias imprevisibles en el gigante norteamericano Por AMANDA MARS Tulsa (Oklahoma) Para Diario EL PAIS
Despacho del abogado H. A. Guess, destruido en 1921, reabierto. Consulta del doctor H. J. Watson, destruida en 1921, reabierta. Sastrería Allen, agencia inmobiliaria Twine… Al distrito de Greenwood, en Tulsa (Oklahoma), lo llamaban el Wall Street Negro porque a principios del siglo XX se había convertido en un polo segregado pero próspero. En plena época de linchamientos y expansión del Ku Klux Klan, aquella comunidad parecía una isla donde se mezclaban músicos, profesionales, comerciantes y criadas que regresaban del trabajo. Al calor de la bonanza económica se elevaron las expectativas de su población, alentadas también por veteranos negros de la Primera Guerra Mundial que habían visto mundo, uno en el que no se les recordaba en cada momento su reciente pasado de esclavitud. Liberados, pero no considerados ciudadanos de pleno derecho en Estados Unidos, su prosperidad causó miedo y rabia. Hoy las placas en el suelo recuerdan en el barrio la mayor masacre racista ocurrida desde el fin de la esclavitud.
La chispa que prendió fue la detención de un chico negro por una supuesta agresión a una muchacha blanca en un ascensor. Entre el 31 de mayo y el 1 de junio de 1921, una turba de hombres blancos arrasó el barrio. Los historiadores calculan que unos 8.000 vecinos, casi el 80% del total, perdieron sus casas, que se destruyeron la mayor parte de los negocios y murieron unas 300 personas. Según el historiador de Harvard Hannibal B. Johnson, ni un solo blanco resultó condenado por los disturbios, pero docenas de negros fueron acusados de incitarlos. Hoy es un barrio en transición, donde bloques fantasmales conviven con establecimientos de vanguardia en edificios industriales de ladrillo visto.
La masacre de Tulsa se ha recordado estos días, en plena ola de protestas contra el racismo, porque Donald Trump ha escogido esta ciudad para reanudar los grandes mítines tras la crisis sanitaria. Los carteles con el lema Black Lives Matter (Las vidas negras importan) se han multiplicado en las calles. Elizabeth Henley, artista afroamericana de 36 años, y otros grafiteros, llevaba todo el viernes pintando un mural enorme con esas palabras. “Creo que todo ha surgido con esta fuerza porque las emociones están a flor de piel con la pandemia”, explicaba. “Ha surgido este movimiento, que reconoce el racismo como algo sistémico, pero también la fealdad y las divisiones son más visibles”.
Apenas a tres calles de allí, pero separados por una vía de tren, medio centenar de seguidores de Trump aguardaban en tiendas de campaña el discurso del presidente este sábado. “A esa gente [se refiere a los manifestantes del otro lado] les están mintiendo quienes quieren romper este país en un momento en el que necesitamos estar juntos”, decía Carson Kurtright, de 33 años, en una galaxia completamente distinta de Henley. Los tenderetes con propaganda del republicano son los únicos comercios abiertos en un centro apagado por el coronavirus y la crisis.
Esas tres manzanas de Tulsa explican la convulsión de los últimos meses. Las crisis capitales tienen la capacidad de transformar un país y Estados Unidos, el más poderoso del mundo, está atravesando tres al mismo tiempo.
El historiador de Georgetown Michael Kazin, experto en movimientos sociales y editor de la revista Dissent, no encuentra un antecedente similar. “No hay una analogía para esta situación. Encontramos similitudes con 1968 y el movimiento de liberación negra. También había disgusto con las promesas incumplidas de Lyndon B. Johnson sobre la guerra de Vietnam, como ahora con Trump por la crisis del coronavirus, y también había elecciones, pero la economía estaba bien. En la pandemia de 1918 [la llamada gripe española], sí se produjo un declive económico después de la Primera Guerra Mundial, y hubo muchos disturbios raciales, pero la economía se recuperó a principios de los veinte. No recuerdo tres crisis así a la vez”, explica por teléfono.
La Gran Depresión alentó el nacionalismo y la Segunda Guerra Mundial, pero también alumbró los programas sociales del New Deal y sembró el surgimiento de Estados Unidos como gran superpotencia mundial. A la Gran Recesión se le atribuye la ola antiestablishment, la ascendencia de la izquierda política y la llegada al poder de una figura como Donald Trump. ¿Qué puede surgir de una crisis múltiple como la actual? ¿El futuro se parece más al lado grafitero de la vía del tren o al de las tiendas de campaña donde esperan el mitin de Trump?
“Se puede pedir a la población actos heroicos de sacrificio por un tiempo, pero no por siempre. Una pandemia persistente, combinada con una profunda pérdida de empleo, una recesión prolongada y un volumen de deuda sin precedentes creará tensiones que se convertirán en una reacción violenta, lo que no está aún claro es contra quién”, apunta Francis Fukuyama en un extenso artículo publicado esta semana en Foreign Affairs. A su juicio, el auge del nacionalismo, la xenofobia y los ataques al orden liberal en todo el mundo se verán agravados por esta pandemia, aunque el shock también puede generar resultados políticos positivos, empujar a reformas estructurales. El coronavirus ha mostrado una doble faz de los Gobiernos: los fallos en sus respuestas, pero también la capacidad de buscar soluciones y desplegar recursos colectivos.
