Especial para Dossier Geopolitico por Eduardo Bonugli* desde Madrid
El escenario no tuvo desperdicio. Mostraba por un lado, al supremacismo germano teutón, sus perfiles racistas y la típica prepotencia de los ricos. El menú de los del norte no se quedó corto. Llevan años, y siglos, en ese plan. Tenían hambre de bochorno, la mesa estaba servida y la ocasión era propicia.
Al frente, aturdía el silencio resignado de los pobres. La resistencia estoica de los mediterráneos frenaba sus viejos y nuevos rencores. Es que el agua ya rodea el cuello del Sur de Europa y estos, en lugar de dar batalla, optaron por resignarse manteniendo las formas. Creyeron falsamente que cuando te fuerzan por necesidad, es de virtuosos poner buena cara.
¡¡ CUMBRE DEL SIGLO!! Titula jubilosa la ola mediática. Por supuesto. Como todos los años y como cada una de las 5 o 6 tediosas cumbres anuales de los jefes de Gobierno de la UE. Adornada siempre con comunicados pomposos y titulares triunfalistas.
¡¡ACUERDO HISTÓRICO POR EL COVID 19!! Significa que por fin han llamado a los bomberos. Luego de 200.000 muertos, de 2,5 millones de infectados y de una economía en ruinas. Cuatro meses después que estallara el incendio y cuando el virus flaquea, pero la miseria arrasa. Eso sí, los bomberos vendrán en el camión pequeño y con la manguera corta. Nunca llegarán antes del 2022, si es que hay viento a favor. Y a cuentagotas. Es que son muchas las condiciones que poner y mucha la letra pequeña por escribir. Aunque el freno de mano sobre las transferencias ya está activado, para el uso discrecional de los desconfiados holandeses.
Aquel PLAN MARSHALL EUROPEO, anunciado con bombos y platillos hace 4 meses, quedó reducido a un mínimo Fondo de Recuperación. El BILLÓN Y MEDIO de euros se encogió hasta los 390.000 millones. Y además con contrapartidas no menores a pagar por el Sur. Y la fatal convicción que volverán los hombres de negro y la TROIKA. Quizás con trajes más a la moda y con otro nombre, pero con mucha austeridad y recortes.
Por un lado, estaban los países pobres o PIGS (“Cerdos” en Inglés), palabra con las iniciales de Portugal, Italia, Grecia y España. A cuestas con la leyenda negra escrita por sus socios del norte. “Vagos, derrochadores, corruptos, ineficaces e irresponsables”. Según la idiosincrasia protestante y calvinista, las penurias de estos pecadores resultan merecidas e irremediables. En sus juicios severos, mezclan intencionadamente cultura y geografía con vicios y malas artes. Algo de eso habrá, seguro. Pero también…. “Hazte la fama y échate a dormir.”
Del otro lado, los países ricos o “LOS FRUGALES” (Alemania, Holanda, Dinamarca, Bélgica, Austria, Suecia). Que según la fantasía paradisíaca, son solidarios, honestos, cumplidores y sobre todo, muy obedientes al fisco, cosa que suena a música mal afinada. Todo muy coherente con su moral protestante y calvinista, Aunque para ser más exactos, son líderes mundiales en paraísos fiscales, evasores de impuestos y expertos en el blanqueo del dinero sucio.
Y en el palco de honor, estaban LOS PADRES DE LA PATRIA EUROPEA, Merkel y Macrón. Endiosados por la prensa y siempre por encima del bien y del mal. Cumpliendo con su papel de jueces en una partida con cartas marcadas y final amañado. La canciller, la más rica de los ricos y jefa de LOS FLUGARES, dirigió magistralmente a los suyos desde la sombras, mientras consolaba maternalmente a LOS PIGS. A su vera, el presidente galo, el más genuino pura sangre del neoliberalismo, cumpliendo con la tradición francesa de estar con Dios y con el Diablo. Ambos se llevaron todos los aplausos, tanto de víctimas como de verdugos.
Luego de este espectáculo, resultan tragicómicos los titulares de la prensa: ¡¡UNA EUROPA UNIDA Y SOLIDARIA!! ¡¡TRIUNFA LA HERMANDAD EUROPEA!! Pero la realidad es terca. Un bando ha machacado al otro, luego de estrujarlo económicamente durante años. Y la brecha se ha vuelto insalvable. Las heridas están abiertas, la sangre cayendo y la miseria en la puerta.
Y en Europa todo está atado para que no haya ningún cambio. Esta cumbre lo ha corroborado. Ya durante la pandemia mostraron sus más viscerales instintos egoístas, almacenando y mezquinado material sanitario, pirateando las compras e inflacionando los precios. Con estos mimbres, cualquier posibilidad de unión, armonía y progreso, es una falaz mentira.
