Este lunes, el mecanismo de «presupuesto secreto» creado durante el gobierno de Jair Bolsonaro, fue declarado inconstitucional por el Tribunal Supremo Federal de Brasil.

Este mecanismo de reasignación de partidas del presupuesto con poca transparencia sirvió como herramienta para la negociación parlamentaria.

Con la llegada del gobierno de Lula, el parlamento buscar establecer una nueva relación con el ejecutivo.

Nos comunicamos con el analista geopolítico argentino Carlos Pereyra Mele para preguntarle sobre el fallo del Supremo Tribunal Federal.

Carlos Pereyra Mele en la Academia de Ciencias de Moscu Federacion Rusa

FUENTE RADIO SPUTNIK INTERNACIONAL: https://sputniknews.lat/20221220/el-tribunal-supremo-federal-desarma-el-presupuesto-secreto-de-brasil-1133777773.html

“¡CUANDO LAS PERIFERIAS MARCAN LOS CAMBIOS Y LOS NUEVOS RUMBOS!”…En nuestra columna semanal de Geopolítica, que se difunde desde hace 16 años en la Radio del Club de La Pluma, y cerrando el año 2022 tiempo de balances y proyecciones 2023, el Director de Dossier Geopolitico DG, utilizando está tribuna radial que nos permitio instalar no solo la palabra Geopolitica sino sus conceptos y reglas de estudio cuando estaba “prohibida”, por el “fin de la historia” neoliberal. Este último programa del año 2022 no podía cerrarlo sin un agradecimiento al Conductor del Club de la Pluma el periodista Norberto Gancia y su colaboradora la Profesora Gabriela Fernandez.

AUDIO

En este programa analizamos que a pesar que nuestra región latinoamericana geográficamente y culturalmente está encorsetada en el llamado mundo occidental por siglos de eurocentrismo cultural y desde hace un siglo por la influencia del mundo anglosajón especialmente. Pero nuestra situación real de países: “periféricos ,»dependientes y subdesarrollados” y con nuestro modelo cultural propio surgido del mestizaje que nos posicionó como “distintos y distantes”. Lo que conformó en nuestros pueblos una postura latinoamericanista: Antimimperialista, Continentalista y parte del Sur Global. Que la historia hoy nos pone de nuevo en la encrucijada de “Poder Ser”. Para participar del nuevo esquema global de la Multipolaridad con contacto con Culturas e Identidades antiguas que hoy resurgen y por ello debemos darnos una Geopolitica regional Propia.

El año 2022 es un tiempo de cambios y desacoples históricos que son la continuación de los desacople y aceleración de los tiempos de cambio que se vienen acelerando desde el 2020 año de la Pandemia Civid19 “El Año que cambió Todo”:

  • Guerras Proxis Ucrania-Asia Central-Cáucaso-África
  • Nuevos Organismos reforzados: Organización de Cooperación de ShangaiUnión Económica EuroasiáticaCambios de alianzas y sociedades que parecían monolíticas: Turquía, Egipto, Petromonarquías (encabezadas por Arabia Saudita), el resurgir de la República de la India, el fortalecimiento del ASEAN y gigantesco proyectos geopolitico como el Cinturón y la Ruta de la Seda que ofrece China a los Países que quieran participar, fundamental el crecimiento y fortalecimiento de los BRICS+, la OPEP+, y todos los nuevos modelos económicos financieros que ponen en crac a la hegemonía del dólar y las monedas europeas.
  • Envejecimiento de estructuras anquilosadas surgidas como consecuencia de la imagen de 1945 de los vencedores de la II Guerra Mundial: ONU-BM-FMI El Dólar única moneda de intercambio internacional. Todas hoy en crisis
  • Ello nos debe hacer entender que nuestra región latinoamericana al sur del Río Bravo desde el subcontinente Norteamericano, pasando por Centroamérica y Suramerica se están desarrollando grandes conflictos y el interactuar de todas las potencias que se dirimen o mantener la actual situación internacional (un hegemonismo cada dia mas debil) o los que quieren implementar un modelo Multipolar. Por ello vemos que a nuestras tradicionales dificultades de gobernabilidad se le suman operaciones exteriores usando las Guerras híbridas (Golpes de estado tradicionales, Lawfare, sanciones económicas y tecnológicas y el resurgimiento tardío de el viejo neo-conservadurismo ahora amparándose en las doctrinas economicistas del Neoliberalismo. Todo con el objetivo de seguir teniendo atado y bien atado la región a los intereses del Hegemón cuestionado por el Sur Global.

Por ello como conclusión para este programa el último del año podemos decir con total certeza Que estamos viviendo y siendo testigos no neutrales de gigantescos cambios históricos sistémicos de gran velocidad donde las : Periferias subordinadas a sangre y fuego recuperan su centralidad histórica y allí tenemos un “espacio” (término geopolitico fundamental) y tiempo para desarrollarnos con nuestros valores e historia los Pueblos Latinoamericanos, nada será fácil pero es tiempo de empezar a recorrer las nuevas rutas.

Buen Domingo y Buen año 2023

Prof. Lic. Carlos Pereyra Mele

Este 12 de diciembre de 2022, se consumó la máxima cocinería jamás desarrollada en la historia del Parlamento chileno. Durante 92 días, encerrados en el viejo Congreso, de espaldas al pueblo, diputados y senadores de gobierno y oposición, terminaron por parir un engendro destinado a encadenar la soberanía popular, perpetuando, en los hechos, el modelo económico social neoliberal, concebido por Jaime Guzmán y un puñado de “expertos”, como se les llama ahora.

Es curioso. El resultado del Plebiscito del pasado 4 de septiembre, respaldó abrumadoramente la opción RECHAZO. Quienes la apoyaron no debieran temer a la soberanía popular. Sin embargo, su legendario terror a cualquier expresión verdaderamente democrática, es superior a un razonamiento lógico y los induce a promover sofisticadas fórmulas destinadas a evitar algún cambio de verdad.

El documento presentado ayer por algunos artífices de la traición, como Álvaro Elizalde, presidente del Senado y Raúl Soto, ex presidente de la Cámara de Diputados, es un modelo de encadenamiento de la voluntad popular.

Se plantea la elección de un “Consejo Constitucional compuesto por 50 personas elegidas por votación popular directa de acuerdo con el sistema electoral aplicable a las circunscripciones senatoriales, bajo sufragio universal y obligatorio, con listas abiertas compuestas por partidos o pactos de partidos, que podrán incluir a personas independientes. El Consejo Constitucional se integrará bajo el principio de paridad de entrada y salida”.

Pero ojo. Aquí está la firme: Este Consejo no elaborará ninguna propuesta de nueva Constitución. Solo podrá aceptar o rechazar la propuesta elaborada por una “Comisión de Expertos, conformada por 24 personas de indiscutible trayectoria profesional, técnica y/o académica, de composición paritaria, elegidos 12 por la Cámara de Diputados y Diputadas y 12 por el Senado, en proporción a la representación de las distintas fuerzas políticas y aprobada por 4/7 de los miembros en ejercicio de las respectivas Cámaras.”

“Este órgano tendrá a su cargo la redacción de un anteproyecto que servirá de base para la discusión y redacción del nuevo texto constitucional, al estilo de una idea matriz del mismo”.

En resumen. Que quede claro. El Consejo Constitucional, integrado por 50 personas, no elabora nada…. Nada!!! Repito: su único objetivo es discutir y aprobar una propuesta de texto que le presentan la ilustre Comisión de Expertos.

¿Quiénes son estos expertos? ¿Estos sabios dotados de una sabiduría infalible, solo comparable al Oráculo de Delfos?

Dios !!!. Más respeto. Se trata nada menos que de la “Comisión Expertos conformada por 24 personas de indiscutible trayectoria profesional, técnica y/o académica, de composición paritaria, elegidos 12 por la Cámara de Diputados y Diputadas y 12 por el Senado, en proporción a la representación de las distintas fuerzas políticas y aprobada por 4/7 de los miembros en ejercicio de las respectivas Cámaras”

¿Quién puede ser un experto? ¿Experto en qué? ¿En Derecho constitucional? ¿En Salud, Educación, Vivienda, Economía?

Por ejemplo: yo puedo considerarme un experto en materias de políticas de Vivienda y Ciudad. Pero otros dirán con igual mérito, que Iván Poduje también es un experto en dichas materias. ¿Hay dudas de como procederíamos él y yo en formular el derecho a una vivienda digna y adecuada? Uno preocupado de promover la vivienda como un bien común y el otro en mantener y/o perfeccionar la vivienda como un producto de mercado.

No existen expertos libres de una ideología, ni en Chile ni en ninguna parte.

Por último, a fin de evitar cualquier posibilidad de que pudiera escaparse alguna propuesta verdaderamente democrática, el Acuerdo aprobado ayer formula la existencia de un “Comité Técnico de Admisibilidad compuesto por 14 personas, juristas de destacada trayectoria profesional y/o académica, que serán elegidas por el Senado en virtud de una propuesta única que le formulará la Cámara de Diputados y Diputadas. Ambas votaciones deberán contar con el apoyo de 4/7 de los miembros en ejercicio. Este Comité Técnico de Admisibilidad tendrá a su cargo la revisión de las normas aprobadas en las distintas instancias que se presenten en la Comisión Experta y/o el Consejo Constitucional, a fin de determinar una eventual inadmisibilidad de éstas cuando sean contrarias a las bases institucionales”.

Debemos reconocer el talento de quienes idearon este engendro, de concebir un mecanismo blindado en tal forma, que evite cualquier posibilidad de modificar el modelo económico y social vigente.

Ejercí por primera vez el derecho a voto en la elección presidencial que tuvo lugar el año 1952. Desde entonces hasta ahora, nunca dejé de votar, incluso durante los nefastos años regidos por la Ley Maldita dictada por el traidor González Videla.

Confieso que por primera vez en mi vida no me prestaré a validar un procedimiento tan perversamente antidemocrático. Lo lamento por los compañeros junto a quienes he librado tantas batallas en mi vida y que, de buena fe, han suscrito semejante engendro.

No puedo. Tendrían que hacerme de nuevo.

No importa. Es un hecho que yo no alcanzaré a verlo, pero no tengo duda alguna en los valores de un pueblo que fue capaz de construir los inolvidable mil días del gobierno de Allende y que sabrá recuperar, no sé si más temprano que tarde, la capacidad de construir su futuro.

Por Miguel Lawner

PUBLICADO EN LE MONDE DOPLOMATIQUE de CHILE

https://www.lemondediplomatique.cl/el-acuerdo-de-la-infamia-por-miguel-lawner.html

Nadie perdió dinero capitalizando las tonterías ilimitadas que arrojaron los ciervos colectivos atrapados en la luz de los faros, también conocidos como los principales medios de comunicación occidentales, con una lluvia de premios a la Persona del año en un pésimo actor megalómano alimentado por cocaína que se hace pasar por un señor de la guerra.

Pepe Escobar  17 de noviembre

El desfile incesante de basura de los analistas militares occidentales ahora está «evaluando» que los primeros objetivos de un ataque conjunto entre Rusia y Bielorrusia en el agujero negro 404 antes conocido como Ucrania serán Lviv, Lutsk, Rivne, Zhytomyr, y por qué no lanzar a  Kiev en la mezcla directamente desde un segundo eje.

El Estado Mayor ruso sigue atentamente toda la acción e incluso puede seguir los consejos de tales «analistas».