La sensación de peligro puede inclinar a la población hacia la izquierda o la derecha, según la naturaleza de la amenaza. Un estudio de 2018 de Fade R. Eadeh, del Carnegie Mellón, y de Katharine K. Chang, del Instituto Nacional de Salud Mental, señala que las crisis sanitarias, los problemas del clima o la corrupción empresarial aumentan el apoyo a la política progresista, mientras que la seguridad nacional ante ataques del exterior impulsan un giro conservador, que se percibe “más eficaz lidiando con el terrorismo, mientras que los progresistas se consideran mejores ante problemas de salud o medioambientales”, señalan.
La propia actitud de la sociedad ante un fenómeno la crisis sanitaria se lee en clave de partido en Estados Unidos. Según los datos del Pew Research de primeros de mayo, el 87% de los demócratas se declara preocupado porque las medidas de confinamiento se levantasen demasiado pronto, algo que solo incomodaba al 47% de los republicanos, y esa brecha ha ido en aumento. Un mes antes, en abril, los porcentajes se situaban en un 81% frente a un 51%.
La decisión de llevar o no llevar mascarilla se ha convertido en una declaración de principios para algunos. Trump se ha negado abiertamente a mostrarse cubierto en público y es menos común verlas entre los seguidores del republicano que en la población en general. El viernes por la tarde, entre el medio centenar que aguardaba al mitin, solo la llevaba una persona. Ante la ola de protestas, mientras los progresistas y parte de los republicanos perciben el racismo como un problema estructural que afrontar, los trumpistas ven un problema de individuos que requiere soluciones individuales.
Para Kazin, “la polarización lleva produciéndose desde los noventa, cuando Newt Gingrich y los republicanos se hacen con el control de la Cámara de Representantes. El auge conservador les vuelve muy seguros e intolerantes con sus oponentes. Y entonces, la gente a la izquierda también genera su propia intolerancia”. “Vivimos dos intolerancias, no es una guerra civil, pero hay divisiones profundas que creo van a seguir en el futuro porque este es un país muy heterogéneo. También había esas divisiones en los treinta, la gente se olvida de que a muchos no les gustaba el New Deal”. El clima se ha extendido a la esfera privada de la vida. “Yo tengo un solo amigo republicano votante de Trump, eso no solía ser así hace años. Recuerdo que Karl Rove [asesor de Bush hijo] me invitó a comer a la Casa Blanca para hablar de un libro mío. Eso no es hoy imaginable”, explica el historiador.
El profesor Steven Levitsky, autor de How Democracies Die (Cómo mueren las democracias), expresaba un temor similar en una entrevista en EL PAÍS en 2019. “Hay pocos lugares en EE UU donde conviven demócratas y republicanos. Donde vivo, en Boston, tengo que conducir 20 kilómetros para encontrar a un trumpista. Eso no es normal. Y, al contrario, si vas a Oklahoma vas a encontrar pueblos enteros que votan 99% por Trump, no hay demócratas. Los ciudadanos pierden la costumbre y la capacidad de coexistir”.
Este pulso entre las dos Américas se produce ahora, a diferencia de hace tres meses, en el escenario económico más tenebroso desde la Gran Depresión. El parón autoimpuesto en medio mundo para frenar la propagación del virus ha sumido a Estados Unidos en la recesión, tras una década de bonanza. El desempleo pasó del 3,5% en febrero al 14,7% en abril, un salto vertiginoso en un país de frágil red social frente a los parámetros europeos. Fue esta debacle la que logró algo insólito en estos tiempos, que republicanos y demócratas aprobasen de forma unánime en el Senado un multimillonario paquete de estímulos.
Los primeros compases de esta crisis apuntan además a una mayor brecha económica y el refuerzo del poder de gigantes grupos tecnológicos. En plena marea de bancarrotas de empresas pequeñas y medianas, las acciones de Amazon está en zona de máximos históricos, la compañía tiene una capitalización de 1,19 billones de dólares y el patrimonio de su fundador, Jeff Bezos, engordó en casi 30.000 millones en un solo mes.
Este es también un país en plena metamorfosis. El lunes, el Tribunal Supremo, de mayoría conservadora, decidió por una mayoría de seis a tres jueces que los trabajadores LGTB quedaban protegidos de la discriminación bajo el paraguas de la Ley de Derechos Civiles de 1964. Hasta ahora, no se consideraba que la orientación sexual o la identidad sexual quedase cubierta. Según una encuesta de la CBS, hasta el 82% de los estadounidenses (incluido el 71% de los republicanos) consideraba que debía cambiarse esa concepción para proteger también a gais o transgénero.
Y esta es una nación cada vez más diversa. En 2011, por primera vez, nacieron más niños de minorías que blancos de origen europeo. Los blancos no hispanos son el único grupo de población en retroceso y, según las proyecciones del reputado demógrafo William Frey, en 2060 pueden llegar a representar menos del 50%.
Las tensiones han alumbrado catarsis súbitas en los últimos años. Se ha producido una mayor concienciación contra la discriminación sexual y de raza, cristalizada en movimientos como el Me Too y ahora esta ola de movilizaciones a raíz de la muerte del afroamericano George Floyd. De la noche a la mañana, Nike convierte el 19 de junio, cuando se conmemora la liberación de los esclavos, en vacaciones pagadas para los empleados, los circuitos de NASCAR prohíben las banderas confederadas y el diccionario Merriam-Webster anuncia que revisará la definición de racismo para expresar los modos en que puede resultar sistémico. La oleada traspasó fronteras, reafirmó la capacidad de la gran potencia de marcar la agenda en el mundo.