El abandono por parte de Giuseppe Conte y de Pedro Sánchez de sus exigencias por los Eurobonos Soberanos marcó el camino de la claudicación del Sur. Una fatal decisión que terminó en una cruel condena para sus ciudadanos. Lo urgente destrozó a lo importante. Una vez más, a los dirigentes Europeos, les faltó el coraje de enfrentarse al poder establecido. La valentía, la firmeza y la convicción se escurrieron por el agujero de las angustias y el miedo. La mentira triunfalista que proclaman hoy, es una burla siniestra para sus compatriotas. El ADN europeo de sumisión, larvado durante siglos en el feudalismo y en las monarquías, fue determinante para el triunfo de los ricos.
Así, y gracias a la pandemia, la Ortodoxia Austericida se consolidó como la única política económica por aplicar, sin dejar sitio en Europa para ninguna alternativa de capitalismo productivo. Y el Neoliberalismo Financiero, aplastó lo que quedaba de las soberanías, tanto en la política, como en la economía, como en lo social. A su vez, la Socialdemocracia y restos de la izquierda, abducidas ya en su totalidad por el neoliberalismo, fueron fundamentales para dar el triunfo a “LOS FLUGARES”.
LOS PIGS recibirán en conjunto 213 mil millones de euros, de los 390 mil acordados para toda la UE. Irán cayendo en cuentagotas a lo largo de los próximos tres años, siempre que no haya un freno de LOS FLUGARES. La mitad de esa cantidad ya la han gastado en los últimos 4 meses en subsidios por los desempleos provocados por la pandemia, y todavía les queda tapar los agujeros del Brexit. Además deben afrontar el rescate al sector del turismo estimado en medio billón de euros, sin olvidarse de la industria automotriz, las aerolíneas, los bancos, los autónomos y la quiebra de una multitud de gremios diversos. Hablar de éxito y solidaridad por este acuerdo suena a humor negro.
La propia Alemania ya ha tenido que inyectar 2 billones de euros a su economía y lo seguirá haciendo junto a los países de su entorno. Es que tiene barra libre para la liquidez libre y gratuita. Entonces, comparar las posibilidades entre el norte y el sur produce sonrojo. El dinero otorgado en la Cumbre no pasa de ser una insignificante limosna.
A la vista de ello, la única salida para los PIGS (si es que la hay) sería recuperar su soberanía monetaria y encarar en conjunto una recuperación independiente. Casualmente, el primer ministro holandés retó recientemente a los países del sur a que se busquen la vida por su cuenta. Fue una bravateada típica del ¡¡SÁLVESE QUIÉN PUEDA!! Pero Alemania y los suyos tienen bien tensado el cordón sanitario para que nadie se salga del sendero de la ortodoxia.
En la lista de los ILUSTRES AUSENTES se apuntan dos grandes nombres. LA PRODUCTIVIDAD Y LOS PARAÍSOS FISCALES. No hubo fondos destinados a proyectos industriales o para el rescate productivo. Tampoco hubo planes ni iniciativas. Alemania y los suyos tienen el monopolio de la producción europea y no parece dispuesta a abrir las manos a la creación de un polo de competencia dentro de sus propios dominios. El 60% de sus exportaciones es consumida por los europeos.
A pesar de la larga fila de insultos recibidos, los PIGS no se atrevieron a sacar el tema tabú de los paraísos fiscales. Su lamentable flaqueza los llevó a tragarse el sapo. El silencio fue ignominioso. Holanda, Luxemburgo, Dinamarca, Malta, Chipre, son paraísos fiscales de primer orden mundial. La gran evasión de impuestos, generalizada en Europa, es el principal cáncer de la economía de los países del Sur.
Y es también de suma utilidad para las grandes empresas y grandes fortunas, especialmente para las alemanas. Y también favorece el blanqueo de dinero negro de la droga, la prostitución, el terrorismo y la corrupción política. Así funcionan los honestos protestantes calvinistas en su estado puro.
Google, Facebook, Apple, Amazon y muchas más empresas tienen sus sedes fiscales en estos países. Trasladan allí, con artilugios contables, los beneficios de todas sus filiales en Europa, América del Sur y África. Luego pagan un impuesto simbólico que puede ser hasta 70 veces menor que el de cualquier país y luego lo transfieren a otros paraísos más lejanos.
Esta pirueta le cuesta a los estados europeos unos 50 mil millones de euros anuales en impuestos corporativos, que multiplicado por el tiempo de actuación y sumando los beneficios caídos por la competencia desleal, se redondea una evasión aproximada de 2 billones de euros en los últimos 25 años, que han desaparecido bajo las alas de los buitres. Esa cantidad sí que sería apropiada para acordar un verdadero Plan de Recuperación.