Y luego está el pánico total, ya que el Ministerio de Defensa anunció que las Fuerzas de Misiles Estratégicos han cargado dos misiles balísticos intercontinentales Yars en sus silos previstos. Cue a los gritos generalizados de horror de la variedad «Rusia prepara un misil nuclear capaz de atacar profundamente a los EE. UU.».

Aunque algunos hechos nunca cambian. El número uno es la OTAN como un producto de la imaginación colectiva de Occidente, extremadamente deteriorada. Si alguna vez se llega a un punto crítico, como esperan y rezan los guerreros de salón straussianos/neoconservadores, Rusia puede derrotar convenientemente a toda la OTAN, ya que casi no hay nada “allí”.

Eso, por supuesto, requeriría una movilización rusa masiva. Tal como está, Rusia puede parecer débil en algunos trimestres, ya que activó en el mejor de los casos 100.000 tropas contra posiblemente 1 millón de tropas ucranianas. Es como si a Moscú no le sedujera exactamente la idea de “ganar”, que puede ser el caso, de una manera bastante retorcida.

Incluso ahora, Moscú no ha movilizado suficientes tropas para ocupar Ucrania, lo que, en teoría, sería imperativo para “desnazificar” por completo el tinglado de Kiev. Sin embargo, el concepto operativo es «en teoría». De hecho, Moscú está ocupado demostrando una teoría completamente nueva, independientemente del hecho de que algunas almas exaltadas han estado vendiendo que Putin debería ser reemplazado por Alexander Bortnikov del FSB.

“No quedará nada del enemigo”

Con su conjunto de misiles hipersónicos, Rusia puede derribar todos los puentes, puertos, aeropuertos y centrales eléctricas de la OTAN, almacenamiento de petróleo y gas natural, instalaciones de petróleo y gas natural de Rotterdam, en cuestión de unas pocas horas. Todo el equipo de producción de energía en la OTAN sería destruido. Europa quedaría aislada de los recursos naturales. Un Imperio aturdido y confuso sería incapaz de mover tropas, cualquier tropa, a Europa.

Y aún así las provocaciones continúan sin cesar. El reciente ataque de los drones ucranianos Tu-141 contra la base aérea Engels-2 fue culpado por Moscú de Kiev, que como era de esperar negó toda responsabilidad. Sin embargo, lo que realmente importaba era el mensaje estratégico de Moscú a EE. UU./OTAN, con Putin coqueteando con la idea de que, tarde o temprano, la respuesta podría ser de un nivel importante en caso de que el armamento de EE. UU./OTAN suministrado a Kiev se utilice para atacar territorios sensibles de la Federación Rusa. .

La doctrina rusa actual incluso permite que Moscú responda con ataques nucleares; después de todo, la base aérea de Engels-2 alberga bombarderos con capacidad nuclear, activos estratégicos de primer orden.

Los drones ciertamente fueron lanzados por agentes infiltrados dentro del territorio ruso. Si se hubieran originado fuera de Rusia y se hubieran interpretado como misiles nucleares, eso podría haber desencadenado el lanzamiento contra la OTAN de cientos de misiles nucleares rusos.

El propio Putin lo dejó bastante claro, siniestramente, en la cumbre del Consejo Económico de Eurasia en Bishkek, Kirguistán, hace una semana:

“Les aseguro que después de que el sistema de alerta temprana reciba una señal de un ataque con misiles, cientos de nuestros misiles estaran en el aire (…) Es imposible detenerlos (…) No quedará nada del enemigo, porque es imposible interceptar cien misiles. Esto, por supuesto, es un impedimento, un serio impedimento”.

No, por supuesto, para la pandilla straussiana-neoconservadora corroída por la estupidez que en realidad está dirigiendo la «política» exterior estadounidense.

No es de extrañar que fuentes de inteligencia rusas confiables establecieran que los misiles que golpearon a Engels-2 se lanzaron localmente, aunque el régimen de Kiev deseaba que se creyera lo contrario.

Y eso convierte toda la farsa en una farsa dadaísta, con un Imperio aturdido y confuso todavía atado a un maníaco en Kiev que todavía cree que el S-300 ucraniano que golpeó a Polonia vino de Rusia. Cue a todo el mundo, y no solo a Washington, como rehén de un maníaco de la «Persona del año» con el poder virtual de provocar una guerra nuclear mundial.

Napoleón rojo en la casa

Mientras tanto, en el terreno, Rusia ha adoptado una estrategia de operaciones profundas, a lo grande. En varios lugares a lo largo de la extensa línea del frente, atacan los puntos que tienen más probabilidades de atraer a las pobres reservas ucranianas que se esconden en la segunda línea de defensa. Cuando las reservas salen a través de tierras áridas y fangosas y caminos terribles para rescatar a las unidades de primera línea, se masacran batallones enteros.

Los rusos nunca profundizan en la tercera línea, donde se puede ubicar el comando y el control. Lo que está en juego es la guerra de desgaste bajo la estrategia de operaciones profundas, sacada directamente del libro de jugadas del legendario «Napoleón rojo», el mariscal de campo Mikhail Tukhachevsky.

Rusia salva soldados, personal y equipo. Todo funciona de maravilla en terrenos difíciles donde los vehículos se atascan en caminos lluviosos. Esta táctica de enjuagar y repetir, día tras día, durante meses ha provocado (al menos) 400.000 bajas ucranianas. Llámalo el epítome de la guerra de desgaste.

A los historiadores les encantará que todo el escenario se asemeje a la batalla de Agincourt, donde oleada tras oleada de caballeros franceses (desempeñando el papel de los ucranianos actuales y los mercenarios polacos/de la OTAN) seguían corriendo cuesta arriba contra los arqueros y caballeros ingleses que simplemente se detenían y los dejaban. venir, golpeando la segunda línea una y otra vez.

La diferencia, por supuesto, es que los rusos están empleando tácticas de guerra de desgaste día tras día durante seis meses, mientras que Agincourt fue solo una batalla en un solo día. Para cuando esta picadora de carne haya terminado, toda una generación de ucranianos y polacos habrá ido a conocer a su creador.

El mito colectivo de Occidente de una “victoria” ucraniana contra la guerra de desgaste rusa ni siquiera califica como engaño cósmico. Es una broma pésima y letal. La única salida sería sentarse a la mesa de negociaciones, ahora, antes de que el martillo (la próxima ofensiva rusa) caiga sobre el yunque (el frente existente).

Pero la OTAN, por supuesto, como Stultifying Stoltenberg sigue recordándole al mundo, no negocia.

Lo cual, en cierto sentido, puede ser una bendición, ya que la OTAN puede terminar desintegrándose en innumerables pedazos, totalmente humillada sobre el terreno a pesar de todos sus elaborados planes belicistas.

Andrei Martyanov ha estado rastreando sin igual la completa degradación económica, moral, intelectual y, sobre todo, militar, del Occidente colectivo, todo empapado de mentiras, pésimos giros de relaciones públicas y «incompetencia estupefaciente en todos los ámbitos».

Todo esto mientras Rusia se prepara “para otra ‘derrota’ más, como retomar todo el Donbass y luego… quién sabe qué entonces. Una victoria rápida para Rusia sería una pérdida porque la OTAN seguiría existiendo. No, Rusia tiene que controlar el ritmo de esto mientras absorbe a la OTAN en el molinillo”.

En algún lugar de su panteón privado, Palas Atenea, diosa de la geopolítica, disfruta inmensamente del espectáculo. Oh espera; en realidad se ha reencarnado y su nombre es Maria Zakharova.

Mire a su alrededor: las placas tectónicas de la geopolítica y las geofinanzas están cambiando, alejándose radicalmente de un Occidente cada vez más agitado.

Alastair Crooke 19 de diciembre  Fundación de la Cultura Estratégica

La inflexión ha comenzado. Ha sido enviado por el Financial Times (FT) y The Economist , los dos medios que transmiten tan fielmente cualquier ‘narrativa de reemplazo’ a los sherpas globalistas (aquellos que llevan el equipaje a la montaña, en nombre de los nababs montados).

The Economist comienza con entrevistas con Zelensky, el general Zaluzhny y el comandante de campo militar de Ucrania, el general Syrsky. Los tres son entrevistados, entrevistados en The Economist , nada menos. Tal cosa no ocurre por casualidad. Es un mensaje destinado a transmitir la nueva narrativa de la clase dominante a los ‘mil millones de oro’ (que todos la leerán y absorberán).

En la superficie, es posible leer el artículo de The Economist como una petición de más dinero y muchas más armas. Pero el mensaje subyacente es claro: “ Cualquiera que subestime a Rusia se dirige a la derrota ”. La movilización de la fuerza rusa fue un éxito; no hay problema con la moral rusa; y Rusia está preparando una gran ofensiva de invierno que comenzará pronto. Rusia tiene enormes fuerzas de reserva (de hasta 1,2 millones de hombres); mientras que Ucrania ahora tiene 200.000 que están militarmente entrenados para el conflicto. La ‘escritura está en la pared’, en otras palabras. Ucrania no puede ganar.

Se adjunta con una enorme lista de compras de armas codiciadas. Pero la lista de compras es un ‘pastel en el cielo’; Occidente simplemente no los tiene en inventario. 

La ‘ Gran Lectura’ del FT , por el contrario, es una descarga de la profunda ira occidental hacia esos tecnócratas siloviki ‘reformistas’ rusos que, en lugar de romper con Putin por el SMO, permitieron vergonzosamente que la economía rusa sobreviviera a las sanciones occidentales. El mensaje pronunciado, con los dientes apretados, es que la economía de Rusia ha sobrevivido con éxito a las sanciones occidentales.

El principal estratega militar de EE. UU., el coronel Douglas Macgregor, amplía aquí el mensaje: Incluso la provisión de siete u ocho misiles Patriot es “ sin escalada” . En el mejor de los casos, tendrá un ‘impacto marginal’ en el campo de batalla de Ucrania; es un mero escaparate. Scott Ritter, en una conversación con el juez Napolitano, cree que las entrevistas de The Economist revelan que Occidente hace a un lado a Zelensky, mientras Zaluzhny administra su gran dosis de realidad (que será impactante para muchos sherpas leales). Por lo tanto, el énfasis de la entrevista de The Economist estuvo inequívocamente en el general Zaluzhny, con Zelensky deliberadamente menos enfatizado, lo que Ritter sugiere que indica que Washington desea ‘cambiar de liderazgo’. ¿Otro ‘mensaje’?

Para que quede claro, el general Zaluzhny dijo una vez que se considera un discípulo del general ruso Gerasimov, el jefe del Estado Mayor General. Según los informes, Zaluzhny está familiarizado con los escritos de este último. En resumen, Zaluzhny es conocido en Moscú como un soldado profesional (aunque comprometido con la causa nacionalista ucraniana).

Entonces, ¿está Occidente preparando su narrativa para salir de este conflicto imposible de ganar, Ucrania, y seguir adelante?

¿Es esto factible? ¿No está Occidente demasiado involucrado narrativamente en la historia de ‘Bleed Russia’; No se debe permitir que Putin gane para que eso suceda? No, puede pasar. Mire lo que ocurrió en Afganistán: en cuestión de días se terminó un enorme y lucrativo despilfarro. Y poco más de un año después, en su aniversario, la debacle de Kabul apenas se menciona en la prensa occidental.