La socióloga Suzanne Staggenborg, experta en movimientos sociales de la Universidad de Pittsburg, cree que Estados Unidos vive un punto de inflexión en la lucha contra el racismo. ¿Por qué ahora, por qué la muerte de George Floyd ha provocado esto si ha habido muchos otros casos de brutalidad policial antes? “Un factor ha sido lo estremecedor que resultó el vídeo, pero más que eso, se debe a los años de movilizaciones de Black Lives Matter [creado en 2013], su trabajo organizativo previo ha sido crucial como lo fue para el feminismo en la Marcha de las mujeres. Y también está el movimiento de resistencia a Trump, que ya estaba en marcha y ha encontrado otra causa unificadora”, explica.
La era Trump ha tenido una capacidad inusitada para sacar a miles de estadounidenses de diferentes generaciones y orígenes a la calle contra el machismo, contra las armas, por el clima y contra el racismo. Pocos como el republicano son capaces de exasperar tanto a los progresistas y demócratas moderados y esta triple crisis no ha sido una excepción.
A cinco meses de las elecciones, el presidente ha puesto el acento en los disturbios violentos de la ola de protestas, en lugar de situarlo en el problema del racismo, y ha azuzado la bandera de la ley y el orden contra lo que llama la “izquierda radical”. Este mismo viernes, advertía, cara a su mitin en Tulsa: “Cualquier manifestante, anarquista, agitador, saqueador o escoria que vaya a Oklahoma, por favor, que entienda que no van a ser tratados como en Nueva York, Seattle o Minneapolis [ciudades con alcaldes progresistas]. ¡Será un escenario muy diferente!”.
Con la pandemia, Trump insistió en la negación durante semanas, llegó a decir que desaparecería como “un milagro” (27 de febrero) y hasta la equiparó con la gripe común (9 de marzo). Al republicano le habían advertido de que una pandemia como esta era una amenaza muy real desde que puso los pies en la Casa Blanca, pero no solo no preparó la respuesta, sino que en los últimos años redujo los medios para enfrentarse a ella. A partir de mediados de marzo, cuando la gravedad de la crisis era evidente, los estadounidenses vieron al Trump más estrafalario, llegando a sugerir en rueda de prensa utilizar inyecciones de desinfectante para matar al virus. Y entró en guerra con los gobernadores demócratas, a los que acusó de extremar las medidas de confinamiento para perjudicarle electoralmente.
El analista Julian Zelizer, profesor de la Universidad de Princeton, afirma que el presidente ha respondido a la pandemia y los problemas posteriores “amplificando e incrementando las divisiones desde un púlpito de matón, en lugar de intentar apagarlas, y eso hace mucho más difícil dar respuestas coherentes”.
Este país en convulsión, que empezó 2020 juzgando a su presidente en el Senado, acude a las urnas en noviembre. Para Michael Kazin, que está trabajando en un libro sobre la historia del Partido Demócrata, la izquierda en Estados Unidos lleva creciendo al menos desde 2008 y una victoria de Joe Biden consolidará la transformación. Trump se afana en amarrar la presidencia echando mano del manual de 2016. Ahora vuelve a los mítines, pero con una importante novedad: los asistentes y periodistas firman el compromiso de no demandarle si enferman por el virus.
https://dossiergeopolitico.com/wp-content/uploads/2020/06/Trump2.jpg405720Dossierhttps://dossiergeopolitico.com/wp-content/uploads/2018/05/Dossier_Logo-2.pngDossier2020-06-23 16:23:052020-06-23 16:28:45CRISIS DEL CORONAVIRUS Estados Unidos: tres crisis capitales para un país en llamas
Análisis semanal de Geopolitica de Carlos Pereyra Mele para el equipo del Club de la Pluma, que conduce el Periodista Norberto Ganci por la Radio Web al Mundo. Felicitamos al CLUB DE LA PLUMA, Programa que está a días de cumplir 16 años de permanencia en el aire, nada más y nada menos, todo un logro y un éxito del mismo y que desde hace 15 años nos ha permitido informar de nuestros análisis Geopoliticos Global, Regional y Nacional. Algo que permitio romper los cercos mediáticos y “académicos” cuando nadie hablaba de la Ciencia Geopolitica, hoy es un lugar común de los “expertos” en Política Internacional, “mechar” en sus análisis la palabra Geopolitica. Ahora bien de analisis y tendencias geopolitica “cero” lo cual demuestra su analfabetismo en estos temas, y más en países periféricos y dependiente como los latinoamericanos donde se nos fue impuesto el NO estudio de la Ciencia Geopolitica
Club de la Pluma: Arte, Ciencia, Cultura, Derechos Humanos, Geopolítica, Deuda Externa, Relatos, Cuentos, Educación, Opinión, Editorial, Efemérides, Comunidades Originarias, Filosofía Y Mucho Más…
TEMAS:
Las crisis internas de EEUU se ven reflejadas en la lucha por las elecciones presidenciales de EEUU, el nuevo libro de Bolton desnuda la errática forma de Política Exterior de que destruye sus alianzas tradicionales con sus socios tradicionales, a las que se le suma los problemas demográficos y las crisis sociales y económicas, que harán cambios en pocos años muy profundo.
China y la desconexión con la Economía norteamericana (sueño americano).
Reunión de Pompeo Secretario de Estado y Yang Ministro de Relaciones Exteriores, en Hawai tratando: Guerra Comercial, Taiwan, Hong Kong, se podrá llegar a un acuerdo con la Administración Trump.
EEUU sanciona a Funcionarios Chinos por su actuación con la minoría Uigur China
Conflicto Chino/India llegará la sangre al río?