Irlanda acaba de demostrar que primero es un paraíso fiscal y que luego, en segundo plano, es un estado. No solo se negó a recibir una indemnización de Apple de 13.500 millones de euros ordenada por una sentencia del Tribunal Europeo por evasión de impuestos de esa sociedad, sino que apoyó el recurso de la condenada y al final lo ganaron. Apple se quedó con el dinero, los ciudadanos irlandeses lo perdieron y su gobierno demostró que, antes que gobierno, es un paraíso fiscal fiel a sus clientes.
En suma, los Paraísos Fiscales, como sujeto político económico, fueron los grandes vencedores de la cumbre. Terminaron legitimados por la complicidad interesada de los países ricos y por el silencio cobarde del Sur.
En esta Unión Europea de las empresas y los evasores de impuestos, es Alemania, en términos absolutos, quien obtiene los mayores beneficios como locomotora continental, por haber monopolizado junto a su entorno la producción industrial europea, luego del caos económico y social del 2008, que ella misma ayudó a crear. Y lo es, porque tiene un acceso ilimitado a los fondos financieros, a pesar de ser responsable del agujero negro del Deutsche Bank y porque mantiene encriptada la alta cotización del euro en perjuicio de los países más modestos.
Fue Alemania y su entorno, con su ilimitado acceso a los recursos financieros, quién compró voluntades políticas para vaciar los tejidos industriales del sur hasta reducirlos a países de servicios. Desde fines de lo 80, y en nombre de la Globalización, fomenta o hizo la vista gorda a la corrupción generalizada de ida y vuelta, y gracias a aquellos ingentes flujos de liquidez siguió alimentando el monstruo porque sus bancos y los de sus vecinos lo necesitaban. Hasta que … todo reventó en el 2008.
Hoy, el Pacto de Estabilidad, o mejor dicho el control del déficit en la UE, está suspendido debido a la pandemia, mediante un frágil acuerdo que puede saltar por un solo voto. Entonces, cuando el déficit alemán comience a bajar, gracias a la libre inyección de dinero y a la recuperación de sus exportaciones, cualquiera de sus FLUGARES lo activará. Y volverá a mandar la hoja de cálculos, estrangulando la recuperación y la competitividad de los países modestos. Entonces regresarán los recortes en el Sur y la brecha económica se agrandará. Y el tren de las dos velocidades seguirá en su irremediable marcha hasta el desenganche de los vagones.
Entre los bastidores del acuerdo, los de Norte lograron jugosas contrapartidas como los Cheques de Compensación por el que evitan pagar 53 mil millones que les correspondían por ser contribuyentes netos. Y también no sólo redujeron el monto total de las ayudas sino que consiguieron recortar partidas que afectan a LOS PIGS, como por ejemplo las ayudas directas a la agricultura que bajan un 10% en perjuicio de los del Mediterráneo. Caen a la mitad los fondos destinados a combatir el abandono rural. El Plan Hacia la Transición Verde pierde dos terceras partes. Se reduce a la nada el Plan de Salud previsto inicialmente con 7.700 millones y desaparece el Instituto de Colaboración Internacional.
Por otra parte, cuando los miembros del gobierno de Holanda disparan sus petardos racistas contra España, parecen ser muy groseros y maleducados, pero también son sutiles y evitan que su fuego haga víctimas amigas. Por ejemplo, pueden decir que “los españoles derrochan el dinero en alcohol y mujeres” Pero obvian que el gobierno de Rajoy y sus políticas, muy obedientes con su ortodoxia neoliberal, llevó en siete años, la deuda española de 400 mil millones a 1.2 billones de euros. También se cuidan de mencionar que este gobierno de derechas, aliado y fiel, ha sido el que recibió más condenas judiciales por corrupción en toda la historia. Y además, como buenos monárquicos que son, se cuidan de acordarse de los monumentales escándalos fiscales y de corrupción de las casas reales, tanto española como europeas.
Ha terminado “LA CUMBRE DEL SIGLO” con la firma de un “HISTÓRICO ACUERDO DE RECUPERACIÓN”. Ambos bandos se declaran ganadores y tanto las derechas como los socialdemócratas están exultantes y ya no discuten por estas cosas. Ahora la batalla se libra en otro frente, entre el Norte y el Sur. Y a pesar de tanto festejo exagerado, los números son tiranos y la terca realidad está ahí.
Pese al bochinche triunfalista de la prensa, entre las tribus de Europa sangran hoy viejas y nuevas heridas que difícilmente cicatrizarán, mientras la sombra de una miseria inquietante comienza a oscurecer el paisaje.
*Eduardo A. Bonugli Empresario y colaborador de Dossier Geopolitico en Madrid
Madrid, 23.07.20
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