Los titulares de los medios se trasladaron sin problemas de Afganistán a Ucrania, apenas con una mirada hacia atrás. Y ya se está preparando una ‘cabra atada’ de distracción para atraer la atención de los HSH occidentales , mientras el meme de Ucrania se archiva silenciosamente y la ‘agresión’ de Serbia contra Kosovo se convierte en la nueva ‘agresión’.

Serbia puede parecerle a la clase dominante occidental una ‘fruta madura’ con la que la OTAN podría pulir su imagen empañada (después de Afganistán y Ucrania). En pocas palabras, Serbia diariamente está siendo amenazada por funcionarios de la UE y EE. UU.: Únase a Europa para sancionar a Rusia; reconocer formalmente la independencia de Kosovo; abandonar a los serbios que han vivido en Kosovo durante siglos; unirse a la UE y la OTAN, como parte de un bloque antirruso; y ‘no’, todos esos acuerdos legales pasados ​​no tienen importancia y serán ignorados.

¿Lo esencial? La clara mayoría de los serbios está a favor de Rusia. Es dudoso que algún gobierno de Belgrado pueda sobrevivir cumpliendo con tales ultimátum, pero Serbia se encuentra en una situación vulnerable. Es una isla rodeada por estados de la OTAN y la UE. El gobierno de Belgrado propone enviar 1000 policías serbios a Kosovo para proteger los derechos de la población serbia local, pero la OTAN puede querer usar esto como pretexto para mostrar su fuerza militar.

La pregunta principal es: ¿Encontrará Ucrania su ‘aterrizaje suave’? Seguramente el ‘Colectivo Biden’ podría preferir eso. Sin embargo, un ‘aterrizaje suave’ parece improbable. El Gran Viejo Duque de York no hizo marchar a 10.000 hombres hasta la cima de la colina, solo para bajarlos de nuevo (como dice la vieja canción). Y Putin no ha movilizado a 380.000 hombres (incluidos los voluntarios), solo ‘para marcharlos de nuevo’. La brecha con la UE y EE.UU. es profunda. El canciller Scholtz dice que cuando Rusia se haya retirado de Ucrania, Alemania puede dignarse tomar su gas y petróleo nuevamente, es pura ilusión. Decir que no hay confianza es quedarse corto. Dicho esto, Moscú querrá manejar los asuntos de tal manera que no desencadene un conflicto directo de la OTAN con Rusia.

Pero… ¿Puede Occidente, que ha negado tanto la increíble transformación económica y militar que se ha producido en Rusia desde 1998, y también ha negado con tanta vehemencia las capacidades de las fuerzas armadas rusas, simplemente deslizarse sin esfuerzo hacia otra narrativa? ? Sí, fácilmente. Los neoconservadores nunca miran hacia atrás; nunca se disculpan. Pasan al siguiente proyecto…

Se ha invertido un gran esfuerzo en construir la narrativa de ‘Rusia como un tigre de papel’, incluso si esto ha significado que los servicios de inteligencia digan cosas sobre el desempeño de Rusia en Ucrania que son evidentemente absurdas y falsas. El profesor Mike Vlahos y el coronel Macgregor en su debate de tres partes sobre Ucrania y el papel del ejército estadounidense en este conflicto, siguen volviendo a su tema de la calidad sin precedentes de ‘ negación y engaño’ que ha caracterizado este conflicto. ¿Por qué las autoridades de inteligencia profesional de Occidente mintieron, y mintieron tan infantilmente?

Los dos estrategas expresan su sorpresa de que algunos de sus colegas profesionales parecían haber creído en la ‘narrativa de negación’ (es decir, que la Rusia de hoy no es diferente a la Unión Soviética, y que solo se necesitaría una gran bocanada y la casa rusa volaria al soplar), a pesar de la acumulación de evidencia contradictoria disponible para estos colegas.

Ha habido claramente una cualidad estática en esta última narrativa: que la Segunda Guerra Mundial y la implosión soviética (en la narrativa occidental) habían desencadenado una victoria cultural tectónica completa. Representó una reafirmación pura de la cultura estadounidense y el poder financiero, y dio crédito al ‘Fin de la Historia’, de modo que el modelo estadounidense inevitablemente sub sumiría al mundo.

Entonces, ¿es eso? ¿El colapso de una Rusia resucitada fue simplemente visto en este sentido? ¿Una victoria fácil, que trae a su paso otro triunfo exultante? ¿Fue esto tan evidente para estos ‘verdaderos creyentes’ que ni siquiera se molestaron en hacer la debida diligencia?

¿Por qué esta ‘narrativa de negación’ se volvió tan convincente para tantos europeos como estadounidenses? ¿Por qué tantos creyeron las obvias fabricaciones de relaciones públicas de Ucrania? Vlahos y Macgregor encontraron esto desconcertante y un defecto preocupante para la toma racional de decisiones en Occidente. Y uno que contribuyó sustancialmente a la creciente disfuncionalidad militar estadounidense.

Los dos participantes se centraron mucho en el aspecto de relaciones públicas (en un momento, Ucrania tenía no menos de 150 instituciones de relaciones públicas trabajando en su nombre). Pero hoy estamos en un juego de pelota diferente.

Las relaciones públicas y el Ministerio de la Verdad de Orwell están pasados ​​de moda. Sobre. Desaparecido.

“La unidad mental de las multitudes”

“ No soy un asesor de medios ” , dice Nevo Cohen, el asesor al que el nuevo ministro de Seguridad Nacional de Israel, Ben-Gvir, acredita su victoria de la extrema derecha en las recientes elecciones israelíes; “ Soy un asesor estratégico … Una vez fue posible ganar campañas como persona de relaciones públicas. Hoy, no es lo suficientemente bueno… Los medios de comunicación son una herramienta importante en la caja de herramientas del director de campaña, pero me ocupo de la conciencia de masas, y ese es un arsenal de herramientas completamente diferente. Puedes notar fácilmente una campaña electoral dirigida por alguien del mundo de la publicidad”. (Énfasis añadido.)

Vlahos y Macgregor analizaron el inexplicable divorcio entre dos realidades bélicas que simplemente no se tocaron en ningún momento. Sin embargo, el profesor de Psicología Clínica de la Universidad de Ghent, Mattias Desmet, ha abordado el tema de la disparidad desde una perspectiva psicológica.

Una hermosa mañana de noviembre de 2017, el profesor Desmet, que se hospedaba en la casa de campo de un amigo en las Ardenas, fue asaltado por una súbita intuición: “[…] Me asaltó la conciencia palpable y aguda de un nuevo totalitarismo que había dejado su semilla y ha hecho que el tejido de la sociedad se enduresca”. Sus observaciones después de tres años de investigación lo llevaron a escribir su libro La psicología del totalitarismo .

Muchos han escrito sobre el tema del totalitarismo, desde Hannah Arendt hasta Gustav Le Bon (entre otras cosas), pero el enfoque de Desmet difería en que tenía la intención de explicar el trasfondo psicológico de la negación masiva de realidades evidentes (por parte de científicos y expertos, tanto como  de cualquiera).

Identificó ciertos «mecanismos psicológicos primitivos» que debían estar presentes para que una narrativa distribuida evolucionara hacia una ‘formación masiva’ insidiosa que destruye la autoconciencia ética de un individuo y le roba su capacidad de pensar críticamente.

La condición principal era que hubiera un segmento de la población que careciera de vínculos comunitarios o sentido en sus vidas, y que además se viera afligido por «ansiedad y descontento flotantes», que se inclina hacia la agresividad (es decir, por sentimientos generalizados de que «el sistema» y economía están ‘amañados’ injustamente, contra ellos).

Esencialmente, entonces, los movimientos de masas atraen a la gente porque parecen ofrecer esperanza a seres disfuncionales y desolados.

En este estado mental, se puede ‘disolver’ una narración que sugiera una causa particular de la ansiedad flotante y un medio para tratarla (es decir, como ‘Rusia amenaza nuestra ventaja global, nuestra identidad y valores, y si pudiera ser destruida, el viejo sistema y los valores se enderezarán por sí solos’).

La narrativa explicativa da una sensación inmediata de conexión y de compromiso en un ‘proyecto heroico’; así se restituye el sentido, aunque ese sentido sea absurdo, en relación con la realidad. La sensación de conectividad es similar a lo que ocurre en la psicología de masas. En el alma de las multitudes, creía Gustave Le Bon, “la personalidad consciente se desvanece” ( True Believer, 2013); la individualidad se desvanece, y es absorbida por “la unidad mental de las multitudes” –pareciendo eventualmente una “reunión de imbéciles” capaces de los “actos más sanguinarios”.

Pero quizás lo más inquietante es que Eric Hoffer encontró otro tipo de persona que se siente atraída por los movimientos de masas; de hecho, cuya participación suele ser necesaria para que dichos movimientos prosperen. “Lo que Eric Hoffer descubrió, y lo que muchos sociólogos y ciertamente el público en general han pasado por alto con frecuencia, es que los movimientos de masas atraen lo que ahora llamamos personalidad psicópata , en esencia depredadores : individuos que se contentan con causar un gran daño, que tal vez son hasta sádicos, y sin embargo no les molesta lo más mínimo lo que hacen”.

Los movimientos de masas que ven la guerra como parte de su solución atraen, e incluso necesitan, psicópatas. Paradójicamente, la voluntad de desear la destrucción (digamos, de todos los rusos), genera más respeto entre los verdaderos creyentes y está conectada con otro elemento paradójico: lo que une a los movimientos de formación de masas es la necesidad de sacrificarse (es decir, en el movimiento por el cambio climático). , el sacrificio de la industrialización, los viajes, los estilos de vida, los combustibles fósiles y el bienestar económico).

“El programa Fear, ahora una parte aceptada del arsenal de la política democrática”

Gustav Le Bon señaló cómo las autoridades explotaban tales formaciones masivas, utilizando el miedo para imponer el cumplimiento. Y esta semana, Janet Daley, escribiendo en The Telegraph, advierte:

“La lección fundamental que han absorbido de manera indeleble las personas en el poder y quienes las asesoran es que el miedo funciona. Resulta que no hay casi nada que una población no sacrifique si es sistemática e implacablemente asustada.

“El fenómeno Covid ha brindado una sesión de capacitación invaluable en técnicas de control mental público: la fórmula se perfeccionó, con la ayuda de publicidad sofisticada y consejos de formación de opinión, a una combinación asombrosamente exitosa de ansiedad masiva (tu vida está en peligro) y coerción moral (estás poniendo en peligro la vida de otras personas).

“Pero no fue solo la repetición interminable de ese mensaje lo que logró el cumplimiento casi universal y bastante inesperado. Fue la supresión integral de la disidencia, incluso cuando provenía de fuentes expertas, y la prohibición de argumentar, incluso cuando iba acompañada de pruebas en contrario, lo que realmente funcionó.

“Si las leyes del país no le permiten acabar con todas esas opiniones desviadas, simplemente puede orquestar una avalancha de oprobio y descrédito sobre quienes las expresan para socavar su reputación profesional. Pero esa es la batalla de ayer. Covid, como evento histórico, ha terminado. Hablemos de cómo es probable que funcione en el presente y en el futuro el programa Miedo, ahora una parte aceptada del arsenal de la política democrática. Da la casualidad de que existe lo que parece un modelo notablemente similar de ansiedad más chantaje moral que se aplica al tema del cambio climático. Nota: estas observaciones no tienen relación con la existencia o no de una verdadera “crisis climática”. Lo que quiero considerar [más bien] es cómo se enmarcan las políticas que se están formulando para abordarlo…

Podemos reconocer claramente estas herramientas precisamente desplegadas por Occidente también en el caso de Ucrania.