Europa busca tener una política de neutralidad en el conflicto de EEUU/CHINA
Nuestra región con mayores dificultades sanitarias Chile – Brasil – Perú – Bolivia
El Conflicto por la nominación del Presidente del Banco Interamericano de desarrollo BID, EEUU quiere romper la tradición de que el Presidente del Banco tiene que ser iberoamericano, postulando a un norteamericano
Más en Audio:
…Luego la realidad nos certifica en nuestros analisis, cuando hablamos de la erratica y confusa Politica Exterior de la Administracion Norteamericana, que confunde a propios y extraños… Nueva postura de Trump sobre Venezuela-Maduro-Guaido en una entrevista concedida al medio de comunicacion Axios: «..el magnate dejó entrever sus dudas por haber reconocido a Juan Guaidó como líder legítimo de Venezuela. Además, deja abierta la posibilidad de reunirse con Nicolás Maduro…»https://www.semana.com/mundo/articulo/trump-abierto-a-reunirse-con-maduro-y-dudoso-de-guaido/681356
https://dossiergeopolitico.com/wp-content/uploads/2020/06/USA-CHINA.jpg6751200Dossierhttps://dossiergeopolitico.com/wp-content/uploads/2018/05/Dossier_Logo-2.pngDossier2020-06-21 21:02:412020-06-22 12:36:18ANÁLISIS RADIAL DE GEOPOLITICA DE PEREYRA MELE PARA EL CLUB DE LA PLUMA 21/06/2020
Con los Estados Unidos paralizados por el estancamiento político y las instituciones occidentales, China se está posicionando como el principal arquitecto de las nuevas estructuras de poder en el siglo XXI.
Por qué es importante: si Estados Unidos continúa enojando a sus aliados, retirándose de las instituciones globales e ignorando a gran parte del mundo en desarrollo, en 20 años puede despertarse y verse resignado a un pequeño rincón en un mundo definido y dominado por China.
La amplia visión del presidente chino, Xi Jinping, la Iniciativa Belt and Road (BR-la franja y la ruta), coloca a China en el centro de mando de las relaciones económicas y geopolíticas mundiales.
Los países individuales, desde Camboya hasta Italia y Angola y en el medio, ahora dependen en gran medida de China para el crecimiento económico a través de inversiones , como las del BRI en infraestructura, comercio, ciencia, tecnología y proyectos militares.
Beijing está utilizando esa palanca de poder para influir en su política exterior y en la toma de decisiones internas.
El resultado: las alternativas en gran medida opacas lideradas por China a las instituciones lideradas por Occidente y las normas globales están emergiendo y atrayendo país tras país al nuevo marco global.
Detalles: la estrategia de Beijing es evidente en…
1. La economía global: como el principal exportador del mundo, el peso económico de Beijing se siente de manera aguda.
2. Tecnología y telecomunicaciones: el enfrentamiento global sobre el futuro de 5G acaba de comenzar, pero está claro que Beijing considera la posición de Huawei como líder mundial de 5G como una estrategia geopolítica clave.
Gran Bretaña ha permitidó el uso del equipo de Huawei, el primer aliado clave para desafiar los esfuerzos de Estados Unidos por bloquear la compañía.
La preocupación es que el gobierno chino, que tiene vínculos estrechos con Huawei, tendrá acceso a una infraestructura crítica de telecomunicaciones, útil no solo para apalancar a los estados sino también para la recolección masiva de datos.
«Los datos son petróleo para la inteligencia artificial«, dijo el ex asesor del Consejo de Seguridad Nacional y Brig retirado. General Robert Spalding.
Mientras tanto, las compañías tecnológicas chinas, incluidas Huawei y la compañía de reconocimiento facial Hikvision, están llevando a cabo una campaña constante para establecer estándares tecnológicos globales de próxima generación, una hazaña que probablemente se traduzca en dominio del mercado y ganancias masivas.
3. Investigación científica: el gobierno chino ha invertido cientos de miles de millones de dólares en investigación y desarrollo , con el objetivo de convertirse en una superpotencia tecnológica global..
4. Militar: el poder militar chino en el este de Asia se está acercando a la paridad con los Estados Unidos, y China está construyendo o alquilando bases militares para su propio uso en el Indo-Pacífico.
En octubre de 2019, la Cámara de Representantes de los EE. UU. Creó un grupo de trabajo bipartidista para evaluar la capacidad de Estados Unidos para contrarrestar las amenazas emergentes. Gran parte del trabajo del grupo terminó centrándose en China, dijo el representante Jim Banks (R-Ind.) En una entrevista a Axios.
«Podríamos cambiar el nombre de este grupo de trabajo de China», dijo Banks.
El gasto militar de China está a la par con los Estados Unidos, pero el ejército del país aún no tiene el alcance global de los Estados Unidos.
El resultado final: el poder y la influencia de China con las naciones de todo el mundo está en un nuevo nivel. Algunas de las estructuras de poder lideradas por China son obvias, algunas están ocultas a la vista, pero todas están dando forma al mundo en una escala grandiosa y duradera.
Para aquellos de ustedes a quienes les gusta mirar las cosas desde ambos lados, es probable que disfruten del último libro del ex diplomático Singapurense Kishore Mahbubani.
La gran pregunta: » ¿Ha ganado China? El desafío chino a la primacía estadounidense » comienza con una pregunta que ningún político estadounidense se atreve a abordar públicamente: «¿Qué cambios estratégicos tendrá que hacer Estados Unidos cuando ya no sea la potencia económica global dominante?
Conclusiones:Mahbubani examina los errores estratégicos más grandes de China y Estados Unidos.
Y el error de Estados Unidos fue lanzarse a una competencia geopolítica con China «sin primero elaborar una estrategia a largo plazo«.
Flashback: le pregunté a Mahbubani cuál creía que era el mayor error del gobierno de Obama.
Dijo que era : «la creencia predominante de que un país como Estados Unidos, que tiene menos de 250 años y tiene menos de una cuarta parte de la población de China, podría transformar un país del tamaño de China con una historia de 4.000 años«.
https://dossiergeopolitico.com/wp-content/uploads/2020/06/China.jpg369656Dossierhttps://dossiergeopolitico.com/wp-content/uploads/2018/05/Dossier_Logo-2.pngDossier2020-06-20 18:44:102020-06-20 18:50:53A) Un siglo XXI chino-centrico y B) ¿Ha ganado China? Un ex diplomático singapurense habla sobre el mayor error de Estados Unidos
NR: Dossier Geopolitico, instala este importante debate que desarrolla el Dr. Alfredo Jalife-Rahme, en el articulo sobre la posible balcanizacion de USA, hacemos la salvedad que para nosotros DG, que estamos mas alejados que los mexicanos de EEUU, observamos este tema como una escasa posibilidad por el momento, pero si, que seguramente, los cambios «demograficos» en ese Pais Continente, le acarrearan profundo cambios, como le pasa a la «vieja» Europa, con las poblaciones migrantes proveniente de sus excolonias, especialmente del Medio Oriente y Africa, que estan cambiando la esencia cultural tradicional de Europa y EEUU marcha en la misma direccion. CPM
Más allá de las revueltas, en concreto, de ‘millennials’ y de la Generación Z, que desencadenaron el homicidio de George Floyd, existen muchos factores yuxtapuestos que se han tejido de forma dinámica desde hace, por lo menos, dos generaciones y que obligan a contemplar en el análisis multidimensional la factibilidad de una balcanización de EEUU.
Con Trump o sin Trump, con o sin Biden, la dinámica demográfica de EEUU exhibe los estertores del supremacismo blanco, encarnado por los WASP (White AngloSaxon Protestants) y que ha derivado en el evangelismo sionista representado por el vicepresidente Mike Pence y el pugnaz secretario de Estado y exdirector de la CIA, Mike Pompeo.
El futuro de EEUU se encuentra escrito en el muro cuando hoy los blancos, subproducto de la generación de baby boomers, ostentan un promedio de edad de 58 años, frente al promedio de 29 años de los asiáticos y a los 27 de los afro, mientras que, en forma asombrosa, los latinos exhiben un promedio de 11 (¡once!) años. Ellos constituirán la primera minoría étnica de EEUU en los próximos 7 años y han superado ya a los afroamericanos como segunda minoría.
Por cierto, la racista Oficina del Censo de EEUU discrimina flagrantemente a los mexicanos: 62% del total del 18,3% de latinos.
Si los blancos en su mayoría son baby boomers, los asiáticos y los afro pertenecen a los millennials (la Generación Y), mientras que los latinos —que en forma aberrante los equiparan a «hispanos»— representan a la Generación Z.
Esta ruptura transgeneracional está llegando a su paroxismo y una salida para los blancos —no se diga los supremacistas que no desean arrodillarse (kneeling) ante los dos conglomerados de Black Life Matters, los grandes vencedores en esta fase, y la guerrilla urbana de Antifa— es la balcanización de EEUU con el fin de perpetuar sus privilegios financieristas y bursátiles, y que alcanzaría al norte de México.
Hoy los blancos exhiben dos incompatibles agendas existenciales que han llegado al borde de una subrepticia guerra civil: entre el grupo globalista, dominado por la dupla de los banqueros esclavistas Rothschild y el megaespeculador George Soros —los Clinton, Obama, y Joe Biden—, y el grupo nacionalista económico de Trump, cuyo ideólogo principal es Steve Bannon, quien opera tras bambalinas.
Vista en forma diacrónica, la Presidencia de Obama —mulato de madre blanca y padre africano—, que muchos califican como el Gorbachov de EEUU, representa la fase inevitable de transición demográfica de EEUU, por extensión a Joe Biden.
Mientras tanto, Trump tiene dos características: es el último presidente supremacista blanco de la Unión, o quien propicie la balcanización para preservar la identidad de los WASP, todavía mayoría, pero seriamente arrinconados.
Se pudiera aducir que la dupla baby de Bush y Dick Cheney fue un modelo de transición fallida de la fauna de los Republicanos neoconservadores straussianos.
No hay que subestimar la contraofensiva de los Rednecks y sus milicias poderosamente pertrechadas que operan en el cinturón bíblico y en el cinturón industrial (rust belt), curiosamente, zona de la mayoría de los 12 estados volátiles (swing states) donde se decidirán las elecciones.
La balcanización de EEUU y, por extensión, de Norteamérica —concepto geoeconomicista que abarca a EEUU, Canadá y México, las tres economías del T-MEC—, se extiende al norte de México, motivo de un libro de Joel Garreau de hace 39 años donde plantea la subdivisión de EEUU en 9 naciones:
Nueva Inglaterra: con Boston como capital, que incluye provincias de la costa atlántica de Canadá;
The Foundry: capital Detroit; lo equiparan al rust belt, en declive;
Dixie: con Atlanta como capital y con los estados que formaron la Confederación en el Sur;
The Breadbasket: con Kansas City como capital; poderosa región agrícola de las Grandes Planicies;
Las Islas: con Miami como capital; abarca Florida y el Caribe;
Mex-América: su capital es Los Ángeles. En ella se incluyen porciones del sur y del centro de California, del sur de Arizona, de la frontera de Texas con el Rio Bravo, la mayor parte de Nuevo México, la península de Baja California y el norte de México;
Ecotopia: con San Francisco como capital; engloba el noroeste de la costa del Pacífico, Alaska, estados de Washington y Oregon, y British Columbia (Canadá);
The Empy Quarter: capital, Denver.