¿Tales ‘herramientas de la conciencia de masas’ le darán a los ‘mil millones de oro’ su victoria psicópata sobre la humanidad?

Mire a su alrededor: las placas tectónicas de la geopolítica y las geofinanzas están cambiando, alejándose radicalmente de un Occidente cada vez más agitado. Estas son fuerzas estructurales (fuerzas mecánicas de la dinámica física) sobre las cuales las herramientas de la conciencia de las masas en última instancia tienen una influencia limitada. Moscú entiende bien estos cambios que están en marcha y sabe cómo amplificarlos.

Carlos A Pereyra Mele: Mi columna del viernes 16/12/2022 en el multimedio Radio Sputnik Internacional en el Programa: ¿Qué Pasa? Entrevistado por Javier Benitez

La OTAN y la Unión Europea preparan otra pantomima de consumo doméstico con Rusia como protagonista. Y es que, ante la escalada de corrupción generalizada en la Comisión Europea y el Parlamento Europeo, necesitan urgentemente una bomba de humo al mejor estilo ninja para intentar distraer la atención de sus ciudadanos.

Mucho humo y poco gas

Es lo que básicamente le ofrecerá a su ‘auditorio’ la UE en yunta con la OTAN. Tapar sus errores geopolíticos, la escasez de recursos energéticos y su consiguiente suba de precios, no sólo en los hidrocarburos, sino en toda la cadena comercial, parecería ser el objetivo de un llamado que anuncian, y que dicen ellos –habrá que creerles– que lo vienen preparando hace un año…

Soñar no cuesta nada. Es lo que dice una frase popular. Y ya sabemos que la sabiduría popular lanza verdades incontestables en extractos muy breves e ingeniosos. Y es lo único que le queda a Occidente: soñar. Porque cuando está despierto, su realidad es insoportable.

Occidente, es decir, EEUU, quiere que el mundo siga funcionando de acuerdo a un ya arcaico, rancio y fallecido principio de un mundo unipolar que es regido por ciertas reglas, a las que nadie conoce, y que sus políticos sacan de la chistera de forma recurrente toda vez que quieren señalar y condenar a un país que no actúa de acuerdo a sus intereses, es decir, los intereses de la Casa Blanca, que en el fondo son los intereses de un puñado de lobistas de las élites.

Así, como un brindis al sol, Occidente anuncia el próximo lanzamiento de una botella al mar que seguramente se hundirá más rápido que el Titanic. Tal vez cuando tiren el botellazo, chocará contra una roca y allí mismo se irá a pique a convivir con algunas de las especies marinas.

El mensaje

¿Cuál es la botella que anuncia Occidente que lanzará al mar? Un llamamiento a Rusia a retirarse de Ucrania. Para empezar, hay que aclarar que Rusia actualmente no está en Ucrania, sino en territorio ruso, porque así lo han decidido las poblaciones de cuatro regiones que han preferido que su destino esté ligado a Rusia: Donetsk, Lugansk, Zaporozhia y Jersón.

En todo caso, deberían llamar a que las fuerzas ucranianas se retiren de territorio ruso. Pero dejemos estos ‘detalles’ de lado, y veamos qué es lo que quieren ahora los así llamados líderes occidentales. Publica el medio Politico:

«Después de meses de demoras, se espera que la UE y la OTAN pronto emitan formalmente un llamado conjunto para que Rusia detenga su guerra y abandone Ucrania, y se comprometa a brindar pleno apoyo a Kiev. La declaración, cuyo borrador fue parcialmente revisado por POLITICO, ha estado en proceso durante más de un año, pero se detuvo debido a las tensiones entre Turquía y Chipre, dijeron diplomáticos.

Ahora, parece estar cerca una versión final, y dos diplomáticos dijeron que se espera que se presente pronto, posiblemente el lunes o el martes, o a principios de 2023 si los cronogramas de fin de año interfieren. Si bien el texto es en gran parte anodino, hacerlo oficial representaría un logro diplomático considerable dados los meses que tomó llegar allí».

«Este llamado es una forma de tapar el sol con los dedos de una mano», dice al respecto el director de Dossier Geopolítico, Carlos Pereyra Mele.

«¿Qué seguridad puede ofrecer hoy en día la OTAN y la UE sobre este tipo de planteamientos ‘diplomáticos’, cuando días atrás la señora Angela Merkel públicamente en medios alemanes dijo que ellos habían hecho que los famosos acuerdos de Minsk, que era una aproximación a un acuerdo de paz prácticamente definitivo, fue en realidad una ganancia de tiempo para congelar el conflicto hasta que Ucrania se rearmara y pudiera ‘hacer frente a la invasión rusa’. O sea que desde el 2015 estaban planificando esta acción totalmente agresiva contra la Federación de Rusia y contra todas las potencias emergentes que le disputan el poder a la angloesfera y a sus socios menores, que es la UE», observa Carlos Pereyra Mele.

FUENTE RADIO SPUTNIK: https://sputniknews.lat/20221216/desesperados-y-sinverguenzas-la-otan-y-la-ue-preparan-otra-pantomima-esteril-1133603849.html  

COLUMNA DE POLÍTICA INTERNACIONAL DE PEREYRA MELE EN RADIO BELGRANO DE LA CIUDAD DE BUENOS AIRES

Como todos los viernes dentro de este segmento de » Ayer y Hoy» por 650 Belgrano nuestro compañero el licenciado Carlos Alberto Pereyra Mele nos cuenta la actualidad política a nivel internacional siempre desde su tradicional columna semanal dentro de este programa.

Celso Amorim anunció que, después del interregno de Bolsonaro, el tercer gobierno de Lula retomará la diplomacia tradicional de Itamaraty y dará respuesta a los desafíos actuales.

Por Eduardo Vior para TELAM autorizado por el autor para su publicacion en Dossier Geopolitico

Cinco semanas después de haber sido electo por tercera vez a la Presidencia de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva dio a conocer el viernes pasado los tres primeros nombres de miembros del gobierno que asumirá el próximo 1º de enero. Entre ellos mencionó a Mauro Vieira como ministro de Relaciones Exteriores. El diplomático de carrera es un histórico colaborador del ex canciller Celso Amorim (2003-11) y, a su vez, fue canciller en el último período de la presidencia de Dilma Rousseff, entre 2015 y 2016. De reconocida lealtad hacia Lula da Silva, incluso cuando el líder del PT estuvo en prisión, es actualmente embajador en Croacia. Antes ocupó las sedes diplomáticas en Buenos Aires y en Washington. No obstante el nombramiento, las líneas maestras de la futura política exterior brasileña parece marcarlas Celso Amorim.

En una mesa redonda en la Universidad Católica de São Paulo el pasado martes 6 en la que compartió el podio con el profesor Reginaldo Nasser y el periodista Pepe Escobar y que fue moderada por el periodista Leonardo Attuch (Brasil247), mechando con numerosas anécdotas de su larga carrera diplomática, quien probablemente ocupe la Secretaría de Asuntos Estratégicos de la Presidencia de la Unión planteó las cuestiones centrales que deberá afrontar Brasil en los próximos años.

“El desafío que enfrenta la próxima transición es mucho más complejo que el de transiciones anteriores, señaló casi al inicio de su exposición, ya que hasta se han destruido instituciones del viejo Estado oligárquico brasileño”. En transiciones anteriores entre gobiernos, recordó, no se modificaban las líneas principales de la política exterior, aunque variaran las acentuaciones. Hoy, por el contrario, “hay que reconstruir lo que fue destruido, continuar lo que estaba siendo realizado y atender demandas más amplias y más profundas”.

Durante su exposición insistió mucho en subrayar la continuidad de la estrategia internacional de Brasil: “durante décadas Brasil tuvo una política exterior decente, señaló, no perfecta, uno podía tener diferencias con ella, pero era decente. Brasil tenía credibilidad. En 2003, ejemplificó, no fue necesario cambiar la política exterior, porque en muchas cuestiones Brasil ya era no alineado; sólo necesitó ser más activo. La política se hizo activa y altiva. Y explicó: había varias cosas para hacer que eran difíciles en lo práctico, pero fáciles conceptualmente. Por el contrario, en Itamaraty recientemente se aparejaron la locura con el oportunismo”.

La diferencia de esta transición con las anteriores no reside solamente en el desorden que ha dejado la gestión bolsonarista. También el contexto mundial y regional es mucho más complejo que, por ejemplo, en 2003: “de cierta manera, evaluó, el mundo era más simple que ahora. Hoy es mucho más complejo. Hoy la situación es infinitamente más compleja, insistió. El conflicto se desarrolla en el corazón estratégico del mundo”. Mientras que en 2003 las potencias competían por la influencia sobre regiones periféricas, hoy se están confrontando diferentes visiones del mundo.

“Si uno toma, explicó Amorim, los comunicados de las reuniones cumbre entre Xi y Putin y entre Biden y Macron, ve que son simétricos. Son dos visiones encontradas del mundo”.

A la vez han surgido nuevos ejes de conflicto: “hoy la afirmación identitaria es más fuerte que la antiimperialista”, ejemplificó. Pero también la región suramericana plantea varias incógnitas: “no se sabe qué va a pasar con Argentina”, advirtió. Y llamó también la atención sobre el proyecto integracionista: “el acuerdo Mercosur-UE es muy importante, pero el que se redactó es muy complicado”.

No obstante las dificultades, el expositor se manifestó optimista: “Brasil tiene hoy una responsabilidad inédita sobre los temas mundiales. En el mundo actual Brasil tiene una importancia relativa muy grande”. Tanto China como Rusia, argumentó, quieren que Brasil entre al Consejo de Seguridad de la ONU como miembro permanente, `porque mantiene buenas relaciones con todas las potencias y puede acercar posiciones. Lo mismo sucede dentro del BRICS: “hay que lograr, sostuvo, un equilibrio dentro de los BRICS”. La importancia de Brasil como actor internacional aumenta a sus ojos porque las relaciones de poder han cambiado: “está en duda, puntualizó, si la UE va a actuar con independencia o no. Por lo tanto, vamos a tener que ser muy pragmáticos y calmos”, advirtió.

Aunque en la mesa redonda el ex canciller advirtió que hablaba como “analista”, es evidente que estaba presentando la estrategia internacional del futuro gobierno. De lo expuesto puede inferirse que Brasil se apresta a jugar en la primera liga de la política mundial, acercando posiciones en los foros multilaterales, manteniendo buenas relaciones con todos los países, impulsando activamente la reorganización del sistema internacional, liderando a los países no alineados y a la región suramericana, defendiendo sus propios intereses, sí, pero sabiendo hacer concesiones para alcanzar acuerdos que beneficien a todos los actores. Este proyecto de Brasil Potencia en el buen sentido de la palabra tiene, empero, un punto débil, ya que depende del avance de la integración del Mercosur y del renacimiento de la Unasur. Sin un fuerte bloque regional Brasil estará debilitado en la política mundial.

Y el futuro de la región, como el futuro secretario lo expresó, depende de que se aclare la incógnita sobre el futuro de Argentina.

FUENTE TELAM: https://www.telam.com.ar/notas/202212/614040-brasil-gobierno-lula-amorim-diplomacia-analisis.html

Entrevista que me realizaran el Jueves 15/12/22 desde el multimedio internacional Irani HispanTv sobre: ¿Por qué el presidente Putin insiste en que Occidente fracasó en tratar de destruir la economía rusa?
A partir del minuto 10 en el Programa: El Porqué de las Noticias?