Quebec: capital, Quebec City; provincia francófona de Canadá.
Hace 12 años el decano diplomático ruso Igor Panarin vaticinó la balcanización de EEUU en seis pedazos en un articulo estrujante publicado en Wall Street Journal, hoy perteneciente al grupo de Fox News, muy cercano a Trump y portavoz de los blancos politicamente correctos:
Costa del Atlántico de EEUU: puede unirse a la Unión Europea;
La República de Texas: será parte de México o estará bajo su influencia;
La Republica de Centro y Norteamérica: será parte de Canadá o bajo la influencia de Canadá;
La República de California: será parte de China o estará bajo la influencia de China;
Posteriormente en 2011, el galardonado autor Colin Woodard se abocó a expurgar la historia de las Once Regiones Culturales Rivales de EEUU:
Yankeedom: parte entera del noroeste al norte de la ciudad de Nueva York y alcanza Michigan, Wisconsin y Minnesota; valora la educación, el logro intelectual, el empoderamiento comunitario y la participación ciudadana; admite la regulación gubernamental;
La Nueva Holanda: aliado natural del Yankeedom. Abarca la ciudad de Nueva York y el norte de New Jersey; cultura muy comercial, materialista con tolerancia a la diversidad étnica y religiosa; comprometida a la libertad de investigación y conciencia;
Los Midlands: se localizan ampliamente en el Medio Oeste, con una cultura de clase media; de opinión política moderada donde no gusta mucho la regulación gubernamental; considerada como la gran región volátil (swing);
Tidewater: región de Chesapeake Bay y Carolina del Norte. De orígenes feudales que favorecieron la esclavitud y encarnan el respeto a la autoridad y a la tradición;
Los Grandes Apalaches: abarcan partes de Kentucky, Tennessee, West Virginia y Texas, donde abundan los rednecks; valoran la soberanía personal y la libertad individual;
El Sur Profundo: Alabama, Florida, Mississippi, Georgia y Carolina del Sur; estructura social muy rígida contra la regulación gubernamental que amenaza la libertad individual;
El Norte: partes de Texas, Arizona, Nuevo México y California, donde domina la cultura latina que valora la independencia, la autosuficiencia y el trabajo duro;
La Costa Izquierda: engloba la costa de California; incluye Juneau (Alaska);
El Lejano Oeste: Estados del centro; incluyen Montana, Wyoming y Utah; muy conservador y abocado a la industria,que resienten sea controlada por Wall Street;
La Nueva Francia: alrededor de Nueva Orleans en Luisiana, a la que se agrega la provincia de Quebec (Canadá); de tendencia liberal. Aceptan la participación del gobierno en la economía;
First Nation: viven en la parte norte del país; representados por los nativos estadunidenses que gozan de soberanía tribal.
Por su parte, Pat Buchanan —jefe de prensa de tres expresidentes republicanos, Nixon, Ford y Reagan—, perteneciente al núcleo paleoconservador, analiza la revuelta y la furia iconoclasta en casi 40 ciudades de EEUU, curiosamente gobernadas por los demócratas, y se pregunta si el «próximo monumento a ser derrumbado será el de Churchill«.
Cabe señalar que Buchanan es autor del quizá libro premonitorio Las guerras de Nixon en la Casa Blanca: las batallas que hicieron y quebraron a un presidente y dividieron EEUU para siempre.
En forma perturbadora, el católico Pat Buchanan, a sus 81 años, se cuestiona lúgubremente: «Se me escapa cómo concluirá esto sin una división permanente del país».
https://dossiergeopolitico.com/wp-content/uploads/2020/06/eeuu.jpg508640Dossierhttps://dossiergeopolitico.com/wp-content/uploads/2018/05/Dossier_Logo-2.pngDossier2020-06-19 18:27:532020-06-19 18:30:22¿Es factible la balcanización de EEUU?
En el 2008 terminamos el libro: Diccionario de Seguridad y Geopolitica Latinoamericana, bajo la dirección del Dr. Miguel Barrios -Primer diccionario de estos temas en español-, donde dejamos expresada nuestra visión del sistema Mundo en el S XXI; donde sosteniamos que la idea de la Hegemonía absoluta mundial de EEUU sobre el Mundo post soviético, era nada más que un sueño imposible de alcanzar, por más que sus planificadores Neocom hubieran hecho todo lo posible para que así sucediera.
Pero la dinámica de la historia fue contundente, como previmos, con el resurgimiento de viejos imperios muy especialmente en el mundo Euroasiático. Por ello publicamos este artículo de Graham Fuller ex Vicepresidente del Consejo Nacional de Inteligencia de USA publicado en HuffPosten Septiembre de 2016, que varios años después confirmó nuestras aseveraciones de la declinación del Poder Norteamericano y surgimiento de las Potencias Emergentes de Eurasia. Este artículo confirma que la declinación de USA no empezó con Donald Trump -quizás, este es el último intento del poder nacional yanqui de torcer esa declinación-, bajo un doble rasero: una idea “soberanista” hacia el interior del País del Norte y dos una nueva forma de globalización del Orbe, bajo su comando-. Decir hoy en dia que la Pandemia del Covid-19, vino a transformar el mundo y el orden existente, es un simplista y falso. Es un intento de muchos expertos “occidentales” que sostuvieron la perpetuidad del poderío Norteamericano en el siglo XXI, de explicar sus “interesados y fallidos” análisis. CPM Dossier Geopolitico
Por Graham E. Fuller* – 13 September 2016
Puede que te suene el término ‘Eurasia’ de las clases de geografía del instituto. El concepto ya no se utiliza en las discusiones políticas de Occidente, pero debería. Ahí es donde va a tener lugar la acción geopolítica más seria del mundo a medida que avanza el siglo XXI. Estados Unidos, tan centrado en la «contención» de Rusia, del llamado Estado Islámico y de China, carece de una mayor perspectiva sobre la estrategia eurasiática.
Eurasia es la mayor masa terrestre del mundo, que incluye a Europa y a toda Asia, es decir, unos de los mayores y más antiguos núcleos de la civilización humana.
Entonces, ¿qué es el eurasianismo? En diferentes épocas ha significado diferentes cosas. Hace un siglo, los Kissinger del momento tejieron teorías sobre un choque estratégico inevitable entre el poder por mar (Reino Unido/Estados Unidos) y los poderes continentales (Alemania, Rusia). Eurasia significaba entonces Europa y Rusia occidental. De hecho, ¿qué necesidad había de hablar sobre la propia Asia? La mayor parte de Asia estaba subdesarrollada y bajo el control del Imperio Británico (India, China) o del francés (Indochina) y no tenía intención de independizarse. Japón era la única potencia asiática de verdad, que, por irónico que parezca, desarrolló sus propios deseos imperiales -imitando a Occidente- y llegó a chocar con el poder imperial americano en el Pacífico.
Cuanto más intenta Washington contener o ahogar el eurasianismo como una auténtica fuerza creciente, mayor será el empeño de los estados por pasar a formar parte de ese mundo eurasiático en alza.
Por supuesto, en la actualidad todo eso es diferente. ‘Eurasia’ cada vez significa más ‘Asia’, y la partícula ‘Euro’ sólo figura de forma modesta. China se ha convertido ahora en el centro de Eurasia, como la segunda mayor economía del mundo. No sorprende que China -como el mundo musulmán- proyecte una tendencia decididamente antiimperial basada en lo que ve como humillación a manos de Occidente (y Japón) en los 200 años que ha durado su eclipse, durante uno de sus ciclos decadentes dinásticos. No obstante, actualmente China está en uno de los clásicos ciclos en alza en cuanto a poder e influencia, y está decidida a proyectar su peso e influencia. India también está desarrollando rápidamente un poder de alcance regional. Y Japón, aunque quieto, sigue representando un formidable poder económico, que quizá aumente por un mayor alcance militar regional.
El significado del término Eurasia ha cambiado mucho, pero sigue sugiriendo una rivalidad estratégica. En un momento en el que Estados Unidos declara formalmente su intención de dominar militarmente el mundo (la doctrina oficial del Pentágono en 2000 consistía en la «dominación de todo el espectro»), el concepto de eurasianismo reacciona con vigor. Y no sólo en China, sino en otros países -con nuevo significado- como Rusia, Irán e incluso Turquía. Da la sensación de que ha habido un eclipse del poder dominante occidental a favor del nuevo poder asiático.
No sólo se trata del poder militar y financiero. También es cultural. La cultura rusa ha mantenido durante dos siglos un debate activo sobre si Rusia pertenece a Occidente o si forma parte de una cultura eurasiática distinta (yevraziiskaya) separada de Occidente. Los eurasiáticos representan una fuerza significativa dentro del pensamiento estratégico y militar ruso (aunque es interesante señalar que Putin no acepta esta visión del mundo).
El presidente Vladimir Putin con un sombrero típico tártaro asiste a unos eventos al aire libre en Kazán. (Sovfoto/UIG via Getty Images)
La idea es vaga, pero culturalmente importante; pelea con la identidad rusa. Habla de una cultura eslava pero con raíces eurasiáticas en un antiguo pasado turco o tártaro. Recordad que, históricamente, es el Occidente moderno el que atacó a Rusia dos veces: testigos son las invasiones de Napoleón y Hitler a las puertas de Moscú. En la actualidad, la OTAN explora con más profundidad toda la periferia rusa. Los eurasianistas se muestran recelosos, si no hostiles, hacia Occidente como una amenaza permanente a la Madre Patria Rusia. El eurasianismo siempre permanecerá subyacente en la visión del mundo estratégica de Rusia.
De eso va la nueva Unión Económica Eurasiática de Rusia, un objetivo para unir al menos económicamente Belarus y los estados de Asia Central, entre otros, en un gran conjunto económico eurasiático. Kazajistán -rico en petróleo- fue en realidad el autor del concepto; tratará de mantener los lazos con Occidente, pero si miráis un mapa, veréis en qué consisten las opciones reales de Kazajistán a largo plazo. Puede que Rusia no sea la mejor estrella económica para unir lazos, pero es sólo uno de los muchos vehículos de Eurasia y no son mutuamente excluyentes. Las opciones traen más seguridad.
China se está moviendo en direcciones increíblemente ambiciosas a la hora de crear el nuevo Banco de Inversión en Infraestructura asiático (en el que se han inscrito 57 países, como Canadá, Australia y varios países europeos, pero no Japón ni los Estados Unidos, de momento). Esto crea un nuevo instrumento de banco central en Eurasia con una fuerte influencia china. China también está proyectando nuevas redes masivas de transporte (el Cinturón Económico de la Ruta de la Seda y la Ruta Marítima de la Seda –Un Cinturón, Una Ruta-) desde Eurasia a China, que unen China a Europa, Oriente Medio, Sudáfrica y África Central y el Lejano Oriente por ferrocarril, carretera y mar. La «estrategia eurasiática» de China ya es una realidad en expansión. Sí, las sospechas y las rivalidades existen entre Rusia y China e India y Japón. Pero el fuerte impulso económico y del desarrollo de esas propuestas difieren mucho de la organización estadounidense, más centrada en la seguridad con sus preocupantes implicaciones militares.