Carlos Pereyra Mele Director de Dossier Geopolitico

TEMAS DEL PROGRAMA

Por qué la sabiduría y perseverancia del pueblo iraní es tan importante para derrotar ataques enemigos? ¿Por qué el presidente Putin insiste en que Occidente fracasó en tratar de destruir la economía rusa? ¿Por qué el Gobierno interino de Perú no hace caso al clamor popular del cierre del Congreso y llamado a elecciones inmediatas? Nuestros expertos analizan junto a Carlos Alonso, a través de HispanTV: El presidente de Irán asegura que el progreso del país no se detendrá y que los problemas creados por los enemigos, serán derrotados con la perseverancia y sabiduría del pueblo. El presidente de Rusia, Vladímir Putin, afirma que el plan de Occidente para destruir la economía rusa fracasó y que el país ampliará la cooperación comercial con nuevos socios para combatir las sanciones occidentales. Pese al estado de emergencia en Perú, los indignados vuelven a las calles de diferentes ciudades del país. Mientras, las organizaciones sociales, gremiales y movimientos indígenas convocan a un paro nacional.

…“¡Uno, Dos, tres, muchas Ucranias!”…

En nuestra columna semanal de Geopolítica, que se difunde desde hace 16 años en la Radio del Club de La Pluma, y cerrando el año 2022 tiempo de primeros balances y proyecciones 2023, el Director de Dossier Geopolitico DG, analiza está semana varios evento que está ocurrieron en forma simultánea en en el frente del Europa del Este, a la luz de nuevas declaraciones que se conocieron de la ex Canciller Alemana Angela Merkel sobre la Guerra en Europa del Este y que podríamos incluirlas en conflictos en muchos otros escenarios de eurasia donde la OTAN (Vg. EEUU) se enfrenta con la Federación Rusa, donde las Fuerzas lideradas por la angloesfera atlantista están usando la guerra proxy para impedir el desarrollo de las Potencias Emergentes.

AUDIO:

Tiempos complicados para entenderlos si usamos las categorías y criterios tradicionales geopoliticos de occidente y en especial de la Angloesfera encabezados por los EEUU usando con las viejas estructuras surgidas de la segunda Guerra Mundial que impusieron los vencedores al mundo en el S XX y pero tampoco se deben analizar con las imposiciones ideológicas neoliberales de la década hegemónica USA 1990 2000 que acarrearon falsas doctrinas geopoliticas desde el neoliberalismo.

Este primer ¼ siglo xxi se diferencia de todo el anterior SXX por salir a la luz una mayoría global estable y una minoría colectiva occidental.

Estos términos describen mejor la nueva distribución del poder en el planeta: estamos hablando no solo de tendencias demográficas, sino también de procesos macroeconómicos globales. En los próximos 15 años, la mayor parte de la población mundial y las economías en desarrollo más dinámicas representarán fundamentalmente a Asia y África. Por ello la nueva red de coordenadas geopoliticas no deben ni pueden quedar atrapados en viejos modelos o conceptos (y de nuestras concepciones formativas occidentales y eurocentristas )

Los ejemplos así lo están demostrando. La importancia que adquiere la Unión Económica de Eurasia se expande mas allá de sus límites geográficos y se coordinan con las nuevas estructuras como la cada vez mas poderosa e influyente Organización de Cooperación de Shangai  y su motor económico y comercial la República Popular de China con la Nueva Ruta y cinturón de la Seda  mas el Banco de Infraestructura e Inversión 

Por ello la Guerra de la OTAN contra Rusia, que desarrolla la angloesfera y sus súbditos europeos está en marcha para llevar la guerra nuevamente al dilatado y gigantesco territorio ruso, para fraccionarlos. Siempre debemos hacer un poco de historia (una de las herramientas básicas de la geopolitica).  Ya dos proyectos hegemónicos de disolver y controlar a Rusia fracasaron. Ambos proyectos fueron “hegemónicos Continentalistas” y tras el fracaso de los mismos se crearon nuevos Órdenes Mundiales y se disolvieron viejas apetencias de Europa de fraccionar a Rusia, es mas la fortalecieron. Allí el primero que fracasó estrepitosamente fue el proyecto hegemónico napoleónico de tener bajo el mando Imperial Francés a toda Europa y de la derrota en Rusia del mismo vino un nuevo Orden Mundial establecido en el Congreso de Viena (1815) que duró hasta la Primera Guerra Mundial. El Segundo proyecto de instaurar un orden “hegemónico europeo continentalista” fue el Alemán Hitleriano que derivó en la derrota total del mismo junto con sus aliados y dio origen al Nuevo Orden Mundial establecido en Yalta y Postdam donde surge la Bipolaridad y deja a los Europeos de ambos lado de la cortina de Acero de dependiente totalmente de ambas superpotencia los EEUU y la URSS que duró desde 1945 hasta la implosión soviética en 1991.

Hoy estamos ante un tercer proyecto de restablecer la hegemonía del mundo anglosajón estadounidense unipolar junto a sus socios mayores y menores con una guerra híbrida global “basados en reglas” todas favorables a ese mundo cada día mas pequeño y tampoco (debemos tenerlo muy en cuenta) tan homogéneo como se nos quiere hacer creer. Hoy el poder occidental está desarrollando una teoría foquista de agresión contra la nueva mayoría mundial, que sintiendo la fuerza y ​​la verdad detrás de ellos, se niega a obedecer los dictados de la minoría colectiva. y de allí el título de nuestra columna dominical: 1,2,3 muchas Ucranias, parafraseando al slogan de Ernesto “Che” Guevara: 1, 2, 3 muchos Vietnam para desgastar a EEUU. Todo esto es para llevar al Caos político, económico y social a la Federación Rusa que luego de 8 años de una guerra solapada contra Rusia obligó a la misma a enfrentar al toro por las astas, realizando la Operación Militar especial en Ucrania y frenar la operación montada por la angloesfera y que hoy debemos reconocer que la misma fue planificada por mucho años (financiada, equipada, instruida y dirigida por equipos militares de EEUU, Gran Bretaña y Canadá)

El objetivo era claro derrotar ponerla de rodilla y desmantelar a Rusia en varios paises inviables, no soberanos y todos dependiente de occidente,

por ello hoy, tenemos que se fogonean varios conflictos en forma coordinada, como el de la Republica de Georgia en el Caucaso para incorporarla a la OTAN, también crearle conflictos a Rusia en la Peninsula de Crimea para controlarle el Mar Negro, fomentar el conflicto entra Azerbaiyan y Armenia en el Caucaso Sur y fomentar el conflicto en los Balcanes europeos incentivando otra guerra proxy usando la republiqueta de Kosovo (provincia rebelde de Serbia) contra La republica de serbia. Por ello el pacifismo no sirve, esto no se arregla con buena voluntad está en juego de nuevo el destino de la humanidad y nuevamente le toca a Rusia ponerse al frente y sacrificarse (recordemos que Rusia enfrenta a 30 Países encabezados por los EEUU), para impedir un proyecto hegemónico ya no solo continentalista sino también maritimo económico financiero y social político y cultural. Todo esto anterior de los 1, 2, 3 muchas Ucranias seguramente tendrá la tradicional forma de negar los occidentales con su famosa muletilla de que son “Teorías de Complot”, pero resulta que recientes manifestaciones de la ex Canciller Alemana Angela Merkel realizadas a medios públicos alemanes no permiten confirmar todo lo anteriormente expuesto y que la Paz jamás estuvo en sus objetivos políticos y militares sino ganar tiempo para tratar de causar el mayor daño posible a Rusia

Vamos a los dichos: ¿Qué dijo Merkel? (NR:refiriéndose a los Acuerdos de Minsk 1 y 2 2014/15 supuestamente para establecer la Paz en Ucrania y frenar la Guerra civil (que Kiev con la complicidad de europa jamas cumplio)

-En una entrevista publicada por el diario Die Zeit este miércoles, la ex jefa del Gobierno alemán aseguró que los acuerdos en cuestión no solo dieron tiempo a Kiev, sino también le permitieron «fortalecerse, como puede verse hoy en día».

-«La Ucrania de 2014/15 no es la Ucrania de hoy. Como se vio en la batalla por Debaltsevo [un importante nudo ferroviario en la República Popular de Donetsk] a principios de 2015, Putin podría haberla invadido fácilmente entonces. Y dudo mucho que los Estados de la OTAN hubieran podido hacer entonces tanto como están haciendo ahora para ayudar a Ucrania», destacó.

-«Todos teníamos claro» que el conflicto estaba congelado y el problema seguía sin resolverse, continuó la ex mandataria, agregando que «eso fue precisamente lo que dio a Ucrania un tiempo valioso».

-Cabe mencionar que no es la primera vez que Merkel se expresa en tal sentido. A finales de noviembre, afirmó en una entrevista para la revista Der Spiegel que el congelamiento del conflicto conseguido con los Acuerdos de Minsk permitió a Ucrania hacerse «más fuerte y resistente».

Angela Merkel estaba al frente del Gobierno alemán en 2014, cuando en Ucrania se produjo un golpe de Estado que sumergió al país en un conflicto interno. Los Acuerdos de Minsk fueron firmados en febrero de 2015 con su participación. El 22 de febrero de este año, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, declaró que los acuerdos en cuestión ya no existen, tras el reconocimiento de las repúblicas del Donbass, que en septiembre pasaron a formar parte del país euroasiático. Según el mandatario, los Acuerdos de Minsk «fueron asesinados» por las autoridades ucranianas.

CONCLUSIÓN: Entonces, jamás entre sus objetivos estuvo entre los dirigentes de la OTAN (EEUU y sus socios) LA PAZ sino fortalecer a los golpistas del régimen de Kiev darles 8 años de reforzamiento para ir a la guerra proxy contra Rusia y también es una clara demostración que en materia de autonomía estratégica, geopolitica y geoeconomía la Unión Europea “carece totalmente de ellas” y solo es cadena de transmisión de las órdenes y objetivos de Washington -Pero también debe ahora hacerse cargo de las consecuencia en una forma de boomerang ha afectado a Europa-

Por ello decimos que los cambios tectónicos y sistémicos que se están desarrollando con los acuerdos de Samarcanda​ en Uzbekistán de la Organización Cooperación de Shangai  realizada este año. Mas los recientes  acuerdos de Arabia Saudita con la República Popular de China; mas el incremento del interés de ser incluidos en el sistema de los BRICS+ (que incluye a Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica. A día de hoy, la asociación BRICS representa el 41% de la población mundial, el 24% del PIB y el 16% del comercio mundial) por parte de Turquía, Arabia Saudita, Argentina, México, Venezuela, Nicaragua, Irán, Indonesia, Kazajstán, Nigeria, Argelia, Egipto, Senegal. Las aspiraciones de unirse a los BRICS muestran que, frente a un aumento sin precedentes de los riesgos geopolíticos, el mundo se está dando cuenta rápidamente de la necesidad de reemplazar la vieja arquitectura de orden mundial centrada en Estados Unidos por una nueva configuración de relaciones internacionales y bloques regionales basados ​​en la igualdad y la consideración de los intereses mutuos. Hoy, ya está claro en todas partes que el modelo unipolar de gobierno global impuesto por Occidente no está a la altura, sus estructuras financieras se están agotando y estas estructuras en realidad solo sirven a los intereses de las élites gobernantes de los países industrializados (y los famosos mil millones de oro).

Nuevamente en una tercera vez Rusia (que está vez no está sola como transmite los equipos de propaganda guerrerista optimistas de occidente) enfrenta su destino y de su triunfo sobre el Eje del Mal occidental nos permite tener la esperanza de que un mundo mejor es posible y allí los latinoamericanos tenemos un lugar reservado y debemos aprovecharlo Y por ello las sorpresas son cada día mas evidentes.

Por lo tanto, a nadie le sorprendió la declaración del canciller brasileño Carlos Alberto France al margen de la cumbre del G20 de que los países en desarrollo, incluido Brasil, tienen derecho a adoptar una posición independiente en todos los asuntos de la política mundial.

Buen Domingo

Prof. Lic. Carlos Pereyra Mele

Director de Dossier Geopolitico DG

Por Aleksandr Duguin

La transición de la unipolaridad a la multipolaridad y su definición conceptual

Para comprender la transformación del orden mundial que está aconteciendo ante nuestros ojos, sobre todo el proceso de cambio de un modelo unipolar (globalista) a uno multipolar, es necesario recurrir a diversas ideas y conceptos que permiten realizar una explicación coherente de la misma. He propuesto mi propia visión del asunto en libros como Teoría del mundo multipolar [1] y La Geopolítica del mundo multipolar [2], pero estas son solo aproximaciones a un tema bastante complicado. En este artículo quiero desarrollar tres conceptos que pueden ayudarnos a comprender mucho mejor el proceso de transición que está teniendo lugar en las Relaciones Internacionales.

Creo que estos conceptos explican las tendencias, conflictos y problemas que se producen actualmente, como, por ejemplo, los conflictos en Ucrania, Taiwán y otras partes del mundo. Solo comprenderemos lo que está sucediendo ahora si entendemos las razones detrás de esta transición, lo cual requiere de una contraparte conceptual. Los tres conceptos que vamos a abordar hacen parte de una explicación de este asunto.

El primer mundo, el segundo mundo y el tercer mundo

Vamos a comenzar por retomar la ya olvidada teoría de los “tres mundos” que fue muy popular durante la Guerra Fría. Fue esta teoría la que popularizó el concepto de “tercer mundo”, el cual todavía sigue siendo relevante en las teorías de las Relaciones Internacionales y en el lenguaje político [3]. Sin embargo, el término “primer mundo” nunca fue desarrollado, mientras que el concepto de “segundo mundo” apenas si se ha utilizado o recibido atención. No obstante, el concepto de “segundo mundo”, con todas sus características, es el que mejor se ajusta al orden multipolar y el que mejor describe a los Estado que impulsan la multipolaridad. La teoría de clasificar los países del globo en “tres mundos” – el primero, el segundo y el tercero – se basa en un estudio del diferente progreso tecnológico, la eficiencia económica, las tasas de crecimiento, industrialización y postindustrialización que cada nación tiene dentro de la economía mundial.

Durante la Guerra Fría se consideraba que el “primer mundo” era el Occidente colectivo, compuesto por Estados Unidos y sus principales aliados, entre ellos Japón. En esta clasificación “Occidente” es tomado como una categoría civilizacional y no geográfica. El “primer mundo” incluía países con una economía capitalista desarrollada que tenían gobiernos democrático-liberales y que además contaban con un alto predominio de las zonas urbanos e industriales (una urbanización muy alta), acompañada de altas tasas de crecimiento económico, científico y técnico, liderazgo financiero, armamento avanzado, dominio de esferas estratégicas y medicina de punta, etc., superando en todas estas áreas a los otros “dos mundos”. El primer mundo fue visto como el modelo futuro de la sociedad humana, la vanguardia del progreso y la expresión visible del destino del resto de la humanidad. Se consideraba que los otros dos mundos estaban destinados a alcanzar al “primer mundo” y seguir sus pasos. El “primer mundo” fue considerado como el modelo universal con el que siempre se comparaba a los otros “dos mundos”.

El “tercer mundo” era exactamente lo contrario del “primer mundo”. Era un territorio arcaico comparada con Occidente, con una economía estancada y un lento proceso de desarrollo (o sin ninguna clase de desarrollo), poseyendo pocos adelantos científicos y tecnológicos, con una moneda inestable, una democracia débil amparada en instituciones políticas atávicas, un ejército enclenque e ineficaz, una industrialización muy baja, corrupción generalizada, una medicina muy primitiva, un analfabetismo rampante y una población predominantemente rural [4]. El “tercer mundo” dependía totalmente del “primer mundo” y a veces del “segundo mundo” para existir. La soberanía de los países del “tercer mundo” es algo meramente formal y sin contenido real [5]. El “primer mundo” consideraba que era su deber hacerse cargo del “tercer mundo”, de ahí la teoría de la “dependencia” [6], los gigantescos préstamos no reembolsables y el establecimiento de una tutela directa sobre las élites políticas, económicas e intelectuales de estos países en su mayoría formados en los sistemas educativos del “primer mundo”.

No obstante, aquello que durante la Guerra Fría fue denominado como el “segundo mundo” tenía ciertas características interesantes. Antes que nada, se denominaba segundo mundo a los países con economías socialistas que habían rechazado el capitalismo, es decir, que ideológicamente estaban en guerra con el “primer mundo”, pero que habían alcanzado un desarrollo industrial similar a este. De todas formas, el segundo mundo era considerado inferior al primere mundo según los indicadores internacionales (todos ellos elaborados por los intelectuales del primer mundo, algo que despierta cierta desconfianza y parcialidad), pero no se podía decir que eran sociedades “atrasadas” como los países del “tercer mundo”. El “segundo mundo” eran la URSS y los países del bloque oriental (especialmente Europa del Este), reconociendo así la existencia de una forma de desarrollo alternativo al capitalismo liberal del “primer mundo” que podía alcanzar resultados comparables a los de Occidente. Esta es la diferencia fundamental entre el “segundo mundo” y el “tercer mundo”: el “segundo mundo” contaba con el potencial de oponerse efectivamente al primer mundo y desafiar su modelo de universalidad. Este desafío tuvo una expresión muy concreta en términos de tasas de crecimiento económico, número de armas nucleares, potencial científico, educación, protección social, urbanización, industrialización, etc.

El “primer mundo” designaba a los países capitalistas occidentales y el “segundo mundo” al bloque oriental y los países socialistas. Estos dos mundos se encontraban en medio de un equilibrio inestable porque el “primer mundo” insistía en ser superior a los otros y el “segundo mundo” se oponía a esta tesis, adoptando en parte el modelo económico, tecnológico, etc., del “primer mundo”. Tanto el primer mundo como el segundo mundo proyectaron su influencia sobre el tercer mundo, que fue el principal escenario de su enfrentamiento global. Los países del tercer mundo se dividieron entre aquellos que dependían de los países capitalistas o socialistas, aunque también existió un “Movimiento de los No Alineados” cuyos miembros trataron de desarrollar una estrategia combinando formas de desarrollo capitalista y socialista. Lamentablemente, nunca llegaron a crear una teoría independiente y sus compromisos y estrategias siempre estuvieron basadas en realidades muy concretas. Sin embargo, los criterios del “primer mundo” (capitalismo) o la reinterpretación doctrinal e ideológica que el “segundo mundo” (socialismo) hizo de estos principios terminaron por convertirse en el modelo de los No Alineados.  La política internacional de la Guerra Fría giró alrededor del enfrentamiento entre el “primer mundo” y el “segundo mundo”, dando como resultado la bipolaridad. John Hobbson [7] ha señalado que esta división en tres mundos procede de la antropología racista del siglo XIX (Morgan [8], Tylor [9], etc.), la cual divide las sociedades en “civilizadas”, “bárbaras” y “salvajes”. La “civilización” se correspondía con las sociedades “blancas”, la “barbarie” a los pueblos “amarillos” y los “salvajes” a las tribus “negras”. Este modelo de clasificación no fue abandonado por la antropología occidental sino hasta después de la Segunda Guerra Mundial, pero continuó influyendo en la clasificación política y económica de los países y sociedades del mundo. El “primer mundo” no era otra cosa que la “civilización” (la “pesada carga del hombre blanco” de Kipling), el “segundo mundo” la “barbarie” (el proverbio racista que dice “quítale a un ruso su mascara y encontrarás a un tártaro”) y el “tercer mundo” los “pueblos salvajes de África y Oceanía” (y en general, todos los paises “negros”).

Una definición amplia del segundo mundo

Debemos tener en cuenta que durante la Guerra Fría se ignoraba rampantemente que, por ejemplo, el Imperio Ruso del siglo XVIII y principios del XX también podía ser clasificado como parte del “segundo mundo” con respecto a Occidente. El Imperio Ruso era un país esencialmente agrario cuando Europa Occidental estaba en pleno proceso de industrialización. Además, Europa Occidental era capitalista y tenía gobiernos democrático burgueses, por el contrario, el Imperio Ruso era monárquico. Europa Occidental tenía centros de desarrollo científicos independientes y el Imperio Ruso se esforzaba por copiar la ciencia y la educación europeas. Sin embargo, el Imperio Ruso era capaz de enfrentarse a Occidente, defender su soberanía, su modo de vida y ganar guerras. Esta observación nos permite redefinir el concepto mismo de “segundo mundo”. Si aplicamos este concepto tanto a la URSS como a los países bajo su influencia y el Imperio Ruso, el cual ocupó más o menos el mismo territorio que la URSS, entonces seremos capaces de redefinir conceptualmente muchas cosas. Una definición amplia del concepto de “segundo mundo” implica considerar a este último como un modelo político, económico e ideológico alternativo al capitalismo global, desafiando así el dominio y la hegemonía de Occidente (el primer mundo).

En este sentido, la caída de la URSS, aunque fue una catástrofe para el “segundo mundo” (como lo fue en su momento la caída del Imperio Ruso), no fue el fin del “segundo mundo”. Después de 1991 el “segundo mundo” comenzó a tomar una nueva forma, ya que una serie de países que habían sido considerados como parte del “tercer mundo” durante la Guerra Fría – China, India, Brasil y Sudáfrica – dieron un salto a adelante y alcanzaron un nivel de desarrollo comparable al del “primer mundo” en el transcurso de estas tres décadas. Por supuesto, estos países usaron las herramientas del capitalismo global para hacerlo, pero fueron capaces de preservar su soberanía al poner al capitalismo a su servicio (todo lo contrario a lo que sucedió en en Europa del Este y en Rusia en la década de 1990). Desde principios de la década de 2000, y con la llegada de Vladimir Putin al poder, Rusia, que era la heredera del “segundo mundo”, comenzó a restaurar gradualmente su soberanía geopolítica. No obstante, empezó a formarse un mundo multipolar y no uno bipolar, ya que el “primer mundo” no se oponía a una única potencia, sino a varias a la vez. La ideología de esta nueva confrontación (la cual tomó diferentes grados de radicalidad y claridad ideológica en el “segundo mundo”) no era el socialismo (excepto en China), sino una especie de antiglobalismo indefinido y el rechazo puramente realista a la hegemonía occidental (principalmente de Estados Unidos). Los países del “segundo mundo” tampoco formaron un bloque ideológico. Se convirtieron en un cinturón de potencias objetivas que reclamaban su propia vía de desarrollo, la cual era cualitativamente diferente al globalismo del “primer mundo”. Los politólogos y economistas se dieron cuenta de que este fenómeno era un hecho consumado y llamaron a los países del “segundo mundo” de la época posterior a la bipolaridad como los BRIC (Brasil, Rusia, India, China) y luego BRICS (Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica). En cierto momento de su desarrollo, los países del BRICS comprendieron la importancia del concepto de civilización y comenzaron a construir un paradigma de Relaciones Internacionales a partir del mismo. Así comenzó la formación cautelosa y gradual de un nuevo “segundo mundo”, esta vez multipolar, ya que cada miembro del BRICS es soberano e independiente con respecto a los demás. Dentro de los BRICS, Rusia es el líder militar indiscutible, poseyendo una enorme cantidad de recursos. China es el poder económico por antonomasia. La India es el tercer polo, teniendo una importante infraestructura económica e industrial, un enorme peso demográfico y una sociedad políticamente estable. Brasil representa simbólicamente al resto de América Latina y su enorme potencial todavía no revelado, contando con un poder militar, comercial y científico fuerte. Finalmente, Sudáfrica es uno de los países más desarrollados del continente africano e igualmente representa simbólicamente al África poscolonial.