Washington no sólo ha fracasado en la lucha contra estas iniciativas chinas y eurasiáticas, sino que las políticas estadounidenses en particular -que identifican tanto a Rusia como a China como el supuesto enemigo- han contribuido a poner de acuerdo a Rusia y a China en muchas cuestiones, unidas ahora por su desconfianza común hacia las ambiciones militares globales de Estados Unidos.
Japón tuvo, por casualidad, su propia doctrina de Eurasianismo antes de la Segunda Guerra Mundial, un esfuerzo por identificarse y encender a los pueblos y territorios asiáticos contra la dominación colonial occidental. Esta estrategia podría haber sido bastante efectiva si no hubiera ido acompañada de las propias invasiones brutales de Japón de otros países del Este Asiático, destruyendo la credibilidad de la Esfera de co-prosperidad del Este Asiático japonesa. En la actualidad, Japón no ha movido su postura; todavía tendrá que lidiar con la realidad del poder chino en el Este. ¿Y qué líder japonés perseguiría seriamente una amplia política de hostilidad hacia China en apoyo de una estrategia de Estados Unidos en el Pacífico que está diseñada por naturaleza para reprimir a China? Sobre todo, teniendo en cuenta que China y Japón son grandes socios en comercio e inversión.
Irán está muy interesado en compensar las presiones geopolíticas de Estados Unidos y busca apoyo en estas instituciones rusas y chinas por el desarrollo económico. Irán es una potencia natural eurasiática y de la Ruta de la Seda.
El presidente ruso, Vladimir Putin, y el presidente kazajo, Nursultan Nazarbayev, durante la Cumbre de la Unión Económica Eurasiática de 2016. (Mikhail Svetlov/Getty Images)
Turquía ha vuelto a entrar en el juego de Eurasia. De vuelta a los primeros pasos en política exterior del Partido de la Justicia y el Desarrollo del presidente Recep Tayyip Erdoğan -en la visión del entonces ministro de Exterior Davutoğlu-, Turquía ya no se limita a una potencia occidental, sino que también ha proclamado sus intereses geopolíticos (casi cien años después de la caída del Imperio Otomano) en Oriente Medio y, de hecho, en Eurasia. Al fin y al cabo, los turcos proceden originalmente de Eurasia, que migraron hacia Occidente desde el lago Baikal hace mil años. Eso implica importantes lazos con Rusia, además de lazos étnicos, culturales e históricos con Asia Central y con China. Turquía (como Irán y Pakistán) trata de ser parte de estas redes rusas y chinas. Entre algunos políticos y oficiales militares nacionalistas turcos (también kemalistas seglares) hay una fuerte tendencia eurasiática de expandir las opciones geopolíticas de Turquía para explorar nexos estratégicos y culturales con Eurasia. También refleja una expresión de desconfianza hacia los esfuerzos occidentales y estadounidenses por dominar la región.
El nuevo Eurasianismo ya no trata de los poderes por tierra y por mar del siglo XIX. Es un reconocimiento de que la era de la dominación global occidental -y especialmente estadounidense- se ha terminado.
Para Turquía esto no es una cuestión de dos alternativas. Puede intentar unirse a Europa -y a la OTAN-, pero no renunciará a las opciones geoestratégicas alternativas del Este, con su influencia económica, sus carreteras y ferrocarriles de unión.
En resumen, el nuevo Eurasianismo ya no trata de los poderes por tierra y por mar del siglo XIX. Es un reconocimiento de que la era de la dominación global occidental -y especialmente estadounidense- se ha terminado. Washington ya no puede mandar -ni permitirse- una oferta a más largo plazo por dominar Eurasia. En términos económicos, ningún estado de la región, ni siquiera Turquía, sería lo suficientemente tonto como para dar la espalda a este creciente potencial de Eurasia que también ofrece un equilibrio estratégico y opciones económicas.
Por supuesto, también hay grandes líneas divisorias en Eurasia: étnicas, económicas, estratégicas y de cierto grado de rivalidad. Pero cuanto más intenta Washington contener o ahogar el eurasianismo como una auténtica fuerza creciente, mayor será el empeño de los estados por pasar a formar parte de ese mundo eurasiático en alza, aunque no rechacen a Occidente.
A todos los países les gusta tener alternativas. No les gusta estar comprometidos con una sola potencia global que intente llevar la voz cantante. La historia de Estados Unidos sobre el orden mundial ya no se acepta a nivel internacional. Además, ya no es realista. Sería poco inteligente por parte de Washington seguir centrándose en aumentar las alianzas militares mientras la mayor parte del resto del mundo busca más prosperidad e influencias en la región. Y un dato: el gasto militar de China supone sólo una cuarta parte del gasto de Estados Unidos.
*Vicepresidente anterior del Consejo Nacional de Inteligencia de la CIA
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Las manifestaciones contra el racismo y la pandemia no solo agudizan la crisis interna en EE.UU, sino que también, según algunos analistas, debilitan la postura de Washington en cuanto a su liderazgo global. Carlos Alberto Pereyra Mele, director de Dossier Geopolítico, señaló que mientras el país norteamericano intenta preservar su hegemonía en un mundo multipolar, sus aliados, como Alemania, «están tratando de reinstalarse en este nuevo orden» y ampliar la cooperación con otras potencias.
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