La semi-periferia

Ahora analizaremos el “sistema mundo” de Immanuel Wallerstein [10], el representante más importante de la escuela marxista de Relaciones Internacionales (principalmente en su versión trotskista) que, a partir del concepto de “larga duración” (F. Braudel [11]) y los teóricos de la economía estructural latinoamericana (R. Prebisch [12], S. Furtado [13]), desarrolló una clasificación de los países del mundo según su desarrollo capitalista. Esta teoría parte de la conceptualización del imperialismo hecha por Vladimir Lenin [14] como la etapa más alta del desarrollo capitalista: el sistema capitalista se vuelve global y comienza a extender su influencia sobre toda la humanidad. Las guerras coloniales entre las potencias desarrolladas sólo son su etapa inicial. El capitalismo está unificando gradualmente a todas las estructuras supranacionales y de ese modo sentando las bases de un Gobierno Mundial. Estas ideas son compatibles con la teoría liberal de las Relaciones Internacionales que denominan a este sistema como “sociedad global”, un solo mundo, y que los marxistas llaman “imperialismo”.

La teoría del sistema-mundo divide en tres partes la geografía del capitalismo [15]. En primer lugar, está el centro, el núcleo o el “Norte rico”, que constituye la zona de mayor desarrollo capitalista. América del Norte y Europa occidental son el núcleo del atlantismo y la civilización europea occidental, cuyo polo se desplazó a mediados del siglo XX a los Estados Unidos. El núcleo del sistema-mundo de Wallerstein es el “primer mundo”. Alrededor de este núcleo se ha formado un primer anillo de países que Wallerstein llama la “semiperiferia” y este incluye países que tienen un nivel de desarrollo capitalista mucho menor, pero que compiten desesperadamente por alcanzar al núcleo. Los países de la semiperiferia también son capitalistas, aunque su capitalismo es nacionalista. Normalmente estos países son dominados por gobiernos “cesaristas” (tal y como los entiende A. Gramsci [15]) que aceptan la hegemonía liberal de forma parcial, especialmente en lo económico, tecnológico y industrial, mientras que conservan características políticas, culturales y sociales precapitalistas o no capitalistas. Wallerstein considera que hacen parte de esta semiperiferia los países más desarrollados de América Latina, sobre todo Brasil, India, China y Rusia. En otras palabras, los países que conforman los BRIC o BRICS, es decir, el “segundo mundo”. Finalmente, Wallerstein dice que la periferia son los países que componen el “tercer mundo” y que se caracterizan por el subdesarrollo, el atraso, las crisis económicas, los atavismos sociales, la falta de competitividad, la corrupción, etc., o, como se dice hoy, el “Sur pobre”.

En la teoría del sistema-mundo de Wallerstein el progreso es afirmado como algo positivo, pues Wallerstein sigue influido por las categorías marxistas de tiempo lineal y el cambio de las formas económicas como expresión del mismo, por lo que podemos decir que el núcleo, la semiperiferia y la periferia no solo se diferencian por el lugar que ocupan, sino que también representan diferentes momentos históricos de desarrollo. La periferia es el pasado y el orden arcaico precapitalista, el núcleo es el futuro sistema capitalista global (globalización) y la semiperiferia es la zona en la que se produce la transformación de la periferia en parte del núcleo. Según Wallerstein, la semiperiferia no es una alternativa al capitalismo, sino sólo su etapa de transición o futuro que aún no ha sido. Es por eso que Wallerstein nunca se interesó realmente por la semiperiferia, investigando únicamente las tendencias que confirmaban como las élites de dichas sociedades se fundirían con el orden globalista liberal, conduciendo al mestizaje y la proletarización de las masas arcaicas. Wallerstein predijo que la semiperiferia pronto desaparecería, quedando únicamente el núcleo y la periferia.

En el momento en que la semiperiferia desaparezca el mundo entero se convertirá en una sociedad global con un Norte rico opuesto a un Sur pobre, donde las élites formaran parte del núcleo y las masas de todo el mundo se mezclaran entre sí debido a la migración global, convirtiéndose en un nuevo proletariado internacional. Solo en ese momento comenzará la revolución proletaria predicha por Marx, la crisis del sistema capitalista mundial y la aparición del comunismo. Todo esto ocurrirá en el momento en que finalice el proceso de globalización del capitalismo y la abolición de la semiperiferia. Wallerstein era un trotskista y un antiestalinista, por lo que no creía en la posibilidad de la construcción del socialismo en un solo país, como la URSS o China, siendo semejantes intentos un aplazamiento de la globalización y, por lo tanto, de la Revolución Mundial. Wallertein, al igual que Marx y Engels en el Manifiesto del Partido Comunista [16], consideraba que era un deber de los comunistas apoyar a la burguesía en su lucha contra las instituciones medievales; sólo después del éxito de las revoluciones burguesas los comunistas podrán luchar contra el capitalismo. Wallerstein y la mayoría de los marxistas culturales y la izquierdista contemporánea están a favor de la globalización y en contra de la defensa de la soberanía por parte de las potencias semiperifericas, pues tal lucha retrasa el triunfo del liberalismo y la globalización. Es por esa razón que ellos no son antiglobalistas, sino alterglobalistas, llamando a la creación de un posliberalismo y no de un antiliberalismo [17].

Una lectura multipolar de la semiperiferia

El sistema-mundo de Wallerstein es más bien una especie de antítesis del mundo multipolar. La multipolaridad interpreta el fenómeno de la semiperiferia de una manera muy diferente y no considera a esta última como la supervivencia de realidades atávicas que serán destruidas por el núcleo, sino como la posibilidad de crear un sistema alternativo al capitalismo y la globalización liberal, la cual niega la posibilidad de que existe un modelo social alternativo a la misma. La semiperiferia no es considerada por la multipolaridad como un fenómeno intermedio entre el núcleo y la periferia, al contrario, se entiende por la semiperiferia una especie de fenómeno que combina la identidad de una civilización determinada con la modernización. Huntington [18] consideraba que el choque de civilizaciones sustituiría al mundo bipolar y por eso habló de la “modernización sin occidentalización” con tal de describir a las élites de la semiperiferia que eligen conscientemente no integrarse a las élites globales del núcleo y seguir dirigiendo el destino de sus propias civilizaciones. Tal estrategia la podemos encontrar en China, los países islámicos y, en cierta forma, en Rusia. Si desvinculamos al concepto de semiperiferia de su origen marxista-trotskista en la teoría del sistema-mundo, entonces descubrimos que es prácticamente idéntico al de “segundo mundo”, por lo que podemos desarrollar con mayor precisión y detalle las relaciones entre los países de la semiperiferia (BRICS) y los países del núcleo y la periferia.

El potencial combinado de los países de la semiperiferia – logrado por medio de un diálogo intelectual entre sus élites que han decidido conscientemente no integrarse al capitalismo liberal global – puede convertirse en un proyecto cuyos recursos son comparables e incluso superiores al potencial agregado de todo el núcleo (“primer mundo”), produciéndose las condiciones para fundar un sistema alternativo. Desde un punto de vista intelectual, la semiperiferia no seria una especie de “futuro por llegar”, sino una zona de libre elección que puede en cualquier momento combinar el “futuro” con el “pasado” en diferentes grados con tal de crear otra cosa. Para realizar esto, es necesario abandonar la concepción liberal y marxista del tiempo lineal y el progreso sociotécnico, algo que no resulta tan difícil de hacer, pues las religiones confucianas, islámicas, ortodoxas, católicas e hindúes niegan el tiempo lineal y ven el futuro tal y como lo proponen los capitalistas y los marxistas como algo totalmente negativo, una especie de escenario apocalíptico y escatológico, o indiferentemente. Solo así la semiperiferia (“el segundo mundo”) deja de ser una zona gris o espacio de transición entre el “progreso” y el “salvajismo”, la “civilización” y el “atavismo”, para convertirse en el baluarte de las civilizaciones soberanas con sus propios criterios, normas e ideas sobre la naturaleza humana, Dios, la inmortalidad, el tiempo, el alma, la religión, el género, la familia, la sociedad, la justicia, el desarrollo, etc. El núcleo deja de ser universal y se convierte solo en una civilización en medio de muchas otras. El “segundo mundo” deja de ser una semiperiferia entre el núcleo y la periferia, ya que de ahora en adelante los países del núcleo no son el futuro universal de la humanidad, sino una simple parte de la misma, una provincia más que ha hecho sus propias elecciones y que no puede obligar a otros a seguirla.

Los Estados-Civilizaciones

Ahora analizaremos un tercer concepto que es fundamental para entender la transición del mundo unipolar al mundo multipolar y cual es el papel que deben desempeñar los BRICS en todo este proceso. Se trata del concepto Estado-Civilización formulada por académicos chinos (especialmente por el profesor Zhang Weiwei [19]) y que se aplica de forma perfecta a la China moderna y, por analogía, a Rusia, India, etc. Los eurasiáticos rusos plantearon una teoría muy parecida en su momento y por eso hablaron de un Estado-Mundo [20]. Según los eurasiáticos Rusia debía ser considerada como una civilización y no como un conjunto de países distintos, de ahí que hablaran de Rusia-Eurasia. De hecho, una de las críticas más perspicaces de Samuel Huntington consistió en el llamado a la creación de una teoría de las Relaciones Internacionales basada en las civilizaciones en su artículo “El choque de civilizaciones” [20]. Fabio Petito [21], un experto anglo-italiano en el área de las Relaciones Internacionales, sostuvo que la existencia de varias civilizaciones no conduce necesariamente al conflicto al igual que en la teoría del realismo de las Relaciones Internacionales la guerra es solo una posibilidad entre dos Estados-nación (tal y como lo establece la teoría de la soberanía) y no la norma. Lo importante es que ambos autores consideran que la soberanía no es monopolio de los Estados-nación, sino de las civilizaciones. El Estado-civilización niega en un principio dos cosas:

·         El Estado-nación (según la teoría realista de las Relaciones Internacionales), y

·         El Gobierno Mundial (la teoría liberal de las Relaciones Internacionales).

El Estado-Civilización es algo intermedio que puede incluir en su seno a diferentes pueblos (naciones), confesiones e incluso sub-Estados, pero que jamás se considera un modelo universal y planetario. El Estado-Civilización siempre permanece sin importar los vaivenes ideológicos, formas, culturas o fronteras que posee y puede existir como un imperio unificado o como las ruinas, restos y fragmentos de un imperio que, bajo ciertas circunstancias históricas, puede volver a reunificarse. El Estado-nación surgió en Europa en la Modernidad, mientras que el Estado-Civilización existe desde tiempos inmemoriales. Huntington observó que las civilizaciones estaban volviendo a surgir después de que la lucha ideológica de dos bloques ideológicos diferentes, capitalista y socialista, había dividido a los Estados-nación durante la segunda mitad del siglo XX. El colapso de la URSS y la unipolaridad liberal no podrían detener el retorno de las civilizaciones (Fin de la Historia de Fukuyama [22]), por lo que Huntington creía que la unipolaridad y la victoria global del Occidente liberal y capitalista era una ilusión que duraría muy poco. El triunfo global del liberalismo solo llevaría al desmantelamiento de los Estados-nación y la abolición del comunismo, pero jamás a la destrucción de la identidad de las civilizaciones que parecían haber desaparecido hace mucho tiempo. Huntington no se equivocó y poco a poco las diferentes civilizaciones comenzaron a reclamar su participación en la política internacional como sujetos activos, tal proceso llevó al hecho de que estas civilizaciones se “politizaran” y se convirtieran en Estados-civilización.

Dentro de los Estados-civilización existen toda clase de fuerzas y realidades que la politología occidental es incapaz de entender, ya que no pueden ser reducidas a las estructuras del Estado-nación o asimiladas a análisis macro y microeconómico. Términos como “dictadura”, “democracia”, “autoritarismo”, “totalitarismo”, “progreso social”, “derechos humanos”, etc., no tienen sentido ante estas entidades y deben ser reconceptualizados. La politología occidental moderna ha descartado deliberadamente el análisis de la identidad civilizatoria, la importancia de la cultura en la formación de un Estado y la sociedad o la importancia de los valores tradicionales, algo que solo es aplicado al estudio de las sociedades arcaicas. Sin embargo, las sociedades arcaicas son débiles políticamente y se han convertido en objetos de investigación o modernización para Occidente. Los Estados-civilización conservan su soberanía y cuentan con amplias tradiciones intelectuales y una gran autoconciencia. Son sujetos y no objetos de estudio o “intentos de desarrollo” (siendo esto último puro colonialismo disfrazado). Los Estados-civilización tampoco se limitan a negar la universalidad del modelo occidental, sino que también rechazan los intentos de Occidente de extender su poder blando al interior de sus fronteras. Por otra parte, estos Estados-civilización pueden extender su influencia más allá de sus fronteras y no viven a la defensiva, sino también pueden crear estrategias para contraatacar y desarrollar teorías para integrar sus propios Grande Espacios o proponer proyectos ambiciosos. Esto último lo podemos observar en instituciones como los BRI, la Comunidad Económica Euroasiática, la OCS o los BRICS.

China sería el Estado-civilización por excelencia, ya que su identidad y poder siempre han influido fuertemente en la historia. La Rusia contemporánea intenta convertirse en un Estado-civilización y la operación militar especial en Ucrania es resultado de este intento; todo esto va acompañado del aislamiento de Rusia de todas las redes mundiales, lo cual demuestra la voluntad de nuestro país de desacoplarse del globalismo. Aunque Rusia y China están logrando construir sus respectivos Estados-civilización en confrontación directa con Occidente, países como la India (especialmente bajo el gobierno nacionalista de Modi) están haciendo lo mismo bajo el amparo de Occidente. Los países islámicos, por el contrario, siguen una estrategia mixta de confrontación (Irán) y alianza (Turquía, Pakistán) con Occidente. No obstante, todos buscan crear sus propios Estados-civilización.

El segundo mundo como el nuevo paradigma de la Relaciones internacionales

Uniendo todos estos conceptos en un todo obtenemos la siguiente ecuación: segundo mundo=semiperiferia=Estado-civilización. El “segundo mundo” son precisamente los países que hoy defienden la multipolaridad y rechazan la unipolaridad y el globalismo, es decir, la hegemonía del “primer mundo”. En cuanto a su nivel de desarrollo económico y su grado de modernización, podemos decir que el “segundo mundo” se corresponde a la semiperiferia del sistema-mundo. No obstante, a diferencia de Wallerstein, no consideramos que el destino de esta semiperiferia sea la integración de sus élites a la globalización y la mezcla del proletario mundial en un crisol sin control, sino la afirmación de su identidad propia y la unificación de las sociedades que comparten esta identidad. Los polos autónomos del “segundo mundo” (la semiperiferia) son los Estados-civilización tanto reales (China, Rusia) como potenciales (el mundo islámico, América Latina, África).

Es mediante este aparato conceptual que podemos entender la importancia de los BRICS y, aunque actualmente se trata de una alianza muy convencional o de un club compuesto por Estados-Civilización (explícitos e implícitos), vemos en ellos los representantes del “segundo mundo” y la semiperiferia. Sin embargo, este club tiene la capacidad de cambiar la situación actual: el siglo XX fue testigo de la constante erosión de la soberanía de los Estados-nación y muchos de ellos no son más que cascaras vacías formalmente reconocidas por la ONU que en su momento servían a uno u otro campo de confrontación ideológica. En el sistema bipolar solo existían dos verdaderos Estados soberanos: Washington y Moscú. Estos últimos eran los que tomaban las decisiones y el resto de los Estados-nación se acoplaban a las mismas de forma parcial o relativa. El fin de la URSS y la disolución del Pacto de Varsovia no condujeron a la consolidación de los Estados-nación nacidos de esta desintegración, sino que dio paso a la consolidación temporal de la unipolaridad y la globalización. Además, Washington trató de convertir su sistema de valores y reglas liberales en un modelo universal. El siguiente paso lógico de este proceso hubiera sido la proclamación de un Gobierno Mundial como lo quieren Fukuyama, Soros y Schwab (fundador del Foro de Davos), pero este proceso fue truncado tanto por contradicciones internas como por la rebelión directa de Rusia y China contra la unipolaridad. Fue así que el “segundo mundo”, la semiperiferia y los Estados-civilización desafiaron abiertamente al globalismo y se convirtieron en sus sepultureros. Lo que parecía un fenómeno temporal y transitorio – la semiperiferia o los BRICS – era en realidad algo mucho más importante, estableciéndose de ese modo los fundamentos de la multipolaridad. El “segundo mundo”, la semiperiferia y los Estado-civilización se convirtieron en los principales actores de la política mundial, contradiciendo así las teorías occidentales de las Relaciones Internacionales, incluida la versión marxista-trotskista (Wallerstein) de la misma.

La tesis del Estado-Civilización, en caso de ser recuperada por los países del “segundo mundo” (los BRICS) podría llevar a la reestructuración del panorama mundial. Occidente como el “primer mundo”, el núcleo, dejará de ser el centro de todo y se convertirá en una simple región de nuestro planeta. Esto llevará a que Occidente cree su propio Estado-civilización o incluso se divida en dos Estados-Civilización diferentes: uno cuyo centro sería América del Norte y otro ubicado en Europa. Todo esto llevará a la aparición de muchos otros Estados-Civilización como China, Rusia, India, el mundo islámico, América Latina, África, etc., que serán capaces de competir de igual a igual en todos los niveles. Todos ellos podrán elegir libremente su futuro, sin ser considerados como el pasado de Occidente. Por supuesto, este es un proyecto a futuro que requiere de sumar el potencial de todos los Estados-civilización no Occidentales para desafiar al núcleo, relativizando sus pretensiones de dominio global y limitando la influencia de su cosmopolitismo. El hecho de reducir las fronteras de Occidente y convertirlo en una provincia implicaría la derrota del proyecto de un Gobierno Mundial y daría nacimiento al Estado-civilización occidental. La operación militar rusa en Ucrania y el futuro control chino sobre Taiwán son los primeros pasos en ese sentido. Casi siempre el cambio del orden mundial se produce a través guerras que algunas veces toman el carácter de guerras mundiales. Desgraciadamente, la construcción del mundo multipolar nacerá de estas guerras. Si la guerra no puede ser evitada, lo único que podemos hacer es limitar la escala de la misma por medio de regla y leyes conjuntas. Sin embargo, semejante proyecto requiere de un análisis de los fundamentos teóricos y conceptuales de la multipolaridad.

Notas:

[1]Dugin A.  The Theory of a Multipolar World.  Budapest: Arktos Media Ltd, 2021.

[2] Dugin A.   Geopolítica del mundo multipolar Santiago de Chile: . Ignacio Carrera Pinto Ediciones, 2022.

[3] Aijaz Ch. K. The political economy of development and underdevelopment. New York: Random House, 1973.

[4] Rangel C. Third World Ideology and Western Reality. New Brunswick: Transaction Books, 1986.

[5] Krasner S.D. Sovereignty: Organized Hypocrisy. Princeton: Princeton University Press, 1999.

[6] Cardoso F., Falleto E. Dependency and Development in Latin America. Berkeley: University of California Press. 1979; Ghosh, B.N. Dependency Theory Revisited. Farnham, UK: Ashgate Press. 2001.

[7] Hobson J. The Eurocentric Conception of World Politics: Western International Theory,

1760–2010. Cambridge: Cambridge University Press, 2012.

[8] Morgan Lewis Henry. Ancient Society. Tucson: The University of. Arizona Press, 1995.

[9] Tylor Edward Burnett. Researches into the Early History of Mankind and the Development of Civilization. London J. Murray, 1865.

[10] Wallerstein I. The Modern World-System: Capitalist Agriculture and the Emergence of the European World Economy in the Sixteenth Century. New York: Academic Press, 1976

[11] Braudel F. Le Temps du Monde. Paris: Armand Colin, 1979.

[12] Prebisch R. Capitalismo periférico. Crisis y transformación, Santiago de Chile: CEPAL,1981.

[13] Furtado C. Desenvolvimento e subdesenvolvimento. Rio de Janeiro: Fundo de Cultura, 1961.

[14] Ленин В.И. Империализм, как высшая стадия капитализма. Популярный очерк/ Ленин В.И. Полное собрание сочинений. 5-издание. Т. 27. М.: Политиздат, 1969.

[15] Wallerstein I. World-Systems Analysis: An Introduction. Durham, North Carolina: Duke University Press. 2004. 

[16] Грамши А. Избранные произведения: Т. 1—3. — М.: Изд. иностранной литературы, 1957—1959.

[17] Маркс К., Энгельс Ф. Манифест коммунистической партии/ Маркс К., Энгельс Ф. Сочинения. Т. 4. М.: государственное издательство политической литературы, 1955.

[18] Wallerstein I. After Liberalism. New York: New Press, 1995.

[19] Huntington S. The Clash of Civilizations and the Remaking of World Order. New York : Simon & Schuster, 1996.

[20] Zhang Weiwei. The China Wave: Rise of a Civilizational State. Singapore: World Scientific Publishing, 2012.

[21] Основы евразийства. М.: Партия «Евразия», 2002.

[22] Huntington S. The Clash of Civilizations and the Remaking of World Order.

[23] Petito F., Michael M.S. (ed.), Civilizational Dialogue and World Order: The Other Politics of Cultures, Religions, and Civilizations in International Relations (Culture and Religion in International Relations). London:  Palgrave Macmillan, 2009.

[24] Fukuyama F.  The End of History and the Last Man. NY: Free Press, 1992.

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